La UNLP firma un convenio con la empresa Yacimientos de Litio Bolivianos YLB

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La Universidad Nacional de La Plata rubricó un acuerdo estratégico Cooperación Sur – Sur, que tiene como objetivo el estudio de la nucleación y crecimiento de cristales de carbonato de litio. El proyecto se articulará con la empresa Yacimientos de Litio Bolivianos, YLB.

La actividad será desarrollada por Centro de Química Inorgánica (CEQUINOR) perteneciente a la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata y al CONICET y asociado a la CICPBA junto con la Empresa Pública Estratégica Yacimientos de Litio Bolivianos. Es uno de los siete proyectos del Programa de Cooperación aprobados en la IV Reunión de Comisión Mixta de Cooperación Cultural, Científica y Técnica entre Argentina y el Estado Plurinacional de Bolivia en su reunión del 15 de noviembre de 2022. Este proyecto surgió a partir de las gestiones del Secretario de Vinculación e Innovación Tecnológica de la Universidad Nacional de La Plata, Lic. Javier Díaz, coordinador de la Mesa de Litio de la UNLP. El CEQUINOR cuenta con laboratorios en los que se estudiarán las condiciones óptimas de cristalización del carbonato de litio, y equipamiento científico que se empleará para el análisis y caracterización del producto obtenido. La Directora técnica del proyecto Dra. Lia Botto expresó, “en la etapa de formación de una especie de elevada pureza, como en el caso del carbonato de litio, los procesos de nucleación y crecimiento cristalino juegan un rol importante en la determinación de la estructura cristalina, tamaño de cristales, morfología y composición química. La idea principal de este trabajo consiste en determinar el mecanismo de los procesos de la nucleación y crecimiento de cristales de carbonato de litio para la obtención del producto deseado en forma reproducible y alta calidad”. “La nucleación se produce por agregación espontáneo de iones en tanto que el crecimiento cristalino depende de un proceso de difusión por el cual se produce la incorporación de especies en la superficie del núcleo primario. En el proyecto destinado a la obtención de una fase de elevada pureza de carbonato de litio, ambos mecanismos: la nucleación y el crecimiento de los cristales, analizados a la luz de técnicas avanzadas de análisis y caracterización (espectroscópicas, microscópicas, estructurales, químicas de elementos traza y magnéticas) permitirán lograr un producto con las propiedades adecuadas para su empleo en la fabricación de baterías de ión litio”, agregó la científica del CEQUINOR. “Este proyecto significa un nuevo aporte para compartir conocimiento genuino en una disciplina definida como de interés estratégico a nivel global”, concluyó la Dra. Rosana Romano, Directora del CEQUINOR. Participan del proyecto junto a la Directora del instituto, la Dra. Lia Botto quien se desempeñará como Directora Técnica del Proyecto y el Dr. Vicente Barone.

Para disponer de la basura sin contaminar: un desarrollo argentino

En el basurero del municipio de Exaltación de la Cruz, los residuos no tienen olor. Tampoco hay pájaros revoloteando por el cielo, ni siquiera moscas que se le acerquen al material ya tratado. El paisaje parece más bien un pantallazo de cómo serán los basurales del futuro, donde todo lo que llega a la planta puede tener un ciclo más de vida. “Muchos no pueden creer que esta tecnología la haya inventado un argentino”, agrega Juan José Tomasello, fundador de Zewan y creador de una máquina que permite que los residuos sólidos urbanos se reduzcan hasta un 75% en volumen y un 30% en peso. La primera maquinaria se instaló en la ciudad bonaerense casi dos años atrás, con el objetivo de que sea la prueba de que el proceso funciona. Allí se acercan desde otras provincias argentinas e incluso de otros países interesados, para conocer cómo se lleva a cabo el proceso.
Tiene una capacidad para tratar 100 toneladas de basura diarias, el equivalente a lo que producen 100.000 habitantes.
“La idea surgió hace 17 años, cuando empezamos a estudiar la posibilidad de tratar los residuos con distintos métodos. Hasta que tomamos la decisión de que sea una tecnología natural, sin quema ni químicos. Teníamos que hacer algo para remediar los errores que cometió nuestra generación. Así, empezamos a trabajar en una tecnología que no agreda al medio ambiente y esté al alcance de todos. Nos llevó romper más de cien máquinas de laboratorio, hasta que un día llegamos al principio de la solución”, contó Tomasello, quien patentó la idea en la Argentina y Estados Unidos. El proceso tiene 60 metros de largo, que la basura recorre lentamente a través de unas cintas transportadoras, donde se las divide en dos tipos de residuos. Por un lado, suele haber un 60% de materiales inorgánicos, como el cartón, el plástico y el vidrio. Los mismos se separan de manera manual, en dos etapas distintas, para su posterior reciclado. Por el otro, hay un 40% de materiales orgánicos, como las sobras de comida, los pañales y cigarrillos. Estos últimos son los que pasan por la tecnología denominada Sistema de Tratamiento Definitivo, y evitan que terminen en un relleno sanitario. Por eso, casi al final del proceso, cuando ya se logró reciclar la mayoría de los materiales inorgánicos, es donde sucede la innovación con el resto. Todo el sobrante se somete a un tratamiento físico-mecánico que eleva las temperaturas entre 110°C y 160°C. Una suerte de “pasteurización” de la mezcla, que mata a las bacterias y evita que la basura se descomponga y libere metano, un gas de efecto invernadero que es 25 veces más dañino que el dióxido de carbono. En cambio, sale de la otra punta de la cinta transportadora un elemento inerte, que puede ser utilizado para fabricar desde ladrillos hasta la suela de unas zapatillas. “Técnicamente no tenemos ninguna traba [para importar], el 95% de los componentes es de origen nacional. Pero, honestamente, nuestro problema es cambiar la mentalidad de los que tienen poder de decisión. Algo muy difícil, porque hay muchos intereses de por medio que nos superan. No perdemos las esperanzas, porque los jóvenes tienen otra cabeza y ven lo que en su momento nosotros no vimos. Nosotros ya somos sesentones, los que tienen el poder de decisión son los que van a tener que reaccionar. Cien años es mañana para el planeta y los tiempos para encontrar soluciones se han acortado”, vaticinó el CEO de Zewan, quien se asoció con Andrés Aner y Rafael Martínez Desanzo. De la Argentina al mundo Que Exaltación de la Cruz sea la primera localidad en tener una máquina en funcionamiento no fue azaroso. Se encuentra a tan solo a 30 kilómetros del Parque Industrial de Pilar, donde se fabrican las máquinas de Zewan. Allí, los aparatos son más grandes, de hasta 80 metros de largo. También aseguran que cuentan con más tecnología y, si se rompe algún componente, fácilmente se puede conseguir “en la ferretería de la esquina”. Así como Tomasello empezó a darle forma a su idea en un taller, casi dos décadas atrás, hoy se enfoca en seguir mejorando su propia creación. Actualmente, la planta tiene la capacidad de construir hasta ocho máquinas por mes, que tienen un valor de entre US$1,6 millones para localidades argentinas (en pesos al dólar oficial) y de US$3,5 millones para los compradores del exterior. Tras cerrar durante dos años por la pandemia de Covid-19, a pocos meses de haber inaugurado la planta, recién este año pudieron volver a trabajar a todo motor. Próximamente se instalarán dos maquinarias en la provincia de San Juan. También se encuentran en conversaciones avanzadas para exportar a los estados de Maine y Tennessee, en Estados Unidos. Para Tomasello, es una tecnología “nacional, desarrollada a todo pulmón”. Y dice que el mayor desafío a enfrentar es el cambio de mentalidades. La basura, en el país, es un problema de los municipios y los gobiernos. “Estamos en la Argentina porque somos patriotas, tenemos a la bandera argentina por todos lados, pero a veces nos replanteamos buscar otros horizontes. No hemos tenido ningún acompañamiento del Estado, y ni siquiera pedimos eso. Pedimos que no nos combatan”.    

