jueves, 18 diciembre, 2025 - 1:42 am

Construirán la sede del Centro de Investigaciones Cardiovasculares y otros en la UNLP

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En un acto celebrado en el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MINCyT) se firmó un acuerdo, en el marco del Programa Federal “Construir Ciencia” del MINCyT, entre el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), el MINCyT y la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) para la construcción de un edificio para dos Unidades Ejecutoras de doble dependencia CONICET-UNLP que funcionan juntas: el Centro de Investigaciones Cardiovasculares (CIC) y el Instituto de Investigaciones Bioquímicas de La Plata (INIBIOLP). Para tal objetivo, el MINCyT invertirá 5 millones de dólares. El nuevo edificio de más de 2.300 m2 que estará próximo a la Facultad de Ciencias Médicas de la UNLP estará dividido en dos plantas y permitirá el crecimiento de los institutos y sus laboratorios, la incorporación de investigadores e investigadoras jóvenes y nuevas líneas de investigación, con la consecuente formación de recursos humanos. El director del Centro Científico Tecnológico (CCT) CONICET La Plata, Carlos Omar Della Védova, expresó: “Este es un momento muy especial debido a que implica la construcción de un edificio de gran porte para dos centros emblemáticos del CONICET en la ciudad de La Plata y de la Universidad Nacional de La Plata, como son el CIC y el INIBIOLP. Esto va a contribuir a que el perfil de las investigaciones y las proyecciones de los trabajos de investigación sean en mejores condiciones para la comunidad científica de ambos institutos. Esa es una política realmente extraordinaria, una política que realmente se asienta en lo científico como un ladrillo de soberanía para nuestra República”. Durante la firma el ministro de Ciencia, Daniel Filmus expresó: “Este centro se financia con una fuente especial, que es la Ley de Financiamiento del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación. Los programas Equipar y Construir son fuentes propias, y gracias al 20% de aumento del presupuesto de la función Ciencia y Técnica, destinado a la federalización, es que hoy podemos ejecutarlos”. Filmus aseguró que es necesaria “una proyección importante de recursos para poder planificar. El presupuesto del año próximo es de 240.000 millones si se aprueba, y la inversión será el 0,39% del PBI, siendo en 2023 del 0,34”. El titular de Ciencia manifestó que “esto es lo que necesita Argentina para llegar al 1%, crecer de esta manera. Si el país invierte o no invierte en ciencia es una cuestión estratégica, y en esa decisión las universidades nacionales son centrales. Por eso para nosotros es un orgullo apoyarlos”. Finalmente, el vicepresidente del Área Académica de la UNLP, Fernando Tauber, agradeció al gobierno nacional por “apostar al sistema científico público aportando fondos destinados a investigación y tecnología para responder a las necesidades de nuestro país” y remarcó que “estas nuevas construcciones nos permiten seguir avanzando con nuestra política de desarrollo en infraestructura orientada a la investigación, siempre atendiendo la premisa de generar las mejores condiciones de trabajo para nuestra comunidad científica”. Y agregó: “Este Programa es una iniciativa de enorme trascendencia para el sistema científico en general y para nuestra Universidad en particular. Como institución, somos uno de los mayores productores de ciencia del país, y eso se sostiene no sólo con recursos humanos formados, sino con una permanente inversión en equipamiento e infraestructura”. En la planta baja se organizará un área pública con salón de conferencias y hall de exposiciones para pósters y workshops, compartida para ambas Unidades Ejecutoras, y luego secretarías, dirección para una de las Unidades Ejecutoras y un área con laboratorios, y oficinas, siendo la planta alta de similar organización. Además, estuvieron presentes el subsecretario de Coordinación Institucional del Ministerio, Pablo Núñez; la vicepresidenta Institucional de la UNLP, Andrea Varela; el decano y la vicedecana de la FCM Juan Ángel Basualdo y Mónica Esther Ferreras; el secretario de Ciencia y Técnica de la UNLP, Nicolás Rendtorff; el director del CIC, Martín Vila Petroff; el director y la vicedirectora del INIBIOLP, Horacio Heras y María Rosario González Baró; y el investigador del CIC, Alejandro Aiello.

La fobia al átomo sigue costándole cara a Brasil

Tenemos artículos de agosto de  2019 sobre por qué el fracaso nuclear de Brasil lo llevó a buscar electricidad de base en la sobreconstrucción de embalses sobre ríos casi sin pendiente en el Amazonas, y de las fracturas que eso desencadenó dentro del anterior gobierno de Lula.

La represa de Belo Monte es el ejemplo perfecto de qué no hacer y cómo no hacerlo: 4500 MW instalados que en realidad no llegan a equivaler a 1900 MW porque el río Xingú es de caudal lerdo y sumamente variable: en la fase seca de los monzones que lo alimentan, es caminable por el fondo y lo cubre el pasto.

Pero para hacer esa idiotez se echó a culatazos a 60.000 habitantes ribereños que vivían mayormente del río: perdieron casa, trabajo, comida, transporte y comercio, todo junto, y hoy son desplazados «favelados», como en su juventud lo fue Marina Silva, exministra de Medio Ambiente del 2do gobierno de Lula.

Eso llevó a la paradoja de que el golpe parlamentario contra la continuadora de Lula, Dilma Rouseff, enjuague que tan caro le salió a Brasil y al bosque amazónico, fuera encabezado por la mentada Marina Silva, que es india, amazónica y ecologista.

Lula sabe perfectamente que Brasil ya no puede poner más represas hidroeléctricas. En sus dos mandatos trató de poner nuevamente en marcha el Plan Nuclear y terminar la central de Angra 3, pero la oposición interna y externa era enorme. El nuevo gobierno golpista le armó una causa legal al marino a cargo, el Alte. Othon Pinheira da Silva (ingeniero mecánico, ingeniero nuclear y reactorista). Los jueces le dieron el equivalente de una perpetua, como para escarmentar a futuros seguidores.

Los ríos sobre los que se construyó el sistema interconectado brasileño son de calidad represable, pero no todos. Los realmente buenos se acabaron hace 30 años. Según los manuales, las centrales hidro deben dar electricidad de base, la que mueve al país 24x7x365, pero esos libros se escribieron cuando el cambio climático todavía no había transformado ríos gigantes y confiables en intermitentes y caminables.

Además, en Brasil se construye represas en topografía de llanura, donde no sirven para nada, salvo para negocios de constructoras y causar desastres ambientales, demográficos y políticos. Para remediar el faltante de electricidad de base, la sobreinstalación de recursos intermitentes (solar y eólica) en el polvoriento Nordeste generó mucho trabajo: en Ceará no se pueden instalar turbinas de marca extranjera que no hayan sido construidas 100% en Brasil. Deberíamos aprender.

Pero la calidad de la electricidad eólica es tan errática y desordenada como el viento mismo: por sí misma, nunca logra estabilizar la tensión ni la frecuencia de la red, lo que limita a entre un 10 y un 20% el factor óptimo de penetración eólica en una red bien fondeada en electricidad de base. La combinación de este desorden con 3 años de sequía continua en los ríos represados, buenos y malos, está causando apagones nacionales.

Los grandes baches de semejante sistema se subsanan con petróleo y gas, que Brasil explota bastante caros en sus propios yacimientos marinos profundos, el famoso Presal, en el talud de la plataforma continental, a 7 km. bajo la superficie marina y a 3 km bajo el fondo en declive. Es una profundidad a la que Petrobras fue la primera petrolera del mundo en bajar, para lo cual tuvo que enfrentar una nueva física de yacimientos, e inventar nueva tecnología para superarla.

La resultante de todos estos factores es que en los últimos 20 años el uso de recursos fósiles de Brasil aumentó un 200%, asunto al que se le da el elegante nombre de que  está «en riesgo del plan de descarbonización».

Perdón. ¿Cuál plan?

En buena medida, en Brasil se queman hidrocarburos al cuete en centrales termoeléctricas desconectadas de la red, pero funcionando, cosa de que puedan entrar a la misma en pocos minutos si se cae el viento en el Nordeste eólico y solar. Eso se llama «respaldo caliente», y viene con la energía eólica sí o sí. Lo único que podés elegir es cuánto respaldo caliente vas a poner, y si no lo hacés como un duque, entonces pagar el faltante en apagones.

Hay que dar vuelta la página. Así como Alfonsín invitó a Sarney a ver nuestra plantita de enriquecimiento de uranio en Pilcaniyeu en 1987, y de ahí salió un niño inesperado (el Mercosur), me gustaría que el próximo presidente argentino invite a Lula a ver la central nuclear cordobesa de Embalse, y además la obra del prototipo del reactor nuclear compacto CAREM.

Este último lo podremos exportar libremente a Brasil, e incluso hacerlo socio. Sólo que hasta no tener el prototipo en marcha, no sabremos si el CAREM es pato a gallareta.

Embalse, por el contrario, es definitivamente pato: a sus 39 años tiene un factor de disponibilidad alucinante, del 93%, lo que significa que entrega el 100% de su potencia instalada durante 339 días por año. El resto, 26 días, está en mantenimiento programado. En general, desde 1984 ha sido irrompible.

Hay centrales similares en Canadá y la India que en años en que fallaban otras fuentes de potencia se bancaron 960 y 1160 días de funcinamiento continuo, ya que el combustible se recarga con la central en marcha. ¿Se imagina tener 10 así en una yunta de años secos, como los tres que pasaron?

Le mostramos eso a Lula y le decimos que no le podemos vender una central como Embalse, aunque la hicimos nosotros y dos veces. Y no podemos por incapacidad técnica, sino porque tenemos restricciones legales firmadas con los canadienses en 1974.

Pero añadimos, como con desgano, que aquí fabricamos tubos de presión, de calandria, de generadores de vapor y de intercambiadores de calor, que vienen a ser el corazón de cualquier central CANDU. Y si se atreve a una central brasileña de este tipo, le damos una mano con el diseño y la construcción.

La capacidad ociosa de enriquecimiento de uranio que eso le genere a Lula, que desarrolló una instalación bastante grande y muy avanzada en Resende, Sao Paulo, se puede repartir entre su programa de submarinos nucleares y nuestro programa CAREM. Ambos van a necesitar uranio enriquecido.

Pero le decimos también que un país no es un submarino. Hay más lugar, y en Brasil ni te cuento. No hacen falta núcleos tan compactos y movidos a algo tan caro como el uranio enriquecido para prender la luz, o hacerse un licuado.

Si vamos del brazo con el Programa Nuclear Brasileño, ellos se olvidan de apagones, y nosotros también. Y nos va a contestar, porque es zorro viejo, que aprendamos de lo que le pasó a Seu Othon (y a él mismo), y que si vamos al frente con cualquiera de ambas propuestas, se le va a armar lío hasta dentro del Partido Trabalhista. Y al primer volantazo a la derecha del país, terminan empapelados y presos de nuevo.

Y le vamos a contestar que aprenda de lo que le pasó a Alfonsín, a quien no tiró sólo una hiperinflación provocada. Lo tiraron también los apagones de 1987 y 1988, que generaron la sensación de que no había nadie al timón del país.

Estos apagones se debieron a que los grandes ríos hidroeléctricos argentinos de entonces (el Uruguay y el Limay) nos fallaron: dos inviernos secos al hilo en cuencas distantes y distintas. Esas cosas ya nos sucedían cuando nadie hablaba de cambio climático, y fueron llamados «un cisne negro» por más de un ganso. Pero han venido siendo el futuro, desde entonces, y lo serán más.

A medio siglo de haber paralizado totalmente el Programa Nuclear Brasileño, los ecologistas urbanos de Rio y San Pablo y cierta embajada a la que le causa terror el desarrollo nuclear sudaca, siguen siendo fuertes, y trabajan distraídamente juntos. Lo suficiente para que en Brasil ni siquiera Lula, que es industrialista y atómico de pies a cabeza, hable de centrales nucleoeléctricas para generar electricidad de base.

Pero son el cimiento de cualquier sistema eléctrico blindado contra el cambio climático. Y si hay democracia como todavía hoy perdura en ambos países, un blindaje para la democracia.

¿Qué tal un Mercosur nuclear, seu Luiz?

Daniel E. Arias

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El próximo jueves comenzarán en Brasilia las negociaciones entre Brasil Paraguay para revisar el Anexo C del Tratado de Itaipú, que regula el uso y consumo de la central hidroeléctrica del mismo nombre creada por los dos países en Foz do Iguacú, en la Triple Frontera.

El tratado tiene 50 años, mientras que la represa de Itaipú se construyó entre 1975 y 1982. En su momento fue considerada la mayor presa del mundo, sólo superada por la de las Tres Gargantas, construida en China en 2003.

Su explotación corre a cargo de una empresa, la Itaipú Binacional, propiedad 50% de Brasil y 50% de Paraguay, que ha generado más de 2.500 millones de megavatios-hora (MWh) desde que empezó a funcionar.

En 2023, la central de Itaipú registró su mejor primer semestre en cinco años, con un aumento del 35% en la producción. De enero a fines de junio, se produjeron 40.651.877 megavatios-hora, contra 30.111.313 MWh en el mismo período de 2022. El año pasado Itaipú fue responsable del 8,6% del suministro eléctrico de Brasil y del 86,3% del de Paraguay.

En marzo de 2019, la central hidroeléctrica estuvo en el centro de un escándalo político que involucró al ex presidente Jair Bolsonaro. Un acuerdo firmado en secreto entre él y su colega paraguayo Mario Abdo Benítez estipulaba que Brasil pagaría menos por el exceso de energía de Paraguay, imponiendo una pérdida estimada de 200 millones de dólares al país vecino. Cuando el acuerdo salió a la luz, cinco miembros del gobierno paraguayo, entre ellos el ministro de Asuntos Exteriores y el presidente paraguayo de Itaipú Binacional, se vieron obligados a dimitir.

Bajo la hidroeléctrica subyace el concepto de producción de energía limpia y renovable, que fue también uno de los caballos de batalla de la campaña electoral de Lula. Sin embargo, el jueves Brasil teme que el presidente Santiago Peña traiga malas noticias, por su intención de aumentar en un 24% la tarifa del servicio hidroeléctrico para 2024, que pasaría de su valor actual de 16,71 dólares por kilovatio-hora (kWh) al mes a 20,75 dólares. Justifica el aumento el hecho de que en febrero pasado la Itaipú Binacional terminó de pagar las últimas cuotas de la deuda contraída hace 50 años para construir el proyecto.

Como resultado, Paraguay también podría quedar liberado de la obligación de vender el excedente de energía a Brasil a precio de coste, tal y como estipula el llamado Anexo C del acuerdo. En la Comisión de Servicios de Infraestructura del Senado brasileño, el director general de Itaipú para Brasil, Enio Verri, anticipó que la negociación para revisar el Anexo C será difícil porque Brasil pide un valor menor. “Los intereses son opuestos. Según el tratado, la energía a la que Paraguay tiene derecho y no consume tiene que ser vendida a Brasil. Entonces, a la hora de negociar la tarifa, Brasil quiere la tarifa más baja posible, porque una tarifa baja es inclusión social. Paraguay quiere la tarifa más alta posible, porque es con el excedente que el país hace inversiones’, explicó Verri.

