Adriana Serquis: “Apoyar la ciencia y la tecnología es mirar al futuro”
Economía del conocimiento: Argentina ya exporta más de USD 7.000 millones anuales
En Argentina las exportaciones asociadas a la industria del conocimiento alcanzaron en 2022 los USD 7.300 millones, un aumento de 20% en relación al año previo.
Se le llama “economía basada en el conocimiento”, “tecnologías de la información” (IT) y de muchas otras maneras, pero el nombre es lo de menos. Lo que realmente importa es que la tecnología sigue creciendo y parece no tener techo. Miles de empresas alrededor del globo se vieron impulsadas durante la pandemia de Covid-19, cuando la economía mundial se resentía y cientos de firmas se están afianzando hoy en la Argentina. Al mismo tiempo, el sector genera empleos a un ritmo que la oferta de personal calificado para cubrirlos no puede seguir. Se proyecta que el déficit laboral se profundizará en los próximos años. Ese contexto de alta productividad y poca mano de obra, conduce además a un escenario de salarios superiores al promedio y un nivel de rotación de recursos humanos particularmente alto. Todo apunta a que la tecnología seguirá avanzando a ritmo acelerado, incluso desplazando a otros sectores. Algunos analistas incluso advierten que las potencias económicas del futuro serán las economías que más desarrollen la economía del conocimiento. ¿Podrá la Argentina formar parte de ese grupo? A la hora de analizar al sector tecnológico local, hay datos estadísticos que dimensionan el potencial de crecimiento del sector. Sólo la industria del software logró una facturación por la venta de servicios al exterior de unos USD 2.500 millones, de acuerdo a un relevamiento de la Cámara de Empresas de Software y Servicios Informáticos (Cessi). Lo positivo, además de la tendencia de crecimiento, es que a nivel mundial las exportaciones de productos digitales superaron USD 800.000 millones en 2022; el margen para crecer es aún muy alto. En lo que respecta al mercado laboral los números también son claros. Según datos del Ministerio de Trabajo de la Nación, en los últimos cinco años se crearon más de 37.700 empleos en el país solamente en actividades de informática (sin contar al resto del sector TIC), lo que generó una expansión del 38,3 por ciento. Además, según datos de la Secretaría de Economía del Conocimiento, el sector tecnológico en su conjunto tiene un déficit constante de personal calificado estimado en 10.000 búsquedas anuales dentro del país, lo que da cuenta de la rápida salida laboral que tienen los estudiantes de tecnología. En base a esto, tanto el Gobierno nacional como las administraciones nacionales y municipales están incentivando a los jóvenes desde hace años para que se anoten en carreras de tecnología. Sin ir más lejos, el ministro de Economía, Sergio Massa, recordó el último jueves en una entrevista televisiva que en los últimos meses se entregaron 70.000 becas para nuevos programadores. “El objetivo es llegar a 300.000 jóvenes para que se preparen en esa carrera. El futuro está en la economía asociada a la tecnología”, aseguró. En los últimos cinco años se crearon más de 37.700 empleos en el país solamente en actividades de informática (Trabajo) Esa relación de mucha demanda laboral, con poca oferta, repercute por supuesto en los ingresos. De hecho, un estudio de la Cessi demostró, a través del Observatorio Permanente de la Industria del Software y Servicios Informáticos (Opssi), que los salarios del rubro IT duplican a los del sector privado en general y superan ampliamente al valor de una Canasta Básica Total (CBT) del Gran Buenos Aires. La mediana salarial (esto es, el punto medio del rango de distribución, aquel que deja al 50% por debajo y al 50% por arriba) de quiénes trabajan en sectores de base tecnológica fue de $347.000 brutos en enero de este año, mientras que la CBT llegó en ese momento a 172.000 pesos. Las diferencias se han seguido manteniendo a lo largo de los últimos meses y según un relevamiento de Manpower, los nuevos aspirantes a puestos en el sector IT son los que mejores sueldos iniciales piden. En julio, los empleados junios de tecnología y sistemas (quienes recién se están incorporando al mercado), pidieron ganar $242.651, un valor 21% por encima del resto de los sectores. Resta mucho por hacer y por ahora, Argentina está lejos de ser un referente tecnológico a nivel mundial. ¿Es imposible? no para los especialistas, pero sí hay mucho trabajo que hacer en el camino.Existe un déficit de 10.000 personas en puestos con formación especializada en tecnologíaQué estudiar para subir a la ola Se habla constantemente de que faltan talentos para satisfacer la demanda de la industria tecnológica. Ahora bien, ¿qué se necesita exactamente? Desde Intel aseguraron que la industria tecnológica demanda una diversidad de talentos con habilidades bien marcadas, que son las que impulsarán el cambio. “Las profesiones que encabezan la lista de demandas son los ingenieros y desarrolladores de software. Conforme la digitalización se instaura como la norma en cada sector, la capacidad de crear y mantener aplicaciones y sistemas tecnológicos adquiere una importancia fundamental”, explicó la Gerente de Desarrollo de Negocios de la multinacional. Para los expertos del área tecnológica, las mejores oportunidades a futuro estarán en la inteligencia artificial Para los expertos del área tecnológica, las mejores oportunidades a futuro estarán en la inteligencia artificial Por otro lado, Huarte contó que también están tomando protagonismo los talentos especializados en inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático, y con ellos, la demanda de profesionales con habilidades en ciencia de datos y análisis. “Los científicos de datos y los expertos en IA son los arquitectos de las decisiones basadas en estadísticas, creando modelos predictivos que desafían lo convencional y abren nuevas posibilidades”, detalló. “Se proyecta que para 2025 habrá una demanda de aproximadamente 97 millones de especialistas en la industria de Inteligencia Artificial en el mundo. En Intel, vislumbramos un futuro en el que la tecnología desempeñará un rol cada vez más significativo. La sinergia tecnología y seres humanos, potenciará nuestras capacidades y nos ayudará a tomar decisiones aún más acertadas”, agregó la especialista. Huarte mencionó además que la presencia de la Inteligencia Artificial está expandiéndose no solo en los negocios, sino en todas las áreas de la actividad humana. “Con el boom de la inteligencia artificial y la nube, se van a necesitar cada vez más especialistas en ciberseguridad. La constante digitalización requiere de talentos que garantizan la confianza en la economía digital para salvaguardar información crítica y proteger la privacidad de los datos de la complejidad de las amenazas cibernéticas en constante evolución”, aportó. Por su parte, Pablo Pereira sumó que la industria que esta en permanente evolución y se reinventa a mucha velocidad. “Hoy todo lo relacionado con plataformas de datos, con desarrollo de inteligencia artificial es lo más candente, pero una de las grandes características de esta industria es que es permite permanentemente aprender sobre lo aprendido, desarrollar capacidad sobre lo ya construido”, opinó. “Esa es la clave, la agilidad para entender para donde se está dirigiendo la necesidad. Y esta necesidad está siempre relacionada con la capacidad de poner en marcha nuevos y mejores procesos y casos de uso para compañías y usuarios finales”, concluyó el CEO de NTT DATA argentina. (Mariano Zalazar).
Exportan tecnología argentina para el cuidado del corazon
El holter es una de las tecnologías médicas más utilizadas para la detección temprana de este tipo de afeccionesEccosur es una empresa con 20 años de trayectoria que ha comercializado más de 10 mil holters en latinoamérica. El reciente dispositivo se utiliza en más del 60% de los estudios del país; se está exportando a Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Nicaragua, Paraguay, Perú y Uruguay. Además, tienen previsto que ingrese al mercado mexicano. Por su parte, Alex Lozano, director del Centro de Micro y Nanoelectrónica del INTI, agregó que “El instituto cuenta en su staff con diseñadores certificados por el Institute of Printed Circuits (IPC), como es el caso de Diego Brengi, que trabajó en el diseño del holter siguiendo normas y estándares internacionales en la temática ― que le agregaron valor a la tarea”. “Actualmente, continuamos trabajando de manera conjunta con Eccosur para sumarle al holter y al resto de los equipos que comercializa, conectividad a IoT (internet de las cosas), que permitirá no sólo compartir estudios de pacientes en la nube, sino también gestionar el uso del equipamiento médico en forma remota”, finalizó Lozano. Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo, con cifras que superan las 17 millones de defunciones anuales.
