A partir de agosto Argentina accederá al banco de los BRICS

La misión de Massa en China tiene múltiples aristas con un objetivo urgente de fondo: conseguir tanto financiamiento para suplir mediante la cuenta financiera tanto como sea posible de los USD 20.000 millones que la sequía le costó a la cuenta corriente y, sin los cuales, la actividad se resentirá el resto del año. En este sentido, la ampliación del swap con el Banco Central de China es otra fuente adicional de divisas. Por eso, el ministro a fin de la tarde se dirigió a Beijing donde mañana tendrá la reunión clave para extender el intercambio de monedas por tres años más y, a su vez, negociar más yuanes. La protegida de Lula, que desde abril preside el NBD, recibió a Massa con una solución para puentear las dificultades técnicas para acceder al fondeo del banco financiado por Brasil, Rusia, Irlanda, China y Sudáfrica (BRICS): Argentina podrá pasar a ser socio -con Brasil como su padrino- si integra capital por unos USD250 millones y se compromete a las metas de fondeo futuro. El directorio del banco ya lo aceptó y Argentina entraría junto con Arabia Saudita, Egipto y Zimbabue, los cuatro bajo los mismos términos. Argentina, a priori, podrá integrar esos fondos con bonos soberanos, es decir, sin sacrificar reservas y, una vez asociado, podrá presentar proyectos a ser financiados con parte de los USD50.000 millones del NDB. De esta forma, Massa conseguirá diversificar las fuentes de fondeo de organismos multilaterales de crédito, los únicos que le prestan divisas a Argentina mientras sigue aislada de los mercados voluntarios de deuda privada internacionales. En los últimos meses el FMI, el Banco Mundial, el BID, la CAF y el BCIE fueron los principales prestamistas. En efecto, de acuerdo a cálculos de la consultora PxQ, la sequía le significó al país pasar de USD70.000 millones a USD 60.000 millones de exportaciones en 2023, pero como Argentina a falta de reservas internacionales ya acumulaba desde el 2022 una deuda comercial por USD10.000 millones, este año las necesidades para la cuenta financiera se ampliaron a USD 20.000 millones. Sin ellos, las importaciones necesariamente caerán en la segunda mitad del año. Según explicó su director, el ex viceministro de Economía Emmanuel Álvarez Agis, al auditorio virtual de la administradora de fondos MegaQM, en los primeros tres meses del año, el Banco Central y el Ministerio administraron la escasez de reservas con los permisos de importación del SIRA, pero en abril –de la mano del dólar agro– permitieron su expansión al punto que dejaron en negativo las reservas netas, pero garantizaron que durante el primer cuatrimestre el nivel de actividad se mantuviera en crecimiento pese a la falta de divisas. Esa laxitud, por contrapartida, incrementó aún más las necesidades de financiamiento alternativo para el país. Y aunque Álvarez Agis calificó como “un chino” el procedimiento para usar el swap para financiar importaciones del gigante asiático, lo cierto es que el país necesita generar ese espacio de oportunidad para las empresas que tengan proveedores chinos que les acepten cobrar en yuanes, que no lo son todos; y también para poder darle más usos al swap vigente. Por eso, Massa se dirigió a Beijing a reunirse con el ministerio de Comercio de China, Wang Wentao; con funcionarios de la Cancillería de China para la apertura del mercado chino a nuevos productos argentinos, y por último con representantes del Eximbank. “Allí avanzaron en el comercio bilateral, en proyectos de infraestructura y en la ampliación del uso del swap de monedas entre ambos países”, detallaron fuentes oficiales. Todo en la previa a la reunión clave que mantendrán este viernes Massa y  Miguel Pesce, el presidente del BCRA, con su par del Banco de la República Popular de China (PBC), Yi Gang, para firmar la renovación del swap de monedas de 2020 por otros tres años, en linea con la colaboracion bilateral que sostienen desde el primer acuerdo en 2009. Fuentes oficales  aclaroron que el convenio es por el intercambio de monedas como refuerzo de reservas internacionales por 130.000 millones de yuanes-renminbi y una activación especial por 35.000 millones de yuanes-renminbi para compensar operaciones del mercado cambiario.

Los experimentos en estimulación cerebral de DARPA entrenaron a una francotiradora

DARPA, la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa, es la cara científica, casi amigable y casi presentable, del Pentágono: después de todo, inventó la Internet.

¿Tiene DARPA tecnología electro-neurológica para transformar a una inocente crítica de obras de ciencia ficción en una tiradora letal? ¿Fabrican ninjas?

En un caso lo han hecho según Sally Adee, editora del semanario científico británico New Scientist: en el suyo propio. Sin embargo, una golondrina no hace un verano, y la ciencia necesita estudios grandes y de doble ciego para medir y validar la eficacia de una droga, vacuna, intervención, aparato o procedimiento. Ese trabajo lo hacen las agencias regulatorias, y no siempre bien. Pero es lo que hay.

La intervención de marras es la tDCS, o estimulación eléctrica tanscreanal por corriente continua. Nada nuevo bajo el sol, y algo que suscita cansancio a fuerza de promesas incumplidas. Algunas las viene cumpliendo, sin embargo, aunque sin mayor ruido. Por ejemplo, ha logrado eficacia demostrable en la mitigación de síntomas de la enfermedad de Parkinson, en depresiones intratables con enfoques habituales, en acelerar la recuperación de capacidades cognitivas y motrices luego de accidentes cerebrovasculares, y también en el aprendizaje acelerado de matemática o de idiomas. No es poco.

Sin embargo, la tDCS todavía no accede a plena respetabilidad en ninguno de estos campos, en parte por sobreabundancia de estudios chicos y observacionales, lo que equivale a admitir la falta de tests controlados, o «de doble ciego», con muchos voluntarios en la rama activa, y un grupo numeroso de control. Son terriblemente caros, y a las farmacológicas no se les cae un centavo en licenciar procedimientos. ¿Cómo los patentás y cobrás? Pero además está la cantidad de objeciones legítimas que despierta la tDCS como «dopaje cognitivo» por parte de un arco de usuarios de seriedad e intenciones muy distintas: bobos New Age, equipos deportivos olímpicos, y jefes de personal con vocación de negreros.

Todos estos ángulos están bien cubiertos en el artículo que sigue. Si la tDCS no consigue validarse del todo, en su actual rol de «solución en busca de demasiados problemas» está en el horno, quedará en el enanismo del macaneo, atrapada inútilmente décadas en un bache cultural, legal y regulatorio.

Es lo que pasó con el oxígeno hiperbárico de la medicina soviética, de uso obligatorio en la terapias intensivas postquirúrgicas porque aceleraba la cicatrización y evitaba complicaciones infecciosas. Pero en la medicina capitalista, ¿podés patentar el oxígeno? ¿O las cámaras de alta presión?

Pasó lo mismo con las sustancias enteógenas, desacreditadas y prohibidas por su uso recreativo y contracultural en los ’60, y que hoy van rengueando de regreso, con vacilaciones de licenciamiento, a las cajas de herramientas respetables de la psiquiatría y de las psicoterapias.

Sin un marco regulatorio para estas moléculas: ¿quién va a pagar un doble ciego sobre la eficacia de la psilocibina en, por ejemplo, depresión? No es que no la tenga, pero la psilocibina está presente en más de 200 especies de hongos, y es tan patentable como el estornudo, o el carnaval.

Éste es, en buena medida, un portal de noticias científicas pero orientadas a la producción nacional. Y este artículo del Bulletin of the Nuclear Scientists está muy fuera de nuestra dieta habitual. Sin embargo, dado que éste es el único país de la región con una industria farmacológica nacional, y uno que ha primerado a otros en procedimientos quirúrgicos como el by-pass o en desarrollos tecnológicos como el «stent», merece lectura en nuestro idioma. Si mi trabajo fuera la rehabilitación, o el entrenamiento en simulador de pilotos de combate, lo leería con cuidado.

La traducción al dialecto rioplatense es de AgendAR, así como algunas inevitables aclaraciones insertas (no todo médico entiende qué es la «velocidad de escape»).

Daniel E. Arias

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En 2007, la escritora y editora científica Sally Adee asistió a una conferencia tecnológica de DARPA -la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa– cuando se enteró de un método de estimulación eléctrica de la superficie cerebral que supuestamente reducía a la mitad el tiempo que tarda una persona en pasar de tirador novato a francotirador experto. Conocida como estimulación transcraneal por corriente continua (tDCS), esta técnica de repotenciación cerebral también se presentó como una forma posible de acelerar los aprendizajes de idiomas y de matemática.

A Adee le llamó la atención la idea de la estimulación cerebral superficial y durante varios años trabajó para convencer a la DARPA, que pertenece al Departamento de Defensa (de los EEUU), de que le concediera permiso para probarla por sí misma. En 2011, voló de Londres a California para participar en un simulacro de entrenamiento del Ejército. Con un dispositivo en la cabeza que le suministraba corrientes eléctricas, Adee pasó de ser una tiradora frustrada a una francotiradora experta.

En aquel momento, la idea de la estimulación transcraneal por corriente continua llevaba alrededor de una década en uso, y los científicos querían saber si la activación sincronizada de neuronas, al reforzar su conexión recíproca, afectaría a la capacidad de aprendizaje de una persona. Resultó que sí, al menos para Adee. ¿Pero funcionó en otras personas? ¿Y cuánto duraron los efectos?