Lula da Silva saluda al presidente electo de Paraguay, Santiago Peña, junto al director brasileño de la represa hidroeléctrica de Itaipú, Enio Verri, y el ministro de Minas y Energía de Brasil, Alexandre Silveira (REUTERS/Adriano Machado)

La posible subida repercutirá sin duda en el consumidor final en un país donde el 15% de la electricidad es robada, especialmente en las comunidades más pobres. El pasado 15 de agosto, un apagón dejó literalmente a oscuras a todo el país durante unas horas, haciendo saltar las alarmas sobre la capacidad del gigante brasileño para garantizar una red eléctrica nacional estable y un suministro constante de electricidad. Al fin y al cabo, sólo hace 20 años, cuando Lula se dio a conocer al mundo como presidente, su entonces innovador programa “Luz para todos” llevó por primera vez la electricidad a los lugares más remotos del país, demostrando el atraso en el que se encontraban algunas zonas de Brasil.

En 2021, una grave crisis hídrica reveló los problemas endémicos del país, en particular la falta de planificación y los errores operativos del sistema eléctrico. La planificación en el sector se centra en la llamada garantía física, un indicador que refleja cuánto contribuye una central a la seguridad del suministro. El problema es que, en Brasil, esta garantía se calcula a partir de modelos informáticos que, según los expertos, deben mejorarse porque no representan la producción esperada de una central, sino su valor económico para el sistema.

Un ejemplo es la central hidroeléctrica de Belo Monte, en Pará, que entró en funcionamiento en 2016 no sin polémica por el masivo impacto ambiental para las comunidades indígenas asentadas en el Río Xingu. Belo Monte tiene una garantía física de 4.571 megavatios medios (MWmed), pero su producción depende en gran medida de la estacionalidad. En los meses más húmedos, esta hidroeléctrica genera el triple de energía que en los meses más secos, cuando su capacidad es de 1.963 megavatios medios. Con el descubrimiento del llamado Presal en 2007, es decir los yacimientos petrolíferos en aguas profundas entre los estados de Santa Catarina y Espírito Santo, Brasil también ha invertido mucho en combustibles fósiles, mientras que otras inversiones se han realizado en centrales térmicas. Durante este periodo, las fuentes renovables como la energía eólica y la solar ganaron terreno, sobre todo la eólica, más barata que las centrales térmicas de gas y utilizada como reserva, es decir, en caso de escasez de energía.

Aumento de centrales contaminantes

Vista aérea de una subestación eléctrica en Niteroi, cerca de Río de Janeiro. (REUTERS/Ian Cheibub/archivo)
Vista aérea de una subestación eléctrica en Niteroi, cerca de Río de Janeiro. (REUTERS/Ian Cheibub/archivo)

Un informe publicado hace unos días por el Instituto de Energía y Medio Ambiente (IEMA) titulado “Tercer Inventario de Emisiones Atmosféricas de Centrales Hidroeléctricas” reveló que el uso de centrales termoeléctricas altamente contaminantes en Brasil ha aumentado un 200% en los últimos 20 años.

Es cierto que el año pasado las 72 centrales termoeléctricas fósiles del país (que utilizan gas natural, carbón, fuel-oil y gasóleo) generaron 31,1 teravatios-hora frente a los 95,7 TWh de 2021, lo que supone un descenso del 67%, pero, según los expertos, se trata de un fenómeno puntual. Las condiciones climáticas favorables a la generación de electricidad mediante centrales hidroeléctricas y el aumento de las fuentes de energía eólica solar habrían propiciado la reducción.

Sin embargo, es probable que la situación empeore debido a las leyes federales ya aprobadas que fomentan las fuentes contaminantes para producir electricidad. Entre estas normas se encuentran la Ley Federal 14.182/2021, que prevé la instalación de 8.000 megavatios (MW) de centrales termoeléctricas de gas en las regiones Norte, Nordeste, Centro-Oeste y Sudeste de Brasil entre 2026 y 2030, y la Ley Federal 14.299/2022, que pospone las subvenciones y la vida útil de las centrales de carbón hasta 2040.

El informe, en resumen, da la voz de alarma. “El contexto actual del sector eléctrico plantea riesgos para el plan de descarbonización en favor de una matriz 100% renovable, así como para la mejora de la calidad del aire del país”, se lee. Además, en 2022 entraron en funcionamiento las centrales alimentadas con combustibles fósiles que habían ganado la Licitación Simplificada, una subasta creada como respuesta de emergencia a la crisis del agua de 2021. Aún no se han parado, a pesar de que el país cuenta con las renovables como alternativa.

Criterios más políticos que energéticos

Cableado eléctrico cerca de Brasilia. El gobierno intentó culpar de los problemas en la red a la reciente privatización de la compañía eléctrica Eletrobras. (REUTERS/Ueslei Marcelino/archivo)
Cableado eléctrico cerca de Brasilia. El gobierno intentó culpar de los problemas en la red a la reciente privatización de la compañía eléctrica Eletrobras. (REUTERS/Ueslei Marcelino/archivo)

Como señala la periodista del diario O Estado de São Paulo, Raquel Landim, el Operador Nacional del Sistema Eléctrico (ONS) redujo drásticamente la producción de energía solar y eólica en el nordeste del país al día siguiente del apagón del 15 de agosto. Una de las hipótesis, confirmada más tarde, era que el aumento de la entrada de este tipo de energía había causado el problema. Se trata de un tipo de energía “fuertemente subvencionada”, explica Landim en su artículo, y añade que “el peregrinaje de los diputados del Nordeste al despacho del Ministro de Minas y Energía, Alexandre Silveira, para exigir más inversiones en energía eólica y solar en la región es intenso. El Banco do Nordeste (BNB) confirmó que está estudiando la posibilidad de solicitar capitalización al Tesoro, ya que ha recibido solicitudes de financiación que superan su capacidad de préstamo”.

En resumen, las inversiones que se están realizando en el sector de la energía eólica y solar parecen seguir criterios más políticos que energéticos. Landim escribe sobre el apagón de agosto: “En lugar de optar por la transparencia, el gobierno intentó culpar a la reciente privatización de la compañía eléctrica Eletrobras. La fila (de acusadores) la abrió la primera dama Janja da Silva, que difundió desinformación en las redes y que, avalada por el ministro, llegó a hacer insinuaciones de sabotaje”.

El caso de Roraima

Mientras tanto, el ministro de Minas y Energía, Alexandre Silveira, llegó hoy a Venezuela para negociar con el gobierno de Maduro la importación de energía de la central hidroeléctrica venezolana de Guri, interrumpida en 2019 durante el gobierno Bolsonaro.

De hecho, se da la paradoja de que el estado brasileño de Roraima, fronterizo con Venezuela, no está conectado a la red eléctrica nacional, el llamado Sistema Interconectado Nacional (SIN), a pesar de que varios gobernadores a lo largo del tiempo lo han solicitado. También existe un proyecto para crear una línea eléctrica que transporte energía desde Manaus, en el vecino estado de Amazonas, pero como la línea tendría que atravesar 125 km de territorio indígena, carece de la autorización de la FUNAI, la Fundación Nacional del Indio. La Agencia Nacional de Energía Eléctrica (ANEEL) había licitado el proyecto en 2011. El consorcio Transnorte, formado por las empresas Alupar Eletronorte, había invertido 300 millones de reales (60 millones de dólares) en el proyecto, que debía entregarse en diciembre de 2015. Sin embargo, las obras nunca comenzaron. Una posibilidad para resolver el impasse de FUNAI sería reducir la distancia entre las torres de transmisión y la autopista existente, reduciendo así el impacto ambiental de la deforestación en la zona.

El gobierno Lula, sin embargo, prefiere la solución venezolana no obstante la dependencia energética de un país tan inestable económicamente y políticamente ponga al estado de Roraima en riesgo de quedarse a oscuras, como ocurre en Venezuela, tristemente célebre por sus apagones. La electricidad de Guri también dependerá de la posible falta de mantenimiento de la red por parte de Venezuela. Roraima puede contar internamente con la energía de centrales térmicas de petróleo, altamente contaminantes, y también con la energía de la central hidroeléctrica de Jatapu que funciona con una capacidad de 10 MW desde principios de 2019 y está en fase de pruebas. La energía, sin embargo, solo es suficiente para abastecer a tres municipios, según el gobierno estatal.

Maria Zuppello

El buque logístico ARA “Patagonia” realizó una navegación de prueba

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El buque logístico ARA “Patagonia” zarpó el miércoles desde la dársena de Puerto Belgrano para efectuar una prueba de sistemas, ajuste de roles y adiestramiento de su tripulación en el mar. Esta navegación le permitió verificar el funcionamiento de todos los sistemas y avanzar con la puesta a punto de los mismos, luego de las tareas de recuperación de capacidades realizadas durante seis meses en el Arsenal Naval Puerto Belgrano (ARPB). El Comandante de la unidad, Capitán de Fragata Juan Eduardo Acosta, destacó: “Los objetivos principales durante la navegación fueron llevar a cabo las pruebas de los sistemas, adiestrar al personal en sus respectivos puestos y, simultáneamente, fortalecer el trabajo de equipo de los distintos conjuntos operativos del puente, del cuarto de máquinas y de toda la tripulación, para incrementar la seguridad en las operaciones”. Durante la singladura se realizaron diferentes maniobras con el fin de incrementar el adiestramiento operativo de la unidad, verificando el correcto funcionamiento de los complejos sistemas con los que el buque dispone. Respecto a las experiencias del personal de la dotación, el Suboficial de Unidad, Suboficial Principal Roberto Pérez, manifestó que “fue todo muy positivo, realizamos mucho trabajo en equipo y el personal cubrió cada una de las actividades en tiempo y forma. Todos se han desempeñado con profesionalismo, entusiasmo y compromiso en cada una de las tareas en las que fueron requeridas”.

Las reparaciones a bordo

Tras de ser sometido a un proceso de reparaciones generales y reacondicionamiento integral, llevado adelante por el astillero Tandanor, el buque logístico ARA “Patagonia”, recupera su capacidad operativa de reaprovisionamiento en el mar. De esta forma, con la puesta en valor del buque, financiado con recursos del Fondo Nacional de la Defensa (FONDEF), también se recuperan capacidades logísticas propias de la Flota de Mar para llevar a cabo operaciones navales y contribuir al control de los espacios marítimos de jurisdicción nacional. La totalidad de los trabajos fueron implementados por empresas de la zona, contratadas y dirigidas por Tandanor, siempre con el apoyo del personal del Arsenal Naval Puerto Belgrano y del Comando del buque. El detalle del reacondicionamiento del ARA “Patagonia” en el Arsenal Naval Puerto Belgrano incluyó trabajos calificados de carenado del caso y la aplicación del esquema de pintura completo; el reacondicionamiento de 200 válvulas de casco e interceptoras; el cambio de tuberías de los sistemas de achique, combustible e incendio; trabajos de calderería y arenado de los tanques de lastre y de agua potable; y el cambio de cinco toneladas de acero en la obra viva del buque: en la cubierta de reabastecimiento, puente, alerones y hangar.

Características del ARA “Patagonia”

El buque logístico ARA “Patagonia” depende orgánicamente del Comando Naval Anfibio y Logístico (COAL) y su apostadero se encuentra en la Base Naval Puerto Belgrano, provincia de Buenos Aires. Tiene un desplazamiento de 17.800 toneladas a plena carga, una eslora (largo) de 157,80 metros, una manga (ancho) de 21,23 metros y un calado de 8,65 metros a plena carga. Posee una capacidad de combustible de 9.600.000 litros. La afirmación del Pabellón de Guerra en este buque logístico se realizó el 12 de julio de 1999 en Francia. La unidad arribó a la Base Naval Puerto Belgrano el 31 de agosto de ese año, representando desde el punto de vista operativo la ampliación de capacidades logísticas para la Armada Argentina, permitiendo a sus buques poder extender su permanencia en el mar sin necesidad de su reaprovisionamiento en puerto. Para ello emplea dos técnicas logísticas: RAS (Replenishment at Sea) y VERTEP (Vertical Replenishment) para las que fue específicamente diseñado. RAS es la maniobra de transferencia de combustibles o líquidos desde un buque a otro, mientras se encuentran navegando y que puede ser efectuada simultáneamente a varios buques en pocos minutos, por lo cual resulta una embarcación de gran ayuda a la hora de llevar adelante operaciones navales y el control de los espacios marítimos de jurisdicción nacional. El diseño de la clase Durance, a la cual pertenece el “Patagonia” incluyó la construcción de una plataforma para la operación de helicópteros en trabajos VERTREP, que consiste en operar con cargas transportadas con helicópteros. Cuenta con dos motores Semt-Pielstick 16 PC 2,5 V 400, 20.000 HP, dos hélices de paso variable. Su velocidad máxima llega a los de 19 nudos y lleva una tripulación de 164 efectivos.

CNEA desarrolla el material de filtros de agua para consumo doméstico en Río Negro

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El proyecto beneficiará a pobladores de la zona rural aledaña a la localidad de Ingeniero Jacobacci, en el sur de la provincia patagónica, y tiene como objetivo impulsar el fortalecimiento tecnológico, la mejora de la competitividad y expansión de la innovación tecnológica en la producción. El proyecto “Evaluación de la distribución sustancias que afectan la salud (como As y F) en aguas subterráneas de la Región Sur de Río Negro y producción de filtros de tierra de diatomeas modificada para el tratamiento del agua de consumo de los pobladores rurales” del que participan investigadores de la Comisión Nacional de Energía Atómica, junto a colegas del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la Universidad Nacional del Comahue (UNCo Bariloche), fue seleccionado por el Programa de Proyectos Federales de Innovación 2021 (PFI) del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación. También cuenta con el apoyo de la Secretaría de Ciencia, Tecnología y Economía del Conocimiento, dependiente de la Agencia Río Negro Innova, por su aporte a la mejora de la calidad de vida de las personas. La directora del proyecto e investigadora de la CNEA – CONICET Georgina De Micco explica que “los objetivos del proyecto son, por un lado, relevar y determinar la calidad de agua en predios de más de 100 familias, lo que beneficia indirectamente a una población de más de 700 familias respecto del conocimiento del contenido de arsénico y flúor en el agua de consumo”. Esta información recabada se transfiere al Consejo Local Asesor del INTA Jacobacci, compuesto por representantes de diversas organizaciones del territorio, y a la autoridad del agua de la provincia (DPA). El investigador del CONICET y docente de la Universida Nacional del Comahue, y miembro del proyecto Juan Cabrera, plantea que el trabajo se propone “avanzar en una solución tecnológica innovadora que permita mejorar la calidad del agua, en que las sustancias mencionadas se encuentren por encima de los valores de referencia establecidos por el Código Alimentario Argentino”.
  La zona rural aledaña a la ciudad de Ingeniero Jacobacci, destinataria del proyecto, en un área de un millón y medio de hectáreas. Está poblada en su mayoría por habitantes que se dedican a la producción ganadera de ovinos y caprinos. El clima es árido y frío, con sequías recurrentes que generan escasez de agua, favoreciendo el proceso de desertificación del pastizal natural y poniendo en riesgo el acceso al agua para consumo de las familias y del ganado.

Procedimiento con los filtros

Actualmente se está desarrollando un material que pueda utilizarse para filtrar el agua, a partir de tierra de diatomeas modificadas, para aumentar su capacidad de retención de especies como arsénico y fluoruros. La tierra de diatomeas, formada por fósiles de algas microscópicas, es un recurso abundante en la región, el cual puede ser modificado químicamente para incorporar hierro, y obtener un material para construir filtros de agua. “De este modo, esperamos diseñar una innovación tecnológica para el agregado de valor a un recurso disponible en la región, como es la tierra de diatomeas, para que pueda ser utilizada en el tratamiento de aguas con altos contenidos de arsénico y flúor, transformándose en aguas aptas para consumo de acuerdo a las normas vigentes”, sostiene De Micco.  
 

