De los físicos argentinos: “La gestión de Barañao y Ceccatto está agotada”
La asamblea anual de la Asociación Física Argentina emitió una resolución en la que exige la renuncia del ex ministro y actual secretario de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Lino Barañao, y del titular del CONICET, Alejandro Ceccatto.
La AFA tiene cerca de 1000 miembros y cuenta con ocho filiales (Buenos Aires, Bariloche, Córdoba, La Plata, San Luis, Santa Fe, Tucumán y Sur). Todos los años, realiza su asamblea anual ordinaria, en la que participan sus socios activos y honorarios. La Asamblea 2018 se llevó a cabo en la Ciudad de Buenos Aires el 19 de septiembre y de allí surgió esta toma de posición cuya dureza no proviene solo del contenido del documento, sino también por haber sido hecha en formato de resolución, lo que obliga a sus asociados a expresarse en consonancia con ella.
Gustavo Monti, presidente de la Asociación, explica cómo se gestó esta resolución, el deterioro de las condiciones de investigación en la Argentina y la necesidad de una política nacional que impulse la ciencia y la tecnología.
-En la última asamblea de la AFA hubo una resolución pidiendo la renuncia del ex ministro Lino Barañao y de Alejandro Ceccato, el presidente de CONICET. ¿Por qué una toma de posición tan fuerte por parte de la AFA?
-Sí, fue una toma de posición muy fuerte, aprobada casi por unanimidad y por pedido de un buen número de socios presentes en la asamblea anual. También se incluyó un listado de acciones concretas a realizar en vista de la situación de la ciencia y la tecnología en el país. La gente exige acciones que vayan más allá de las meras declaraciones. La AFA ha hecho muchísimas declaraciones, algunas propias, otras en conjunto con el Encuentro Permanente de Asociaciones Científicas, que funciona en el marco de la Asociación Argentina para el Progreso de la Ciencia (AAPC), pero durante la asamblea nos pedían algo más y entonces se decidió aprobar varios puntos de acción. Uno de los puntos fue la resolución sobre Barañao y Ceccatto; otro, fue la firma y la solicitud a los miembros de la asociación para que adhieran a una nota que han realizado científicos argentinos y extranjeros denunciando la situación de la ciencia y la tecnología en el país. Otra de las acciones es solicitarle a la Unión Internacional de Física Pura y Aplicada (IUPAP), que es la mayor organización de físicos del mundo, que su presidente emita una nota denunciando la grave situación de la ciencia en Argentina. El año pasado se hizo la asamblea de la IUPAP en Brasil y en esa oportunidad se aprobó elevar una nota del presidente de la IUPAP al presidente Temer, para hacerle ver el perjuicio que tiene para cualquier país recortar los fondos para el sistema de ciencia y tecnología. Eso lleva a una degradación del nivel de vida y del bienestar de los ciudadanos.
-¿El pedido de renuncia de la AFA a Barañao y Ceccatto estuvo motivado por la degradación que hace el Gobierno nacional del Ministerio a Secretaría?
-Por varias cosas. Una es la degradación, pero también por la falta de todo tipo de acción por parte del ex ministro, que simplemente tomó como algo aparentemente natural la degradación de ministerio y, por otra parte, la paralización del CONICET. Este organismo hoy solo está pagando sueldos y no se ve ninguna postura firme de su presidente para revertir la actual política de ciencia y tecnología y la disminución de recursos. En los últimos años hubo una serie de acciones que, si bien algunas no afectaron directamente al ex ministerio o al CONICET, sí afectaron al desarrollo en general de la ciencia y la tecnología en el país. El primer caso fue la paralización de la producción de satélites y, posteriormente, la privatización de la comercialización de sus señales. La paralización de la construcción de las nuevas centrales nucleares, que están paradas y hubo infinidad de despidos. La situación en el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial). Los ataques a científicos por parte de los medios que son afines al Gobierno, como en el caso de [Adriana] Serquís, quien realizó un análisis científico de unas muestras para detectar residuos de pólvora en el caso de la muerte de Rafael Nahuel e inmediatamente fue atacada tildándola de kirchnerista y opositora. Por parte de las autoridades nacionales en el área de ciencia no se percibió una respuesta adecuada a esos ataques. También está el caso de Ricardo Villalba, por el relevamiento de las áreas críticas de los glaciares, donde intervino la Justicia pero tampoco desde el CONICET se le ofreció el suficiente apoyo. Esta persona se tuvo que arreglar sola porque está imputada de una manera absolutamente ridícula, por desconocimiento del juez sobre cómo se aplican la ciencia y la técnica en el relevamiento de glaciares. Como figura en la resolución de la asamblea, creemos que hay un agotamiento de la gestión de Barañao y Ceccatto.