Para comprender mejor la experiencia, Adee se propuso aprender más sobre las corrientes eléctricas que recorren todos los organismos vivos -el bioma eléctrico o electrobioma- y detalla los hallazgos en su libro We Are Electric. Sara Goudarzi habló con Adee sobre su encuentro con la estimulación transcraneal por corriente continua y sobre el uso y posible abuso de esta técnica. La conversación se ha editado para mayor extensión y claridad.

Goudarzi: ¿Puede hablarnos de la experiencia de probar la estimulación transcraneal por corriente continua en las instalaciones de DARPA?

Adee: La investigación que me interesaba mejoraba ostensiblemente la concentración para que la gente entrara en una especie de estado de flujo, que amplifica la capacidad de aprendizaje. Mirá, lo que hice fue sólo una locura. Básicamente,  «veamos qué me pasa con esto», y resultó que me salió muy bien.

Estaba muy frustrada y había tomado muchas decisiones equivocadas en el período previo a la simulación. Después de correr detrás de la autorización durante cuatro años, hice la mayor estupidez imaginable: me reservé un vuelo de 11 horas de Londres a California y no me di ni un día para recuperarme, lo cual fue muy idiota. Luego intenté ahorrarle a New Scientist [revista en la que Adee era redactora] 100 dólares por la habitación del hotel. Así que me quedé con un amigo que vivía en las montañas y me apuné (es decir, tuvo una relativa y transitoria inflamación cerebral por baja presión de oxígeno, que puede causar mareos, náuseas, pérdida de orientación y a veces, alucinaciones). No había dormido nada, tenía jetlag (desfasaje entre los relojes biologicos internos del cerebro y la hora real en el lugar de arribo, tras un vuelo intercontinental largo) y estaba atiborrada de café. Cuando me presenté al simulacro, pensé: ¿Qué estoy haciendo? ¿Cómo voy a hacer un reportaje en este estado? Estaba tan asustada que la gente de DARPA me dijo: «Che, empecemos la simulación ya». Totalmente borracha por el café, agotada y con el ritmo circadiano alterado, hice muy mal mi trabajo. Nunca anduve bien en esos videojuegos en los que hay que dispararle a algo, pero de alguna manera me salió todo aún peor.

Me sometían a ejercicios de entrenamiento y yo fracasaba y me sentía abrumada. Todo sucedía a la vez: las simulaciones de soldados enemigos corrían hacia mí, y yo no sabía en qué orden liquidarlas. Era increíblemente frustrante, y yo tenía todo un guión de autorrecriminación sonando en la cabeza todo el tiempo. Era despiadado. Empecé a tener ideas muy negativas. Pensaba: «Todo esto era una mierda, todo mi trabajo es una mierda». En fin, una catástrofe.

Entonces vino el técnico y encendió la corriente, y fue como si alguien me hubiera puesto unos auriculares con cancelación de ruido. Ya no podía oír nada de eso [pensamientos negativos]. Volví a hacer el entrenamiento y pensé: «Esto anda joya, sé exactamente lo que hago, ¿a qué venía tanto bardo?». Realmente lo venía disfrutando. Al cabo de 3 minutos, llegó el técnico (normalmente, cada tanda de práctica duraba 20 minutos), y yo ya había despachado a todos los malos y estaba esperando la siguiente tanda, y la tipa me dice: «Ya está». Me quedé muy sorprendida -en realidad, muy enojada- porque pensé: «Así que ahora que por primera vez me sale todo bien, venís vos y lo parás antes de tiempo». Le dije: «Pero sólo estuve aquí un par de minutos». Ella dijo «No», y yo miré el reloj y me sorprendí al ver que habían pasado 20 minutos. El investigador [a cargo] comentó que era una respuesta habitual eso de que el tiempo pasara como volando.

Muchos años después, estaba hablando con otra investigadora en este campo que estudia diferentes fenotipos de depresión y los efectos de la tDCS en ellos. Me dijo que para las personas que tienen esas vocecitas de rabia en la cabeza, la colocación particular del electrodo que a mí me habían puesto sobre esa parte de la corteza gris venía teniendo gran éxito. Dijo que hay gente con este tipo de corteza enojada seteada en hiperactividad. Y cuando se aplica el campo eléctrico, eso se apaga y esa gente descubre que sus síntomas depresivos se alivian.

Estaba pensando en conceptualizar esta vocecita enojada como ese tipo de la película de Disney «Inside Out» (animación de 2015 con un premio Óscar), cuya cabeza explota como un volcán. Esa vocecita enojada la escucho con frecuencia muy de fondo, como música de ascensor. Nunca pensé que eso estuviera relacionado con la depresión, pero lo cierto es que a veces la paso muy mal con el asunto. La experiencia de tener esa vocecita apagada fue realmente interesante. Me hizo pensar en cuál es el paisaje sonoro diario de mi mente, y después empecé a investigar cómo gestionarlo de forma más deliberada.

Goudarzi: ¿Las voces negativas internas desaparecieron inmediatamente o después de que la electricidad se activara un tiempo?

Adee: Al principio no noté que desaparecieran. No fue dramático. Lo noto hoy, y sólo cuando lo recuerdo. Después seguí con mi día a día, pero conservaba una profunda sensación de calma. Y no fue sólo durante el tratamiento, sino que me tranquilicé lentamente durante los tres días siguientes. Ya no era una persona ansiosa y nerviosa, y eso fue realmente lo dramático.

Goudarzi: ¿Puede hablarnos de la ciencia que hay detrás de su experiencia? ¿Qué ocurría cuando le pasaban esa corriente por la cabeza y qué era lo que le llevaba a concentrarse?

Adee: Se trata de una cuestión sobre la que se sigue investigando y especulando. Durante el aprendizaje, existe el axioma de que «las neuronas que se disparan juntas, siguen conectadas como juntas», y por eso, si se practica una y otra vez el mismo movimiento, por ejemplo, en tenis o tiro con arco, esos circuitos cerebrales aprenden a funcionar en concierto. Al principio tenés que hacerlo conscientemente, y es realmente engorroso y se siente incómodo. Pero cuanto más se practica, más se activan esas neuronas en simultáneo, y la habilidad se vuelve algo automático. Esa es la automaticidad de la pericia. Eso es lo que la caracteriza. En su momento, los investigadores pensaron que aplicar el campo eléctrico durante un aprendizaje lo aceleraría, y todavía hay gente que piensa que es cierto, sobre todo en la recuperación de las secuelas motrices de un stroke o accidente neurovascular isquémico (cuando por causas diversas, una obstrucción arterial deja sin irrigación sanguínea algún sector del cerebro). Dicen que cuando alguien en recuperación de un stroke recibe estimulación eléctrica mientras está reaprendiendo una tarea, se instruye a las neuronas (sobrevivientes) para que trabajen mejor juntas. Si a alguien que está en recuperación de un stroke le das tDCS unas cuantas veces al día al azar, no funciona. La idea es que se necesita estimulación eléctrica en el momento real del re-aprendizaje, ya sea para caminar o mover una mano.

Goudarzi: Por lo tanto, usted estaba recibiendo tDCS durante el rodaje (Goudarzi parecería referirse a una producción documental en video, que no hemos encontrado).

Adee: Creo que mientras estaba filmando. Pero todavía hay mucho que no sabemos. Alrededor de 2014, otra persona había hecho un meta-análisis (estudio estadístico sobre muchos otros estudios) y dijo que resulta que todo esto es basura, nada de esto funciona; si promediás todos los efectos, no sacás absolutamente nada en limpio. Otras personas trataron de darle tDCS a un cadáver y dijeron que no había suficiente electricidad que penetrara en el cráneo para hacer alguna diferencia en términos de potenciales de acción (activación de neuronas). Pero el siguiente meta-análisis encontró cierta eficacia para la depresión y la ansiedad. Ese estudio, publicado en 2017, fue uno de los mejores que existen.

Me interesé por este tema porque creo que muchos de los que piensan que esto es puro macaneo se basan en dos cosas. La primera es que hay una larga historia de charlatanería eléctrica, gente que utiliza dispositivos eléctricos realmente dudosos. En mi libro, ése fue uno de los capítulos más divertidos de investigar, porque se llega a hablar de gente que dice que la electricidad curará la histeria y otras enfermedades victorianas que sabemos que no existen. En segundo lugar, no sabemos realmente cómo funciona el cerebro.

Podemos intervenir de formas realmente selectivas, como la estimulación cerebral profunda para la enfermedad de Parkinson, y pueden ser buenas; nadie se atreve a decir que esto es macaneo porque funciona asombrosamente bien. Pero la cuestión es que la gente cree que sabe cómo funciona el cerebro dado que lo interpretamos como una computadora, y en ese modelo todo gira en torno a las neuronas con sus potenciales de acción. Pero la bioelectricidad es mucho más complicada que eso. Todavía están intentando averiguar qué variables hay que tener en cuenta cuando se hace estimulación transcraneal por corriente directa. Por ejemplo, hay que tener en cuenta el grosor del cráneo de una persona. Dado que el hueso vivo es un material conductor, hay que tener en cuenta la colocación sobre la zona precisa del córtex que se intenta estimular para saber exactamente cómo se quiere que fluya la corriente. Creo que durante bastante tiempo no dispondremos de tratamientos clínicos verificados para la estimulación superficial. Pero eso no significa que eso no vaya a ocurrir jamás. Sólo significa que tenemos que hacer mucha ciencia básica y conseguir normas.