En Estados Unidos anunciaron un avance histórico en la fusión nuclear. En AgendAR expresamos reservas

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El Laboratorio Nacional Lawrence Livermore, dependiente del Departamento de Energía del gobierno de EE.UU., informó que el experimento en el que venía trabajando «produjo más energía de fusión que la energía  utilizada» por el sistema de láser utilizado para provocar la reacción.

El avance podría revolucionar, se afirmó, la producción de energía en la Tierra.

Investigadores estadounidenses lograron un avance histórico que permitiría romper la dependencia actual de los combustibles fósiles, principal causa de la crisis climática, según se anunció este martes. El experimento que se llevó a cabo la semana pasada “produjo más energía de fusión que la energía láser utilizada para provocar la reacción», un resultado al que arribaron tras décadas de trabajos con el objetivo de desarrollar la fusión nuclear.
Este avance podra permitir a la humanidad romper su dependencia de los combustibles fsiles Foto TW ENERGY
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El Departamento de Energía describió el hallazgo como un «gran avance científico» que conducirá a «progresos en la defensa nacional y el futuro de la energía limpia». Durante una conferencia de prensa, la titular de este organismo, Jennifer Granholm, aseguró que este hallazgo se verá «en los libros de historia». Actualmente, las centrales nucleares utilizan la fisión, es decir, la división del núcleo de un átomo pesado para producir energía. Los científicos de todo el mundo llevan décadas trabajando para desarrollar la fusión nuclear, considerada una fuente de energía limpia, abundante y segura que podría permitir a la humanidad romper su dependencia de los combustibles fósiles. En cambio, la fusión nuclear combina dos átomos de hidrógeno para formar un átomo de helio más pesado, liberando una gran cantidad de energía en el proceso. Este proceso es el mismo que se desarrolla dentro de las estrellas, incluido el Sol y, para poder llevarlo a cabo en la Tierra es necesario, en uno de los métodos que se han ensayado para lograrlo, la ayuda de láseres ultrapotentes. Para alcanzar este logro histórico, el equipo del LLNL instaló en el National Ignition Facility (NIF) 192 láseres que apuntan a un cilindro del tamaño de un dedal, donde se colocan los átomos de hidrógeno ligero que se fusionarán. De este modo, los científicos produjeron unos 3,5 megajulios de energía usando 2,05 megajulios a través de los láseres, según el comunicado en el que se anunció el avance histórico. Pese al avance histórico de este logro en materia de fusión nuclear, todavía queda un largo camino por recorrer antes de que la fusión sea viable a escala industrial y comercial. Probablemente «décadas«, dijo este martes Kim Budil, directora del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore, quien destacó que los desafíos son tecnológicos, puesto que hay que poder repetir el experimento muchas veces por minuto. Hay otros proyectos de fusión nuclear en el mundo, como el ITER, que actualmente se está desarrollando en Francia y que, en lugar de láseres utilizará una técnica conocida como confinamiento magnético: los átomos de hidrógeno se calientan en un inmenso reactor, donde permanecerán confinados con la ayuda de un campo magnético.

Comentario de AgendAR:

En ausencia de mayores precisiones, debemos considerar esto como un anuncio publicitario. Los grandes tokamaks -que procuran producir la fusión por confinamiento magnético- como el ITER o el de China hace años que producen más energía de la que gastan. Lo que no logran ni ellos, ni tampoco los que producen la ignición con láseres- es un encendido continuo de más allá de algunas decenas de segundos. El hohlraum de los EEUU, que como se señala usa una tecnología muy distinta, recién llega, como dice este anuncio, a superar el «break even» energético.

Hay muchos contagios, y en Argentina se están vacunando más contra el covid

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Si bien la cantidad diaria de inmunizaciones se triplicó, aún estamos lejos de los mejores momentos de la campaña: hace apenas un año, en enero de 2022, se llegó a vacunar a casi seiscientos mil personas por día. Según un comunicado publicado por la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (SAVE) es clave la aplicación de dosis de refuerzo para estar realmente protegidos. De acuerdo a su presidenta, la infectóloga Florencia Cahn, “después de transcurridos cuatro meses de la última dosis, la protección contra el virus va disminuyendo. Por eso estamos llamando a la población a que se aplique la dosis de refuerzo que corresponda según cada caso, la edad y las condiciones de salud y que no esperen la llegada de ninguna otra vacuna”, insistió. Y puso énfasis en que esto es especialmente importante “para los que tienen más de cincuenta años y para personas con condiciones de riesgo”. La referencia y la urgencia se enmarcan en una reciente discusión técnica donde algunos expertos proponían que quienes tuvieran ya alguna inoculación de refuerzo podrían esperar por la llegada de una nueva generación de vacunas más modernas y eficientes. Pero fuentes de la industria le explicaron a PERFIL que esa situación puede demorarse hasta bien entrado el año 2023. Y desde los propios laboratorios interesados confirmaron que la gente no debería esperar hasta la futura aprobación de futuras vacunas “bivalentes” sino que el consenso de los infectólogos coincide en que los refuerzos deben ser recibidos a partir de transcurridos cuatro meses de la dosis anterior. La aplicación de refuerzos se vuelve especialmente importante ante los números epidemiológicos generales: según el Ministerio de Salud, en la última semana de noviembre, se reportó un alza del 56% en los casos de covid-19. Ante el inicio del verano y las fiestas de fin de año, existe el riesgo que se repita la situación en que se alcanzó un pico de 140 mil infectados por día en el mes de enero 2022. Además, respecto a la vacunación anticovid los datos del Ministerio denotan los faltantes en Argentina: hasta ahora 41.053.190 personas recibieron una sola dosis, 37.906.316 recibieron dos dosis, 30.158.543 vacunadas con tercera dosis o primer refuerzo y finalmente 28.479.986 vacunadas con  cuarta dosis o segundo refuerzo. Pero esta situación se agrava si se analiza por grupo etario, entre los mayores de 18 años, solo el 58,9% recibió el primer refuerzo y en mayores de cincuenta años, alcanza el 71,8%. cer refuerzo. Nuevas postas en C.A.B.A. Desde el pasado 8 de diciembre, está funcionando la posta ubicada en el Museo de Arte Español Enrique Larreta, en la calle Mendoza 2250, Belgrano. En  en los próximos días abrirán las postas de Corralón Floresta, Parque Chacabuco, Palacio Lezama, La Rural y Templo Budista, los cuales se suman a San Lorenzo, el Centro Islámico, el Colegio de Abogados, el ex Detectar Devoto, el Ministerio de Salud y el Hospital Zubizarreta. Los turnos se encuentran disponibles aquí.