-¿Hubo alguna respuesta al pronunciamiento de la AFA por parte del Gobierno, de Barañao o de Ceccatto?
-Todavía no recibimos nada. Quizás porque no ha sido muy difundido, aunque está en las redes y en algunos sitios de Facebook. Hay algunos sectores dentro de las ciencias que tienen posiciones ideológicas más conservadoras pero que en algunos pronunciamientos previos fueron críticos de las políticas del Gobierno nacional.
-¿Estas personas o sectores hicieron sentir su voz en esta asamblea de la AFA?
-Dentro de la asamblea hubo casi un acuerdo total. No hubo nadie que estuviera en desacuerdo con la solicitud de renuncia.
-¿Cómo ve la perspectiva de la Física hoy en la Argentina? Usted enumeró una serie de situaciones negativas que se están viviendo. ¿Dónde cree que se podrían producir los daños más grandes, las consecuencias más difíciles de revertir?
-Hay varios daños graves. Uno es en la incorporación de recursos humanos, donde se está produciendo un daño muy difícil de revertir. Quienes no consiguen incorporarse al sistema de ciencia y tecnología nacional, particularmente en Física, buscan una salida en el exterior y es muy difícil que después regresen. Por otro lado, con la situación actual, a las personas que quieren regresar al país, que es lo que se estaba dando, uno tiene muy poco para ofrecerles. El otro aspecto importante en el área de Física es el deterioro en cuanto a equipamiento experimental. No sólo en la renovación de ese equipamiento, sino también en su mantenimiento. Este aumento terrible del dólar hace casi inviable, a veces, mantener equipos que están funcionando. Otro problema serio es que, al no tener un país que apoye fuertemente el desarrollo tecnológico e incentive a las empresas a trabajar en eso, la salida que le queda al científico, y en particular al físico, es la investigación en el ámbito público, sea en universidades o en institutos del CONICET. Está claro que si uno quiere que el país siga creciendo en ciencia y tecnología no puede depender del Estado como un empleador de científicos, sino que tiene que haber algunas salidas alternativas al trabajo puro de investigación. Pero mientras no haya una política nacional, que incluso vaya más allá de la política científica, va a ser muy difícil porque, obviamente, en algún momento el sistema llega a un agotamiento.
-La falta de recursos no sólo obtura la posibilidad de generar nuevos espacios, sino que al interior de los organismos públicos reedita un viejo debate en la ciencia argentina entre lo teórico y lo aplicado. Cuando no hay plata es más fácil refugiarse en actividades teóricas que no requieren tanta inversión en equipamiento. ¿Cómo ve este fenómeno?
–En la reunión de la AFA estuvo Fernando Stefani –investigador Principal del CONICET, profesor de Física Experimental de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires y vicedirector del Centro de Investigaciones en Bionanociencias (CIBION)– quien brindó una conferencia sobre la situación de la ciencia y la tecnología en el país. Stefani presentó ejemplos europeos y estadounidensese sobre un tipo de instituciones intermedias que vinculan la investigación básica con un resultado final de aplicación tecnológica. Esas instituciones público-privadas tienen un vínculo firme con la academia y con la empresa que finalmente desarrolla el producto y lo pone en el mercado. Stefani mostró que, históricamente, también se dio en Estados Unidos y Europa esa separación entre la ciencia básica y lo aplicado, y que la solución que encontraron fue generar estos consorcios que se encargan de determinar cuáles son las posibles aplicaciones de la investigación básica, analizarla, llevarla a un estado intermedio y luego, finalmente, a las más viables ponerlas en el mercado.