Comenzó la reunión de los BRICS
Los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) buscarán a partir del martes en una cumbre en Sudáfrica mayor proyección política y económica para este bloque de grandes potencias emergentes que representan el 23% del PIB mundial,

Otro orden mundial
El bloque, creado en 2009, se reúne una vez al año en una cumbre organizada por uno de sus cinco países miembros geográficamente distantes. El objetivo de estas citas es reafirmar el peso de estas economías con crecimiento desigual frente a Estados Unidos o la Unión Europea. El club promueve además el reconocimiento de un equilibrio económico y político mundial multipolar, que rompe con las organizaciones surgidas tras la Segunda Guerra Mundial, como el Banco Mundial o el FMI.Candidatos
Además de los cinco miembros oficiales del Brics, cerca de 50 países asistirán a la cumbre. Casi todos han solicitado la adhesión al bloque, y 23 de ellos que ya presentaron formalmente su solicitud de adhesión. Irán, Argentina, Bangladés, Egipto, Bolivia y Arabia Saudita figuran en la lista. Uno de los factores de atracción reside en el Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) creado en 2015 por el bloque, con la ambición de ofrecer una alternativa al Banco Mundial y al FMI. La estructura, con sede en la ciudad china de Shanghái, ya ha invertido 30.000 millones de dólares en proyectos de infraestructura y de desarrollo sostenible en los Estados miembros y otros países en desarrollo.El dilema Putin
La organización de la 15ª cumbre de los BRICS generó una oleada de tensiones en los últimos meses por la posible presencia del presidente ruso Vladimir Putin. Tras meses de especulaciones, Pretoria anunció en julio que Rusia estaría representada por su ministro de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov. Putin está bajo mandato de arresto de la Corte Penal Internacional (CPI) por crimen de guerra en Ucrania. Como miembro de la CPI, Sudáfrica se habría visto obligada a detenerlo en cuanto entrara a su territorio. Sudáfrica, cercana a Moscú desde la época en que la Unión Soviética aportaba su apoyo a la lucha contra el apartheid, rechazó condenar la invasión rusa de Ucrania de febrero de 2022.Sin dólares
Los cinco países, que representan el 18% del comercio internacional, critican la hegemonía del dólar en el comercio internacional. A principios de este año, Brasil y China firmaron un acuerdo bilateral para realizar intercambios comerciales en sus monedas locales.Clasificación propia de Universidades
Los BRICS anunciaron en julio su voluntad de crear su propia clasificación internacional de universidades durante una cumbre de ministros de Educación en Sudáfrica. Rusia considera en particular que se impide la inclusión de sus universidades por motivos políticos.Brazilian President Lula da Silva arrives in South Africa ahead of BRICS Summit. pic.twitter.com/Sg2DsFFeQ7
— BRICS (@BRICSinfo) August 21, 2023
Alberto Kornblihtt: El Conicet y el programa de Milei
Alberto Kornblihtt, biólogo molecular
En Argentina se desarrollan fármacos contra el cáncer y la esclerosis múltiple


NORA BÄR
Varios millones de personas en Argentina expuestas a aguas con arsénico. Nanopartículas para detectarlo


La vía Argentina al hidrógeno verde pasa por el etanol. Se desarrolló aquí para este submarino español
Qué es el Conicet, a qué se dedica y cuántas personas trabajan
El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), un ente autárquico que depende del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, es el principal organismo dedicado a la Ciencia y la Tecnología en la Argentina.
Su misión es la promoción y ejecución de actividades científicas y tecnológicas en todo el territorio nacional y en las distintas áreas del conocimiento. Fue creado por Decreto Ley N° 1291 el 5 de febrero de 1958, su primer presidente fue Bernardo A. Houssay -Premio Nobel de Medicina en 1947-, quien dirigió el ente por más de una década.
Instituido como organismo autárquico bajo dependencia de la Presidencia de la Nación, se dedica a brindar instrumentos para el conocimiento científico que van desde la Carreras del Investigador Científico y Tecnológico y del Personal de Apoyo a la Investigación, el otorgamiento de becas para estudios doctorales y postdoctorales, el financiamiento de proyectos y de Unidades Ejecutoras de investigación y hasta el establecimiento de vínculos con organismos internacionales gubernamentales y no gubernamentales de similares características.
Cuántas personas trabajan en el Conicet
Actualmente, se desempeñan en el organismo más de 11.800 investigadores, más de 11.800 becarios de doctorado y postdoctorado, más de 2.900 técnicos y profesionales de apoyo a la investigación y aproximadamente 1.500 administrativos. En total, suman 28.000 personas.
Trabajan distribuidos a lo largo del país -desde la Antártida hasta la Puna y desde la Cordillera de los Andes hasta el Mar Argentino- en sus 16 Centros Científicos Tecnológicos (CCT), 10 Centros de Investigaciones y Transferencia (CIT), un Centro de Investigación Multidisciplinario y más de 300 Institutos y Centros exclusivos del Conicet y de doble y triple dependencia con universidades nacionales y otras instituciones.
-Becarios: son egresados de la universidad que desean seguir estudiando. Su próxima meta será el doctorado para generar mayor transferencia de conocimiento y mejorar la calidad de sus investigaciones. Al finalizar su doctorado los becarios pueden ingresar a la Carrera de Investigador Científico del Conicet y trabajar en Institutos.
-Investigadores: los miembros de la Carrera del Investigador Científico y Tecnológico (CIC) tiene formación universitaria y se dedican en forma exclusiva a la investigación original y creadora. Además, les enseñan a futuros investigadores.
-Profesionales y técnicos: los miembros de la Carrera del Personal de Apoyo (CPA) brindan y realizan asesoramiento técnico a grupos de investigación y colaboran con la puesta en marcha de los programas de investigación y desarrollo. Trabajan bajo la supervisión de investigadores del Conicet
-Personal administrativo: está dedicado a tareas de conducción, coordinación y apoyo administrativo a las actividades de ciencia y tecnología en todos sus niveles; tales como gerentes, directores y coordinadores, jefes de departamento, profesionales y expertos en temas de gestión, administrativos y de servicios generales.
La actividad del Conicet desarrolla en cuatro grandes áreas del conocimiento:
-Ciencias Agrarias, de Ingeniería y de Materiales
-Ciencias Biológicas y de la Salud
-Ciencias Exactas y Naturales
-Ciencias Sociales y Humanidades
También tiene una dependencia transversal de Tecnología que comprende cualquiera de las disciplinas mencionadas aplicadas al Desarrollo Tecnológico y Social y Proyectos Complejos.

Después de 65 años de existencia, el Conicet constituye uno de los núcleos nacionales en materia científica y tecnológica:
-Integra investigadores de todas las áreas disciplinarias, quienes desarrollan sus tareas mayoritariamente en Universidades Nacionales, en organismos de investigación en ciencia y tecnología y en Unidades Ejecutoras propias o en asociación con otras instituciones.
-Promueve la investigación y el desarrollo científico-tecnológico en todo el país.
-Cuenta con un sistema de evaluación actualizado según la experiencia propia e internacional acumulada. Este sistema de evaluación participativo y riguroso, contempla y pondera la calidad de los proyectos de investigación presentados, la productividad derivada de ellos, así como la trayectoria de individuos y grupos de investigación.
-Representa una fuente de información y asesoramiento tanto para los distintos estamentos del Estado Nacional como para la actividad privada.
Entre sus objetivos se encuentra:
-Fomentar y financiar la investigación científica y tecnológica y las actividades de apoyo que apunten al avance científico y tecnológico.
-El intercambio y la cooperación científico-tecnológica, otorgar subsidios a proyectos de investigación y pasantías y becas para la realización de investigaciones.