Etapas

El monto total solicitado al Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación para este proyecto es de dos millones de pesos. A partir de ese presupuesto se pensó en dos etapas. Por un lado, implica el proceso de la toma de muestras y la identificación de las concentraciones de las diferentes sustancias (con foco en las potencialmente tóxicas y endémicas argentina). Luego, se planteó poder brindar una solución a través de los filtros y sus materiales que serán diseñados en la CNEA. Según señala Cabrera, “actualmente nos encontramos cerrando la primera etapa, donde ya se han terminado los monitoreos. El proyecto contemplaba la realización de dos campañas de monitoreo, una en la estación húmeda y otra en la estación seca, para conocer la composición del agua antes y después del proceso de recarga de los acuíferos. Para ello, se tomaron muestras de agua de pozos y vertientes en predios de familias rurales que habitan la región aledaña a Jacobacci, que fueron seleccionados en base a diversos criterios”. Por su parte, De Micco comenta que “hace unos meses, comenzamos a desarrollar la segunda etapa que se trata del estudio, diseño y síntesis de los materiales que se utilizarán en los filtros de absorción, como también el proceso de lograr un primer prototipo, para luego hacer una devolución a los entes involucrados que son el nexo con los pobladores y transferirles el resto de los resultados obtenidos”. A partir de la información generada durante los análisis, se elaboraron los informes de concentraciones y se realizaron los análisis de composición que brindan información sobre los procesos que ocurren en los acuíferos y se realizaron mapas de distribución de las numerosas sustancias determinadas.  
  Por último, De Micco destaca que ya se ha logrado sintetizar un material a base de tierra de diatomeas que resulta muy prometedor debido a la alta capacidad de retener el arsénico disuelto en el agua. Todos estos estudios y la información producida durante el proceso fueron posibles gracias al equipamiento disponible en los laboratorios del Centro Atómico Bariloche y del Centro Tecnológico Pilcaniyeu, y la colaboración de la UNCo y el INTA.

Cómo nace el proyecto

En la zona seleccionada para esta iniciativa había escasos registros de calidad de agua, en particular de la concentración de arsénico y fluoruros, responsables de hidroarsenicismo crónico endémico (HACRE) y fluorosis, respectivamente. Los responsables del proyecto, pertenecientes a la Gerencia del Complejo Tecnológico Pilcaniyeu (CTP), venían trabajando en el análisis de agua del Río Pichileufu desde el año 2007 e identificaron la oportunidad de trabajar en conjunto con las instituciones con presencia en el territorio y con la población. Al contar con el equipamiento de la planta de enriquecimiento de uranio del CTP, y con las capacidades ya adquiridas para analizar composición de agua, especies mayoritarias y hasta niveles de trazas (contenidos muy pequeños) de aniones, como fluoruro, cloruros, nitratos, uranio y decenas de metales, entre otros elementos, se trabajó en conjunto para diseñar los monitoreos, obtener las muestras, diseñar y llevar adelante el proyecto. Esta iniciativa apunta también a identificar las especies presentes en el agua que puedan tener efectos negativos en la salud, medir su concentración (contenido) en el agua y verificar si se encuentran en valores aceptables o superiores a los límites establecidos para el agua de consumo humano.

Pruebas exitosas de las cámaras del satélite SABIA-Mar

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En el marco del desarrollo de la misión SABIA-Mar (Satélite de Aplicaciones Basadas en la Información Ambiental del Mar), profesionales de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y de la empresa INVAP, principal contratista del proyecto, realizaron un ensayo sobre los módulos electro-ópticos de uno de los principales instrumentos que llevará a bordo el satélite en el espacio, la cámara NIR-SWIR, con el objetivo de realizar una caracterización y, posteriormente, calibrar los componentes. Los ensayos se llevaron a cabo sobre uno de los módulos electrónicos EOM (siglas en inglés de Electro-Optical Module) de la cámara NIR-SWIR de SABIA-Mar. Esta cámara está compuesta por tres EOMs que le permiten lograr un ángulo de visión de 91 grados, que al proyectarse sobre la superficie de la tierra abarcan un ancho de barrido de 1.495 km. Esta cámara, en conjunto con la VIS-NIR, son sensibles a los rangos de luz visible, infrarrojo cercano y de onda corta, y servirán para medir el color del mar (o radiancia emergente de la superficie del mar), que se relaciona con la composición del agua bajo parámetros que incluyen, por ejemplo, la concentración de la Clorofila-a, el pigmento más abundante que poseen las algas en el océano. Esta variable se relaciona con el contenido del fitoplancton, el primer eslabón de la cadena alimentaria del mar, por lo que es un indicador directo de la presencia y distribución de los peces.
El ensayo se realizó sobre los módulos electro-ópticos de uno de los principales instrumentos que llevará a bordo el satélite en el espacio, la cámara NIR-SWIR.
Estos ensayos realizados sobre el EOM de la cámara NIR-SWIR son de gran importancia para la misión SABIA-MAr, ya que permiten caracterizar su comportamiento en las condiciones controladas del laboratorio, lo cual ayuda a comprender cómo se va a comportar el instrumento una vez que se encuentre en el espacio. También ayuda a identificar y corregir problemas en tierra, que luego cuando el satélite se encuentre en órbita serían mucho más difíciles de corregir”, dijo Leandro Rocco, profesional de la Gerencia de Proyectos Satelitales de la CONAE.

Buenos resultados

Las pruebas se realizaron en Laboratorio de Óptica de INVAP, en Bariloche, provincia de Río Negro, del 18 al 22 de septiembre, junto a profesionales de esa empresa y de tres gerencias de la CONAE: Leandro Rocco, Patricio Fluxa y Mariano Amarfil, de la Gerencia de Proyectos Satelitales; Martin Labanda, de la Gerencia de Observación de la Tierra; y Sebastián Heredia, de la Gerencia de Vinculación Tecnológica. «Los trabajos involucraron la evaluación del desempeño de un EOM integrado, compuesto por los filtros, las lentes, el sensor de imagen y su electrónica de proximidad, que permite controlar al sensor y adquirir los datos que luego son almacenados y procesados para extraer información útil para caracterizar y calibrar el instrumento», explicó Heredia. «Para ello, utilizamos el espectroradiómetro de la CONAE, que sirve como instrumento de transferencia con trazabilidad a estándares internacionales, y una esfera integradora calibrada, también de la CONAE, la cual permite caracterizar el comportamiento del sensor ante diferentes condiciones de luz similares a la que tendrá el instrumento cuando se encuentre a bordo del satélite en órbita», agregó. También se empleó un monocromador de INVAP, cuya función es emitir un haz de luz a una longitud de onda específica y configurable, para evaluar la respuesta del sensor ante estas excitaciones en todo el rango espectral en el cual el instrumento es sensible.
Las pruebas se realizaron en Laboratorio de Óptica de INVAP, en Bariloche, provincia de Río Negro.
«Fue una campaña exitosa y fructífera, ya que logramos cumplir con los objetivos que se habían planteado», afirmó Heredia, y destacó la “excelente predisposición de los profesionales de INVAP como de CONAE y el ambiente de trabajo para llevar a cabo los ensayos con éxito».

Una valiosa misión satelital

El proyecto SABIA-Mar es una misión binacional fruto de la cooperación entre la Argentina y Brasil, que permitirá desarrollar dos satélites: el SABIA-Mar A (realizado por la Argentina) y el SABIA-Mar B (realizado por la Brasil). Se enfocará principalmente en la generación de información satelital relacionada con los mares y océanos, y especialmente en las regiones costeras de la Argentina y Sudamérica. Brindará información valiosa para los ámbitos científico, productivo y de toma de decisiones, y formará parte de la iniciativa Pampa Azul del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación. La misión cuenta con el aporte de distintas empresas e instituciones del sistema científico tecnológico argentino, como INVAP, contratista principal para el desarrollo del satélite, VENG, la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), el Instituto Argentino de Radioastronomía (IAR), SUR Space, Ascentio e IMER. La misión avanza en su fase constructiva tras superar, en abril de 2023, la Revisión Crítica de Diseño, que constituye uno de los hitos más relevantes del proyecto. Por este motivo ya se está avanzado en la construcción de los instrumentos y de la plataforma de servicios, que es la estructura del satélite. Durante agosto de 2023 se realizaron con éxito ensayos sobre las estructuras de los paneles solares, lo cual implica un avance muy importante para la construcción del satélite.

Comenzó a operar el parque eólico y solar San Luis Norte

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El Parque Eólico San Luis Norte, proyecto conjunto de ArcelorMittal Acindar y PCR, fue habilitado por CAMMESA para comenzar a comercializar energía limpia dentro del Sistema Interconectado Nacional a aquellas industrias que se encuentren iniciando el proceso de transición energética para su descarbonización. En una primera etapa la habilitación abarca a ocho 8 aerogeneradores (con una potencia de 4,5 MW cada uno), de los 25 a instalar en el Parque.
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En su capacidad plena, el complejo tendrá una capacidad instalada de generación de 112,5 MW de energía eólica y otros 18MW de energía solar, con un potencial para abastecer de electricidad a alrededor de 110 mil viviendas por año, además de contribuir con una reducción de emisiones anual de 200 mil toneladas de carbono. La energía generada se destinará a abastecer las plantas industriales de ArcelorMittal Acindar en el país con el propósito de cubrir el 35% del suministro con energía renovable, cumpliendo así, su compromiso a nivel global con la sustentabilidad.
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“El comienzo de las operaciones representa un importante hito en la historia de ArcelorMittal Acindar. Somos pioneros en la industria siderúrgica argentina en abastecimiento de energías renovables, y los primeros dentro de ArcelorMittal a nivel global en implementar un proyecto de esta envergadura. Estamos orgullosos de ser impulsores junto a PCR de la generación renovable del país y protagonistas de la transición energética, brindando una solución para favorecer la descarbonización de las industrias y al mismo tiempo contribuir con el planeta a partir de la reducción de emisiones a la atmósfera”, afirmó Federico Amos, CEO de ArcelorMittal Acindar.
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«Para PCR es un enorme orgullo poner en marcha el primer parque eólico de la provincia de San Luis y asimismo que ArcelorMittal Acindar haya confiado en nosotros para asociarnos y ser los desarrolladores de este gran proyecto de generación renovable para toda la industria del país» señaló Martín Federico Brandi, CEO de PCR.
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El Parque Eólico y Solar San Luis Norte está ubicado en la localidad de Toro Negro del departamento de Belgrano, al norte de la provincia de San Luis y cuenta con una extensión de 1.500 hectáreas.

Detectan una masa metalica bajo el mayor crater de la Luna

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Un equipo de astrónomos ha hallado un «gran exceso de masa» bajo el mayor cráter de la Luna, la cuenca de Aitken, probablemente una reliquia del impacto de un antiguo asteroide, pero quizá algo mucho más extraño. «Imagínese un montón de metal cinco veces más grande que la Isla Grande de Hawai y enterrarlo bajo tierra», dijo el autor principal Peter B. James de la Universidad Baylor en Waco, Texas, en un comunicado. «Esa es aproximadamente la masa inesperada que detectamos».

Metralla de asteroide

La extraña masa se extiende a «profundidades de más de 300 km [186 millas]», según el artículo de los investigadores, publicado en la revista Geophysical Research Letters a principios de este año. Para encontrar la masa, los investigadores observaron los cambios en la fuerza de la gravedad alrededor de la Luna analizando los datos de la misión Gravity Recovery and Interior Laboratory (GRAIL) de la NASA.

Magma lunar

Las simulaciones por ordenador sugieren que el cráter podría haber sido creado por un asteroide con núcleo de hierro y níquel que se esparció por el manto superior de la Luna durante el impacto, mientras que el metal «pudo permanecer suspendido en el manto de la Luna hasta nuestros días, en lugar de hundirse hasta el núcleo lunar», explicó James. Otra teoría que flota en el ambiente sobre a qué podría deberse la masa: la solidificación del océano de magma lunar, o el proceso en el que una superficie lunar antaño fundida se solidificó a lo largo de miles de millones de años formando óxidos densos.

Gracias a estos físicos podemos vender componentes nucleares a la India, China y Canadá