-¿Qué instituciones o entidades podrían cumplir un rol similar en la Argentina?
–INVAP podría ser una. Quizás también se pueda ver cómo adaptar a esa función a los institutos públicos de tecnología, como el INTI y el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria), que tienen científicos que provienen del CONICET y las universidades, además de poseer un vínculo muy fuerte con la industria privada. El INTA tiene grandes desarrollo de productos y el INTI, aparte de los desarrollos tecnológicos, aporta todo su conocimiento de certificación a las empresas nacionales. La Argentina es un país muy curioso, tenemos al INTA y sin embargo le pagamos regalías a empresas extranjeras para comprar las semillas que se siembran en nuestros campos. ¿Cómo no tenemos nuestras propias patentes y empresas nacionales que produzcan las semillas mejoradas que necesitamos sin tener que depender de un Monsanto? Esas son deudas que ha tenido la Argentina. Eso ni siquiera cierra con la decisión de que el país sea un productor de materias primas, ya que al menos la tecnología de esos productos primarios debería ser potestad del país y es algo que no hemos logrado. Para mí eso es difícil de entender.
El Central quiere «secar de pesos el mercado y «planchar» el dólar
Hoy debuta el sistema de banda de flotación para el dólar, que en lo formal tendrá un piso en $ 34 y un techo en $ 44. Pero, después que el jueves y el viernes las compras empujaron para arriba el valor del dólar, no hay expectativas a la baja.
En realidad, el mismo plan lo prevé así. Ese piso y este techo se irán actualizando hasta fin de año un 3% mensual cada día.
Como sea, en un esfuerzo por cumplir la meta de llegar a junio del año próximo con cero crecimiento de la Base Monetaria, el viernes a última hora el Central lanzó una batería de medidas para absorber más pesos del sistema e incentivar a los bancos a que salgan de manera más agresiva a captar depósitos y así quitarle presión a la divisa.
Además, hoy comienza con las licitaciones diarias de Leliq, en donde ya elevó 5 puntos porcentuales la tasa de interés y la llevó a 65% anual. A diferencia de las Lebacs, sólo pueden ser negociadas por los bancos.
Estas son las medidas que rigen a partir de hoy:
Suba de 3 puntos en los encajes que pueden ser integrada con Leliq o Nobac. La medida apunta sólo a los bancos más grandes del sistema y el porcentaje que deben inmovilizar por cada depósito pasa de un promedio de 41% a 44%. La clave es que este aumento puede ser hecho con títulos del BCRA y tiene un doble efecto: por un lado, fomenta que los bancos salgan a colocar sus pesos en las letras de liquidez a 7 días para usarlos para integrar el encaje. Por otro lado, el hecho de que los 3 puntos nuevos del encaje sean remunerados incentiva a los bancos a captar depósito ya que parte de ese 44% que dejan inmovilizado les rinden 65% anual y así van a poder pagar una mejor tasa a sus clientes. (Total, los intereses más altos los paga el Estado. Es decir, todos nosotros).
El encaje de nuevos depósitos puede ser integrado en su totalidad con Leliq o Nobac. «Este incentivo al aumento de las tasas pasivas y la captación de depósitos a plazo refuerza el sesgo contractivo de la política monetaria», explicó el organismo en su comunicado.
Los bancos podrán pagar el interés de los plazos fijos antes de que venzan. Esto apunta a fomentar los depósitos atados a UVA -que son a más de 90 días- y los de más largo plazo, que además tienen menos requisito de encaje. La nueva norma estipula que pueden pagar antes que venza, pero con una periodicidad no menor a los 30 días. Así, si un cliente coloca sus fondos a 6 meses, por ejemplo, ahora podrá ir recibiendo el pago de los intereses cada 30 días, como si estuviese capitalizando el plazo fijo.