Goudarzi: ¿Por qué DARPA divulgó esta investigación?

Adee: Siempre han tenido una relación interesante con el público porque, obviamente, los militares no pueden intimar mucho con los periodistas. Pero creo que hay algo en la investigación básica y no dirigida hacia la aplicación que entusiasma a los periodistas tecnológicos, sobre todo cuando no está directamente relacionada con las armas. Puedo levantar la mano y decir que yo también fui un poco culpable de eso. No quiero decir nada que sea irreflexivo, pero si el ejército tuviera un sector de relaciones públicas, ése sería DARPA. Es la agencia que desarrolló el GPS, por ejemplo, y muchas otras tecnologías en las que ahora confía la sociedad. DARPA está muy bien financiada, algo que no sucede en general con la ciencia básica; la gente no invierte tanta plata en temas sin beneficios inmediatos y obvios. Por ejemplo, en el ensayo clínico de la metformina, un fármaco para la diabetes, había un grupo de control de personas que no eran diabéticas y ostensiblemente más sanas que los diabéticos Tipo 2 a los que se les estaba administrando el fármaco. Supuestamente, el grupo de control (que no tenía diabetes 2 y no tomaba metformina) era la medida de la eficacia del fármaco (el que sí tenía diabetes 2 y lo tomaba). Sólo que después de tomar metformina, todas las personas que tomaban este fármaco acabaron estando mucho más sanas que el grupo de control. Así que los investigadores se preguntaron si (superando su propósito manifiesto de regulador de la diabetes) la metformina no era tal vez un superfármaco contra el envejecimiento en general. Todo el mundo se entusiasmó con la metformina, y se podría pensar que la gente haría cola para invertir dinero en un ensayo clínico adecuado. Pero eso no sucedió jamás. La FDA (la agencia federal de licenciamiento de fármacos de los EEUU) aprobó el protocolo de un ensayo clínico adecuado en 2015, pero fue imposible financiarlo porque los grandes ensayos clínicos son salvajemente caros. Creo que este año, un oligarca saudí dio el dinero para finalmente poner esto en marcha, pero éste es el tipo de lotería del que tenés que depender. Así que, cuando el ejército da mucho dinero para algo como las prótesis neurales, o algo que podría aliviar los síntomas de la depresión, o las interfases cerebro-máquina, la gente se emociona, porque ¿de dónde más va a salir plata para ciencia básica? Creo que DARPA sabe que eso da una visión optimista (de cierta investigación militar), y por eso informa libremente.

Goudarzi: Ha hablado de algunas de las ventajas de manipular el electrobioma, al menos en algunos casos, como el tratamiento de ciertos tipos de depresión. ¿Podría explicarnos primero qué es el electrobioma y luego las desventajas de manipularlo?

Adee: El electrobioma es un término bastante nuevo: apareció en artículo por primera vez en 2016, y no todo el mundo comparte la misma definición. Intenté pedirle a muchos investigadores su opinión sobre la definición. En lo que más o menos logramos converger es en las propiedades eléctricas de las células, de sus organelas (compartimientos intracelulares) y de los órganos y los organismos, y como esas propiedades eléctricas interactúan con otros sistemas orgánicos, como las hormonas endócrinas y la expresión de los genes. Parece complicado, pero cuando lo desglosás hasta lo más básico, acabás descubriendo, por ejemplo, que el voltaje celular es algo útil que todas las células utilizan para comunicarse entre sí, no sólo las del sistema nervioso. Eso es básicamente el electrobioma. Me gustaría que la palabra «electrobioma» termine haciendo por la investigación de la bioelectricidad lo que la palabra «genoma» hizo por la biología molecular.

Manipularlo tiene muchas ventajas, pero también muchos inconvenientes, y yo los veo en tres grandes áreas. Una son los problemas a corto plazo que hay que tener en cuenta. Una especialista en bioética de la Universidad de Duke, Nita A. Farahany, ha escrito un libro titulado The Battle for your Brain: Defending the Right to Think Freely in the Age of Neurotechnology (La batalla por tu cerebro: la defensa del derecho a pensar libremente en la era de la neurotecnología), que expone muy bien algo que acabo de esbozar también en mi libro: la idea de que la gente ve esas ondas cerebrales y concluye que dicen algo definitivo sobre la mente interior de la persona. En los casos en los que ha habido años de investigación rigurosa, eso puede ser cierto. Así, por ejemplo, los científicos del sueño utilizan las ondas cerebrales, como el ritmo delta, para determinar en qué momento del ciclo del sueño se encuentra una persona, como el sueño REM y el sueño no REM. Este tipo de investigación puede utilizarse para diagnosticar trastornos del sueño. En 1924, cuando Hans Berger inventó el electroencefalograma, fue capaz de ver las diferencias entre las ondas de una persona que estaba alerta y las de una persona cuya mente iba a la deriva y no prestaba toda su atención. Ahora estamos llegando a un punto en el que la gente confía mucho en la tecnología para que le informe sobre su estado interno de un modo que quizá se extralimite. Y yo diría que es demasiada fe porque tenemos esta visión bidimensional del cerebro en términos de sus ritmos eléctricos, pero la confundimos con una imagen realmente precisa de lo que está ocurriendo.

La Dra. Farahany profundiza en ello en su libro, pero el peligro es que las empresas esto van a querer medirlo y vigilarlo. Ya lo están haciendo para los camioneros de larga distancia. Intentan asegurarse de que están (cerebralmente) despiertos. Es muy difícil oponerse a ese tipo de vigilancia. Pero cuando se introducen otros tipos de vigilancia, surgen los problemas. Por ejemplo, digamos que tu jefe quiere que lleves unos auriculares, y quizá sean muy bonitos, muy de estilo, y medirán si estás prestando atención en el trabajo o si estás haciendo fiaca. Los gurús de la gestión siempre andan tratando de inventar una nueva; siempre tratan de encontrar algún área en la que su experiencia pueda darles una ventaja exclusiva de ventas, y este tema les viene a la medida. De pronto todo el mundo va a tener que llevar estos auriculares. ¿Importa si eso te da una imagen real de lo que está pasando en el cerebro? ¿O se va a convertir en un mecanismo de control? ¿Y vas a tener que averiguar cómo poner tus ondas cerebrales en el estado correcto para que tu jefe no se enoje con vos y no te descuente del sueldo? Así que creo que la Dra. Farahany tiene razón, ése es el peligro más inminente, porque esos auriculares ni siquiera tienen que funcionar bien para que se los use como herramienta de control.

Es algo parecido a la historia de la policía algorítmica, en la que medían ciertas cosas y así decidían dónde debían desplegar más efectivos. Pero resultó que estaban midiendo todas las cosas equivocadas y empeorando casi por completo la situación. Creo que ese es el tipo de problema posible en esto.

El segundo problema potencial es el culto a la personalidad en torno a los implantes neuronales, el neurohacking, que puede estar surgiendo. (Nota del traductor: la estimulación a la que se refiere la nota es extracraneal, trata de generar corrientes eléctricas intra e intercelulares en la corteza gris por pura inducción, sin contacto físico directo entre neuronas y electrodos). Los electrodos que penetran profundamente en el cerebro son probablemente una idea muy idiota para su uso en cualquiera que no padezca un trastorno realmente profundo que le impida hablar, o lo encierre completamente dentro de su cuerpo (sin posibilidades de contacto sensorial, motriz o verbal con el exterior), o que le cause alguna parálisis total o parcial.

Con un «Utah array» (un chip implantado intracraneal, que se aloja entre el hueso de la calota craneal y en contacto con las membranas meníngeas que envuelven el cerebro) se ha conseguido decodificar el habla a partir de las señales eléctricas del cerebro. Pero éste un implante penetrante que requiere cirugía cerebral. Utilizado con aprendizaje automático y procesamiento predictivo de señales, puede decodificar hasta 65 palabras por minuto, lo que es asombroso. Pero creo que ahora hay demasiado entusiasmo con otras nuevas generaciones de implantes neuronales. Y me preocupa que la gente quiera probar estas cosas, y ni siquiera estoy seguro de si sería ilegal que una empresa privada empezara a hacer ensayos por la propia. No era ilegal tener «ensayos» privados en las «clínicas de sangre joven» a mediados de 2010. Afirmaban que estaban haciendo ensayos de transfusiones de sangre joven, de jóvenes a ancianos. Pero se trataba de ensayos «pay to play» (en que si querés participar como voluntario en un estudio, tenés que pagar). Eso no estaba licenciado por la FDA, y sin embargo no catalogaba como delito. Creo que si tuvieras mucha plata, podrías tener tus propios voluntarios. Quizá la cirugía cerebral sea diferente, pero me preocupa que la gente se trague las afirmaciones de algunos multimillonarios mediáticos y haga cola para participar en este tipo de experimentos.