-Organizar y financiar institutos, laboratorios y centros de investigación.
-Brindar asesoramiento a entidades públicas y privadas en el ámbito de su competencia.
Reacción en el área de la salud pública ante los resultados de las PASO
El ministro de Educación Perczyk visito la planta de baterías de litio de la UNLP
Un collar para controlar pulgas, garrapatas y parásitos internos de las mascotas
- Un grupo interdisciplinario de científicos del Conicet y la CIC están poniendo a punto un innovador collar para perros y gatos
- Sirve contra los principales parásitos externos, como pulgas, garrapatas y mosquitos; pero también internos.
- Otros profesionales crearon una app para que el dueño de animales pueda prepararles comida casera equilibrada.

Innovación en collares
“Hasta ahora los collares antiparasitarios que existen en el mercado, acá y en otros países, solo logran proteger a nuestras mascotas de la acción de los parásitos externos, como pulgas, garrapatas o mosquitos, que les transmiten diversas enfermedades”, contó Laura Moreno, investigadora que trabaja en el Centro de Investigación Veterinaria de Tandil (Civetan), un organismo que también depende de la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires. Y la experta recordó que los otros métodos usuales al que hoy deben recurrir los dueños de mascotas para combatir estas plagas externas es el uso periódico de la “pipeta” o un baño con productos especiales y píldoras contra los internos. Pero los investigadores del Civetan y sus pares del Centro de Investigaciones en Física e Ingeniería del Centro de PBA (Cificen) –en total integran un equipo de 15 expertos– decidieron dar un paso más para lograr la prevención de la buena salud mascoteril. Para esto están combinando colocar, en un mismo collar de una matriz plástica, varios medicamentos distintos capaces de eliminar parásitos externos pero también internos. Según Torres, “lo que estamos haciendo es incorporar en un producto hecho de polímeros con forma de collar tres fármacos con principios activos y efectos diferentes. El collar irá “liberando” las diversas moléculas lentamente y esa combinación se irá absorbiendo y actuando para controlar los parásitos”. Según los cálculos del grupo, los compuestos que va desprendiendo el dispositivo se distribuyen sobre la piel del canino. Uno de los fármacos elegidos es muy efectivo para lograr el control de nematodos, el parásito intestinal más común en perros. Tras ser liberado, es absorbido por la piel y luego viaja por el torrente sanguíneo hasta llegar y actuar en el lugar donde se concentran los parásitos internos, en el intestino.Hasta ahora hicieron pruebas detalladas con media docena de perros y los resultados fueron satisfactorios. Y la idea del equipo es llegar al primer trimestre de 2024 con un modelo ya puesto a punto y probado en una veintena de ejemplares. Luego harán la transferencia de la licencia del producto a una empresa privada –una pyme de Tandil– que se encargará de fabricarlos en serie y distribuirlos en veterinarias, petshops y el resto del mercado de productos para mascotas. Cuando finalmente este avance esté completo, el costo del producto debería ser competitivo con los costos sumados de los tratamientos actualmente disponibles, pero aportando la ventaja de la eficiencia y la simplicidad de poder alcanzar una desparasitación completa con un único tratamiento. Finalmente, Moreno contó que, en una segunda etapa, esperan diseñar otro modelo de collar para ser utilizado contra los parásitos que afectan a los gatos domésticos.
En los cálculos del equipo del Civetan, la versión final será capaz de proteger a los animales por un lapso de dos meses, luego de lo cual habrá que reemplazar al collar por uno nuevo. Y destacaron que entre las ventajas de poder diseñar un producto innovador desde el inicio es que pueden adaptar el dispositivo para lograr un único modelo que sea “ajustable”, de manera que libere las dosis y concentraciones de fármacos adecuadas al tamaño y peso de la mascota en la que se lo coloca. Y que el perro, o gato, quede perfectamente desparasitado.MASCOTAS SALUDABLES: QUÉ TENER EN CUENTA EN LA ALIMENTACIÓN Y QUÉ EVITAR
Una app para lograr una dieta balanceada
Desde hace años el alimento balanceado se convirtió en la opción más simple para alimentar a las mascotas. Pero de la mano de la tendencia hacia la alimentación “natural”, y también por el elevado costo de estos alimentos, mucha gente está explorando el regreso a la comida “casera” para darles a sus perros o gatos. “Esta idea plantea el desafío para la salud animal de combinar –en forma casera– la cantidad y el tipo de ingredientes para que el resultado final sea una ración que le asegure una dieta balanceada en tipo y cantidad de nutrientes esenciales”, planteó Raúl Ayala, veterinario egresado de la Universidad del Litoral. Ante esa situación, con el apoyo de la Universidad y junto a un socio, desarrollaron MUU App Nutrition, una app gratis, que se instala en el celular y que funciona como guía aportando información probada. “Se ingresa en la app el peso, tamaño y edad del animal y los ingredientes disponibles que se quieren usar para preparar la comida. Luego la app sugiere recetas, porciones, categorías de alimentos y también la combinación y cantidad adecuada de todos los nutrientes necesarios para una comida nutritiva para la mascota.
Siemens pierde en su industria eólica 4.500 millones de euros al año. AgendAR cuenta qué pasó con IMPSA
El costo financiero de décadas de inacción climática y los riesgos inherentes de apresurarse para ponerse al día quedaron al descubierto este mes, cuando un gigante industrial alemán pronosticó una pérdida anual asombrosa de 4.500 millones de euros.
Los problemas de Siemens Energy AG provienen principalmente de dificultades técnicas con una nueva generación de turbinas eólicas terrestres. La energía eólica es vital para reducir las emisiones de carbono, y la industria se ha apresurado a lanzar máquinas más grandes y poderosas.
El negocio eólico de Siemens Gamesa se movió demasiado rápido y ahora ha descubierto vibraciones anormales en las aspas y los rodamientos que pueden tener que ser reemplazados. Aunque los modelos afectados representan solo el 4% de su flota instalada, los costos directos de solucionar estos problemas se estiman en 1.600 millones de euros. La compañía enfrenta costos adicionales inesperados relacionados con el aumento de la producción de turbinas marítimas, así como otros efectos fiscales desfavorables. El analista de Bernstein Research, Nicholas Green, ha denominado de manera evocadora a los problemas “turbinegeddon” (el Armagedón de las turbinas).
La industria eólica debería estar en auge, pero en cambio está atrapada en una red de abundantes problemas. Los proyectos a menudo se retrasan debido a la burocracia y el rechazo de las comunidades locales, mientras que los contratos firmados hace años se han vuelto demasiados caros debido a la inflación de costos de materiales y logística. Las empresas chinas que dominan su mercado interno buscan cada vez más expandirse en el extranjero, ejerciendo presión sobre los precios.
Una preocupación aún mayor es que las nuevas turbinas (cada vez más poderosas) pueden resultar poco confiables y cada vez son más las nuevas irregularidades en pequeños componentes que pueden provocar malfuncionamientos. Los rotores de un modelo terrestre de alta potencia nominal abarcan 170 metros.
La góndola en una turbina tripala de eje horizontal convencional es la estructura que carga con las aspas, las cajas de engranajes de multiplicación, los sistemas de refrigeración, control y seguridad, y las dínamos. Esta pieza puede pesar varias cientos de toneladas, y si se trata de una máquina «Direct Driven», el doble que en una con caja multiplicadora.
Los diseños últimos son siempre mayores que los anteriores, y en el caso de las turbinas marinas, donde no hay vecinos que se molesten con el ruido aerodinámico y mecánico, el único límite al gigantismo lo impone la resistencia de los materiales, que en general son aeroespaciales.
No hace falta decir que no es sencillo reparar equipos masivos a gran altura y compensar a los propietarios de parques eólicos por la producción de electricidad perdida. Aunque Siemens Energy podría recuperar algo de dinero de subcontratistas y proveedores, la mayoría de los riesgos financieros a menudo recaen en el fabricante.