Revelan la existencia de un nuevo dinosaurio que vivió en la Patagonia hace 70 millones de años

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Un nuevo estudio de científicos del CONICET sobre diferentes colecciones de huesos halladas en la localidad de Salitral Moreno, ubicada al sur de la ciudad de General Roca (Provincia de Río Negro), reveló la existencia de un nuevo dinosaurio que habitó la Patagonia argentina a fines del período Cretácico, hace unos 70 millones de años.
La nueva especie, un anquilosaurio de tamaño pequeño, fue bautizada como Patagopelta cristata. La investigación fue publicada en la revista Journal of Systematic Palaeontology.
  “El estudio adquiere relevancia dado que Patagopelta es la primera especie de anquilosaurio descripta para el territorio continental de la Argentina, lo que llena el vacío existente para este grupo y  suma un nuevo tireóforo a los escasísimos restos incompletos e indeterminados conocidos para nuestro país de este tipo de dinosaurios ornitisquios”, señala Facundo Riguetti,  primer autor del trabajo y becario doctoral del CONICET en el Centro de Estudios Biomédicos, Ambientales y Diagnóstico (CEBBAD, Universidad Maimónides) y en la Fundación de Historia Natural Félix de Azara. Aunque en este caso, el equipo que estudió los restos fósiles encontrados en Salitral Moreno no fue responsable del descubrimiento de los huesos, el trabajo permite terminar de poner en valor los hallazgos realizados por diferentes grupos de investigación desde los años ’80 en adelante. Aunque los huesos no permiten reconstruir a un animal completo, ni proceden de un mismo individuo, fueron suficientes para que los especialistas pudieran comprender que se encontraban frente a una nueva y única especie.

Los anquilosaurios

Los anquilosaurios son un grupo de dinosaurios cuadrúpedos herbívoros, protegidos por corazas en la cabeza y todo el lomo y cola del animal, que cuentan con un amplio registro fósil para el Cretácico del hemisferio norte, pero muy escaso en el hemisferio sur, donde solo se han hallado unas pocas especies en Australia, Chile, Antártida y Marruecos. Patagopelta es un nodosáurido, una de las dos grandes familias, junto con la de los anquilosáuridos, en las que se dividen tradicionalmente los anquilosaurios. Los nodosáuridos se caracterizan por llevar grandes espinas en la zona del cuello y hombros, así como por carecer de las mazas o garrotes caudales presentes en el grupo de los anquilosáuridos. El elemento mejor conservado de Patagopelta es el fémur, que está completo y muestra todas las características propias de los nodosáuridos, y uno los restos más importantes y distintivos es una porción de la armadura del cuello, la cual tiene espinas y crestas particulares de este ejemplar. Este es el motivo por el cual se lo bautizó Patagopelta cristata, que significa coraza crestada de Patagonia. Por otro lado, uno de los elementos más abundantes colectados en Salitral Moreno corresponde a las piezas individuales que componen la extensa armadura protectora, llamados osteodermos -escudos de hueso formados bajo la piel- similares a los escudos que hoy en día se pueden ver en el lomo de los cocodrilos y yacarés. Estos elementos, dispuestos en hileras paralelas a lo largo del dorso y cola del animal, le conferían protección al anquilosaurio mientras vivió. Un animal de tamaño pequeño “Para tratarse de un dinosaurio acorazado, Patagopelta tiene un tamaño extremadamente pequeño. Por el tamaño del fémur, de solo 25 centímetros de largo, estimamos que el animal debió medir entre dos y tres metros de largo, mientras, en general, los anquilosaurios son animales de tamaño mediano o grande, con una longitud promedio de entre cuatro y cinco metros”, señala Sebastián Apesteguía, coautor del estudio e investigador del CONICET en la Fundación de Historia Natural Félix de Azara. Los nodosáuridos son un grupo de anquilosaurios que evolucionó en el hemisferio norte, pero hacia finales del cretácico, un puente continental se estableció entre Sudamérica y Norteamérica, lo que permitió el intercambio biológico entre hemisferios. Mientras hacia el norte emigraron dinosaurios de cuello largo como los titanosaurios, del norte hacia el sur ingresaron dinosaurios de pico de pato y anquilosaurios nodosáuridos, además de lagartos y mamíferos como las comadrejas o zarigüeyas. “Es por eso en Sudamérica que tan solo esperamos hallar animales como Patagopelta en rocas de fines del Cretácico, justo antes de que tuviera lugar la extinción global de los dinosaurios”, afirma Apesteguía. De acuerdo con el diagnóstico de los especialistas es posible que el pequeño tamaño de Patagopelta esté vinculado con algún evento de enanismo. “Una hipótesis es que se deba al evento biológico conocido como ‘regla de la isla’ o enanismo insular, que implica debido a la escasez de recursos sólo los ejemplares más pequeños tienen posibilidades de sobrevivir en las islas, dado que demandan menos manutención al ambiente. Y efectivamente, a finales del Cretácico, el norte de la Patagonia se vio invadido por un brazo del océano Atlántico conocido como Mar de Kawas, que restringió el paso a muchas especies, varias de las cuales se adaptaron a la vida en las islas del norte de la Patagonia. Es probable que esto se relacione con el enanismo en anquilosaurios y también en los titanosaurios saltasaurinos de esa época”, explica Riguetti. De hecho, algunos años atrás, el mismo equipo de investigación describió huellas de anquilosaurios enanos, posiblemente afectados por causas similares, caminando por el fondo de un brazo de mar cretácico poco profundo en Bolivia. En este sentido, esta nueva especie de anquilosaurio enano amplía la discusión sobre la masa corporal y los aspectos paleobiológicos de los anquilosaurios. Para acceder al trabajo publicado (en inglés), cliquear aquí.