La tercera preocupación se centra en el futuro y los aspectos militares. Se están estudiando las diferencias bioeléctricas entre los animales que pueden regenerar sus extremidades cuando se las cortan -como las estrellas de mar y algunos lagartos- y los que no. Intentan averiguar si un cambio en el patrón eléctrico podría, de forma muy específica, hacer que la programación inicial del cuerpo (en fase embrionaria) para la formación de extremidades vuelva a ponerse en marcha. Todavía esto es muy prematuro. Se han obtenido resultados muy prometedores en ranas y algunos resultados interesantes en ratones. Pero si funciona en humanos (y aún no lo sabemos, queda mucho camino por recorrer), ¿cuáles son sus efectos psicológicos? Uno de mis trabajos paralelos es como crítica de ciencia ficción para New Scientist (semanario británico de divulgación científica), y acabo de leer un libro llamado «Rubicón«, de J. S. Dewes. Trata de gente en el campo de batalla cuyos cuerpos son masticados y pueden ser perfectamente regenerados después de haber muerto en combate, y el cuerpo está en condiciones completamente prístinas después de estos tratamientos, pero la mente se va desgastando cada vez más. Tenemos esta tradición de intentar averiguar cómo hacer que los soldados vuelvan al campo de batalla. Después de la Primera Guerra Mundial, hubo algo llamado «torpillage» (torpedeo, literalmente, en francés), una especie de terapia de electroshock brutal que se aplicaba a algunos soldados (franceses) para librarlos de la neurosis de guerra y poder llevarlos de vuelta al campo de batalla (fue muy resistido por los soldados por lo doloroso, y generó protestas y mala prensa). Ése es el tipo de cosas que me preocupan: cómo se pueden utilizar capacidades como ésa para tratar a las personas más como robots y menos como seres humanos.

Goudarzi: ¿Está el ejército de los Estados Unidos o cualquier otro gobierno llevando a cabo actualmente esta investigación?

Adee: Esto es muy preliminar. No para regeneración (de miembros), pero sí para curación de heridas. Hay un programa llamado DARPA BETR (Bioelectrónica para la Regeneración de Tejidos), y están estudiando si las heridas del campo de batalla pueden curarse más rápidamente, entre otras cosas, amplificando o manipulando de otro modo el campo eléctrico natural que sustenta gran parte de la curación. Es muy preliminar. Pero creo que han hecho un trabajo muy interesante. Está muy bien financiado: le dieron una subvención de 16 millones de dólares a la Universidad de Tufts, la Universidad de California en Santa Cruz y la Universidad de California en Davis.

Goudarzi: ¿Qué me dice de la estimulación transcraneal por corriente directa para mejorar la puntería; la utiliza el ejército estadounidense en el campo de batalla?

Adee: Si es así, no he oído hablar de ello. O bien no funcionaba de una forma fácil de replicar, que creo es lo más probable; o si funcionaba, no lo andan diciendo. Creo que la gente se enojó mucho con la idea de que se puede llevar a la gente a eliminar esas voces interiores, porque las voces interiores no están ahí sólo para torturarte. En muchos casos las voces interiores pueden actuar como una conciencia o una especie de freno de mano en las cosas que no están bien.

Goudarzi: ¿Qué pasa si esto funciona de forma reproducible y los gobiernos empiezan a utilizar esta tecnología? ¿Cómo funcionaría, por ejemplo, en manos incorrectas, como un gobierno autoritario?

Adee: Bueno, son cuestiones de libre albedrío, y ahora mismo no estoy seguro de que ésa sea la mayor preocupación. Lo que más me preocupa son los extraordinarios niveles de propaganda con los que cualquier gobierno somete a sus soldados para el combate. No estoy seguro de que sea necesaria la estimulación eléctrica para empeorar las cosas. Y también está el tema de las armas controladas por inteligencia artificial. Eso podría dejar a los soldados sin trabajo en algún momento, así que no estoy seguro de que el tDCS sea la preocupación en la cual centrarse cuando se trata de cómo funciona (el tema)  en el Ejército.

Goudarzi: Parece que la gente puede construir sistemas para administrarse a sí misma estimulación transcraneal por corriente directa: hay vídeos de instrucciones en YouTube, y los materiales se pueden comprar fácilmente por poca plata. También hay empresas que venden kits en línea. ¿Cómo funcionaría esta terapia o experimento en manos de una persona normal? ¿Cómo podría perjudicar a las personas, si no se utiliza de forma estudiada y controlada?

Adee: Bueno, es una cuestión de democratización. Si tenés una red que permite que la gente se baje los planos, siempre habrá quienes quieran probar el asunto. Sobre el material que se vende, no estoy segura. Como ya he dicho, todavía están resolviendo los problemas de hacer que la tDCS funcione realmente de una manera reproducible, incluyendo la densidad ósea (del cráneo) y la ubicación precisa y el tiempo de estimulación… son tantas variables… Y eso en el laboratorio, con gente que lleva 20 años trabajando en esto. Parece una muy buena idea construir tu propio kit, excepto que eso es autoexperimentación. En 2016, un grupo de neurocientíficos escribió una carta abierta, básicamente rogando a las personas que estaban construyendo estas cosas que dejaran de experimentar consigo mismos porque podés quedarte temporalmente ciego. He visto algunas fotos de quemaduras realmente malas que algunos se hicieron porque creyeron ser mejores electricistas de lo que eran en realidad. Pero éste es un país libre, y si querés descargarte el plano y fabricar uno de estos, no va a ser posible detener a nadie. Creo que la gente se ha desilusionado un poco más al ver que esto no es como «Matrix», ni como una bala de plata que te convierte en un asesino eficaz. Esto anduvo muy sometido al ciclo del bombo publicitario y ahora el tema llegó al punto más bajo de la desilusión, y probablemente la gente ya no haga mucho estas cosas.

Goudarzi: Eso es interesante porque me preguntaba si la gente con tendencias destructivas, como un tirador de esos que perpetran asesinatos masivos, usará esto como una ayuda (la entrevistadora se refiere a las cada vez más frecuentes masacres causadas en los EEUU en escuelas, colegios y shoppings por locos con armas automáticas).

Adee: Lamentablemente, no creo que la gente necesite un kit de tDCS para estas masacres masivas.

Goudarzi: Ha mencionado a los empresarios que podrían querer más productividad de sus trabajadores. ¿Es una preocupación seria?

Adee: Tan pronto como puedan demostrar algo que realmente funciona, entonces creo que se vuelve un peligro. Si realmente se puede demostrar que algo hace que la gente -no sé cómo se mide- sea vuelva más productiva, como que nadie esté charlando, y que el trabajador esté hiperconcentrado en hacer su trabajo durante el día, entonces, por supuesto, las empresas van a empezar a decir: «¿Estás dispuesto a llevar uno de estos?». Y después eso se va a convertir en: «Más te vale estar dispuesto a llevar uno de estos», y finalmente se va a volver: «Si no lo usás, estás despedido». Así que sí, ésa es una pendiente muy familiar. Pero primero habría que demostrar que esto funciona en serio. Llegado a ese punto, es un problema.

Hay un periodista llamado Alex Hutchinson, que escribió sobre el uso de la tDCS en el deporte porque, durante un tiempo, muchos atletas de élite –como el equipo olímpico de esquí de Estados Unidos, los Golden State Warriors y los ciclistas– utilizaron kits de tDCS. Hutchinson habló con expertos en ética sobre la psicología de este tema y le dijeron que no se engañara: una vez que una persona lo utiliza y obtiene resultados, ya no es opcional. Ya no es una opción de libre albedrío decir que no vas a usarlo. Ahora, el uso obligatorio es la nueva línea de base.

Creo que si usás estas cosas una vez está bien, pero si funciona, entonces estás haciendo algo al metabolismo del cerebro. Si lo usás durante ocho horas al día, te ve a agotar o va a tener efectos a largo plazo. Así que, de nuevo, necesitamos mucha ciencia básica en torno a esto. Estudiar el electrobioma sería muy útil porque en el cerebro ocurren cosas eléctricas que no tienen nada que ver con los potenciales de activación neuronal, y todavía no las entendemos.

Goudarzi: En lo que respecta a los atletas que utilizan la estimulación transcraneal por corriente continua, ¿cuáles son las principales preocupaciones éticas?

Adee: Había un artículo en Nature sobre esto, pero básicamente la gente del equipo olímpico de esquí que lo utilizaba planteaba dudas sobre el dopaje cerebral. Hubo una pequeña controversia, y duró un tiempo, en la que la pregunta era en qué se diferenciaba esto del uso de otros tipos de potenciadores (químicos) y cómo se definía la estimulación eléctrica del cerebro. Creo que todo eso parece haber desaparecido porque, de nuevo, hay demasiadas variables. Los kits que utilizaban estos chicos eran de empresas de Silicon Valley que habían surgido impulsadas por ruido mediático y que decían: «Podemos fabricar uno de estos auriculares nosotros mismos, y sirve en todos los casos». Y la tDCS afecta el cerebro, que viene a ser el órgano que menos se ajusta a solución única para todos los casos. Por lo tanto, no es que la tDCS esté condenada a no funcionar, es sólo que aún no entendemos las condiciones en las que lo hace. Definitivamente funciona para algunas personas, al igual que la estimulación cerebral profunda. (Están intentando probarlo para la depresión ahora mismo, y ha sido realmente bueno para el Parkinson). Pero con la depresión, es una de esas cosas que para algunas personas no sirve en absoluto; pero otras, se despiertan, miran (extrañadas) al médico y dicen: «¿Qué hiciste?». Es una sensación parecida a la que experimenté yo, pero mucho mayor, del estilo de: ¿Qué pasó con todas las voces enfadadas de mi cabeza? Esta estimulación cerebral profunda es tan dramática como que para algunas personas de repente estén mejor. Y las personas que responden permanecen mejor; el efecto no se desvanece, no desaparece. Pero, ¿cómo averiguar qué circuito concreto se ha activado y cómo activar ese circuito en otra persona cuando se está jugando con el órgano más complejo del universo? Entonces, si el tDCS funcionara perfectamente, sería dopaje cerebral. Eso, sin duda alguna. Y sería algo que debería estar prohibido porque o bien obligarías a todo el mundo a adoptarlo, lo que no es ético, o bien algunas personas tendrían ventaja sobre otras, lo que tampoco es ético.