Se redujo la posición mínima diaria de efectivo mínimo. Esto ayuda a que los bancos tengan más margen para operar en las licitaciones diarias de Leliq.
Lanza Notas de Compensación de Efectivo. Permite que los bancos puedan usar el sobrante de su tenencia de billetes que no van al sistema de la Compensación Interbancaria de Billetes (CIB) para adquirir esas notas. Éstas devengarán 1/5 de la tasa de referencia del BCRA, que hoy es del 65%. Esta medida fue una de las que propusieron los banqueros en la reunión con Sandleris y se enmarca dentro del sistema por el que los bancos negocian entre ellos billetes para abastecer sus tesoros regionales.
Así, comienza desde hoy otro round en el mercado cambiario, con nuevas reglas, tasas en pesos mucho más altas y un Banco Central que ya mostró sus cartas, pero confía en dar batalla.
Ahora, el poder de fuego de la mesa del organismo es de apenas u$s 150 millones. Esa intervención -que se hará con el sistema de subastas que pide el FMI- apunta a dar liquidez al mercado y no implica un techo firme que defenderá a rajatabla.
De todos modos, continuará con sus intervenciones en el mercado de futuros, ya que el FMI eliminó el límite que antes tenía a su posición a estos contratos; y el Tesoro también saldrá a los vender dólares que tiene en cartera y que va a necesitar ir pasando a pesos para cubrir sus vencimientos.
Sería una batalla apasionante, si no fuera que la producción argentina seguirá aplastada por el casino financiero en que se ha convertido la política económica.
El INTA en el Presupuesto 2019
(Para resaltar la naturaleza de este proyecto de Presupuesto, y sus consecuencias, nos pareció útil reproducir lo central de este artículo de La Nación -un diario que no puede ser considerado opositor al gobierno- sobre un organismo clave para el campo argentino).
En el Centro de Investigación en Ciencias Veterinarias y Agronómicas (Cicvya) del INTA Castelar con casi 600 personas trabajando y cinco institutos vinculados, este año fue difícil el mantenimiento de laboratorios claves, hay un temor fundado en que el próximo, con un presupuesto menor, varios laboratorios tengan que dejar de operar.
En el proyecto de presupuesto 2019 para el INTA, el organismo sólo contará con fondos por $ 7516 millones. Representa una poda que se reflejará en estos: 19% menos en el rubro insumos para investigación y desarrollo en laboratorio y a campo, elementos de higiene y seguridad laboral, combustibles y aditivos para vehículos empleados en tareas de extensión; 20% menos en servicios básicos, conectividad, seguros, seguridad y limpieza de unidades del INTA, servicios de higiene y seguridad laboral, recolección, tratamiento y disposición final de residuos peligrosos, servicios de agrometeorología y mantenimiento de recursos genéticos; 49% menos en el rubro construcciones, equipamiento y funcionamiento de unidades INTA, equipamiento estratégico, investigación, desarrollo, transferencia y extensión, entre otros.
Con ese recorte de fondos, el pago a los más de 7000 empleados del INTA está previsto en el presupuesto, pero la cuestión pasa por la operatividad del organismo.
«Lo que se ha resentido en 2018 y se profundizará en 2019 con este presupuesto es el equipamiento especial, como los microscopios electrónicos, los secuenciadores automáticos (para el ADN). Se complicó hacer un mantenimiento óptimo. Acá tenemos un laboratorio de bioseguridad 3, donde trabajamos con virus exóticos, como de la fiebre aftosa, y el riesgo es que no se podría seguir trabajando», apuntó una de las autoridades.
Agregó que este año el mantenimiento de muchos laboratorios como de este tipo fue «con lo justo», y que para 2019 hay chances de que algunos dejen de operar. «Vamos a tener dificultades para mantener este centro». Las subas de las tarifas complicaron la situación. Pagan, por ejemplo, entre 1,2 y 1,3 millones de pesos por mes. «Hasta octubre podremos pagar la luz, pero ya no en noviembre».