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No todas son rosas en la historia nuclear argentina, pero gracias a los físicos en materiales metalúrgicos de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) estamos con un pie adentro de la puerta del mayor nicho del mercado nucleoeléctrico del mundo: el de las centrales de uranio natural, agua pesada y tubos de presión. O dos pies: a la India ya le estamos vendiendo, a China ya empezamos, Corea nos tiene en su radar, Rumania también… ¡y agarrate, Canadá! Como dice, distribuyendo mérito, uno de los premiados, Pablo Vizcaíno: «Si no hubiéramos retubado con componentes 100% argentinos nuestra única central de este tipo, Embalse, no estaríamos vendiendo nada». Retubar Embalse terminó siendo una triple inversión: por una parte, se consiguió el equivalente de una central nueva por un tercio del costo, y en la mitad del tiempo de construcción de una nueva. Y no es pavada, porque ilumina aproximadamente a la mitad de los cordobeses. Por otra parte, se salvó de la dispersión al elenco de recursos humanos de casi 140 empresas nacionales que habían terminado Atucha II en 2014. La obra del retubamiento ocupó a más de 3000 personas altamente calificadas, muchas de ellas en obra, todas argentinas. Pero por otro lado, retubar Embalse con componentes propios nos volvió más raros que un perro verde. El mundillo nucleoeléctrico mundial se preguntó cómo diablos un país con una sola central CANDU puede rehacerla de pe a pa, mientras países con una industria nuclear poderosísima, que tienen 4 CANDU como Corea o 2 como China, necesitan importar fierros y cerebros. La participación extranjera en el retubamiento de la planta nuclear cordobesa se limitó a tres canadienses (Canadá inventó las CANDU en 1961). Los tipos pintaron sólo para certificar la calidad de nuestros laboratorios de calidad de  componentes. En un rol más prominente, estuvo la empresa holandesa Mammoet, especializada en mover componentes de centenares de toneladas de peso dentro de espacios cerrados obstruídos de cables, caños y otras estructuras, sin romper nada. Es algo que aquí dejó escuela. Fuera de ello, ésta fue una obra de fierros, cerebros y manos argentinas. Embalse se retubó porque los contratos estaban firmados desde 2010, y ningún mejor ministro de energía de la Shell se atreve a ligarse 100 y más juicios. Sin embargo, con Embalse ya volviendo al ruedo, el susodicho se vengó, e hizo despedir a los aproximadamente 200 ingenieros nucleares de Nucleoeléctrica Argentina SA que dirigieron la obra. Trascartón, eliminó de planes una central tipo CANDU mayormente argentina, que NA-SA llamaba «Proyecto Nacional» y tenía un 75% de financiamiento chino, y cerró la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP) de Neuquén, la mayor del mundo, y dispersó a sus profesionales y técnicos. Sin agua pesada nuestras dos Atuchas y Embalse no funcionan. Ahora estamos importando, pero el cierre de la PIAP hizo disparar el precio internacional de U$ 300.000 la tonelada, al millón redondo la tonelada. Lo último que quieren las petroleras es un programa nucleoeléctrico argentino exitoso, y lo último que quiere el State Department es que éste funcione a uranio natural. Es muy fácil tumbar un gobierno con apagones crónicos (ver el caso de Alfonsín), y bastante difícil apretar con un boicot de uranio enriquecido a un país que se ilumina con uranio natural, como el de las dos Atuchas o Embalse. A Alfonsín el antinuclearismo le costó caro. Haber terminado Atucha 2 en 1987, según planes originales, le habría ahorrado desastres eléctricos al AMBA, industriales al país, y políticos a su propio gobierno. Creo que pese a su sagacidad, el líder radical envejeció y murió sin caer en la cuenta de ello. Su partido puede morirse debido a lo mismo.   Las centrales como Embalse son un nicho dentro del mercado nucleoeléctrico mundial: más o menos el 11% del total. Pero el nicho crece para afuera y para adentro. Para afuera, porque la India y Rumania están construyendo 15 y 2 máquinas nuevas, respectivamente 15. Para adentro, porque las CANDU y sus razonables imitaciones indias suman decenas en todo el mundo. Y este tipo de centrales cada treinta años hay que «retubarlas» para darles una segunda vida operativa, que entonces llega a los 60 años. Y las centrales de este tipo están hechas básicamente de caños de aleaciones rarísimas de zirconio, la familia de los zircaloys, y de otras aleaciones igualmente extrañas con base de níquel y hierro, la familia de los inconel y los incoloy. Aquí CONUAR, sociedad mixta de la CNEA y del Grupo PECOM, es Gardel en este tipo de componentes. Pero de eso el mercado mundial se enteró recién cuando retubamos Embalse sin componentes importados. Mirá qué locos estos argentinos, ir tan a contrapelo de la globalización. Va siendo hora de que se enteren también los locos argentinos de lo que se logró con eso. Podemos hacer una CANDU 100% propia, lo que «in altri tempi», el Ing. Celso Papadópulos, de la CNEA, llamaba «la central Azul y Blanca». Legalmente, en realidad podemos hacer muchas de éstas, aunque no exportarlas, por restricciones contractuales impuestas por Canadá en 1974, cuando se firmó la adquisición. Pero aunque hacer una o muchas centrales propias puede ser espectacular y liberar el mercado eléctrico interno de su dependencia fósil, hay mucha más plata en esto de volverse la calle Warnes del ecosistema mundial CANDU. Y es que éste, -salvo por la India- quedó al garete y sin proveedor principal de componentes en 2011, con la quiebra de AECL, cortesía del ecologismo canadiense en alianza con los «tories», el Conservative Party. Para los locos argentinos y el ecosistema CANDU no es cuestión de salud mental sino de contabilidad. Fabricamos componentes CANDU básicamente en pesos y eso requiere de un manejo de la estructura atómica superficial y profunda de estas aleaciones. La CNEA tardó 70 años en adquirirla. Importar estos caños de alta tecnología para nosotros fue siempre mucho más caro que fabricarlos aquí. Pero lo mismo le sucede al resto del ecosistema mundial CANDU, derramado desde los años ’60 sobre 7 países. Era cuestión de que se notara. Por lo mismo, ya habiendo ya probado la calidad de lo que pusimos para rehacer Embalse, podemos venderle piezas similares a los 6 otros países CANDU, que suman 41 máquinas activas. Eso, sin contar casi 30 inactivas no decomisionadas que podrían volver al ruedo si retuban, y sin considerar la considerable flota india de IHPWRs, la versión local de la CANDU. Son buenas, y esa flota está creciendo en rampa. CONUAR le está vendiendo a la India 20 millones de dólares de caños de inconel 690 para generadores de vapor, y vamos por más. Ese país hace profesión de fe desde 1974 de sólo comprar «made in India», pero está construyendo 16 IHPWR nuevas de 700 MWe. Cumplir con ese plan probablemente supere su capacidad instalada de fabricación de componentes. Y no sólo de tubuladuras finas de inconel 690 para generadores de vapor. No es imposible que nos pidan otras cosas. Canadá nos acaba de rebotar una oferta de tubos de presión y de calandria para retubar 4 de las grandes centrales del complejo nuclear de Bruce. No por precio, sino porque los canadienses quieren resucitar su propia cadena de proveedores. Con veranos de 39o C en la taiga y la tundra, y con centenares de incendios forestales simultáneos en su país empiezan a sacarse la tara antinuclear y redescubrir que alguna vez tuvieron la mejor ingeniería nucleoeléctrica del mundo, y no es imposible que esto lo redescubra también el mundo. Que los canadienses no le hayan dado a CONUAR el retubamiento integral de 4 enormes centrales en el complejo nuclear Bruce, en Ontario, certifica que la aldea global y la globalización son un globo para aldeanos. Pero no es imposible que los Canucks se terminen tentando con nuestros precios. Tampoco es imposible que en 30 años de ecologismo silvestre y talibanes de mercado y del petróleo decidiendo la política energética del país, hayan logrado por fin destruir no sólo su empresa nuclear de bandera, AECL, sino su cadena de centenares de provedores, y que lo hayan hecho tan a fondo y tan bien que tarden bastante en resucitarla. Amigos canadienses, «cocodrilo que se duerme, es cartera», como se dice en Ontario. La calidad nuestra los canadienses ya la conocen. No es la primera vez que hacemos una CANDU sin ellos. Embalse, firmada en 1974, se terminó en 1984 con 4 años de demora. AECL tenía órdenes de su cancillería de incumplir el contrato, y no sólo no nos transfería la tecnología sino que no mandaba componentes y la obra se iba al requinto cuerno. La verdad es que se pudo terminar por pura obstinación de la CNEA, con una participación industrial argentina bastante mayor que la acordada, y esa una historia bastante épica, desconocida y olvidada. Pero con consecuencias. Dentro de las centrales de 2da y 3ra generación, y a diferencia de las PWR y BWR, las CANDU son las únicas centrales nucleares que no han sufrido jamás un derretimiento de núcleo, es decir son apabullantemente las más seguras.  Y ahora que está de moda lo modular, son las más modulares. Y lo son desde 1961, sólo que ser modular entonces no era chic, era una rareza. Con idénticos caños de idénticos materiales e idénticas dimensiones construís una máquina chica de 22 MWe, o una mediana-grande de 880 MWe, o una de 657 MWe como Embalse, sin importar en qué país. Un manojo combustible CANDU -otra estructura hecha de caños de zircaloy- producido por CONUAR en Ezeiza funciona perfectamente en Embalse, pero también en cualquier central canadiense, rumana, coreana, india, pakistaní y china. Lo mismo para tubos de presión y de calandria. Y lo mismo para tubos de intercambiadores de calor y generadores de vapor. Así de modular es el ecosistema CANDU mundial. Ha sobrevivido a sus creadores.
A todo eso, el globo globalista se pinchó. Dejar de ser un lugar y volverse de nuevo un país se está poniendo de moda, porque es negocio, y también porque por fuerza ahorcan. País que no defienda sus recursos, su territorio o a su gente, se incendia, o lo saquean, o lo vuelven una semicolonia mendicante, o pierde territorios marinos y/o terrestres, o lo invaden. O todo eso junto.
Curiosamente, los males que están reventando al mundo e incluso la caída de nuestro peso, todo nos vuelve baratos y factibles de autoabastecimiento nucleoeléctrico. Podemos alfombrar el país de Embalses. Tenemos todo para ello. La plata también, sólo nos falta la decisión política de que aparezca.
Eso nos pondría a salvo -hasta cierto punto- de la triple dependencia que nos generaría comprarle una central Hualong-1 a China. Al menos, en las condiciones contractuales que exige este país, y que son durísimas. Porque suma:
* Dependencia en tecnología (la compra sería «llave en mano» rabiosa).
* Imposibilidad de abastecerla con uranio enriquecido argentino (nuestra pequeña planta de enriquecimiento de Pilcaniyeu no lograría jamás abastecer la demanda de esa máquina).
* Y para rematar, la exigencia de no ponerle combustibles nacionales durante sus primeros 20 años operativos.
Eso último, además de dejar dos décadas al cuete a NA-SA, CONUAR, INVAP, a la CNEA y a las 140 empresas argentinas que terminaron Atucha 2, retubaron Embalse y están construyendo el prototipo del CAREM, tiene un costo económico muy alto. 20 años años de comprarle combustible a China, en plata, es como pagar dos veces la Hualong-1.
Aún si la China Nuclear National Corporation (CNNC) acepta financiarnos al 100%, con el precio altísimo fijado por China sumado a este destrato colonial hacia nuestro país en materia de industria y combustibles, no nos están haciendo ningún favor. Para nosotros el negocio tecnológico no es prender lamparitas, es desarrollar tecnología.
El favor se lo están haciendo ellos: somos la única vidriera nuclear prestigiosa de América Latina, porque dominamos el pequeño nicho de los reactores nucleares multipropósito y somos los mejores exportadores del planeta en ese tipo de plantas. Los chinos, no. Al menos, no todavía. Si les compramos una Hualong-1, les compra la región. Hacemos muchas cosas mal, pero el negocio nuclear lo dominamos bien. Somos referentes. ¿Cuánto vale eso? 
Los 1120 MWe de la Hualong-1 en el predio de las Atuchas darían electricidad a entre 4 y 5 millones de habitantes del AMBA. Si un día la Argentina se despierta con un ataque de argentinidad tan grande que quiere recobrar el control del Mar Argentino, donde cada temporada cálida pescan gratis 600 barcos asiáticos, mayormente chinos, mayormente ilegales, no sería imposible que fuéramos objeto de un apriete del tipo de «quedate con tu pescado, y te quedás con tu apagón».
Esas cosas suceden, pero nadie se entera porque jamás se difunden. Son extorsiones tan eficaces que no se ejecutan, ni salen de educados y feroces cuchicheos en pasillos de cancillerías. Por algo la mafia del uranio enriquecido, concentrada en muy pocos países, no se banca las centrales de uranio natural.
Recuperar el Mar Argentino sin miedo a que se apague el AMBA. ¿Cuánto vale eso?
La noticia es que hagamos o no una CANDU Nac & Pop, hay vidas extras para el Plan Nuclear de Jorge Sabato, tal como surgió entre 1965 y 1968: independiente en materia de tecnología y de combustibles. Mientras sigamos siendo vendedores de partes de CANDU, nuestra independencia en combustibles nucleares no se terminará.
Lo que empieza a valer mucho es haber construido Embalse solos, haber terminado Atucha 2 solos, haber reparado ambas Atuchas solos y haber retubado Embalse solos. No nos ayudó nadie y eso nos volvió un jugador mundial. Hay una épica en esa historia, pero la épica no se vende. Los tubos, sí.
No son caños que uno se compre un un corralón de materiales. Son de aleaciones extraordinarias por su resistencia a la radiación, la temperatura, la presión y la corrosión. Su maquinado y tratamiento superficial para resistir 30 y más años de maltratos fisicoquímicos es de una complejidad abigarrada. Es un campo donde la metalurgia requiere de mucha empiria, es decir mucho laboratorio, pero también de mucha física cuántica.
Muy pocos países saben hacer estos caños con los que se hacen centrales nucleares como Embalse. Se ve que los canadienses los hacían bien, porque por seguridad y por disponibilidad, Embalse la mejor máquina de generación eléctrica del país, por encima de todas las hidráulicas, térmicas y renovables, y lo es cada vez más. Y son máquinas que están en 7 países. Ese es nuestro mercado. A tomarlo antes de que lo hagan otros. Dueño natural, por ahora ausente. Estamos haciendo goles en tiempo de descuento, compatriotas. Abran los ojos.
En suma, este premio se lo dieron a los metalurgistas que nos abrieron la puerta del mundo de las centrales CANDU, de su construcción, y de su retubamiento. Se necesitaron 7 décadas de trabajo para tener gente de este nivel, y una industria público-privada como CONUAR, absolutamente emperrada en exportar: empezará cada vez más a vivir de eso. Haber podido terminar Embalse sin los canadienses en 1984, y retubarla solos en 2018 nos permitió consolidar recursos humanos, científicos, tecnológicos e industriales que estuvieron perdiéndose entre 1983 y 2006, y entre 2015 y 2020, pero que ahora se pusieron en valor. En un mundo de catástrofe climática y de guerras, la industria nuclear resurge en todos lados. El uranio está mucho mejor distribuido que el petróleo en la geografía política, y su utilización no causa efecto invernadero. Por eso la tecnología CANDU, que más de un idiota comparó con los autos a carburador, resucita. Y los recursos nucleares especializados empiezan a faltar, también en todos lados. No seamos tan idiotas de perderlos. Daniel E. Arias ———————————————————————————————– El Departamento de Tecnología de Aleaciones de Circonio perteneciente a la Gerencia de Área de Ciclo del Combustible Nuclear de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), obtuvo el premio al desarrollo tecnológico innovador de la física aplicada a la industria por parte de la División Industria y Tecnología (DIT) de la Asociación Física Argentina. El Departamento se encuentra emplazado en el Centro Atómico Ezeiza. El premio fue entregado en el marco de la Reunión de la Asociación Física Argentina (RAFA) 2023 por el desarrollo de la tecnología de fabricación de tubos de presión para la Central Nuclear de Embalse, que se llevó a cabo en el marco del programa de extensión de vida de dicha central. Este trabajo se realizó en forma conjunta entre CNEA y CONUAR SA y comenzó en 2012. El proyecto concluyó en 2017 y la central entró en criticidad en enero de 2019. El logro corresponde a un grupo de profesionales cuyas especializaciones abarcan la física y diversas ramas de la ingeniería, como la metalurgia, los materiales y la mecánica, entre otras. Los responsables de este proyecto fueron el jefe de la Planta Piloto Fabricación de Aleaciones Especiales (PPFAE) en ese momento Daniel Bianchi, la jefa del Laboratorio de Materiales Fabricación de Aleaciones Especiales (LMFAE) Alejandra Flores y el jefe del Departamento de Tecnología de Aleaciones de Circonio Pablo Vizcaíno. “Implementamos la tecnología de fabricación y fabricamos estos componentes nucleares en el país, algo que solo se había hecho en Canadá, diseñador de este tipo de reactores y poseedor de su tecnología. Se superaron desafíos técnicos que implicaron cumplir con exigentes tolerancias dimensionales y un control del proceso de laminación del cual no había experiencia acumulada. Tuvimos que capacitarnos en el código ASME nuclear, de hecho, la PPFAE fue acreditada como proveedor de materiales nucleares”, señala Vizcaíno sobre el desafío que implicó hacer esta tarea.
La capacitación de los investigadores fue crucial para llevar a cabo el proyecto.
El investigador enfatiza en el aprendizaje realizado en todo el proceso de fabricación, tanto en las técnicas de fabricación como en las caracterización y microanálisis de materiales, que permitió llevar adelante el proyecto, cuyo resultado fue la sustitución de importaciones, la incorporación de tecnología de punta y la formación de recursos humanos altamente calificados, proviniendo muchos de ellos de institutos de la CNEA. “Fabricar estos componentes no solo nos permitió un ahorro significativo de divisas, sino que también pudimos generar una capacidad exportadora tanto de éste como de otros componentes de reactores CANDU (como el de la Central Nuclear de Embalse) de la que hoy goza CONUAR y nuestro propio Departamento, capacidades que implican un alto grado de desarrollo tecnológico”, manifiesta Vizcaíno. Y añade: “Paralelamente, se investigó en diversas propiedades y mecanismos de degradación del material de estos componentes, conocimiento académico que generosamente se plasmó en publicaciones en revistas científicas especializadas y en actas de simposios internacionales de primer nivel, es decir, un trabajo inspirado en la búsqueda de conocimiento para el bien común”. Vizcaíno también rescata la importancia de la capacitación en todo el proceso para garantizar el cumplimiento de las especificaciones técnicas, la calidad del trabajo y la seguridad. “Fuimos supervisados por inspectores nacionales e internacionales en las tareas involucradas en el proceso de fabricación, de manera de poder cumplir con los altos estándares requeridos por la industria nuclear”, comenta. “Tuvimos una estricta supervisión en cada etapa del proceso de producción para minimizar errores y garantizar el cumplimiento de las especificaciones técnicas de fabricación. La capacitación continua y la especialización en física aplicada fueron la clave para que un proyecto de esta envergadura tenga éxito”, agrega. Asimismo, Atomic Energy of Canada Ltd (AECL) certificó a los laboratorios de la Gerencia de Materiales del Centro Atómico Constituyentes para la realización de los ensayos especificados para el material de los tubos de presión. Es la primera vez que un laboratorio fuera de Canadá fue calificado para realizar este tipo de ensayos. La tarea de este equipo multidisciplinario sentó un precedente para la excelencia en la industria nuclear argentina, demostrando el potencial innovador y la capacidad de liderazgo regional de nuestro país en la fabricación de componentes clave para reactores nucleares.