Vuelve la Asociación Argentina de Tecnología Nuclear, AATN. Y AgendAR comenta

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Después de 3 años de silencio forzado, en este diciembre (19 a 22/12) se volverá a realizar el evento más importante de la agenda anual de la comunidad nuclear de nuestro país, la Reunión Anual de la Asociación Argentina de Tecnología Nuclear (AATN). En ella se discutirán todos los aspectos científicos, tecnológicos, políticos y económicos del sector a través de conferencias, presentaciones y mesas redondas. Esta iniciativa, impulsada por su presidente, el Dr. Jaime Pahissa Campá y varios otros referentes, y apoyada por todo el espectro de instituciones y empresas del sector: CNEA, NA-SA, ARN, CONUAR, INVAP, APCNEAN, etc., intenta reiniciar un ciclo virtuoso después de años muy difíciles. Años, del 2016 al 2019, en los cuales se ralentizó y finalmente se paralizó la actividad e inclusive se desmantelaron partes esenciales de la actividad nuclear como la dotación de personal altamente especializado de la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP) y sectores completos de NA-SA que habían participado de la terminación de Atucha II y de la Extensión de Vida de Embalse. Y tiempos, del 2020 a mediados de 2021, en los cuales la pandemia, indecisiones e idas y vueltas del “nuevo” gobierno demoraron el esperado arranque del sector. La Argentina, como el mundo, necesitan de la actividad nuclear para contribuir a satisfacer su demanda de energía de base, libre de gases de efecto invernadero, y sus muchas otras necesidades sociales como la medicina nuclear con sus poderosas técnicas de radiodiagnóstico y modernas metodologías de radioterapia, y sus aportes en tantas otras áreas. La participación de la energía nuclear en nuestra matriz energética debe ampliarse y Argentina debe retomar con toda pujanza el camino de la autosuficiencia energética y tecnológica. Además de los proyectos que se han puesto en marcha como el CAREM y el RA-10 tenemos que revertir el abandono de nuestra exitosa línea tecnológica de agua pesada y uranio natural poniendo rápidamente en marcha la PIAP e impulsando vigorosamente al Proyecto Nacional, esto es, la construcción de una central de potencia CANDU (y luego varias más) para lo cual tenemos todo el conocimiento necesario. Esta “resucitación” desde lo legal y administrativo, necesaria por la cancelación formal de nuestra línea tecnológica ocurrida en 2018, ya ocurrió en 2021 en NA-SA con la nueva conducción. Pero hacen falta fondos, mayoritariamente en pesos, para avanzar concretamente. Este será unos de los Leitmotiv de la Reunión de la AATN. Tenemos que volver al 2014/2015 impulsando la construcción de dos centrales nucleares, la 4ta y la 5ta, una CANDU y una central de Uranio enriquecido, con transferencia de tecnología y producción propia de los elementos combustibles. También tenemos que retomar la explotación del uranio para satisfacer nuestras necesidades, dando todas las garantías de cuidado del ambiente. La actividad nuclear es una fuente por excelencia de generación de empleo de calidad, de impulso a la pequeña y mediana empresa altamente desarrollada, de ahorro de divisas por sustitución de importaciones y de exportación de productos de alto valor agregado. Este es el único camino que tenemos para lograr el tan anhelado desarrollo con inclusión.

Andrés Kreiner, Secretario General de APCNEAN (Asociación de Personal de la Comisión Nacional de Energía Atómica)

Comentario de AgendAR:

El mundo CANDÚ: 49 centrales en 7 países, incluida la Argentina, y 3 en construcción y 10 más autorizadas en la India. Entre pandemias y pandemonios, pasó mucho tiempo sin que se juntara la entidad más estratégica de la comunidad nuclear argentina: la Asociación Argentina de Tecnología Nuclear (AATN). Déjenme aclarar lo de “la más estratégica”, lectores: en la AATN se discuten los asuntos que deciden el futuro del sector, pero también del país. Habrá debate duro entre quienes quieren cosas muy distintas en materia de tecnología, pero porque detrás hay proyectos igualmente distintos de país. Anticipamos más patadas que en el match de Holanda contra Argentina entre quienes abogarán por todo o parte de lo siguiente: Unos querrán que se empiece a construir de una buena vez la central nuclear china Hualong-1. Es lo que se pactó en 2014 con ese país y desde 2018, cuando debería haber empezado la obra, estamos en desobediencia de un acuerdo binacional con China refrendado por nuestro parlamento. En lo que respecta a esto, los chinos están furiosos y los EEUU, contentísimos. Antes se bancarían la cara de Xi-Jinping tallada entre las de Washington y Lincoln en el Monte Rushmore, South Dakota, que una central nuclear china en Sudamérica. Y menos que menos en este país, el único exportador de tecnología nuclear de la región (y del Hemisferio Sur). Otros querrán que se rompan los acuerdos por la Hualong-1. Se compra únicamente por la financiación, es sumamente cara y su combustible (uranio enriquecido en lugar de natural) nos aparta del programa nucleoeléctrico histórico fijado en 1967. En él ya llevamos invertidos muchos miles de millones de dólares públicos y privados en equipamiento y capacitación. Dos ejemplos de enormes costos hundidos en ello: la Planta Industrial de Agua Pesada en Neuquén, la mayor del mundo en su tipo, y la fábrica CONUAR en Ezeiza, que trabaja a un tercio de su capacidad instalada real, porque en los ’70 se pensó para un programa de centrales mucho mayor que el actual. A la autonomía en combustibles, que importa más que la autonomía en centrales, se dedicaron los estudios y carreras de vida de centenares de expertos argentinos, muchos ya jubilados, algunos ya muertos, a lo largo de 55 años. Algunos plantearán que se vuelva «sensu stricto» a lo que se firmó con China en 2014. El acuerdo empezaba por una CANDÚ criolla llamada Proyecto Nacional a construirse en 2016, 2 años antes que la Hualong-1, pero todo ello dentro del mismo paquete de financiación, como se indicaba en el documento. Pero luego el mejor ministro de Energía de la Shell dio de baja la Proyecto Nacional en 2018, después de 2 años de buscarle el pelo al huevo con los contratos mientras pisaba la pelota con el arranque de obra. Después de lo cual, aquel prohombre renunció. Sus dos sucesores en la Secretaría de Energía se encargaron de que la parte remanente del acuerdo con China (la Hualong-1) no avanzara ni un tranco. La Proyecto Nacional (propongo “ProNac”, los nombres deben ser cortos) sí responde a la línea histórica de la CNEA y se puede hacer prácticamente sin componentes importados. Incluso una única máquina de este tipo generaría miles de puestos de trabajo en el rubro metalúrgico, metalmecánico, electrónico, informático y de montajes en más de 140 empresas argentinas durante la construcción. Cuantimás, tenemos el derecho legal -comprado a la AECL en los ’70- de clonar versiones mejoradas de Embalse cuantas veces querramos, y los combustibles los construimos aquí desde 1986. De ahí lo que proponen algunos. Encarar a la plana de la China National Nuclear Corporation y decirles: «Volvamos a lo firmado, muchachos. Primero la ProNac, que es la que nos interesa a nosotros, y luego su Hualong-1, que es la que les interesa mostrar a Uds. en esta pequeña vidriera nuclear sudaca, (y también la única)». Pero otros impugnarán la Hualong-1 por una plétora de motivos: ante todo, dirán que los chinos se niegan a entregar la tecnología de construcción de los manojos metálicos combustibles y la de la fabricación de las pastillas de cerámica de uranio como ítems incluidos en el precio de la máquina, que es altísimo. Es lo que en su tiempo hicieron la Siemens y AECL, proveedores en los ’70 de las Atuchas I y II y de Embalse. La CNEA, donde la impronta del combustiblero Jorge Sábato sigue viva, no ha pagado jamás por una transferencia tecnológica de combustibles. Por el contrario, los chinos nos imponen U$ 200 millones por una transferencia comercial típica, llena de cláusulas restrictivas, a saber: los manojos de tubos de circaloy y las pastillas de cerámica de uranio enriquecido para Hualong-1 hechas en CONUAR no salen de la Argentina. En esto hay bastante ceguera de la CNNC por simple angurria: la dirigen burócratas. Están hartos de nosotros por buenos motivos, pero no entienden que un proveedor B de combustibles en el mercado mundial tranquilizaría a cualquier presunto comprador de la Hualong-1. En cortito: un proveedor B con calidad certificada y sin líos globales como la Argentina pone al comprador de una Hualong-1 a salvo de apagones, si en un futuro ese comprador llegara a tener un conflicto diplomático severto con China. En realidad, a los chinos que nosotros hayamos inaugurado nuestra primera central 17 años antes que ellos les importa un comino. Nos tratan como a clientes de morondanga y mientras intenten salirse con la suya, querrán que importemos combustibles “sine die” mientras dure la central (60 años). Hechas las cuentas, es como pagarla tres veces a precio completo. Ante este destrato –y eso lo dicen muchos- es hora de patear el tablero y llamar a licitación, aprovechando que el mercado mundial de centrales nucleares está resucitando. Pero por mucho que ese Lázaro se levante y ande, podemos suponer que nadie se inmolará por venderle centrales a la Argentina: con su clase política actual, nunca sabe si se van a terminar de construir, y por ende, de pagar. Si en 2014 se tuvo que ir a compra directa con la CNNC sin licitación fue por ello. Construcción del prototipo de 32 MWe del CAREM en septiembre de 2022. Se ve el Paraná de las Palmas, al fondo. Vista esa situación, otros propondrán olvidarse de toda otra central nuclear que no sea la única 100% nuestra, el CAREM. De las propuestas en danza, es la única que sirve tanto para el mercado interno como para exportación por asuntos de propiedad intelectual. El CAREM, hoy por hoy un prototipo de 32 MWe con un avance de obra del 77%,  es nuestra única apuesta al futuro mercado de los reactores modulares chicos (SMRs). Para ser competitivos contra los muchos proyectos copiados de nuestro reactorcito en el pasaje del siglo XX al actual (particularmente el NuScale estadounidense), habrá que abaratar el CAREM comercial, de módulos de 100 a 125 MWe cada uno, a fuerza de escala. Imposible lograr eso sin producir sus componentes en masa, y así adquirir las capacidades de vender el CAREM aquí y en decenas de países. Sin embargo, aunque nuestros imitadores de NuScale tienen 12 MOUs (memorandos de entendimiento firmados con otros tantos países), no hay nadie haciendo cola para asociarse a la Argentina porque nuestro país empezó a hablar del CAREM en 1984, y en 2022 todavía no se termina de construir el prototipo. Cuando el prototipo esté en línea, en 2026 o 2027, es más probable que empiece “a caer gente al baile”, aunque más no sea, «pa’ ver». Ante la ProNac, propuesta de la actual dirección de NA-SA, habrá quienes digan que las centrales CANDÚ ya no los hacen ni sus inventores (los canadienses), y que un plan de máquinas de este tipo tiene tanto sentido como dotar a la Fuerza Aérea de biplanos de los tiempos del Barón Rojo. Añadirán que las CANDÚ son tecnología vieja con “bajo quemado”, es