En Castelar desde hace tres años está parado un laboratorio para pruebas con animales para la vacuna aftosa. Ponerlo en funcionamiento requiere una inversión de US$5 millones hoy no disponible. Según trascendió, el INTA el próximo año tendría dificultades para contar con fondos para investigación.
Mientras en el INTA se preparan para un 2019 estrecho, anteayer hubo despidos de 20 empleados de planta permanente de la Fundación ArgenINTA. La semana anterior hubo una protesta frente a uno de los edificios del organismo, en la avenida Rivadavia, en la Capital Federal.
Ranking de pobreza en América Latina: Argentina en el séptimo puesto
Entre 18 países de América Latina, la Argentina es uno de los que tiene mayor índice de pobreza en toda la región. Se encuentra en el puesto número siete, considerando un ranking donde el país con mayor cantidad de pobres es el número uno.
Con un nivel de pobreza que alcanza al 27,3% de la población, según las estadísticas que difundió el INDEC, la Argentina se ubica próxima a Bolivia, República Dominicana, El Salvador y Nicaragua, todos ellos en el rango entre 30 y 40% de la población en esa situación.
Sólo quedan por encima del 40% México, Guatemala y Honduras, en base a las cifras oficiales de cada país, relevadas en 2017, según consignó un informe del Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) de la Universidad de Belgrano.
Las cifras duras llevan a tener que cambiar la percepción que se tiene de la Argentina. Ya está más próxima a América Central que a Europa, según Victor Becker, economista de esa entidad. Una situación paradójica, para la mirada tradicional, si se tiene en cuenta que el país produce alimentos para abastecer a casi 440 millones de personas y su población, apenas pasa los 44 millones.
Un nuevo aumento: los peajes a la costa
A partir del último sábado de septiembre, los peajes de las autopistas que unen Buenos Aires con La Plata y Mar del Plata aumentaron entre el 20% y el 29%. El promedio de la suba estará en torno al 25%.
Este incremento en las tarifas para la Autopista Buenos Aires – La Plata y en aquellas que forman parte del corredor atlántico se da luego de casi un año sin modificaciones en los valores.
Actualmente, en estas rutas se encuentran en ejecución cinco obras de infraestructura vial, por un total de $ 600 millones. Según un cálculo que publica la agencia NA, un viaje desde Capital Federal hacia Mar del Plata pasará a costar $180, mientras que ir y volver de Buenos Aires a La Plata saldrá $ 100 en horario normal y $ 128 en horario pico.
La tarifa para un auto común pasará de costar $75 a valer $90 en los peajes de Samborombón y Maipú (Autovía 2) y La Huella (Ruta 11), lo que implica un incremento del 20%.
En tanto, en los peajes de Mar Chiquita (Ruta 11), la tarifa para autos pasará de $35 a $45, y en la de General Madariaga (Ruta 74) a $40. Por otra parte, tarifa «bonificada», es decir, aquella que se aplica los días de semana, fuera de temporada, y sin incluir fines de semana largo, en el tramo de Samborombón a Maipú pasará a costar $ 75.
Las empresas argentinas con mejor imagen en la sociedad
La reputación empresarial es un activo intangible pero sustancial. En este sentido, Arcor, la multinacional argentina de la familia Pagani, obtuvo la máxima calificación entre las 100 empresas de mejor reputación del país.
Unilever y Toyota completan el podio, según indica el Monitor Empresarial de Reputación Corporativa 2018 (el ranking Merco), una investigación anual del instituto español Análisis e Investigación bajo auditoría de KPMG.
Se trata de una evaluación multistakeholder, que procesó 12.088 encuestas provenientes de 23 fuentes de información (ejecutivos, analistas financieros, catedráticos y público en general, entre otros), que valoran los méritos reputacionales de las empresas en los 11 países donde se realiza el Merco.