Se presentó el estudio de impacto ambiental para la extensión de vida de Atucha I

Nucleoeléctrica Argentina entregó al Ministerio de Ambiente de la Provincia de Buenos Aires, el estudio de impacto ambiental para el proyecto de extensión de vida de la Central Nuclear Atucha I.

El documento fue elaborado por el Instituto Nacional del Agua (INA), en el marco de un convenio firmado entre este organismo y Nucleoeléctrica. Asimismo, se contó con la mediación del Centro de Desarrollo y Asistencia Tecnológica (CEDyAT) que propició estos acuerdos y trabajos conjuntos.

Durante el encuentro, José Luis Antúnez, presidente de la empresa, señaló los valores permanentes demostrados en el proceso de elaboración del estudio y destacó el “compromiso de la provincia de Buenos aires con el Plan Nuclear Argentino”.

Por su parte, el subsecretario de Control y Fiscalización Ambiental, Luis Couyoupretrou, resaltó el profesionalismo en el desarrollo de este documento y reconoció el “valor del conocimiento científico y la trayectoria” que tiene la empresa.

Finalmente, el Lic. Fabián Ruocco, Director Ejecutivo, del CEDyAT remarcó que este es el segundo estudio de impacto ambiental que realiza la UVT, que se suma a su trayectoria luego de Emabalse, y destacó el rol de la energía nuclear y la «necesidad de tomar conciencia sobre el aporte de las limpias ante el avance del Cambio Climático».

Del evento participaron representantes del Ministerio de Ambiente de la Provincia de Buenos Aires, entre otras autoridades de Nucleoeléctrica, del INA y del CEDyAT.

Este trabajo refuerza el compromiso de Nucleoeléctrica con el cuidado del medio ambiente, objetivo que es contemplado en cada una de las fases que componen el ciclo de construcción y producción, así como la protección de sus trabajadores, del público y del ambiente.

Extensión de vida Atucha I

El proyecto de extensión de vida de Atucha I le permitirá a la central operar por un nuevo ciclo de vida útil de 20 años.

La parada de reacondicionamiento tendrá una duración de 30 meses a desarrollarse entre 2024 y 2026 e implicará la creación de 2.000 puestos de trabajo, así como la generación de oportunidades para proveedores nacionales calificados para las tareas de construcción y fabricación de componentes.

Esta obra permitirá mantener la potencia nuclear instalada, proporcionando energía segura, confiable y limpia para más de un millón de habitantes.

La Central Nuclear Atucha I inició su construcción en junio de 1968 y se convirtió en la primera central nuclear de potencia de América Latina, al ser conectada al Sistema Eléctrico Nacional en marzo de 1974. Si bien es la primera central argentina, todos sus sistemas de seguridad fueron actualizados y cumplen con las exigencias locales e internacionales.

Nucleoeléctrica Argentina

La empresa produce energía eléctrica mediante la operación de las centrales Atucha I, Atucha II y Embalse. La potencia instalada total de sus tres plantas es de 1.763 MW.

Además de operar las plantas y comercializar en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) la energía producida, está a cargo del gerenciamiento de proyectos que aseguren la normal operación de sus instalaciones, así como también de aquellos que tengan por objetivo la eventual construcción de futuras centrales nucleares en territorio nacional.

Sus actividades están sujetas a los más altos estándares de seguridad y se encuentran fiscalizadas a través de rigurosos controles. La energía nuclear contribuye al cuidado del medioambiente por no generar gases (CO2) ni partículas causantes del efecto invernadero durante su operación.

CEDyAT

El CEDyAT es un Centro de Vinculación Tecnológica Argentino (UVT Ley 23877) integrado por un equipo profesional interdisciplinario altamente calificado, que brinda soluciones integrales de excelencia. Con el apoyo de científicos, docentes, informáticos, investigadores, profesionales y tecnólogos que día a día colaboran con la asistencia en la gestión que promueve la innovación tecnológica en el país.

Además de intervenir con estrategias de gestión organizacional, infraestructura informática, certificación de procesos, big data, analítica aumentada, machine learning, logística, y industrias 4.0, las Ediciones CEDyAT buscan amplificar la circulación de aquellos textos vitales para la gestión e innovación tecnológica local.

4 ganadores de la Convocatoria a Proyectos Conjuntos de Investigación con India

El ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus, recibió al Embajador de la República de la India ante la República Argentina, Dinesh Bathia, con el objetivo de dar a conocer los resultados de la Convocatoria a Proyectos Conjuntos de Investigación con India, finalizada en abril pasado. La convocatoria contó con 94 presentaciones de todas las regiones del país y busca apoyar el desarrollo de proyectos de investigación conjunta en biotecnología y transición energética entre grupos binacionales.
La iniciativa se enmarca dentro del Programa de Cooperación Científica entre el Ministerio de Ciencia y el Departamento de Ciencia y Tecnología de la India (DST), firmado en 2013. De las 94 propuestas, 62 correspondieron al área en biotecnología y 32 a transición energética. Al respecto Filmus recordó: “Tuve la oportunidad de inaugurar hace poco en la India, en la ciudad de Mumbai, el proyecto de enriquecimiento de radioisótopos, una inversión de 35 millones de dólares que se ha hecho a la India a través del INVAP. También en su momento firmamos acuerdos de comercialización de imágenes satelitales, de imágenes terrestres de la CONAE. Hemos hecho muchas cosas juntos y vamos a hacer muchas más porque somos dos países con la misma mirada dentro del espacio de los BRICS”. El titular de la cartera científica finalizó: “Admiramos la inversión y los avances que ha hecho India en materia científica y cooperación. Valoramos mucho el esfuerzo”. Estuvo presente en la reunión la Directora Nacional de Promoción de la Política Científica del Ministerio de Ciencia, Karina Pombo; y de manera virtual su par de la India S.K. Varshney, director de cooperación internacional del MOST de India.
Los 4 proyectos de cooperación seleccionados presentados oportunamente fueron: 1. “Desarrollo anticuerpos monoclonales como terapia contra el virus chikungunya”, a cargo del Director de Argentina, Dr. Diego Álvarez. 2. “Exploración de la tolerancia a la radiación de celdas solares de perovskitas para aplicaciones espaciales”, a cargo de la Directora de Argentina Dra. María Dolores Pérez. 3. “Biosensores celulares nuevos para actores metabólicos claves para monitorear la salud y el bienestar”, a cargo del Director de Argentina Dr. Matías Daniel Hartman. 4. “Electrolitos Li-S de nueva generación mediante el descubrimiento acelerado de materiales (LISA)”, a cargo del Director de Argentina Dr. Sergio Alexis Paz. Cabe destacar que el Ministerio de Ciencia financiará a cada grupo de investigación argentino cobn hasta un máximo de pesos equivalentes a 10.000 dólares estadounidenses por proyecto por año, para ejecución en 2023 y 2024, atento a las disposiciones internas para el otorgamiento de los fondos y su posterior rendición.   El objetivo de este programa es apoyar el desarrollo de la cooperación científica y tecnológica entre investigadores argentinos e indios y fortalecer la asociación científica entre grupos de investigación de ambos países mediante el establecimiento de redes de investigación bilaterales, la mejora de la cooperación en investigación y la promoción del intercambio de conocimientos entre científicos argentinos e indios.

Reciclar el aceite vegetal usado: beneficios económicos y ambientales

  • Un trabajo de la FAUBA y la empresa DH-SH estimó que se generan casi 200 millones de litros de aceite vetetal por año.
  • Advierten que gran parte se tira por las cañerías y resaltan que una buena gestión puede reducir sus impactos negativos y convertirlo en insumo para biocombustibles.
Terminamos de comer las milanesas o las papas fritas y el aceite usado sigue en la cocina. ¿Qué hacemos con él? Aunque contamina aguas y suelos, una parte sustancial se descarta. Por eso, un trabajo de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) y de la empresa de servicios de saneamiento DH-SH analizó cuánto aceite de cocina usado generamos y reciclamos, y cómo mejorar su gestión y aprovecharlo para producir biocombustibles. Estiman que la población argentina genera 124 millones de litros al año de este residuo en sus casas y que menos de la mitad recicla, mientras que los locales gastronómicos producen 62 millones de litros anuales y que el 80% lo recicla. Destacan el interés creciente por manejar este residuo de manera adecuada para disminuir sus impactos ambientales negativos y por su potencial para producir biocombustibles. “El aceite vegetal usado es un residuo de generación universal, lo que significa que se genera en la mayoría de las casas del país y también a nivel gastronómico e industrial. Como es un líquido, tendemos a tirarlo por la pileta de la cocina, pero es un residuo muy contaminante para aguas y suelos. Además, tirarlo por las cañerías perjudica la infraestructura del desagüe y el tratamiento de efluentes”, señaló Camila Rastelli a partir del trabajo con el que egresó de la Licenciatura en Ciencias Ambientales de la FAUBA. Para conocer cuánto aceite vegetal de cocina usado se genera a nivel domiciliario en la Argentina, la FAUBA y DH-SH diseñaron y enviaron una encuesta a todo el país. “A partir de casi 4.500 respuestas, encontramos que cada persona genera cerca de 2 litros y medio de aceite vegetal usado por año. Si extrapolamos a los 47 millones de habitantes, la generación del residuo podría alcanzar los 124 millones de litros cada año”, indicó Rastelli. La encuesta también les ayudó a entender en cuántos hogares se separa el aceite para reciclarlo. “Encontramos que el 56% de las personas nunca lo separa, el 22% lo hace a veces y el 24% lo hace siempre. Entre quienes tienen el hábito de separarlo, menos de un tercio lo logra reciclar. Un 38% lo almacena en su casa porque no existe un sistema de reciclaje local, y otro 34%, después de separarlo, lo deposita al lado de un contenedor. Entre quienes no lo separan, el 34% afirmó que no sabe a dónde llevarlo, el 21% que no tiene un sistema de reciclaje en su localidad y el 15% que no sabía que era posible”. Rastelli recalcó que la falta de sistemas de reciclaje y de información representa una traba para gestionar de forma adecuada el residuo, pero que hay mucha voluntad por hacerlo. “Aunque estimamos que se desechan entre 64 y 91 millones de litros de aceite vegetal usado por año, el 70% de todas las personas que encuestamos estaría dispuesta a separarlo. A este grupo le gustaría tener cerca puntos de acopio y que separarlo colabore con alguna causa benéfica o emprendimiento”, agregó. Entonces, ¿qué podemos hacer? Rastelli respondió que después de hacer la fritura debemos dejar que el aceite se enfríe y luego ponerlo en cualquier recipiente plástico con tapa. Puede ser una botella de agua, de gaseosa o de aceite vacía. Una vez que la llenamos, se puede acercar al sistema de reciclaje de la localidad, si es que existe. Por ejemplo, en la Ciudad de Buenos Aires, los puntos verdes reciben el aceite vegetal usado. En el resto del país hay otros puntos adonde podemos llevarlo, como los de DH-SH, que también trabaja a escalas mayores.

Las diferentes escalas

Como parte del estudio también encuestaron a más de 800 establecimientos gastronómicos que usan volúmenes altos de aceite, como restaurantes y confiterías. María Semmartin, docente de Ecología en la FAUBA e investigadora del CONICET, informó: “Hallamos que, en promedio, producen 937 litros de aceite vegetal usado por año, y que el 80% siempre separa el residuo. En la Argentina hay por lo menos 66.000 establecimientos gastronómicos; entonces, el volumen de residuos podría ascender hasta 62 millones de litros cada año”. La docente vinculó el alto porcentaje de reciclaje en el sector a los controles y la fiscalización. En ese sentido, agregó que evaluaron las políticas públicas de fomento a la gestión y la valorización del aceite vegetal usado en 70 localidades de distintas provincias. “Del total, 34 localidades tienen normativa para la gestión del residuo, pero solo 9 incluyen a los domiciliarios además de los gastronómicos. Concluimos que las políticas favorecen el manejo correcto, pero que también requieren de la articulación con empresas o con sistemas de logística privados o municipales que hagan la recolección, además de regulaciones claras. Su mala gestión también implica perder la oportunidad de aprovechar su gran potencial”.

Desde la sartén a los autos y aviones

Diego Wassner, docente de Cultivos Industriales de la FAUBA, remarcó que el aceite vegetal usado tiene muchísimo potencial para producir biocombustibles y traer divisas a la Argentina. “Hoy, en el país existen empresas con tecnologías para aprovechar este residuo; generan alrededor de 100 millones de dólares en exportación. Todavía hay mucho margen para crecer, ya que diferentes países lo demandan para biocombustibles con una huella de carbono más baja que los elaborados con aceites vírgenes. Además, nos ahorramos el impacto de producir el aceite virgen en hectáreas de campo cultivadas y la inversión de energía para extraerlo”. “El mercado del biocombustible para aviones —llamado biojet— podría demandar un volumen gigantesco de aceite vegetal usado. El desafío es cómo hacemos para que lo poquito que uno genera en cada casa y lo que sale de los grandes generadores tenga un tratamiento correcto”, sostuvo Diego. Asimismo, aclaró que la limitante para que el mercado interno se desarrolle es la falta de estímulo económico. “Cuesta lo mismo producir el biocombustible con el aceite virgen que con el reciclado. Entonces, el flujo del residuo se dirige hacia afuera, donde hay un precio diferencial. Esto se explica en cómo lo regula el Estado, que establece el porcentaje de biodiesel que debe tener el gasoil. Hoy es 12%, mientras que en otros países oscila entre 20 y 30%”. Diego afirmó que este enfoque se enmarca en la economía circular. “Cierra por todos lados. Tenemos cerca de 186 millones de litros de residuo que se generan en el país, y solo una parte se gestiona. Convertirlos en combustibles alternativos a los fósiles reduce las posibles consecuencias de descartarlos en el agua, en el suelo, en animales o en las personas”.