Vestas Wind Systems y General Electric también han tenido problemas de garantía, pero no se puede concluir necesariamente que toda la industria tenga este mismo problema, al menos no en la misma proporción. La española Gamesa tiene muchas dificultades internas: el negocio ha experimentado seis cambios de liderazgo en igual cantidad de años, según señala Bernstein. La supervisión de su cadena de suministro y la comunicación sobre posibles problemas parecen haber sido deficientes.
Lamentablemente, los últimos problemas se hicieron evidentes solo después de que Siemens Energy completara la compra de 4.000 millones de euros de las acciones minoritarias de su hasta entonces asociada Gamesa en diciembre, lo que aseguró que aún más del riesgo financiero recayera sobre sí misma. Por su parte, como empresa gigante de diversas ingenierías, además de la electrógena, durante más de un siglo y medio, Siemens está buscando reducir su participación en Siemens Energy. Por ahora posee una participación del 32%, distribuida en la compañía y su fondo de pensiones.
Siemens Energy tiene la fortuna de que el resto de sus actividades, que incluyen turbinas de gas y conexiones a la red eléctrica, están funcionando bien. El impacto financiero de solucionar los problemas técnicos también se distribuirá en varios años. La dirección ha descartado la posibilidad de aumentar el capital.
Sin embargo, los fabricantes de turbinas pueden decidir que necesitan aumentar los precios y avanzar más lentamente para evitar problemas similares. Siemens Energy está siendo más selectiva en la aceptación de pedidos y ha retrasado las entregas de turbinas hasta que pueda resolver los problemas actuales. La dirección también ha prometido “priorizar la estabilidad y la rentabilidad antes que el crecimiento”.
Estos eventos también podrían aumentar el costo de capital de las compañías eólicas debido a los temores persistentes de que surjan problemas con más turbinas; Siemens Energy ha perdido más de 6 mil millones de euros de valor de mercado desde que los problemas se revelaron por primera vez en junio. Estos efectos tenderán a frenar la transición energética justo en el momento en que necesitamos acelerarla. Es el tipo de cosas que suceden cuando se ignora un problema masivo (el cambio climático) durante décadas y luego se corre para ponerse al día.
AgendAR añade su propia leña al fuego:
La nota de arriba es de un eurocentrismo arrobador: el mundo sólo existe como amenaza de cambio climático y de competencia china. Miremos un poco la cosa con ojos mas sudacas. Aquí hubo una firma argentina extremadamente sólida, la metalmecánica mendocina Pescarmona, IMPSA, que incursionó en eólica en Brasil y quebró por un tema de «tierras raras» oriundas de China. Eso del monopolio chino actual de ese grupo de elementos químicos es un tema que el ingenuo autor del artículo precedente no quiere tocar ni con la punta de un palo. Haciéndola corta, apalancada en su monumental éxito mundial en turbinas hidráulicas y grúas, IMPSA empezó el siglo metiéndose en turbinas eólicas, una industria que venía creciendo entre un 15 y un 20% anual en todo el mundo y desde los ’70. IMPSA diseñó y construyó cuatro modelos verdaderamente grandes para ser una firma novata y para mostrarlas hace un cuarto de siglo: la máquina IWP 70 arrancó con 1,5 MWe, y la última, la IWP 100.ar era de 2 MWe. Esta última tenía una torre de 85 metros de alto a la altura del rotor, y las palas barrían un diámetro de 103 metros. En 2000 esas todavía eran cifras que te despeinaban. Como no había leyes de promoción demasiado efectivas en Argentina, IMPSA montó su fábrica -IMPSA-WIND- en Brasil, donde sí las hay. Y ojo, son restrictivas. Si sos Vestas o Gamesa o IMPSA, vendés las turbinas que quieras en el inmenso mercado brasuca, pero a condición de que se fabriquen al 100% en territorio brasuca, y con cadena de proveedores y recursos humanos locales, es decir brasucas. Después de eso, si querés repatriar ganancias, todo bien, pero la plata en serio quedó en casa. Bien por los brasileños, ojalá alguna vez los imitemos y dejemos de importar equipos 100% hechos en el exterior, para crear empleo calificado… en Dinamarca, Alemania, España y Estados Unidos. Pero según va la política criolla, especialmente las post-PASO, antes van a criar pelos las ranas. IMPSA es Gardel en sistemas electromecánicos con engranajes y en dinámica de fluidos, por su mucho kilometraje hidráulico. Pero la firma se aventuró con el tipo más avanzado de turbina de eje horizontal: la Direct Driven, inspirada de las firmas alemanes Wobben y luego Enercon, que te ahorra el enorme peso y las complicaciones dinámicas y térmicas de la caja multiplicadora. Ésta acelera los giros más bien lentos de una hélice gigante a las 1800 revoluciones por minuto mínimas necesarias para excitar la generación de electricidad. La caja de multiplicación de una turbina convencional está sometida a esfuerzos titánicos, tiene alto desgaste, necesita de un radiador para que no hierva o se incendie el lubricante, y pide mantenimiento constante. Pero la tecnología Direct Driven, aunque te libera de este problema, te obliga a desarrollar un gigantesco anillo de imanes permanentes que en realidad aumenta el tamaño y el peso de la góndola. Montarla en lo alto de la torre se vuelve todo un problema. Y además, necesita de unos imanes de la gran siete, muchos más y mucho más potentes que los de un generador común de trifásica. Para reconocer una Direct Driven, basta reconocer una góndola con una forma más o menos de cebolla, con una sección frontal mucho mayor que la de una flaca turbina tradicional. Las Direct Driven no abundan en el mercado. Muchos fabricantes las evitan para evitarse líos de propiedad intelectual con los alemanes, a los que sólo les falta patentar el viento. Pero uno de los mayores y mejores motivos para ir de cabeza al diseño tradicional con caja multiplicadora es el tema de los imanes del conjunto rotor-estator. Siempre fueron horriblemente caros, pero hoy, cuando el autodenominado Occidente le declaró la guerra comercial a China, y la viene perdiendo… hoy ni te cuento. Para que los imanes alcancen una intensidad de campo magnético interesante necesitan de aleaciones de hierro con neodimio y boro (ésta es una familia de magnetos), o de hierro con samario y cobalto (ésta es la otra). Cada familia tiene sus méritos y problemas: los magnetos con neodimio boro dan unos campos magnéticos fabulosos, pero estos se evaporan al primer recalentamiento. Los de samario cobalto dan campos más débiles pero se aguantan los picos de temperatura, aunque son muy vulnerables a la corrosión. El neodimio y el cobalto tienen -perdón por insistir- precios escalofriantes. Y cada vez más. A un comprador emergente, como IMPSA, los chinos -casi los dueños mundiales de las tierras raras- y las «tradings» que dirigen la explotación del cobalto congoleño les hacían mal precio. Dentro de un diseño más bien ambicioso como el Direct Driven, IMPSA optó por economizar en estos metales carísimos y el ahorro costó caro, porque las turbinas se frenaban y se engranaban con facilidad. Cuando la indisponibilidad simultánea de turbinas era demasiada en cualquiera de los muchos parques de los concesionados por los estados costeros de Brasil a IMPSA, las distribuidoras eléctricas enarbolaban el contrato y dejaban de pagar. Tomá mate. Esto desencadenó cadenas de eventos financieros más complejos que llevaron finalmente a IMPSA a la quiebra, y a ser rescatada por el Banco Nación, actualmente copropietario mayoritario del paquete de acciones de la centenaria firma. El estado le salvó la vida a 750 ingenieros, técnicos y obreros MUY calificados. ¿Habrán votado por «La Libertad»? Siemens Energy. con 92.000 empleados también