Por debajo del trío Arcor-Unilever-Toyota se posicionan Google, Quilmes, Natura, Banco Galicia, Mercedes-Benz, Coca-Cola y Ford.
Con respecto al top ten del año pasado, el cambio más significativo fue el ingreso del Galicia (7° lugar) en lugar del Santander Río (11°). En este ranking, además, hay 4 nuevas empresas (Pampa Energía, Elea, Fiat y SAP), que entraron en lugar de Sancor, Carrefour, Mastercard y Sony.
El rubro consumo masivo (5 empresas) predomina en el top ten del Merco 2018: Arcor, Unilever, Quilmes, Natura y Coca-Cola.
- Sorpresa: este año, Facebook cayó 26 puestos, para ubicarse en el 57° lugar. ¿El escándalo de Cambridge Analytica y la filtración de datos impactaron en la imagen de la red social más famosa?
La inflación de septiembre se estima entre el 5 y el 7%
El cálculo de la inflación de septiembre desorientó bastante a los economistas. Ya que, frente a la magnitud de la volatilidad cambiaria que se registró a fines de agosto, se esperaba que el traslado a los precios resultara mayor. Sin embargo, las previsiones parten de una suba intermensual del 5,5 y llegan hasta el 7%.
Marina Dal Poggetto, de la consultora Eco Go, es una de las sorprendidas: «Este mes nos dio menos de lo que se esperaba», cuenta al describir el 5,5% de variación en el nivel general, estimado por su equipo.
«Este mes, hay algunas cosas que no cuentan en el índice de precios, como las tarifas. Además hay productos estacionales (frutas y verduras) que están dando para abajo y amortiguaron la suba. Además, de la recesión feroz», señaló la experta.
Según la economista, «dada la devaluación que hubo, los primeros números fueron más altos pero el traslado a precios es bajo. Igual para el bolsillo es una inflación altísima», advirtió.
Para la consultora Ecolatina, la inflación trepará por lo menos 6% en septiembre, liderada por un fuerte componente núcleo, acumulando 31% en los primeros nueve meses del año y 40% interanual.
El economista Pablo Goldin, de Macroview, agrega que septiembre y octubre son meses que «ya están jugados», como períodos de alta inflación. Ahora, «toda la apuesta del Gobierno es que noviembre y diciembre no registren subas superiores al 3%».
Un 5% anual de inflación sería causa de alarma en muchos países. Entre nosotros, los economistas pueden analizar un 5% mensual sin sorprenderse, y hasta considerar que podría haber sido mayor. Pero si no fue mayor, es porque el ajuste y el desempleo están reduciendo las compras y los gastos. Aún de lo necesario.
¿Cuánto dura la «era del hielo» de la economía argentina?
El nuevo experimento para controlar el precio del dólar -en realidad, la inflación, el síntoma más claro, persistente y enloquecedor de los problemas de la economía argentina- fue anunciado con claridad por la nueva «pareja estrella» del manejo de las finanzas locales.
El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, dijo en la conferencia de prensa en Nueva York, donde se anunciaba el nuevo acuerdo con el FMI: «Se reforzará el compromiso del Banco Central con la reducción de la inflación. El Banco Central adoptará un régimen de política monetaria más contundente, en el cual se hará un control estricto sobre el crecimiento de los agregados monetarios».
Y el nuevo presidente del Banco Central, Guido Sandleris, lo reiteró luego en otra conferencia de prensa: «El régimen de metas de estos dos años no dieron los éxitos esperados. Necesitamos herramientas más potentes, necesitamos un ancla nominal, un ancla simple y contundente. Un control sobre la cantidad de dinero de la economía. Medidas para que la base monetaria crezca 0 % de acá a junio de 2019».
Corresponde decir que en la elección de esta herramienta al menos, es probable que la iniciativa haya sido local y no de los técnicos del Fondo. Un régimen de agregados monetarios es la herramienta más elemental, «rústica», de política monetaria. A la que recurrimos cuando otros métodos más sofisticados, en uso en muchos países, no han funcionado. Y no hay, ni por muy lejos, los dólares suficiente para intentar dolarización o «convertibilidad».