Ciencia ciudadana para gestionar residuos

Semmartin contó que desde la Facultad, y en particular desde el Laboratorio de Ciencia Ciudadana, trabajan con diferentes residuos a través de la ciencia ciudadana. “Nos aliamos con los ciudadanos para generar preguntas y conseguir respuestas. La línea del aceite vegetal usado podría crecer mucho con esta herramienta. Una parte de nuestras actividades consiste en poner el tema en la agenda a través de la concientización ambiental y el compromiso con las personas”. Además, añadió que el tema despierta interés en ámbitos como la academia, los municipios y las empresas. “Cada vez hay más programas de gestión de residuos, y desde la FAUBA podemos hacer un aporte importante tanto con el aceite vegetal usado como con el resto de los residuos”. Para finalizar, Camila Rastelli reflexionó: “La mayoría de las personas entiende el problema del aceite vegetal usado y está dispuesta a gestionarlo de forma adecuada. Es un tema que puedo conversar con mis abuelos, amigas o familia porque en muchas casas se fríen alimentos, y todos nos encontramos con la pregunta de cómo desechar este residuo”. (Sebastián M. Tamashiro / SLT-FAUBA)

Instituto Leloir: descubren que el cerebro genera neuronas para “remodelar” memorias

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Investigadores de Conicet en la Fundación Instituto Leloir (FIL) descubrieron que las neuronas que nacen en un animal adulto son capaces de desestabilizar y modificar una memoria existente -aunque pueden hacerlo sólo una vez-, lo que podría ser la explicación acerca de por qué el cerebro sigue generando estas células a lo largo de la vida para no perder esa capacidad de adaptación. El trabajo, que fue publicado recientemente en la prestigiosa revista Cell Reports, fue realizado por el Laboratorio de Fisiología y Algoritmos del Cerebro y el Laboratorio de Plasticidad Neuronal, ambos de la FIL. “Lo que descubrimos fue que las neuronas que nacen en el hipocampo del cerebro adulto, en este caso de un animal adulto, tienen la capacidad para desestabilizar y modificar una memoria que ya existía”, explicó a Télam Emilio Kropff, jefe del Laboratorio de Fisiología y Algoritmos del Cerebro de la FIL y uno de los autores del artículo. Para comprender qué significa esto, el investigador explicó que “es bastante conocido que en el cerebro de los mamíferos adultos no hay casi neuronas nuevas, sino que uno tiene las que heredó del desarrollo”. “Sin embargo -continuó- hay unas pocas áreas del cerebro en donde sí se producen neuronas nuevas y una de ellas es el hipocampo, donde se generan las memorias cotidianas”.

MEMORIAS NUEVAS

Kropff señaló que “ya se sabía que estas neuronas generadas en el hipocampo están bastante relacionadas con la formación de memorias nuevas, pero no se sabe exactamente qué es lo que hacen, cómo actúan, cómo se activan y cuál es la consecuencia de esa activación”. “Lo que nosotros hicimos -continuó- fue proponer un proyecto bastante ambicioso que involucró introducir tecnología que antes no existía en el país, que se llama optogenética, y esto nos permitió estimular selectivamente un pool de neuronas que habían nacido en una determinada semana y ver cuáles eran las consecuencias de esa estimulación donde estas neuronas impactaban, que es el área CA3 del hipocampo (donde se generan las memorias)”. Para esto, Kropff y su equipo hizo que ratones investigaran y exploraran un espacio hasta que estuvieran muy familiarizados con él: “Lo que pasa en ese momento en CA3 es que se forman memorias de este lugar y esas memorias tienen forma de mapa, esto quiere decir que cada neurona se activa en zonas específicas del espacio y eso forma una especie de mapa”, detalló. Y siguió: “Lo que vimos es que, al estimular las neuronas nuevas, al otro día esos mapas eran distintos, habían cambiado. Además, observamos que es un proceso bastante largo que involucra que estos mapas primero se desestabilicen y después vayan cambiando”. Otra observación que realizaron es que “esto pasa en las neuronas cuando son jóvenes, es decir, cuando están a la mitad de su proceso de maduración, pero esta capacidad la pierden cuando maduran y también con el uso”.
Emilio Kropff, jefe del Laboratorio de Fisiología y Algoritmos del Cerebro de la FIL. (Prensa/Télam)
Emilio Kropff, jefe del Laboratorio de Fisiología y Algoritmos del Cerebro de la FIL. (Prensa/Télam)
Según los investigadores, “el hecho de que la neurona pierda la capacidad de modificar el mapa del espacio después que ya lo hizo una vez, puede estar relacionado con que el cerebro esté todo el tiempo generando nuevas neuronas para poder mantener esa capacidad intacta”. Esa capacidad de las neuronas “jóvenes” se ha asociado a tareas que requieren discriminación “espacial fina”, como, por ejemplo, recordar dos locales de ropa similares que visitamos o el poder encontrar dónde estacionamos el auto cada mañana. Para comprender esto, Kropff brindó otro ejemplo: “Si vas a una fiesta y conocés a cinco personas y dos años después te las cruzás, quizás puedas recordarlas; si yo guardara la información así como la percibo, lo que puede pasar es que se mezcle con memorias anteriores porque las caras de las personas son más o menos iguales, entonces yo necesito generar una representación distinta que la natural para que estén bien separadas”, describió. Y continuó: “Este mecanismo de esas neuronas jóvenes podría jugar un rol fundamental que es cambiar la representación ‘natural’ para generar una distinta y gracias a eso poder tener una memoria específica de esta experiencia y hacer que las memorias no interfieran unas con otras”. Kropff recordó que esta investigación es ciencia básica y como tal “las implicancias que pueda tener en el futuro hoy las desconocemos”. “Sin embargo -concluyó- entender cómo funciona nuestro cerebro puede tener impacto en muchísimas áreas. En particular, el hipocampo es una de las primeras áreas que son atacadas por la enfermedad de Alzheimer; entonces, entender cómo funcionan estas redes neuronales es clave para después comprender cómo dejan de funcionar”. Los otros autores del trabajo son Matías Mugnaini, del Laboratorio de Fisiología y Algoritmos del Cerebro de la FIL; y Mariela Trinchero, Alejandro Schinder y Verónica Piatti, los tres del Departamento de Fisiología, Biología Molecular y Celular Dr. Héctor Maldonado de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (UBA).

Massa anunció la licitación del 5G, por unos u$s 900 millones

El ministro de Economía, Sergio Massa, junto al titular de Enacom, Claudio Ambrosini, anunciaron la concreción de la subast aa de las bandas de frecuencias para el despliegue y prestación del servicio de quinta generación (5G). El Estado recibirá u$s875 millones en los próximos 21 días por proveer el espectro.

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“A diferencia de lo acontecido con el traspaso del 3G al 4G, el desarrollo del 5G tendrá un impacto más allá de un mero cambio tecnológico”. Así definen desde el Enacom la adjudicación de este servicio a las empresas Claro, Personal y Movistar. Cada una realizó su oferta y lograron comprar la porción del espectro correspondiente por u$s350 millones las dos primeras, que adquirieron 100 megahertz, y u$s175 la tercera, que compró 50 megahertz.
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La implementación de la tecnología de quinta generación tiene una importancia funcional, pero también en términos fiscales. Los dólares requeridos como pago por el uso de un bien público, como el espectro, ingresarán al Tesoro Nacional. “El ingreso de casi u$s900 millones es muy importante en términos fiscales y de confianza en el sector privado. Nos da mayor respaldo fiscal para el cierre del año y la certidumbre de que los argentinos a la hora de tomar decisiones que son trascendentes podemos desapegarnos de la disputa electoral y mirar a largo plazo, como requiere una industria de estas características», aseguró el ministro.
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Según informan en el Enacom, las prestadoras calculan alrededor de un año y cuatro meses para colocar mil radio bases que servirán para brindar el servicio 5G. Luego, las empresas adjudicatarias de este proceso tendrán la potestad del uso de las frecuencias por un plazo de 20 años, obligadas a desplegar las estaciones en cinco etapas, por un lapso de 85 meses, en localidades de hasta 30.000 habitantes. A su vez, tendrán que establecer un plan de servicio para sectores de bajos ingresos, cuando la tecnología sea adoptada por más del 50% de los usuarios del servicio.
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El impacto más fuerte se sentirá en el ámbito industrial. La tecnología 5G se diferencia por un mayor ancho de banda, mayor capacidad de transmisión de datos, conexiones simultáneas “ultra densas” y latencias del orden del milisegundo. En general, es un servicio que mejorará la conexión móvil e inalámbrica. Particularmente en Argentina, en la industria de la seguridad alimentaria. Como explican dentro del organismo, este sector depende mucho del desarrollo de contenidos de información y la velocidad de conectividad, por eso la importancia de la competencia en términos de calidad y despliegue de las redes tecnológicas a nivel nacional. A su vez, aseguran que esta nueva tecnología, sumado a la sexta versión del Wifi, contribuirá a reducir la informalidad en la economía, que ronda el 42%, a través de mecanismos de evasión, elusión o bien por la caída del mercado formal de empleo y comercio.
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“Mayor conectividad representa mayor federalismo para la Argentina, octavo en territorio a nivel global. Esto permite que un chico en Barrio Norte, en la Puna o Ushuaia estén vinculados con el mundo y con mayor velocidad a la hora de competir en la construcción de desarrollo y tecnología”, enfatizó Massa en el acto realizado en el Centro Cultural Kirchner.
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El próximo paso será el despliegue de la infraestructura territorial que deberá hacer cada una de las tres compañías, las cuales tendrán que invertir más de u$s1100 millones. Para los protagonistas del acto, la conectividad es parte de la pulseada de los próximos cinco años en la venta de capital humano, la disputa global y económica. “Es parte de los nuevos derechos con los que hoy convive nuestra sociedad. La conectividad y la velocidad es clave en el contacto y comercio entre pueblos y sociedades, y el Estado se hace presente en aquellos sectores donde la oferta y demanda no resuelve para desarrollar la infraestructura. No todo lo resuelve el mercado”, concluyó Massa.

La inteligencia artificial en la Argentina

En un año en el que la inteligencia artificial ganó protagonismo gracias a sitios como Chat GPT y Dall-E, que permiten dialogar con computadoras como si fueran personas, se presentaron adelantos de una investigación de la UBA en el marco del programa Argentina Futura, sobre los desafíos e impactos de estas tecnologías y el análisis de posibles regulaciones locales y regionales, al igual que sucede en otras partes del mundo. El programa Argentina Futura, dependiente de la Jefatura de Gabinete de Ministros de Presidencia, encargó a la Universidad de Buenos Aires (UBA) el estudio “Desafíos e impactos de la Inteligencia Artificial. Marcos normativos, riesgos y retos para la calidad democrática en la Argentina”, cuyos resultados preliminares se presentaron este martes 17 de octubre en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, en el marco del Seminario de Informática y Sociedad, cátedra Kozak. Durante la presentación de los primeros resultados de este estudio, el sociólogo Nahuel Sosa, titular Argentina Futura, aseguró: “Vemos al Estado como una parte de la sociedad que planifica los cambios que plantea la IA. Los efectos positivos o negativos que tenga esta tecnología dependerán del involucramiento de los actores”. Sobre todo, esto cobra todavía mayor relevancia cuando se piensa en el efecto que puede tener analizar y gestionar áreas críticas para las poblaciones, como el acceso a la salud, a la justicia o la educación, mediante estas tecnologías. Esto es porque los sistemas basados en herramientas de inteligencia artificial no están libres, en su diseño, de la influencia de sesgos y prejuicios de quienes los han desarrollado o de la información con la que fueron entrenados. Por ejemplo, es conocido el caso del reconocimiento facial de prófugos de la justicia en el que se ha demostrado que las personas de color tienen 100 veces más posibilidades de ser confundidas y así detenidas injustamente.
«Para las políticas públicas que monitoreen esos sistemas los expertos no pueden venir solo de la informática, sino que los especialistas de las ciencias sociales son muy importantes». dijo Costa. Foto: Prensa Facultad de Ciencias Sociales UBA.
A nivel internacional y regional, se está trabajando para diseñar marcos que regulen o al menos orienten el desarrollo e implementación de las IA generativas, entendidas como aquellas que pueden crear nuevos conceptos e ideas en diversos formatos, desde texto hasta imágenes, video y música. Frente a cómo regular el desarrollo y la implementación de estas tecnologías aparecen actualmente dos posiciones internacionales muy definidas. La estadounidense, que busca liderar el desarrollo de la inteligencia artificial y busca generar un marco muy flexible para las empresas privadas que trabajan con este sector, para que actúen dentro de un marco de recomendaciones comerciales. La europea, en cambio, pone en el centro a los derechos de los ciudadanos, con lo que es más restrictiva con respecto a la capacidad de acción de las empresas que actúan sobre este campo. También existen recomendaciones sobre ética de la IA de la Unesco y el programa de IA de la OCDE. En América Latina, la Argentina, al igual que otros países de la región, está comenzando la discusión sobre posibles normativas que puedan aplicarse al diseño y al uso de herramientas de inteligencia artificial, como es el caso de la Guía de Recomendaciones y Principios para la Implementación de Proyectos de IA, que se publicó a mediados de este año. Un sistema robusto de IA debe contar con tres elementos fundamentales: cantidades masivas de datos, una gran potencia computacional para el procesamiento de esos datos, y contar con sistemas de aprendizaje automático, además de capacidades para usarlos. Son pocas las organizaciones en el mundo que logran unir estos tres aspectos. Por ejemplo, China acumula muchos datos de sus 1500 millones de habitantes, pero ese potencial no se compara con la cantidad y variabilidad de datos que tiene Facebook con 4500 millones de usuarios de todo el mundo, de diferentes culturas, idiomas y costumbres. Las posibilidad de generar imágenes falsas también han planteado nuevos desafíos sobre cómo gestionar el uso de estas aplicaciones, tanto éticas como relacionadas al derecho. Estudiantes de una escuela secundaria de España denunciaron que sus compañeros estaban vendiendo fotos de ellas desnudas aunque ellas nunca se habían sacado esas fotos. Para hacerlas sus compañeros había usado fotos de sus caras y pedido a una herramienta de inteligencia artificial que hiciera sus cuerpos desnudos. Este caso plantea la necesidad de límites a este tipo de producciones, agravado por el hecho de que se trataba de menores de edad, y aunque esos no fueran sus cuerpos reales el hecho generó un daño real. Casos similares sucedieron en una escuela del conurbano bonaerense y en una universidad de San Juan.
“Vemos al Estado como una parte de la sociedad que planifica los cambios que plantea la IA. Los efectos positivos o negativos que tenga esta tecnología dependerán del involucramiento de los actores”, dijo Nahuel Sosa, titular del programa Argentina Futura. Foto: Prensa Facultad de Ciencias Sociales UBA.
Este tipo de riesgos no suelen ser previstos por los programadores y generan consecuencias importantes a la hora de usar estos sistemas. También se suele señalar los riesgos a que genera la IA por su capacidad de generar deep fakes, videos o audios falsos en los que se imita a una persona y se la hace decir lo que se desee, lo que tiene impactos en la viralización de noticias falsas y en su capacidad de socavar el debate público y el funcionamiento del sistema democracia. El investigador Pablo Manolo Rodríguez, otro de los integrantes del equipo de investigación a cargo del estudio, advirtió que hay que cuestionar los preconceptos alrededor de estas herramientas: “Se dice que son un hecho técnico y que no se pueden gobernar”. Del estudio emergió también la necesidad de colaborar con ordenar la conversación pública sobre los posibles impactos –desde benéficos hasta riesgosos o incluso catastróficos– de estos sistemas. También se trabajó en organizar la descripción de las IA en la escala macro (como las iniciativas de IA generativas de las grandes transnacionales como Open IA, Google, Amazon), la escala meso (desde desarrollos nacionales hasta implementaciones locales), y la escala micro, que incluye sistemas de IA específicos para diversas industrias. El proyecto es dirigido por la investigadora Flavia Costa, quien dijo: “Cuando los ingenieros hacen un sistema llaman a un grupo de expertos para cada tema en particular, como salud, o sonido, pero no perciben que sus sistemas tengan que tener, por su naturaleza, un trato permanente con otra áreas. Creen que con un programa que registre sesgos es suficiente. Para las políticas públicas que monitoreen esos sistemas los expertos no pueden venir solo de la informática, sino que los especialistas de las ciencias sociales son muy importantes. La IA no es una herramienta, es un mundo ambiente, no es elegible usarlas o no. la IA generativa es una sociedad artificial”.