muy capacitados, no va a quebrar por los problemas técnicos de sus gigantescas turbinas marinas. No lo va a hacer por lo mismo que no quiebra Boeing en EEUU, pese a los demasiados problemas y accidentes de su modelo 737-800 MAX. Cada una es una compañía «de bandera» para su estado nación, y su caída afectaría las exportaciones de otras firmas tecnológicas de cada país. Si cierra Boeing se venderán menos I-phones, si cierra Siemens Energy se venderán menos Audis, BMWs y Mercedes. Y del impacto de tales cierres en industrias de defensa, mejor ni hablar. Si cerraba IMPSA, en cambio, sencillamente cerraba Mendoza. Lo que es más grave, porque no es fácil vivir del vino, del turismo y de la fruta cuando el cambio climático está dejando los oasis de esa provincia sin agua, y el 94% de la superficie provincial, hacia el Este, históricamente fue siempre inhabitable por la permanente falta de lluvias a sotavento de los Andes. SIEMENS enfrenta desafíos menos manejables que su propensión al gigantismo, y la lunática y angelical buena leche del estado alemán para sobreequiparse en energía eólica. Que en la UE ahora sólo sea factible construir parques eólicos off-shore es consecuencia del paso del tiempo. Los vecinos que las vieron llegar con alegría a sus conurbanos y aldeas en 1970, eran jóvenes y hippones. Hoy son viejos y rezongones, y aunque sigan muy ecologistas no se bancan esos chirridos de engranajes, ni el wuush-wuush-wuush de las palas, ruidos de baja frecuencia pero de muchos decibeles. De modo que los «länder», es decir las provincias, han mudado el problema de convivencia mar afuera, a 20 o más kilómetros de la costa. El Mar del Norte es bastante bajo y se puede anclar las turbinas en el fondo, y meterles torres que rascan las nubes y palas que barren círculos de 200 metros y más. El viento mar adentro es más constante y parejo. Eso sí, los costos de construcción, de montaje y mantenimiento «off-shore» se van un poco al requinto demonio, en parte por el tamaño desaforado de los componentes, en parte por la feroz corrosión de los metales en el ambiente marino. Pero no puede haber peor momento para ser un gran comprador occidental de tierras raras. China, que no tiene mucho más que el 30% del stock geológico mundial de las necesarias en este caso, el neodimio y el samario, sin embargo se volvió la dueña del 90% del mercado global, por una decisión de estado probablemente no consultada con los libertarios (allí no los hay). Por eso China produce 300.000 toneladas años de óxidos de tierras raras, 6 veces más que los EEUU. En Europa prácticamente no hay tierras raras, sólo políticas raras. Y las tierras raras son un cuello de botella para la industria eólica y automotriz. ¿Cómo sucedió esto? Los chinos concentraron en sus manos la minería, el refino y la fabricación de aleaciones y magnetos, e hicieron quebrar a fuerza de precio a los proveedores locales de Occidente. Y las firmas occidentales como Siemens se creyeron el verso de que en los ’90 había llegado la economía global, y podrían comprar eternamente materiales y componentes «de anaquel», dado que el mundo era un supermercado gigante y los estados nacionales estaban perdiendo sentido. Pero China no perdió sentido, o al menos no el sentido común, al menos no todavía. En respuesta a los múltiples candados y cerrojos comerciales que le viene aplicando EEUU desde tiempos de Trump, con obvio acatamiento de la UE, ahora China está desabasteciendo de tierras raras a EEUU y la UE. Malas noticias para Siemens, pero también para Tesla, y para todos los fabricantes de artículos eléctricos que usan grandes imanes. Ni te cuento de los fabricantes de grandes baterías. Sorry, Elon, nothing personal, just business. De modo que cualquier ingeniero electromecánico mendocino sabe bien de qué pata está rengueando Siemens Energy en estos momentos. Lo sabe mucho mejor que el insustancial periodista técnico y económico europeo que firma lo que Ud. leyó hace un rato. Al menos hoy. Venite a Mendoza, chango, y te batimos la justa. Y los tintos son mejores que en tu tierra. El elefante en la habitación del que no se habla, y menos en Alemania, es que este siglo ese país multiplicó y mejoró su parque eólico, pero eso no multiplicó ni mejoró la calidad del viento. En cifras crudas, en 2000 Alemania ya era un fabricante eólico líder y tenía 6097 MWe instalados con buenas máquinas, lo que le permitió generar 9513 gigavatios hora, con un factor de capacidad del 17,76%, bastante malo. En 2021 tenía más de 10 veces la capacidad instalada de principios de siglo, con 63.685 MW desplegados en tierra y mar, y produjeron 111.734 gigavatios-hora, con un factor de capacidad del 19,97%. Mejor que el de 2000, pero no tanto mejor. El que no mejoró es el viento. Esto significa que las máquinas no sólo son más sino que son mejores y más resistentes, pero no pierden la maldita costumbre de no funcionar sin viento, (al menos, debajo de ciertos mínimos). Y cuando éste es tormentoso y excede los 14 m/s o velocidades similares, es mejor enclavar la turbina y poner las palas «en bandera», la posición en que generan la menor resistencia aerodinámica posible, como para que el empuje brutal del aire no voltee la torre. Cosa que de tanto en tanto, sucede. En la cruda práctica, esto significa que por mucho que te sobreequipes de turbinas, hay una cantidad de tiempo anual en que no funcionan, en general por falta o exceso de viento, pero inevitablemente también por mantenimientos previstos y desperfectos imprevistos. Todos estos incisos son los números que liman los factores de capacidad. Si en 2021 este factor en Alemania estuvo en 19,97% con las turbinas funcionando a potencia nominal, es decir máxima, es que el 80,03% del año las eólicas estuvieron paradas o casi, y en general de modo no muy predecible. Y es que el viento se puede pronosticar con razonable exactitud por estaciones e incluso por meses, pero no entre las 9 de la mañana, y las 9 y cuarto. El viento no es simplemente un recurso intermitente, es también bastante impredecible en el tiempo real. El 80,03% de 2021 equivale a 292 días con las turbinas haciendo nada, y Alemania pegándole a lo pavote al gas ruso y a su propio carbón de hulla, al carbón lignito, y a la hulla el lignito de Polonia y de media Europa Central. Ese 80,03 de indisponibilidad significa la mayor emisión de carbono por cabeza de habitante de todo el continente. A eso los alemanes lo llaman «Energiewende», o transición energética. No se sabe bien a qué demonios, pero transición. Suena glorioso. Peor aún, las centrales de gas ruso había que tenerlas prendidas y calientes pero desconectadas de la red eléctrica, para hacer de «respaldo caliente» de las eólicas, a espera de que el viento se cayera y hubiera que conectarlas de apuro. Mucho respaldo caliente implica importación al cuete y contaminación al cuete, que las autoridades energéticas alemanas y el Partido Verde prefieren no contabilizar. En 2022 el gas ruso dejó de llegar, al menos por derecha, y en su necesidad de evitar que las ciudades se congelaran o entraran en apagón, Alemania -que ya venía abriendo minas de carbón cerradas hacía medio siglo- empezó a erradicar ciudades y aldeas centenarias porque bajo las patas de los habitantes había carbón inexplotado. Los vecinos, probablemente buenos ecologistas, llenaron las calles de barricadas y el Ministro de Transición Energética mandó a que la policía los cagara a palos y gases. Se los llevaron de arrastrón en camiones y les demolieron las casas. Pero entre tanto, Alemania terminó de cerrar sus 19 excelentes centrales nucleares, todas de ingeniería propia, y cuyos factores de capacidad andaban regularmente cerca del 95% e incluso por arriba. Impresiona un poco, en comparación con el 19,97% de