Goudarzi: ¿Algo más que quieras añadir, especialmente en el contexto de la tecnología disruptiva?

Adee: Quería hablar -es un poco el objetivo- del miedo a un miedo. Uno de los proyectos interesantes en la investigación de la bioelectricidad es la creación de estos robots que no son realmente robots, pero tampoco están realmente vivos. Se los llama xenobots, son células tomadas de la piel de rana y extraídas del control bioeléctrico que ejercería sobre ellas una rana como animal individual. Cuando se toman estas células y se ponen en una plaquita de Petri, comienzan a pegarse y forman pequeñas manchas que se mueven por ahí. Hubo tres grandes artículos sobre esto. Uno de ellos detalla que aprendieron a reproducirse. No por reproducción sexual. Simplemente, corrían con sus pequeñas bocas de PAC-MAN engullendo más células de rana y convirtiéndolas en nuevas pequeñas manchas que también podían correr de forma autónoma. Leí algunos reportajes realmente alarmados en los que se hablaba de cómo esto podría ser el precursor de la amenaza de la sustancia viscosa gris que podría matarnos a todos y convertiría todo en xenobots de rana y entonces se acabaría el mundo, o al menos sucedería una catástrofe medioambiental. Pero forzar esta narrativa de desastre preexistente a nuevas investigaciones puede ser realmente perjudicial. Porque este xenobot demuestra que se pueden crear organismos robóticos a partir de materiales vivos, lo que es un avance increíblemente positivo. Son células de la piel. No comen, y no se reproducen sin control porque mueren, como todos los seres vivos. Así que no van a ser esas monstruosidades de silicio que se descontrolan. Cosas como ésta podrían ser la base de los tipos de organismos que necesitamos para limpiar parte de la catástrofe ambiental que hemos creado. Y creo que, cuando se trata de una nueva disciplina, las nuevas investigaciones hacen que la gente se asuste y vale la pena recordar que todo debe ser analizado en sus propios términos. La narrativa de la sustancia viscosa gris encajaba muy bien porque eran entidades pequeñas y autónomas, pero cuando se mira más de cerca, eso no lo está construyendo nadie. Pero era demasiado tentador encajar esta investigación en la línea de los xenobots que van a apoderarse del mundo, y que las consecuencias van a ser inevitables y malas. Creo que con muchas investigaciones sobre bioelectricidad, la gente debería mirarlas con claridad, no a través de esos marcos viejos.

Goudarzi: Y por bioelectricidad, ¿te referís también a la investigación de la estimulación transcraneal por corriente directa?

Sí. Porque algunas de las cosas sobre cómo se crean los xenobots tienen que ver con la manipulación de sus canales iónicos (de las membranas celulares). Así que la bioelectricidad sustenta parte de su creación. Creo que este campo se ha visto demasiado afectado por la gente que piensa que esto encaja en una narrativa preexistente y sesgada. Así es como lo van a ver, y es realmente difícil alcanzar una velocidad de escape (11 kilómetros por segundo, la velocidad de un cohete en ascenso para no quedar atrapado en órbita terrestre) que te libere de esas fábulas preexistentes y tratar de mirar las cosas de frente. Siempre hay que entender si algo va a suponer una amenaza o un problema, eso importa. Pero creo que a veces la gente se recuesta en viejas ideas e intenta meter con calzador cosas nuevas dentro del molde de lo viejo para que parezcan lo mismo. Es sólo una advertencia contra eso, porque puede haber un costo de oportunidad.

«Las represas hidroeléctrica del Comahue deben revertir al Estado Nacional»

Un equipo de técnicos convocados por la Secretaría de Energía elaboró un informe que recomienda que las concesiones hidroeléctricas de las represas del Comahue, que empiezan a vencer a partir de agosto de este año, se reviertan al Estado Nacional. Concretamente, el Equipo de Trabajo de Aprovechamientos Hidroeléctricos Concesionados (Etahc) propone que los activos pasen a la órbita de la empresa estatal Enarsa (Energía Argentina S.A.), que es la opción en la que está trabajando en este momento el gobierno nacional.
Se trata de los contratos por 30 años de los aprovechamientos hidroeléctricos El Chocón, Alicurá y Planicie Banderita que vencen el 11 de agosto, y de Piedra del Águila, cuyo contrato vence el 29 de diciembre. Las concesiones hidroeléctricas para el aprovechamiento del río Limay en Neuquén y Río Negro fueron originadas en las privatizaciones de 1993. En una resolución de la Secretaría de Energía, publicada el 12 de mayo, se dan las principales razones del informe que, en rigor, tiene una extensión de más de 200 páginas y todavía no se dio a conocer por completo. El informe contó con un equipo de técnicos entre los que participó Mario Levy. La conclusión central es que instruye a que Enarsa “lidere el proceso de finalización de la concesión en atención a sus competencias técnicas en la materia”, a partir del “vencimiento de las referidas concesiones”.

Razones

El informe estima que se harán estudios hídricos y geológicos para determinar las condiciones técnicas de cada represa. Además, según la resolución de la cartera energética, el documento recuerda que en octubre de 2017 la empresa Enarsa “absorbió a la firma Emprendimientos Energéticos Binacionales S.A. (EBISA), una sociedad responsable de desarrollar proyectos y estudios, prestar servicios de consultoría, preparar licitaciones y supervisar obras relacionadas con el sector eléctrico y le fue otorgada la concesión para la generación de energía de las centrales hidroeléctricas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic”. Las represas hidroeléctricas del Comahue eran parte de la estatal Hidronor y en la década del 90 pasaron a manos privadas. El grupo italiano Enel, que anunció su salida del país para este año, controla El Chocón. Piedra del Águila es operada por Central Puerto. Alicurá está a cargo de la compañía norteamericana AES y Planicie Banderita está en manos de Orazul Energy, que pertenece al fondo I Squared Capital. La cartera que conduce Flavia Royón planea crear una empresa pública para gestionar las represas del complejo hidroeléctrico del Comahue, donde podría sumar a las provincias de Neuquén y Río Negro y al sector privado.

Generación

La generación hidroeléctrica en el país, que inicialmente fue impulsada por el Estado en la década de 1960, representa entre el 10% y 14% de la matriz energética. La potencia nominal instalada en cada central es de 1.050 MW en Alicurá; 1260 MW en El Chocón; 128 MW en Arroyito, 1.440 MW en Piedra del Águila, ; y 472 MW en Planicie Banderita. El informe aclara que “en tal contexto se entiende necesario comenzar de manera inmediata, conjuntamente con el concesionario y los demás actores que se estimen, un proceso de acompañamiento en las tareas que requiere la finalización del contrato, así como también debería determinarse oportunamente el modo en que se operarán las centrales una vez entregadas al concedente”.

Mantenimiento

El documento elaborado por la cartera energética focaliza en “las obligaciones de la concesionaria en materia de uso, seguridad y mantenimiento de los complejos hidroeléctricos y en materia de protección del medio ambiente”. El nuevo operador debe garantizar al momento de asumir la operación con las capacidades mínimas para: a) la gestión de operación y mantenimiento; b) los controles de auscultación del aprovechamiento; c) la aptitud de elementos y bienes de uso; d) el resguardo del aprovechamiento, sus bienes materiales e intangibles; y e) actividades que hacen a la gestión administrativa y la articulación con los diferentes organismos. El informe estima que se harán estudios hídricos y geológicos para determinar las condiciones técnicas de cada represa. El complejo hidroeléctrico Alicurá cuenta con 4 turbinas tipo Francis, El Chocón tiene 3 turbinas Kaplan, Arroyito suma 6 turbinas tipo Francis, Piedra del Águila opera con 4 turbinas Francias y Planicie Banderita genera con 2 turbinas tipo Francis. La cantidad de turbinas es diferente en cada central por la potencia hidroeléctrica que se puede aprovechar en cada punto, la capacidad tecnológica y operativa de construcción de las máquinas.