Matías Alonso

Economia lanza otro tipo de cambio para incentivar exportaciones

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El ministro de Economía y candidato a presidente por el oficialismo, Sergio Massa, anunció este lunes que las exportaciones de bienes primarios, intermedios y servicios tendrán la posibilidad de liquidar un 30% del total a valor del dólar financiero, con el fin incentivar la liquidación de divisas. La medida regirá por 30 días a partir de ayer martes.
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Así, lo anunció Massa en una conferencia de prensa ante corresponsales extranjeros en el Salón Belgrano del Ministerio, tras su triunfo en las elecciones generales.
En ese contexto, Massa aseguró que para 2024 espera un superávit primario del 1%, que la economía crezca y que las exportaciones se incrementen en US$ 31.000 millones.
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«Para fortalecer las reservas vamos a ampliar el Programa de Fortalecimiento Exportador a todas las actividades. Todo complejo exportador argentino: bienes intermedios, bienes terminados, productos primarios y servicios van a tener por los próximos 30 días un régimen de liquidación de 70% ingresados por lo que se denomina el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) y 30% ingresando por lo que se denomina sistema de dólares financieros o contado con liquidación», dijo el ministro, vencedor de las elecciones presidenciales de este domingo.
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Con el anuncio, Massa amplía a todo el sector transable la posibilidad de liquidar a un tipo de cambio más alto un porcentaje de las divisas generadas por los envíos externos.De esta manera, los exportadores terminan recibiendo una mayor cantidad de pesos que los que obtendrían si tuvieran que liquidar el 100% de sus exportaciones al tipo de cambio oficial minorista, que se ubica alrededor de los $367 por dólar.

Críticas de deuda al canje de deuda de Guzmán

Respecto de la deuda soberana, el ministro de Economía expresó que «Argentina hizo un pésimo canje de deuda a tal punto que es el único canje en la historia económica mundial que al día siguiente que se terminó cayó el valor de los bonos en lugar de subir». En este sentido, el funcionario indicó «vamos a estudiar mecanismos de premio y anticipación de pagos en algunos bonos argentinos a los efectos de garantizar que recuperemos profundidad y confianza en el mercado soberano de bonos». «Vamos a intentar que el Estado de aquí al 10 de diciembre que es cuando termina esta etapa y obviamente desde el 10 de diciembre en adelante tenga mayores signos de austeridad porque es muy importante», explicó.

La Losa de Saint-Bélec, un mapa de hace 4000 años

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Investigadores de la Universidad de Bretaña Occidental, Francia, dieron a conocer los últimos datos que arrojaron sus análisis acerca de la tabla conocida como “Losa de Saint-Bélec”, del cual su origen se remonta a la Edad de Bronce, unos 4000 años atrás. Fue descubierta hace 100 años pero quedó, hasta el 2014, abandonada en un sótano. Desde entonces, desvela a los arqueólogos.

Según coincidieron los científicos de la mencionada academia, que estudiaron de manera preliminar la piedra, junto con otros colegas del Instituto Nacional de Estudios Arqueológicos Preventivos de Francia y la Universidad de Bournemouth, señalaron en 2021 que se trataría de un mapa, el más antiguo de Europa, con el que se conduciría a un tesoro.

La losa de Saint-Bélec pesa una tonelada y media, y mide un metro y medio de largo
La losa de Saint-Bélec pesa una tonelada y media, y mide un metro y medio de largo(Fuente: Denis Glicksman, Inrap)

La tabla, que pesa una tonelada y media y mide 1,5 metros de largo por 1,8 metros de ancho, tiene grabadas diferentes formas en su superficie, con relieves y marcas que simularían montañas y ríos. Yvan Pailler, de la primera universidad nombrada, señaló: “Usar el mapa para tratar de encontrar sitios arqueológicos es un gran enfoque. Nunca trabajamos así. Es un mapa del tesoro”.

El estudio reveló que el presunto mapa se basa en una superficie de 30 x 21 kilómetros, lo que tomaría casi dos décadas abarcar esa área para investigar en profundidad. Sin embargo, el equipo de arqueólogos, que también incluye al colega de Yvan, Clement Nicolas, del Instituto CNRS, no se dará por vencido. Asimismo, aseguraron que la precisión de la superficie recreada es de un 80% en comparación con los mapas actuales.

La piedra hallada tiene marcas talladas correspondientes a la geografía de Roudouallec, parte de la región de Bretaña occidental
La piedra hallada tiene marcas talladas correspondientes a la geografía de Roudouallec, parte de la región de Bretaña occidental(Fuente: Universidad de Western Brittany)

La piedra fue descubierta en el túmulo de Saint-Bélec, una fosa prehistórica en Leuhan, Francia, en el 1900, por Paul du Châtellier, un historiador local que, sin entender a qué se referían aquellos símbolos impresos allí, la abandonó en el sótano de su castillo hasta que sus hijos la vendieron en 1924 al Museo Arqueológico Nacional. En aquel sitio permaneció en el olvido durante casi 100 años, hasta su salvataje en 2014. Acerca de la región a la que se refieren las marcas talladas allí, serían de la región de Bretaña, a unos 500 kilómetros de París.

La losa presenta una rotura en la parte superior, por lo que se supone que se partió al momento de enterrarla. De no ser por ello, mediría unos 3,9 metros. En cuanto a su material, es de esquisto gris azulado, un tipo de piedra procedente de afloramiento rocosos del Precámbrico cercanos a la localidad de Douarnenez.

“Todavía tenemos que identificar todos los símbolos geométricos, la leyenda que los acompaña”, sostuvo Clement Nicolas al tiempo que su colega, Yvan Pailler, remarcó: “Estamos intentando contextualizar mejor el descubrimiento, encontrar una forma de fechar la losa”.

Analizar y comprender los terrenos a los que se refiere específicamente el mapa llevaría dos décadas, advirtieron los investigadores
Analizar y comprender los terrenos a los que se refiere específicamente el mapa llevaría dos décadas, advirtieron los investigadores(Fuente: Denis Glicksman, Inrap)

Además, desde la universidad afirmaron que se estarían realizando excavaciones en sitios específicos en donde se encontró la pieza, con el motivo de hallar alguna referencia hacia la misma. En especial en el valle del Odet.

Los investigadores aludieron que las líneas marcarían una parcela de terreno, con túmulos, campos y asentamientos, lo que significaría la precisión de un presunto rey o jefe de la Edad de Bronce. Lo cierto es que, a causa de revueltas o rebeliones, la comunidad habría quedado disuelta y la placa fue utilizada como material de construcción, antes de que fuera enterrada por siglos.

 

En la Argentina hay un 15% del territorio continental bajo protección ambiental

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El 17 de octubre se celebro el Día de las Áreas Protegidas de Latinoamérica y el Caribe con el objetivo de reconocer la importancia de las áreas protegidas para el bienestar de las personas y el desarrollo sostenible en la región. Las áreas protegidas son territorios destinados a la protección de la flora y fauna, los valores culturales y los servicios ecosistémicos. Debido a esto, su creación y gestión ha sido incluida a nivel mundial en el Convenio de Diversidad Biológica, el mayor acuerdo entre países que busca garantizar la conservación de la biodiversidad. En el recientemente firmado “Marco mundial Kunming-Montreal de la diversidad biológica” se plantea  “Conseguir y hacer posible que, para 2030, al menos el 30% de las zonas terrestres, de aguas continentales y costeras y marinas, (…) se conserven y gestionen eficazmente mediante sistemas de áreas protegidas ecológicamente representativos, bien conectados y gobernados de forma equitativa, y otras medidas eficaces de conservación  basadas en zonas geográficas específicas, el reconocimiento de los territorios indígenas y tradicionales (…)”. Según ONU, al 2020, el 16,64% de la superficie de áreas terrestres y aguas continentales del planeta está dentro de áreas protegidas y conservadas, lo que equivale a 22.5 millones de km2. Sin embargo, el Informe Planeta Vivo indica que hoy tan solo el 10 % de las áreas protegidas terrestres están conectadas, y poco se conoce sobre cuán bien gestionadas están. Por ello, además de promover la creación de áreas protegidas, es importante fortalecer la conectividad y su implementación. Solo de esta forma, se podrá hacer frente a la fragmentación de hábitats y mejorar la resiliencia climática. “En la actualidad enfrentamos problemáticas ambientales que tienen consecuencias negativas directas en lo social y económico del país. Las áreas protegidas poseen un papel muy importante no sólo para la conservación de los ecosistemas, sino también para asegurar el bienestar de las personas y un desarrollo sostenible por los servicios ambientales que brindan. Por eso, es importante que las comunidades locales, gobiernos y empresas participen en promover áreas de protección”, detalló Fernando Miñarro, director de conservación de Fundación Vida Silvestre Argentina. ¿Por qué son importantes las áreas protegidas?
  • Son esenciales para brindar soluciones naturales para la adaptación a los efectos del cambio climático.
  • Son importantes para la investigación y educación.
  • Contribuyen a las economías locales y regionales.
  • Mejoran la salud y calidad de vida de las personas.
  • Proveen servicios ambientales como el agua, alimentos y medicinas.
  • Permiten el desarrollo de actividades turísticas y recreativas sustentables que habilitan el desarrollo social y económico, local y regional.
¿Cuál es la situación de las áreas protegidas en Argentina? En la Argentina, según el Sistema Federal de Áreas Protegidas (SiFAP), actualizado en el sitio a octubre 2023, hay 616 áreas protegidas a nivel nacional, de estas, 556 son terrestres y protegen 16,17% del territorio continental, 57 Áreas Protegidas costero marinas y las 3 Áreas Marinas Protegidas que representan el 7,11% de la plataforma submarina. Pero poco se conoce sobre el nivel de implementación, es decir, por ejemplo, si disponen de personal y equipamiento suficiente para atender sus problemáticas, entre otras. Existe en el Congreso un proyecto de Ley de Presupuestos Mínimos de Áreas Protegidas que espera ser tratado. Si bien tenemos leyes a nivel nacional y provincial para estas áreas, el objetivo de esta ley busca establecer los requisitos mínimos que promuevan la creación e implementación de áreas protegidas terrestres y costero-marinas. Con la aprobación de este proyecto, se lograría contar con mayor presupuesto y articular mejor la gestión para que estas áreas cumplan con sus objetivos. Lamentablemente el proyecto perdió estado parlamentario en dos oportunidades anteriores (2019 y 2017). En nuestro país integran el Sistema Nacional de Áreas Protegidas las áreas bajo la Administración de Parques Nacionales, las integradas por los sistemas de cada provincia y la ciudad de Buenos Aires, aquellas con reconocimiento internacional como las Reservas de la Biosfera o los Sitios RAMSAR. A su vez, y en el último tiempo, ha tomado también protagonismo la creación de reservas municipales impulsadas por la comunidad y también las reservas privadas, creadas por la voluntad de sus propietarios. Para llegar a la meta del 30% del territorio protegido será imprescindible promover la figura de reserva privada para que más propietarios se sumen, así como también otras medidas eficaces de conservación basadas en áreas (zonas que sin ser áreas protegidas garantizarían la conservación de la biodiversidad).

Reactor RA-10: los detalles de la nueva joya nuclear argentina

“Si uno mira al complejo en su conjunto, se trata de una cosa muy única, en el mundo inclusive. Porque acá se van a conjugar actividades que van desde la investigación hasta la producción y áreas tan distintas como salud, paleontología e industria del transporte. Es una instalación que va a producir una sinergia que hace más impactante cualquier esfuerzo que se haga”, sostiene con inocultable orgullo Hermann Blaumann, gerente del proyecto RA-10 en la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA).
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Más allá de los cargos formales, Blaumann es considerado el verdadero “padre de la criatura” y así se lo hacen saber. “Mirá, yo tengo tengo tres hijos y muchos me dicen que este reactor es mi cuarto hijo. Y, la verdad, es que tienen razón”, relata con una sonrisa. Y no es para menos, porque Blaumann acompañó este proyecto desde su nacimiento, cuando sólo eran dos las personas que elaboraron el primer documento de la iniciativa y su diseño conceptual. Lo fue ayudando a crecer  y ahora está cada vez más cerca de verlo en pleno funcionamiento.
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El proyecto es, sin duda, fruto de los setenta años de experiencia de la CNEA en la actividad nuclear y de la inauguración, en 1958, del primer reactor de investigación de América Latina. A partir de allí, Argentina construyó siete reactores en el país y exportó otros cinco a Perú, Argelia, Egipto, Australia, Arabia Saudita. A mediados de la década del 80 surgió la iniciativa de construir en Córdoba el Reactor RA-9 para la producción de radioisótopos, pero todo quedó en la piedra fundamental. La idea, sin embargo, quedó flotando y recobró impulso en 2006 con el resurgimiento del plan nuclear y en el 2010 se tomó la decisión política de avanzar en su construcción.
Argentina construyó siete reactores en el país y exportó otros cinco a Perú, Argelia, Egipto, Australia, Arabia Saudita.
La etapa de diseño implicó una inversión de más de un millón de horas hombre y más de diez mil documentos técnicos hasta obtener las licencias de construcción y la ambiental. En 2016 comenzó la obra civil y en mayo de 2017 se realizó la primera colada de hormigón de la losa de fundación del edificio del reactor. Actualmente, la obra civil tiene un avance del 99 por ciento y el avance global del proyecto ronda el 80 por ciento. Se estima que en 2024 se terminará la construcción y comenzará la etapa de puesta en marcha. “Eso implica una serie de ensayos en diferentes niveles. Primero se prueban los sistemas por separado, después la planta funcionando con los sistemas integrados pero sin combustible nuclear y, finalmente, se incorpora el combustible. Todas esas etapas duran un año, o año y medio. O sea que el reactor estaría comenzado a operar en 2026”, anticipa Blaumann, y completa: “Son muy pocos los países que tienen la capacidad de diseñar y construir un reactor como el RA-10 y el nuestro es uno de ellos”.