capacidad que rindió el viento en 2021. Antes, e inspirada por la misma religión, la RFA (la República Federal Alemana) había cerrado las 5 centrales VVER 400 soviéticas construidas en los territorios de la vieja RDA, o Alemania Oriental, también con factores de capacidad superiores al 80%, y que son de la mejor ingeniería nuclear existente en los ’80. Ninguna de las 26 centrales atómicas que se cerraron, unas por demasiado nucleares y otras por demasiado comunistas (un agravante, sin duda), tuvo jamás un accidente nuclear o radiológico. Algunas personas que no terminan de entender la diferencia entre electricidad «de base» y «de punta» están a cargo de Alemania desde hace décadas, y esa dirigencia se concentra en Los Verdes y el Partido Socialdemócrata. Estamos hablando de gente con doctorados en ciencias duras. Marx, que era un entusiasta de la ciencia y la tecnología, se revolvería en su tumba al saber que estos imbéciles se consideran científicos, y de yapa, «de izquierda». Las diferencias entre base y punta son sencillas para cualquiera que haya terminado una primaria argentina. La electricidad de base te da el piso para la existencia urbana e industrial, es la disponible 24×7, pulsás la tecla, hay luz. La «de punta» se puede vender mucho más cara y si es renovable, con muchos subsidios, pero sólo cuando hay recurso. Y el problema eterno de las redes eléctricas es que la electricidad se produce a demanda instantánea de las variaciones de consumo. ¿Es imposible almacenarla? No, pero es carísimo y técnicamente problemático. Lo que funciona bien para almacenar electricidad son las centrales hidráulicas de bombeo, como la de Río Grande, en Córdoba, en el valle de Calamuchita. Se hizo en tiempos del tercer gobierno de Perón para almacenar en forma local los enormes excedentes nocturnos de producción eléctrica de la vecina central nuclear de Embalse, y venderlos en las horas de alto consumo, la madrugada y el atardecer. La electricidad en Río Grande se almacena bombeando agua desde un lago a baja altura (Arroyo Corto) hasta otro en la cresta de una serranía (Cerro Pelado), 185 metros más arriba. La energía se libera largando el agua cuesta abajo por los descomunales túneles de enlace. Las mismas bombas que elevaron el agua funcionan como turbinas cuando ésta baja. Es tecnología confiable, pero cara -con mucha tunelación en piedra dura- y sólo desplegable donde hay ríos represables y sierras. No fue fácil construir Río Grande: diez años de obra. Hecha por Agua y Energía, empresa de la Nación. Obviamente esto de almacenar excedentes de electricidad limpia de carbono (la de Embalse lo es) en centrales de bombeo anda mucho mejor que las gigantescas baterías de iones de litio a pie de torre que le vende Tesla a los australianos. Éstas se incendian espontáneamente con demasiada frecuencia, además de costar un ojo. Tiene alguna lógica: las baterías recargables de litio se diseñaron para darle potencia a celulares y computadoras, y eventualmente a automóviles, todos objetos móviles y bastante más chicos. Tal vez tengan más futuro las baterías de hierro, mucho más pesadas y de menor densidad energética, pero capaces de almacenar días enteros de electricidad. Seguro que serán más baratas, pero su problema es que la carga y descarga son leeeentas, y una red eléctrica muy dependiente del viento necesita una respuesta rápida cuando éste se plancha. Por eso el litio no va a salvar la electricidad eólica, ni ésta el planeta. Nothing personal, Elon, just business. Y por eso las decisiones estratégicas sobre energía las deben tomar los estados y no el mercado: tiene menos chances de cagarla. Nothing personal, Milei, just business. Se podría acumular electricidad eólica en el sitio de mayores velocidades y constancias de viento del subcontinente, la estepa patagónica, sin batería alguna, por menos plata y con cero obra de tunelería, porque la inversión en obra civil y eléctrica ya está hecha. El acumulador lógico sería la cadena de lagos de los ríos del Comahue. Bastaría con que los excedentes de electricidad generada por los parques eólicos privados de la zona se almacenen. Esto se lograría simplemente dejando de turbinar agua en las represas, lo que además mejoraría las reservas para enfrentar la temporada crítica de la electricidad argenta, el verano. Y es bueno almacenar agua siempre, toda vez que se pueda, porque al margen de oscilaciones Niño-Niña, el recalentamiento global hace que los Andes Patagónicos tengan cada vez menos lluvias y nieves. Para implementar los embalses del Comahue como acumuladores de energía eólica, las represas deberían regresar a la propiedad del estado federal, que las construyó a través de la empresa Hidronor. Por motivos obvios, los dueños privados quieren turbinar siempre y cobrar siempre. El momento de recuperar esas represas es ahora que se están venciendo los contratos de concesión que firmó Menem un minuto antes de disolver Hidronor, que las construyó y que las operaba bien y con ganancia para el estado. Pero según va la política criolla, antes de que suceda, eso van a criar pelos las ranas. Volviendo a Alemania y a las tribulaciones de Siemens Energie, multiplicar parques eólicos que dan electricidad intermitente e impredecible, y querer suplantar con eso a plantas que funcionan al 100% de su capacidad nominal unos 330 días por año en forma planificable, es un absurdo. Es el equivalente de creer que con 20 pares de guantes pero en bolas vas a estar abrigado, aunque lo que te haga falta sea más bien un sobretodo. El mito de la energía renovable como fuente de base te lleva a volverte muy contaminante para todo el resto del planeta a puro carbón, y a destruir tu propia democracia a porrazos y culatazos para favorecer a las mineras, al mejor estilo alemán. Mientras en el NOA destruimos nuestra democracia a porrazos y culatazos para favorecer a las mineras, de modo que Elon y los alemanes sigan creyendo que la energía eólica va a salvar al mundo, si les regalamos el suficiente litio. Dicho esto para que se entienda que la Siemens está en problemas más hondos que la propensión a la ruptura de sus máquinas eólicas demasiado gigantes, o al despliegue demasiado rápido de las mismas. Tienen problemas porque viven en y de un modelo energético profundamente anticientífico, que en última instancia se sostiene con una tremenda violencia social. El año pasado, el parque eólico alemán creció un 46%. Con el resultado de que el país quema cada vez más carbón y desaloja más población rural agrupada. Siemens, como se ve, está arañando muchos límites a la vez, y algunos los pone China y otros los ponen la química y la física. Y Siemens no tiene totalmente la culpa de todo ello. Fue en 1990 que, para estar a tono con los tiempos, vendió KWU, su empresa nuclear, a Francia. Luego, con el paso del tiempo, sus recursos humanos en la materia se jubilaron o se murieron. Hoy la CNEA, NA-SA e INVAP entienden mucho más de centrales nucleares que Siemens. Un problema, el de esta firma que se cortó la cabeza en 1990 con la venta de KWU, porque el átomo es la mejor fuente de electricidad de base libre de emisiones de carbono. De modo que antes de compadecerse de Siemens Energie, es bueno ver la foto completa del problema completo. El problema, por ahora, es ese país, Alemania. ¿Y por casa, cómo andamos, compatriotas?Daniel E. Arias
Investigadores de la UNSAM avanzan en un proyecto para robotizar procesos de laboratorio


Matías Alonso
Economía prepara un programa para fomentar la fertilización nitrogenada del trigo
El documento oficial no incluye a la cebada –el otro gran cereal de invierno que requiere una importante inversión en fertilización– y menciona al maíz, pero no explica cómo se aplicará el programa en el caso del cultivo estival.