Comentario de AgendAR:

En AgendAR coincidimos en el informe. Sólo con administración estatal podés usar los ríos del Comahue en combinación con los parques eólicos, es decir, conservar agua cuando tenés viento, y llegar con reservas abundantes al verano, época en la que más se la necesita pero también en la que más se ha perdido por evaporación. A un concesionario privado, no le hables de no turbinar agua para blindar el Sistema Argentino de Interconexión: sería un lucro cesante. La coordinacion de las represas y los parques eolicos debe hacerse sí o sí: desde hace décadas, las lluvias están a la baja estable en toda la región, por efecto del cambio climático. Esto se ven en los bosques andinopatagónicos, que cada vez son más incendiables, y en la merma de nivel de los lagos hidroeléctricos. Pero simultáneamente, los vientos patagónicos parecen estar bajando de velocidad y persistencia como parte de un fenómeno mundial, el «stilling», también ligable al cambio climático. No sabemos si el estudio de la Secretaría de Energía tocan estos asuntos en las 200 páginas de su estudio ETAHC. Si no es así, están obviando al elefante en la habitación. Hora de que el estado FEDERAL recupere el control.

Celeste Saulo la directora del SMN sera la nueva Secretaria General de la Organización Meteorológica Mundial

  • La científica argentina, directora del Servicio Meteorológico Nacional, resultó electa para ocupar la posición más alta en el organismo de Naciones Unidas dedicado a la meteorología, el clima y el agua.
La directora del SMN, Celeste Saulo, resultó electa como Secretaria General de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), la posición de mayor relevancia a nivel global en materia de meteorología, clima y agua. La meteorología estudia el estado de la atmósfera en el corto plazo: ¿lloverá la semana que viene? La climatología, en el largo y muy largo plazo: ¿está lloviendo menos en la Pampa Húmeda? La mención del agua es porque nada de lo que suceda en la atmósfera es independiente de lo que suceda en los océanos, y porque la cantidad de agua que absorbe es función directa de su temperatura. La elección se llevó a cabo esta mañana, en Ginebra, Suiza, en el marco del XIX Congreso de la OMM, en el que los 193 estados y territorios miembros eligieron a las nuevas autoridades, incluidos los cargos de presidente, tres vicepresidentes, miembros del Consejo Ejecutivo y a quien ocupe la Secretaría General. Saulo obtuvo la mayoría de ⅔ requerida para ganar la elección, con 108 votos, frente a los candidatos de China, Suiza y Curaçao. La científica argentina se convierte así en la primera mujer en la historia en ocupar la Secretaría General y también la primera persona latinoamericana, lo que ubica al país y a la región en un nuevo rol estratégico. “Mi ambición es conducir a la OMM hacia un escenario en el que la voz de todos los Miembros sea escuchada por igual, priorizando a aquellos más vulnerables y en el que las acciones que emprenda se encuentren alineadas con las necesidades y particularidades de cada uno de ellos. En momentos en que la inequidad y el cambio climático son las mayores amenazas globales, la OMM debe contribuir a que los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos se fortalezcan para proteger a las poblaciones y sus economías, proveyendo servicios y alertas oportunos y eficaces.”, sostuvo Saulo. Sus antecedentes Celeste Saulo es doctora en Ciencias de la Atmósfera y colabora en diversos programas científicos de la Organización Meteorológica Mundial desde hace más de 15 años. En 2014 asumió como directora del Servicio Meteorológico Nacional, año en el que se convirtió en representante permanente de Argentina ante la OMM. En abril de 2018, fue electa vicepresidenta segunda de la OMM y, en junio de 2019, se convirtió en vicepresidenta primera. Desde ese rol, presidió el Panel de Investigación de la OMM. La Organización Meteorológica Mundial es el Organismo de Naciones Unidas dedicado al tiempo, el clima y el agua. Está conformada por 193 Estados y territorios Miembros y actúa en el desarrollo de conocimientos técnicos y en la cooperación internacional en los ámbitos del tiempo, el clima, y el agua, así como en otras cuestiones medioambientales, contribuyendo de ese modo a la seguridad y al bienestar de todos los pueblos del mundo y a la prosperidad económica de las naciones.

Comentario de AgendAR:

Agregamos que Celeste Saulo es una de las autoras intelectuales del SINARAME (el Sistema Nacional de Radares de Alertas Meteorológicas) que desplegó INVAP. Lo hizo luego de la tormenta del 4 de abril de 2012, la peor de la historia en el AMBA, que incluyó 4 tornados, destruyó miles de construcciones, mató a casi 100 personas, dejó 893 heridos y dejó sin electricidad ni agua a miles de personas durante meses en el Conurbano Oeste. Hoy la Argentina tiene la única red nacional de radares meteorológicos de la región, capaz de dar alertas de muchas horas en casi toda la extensión del país. Viene siendo construida toda en base al mismo modelo de radar en banda S, lo que simplifica la integración provincial, nacional y regional de los datos. Que los aparatos sean argentinos, además, simplifica su mantenimiento y garantiza su disponibilidad. Saulo se va a las Naciones Unidas con mucha obra hecha en su país.

Lanzan un proyecto para incentivar el reciclado de plásticos

El presidente de la Fundación Banco de Plásticos, Carlos Briones, presentó el martes 30 de mayo, en el Instituto Universitario para el Desarrollo Productivo y Tecnológico Empresarial de la Argentina (IUDPT), en la ciudad de Buenos Aires, los “Bonos de Plástico” recientemente lanzados por dicha entidad. Se trata de una herramienta ambiental capaz de certificar que los generadores de plásticos de un solo uso son responsables por la recolección y el reciclado del equivalente a la cantidad de toneladas de desecho posconsumo de sus productos. De esta manera, los “Bonos de Plástico” ofrecen la posibilidad de desarrollar un sistema de compensaciones de la huella de plástico entre generadores y recicladores. “La idea es incentivar a la industria recuperadora y recicladora, mediante la certificación ‘plástico neutro’ por parte de las empresas generadoras, como se hace con los bonos que permiten generar plantaciones de árboles para compensar la huella de carbono. Es posible certificar un evento, un producto, una marca o una empresa”, explicó el titular de la organización sin fines de lucro.
El consumo anual de plásticos en la Argentina llega a 1,8 millón de toneladas, de las cuales el 45% corresponde a envases
El experto indicó que la oportunidad ofrecida por nuestro país al respecto es muy importante. “El consumo anual de plásticos en la Argentina llega a 1,8 millón de toneladas, de las cuales el 45% corresponde a envases. Mientras tanto, el reciclado sólo alcanza las 225 mil toneladas por año”, precisó el especialista, quien lideró recientemente la limpieza y recuperación de 15 toneladas de plástico generado por la industria pesquera en las islas Tova y Tovita, de la provincia de Chubut. La entidad verificadora que certifica la transparencia y trazabilidad del sistema es la Asociación para el Estudio de Residuos Sólidos (ARS), según indicó Briones. Dicha institución es miembro nacional de la International Solid Waste Association (ISWA), la más importante organización mundial independiente y no gubernamental del sector de tratamiento de residuos sólidos. La disertación se realizó en el marco del ciclo de conferencias abiertas a la comunidad que viene desarrollando el Instituto Universitario para el Desarrollo Productivo y Tecnológico Empresarial de la Argentina (IUDPT). En esta ocasión, participaron el presidente de la Fundación DPT y fundador de la institución, Guillermo Gómez Galizia; el rector del IUDPT, Mariano Álvarez, y la vicerrectora, Mariana Iurman, junto con estudiantes y miembros de la comunidad.

Por las nevadas, 1.500 camiones varados en la frontera con Chile, en el paso de Uspallata

Ante las intensas nevadas que se están dando en la cordillera, muchos transportistas quedan varados en las playas de Uspallata a la espera de lograr el cruce a Chile (hasta el jueves eran unos 1.500 camiones), siendo los choferes los más perjudicados. El concejal Samuel Barcudi, que desde hace tiempo sigue la problemática poniendo siempre en agenda el Paso Las Leñas de San Rafael como una alternativa y solución ya que por su altura no tendría estos problemas de intensas nevadas que producen el corte del tránsito. Hace algunos días, tras las críticas recibidas por los camioneros varados en el paso a Chile Cristo Redentor, el jefe del Centro de Fronteras y Coordinador del Paso Internacional, Justo José Báscolo, presentó la renuncia al cargo, acusando al Gobierno nacional de no brindar soluciones y falta de apoyo. El concejal sanrafaelino Samuel Barcudi expresó que las mejoras es algo que se vive reclamando. “No perdemos la oportunidad siempre de poner en agenda el tema de paso Las Leñas, a partir de las dificultades que día a día va demostrando paso Libertadores como un paso colapsado, sumando también que nosotros tenemos la vista de cómo otros pasos van avanzando por gestión propia, por el interés que se marca por parte del Gobierno central de la provincia respecto a la gestión ante el Gobierno nacional, que es el responsable de la ejecución de los pasos”, dijo y añadió: “Vemos San Juan, Neuquén, como esos pasos se mantienen, como Aguas Negras ha ido aumentando su impacto de influencia y la verdad es que no podemos seguir echándole la culpa permanentemente al Gobierno nacional de la falta de gestión que tenemos como autoridades provinciales, y en esto hago hincapié en que también hay un fuerte lobby quizás del empresariado mendocino del norte provincial, precisamente por este temor a perder un negocio, una oportunidad de expansión por parte de Libertadores, que entendemos que es un paso que ha dado todo lo que tenía que dar y que está muy dificultoso de seguir ampliándose”. Aseguró que Las Leñas no llegaría para hacerle daño al Gran Mendoza, sino a “ampliar la economía, ya que podría aumentarse en un 30% el transporte, la carga a través del cargador bioceánico con salida directa”.