Herman Blaumann. Foto: Luiza Cavalcante

De la Argentina al mundo
Uno de los objetivos centrales del proyecto esta dirigido a asegurar la provisión nacional de radioisótopos para estudios de medicina nuclear. En ese sentido, el RA-10 producirá molibdeno 99 del cual se obtiene el tecnecio, utilizado para estudios muy habituales como los centellogramas.  Actualmente, el molibdeno en Argentina se produce en el RA-3, un reactor que está en operaciones desde la década del 60 y que sigue en funcionamiento gracias a las reformas y actualizaciones que prolongan su vida útil. Pero el RA-10, con sus 30 MW, es un reactor mucho más potente que el RA-3. Eso, sumado a que su ciclo de operación en forma continua es de 29,5 días, lo que evita muchas jornadas de parado, da como resultado que esta nueva instalación producirá, por semana, cuatro veces más molibdeno que su antecesor. De esta manera, el RA-10 no solo permitirá el autoabastecimiento de este radioisótopo sino que abre la posibilidad de que nuestro país se convierta en un actor importante en el mercado mundial. “Para la Argentina se abre una ventana de oportunidad porque en el mundo hay varios reactores que están saliendo de servicio –detalla Blaumann–. Ya ha dejado de funcionar un reactor de Canadá y en los próximos años se sumarán los de Bélgica, Holanda y República Checa. Es cierto que varios países están construyendo nuevos, como Francia, Corea y Holanda. Pero, por una vez, rara vez, hemos hecho las cosas con tiempo y los que estamos más cerca de estar listos para producir somos nosotros. Ahora bien, exportar es un desafío enorme que no depende solamente de la capacidad de producir, sino del desarrollo de una logística y de un plan, con un modelo de negocios asociado”. Una vez que alcance plenamente su capacidad operativa total el RA-10 estará en condiciones de producir una cantidad de molibdeno capaz de abastecer alrededor del 20 por ciento de la demanda de un mercado global que alcanza los 300 millones de dólares anuales.
El RA-10 producirá una cantidad de molibdeno capaz de abastecer alrededor del 20% del mercado global.
Pero, además del molibdeno, existe otro producto de alto valor agregado que, elaborado por el RA-10, resulta clave para el país y el mundo: el silicio dopado. El silicio al doparse, por irradiación neutrónica, se convierte en un material semiconductor de alta calidad. La demanda mundial de este producto se encuentra en constante crecimiento debido a su utilización para el desarrollo de nuevas tecnologías vinculadas con las energías alternativas (generadores eólicos y celdas solares) y y con los vehículos híbridos y eléctricos. La demanda global de este producto se ubica en la actualidad en alrededor de 150 a 200 toneladas anuales pero se espera que esa cifra se multiplique por 10 a lo largo de la próxima década. El principal productor de silicio dopado es Australia con su reactor Opal (desarrollado y construido por la CNEA e INVAP) con unas 80 toneladas anuales. El RA-10 tendrá la capacidad de elaborar una cantidad similar. “Hay una avidez de este producto en el mundo. De hecho tenemos tres interesados que ya han anticipado su voluntad de contar con toda la capacidad de irradiación del RA-10. Lo bueno es que se trata un producto se puede empezar a ofrecer apenas el reactor empiece a funcionar. Es decir, que ese sería el primer producto comercial del reactor, que se exportará casi en su totalidad. Calculamos que puede significar un ingreso de entre 8 y 10 millones de dólares por año”, se entusiasma Blaumann.
Combo completo
Al día de hoy el Estado nacional lleva invertidos unos 340 millones de dólares en un proyecto que involucra 1.500 puestos de trabajo directo y reúne a 80 empresas nacionales, muchas de ellas pymes. Al mismo tiempo, se calcula que un 80 por ciento de los componentes utilizados para su construcción son de origen nacional.
El Estado lleva invertidos unos 340 millones de dólares en un proyecto que involucra 1.500 puestos de trabajo directo y reúne a 80 empresas nacionales.
“No existe en toda América Latina un complejo similar al RA-10 y en el hemisferio sur el único comparable es el Oppal en Australia, que casualmente lo construyó la Argentina. Pero, a nivel mundial alcanzan los dedos de una mano para contar los reactores de esta envergadura y con este nivel de complejidad. Por eso, nosotros decimos que es una instalación de clase mundial”, asegura Blaumann con indisimulable orgullo. A diferencia de lo que ocurre con un reactor de potencia cuyo objetivo es la producción de energía eléctrica, en los reactores experimentales su principal producto son neutrones. Esos neutrones pueden ser utilizados con distintos fines como la producción de radioisótopos de molibdeno, el dopado de silicio y también para irradiar materiales y combustibles, y para extraer haces de neutrones con los cuales, a partir de una variada gama de instrumentos, se puede estudiar la materia a nivel de su estructura molecular. En ese sentido, alrededor del reactor se están construyendo un conjunto de instalaciones. Una de ellas es Laboratorio Argentino de Haces de Neutrones (LAHN) un complejo único en América Latina, donde se estudiarán las más modernas tecnologías y el análisis de materiales gracias a las técnicas de bombardeo de neutrones. El plan es que el LAHN cuente con 14 instrumentos que se irán poniendo en marcha en forma gradual. Dos de ellos, un neutrógrafo y un difractómetro, serán de diseño propio. Otros dos ya fueron donados por instituciones de Alemania y Suiza. Estas herramientas tendrán diferentes aplicaciones, algunas van a ser tecnológicas con impacto en la industria y otras serán destinadas a la investigación básica. Y abarcarán disciplinas tan distintas como biología, química, paleontología, física, geología, farmacología y ciencia de materiales, entre otras. Otra de las facilidades que se está levantando junto al reactor es el Laboratorio de Ensayo de Materiales Irradiados (LEMI) que apunta a estudiar el comportamiento de materiales nucleares ampliando las capacidades para producir y calificar nuevos combustibles y componentes para futuros reactores de investigación y potencia. “Argentina fabrica combustibles para reactores de investigación y de potencia pero, hasta ahora, no tiene instalaciones para probarlos –explica Blaumann–. Los combustibles del CAREM, por ejemplo, se calificaron en un reactor de Noruega que ya salió de servicio. Entonces que el RA-10 tenga la capacidad de calificar nuestros propios combustibles, además del ahorro de divisas, es un paso muy trascendente para el desarrollo nuclear nacional”. Para el funcionario el hecho de que nuestro país logre terminar la construcción y poner en marcha exitosamente el RA-10 constituye una reafirmación internacional del prestigio que la Argentina ha sabido ganarse en el ámbito de la tecnología nuclear. “El área nuclear es una de las pocas en las cuales el país ha logrado pasar de la investigación a la producción y luego a la exportación. No hay muchas, esta es una de ellas. Y esto tiene que ver con muchos años de continuidad en el trabajo y de mantener el compromiso con el desarrollo nuclear. Eso nos permite exhibir un liderazgo y el RA-10 consolida ese liderazgo en el mundo”, sostiene Blaumann y remata: “El RA-10 es un motivo de orgullo y un símbolo muy lindo del inicio de algo nuevo pero también de un punto de llegada de toda una historia”.

Gestión de la Hidrovia: Argentina responde al cuestionamiento de Paraguay

En el marco de las negociaciones por la Hidrovía, se desarrolló en Uruguay la Reunión de Expertos que asiste al Comité Intergubernamental de la Hidrovía Paraguay – Paraná (CIH) con la participación de los delegados de Uruguay, Brasil, Bolivia, Paraguay y Argentina. Según se informó, los representantes paraguayos despejaron sus dudas en torno a la gestión de mantenimiento por parte de la Argentina, un tema que se había tornado conflictivo semanas atrás. La Administración General de Puertos (AGP), concesionario de la Hidrovía, realizó una exhaustiva presentación acerca de los servicios que efectivamente presta para garantizar las condiciones de navegabilidad, la seguridad de la misma y el cuidado y protección del medio ambiente. En la segunda parte del encuentro, los técnicos de AGP respondieron las preguntas de la delegación paraguaya acerca de las modalidades de prestación de los servicios y las especificidades, frecuencias y especificaciones técnicas de los mismos. Asimismo, a propuesta de la AGP y con la aprobación de las distintas delegaciones, se llevará a cabo un recorrido embarcado de distintos tramos de la Hidrovía para la constatación de los servicios prestados y las modalidades de los mismos por parte de los representantes técnicos de los estados signatarios del Acuerdo de Santa Cruz de la Sierra. La próxima reunión se realizará en Buenos Aires el 31 de octubre.

Se encaminan las posiciones

En el marco del conflicto por el cobro de peaje en la Hidrovía, que llegó a un acuerdo provisorio a fines de septiembre, el embajador de la Argentina en Paraguay, Domingo Peppo, se reunió con el ministro de Relaciones Exteriores de ese país, Rubén Ramírez, y coincidieron en la «necesidad de mantener el diálogo bilateral, para resolver las diferencias y fortalecer el proceso de integración», se informó oficialmente. «Ambos destacaron la importancia de los mecanismos institucionales existentes que permiten dar un abordaje y seguimiento adecuado a la relación bilateral», sostuvieron desde la embajada argentina en Paraguay. Finalmente, remarcaron la conveniencia de «ajustar las conversaciones al marco institucional», a fin de que se permita «encontrar posiciones que respondan a las necesidades de los diferentes sectores».

El acuerdo provisorio por el conflicto de la Hidrovía entre Argentina y Paraguay

La Comisión Intergubernamental de la Hidrovía Paraná-Paraguay acordó hoy un plazo de 60 días para llevar adelante discusiones técnicas para consensuar una tasa de peaje en el tramo comprendido entre el puerto de Santa Fe y la confluencia del río Paraguay, período en el cual la Argentina seguirá cobrando la tarifa que se encuentra vigente en la actualidad. Fuentes de la Cancillería precisaron que en un acta -rubricada por las delegaciones de los cincos países que integran la Comisión- la Argentina dejó constancia su «voluntad» de iniciar discusiones técnicas en el CIH sobre la tasa del peaje establecido y que de llegar a un acuerdo en este ámbito sobre la misma en los próximos 60 días, «los montos percibidos se volverán a facturar según la nueva tasa». Durante el encuentro, realizado bajo la presidencia de la Secretaria de Latinoamérica y Caribe del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Federativa del Brasil, embajadora Gisela Padovan, cada una de las delegaciones reiteró sus posiciones sobre el tema, remarcando que «los entendimientos logrados en el ámbito de la reunión no prejuzgan las reservas y reivindicaciones ya reflejadas en actas en el ámbito de los órganos del Acuerdo de la Hidrovía».

Control de alcoholemia con tecnología nacional

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  • Además de sustituir importaciones, el objetivo es reducir los siniestros viales que representan la principal causa de muerte en jóvenes menores a 35 años. Podría estar listo en 2025.
En diciembre de 2022, Buenos Aires aprobó la Ley Alcohol Cero al volante. A su vez, en abril de este año el Congreso determinó que la normativa tenga vigencia a nivel nacional. Créditos: Sol Play 91.5 Especialistas de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y del ministerio de Transporte de la provincia de Buenos Aires diseñan un etilómetro con ingeniería nacional para ser utilizado en controles viales. En el marco de la Ley provincial Alcohol Cero al volante aprobada a fines de 2022, el objetivo no solo pasa por incorporar nuevos equipos que realizan esta tarea como alternativa a los importados, sino que también está ligado a un cambio de paradigma que vaya del castigo a la prevención. “Se trata del desarrollo de un etilómetro que se puede fabricar acá y reemplazar a los importados. También, es el codiseño junto con el ministerio de una tecnología que, además de su fabricación, demandará mantenimiento, calibración y capacitación para su uso. El propósito es crear un instrumento que acompañe y dialogue con las políticas públicas que se implementan y desarrollan en nuestra provincia y nuestro país”, señala Guido Mastrantonio, docente de toxicología en la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP y coordinador del proyecto. Si bien el proyecto se encuentra en la etapa inicial de financiamiento y recién ahora comienza su desarrollo, el objetivo es que la herramienta esté lista para principios de 2025 y ayude a disminuir los accidentes y la morbimortalidad consecuente de siniestros viales causados por conductores alcoholizados.

Disociar el alcohol y la conducción

En diciembre de 2022, Buenos Aires se sumó a las provincias que tienen aprobada la Ley Alcohol Cero al volante. A su vez, en abril de este año el Congreso determinó que la normativa tenga vigencia a nivel nacional. El objetivo es disociar el alcohol de la conducción y reducir las víctimas y los daños en accidentes viales provocados por conductores bajo los efectos de esta sustancia. La importancia de la ley es central: la siniestralidad vial es la principal causa de muerte en personas menores de 35 años en nuestro país y el alcohol al volante es el responsable de, al menos, 1 de cada 4 incidentes de tránsito graves. En la actualidad, en el país se utilizan dos tipos de equipos para medir el alcohol en sangre de una persona. Por un lado, está el evidencial, que emite un informe sobre el porcentaje de alcohol y permite sancionar a la persona que conduce en caso de dar positivo; y por el otro, está el indicial. Este último da un indicio de cuál es la concentración de alcohol pero no permite implementar una sanción porque no genera evidencia. Alejandra Rasile, investigadora de la UNLP y una de las responsables del proyecto, aclara: “El etilómetro de tipo indicial le permite a la policía retirar a ese conductor de la ruta porque da el indicio de cuánto alcohol tiene en sangre, pero no implementar una sanción o multa. La lógica detrás tiene que ver con una normativa internacional que aborda la problemática del consumo de alcohol en la conducción desde el punto de vista punitivo, desatendiendo una mirada más sanitaria”. Y agrega: “Estamos hablando de riesgos de morbimortalidad por accidentes de tránsito. Es decir, una persona que consume alcohol y asume una situación de riesgo, como conducir un automóvil, hace que estemos en frente de un consumo problemático de sustancias. No solo es un problema de seguridad, no se resuelve solo desde la sanción, sino que también necesita un abordaje sanitario”.

Nueva ley, nueva tecnología

Rasile explica la Agencia que la nueva normativa busca promover el no consumo de alcohol a la hora de conducir. Desde esta lógica de prevención, se deben desarrollar nuevas herramientas que vayan más allá del punitivismo y de los equipos homologados actuales que poseen un carácter evidencial con objetivos de sanción. Aunque esté en una primera etapa, el equipo de la UNLP ya proyecta distintas aristas a la hora de diseñarlo. Así lo expresa Martín Salibé, responsable en el proyecto por parte del Instituto Argentino de Radioastronomía: “Contamos con referencias técnicas internacionales como punto de partida para el diseño del equipo, para luego pensar en innovaciones tecnológicas que acompañen al estado en sus políticas públicas sobre seguridad vial y consumo problemático de sustancias“. Cuando se menciona el aplicar lógicas sanitarias en el diseño, la referencia es, por ejemplo, a la posibilidad de recopilar datos anónimos de interés epidemiológico que den idea de cuándo, dónde y bajo qué condiciones se detectan conductores con alcohol en sangre. Esto permitiría mapear las incidencias de alcoholemia más allá del interés por sancionar o retirar a un conductor de la ruta porque está violando la ley. Estos mapas otorgarían una herramienta valiosa para las políticas de prevención. El trabajo fue uno de los 63 proyectos seleccionados por el Fondo de Innovación Tecnológica de Buenos Aires y será financiado a través del Ministerio de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica de la Provincia. Además del área de Toxicología de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP y el Instituto Argentino de Radioastronomía, que depende de la Comisión de Investigaciones Científicas, la UNLP y el Conicet, también participa el Ministerio de Transporte de la Provincia de Buenos Aires como impulsor y cofinanciador. (LUCIANA MAZZINI PUGA)