En total, el programa contempla un monto máximo por realizar de 8900 millones de pesos, una cifra que, considerando el tipo de cambio de mercado (“contado con liquidación”), es equivalente actualmente a menos de 15 millones de dólares. Australia reducirá su presencia en la Antártida por recortes presupuestarios. Temen que afecte la investigación del cambio climático
Proyectos congelados
En julio, la dirección de la AAD comunicó por correo electrónico a su personal la necesidad de reducir en un 16% su presupuesto anual de funcionamiento para el próximo año. El personal de la AAD ha confirmado a Nature que varios proyectos previstos desde Davis y Mawson no se llevarán a cabo esta temporada, entre ellos los estudios sobre el espesor del hielo marino y el hielo marino continental, es decir, las grandes capas de hielo que están «sujetas» a la costa o al fondo marino. Nathan Bindoff, oceanógrafo físico de la Universidad de Tasmania, en Hobart (Australia), dice que se quedó «atónito» cuando se enteró de los recortes. «Es mucho dinero -incluso en un programa muy grande- para absorber», afirma Bindoff, que dirige el Australian Antarctic Program Partnership, que colabora con la AAD para comprender el papel que desempeña la Antártida en el sistema climático mundial y las implicaciones de esta relación en los ecosistemas marinos. El 27 de junio, los datos del Centro Nacional de Datos sobre Nieve y Hielo de Estados Unidos mostraron que el hielo marino que rodea la Antártida había alcanzado una extensión invernal mínima récord de 11,7 millones de kilómetros cuadrados, más de 2,5 millones de kilómetros cuadrados por debajo de la media para la misma época del año entre 1981 y 2010. Aunque los investigadores esperan que el hielo marino disminuya a medida que se intensifica el cambio climático, su drástica caída este año ha sido una sorpresa, afirma Abram. Ahora, más que nunca, los investigadores necesitan estar sobre el terreno en la Antártida para comprender mejor qué está provocando la repentina disminución del hielo marino, afirma. «Realmente necesitamos llegar allí para hacer esas mediciones físicas». Abram añade que las lagunas en los datos de seguimiento a largo plazo dificultarán a los investigadores comprender cómo están cambiando los sistemas antárticos a medida que aumentan las temperaturas, sobre todo en la parte oriental del continente, relativamente poco estudiada, donde tiene su sede la división australiana. Los investigadores de la AAD contactados por Nature que se verán afectados por los recortes declinaron hacer comentarios oficiales sobre el impacto en su trabajo, aunque varios expresaron su consternación. Craig Stevens, oceanógrafo físico del Instituto Nacional de Investigación Acuática y Atmosférica de Auckland (Nueva Zelanda), afirma que el seguimiento de los cambios estacionales en el espesor del hielo marino es importante para comprender cómo están cambiando los patrones climáticos. Para ello es necesario realizar mediciones constantes a lo largo de los años, que proporcionen la «información crítica que necesitamos para entender cómo está cambiando el planeta», afirma. «Reducir la investigación sobre el hielo marino creo que es un verdadero revés para todos nosotros». Bindoff añade que los recortes dificultarán a los investigadores determinar si los recientes cambios en la extensión del hielo marino invernal son irreversibles. Aunque algunas mediciones del hielo marino pueden realizarse mediante técnicas de teledetección, para determinar el grosor del hielo y su interacción con el océano y la atmósfera es necesario que los investigadores realicen mediciones sobre el terreno. «Probablemente llegaremos demasiado tarde para abordar algunas de estas cuestiones». Christian Haas, investigador del hielo marino del Instituto Alfred Wegener del Centro Helmholtz de Investigación Polar y Marina de Bremerhaven (Alemania), que colabora con los investigadores de la AAD, afirma que será importante que otras naciones continúen sus investigaciones sobre el hielo marino en otras partes de la Antártida. Añade que los próximos recortes de la AAD probablemente tendrán un efecto dominó en los investigadores internacionales que dependen de la división australiana para el apoyo logístico. Un portavoz de la AAD no respondió a las preguntas sobre cómo se eligieron los proyectos que se cancelarán o retrasarán, pero dijo que la división «sigue dando prioridad a la ciencia crítica que apoya la comprensión del clima, los ecosistemas y la gestión ambiental», y que no hay planes de despidos. La semana pasada, el Senado australiano abrió una investigación sobre las razones de la reducción del presupuesto de la AAD y la toma de decisiones tras la cancelación de varios proyectos de investigación. Un portavoz del Departamento australiano de Cambio Climático, Energía, Medio Ambiente y Agua -que supervisa la AAD- declaró que el déficit de financiación se debe al fin de un impulso temporal de los fondos relacionados con la puesta en servicio del rompehielos RSV Nuyina, un buque de investigación que se ha enfrentado a una serie de problemas mecánicos desde su entrega en 2021. Contratiempo al principio de la carrera Wolfgang Rack, glaciólogo de la Universidad de Canterbury en Christchurch (Nueva Zelanda), teme que los recortes se traduzcan en menos oportunidades para que los investigadores noveles desarrollen sus habilidades en este campo, lo que podría dar lugar a lagunas en la capacidad de investigación más adelante. «A largo plazo, eso puede ser importante», afirma Rack, que trabaja en la Plataforma Científica Antártica de Nueva Zelanda, un proyecto financiado por el Gobierno que pretende entender cómo influye la Antártida en los sistemas globales. Laura Dalman, doctoranda de la Universidad de Tasmania en ecología del hielo marino, conoce bien este problema. Dalman había planeado realizar trabajo de campo con investigadores de la AAD para entender cómo el hielo marino terrestre sustenta las algas y el fitoplancton. Pero los planes de Dalman se han cancelado debido a la reducción del presupuesto de la AAD, un trastorno que la obligará a cambiar la dirección de su proyecto en el último año de su doctorado. «Con el trabajo de campo en zonas polares, desde el principio trabajas con un plan A y un plan B», dice Dalman. «Pero yo estoy más o menos en el plan D». Dalman añade que, dado que los estudiantes de doctorado y los investigadores noveles suelen tener contratos cortos, las cancelaciones y los cambios de planes pueden privarles de su única oportunidad de adquirir experiencia en este campo.Argentina y otros 22 países expresaron intención de incorporarse a los BRICS. Se debatirá este mes en Sudáfrica
ARSAT prevé el lanzamiento del satélite geoestacionario SG-1 para el 1er. trimestre de 2025
En 2025, y si nadie patea en contra, volvemos a poner en órbita satélites de telecomunicaciones argentinos ARSAT, los SG. Es muy probable que haya patadas en contra. Pero también es probable que esta vez no nos afecten tanto.
Juan Aurelio, subgerente de Operaciones Satelitales de la empresa estatal de telecomunicaciones, anunció el lanzamiento probable del ARSAT SG-1 en una conferencia dictada el jueves 10 de agosto en el Instituto Universitario para el Desarrollo Productivo y Tecnológico Empresarial de la Argentina (IUDPT). El funcionario afirmó que “el nuevo desafío de ARSAT es brindar conectividad de Internet a los hogares vía satélite”. Anticipó que, con ese propósito, la fecha de lanzamiento del ARSAT SG-1 a su órbita geoestacionaria (GEO), a 35.786 kilómetros de distancia de nuestro planeta, está prevista para el primer trimestre de 2025, cuando hasta hace unos meses se hablaba de mediados de ese año. Aurelio señaló que la capacidad de servicio de conectividad de este satélite de segunda generación será de 70 gigabits por segundo, a raíz del “cambio de frecuencia a la Banda Ka (porción del espectro electromagnético), con un rango de 27,5 a 31 gigahertz. Esta frecuencia permite la transmisión de grandes cantidades de datos, gracias a que cuadruplica el ancho de banda, por un viejo principio físico de las telecomunicaciones electromagnéticas: a mayor frecuencia de onda, mucho mayor ancho de banda. Dicha Banda Ka, por ejemplo, es la que utiliza, en órbita GEO, la serie de satélites británicos Inmarsat-5 para brindar servicios a Europa, Medio Oriente, África, Asia, la zona del Pacífico y el Oeste de América del Norte. En órbita terrestre baja (LEO), hace lo propio el ya afamado sistema Starlink de SpaceX. La contra de las bandas de muy alta frecuencia, como la Ku y particularmente la Ka, es que la humedad de la baja atmósfera no les resulta tan transparente