decir más hambrientas que huérfanos: rinden sólo 7,500 MWe/día/tonelada de combustible. Peor aún, rematarán: son legalmente imposibles de exportar, ya que cada fierrito que las compone, y además el conjunto, tiene alguna patente canadiense de la AECL. Empresa que hoy podrá estar más muerta que los faraones, pero las patentes (¿alguien me explica?) siguen vivas. Ante ello, muchos combustibleros de la CNEA contestarán: “viejos, los trapos” y mostrarán cómo la India (la próxima China, según las cifras), sigue construyendo imperturbable sus propios modelos de CANDÚ, las I-PHWR, de 700 MWe. El 5 de diciembre el gobierno de Narendra Modi avisó su autorización para 10 plantas más de este tipo, para sumar a otras 18 ya en línea del mismo modelo y 3 en construcción. El artículo de The Economic Times está disponible aquí. Y respecto del asunto del quemado, los canduceros criollos harán la siguiente afirmación: con combustibles de tipo ANEEL, con una mezcla de Torio 232 y uranio tipo HALEU (enriquecido a menos del 20% en su isótopo 235), el quemado se va de 7000 MW/día/tonelada a 55.000. Ninguna central convencional de tipo PWR alcanza ese quemado ni remotamente. La Hualong-1, ciertamente, no. Par de centrales I-PHWR de 700 MWe en Krakapar, India, una de las cuales acaba de entrar en línea. Con 3 en construcción, 10 más anunciadas formalmente el 5 de diciembre y 18 en operaciones, ¿está muerta la tecnología de uranio natural y agua pesada? En la práctica, esto significa que el núcleo inicial de un CANDÚ, I-PHWR o ProNac empieza a recambiar elementos combustibles de a 1 por día y no de a 8 por día, y que el recambio no comienza a los 150 días de la puesta en marcha, sino recién a los 1400 días. El ahorro de combustible anda en el 80%. Cuantimás, el torio es de 2 a 4 veces más abundante que el uranio en la corteza terrestre, y de yapa, mucho más resistente al recalentamiento. Por último, el combustible quemado es totalmente inútil para la fabricación de bombas nucleares de plutonio, por su exceso de isótopos con número atómico igual o mayor de 240. Con lo cual el torio es también resistente a proliferación. Esto no lo digo yo, lo dijo en 2020 el opinólogo en energía de la revista de negocios Forbes, James Conca, en un artículo que puede verse aquí. Y va en a contrapelo de casi todo lo hecho y dicho por el gobierno y la industria nucleares de los EEUU desde los años ’50 hasta hoy. Es revisionismo tecnológico extremo ante un fracaso tecnológico también extremo, porque los EEUU desde los ’80 que no se venden una de sus centrales nucleares ni a sí mismos. Las hacen demasiado caras y complejas. Revisionismo extremo, pero con padrinos poderosos, además de Forbes y de don Conca. El ANEEL es un desarrollo del US Department of Energy, el Idaho National Lab y el Nuclear Engineering and Science Center de la universidad A&M de Texas, y está patentado a nombre de la empresa Clean Core Thorium Energy (CCTE). Aquí, muy impresionados con este giro de 180 grados de los EEUU, país que hizo lo imposible desde los años ’60 por fundir a AECL, la empresa estatal canadiense que inventó el reactor CANDÚ de uranio natural y agua pesada, hasta que en 2011 finalmente lo logró. Digamos que a los EEUU no le disgusta la idea de caminar con los zapatos de la víctima. Con otras medias, eso sí. Pero con 200 expertos en la Gerencia de Combustibles de la CNEA y el futuro reactor RA-10 para pruebas de irradiación, no es imposible hacer un ANEEL criollo, llamarlo “Mate Verde” y patentar el producto. Cuantimás, no sólo se lo puede testear en el RA-10 sino después en la central de Embalse, de a un elemento al principio, despacito y por las piedras. Finalmente, con 49 máquinas CANDÚ operativas en Canadá, la India, Corea, China, Pakistán, Rumania y Argentina, hay que ser un perfecto bobo para desaprovechar semejante mercado de combustibles. Las CANDÚ hoy son el 11% de la flota nuclear mundial, y según el record de seguridad y disponibilidad, están entre las mejores del mundo, y además entre las más baratas por carecer de la pieza más cara de las centrales PWR de enriquecido: el recipiente de presión, sustituido por tubos de presión. Por algo, al toque de liquidar a la AECL, EEUU inventó este nuevo combustible. Conca no dice –ni ebrio ni dormido- las proporciones de torio y de uranio, ni tampoco el grado de enriquecimiento del ANEEL. Según NUESTRA legislación, las ideas generales son difíciles de patentar, los productos concretísimos, en cambio, no. Según la legislación estadounidense, se puede patentar todo lo que se mueve y lo que se queda quieto, desde el carnaval al saludo y la renguera. Pero la pretensión de imponerle sus criterios monopolares de propiedad intelectual al resto del planeta empieza a volverse nostalgias de los ’90, cuando EEUU eran la única superpotencia del mundo. Ya no lo son. Ante todo esto en la tenida de la AATN habrá quienes no digan nada de nada, para evitar rechiflas, y pensarán –probablemente con alguna razón- que con el nivel actual de confrontación entre expertos se puede volver tranquilamente al Programa Nuclear tal como estuvo entre 2016 y 2021: más muerto que vivo, sin propuestas y de cierre por pérdida de recursos humanos. Esta última gente no necesita de apoyos internos dentro del mundo nuclear criollo, aunque los tiene de sobra. Le alcanza con sus contactos con un par de embajadas, los multimedios y el mundo “Oil & Gas” para volver en cualquier momento al poder. La palabra “volver” es, en realidad, errónea. Estos muchachos no necesitan ni ganar las elecciones presidenciales. ¿Acaso perdieron el poder con el cambio de gobierno de 2019? ¿Acaso se fueron alguna vez? La dirigencia de la CNEA y de NA-SA puesta por el presidente Mauricio Macri continuó en funciones hasta invierno de 2021. Garantizó la continuidad del estado vegetativo del Programa Nuclear Argentino mucho mejor que la propia pandemia. Y hablamos de un programa que durante dos períodos, entre 1950 y 1982, y entre 2006 y 2015 fue el más dinámico del mundo en desarrollo (después del de la India). Llovido sobre mojado, cuando Alberto Fernández asumió la presidencia, alguna lapicera dibujó la Secretaría de Asuntos Estratégicos, en dependencia directa del Poder Ejecutivo, y nombró en ella a Gustavo Béliz, lobbista histórico de cierta embajada, con la consigna de degollar en la cuna la construcción de la Hualong-1. Cosa que se hizo con todo éxito hasta que al personaje lo fueron este año. Pero tiene más banco de suplentes que Lionel Scaloni. Con la llegada a NA-SA de José Luis Antúnez, el hombre que terminó Atucha II, de Adriana Serquis a la CNEA y de Sol Pedre a la Gerencia CAREM, las cosas cambiaron. Las obras del RA-10 y el CAREM avanzan según planes rehechos demasiadas veces, pero avanzan con toda la velocidad posible. En el otro frente nuclear, se discute duramente con China por el primer núcleo de la Hualong-1, que la CNEA quiere que sea de fabricación local desde el primer núcleo de la central. Con la nueva dirección, todo resucitó. Pero lo que no pintó es mucha más plata. Que es lo que se necesita. Siempre. NA-SA está diseñando, sin todavía mandarlos a construir, los componentes de una futura central de 700 MW parecida a Embalse, la famosa ProNac. Antúnez quiere que sea el prototipo de una línea para el mercado interno, así como el CAREM comercial quizás se vuelva nuestro futuro as de espadas en exportación de centrales. Sólo la construcción a gran escala posibilitará una y/u otra línea, cada cual con sus razones y sus partidarios. Y estamos los que queremos ambas, por puro realismo: ¿hay alguna ventaja en elegir si nos cortamos la mano izquierda o la derecha? ¿Es caro no ser manco? Y están también los que sólo quieren importar centrales y ser