(De paso, como se dijo otras veces en AgendAR, confiar en las «metas de inflación» fue una muestra combinada de dogmatismo y copia ingenua del «primer mundo». Le funcionan bien a la Reserva Federal, que debe lidiar con una «amenaza inflacionaria» del 4% anual, usando variaciones en las tasas de 0,25%. Subir las tasas al 65% y esperar que funcione… son cosas del «mejor equipo de los últimos 50 años». No sólo de ellos, es cierto).
Entonces, conviene tener claro que la herramienta fundamental en esta etapa no son las bandas de flotación -cuyo techo ya se pondrá a prueba en las próximas semanas- sino el régimen de agregados monetarios.
¿Y qué es eso? «Agregado monetario» se le llama, simplificando, al total del dinero en circulación más los depósitos a la vista y a corto plazo en los bancos y otras instituciones financieras. Los conceptos Base monetaria, M1, M2 y M3 son importantes técnicamente pero no cambian lo fundamental.
El esfuerzo, en este experimento, será en evitar que el dinero emitido por el Estado que entra en circulación a través del pago de sueldos, jubilaciones, planes sociales, pago a proveedores y -sobre todo- pago de intereses de sus deudas sirva para comprar dólares o -que en este plan tiene el mismo significado- convalidar la inflación comprando productos, ya sean suntuarios, medicinas o alimentos.
Como recién sintetizó Nicolás Dujovne: «Si no hay pesos, no hay con qué comprar los dólares». Podría haber agregado, si ya no fuese demasiada franqueza: si no hay pesos, no hay con qué comprar las necesidades de la existencia. Eso detendrá la inflación.
Las formas de evitar que el dinero emitido circule son dos. Una para los de abajo: los que reciben sueldos, jubilaciones,… Es el ajuste. Otra, para los que son acreedores del Estado, como bancos, fondos de inversión (gente muy sensible, como se sabe, y que además puede llevar su dinero afuera, y lo hace): es subir los encajes bancarios y ofrecer tasas altísimas para que le sigan prestando a este gobierno.
¿Funcionará? Es inevitable dudarlo mucho. Ya trabajos de Calvo (en 1999) y de Vegh y Reinhartd (en 1994) mostraban que donde se aplicaron programas de estabilización basados en agregados monetarios, invariablemente no sólo son, obvio, recesivos, sino que tardan mucho tiempo en actuar. Por algo se dejaron de usar en casi todos los países.
(En las redes sociales, el profesor Jorge Carrera da una descripción breve y muy clara de este mecanismo).
En cualquier caso, la economía argentina es un animal complejo y muy distinto de los modelos simplificados que aparecen en los libros de texto. Aún los de la Universidad de Chicago.
Ante todo, es bimonetaria. A un grado casi único en el mundo. El peso es la moneda de cambio. El dólar, la reserva de valor. Nadie que puede ahorrar ahorra en pesos. Lo hace en bienes físicos, desde inmuebles a soja almacenada, o en dólares. El peso es para gastar o para especular con las tasas, y la gestión Macri ha incentivado esto último a límites patológicos.
Es difícil -y por cierto está más allá de mi capacidad técnica- precisar cómo interactuará esto con el plan Lagarde-Dujovne. Lo seguro es que no lo hace más previsible.
Otro elemento importante que complica el cuadro es el alto porcentaje de la actividad económica no registrada, «en negro». Entre los países desarrollados, sólo Italia se acerca al nuestro. Y la economía italiana tampoco es muy previsible que digamos.
Un dato también decisivo -no sólo en esta coyuntura, sino para cualquier plan económico- es el grado de extranjerización de las empresas locales. Una mayoría de las más grandes son simplemente filiales del exterior. Eso hace que no tengan observaciones serias a esta política. Pero también hace que las decisiones de irse del país o reducir sus operaciones se tomen con gran facilidad. Un plan recesivo -salvo para los que son simplemente extractivas- las lleva a «bajar las persianas» rápidamente. Lo están haciendo.