y disminuye la intensidad de la señal. En zonas lluviosas, como los subtrópicos y trópicos boscosos, funciona mucho mejor una banda de baja frecuencia, como la C, una de las que usa el ARSAT-1, pero a costa de una disminución drástica del ancho de banda. La adopción por ARSAT de bandas de gran frecuencia es un modo realista de adecuarse a dos circunstancias adversas: la primera es que la Ka está menos «colonizada» por otros satélites de telecomunicaciones, y por ende hay menos posibilidades de interferencia con las antenas de estos. La otra es simplemente geográfica: la Argentina es desértica en el 66% de su superficie, y la población más dispersa y con menos acceso a telecomunicaciones está en esos sitios poco poblados, pero con cielos muy transparentes a las microondas de alta frecuencia. El experto agregó que la mayor capacidad de servicio del ARSAT SG-1 también se logra mediante “la reutilización de la frecuencia ocho veces”. Esta reutilización de frecuencias es la que particularmente define las características técnicas de los satélites de alto rendimiento, también conocidos por sus siglas HTS, (por High Throughput Satellites). El modo de ejemplificarlo es términos electromagnéticos es casi imposible, pero si Ud. peina canas como yo, equivale a meter ocho cartas en el mismo sobre, pero sin que abulte más y sin tener que ponerle más estampillas. Para concluir, el subgerente de Operaciones de ARSAT también adelantó que recién “se está terminando la definición del satélite SG-2”, cuya construcción había sido anunciada el año pasado. Según explicó, el objetivo es combinar el servicio de broadcast de señales de TV y conectividad en la banda Ku y de Internet de alta velocidad en zonas alejadas de las redes de fibra en la banda Ka. Ése parece condenado a ser un aparato muy multipropósito. El «broadcast» es emisión unilateral, desde el satélite a los usuarios, o a las redes terrestres urbanas de fibra óptica que sirven a números generalmente muy altos de usuarios. El tránsito de información conserva mayormente esa dirección. Pero en Internet, donde el flujo de información es de ida y vuelta entre usuario y satélite, la alta velocidad satelital es, por decirlo suavemente, bastante relativa. Hay lo que se llama «tiempo de latencia», la demora entre emisor y receptor que complica una conversación normal por teléfono, y que en videojuegos impone pausas de segundos entre instrucciones y su ejecución. El «tiempo real» y el satélite GEO se llevan no muy bien. Si te tienen que operar del cerebro roboticamente y desde otro país, pedí que el cirujano y el robot tengan comunicación por fibra óptica. Las latencias molestas suceden porque el satélite está a 35.786 km. sobre la vertical de un mismo punto que cae sobre el ecuador terrestre, equiparaba a la altura de un triángulo rectángulo. A eso hay que añadir la distancia por tierra entre el usuario y ese punto, lo que da la base, y calcular la hipotenusa del triángulo resultante entre esos dos puntos terrestres y el satélite, allá en las alturas, a tres Tierras de distancia de la Tierra. Esa diagonal es la distancia real entre satélite y usuario, en línea recta. Ud. me dirá que es una explicación que supone que la Tierra es plana. Lo admito, nadie es perfecto. Pero nos entendemos. Aún si el SG-2 heredan las longitudes geográficas bastante favorables de los ARSAT 1 y 2, las diagonales de distancia real son rectas de 50 o 60.000 km entre usuario y satélite, que son relativamente cortas en el NOA o el NEA, pero que se van alargando cada vez más hacia la Patagonia y el Sur. Esas diagonales imponen esperas largas. No importa que la velocidad de las distintas bandas de microondas, sean Ku o Ka, sea siempre la misma, la de la luz visible, el límite máximo «de velocidad de tránsito» en el Universo. Rige tanto para objetos con masa como para ondas electromagnéticas e información. Ésta es la causa por la que los satélites geoestacionarios, las instalaciones industriales más alejadas de nuestro planeta, son una solución perfecta para las comunicaciones de los sitios geográficamente aislados, adonde es demasiado caro llegar por tierra y con fibra óptica, acortando distancias. En un país como el nuestro, con 2,78 millones de km2 (el 8vo en el mundo por superficie) y grandes obstáculos geográficos (cordilleras, serranías, grandes desiertos), sin satélites geoestacionarios propios no hay comunicaciones para la población rural agrupada y dispersa. Una punta del país no sabe qué está pasando en la otra. Por esta misma causa, ARSAT debutó en 2006 como una empresa puramente satelital, pero rápidamente encaró el problema de unir ciudades y pueblos a través de la REFEFO, Red Federal de Fibra Óptica. Y es que la distancia terrestre a cubrir entre emisores y receptores es menor si se saca el satélite de la ecuación. El ancho de banda de cualquiera de estos extraños cables de vidrio ultrapuro de ARSAT en los tramos troncales de su red es incomparablemente mayor que el de la suma de todos los satélites geoestacionarios de todos los países. Entre los dos años entre 2012 y 2014 ARSAT desplegó tanta fibra óptica como Telefónica Argentina desde 1990, y del doble de ancho de banda. Hoy la REFEFO mide unos 36.000 km. Fue íntegramente financiada con el Fondo Fiduciario del Servicio Universal, que se paga con un impuesto de un 1% a los prestadores de servicios de Internet que usan la REFEFO, con los multimedios y las empresas extranjeras de telecomunicaciones a la cabeza. La charla de Aurelio sucedió en el marco del ciclo de conferencias abiertas del Instituto Universitario para el Desarrollo Productivo y Tecnológico Empresarial de la Argentina (IUDPT). En esta ocasión, participaron el presidente de la Cámara de Instituciones de Diagnóstico Médico (CADIME) y fundador del IUDPT, Guillermo Gómez Galizia, el rector del IUDPT, Mariano Álvarez, junto con el cuerpo directivo del instituto universitario, docentes, estudiantes y miembros de la comunidad. Los ARSAT SG son artefactos tecnológicamente muy modernos, con motores de ascenso y «thrusters» de posicionamiento y apuntamiento de tipo eléctrico. En lugar de propelentes líquidos que arden y se vaporizan, usan la electricidad generada por unas placas fotovoltaicas verdaderamente majestuosas, por superficie, para expeler átomos ionizados de un gas noble de alta masa, como el argón o el kriptón. Esto no alarga su vida útil en órbita: no tiene sentido que un satélite geoestacionario dure mucho más de 15 años, porque los daños causados en sus equipos de comunicaciones por la feroz radiación solar a 35.786 km. de altura se acumulan después de tanto tiempo de exposición. Pero al no tener que llevar combustibles líquidos (y pesados), se libera una gran cantidad de masa que se puede aprovechar para cargas útiles -en este caso, equipos de telecomunicaciones- de mayor tamaño y potencia, y mejores prestaciones. En este sentido, los SG son el equivalente de lo que habrían sido los satélites ARSAT 5 y 6, de haberse continuado con la agenda de desarrollo y lanzamiento de aparatos cada vez más poderosos y avanzados, uno cada dos años, y todos ellos pagados por la recaudación de los que ya están en órbita. Era un plan con una ley propia (la 27.208(2015) pero se discontinuó en 2016 sin que el gobierno de Mauricio Macri se calentara en hacerlo por decreto, lo que ya de suyo habría sido ilegal. En lugar de los ARSAT 3, 4, 5 y 6 el ministro de Telecomunicaciones Jorge Aguad habilitó 26 satélites europeos y norteamericanos a dar servicio en Argentina. Con esto mandó al muere el despliegue geoestacionario del país, también a decenas de proveedores argentinos de componentes o ingeniería satelital, y la firma que estuvo al borde de la quiebra fue INVAP, que tenía un 50% de su capital de trabajo dedicado al desarrollo, construcción y testeo de los satélites ARSAT. Según soplan los vientos, cosas así pueden volver a suceder. Por algo INVAP, en forma precavida, hizo este desarrollo en colaboración con la gigante aeroespacial TAI (Turkish Aerospace Industries), que sabe lo que quieras de satélites en órbita baja y de aviones, pero no de geoestacionarios. Ambas firmas formaron una «joint venture» llamada GSAT-COM, dedicada únicamente a diseño y construcción de geoestacionarios. Si el nuevo gobierno argentino que se elija en Octubre se niega nuevamente a comprar satélites argentinos, otros países sí lo harán. Esta vez no nos agarran sin perro.Daniel E. Arias
Audiencia publica por el Oleoducto Vaca Muerta Sur. Agrupaciones ecologistas quieren frenarlo
- Ambientalistas movilizarán hacia Sierra Grande en reclamo del proyecto impulsado por YPF, que incluye la instalación de un puerto petrolero,