operadores. Difícilmente lo digan abiertamente en la AATN por miedo al abucheo, pero le buscarán expertamente la imposibilidad a todo. Y no sin encontrarla, porque mientras la clase política argentina no vuelva al grado de adhesión por lo nuclear que tuvo hasta principios de los ’80, la situación de encerrona del Programa Nuclear Argentino será casi perfecta. Si China nos vende su Hualong-1 en las condiciones asfixiantes que plantea hoy la CNNC, no se conformará con la primera unidad en el predio de las Atuchas: habrá una segunda, una tercera, una cuarta… nos llenarán la canasta, y será la muerte de la ingeniería argentina de centrales, tanto para la ProNac como para el CAREM. Avive el seso y despierte, oh lector. En lugar de diseñadores-constructores, seremos simples operadores, el equivalente de remiseros en lugar de fabricantes de autos. Hay gente que cree que ése es nuestro único destino nuclear posible. Conrado Varotto, fundador de INVAP y luego de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales, los llama «colonizados mentales». Cambio figuritas con todo el mundo, pero con esa gente no me trato. Con todos los demás, sí. Creo que el terreno común de acuerdo entre todas las propuestas positivas podría resumirse en cinco resoluciones: ⦁ No se compra la Hualong-1 sin licencias gratis y libres de restricciones de mercado sobre la ingeniería de fabricación de los combustibles. Y esto para que no nos volvamos una provincia nuclear china. Hasta los EEUU podrían chirriar su exasperado asentimiento. ⦁ Se reabre la Planta Industrial de Agua Pesada, se reparan los daños físicos causados por 6 años de abandono y se recontrata personal idóneo para su manejo. Esto, porque desde 2019 estamos importando agua pesada para las Atuchas 1 y 2 y Embalse pese a tener la mayor fábrica del mundo y podemos autoabastecernos a la mitad de precio internacional de hoy. Cada año gastamos en importaciones más o menos la cifra de dólares que necesitaríamos para reparar la PIAP a nuevo. ⦁ Si la CNNC no se aviene a una negociación amigable, el cupo de megavatios nucleares reservados para la Hualong-1 se divide entre 2 centrales ProNac, es decir de tipo CANDÚ. Como EEUU se podría volver un oferente de combustibles ANEEL para las 49 CANDÚ del mundo, podrían interesarse en financiarlas. ¿Por qué? Por un doble beneficio: recortan la influencia china sobre nuestro país, y aumentan su mercado potencial. O financian ellos, o financia China, pero el mundo no se termina ahí. Si ni uno ni otro quieren, cosa sumamente probable, se le puede ofrecer agua pesada a la India a cambio de financiación para una ProNac, y dadas las similitudes de diseño y la igualdad de los combustibles, el amor no tiene por qué terminar ahí. No hay que negociar a una o a dos puntas, sino a tres. Y termine como termine este diplomacia nuclear, NA-SA deberá empezar por su cuenta el pedido de partes y componentes de una ProNac, comprando todo en el país y pagando todo en pesos. Eso como para mandar una señal al exterior de que no la piensen tanto. ⦁ El prototipo del CAREM se termina sí o sí en 2026, y cuando esté bien testeado se ofrece la ingeniería del modelo comercial a Brasil para venderlo en sociedad. Eso, que es mucho, a cambio de que Brasil aumente su capacidad instalada y se vuelva nuestro proveedor de uranio enriquecido. Plan B, relanzamos la Planta de Enriquecimiento de Uranio de Pilcaniyeu, Río Negro, con tecnología nueva, opción seguramente mucho más resistida por el Consejo de Seguridad del OIEA. El asunto es que ya sigamos la vía del CAREM o la de las centrales tipo CANDÚ, el futuro de ambos tipos de planta es imposible o al menos difícil si la Argentina carece de una provisión segura de uranio enriquecido. Y es que el ANEEL, aunque lo llamemos “Mate Verde”, usa “del fuerte”. La India es otro candidato posible para negociar agua pesada a cambio de enriquecido, o de enriquecer nuestro uranio argentino: este elemento no sobra en la India, al menos en proporción a la necesidad futura. Que visto el crecimiento demográfico del próximo Gigante Asiático, es descomunal. ⦁ Se reabre la minería de combustibles nucleares en el país, en las provincias que puedan y quieran. No serán muchas: las mayores candidatas se han autoenterrado en legislaciones restrictivas. Para el estado nacional, suspender la minería propia e importar uranio en los ’90 fue otro asunto de lesa soberanía (y van…), pero casi gratis. Hoy, con el mundo volviendo a paso de carga lo nuclear debido al caos climático, el uranio ya cuesta plata. Más importante aún: debemos empezar a explorar por torio. ⦁ El punto capital, por ser condición necesaria (aunque no suficiente) de los asuntos anteriores: la CNEA vuelve a depender directamente del Poder Ejecutivo Nacional, como lo hizo entre 1950 y 1994. Esto sería sencillamente una revolución: más que “Volver al futuro”, sería volver a tenerlo. Las cosas ya no son como lo fueron entre 1950 y la finalización de la Guerra de las Malvinas. La AATN puede fijar posiciones o no resolver ninguna. Estratégico y todo, es un foro de opinión, finalmente. Ni NA-SA ni la CNEA están obligadas a seguir sus consejos, que normalmente la AATN no ofrece de modos taxativos. Para el caso, tampoco los gobiernos nacionales, desde Alfonsín en adelante, le preguntan a la CNEA cuál es el programa nuclear a seguir. Los resultados de no hacerlo han sido generalmente malos. El sector nuclear no pide dólares. Necesita pesos para transformarlos en cosas que valen más que los dólares: obras de infraestructura perdurables, industria de excelencia, potencia de base, medicina avanzada, trabajo calificado, exportación de equipos y prestigio internacional. Es lo que hace mejor. Es lo que ha hecho siempre. Los gobiernos argentinos –el anterior, éste, el próximo, seguramente todos en los próximos 20 años- quieren o querrán exportar gas para ganar dólares. Mil megavatios eléctricos nucleares instalados liberan mil seiscientos millones de metros cúbicos de gas por año. Visto de otro modo: si la obra de Atucha III CANDÚ con 700 MWe hubiera arrancado en 2016, según planes, este año estaría poniéndose crítica y subiendo la potencia escalonadamente. Alberto Fernández podría sacarse la foto de su entrada en línea. Y estaríamos importando 1120 millones menos de metros cúbicos de gas, o su equivalente en GNL. A 72 años de creada la Comisión Nacional de Energía Atómica, que no tengamos una central nuclear argentina es imperdonable. Pero que la participación nuclear en el mercado eléctrico nacional haya caído del 10% de 1985 al 5% de hoy es una locura. Francia tiene un 75% de electricidad nuclear, y aún así la falta de gas ruso sepultó al usuario francés en tarifas 10 veces mayores que las de 2018. Hay que recordar otras cosas que suceden con o sin guerra en Ucrania: el clima sigue cambiando hacia extremos antes desconocidos. Ahora, cuando Yacyretá y El Chocón se quedan sin agua por tres años seguidos de sequía, las Atuchas y Embalse no se enteran. Pero el negocio nuclear no pasa simplemente por darle al Sistema Argentino de Interconexión potencia de base libre de altibajos diplomáticos y climáticos. Y tampoco pasa por pura sustitución de importaciones. El verdadero negocio nuclear es de tecnología, como lo prueban los 7 reactores vendidos a Perú, Argelia, Egipto, Australia, Arabia Saudita y Holanda. Es un negocio de sustitución de exportaciones. El mercado mundial de centrales de potencia, como lo es el CAREM, es potencialmente miles de veces mayor que el de reactores multipropósito como los 7 nombrados. Para la Argentina, el átomo es un negocio de formación de recursos humanos. Es un negocio de industrialización y capacitación. Y en el brete actual, es ir dejando de ser un lugar e ir volviendo a ser un país.