Pero creo que el factor fundamental que condena al fracaso a este plan es el mismo que ha derrotado a todos los intentos anteriores en los últimos 50 años, desde el de Krieger Vasena (más inteligente que el actual, por cierto) al de la Alianza: la sociedad argentina es compleja.
Un esquema de «pobres y ricos», grato a las simplificaciones políticas, simplemente no tiene que ver con nuestra realidad. Aún los actores económicos más importantes tienen intereses diversos y contrapuestos. Una parte muy poderosa de ellos obtiene sus ingresos del Estado, directa o indirectamente, y resistirán cualquier ajuste que los afecte. La legendaria «Patria Contratista», de cuyas filas surgió el actual Presidente, es sólo el caso más notorio.
Otros grandes intereses están vinculados a la exportación -no tendrían, en principio, muchas objeciones a un plan como éste- pero también existen los que necesitan del mercado interno. Es decir, de la capacidad de compra de la población.
Igual, con un número manejable de actores poderosos, ¿mil?, las contradicciones pueden resolverse. O imponer un «acuerdo». Pero en nuestro país hay también una numerosísima clase media acomodada que en buena parte ha internalizado el discurso de «hay que pagar la fiesta» y «el Estado tiene que disminuir sus gastos»… siempre y cuando no se afecten sus ingresos. Y su nivel de consumo es mucho más gravoso para la economía -especialmente por su componente de insumos importados y regalías- que el de los sectores más humildes.
Y la otra característica argentina que es imposible dejar de lado es la existencia de un sindicalismo todavía poderoso. En realidad, un trabajador «en blanco», sindicalizado y con obra social, hoy es por sus ingresos un miembro de las clases medias. Luchará para no dejar de serlo.
El manejo del Estado es una herramienta muy potente en nuestra sociedad. Un gobierno igualmente decidido y más competente que éste podría superar alguno de estos obstáculos. Todos ellos, en el año escaso que le queda hasta las próximas elecciones presidenciales…»¡olvídalo, chico!», dirían en una de esas viejas series dobladas.
La solución de los graves problemas en que nos ha metido / agravado esta gestión requiere, como mínimo, de un acuerdo entre las grandes empresas, los trabajadores y el Estado; además, naturalmente, de un manejo fiscal prudente. Requiere, entonces, de otro equipo económico, de otro gobierno y de otra coalición política y social que lo apoye.
Abel B. Fernández
Carta abierta de empresarios pymes al Presidente Macri
El salario real cayó 6,3%, según el INDEC
En los primeros siete meses de este año, tomando en cuenta la inflación, los salarios reales cayeron el 6,3%, de acuerdo a los datos del INDEC. Con una suba de la inflación promedio entre enero y julio del 19,6%, los salarios aumentaron el 12,1%. Es una pérdida de 7,5 puntos.
La mayor caída alcanzó a los ingresos del empleo no registrado: fue de 10,6%. Entre los empleados públicos cayó 6,5% y el retroceso de los del sector privado fue del 4,3%.
Y si a los ingresos de los trabajadores informales se le descuentan la inflación de la canasta de pobreza de ese período, que fue del 20,7%, la pérdida real de ingresos se eleva al 11,4%. Y mayor es la caída si se considera la inflación de la canasta de indigencia del 22,2%.
En la medición del INDEC, los que están registrados representan poco más de la mitad de los trabajadores, el sector público casi el 30% y los privados no registrados casi el 20%.
Estos números se aproximan a los del Ministerio de Trabajo que informó que, a julio pasado, en base a las declaraciones de las empresas ante la Seguridad Social, las remuneraciones de los asalariados privados registrados habían caído el 6,1% interanual. El Informe de Trabajo consignó que en julio volvió a caer el empleo registrado, acumulando en los primeros 7 meses 129.800 ocupaciones menos.