TANDANOR: Alejandra Portatadino habla sobre su historia, presente y posibilidades

Reproducimos la entrevista de la Agencia Paco Urondo a Alejandra Portatadino, ingeniera mecánica, especialista en hidrocarburos y recursos energéticos, que se desempeña en esas funciones en Tandanor. Agencia Paco Urondo: ¿Con qué fin fue creada Tandanor y cuál es su historia? Alejandra Portatadino: Tandanor se encarga de todo lo que es reparación de embarcaciones, con la capacidad de elevación de SYNCROLIFT de 15 mil toneladas; y el astillero Almirante Storni se ocupa de lo que es fabricación de buques y diseño de nuevos proyectos. El astillero Storni nace con el decreto 768/1974 del General Juan Domingo Perón, cuando ve la necesidad de que Argentina tenga navíos tácticos, submarinos, para la defensa de nuestros mares. Con ese decreto se prepara un plan de modernización de la Armada, se compran los destructores Meko 360, las corbetas Meko 140 y se adquieren 2 submarinos a Alemania, tipo 209. Luego, se ve la necesidad de tener submarinos más grandes, oceánicos. Por eso se planifica el Astillero Domecq García, que tiene una capacidad de construcción de 4 submarinos, y se crea el proyecto TR 1700 para tener 6. Los 2 primeros vinieron fabricados de Alemania: el San Juan y el Santa Cruz; el resto se iba a fabricar acá, en Argentina. APU: ¿En qué situación se encuentra Tandanor, ahora? A.P.: Argentina vive el cimbronazo de todo lo que fue el neoliberalismo. En los 90 sufrimos el cierre de nuestros astilleros: SANYM, Príncipe Menghi, ASTARSA, Alianza,  se desfinanció Río Santiago, se cerró Domecq García. A los astilleros Tandanor y Domecq García los quisieron convertir en shoppings, durante el gobierno de Carlos Menem. Recuperar eso fue un esfuerzo muy grande que comenzó con el gobierno de Néstor Kirchner, se reactivó la industria naval, pero después vino Macri y volvió a desactivar todo, nuevamente.
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Tandanor
Tandanor
APU: Y eso tiene un costo. A.P.: Esos altibajos, en la industria naval, tienen un costo muy grande. No es solamente lo que se deja de fabricar, sino lo que en la ingeniería se conoce como cadena de ingeniería inversa. A los proyectos, en el transcurso del tiempo, los vas mejorando, estudiándolos, agregándole nuevas tecnologías. Si eso no está, los ingenieros nos vamos desactualizando y para el país es un costo muy grande. Ahora se volvió a activar. En el área de producción de Tandanor, por lo menos hasta julio, tenemos todas las dársenas contratadas completas. Aquí realizamos todo bajo todas las normas internacionales certificadoras. Los trabajos son de muy buena calidad y somos reconocidos. En cuanto a la parte de fabricación del Storni, estamos con el proyecto del buque polar, fabricando 12 remolcadores para la armada, botamos la semana pasada el buque oceanográfico Petrel. Estamos recuperando las capacidades de fabricación, en un trabajo conjunto con las universidades. APU: ¿Por qué sería necesario mantener toda esta estructura de la industria naval estatal? A.P.: Primero, porque somos un país marítimo fluvial. Si ustedes ven la costa este del continente, está rodeada por ríos: el Paraná, Uruguay; y lo que es la costa marítima del océano atlántico, más un territorio insular y antártico como es la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. Tenemos una riqueza muy grande que hay que cuidar y muchos recursos marítimos. Si no hay elementos, embarcaciones que puedan cuidar nuestra soberanía, el futuro de Argentina va a ser muy triste. No nos olvidemos de los nódulos polimetálicos, también, que tienen cobalto, oro y otros ricos minerales que son formaciones volcánicas que salen de volcanes submarinos y quedan como esferas en el lecho que, hoy en día, son cosechadas por lo que es la minería submarina.
APU: Una minería que, cada vez, va cobrando mayor relevancia. A.P.: Tenemos toda la isla Sandwich, el sector de la cadena volcánica que está llena de nódulos polimetálicos, sin explotar. Esos recursos son nuestros. Si no los cuidamos, las ambiciones y las necesidades del mundo en cuanto a minerales son, cada vez, más importantes. Hemos visto lo que ha pasado en África, en Asia, el saqueo de sus recursos. Lo que está pasando en Argentina con el oro, con las empresas de Commonwealth británico que son las que se encargan de la extracción. Argentina produce 60 toneladas anuales de oro y acá no nos dejan ni una pepita, las reservas las tenemos en dólares y no en oro, que es extraído y llevado sistemáticamente al extranjero. Si nosotros no tomamos conciencia de lo que está pasando y no tenemos elementos para cuidarlos… bueno, qué nos va a quedar. APU: ¿Quedamos muy atrasados en ingeniería naval con respecto a los países más desarrollados? A.P.: No estamos tan atrasados. Por suerte, no han podido cerrar las universidades públicas. En Argentina tenemos alrededor de 450 Facultades de las diferentes ingenierías, con 700 carreras de grados, posgrados y doctorados. La mayoría son públicas, y los docentes nunca hemos parado de enseñar, de actualizarnos. Se ha podido traspasar generacionalmente mucha mano de obra de los soldadores, de los careneros, de los técnicos navales. Tenemos muchas posibilidades, pero se necesitan decisiones políticas. Una cámara de legisladores que entienda que hay recursos, industrias, que son estratégicos para Argentina y no importa el color del gobierno, no se deben destruir. La industria naval genera mucho empleo de calidad, directo e indirecto. Mano de obra calificada de técnicos, de ingenieros, mueve muchas personas. Tandanor solamente mueve 500 personas. Tandanor no recibe subsidio, es una empresa que se mantiene con lo que produce. APU: Para vos, estamos flojos en el plano legislativo… A.P.: En lo discursivo decimos una cosa, pero en cuanto a las acciones dejamos mucho que desear. Por ejemplo, el Reino Unido proyectó hacer un puerto en Rothera en la Península Antártida. Según el tratado Antártico, los países miembros pueden hacer obras civiles bajo consenso de todos los países miembros. Si hay un país que objete un determinado proyecto, por cuestiones ambientales, por considerar que la información o estudios de impacto son insuficientes, ese proyecto no se puede ejecutar. En este caso, el proyecto del puerto de Rothera no tuvo ninguna objeción de parte del Instituto Antártico, a cargo de Patricia Ortúzar. El Instituo Argentino no objetó absolutamente nada y ellos pudieron hacer otro puerto en la Antártida donde reclaman como propio nuestro espacio correspondiente. Por un lado, hablamos de la dominación británica sobre nuestros mares, sobre nuestras islas, de la usurpación. Y por otro lado, les permitimos entrar. Entonces, eso genera una ambigüedad que no es comprensible. Yo soy de Ushuaia, vivo en Ushuaia y son cosas que no entendemos los fueguinos, de esas decisiones que toma Nación que son muy ambiguas. Ahora, por suerte, dejaron sin vigencia el comunicado Fondadori-Duncan, pero todavía falta los tratados de Madrid 1 y 2. Estos tratados hablan de la entrega de nuestros recursos al Reino Unido.
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ARA Petrel
ARA Petrel
Vemos que hay flota pesquera china, española, depredando nuestros mares ¿Y nosotros, qué buques fabricamos? ¿Qué marina mercante tenemos? Hasta ahora, con Astillero SPI y otros astilleros de Mar del Plata estamos sacando buques de pesca. Son medianos y chicos, pero qué control hay, cómo promovemos la industria naval y nuestra flota. En el pacto Runciman-Roca, el Reino Unido había acordado que el 80% del transporte de los productos argentinos al Reino Unido tenían que realizarse con buques de bandera inglesa. Estamos volviendo a eso. Cuando vino Perón, lo que hizo fue nacionalizar la flota, crear ELMA, una empresa que generaba ganancia, muy buena flota. Cuando lo derriban, vendieron los barcos más modernos, dejaron los más antiguos, y ahí destruyeron ELMA con el argumento de que daba pérdida. ¡Seguramente que daba pérdida en ese momento si habían vendido todos los buques que eran competitivos y modernos al extranjero! Nos tenemos que preocupar más por esto que de las potencias extranjeras. Por aquellos argentinos que por su codicia, entregan los intereses superiores de la Patria para el enriquecer sus bolsillos. Recordemos que Argentina exportaba buques mercantes a todo el mundo. Y acá se fabricaron 6 corbetas misilísticas, las Meko 140, que todavía están funcionando. APU: ¿Hay posibilidades de crecimiento dentro de la industria naval? A.P.: Desde la Ingeniería, sí. Desde las capacidades constructivas de nuestros astilleros, sí. Desde las decisiones políticas, no sé, porque cada vez que gana la derecha como fue con Mauricio Macri retrocedemos 10 años que perdemos en avances y desarrollos  tecnológicos soberanos La verdad es que soy ingeniera y lo que ví es muy triste. Necesitamos gobiernos que apoyen la construcción naval y no la compra de buques, el peronismo se caraterizó por la promoción de la flota de bandera  nacional y los astilleros . El ejemplo es que se compraron 4 OPV francesas que salieron mucho más caras que fabricarlas acá y el Astillero Río Santiago tenía la ingeniería para un diseño mucho más marinero, con mejores prestaciones, a su vez, modular. Podrían construirse OPV, buques de investigación científicos con la misma plataforma. Corbetas misilísticas o cañoneras, trabajan todos con módulos. Y es diseño 100% argentino que tiene Río Santiago, las capacidades están. Igual que los submarinos, la capacidad para construirlos la tenemos. Habría que modernizar algunas herramientas, equipos el astillero puede fabricar 4 submarinos al mismo tiempo. Teniendo las tecnologías, qué necesidad tenemos de comprar submarinos en otros países. APU: Que terminemos comprando afuera suena como inexplicable. A.P.: Pasa algo que es entendible: la Armada pide comprar afuera porque, con todas esas políticas oscilantes de los gobiernos, no saben si vamos a encarar una construcción y después va a quedar abandonada, como pasó con el submarino Santiago del Estero, que están ahí los pedazos, desde 1982. La armada, a veces, ante esa incertidumbre, prefiere elegir comprar afuera porque sabe que se establecen compromisos. Lo compran, lo arman y lo entregan. En cambio, acá, estamos muy sujetos a los vaivenes políticos que, más que los intereses superiores de la Patria y de la Nación, los mueve los intereses superiores de su bolsillo.

YPF Luz, el «brazo ecológico» de la petrolera estatal, crece en el espacio de las energías renovables

  • YPF Luz registró un aumento en la venta de energía renovable de más dell 16% interanual. Y un 262 % en inversiones!

El sector dedicado a la energía eléctrica de la petrolera de bandera, YPF Luz, registró un nuevo incremento en la venta de energía renovable que superó el 16% durante el primer trimestre del año. La puesta en marcha de su primer parque solar anticipa que la tendencia se mantendrá en la misma línea los próximos meses. También aumentaron las inversiones arriba del 260% interanual. Los datos se desprenden de la última presentación de resultados operativos y financieros que realizó la firma, correspondiente al primer trimestre del año. Según detallaron, la venta de energía verde en el período de análisis fue de 454 GWh, un 16,7% más alto que lo reportado en el mismo trimestre de 2022, que fue de 389 GWh. En lo que hace a las inversiones, la empresa desembolsó en el trimestre un total de 73,6 millones de dólares, lo que equivale a un salto de 262,2% respecto a los 33,4 millones de dólares del mismo período del año pasado.
262% es lo que aumentó las inversiones la empresa, en términos interanuales.
A finales de abril, la empresa puso en funcionamiento su primer parque solar, Zonda, ubicado en la provincia de San Juan. Durante la segunda semana de mayo el parque contaba con unos 68,11 MW habilitados de los 100 MW que tendrá. Desde la firma comunicaron que esperan que se complete el 100% de la habilitación durante este segundo trimestre del año, con lo cual, su impacto en la generación y venta de energía se verá reflejado en el próximo reporte trimestral de YPF Luz.  El buen desempeño del segmento renovable de la firma se apuntaló por un salto en el factor de carga de sus parques del 3,1%, que elevó el promedio a casi 53%. Pese al salto en el segmento verde, la venta total de energía de la empresa se contrajo un 2,9% y cerró el trimestre en 2.664 GWh. La comercialización de energía térmica cayó un 6,1% en el período y eso condicionó el rendimiento general. Según comentaron, la disponibilidad de energía térmica se contrajo un 7,4% en el trimestre y cerró en un 84,1%. La central Loma Campana II estuvo fuera de servicio durante todo el trimestre por mantenimiento forzado. YPF Luz: otros puntos altos del trimestre  Acorde a lo que reportó la empresa, cerraron el período de estudio con un total de ingresos de 109,7 millones de dólares, lo que significa una caída del 3,5% interanual. Además, el Ebitda (ingresos antes de impuestos y depreciaciones) fue de casi 91 millones de dólares, lo que consolida un salto del 2,1% respecto al mismo trimestre de 2022. El resultado del período fue de unos 49,9 millones de dólares, lo que significa que la empresa tuvo un aumento del 49,6%, sobre el mismo período de 2022. Con respecto a los costos operativos, la empresa registró un incremento del 20% interanual. Precisaron que se debió por los incrementos de sueldos, cargas sociales y costos de mantenimiento, reparación y mantenimiento. El próximo parque eólico de YPF Luz  Durante los primeros meses del año, la empresa confirmó que construirá un nuevo parque eólico que estará ubicado en la provincia de Córdoba. Tendrá una potencia instalada total de 155 MW y se espera que comience a operar durante el último trimestre de 2024. Tendrá un CapEx asociado de unos 262 millones de dólares. Al primer trimestre de este año, la obra registró un avance del 2%, ya que comenzaron a realizarse las primeras tareas en el terreno. Desde la empresa detallaron que se inició la movilización de personal y equipos, preparación de terreno para obradoras y apertura de pistas. También comenzaron con los estudios geotécnicos y geofísicos asociados a las fundaciones, caminos y plataformas en sitio. Como así también las actividades gabinete asociadas a la ingeniería y suministro de equipos críticos. (Rio Negro / Redacción.com.ar)

Jujuy, Salta y Catamarca trabajan en una ley sobre industrialización del litio

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El gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, adelantó que las tres provincias presentarán el proyecto este mes de junio, en un contexto de avance de iniciativas que plantean la nacionalización del mineral.

Jalil habló de una ley para la cadena de valor en la industrialización del litio”. El mandatario provincial consideró fundamental iniciar un proceso de industrialización del litio para aprovechar al máximo la cadena de valor de este recurso estratégico, en declaraciones al medio tinogasteño Radio Acuario. “Estamos trabajando en la cadena de industrialización del litio. Por ello, ahora en junio, vamos a tener la Mesa del Litio en Catamarca para seguir definiendo políticas de trabajo conjuntas y una ley específica sobre lo que pretendemos de la industrialización del litio para aprovechar al máximo su cadena de valor”, dijo el mandatario provincial.

Ley de Electromovilidad

De la misma manera, Jalil mencionó también la importancia que tendrá una futura aprobación de la Ley de Electromovilidad en el Congreso. “La minería es uno de los sectores estratégicos para el desarrollo y crecimiento de Catamarca. Junto a los gobernadores de Salta y Jujuy, se avanza en acuerdos en común para el beneficio de los habitantes de la región que posee una de las mayores reservas de litio del mundo”, dijo Jalil. Y agregó: “Catamarca es la provincia que más regalías mineras cobra y tiene el mejor acuerdo. Recibimos el 3,5% que es el mayor valor de facturación que cobra una provincia, los aportes del fideicomiso, además del 70% de mano de obra catamarqueña que se contrata y la contratación de proveedores locales”. En cuanto a la nacionalización del litio, Jalil subrayó que “los recursos pertenecen a las provincias”, afirmó al remarcar que “debe haber un acuerdo político cuando se habla de minería”, para lo cual señaló que la próxima semana ingresará el proyecto de ley en la Legislatura provincial para que la oposición forme parte del directorio de la empresa estatal Camyen.

Fideicomiso minero

Jalil, también valoró que a partir de los fondos del fideicomiso minero (cerca de $10.000 millones de pesos) se construyen obras en los departamentos de Belén, Antofagasta y Tinogasta, y pronto iniciarán la construcción de 200 viviendas para esos departamentos. “Las obras están pensadas para el desarrollo de nuestras comunidades”, afirmó. A su vez, el mandatario indicó “somos un proyecto político que lidera Lucía (Corpacci) y donde trabajamos con todos los intendentes. Como Gobernador procuro que todos nuestros habitantes tengan los servicios necesarios y posibilidades de desarrollo en cualquier punto del territorio catamarqueño”, afirmó el mandatario provincial. Finalmente, destacó que “Catamarca generó más de 10.000 puestos de trabajo privado que se expresan en más catamarqueños que se quedan a vivir en sus lugares de origen. Están contenidos en nuevas empresas textiles, en las obras públicas, en el turismo, en la minería”.

Según registra la O.I.T., la jornada laboral en Argentina está entre las más altas del mundo

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Las estadísticas reunidas por la Organización Internacional del Trabajo indicarían que la jornada legal de trabajo en nuestro país está entre las más altas, al contrario de la percepción de parte de nuestra sociedad y que repiten los medios. Debe tenerse en cuenta, además, que casi la mitad del trabajo es informal, «en negro», donde los límites legales son generalmente sobrepasados. En Argentina, la jornada laboral es de ocho horas diarias con un total de 48 horas semanales (de lunes a sábados), régimen de trabajo que se impone entre uno de los más altos del mundo, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT). El promedio es comparable a la de países como Paraguay, Bolivia, Venezuela, México, Perú y el sur de Asia.
Cómo se ve en el mapa, la mayoría de los países que integran la Unión Europea, Asia, algunas regiones del noroeste de África y Canadá trabajan, por lo menos, 40 horas semanales. En contraposición, las únicas naciones que superan el límite de las 48 horas semanales son Suiza, Kenia y Seychelles. Por su parte, Estados Unidos no cuenta con un límite legal de horas trabajadas, según la OIT.