Daniel E. Arias

Duro cuestionamiento de un gobernador a Greenpeace Argentina

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El gobernador del Chaco, Jorge Capitanich, @jmcapitanich, publicó ayer en Twitter una serie de observaciones en las que crítica con dureza a Greenpeace Argentina y sus planteos, y denuncia su intencionalidad política. Hasta ahora, el ambientalismo sólo figuró en las campañas políticas nacionales como un listado de buenas intenciones, no cuestionadas. Cabe preguntarse si va si se discutirán a fondo objetivos y políticas. «La organización @GreenpeaceArg, brazo político del macrismo devastador en la Argentina, se ocupa sistemáticamente de agredirnos a los gobernadores del norte argentino pero principalmente a mi. Son verdaderos sicarios mediáticos sin ningún sustento. Los desmontes ilegales constituyen acciones monitoreadas y denunciadas por nuestro gobierno y existe un impedimento legal para desmontar en Chaco desde hace tres años. Todas las injurias, calumnias y campañas de desprestigio tendrán que resolverse en la justicia pues estamos hartos que estas organizaciones financiadas por grupos de interés político mancillen a la gestión de gobierno. Jamás los escuchamos decir algo respecto de la contaminación ambiental en los 203 km2 de la CapitalFederal, gobernada hace más de 15 años por su principal socio político, que constituye el principal foco contaminante del país. Chaco tiene protección total en el 20% de su territorio, mientras que en la Capital Federal no existen los metros cuadrados necesarios de espacios verdes. Nos deben el 90% de los recursos para la protección del bosque nativo, la misma cantidad de recursos que #CABA nos quitó para financiar obras sospechadas de corrupción para los amigos del PRO, donde casualmente Greenpeace Argentina ha puesto hasta diputados nacionales. Sin embargo, de la escasez de fondos que debemos enfrentar las provincias del norte argentino a la hora de proteger los bosques no dicen nada… Nos condenan a la exclusión y la pobreza pues jamás apoyaron las iniciativas de compensación para quienes protegemos el bosque nativo. Los hemos convocado a plantear alternativas de producción sostenible y se han negado sistemáticamente, porque su negocio es justamente la crítica infundada sin propuesta. No tienen la más mínima idea de lo que implica gestionar la realidad ni les interesa las dificultades de los chaqueños y chaqueñas que viven del monte. No tienen interés en mejorarles las condiciones de vida, sólo en continuar con su negocio financiado desde el norte global. Estamos hartos de las operaciones y estigmatizaciones de estos sicarios que tienen la impunidad de mentir a cualquier precio, pagada por las principales corporaciones contaminantes y que casualmente callan cuando, quienes están en el gobierno, son partidos de derecha. El Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos debe analizarse en el Poder Legislativo del Chaco, y es precisamente allí donde muchas organizaciones nos acusan de proteger en exceso el bosque nativo. Y qué casualidad… El responsable soy yo! Esto cierra claramente desde el punto de vista político. Hay que pegarle de los dos lados! Nosotros estamos de un solo lado: El del desarrollo productivo sostenible para generar el desenvolvimiento de las cadenas de valor con generación de empleos de buena calidad que nos permitan cuidar los bosques. Del bosque chaqueño viven más de 20.000 personas. Y en nuestro Impenetrable chaqueño viven 50.000 personas que no reciben del resto del mundo y del centralismo porteño la compensación del oxígeno que aportan para la vida humana. Necesitamos que quienes financian a @GreenpeaceArg comiencen a financiar la transición energética, la adaptación y mitigación al cambio climático causado por los países del primer mundo y la provisión de servicios ecosistémicos de nuestros territorios hacia todo el globo. Dejen de hacer política partidaria. Dejen de ser lacayos de intereses corporativos. ¡No sean cómplices de los que verdaderamente destruyen el ambiente!»

China descarta su política de «Covid-cero», pero enfrenta una ola de contagios

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(Corresponde aclarar que esta nota fue preparada con información de la agencia estatal china Xinhua, por Simone McCarthy, Selina Wang and Wayne Chang, de la estadounidense CNN).

China se está preparando para una ola sin precedentes de casos de covid-19, al tiempo que desmantela gran parte de su política de cero covid. Un destacado experto advierte que las variantes de Omicron se están «propagando rápidamente», y hay señales de un brote que sacude la capital del país.

Los cambios continuaron ayer lunes cuando las autoridades anunciaron la desactivación de la función de seguimiento de salud de la «tarjeta de itinerario móvil». El sistema, que es independiente del de escaneo de códigos de salud que aún se requiere en un número reducido de lugares en China, utilizaba los datos de los teléfonos celulares de las personas para rastrear su historial de viajes en los últimos 14 días en un intento de identificar a quienes han estado en un ciudad con zonas designadas de “alto riesgo” por las autoridades. Había sido un punto de discordia para muchos chinos, incluso debido a las preocupaciones sobre la recopilación de datos y su uso por parte de los gobiernos locales para prohibir la entrada a quienes visitaron una ciudad con una «zona de alto riesgo», incluso si no fueron. a aquellas áreas dentro de esa ciudad. Pero a medida que avanza el desguace de partes de la infraestructura de cero covid, surgen dudas sobre cómo el sistema de salud del país manejará un brote masivo. A lo largo del fin de semana, algunos negocios cerraron en Beijing y las calles de la ciudad quedaron en gran parte desiertas, ya que los residentes se enfermaron o temieron contraer el virus. Las mayores multitudes públicas que se vieron estaban ante las farmacias y las cabinas de prueba de Covid-19. El medio de comunicación China Youth Daily documentó filas de horas en una clínica en el centro de Beijing el viernes y citó a expertos anónimos que pedían a los residentes que no visitaran los hospitales a menos que fuera necesario. Los trabajadores de la salud en la capital también estaban lidiando con un aumento en las llamadas de emergencia, incluso de muchos residentes con covid-positivo con síntomas leves o sin síntomas. Un funcionario del hospital hizo un llamado el sábado a los residentes en tales casos para que no llamen a la línea directa de servicios de emergencia similar al 911 de la ciudad para mantenerla gratuita para los enfermos graves. El volumen diario de llamadas de emergencia aumentó de las 5.000 habituales a más de 30.000 en los últimos días, dijo Chen Zhi, médico jefe del Centro de Emergencias de Beijing, según los medios oficiales. El covid se estaba “propagando rápidamente” en el país, impulsado por variantes de Omicron altamente transmisibles, dijo el principal experto en covid-19, Zhong Nanshan, en una entrevista publicada por los medios estatales el sábado. “No importa cuán fuerte sea la prevención y el control, será difícil cortar por completo la cadena de transmisión”, dijo Zhong, una voz pública clave desde los primeros días de la pandemia en 2020, citado por Xinhua.

La secretaria de Energía Royón visitó el CAREM. «Es un orgullo para nuestro país»

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La secretaria de Energía de la Nación Flavia Royón visitó la obra en construcción del prototipo del reactor nuclear modular de potencia de 32 MWe, que contará con el 70% de sus insumos, componentes y servicios vinculados provistos por empresas argentinas certificadas bajo estándares internacionales de calidad supervisados por la Comisión Nacional de Energía Atómica.

La secretaria Flavia Royón recorrió la obra emplazada en la localidad de Lima, Buenos Aires, para ponerse al corriente del estado y la gestión del Proyecto CAREM, que ya alcanza el 77% de avance global. Allí fue recibida por la presidenta de la CNEA Adriana Serquis, la gerenta del Área CAREM Sol Pedre y el gerente de Coordinación y Enlace Javier Caccavelli. Luego de la recorrida por las instalaciones, la Secretaria de Energía puso de relieve la  importancia estratégica que tiene «la energía nuclear como parte del plan de transición energética de Argentina». Precisó que el nuclear «es un sector en el que Argentina tiene mucha experiencia y es reconocida a nivel mundial y, dentro de esa posición, el CAREM es una apuesta concreta en la que queremos avanzar. Creemos firmemente en el sector de la energía nuclear y este proyecto va a ser un orgullo de nuestro país«.

Los laboratorios que Argentina instalará en la Antártida

La conquista antártica sumará un nuevo capítulo con el despliegue de tres nuevos centros científicos en una región de clima hostil del territorio argentino. El Gobierno anunció la semana pasada el lanzamiento de los laboratorios multidisciplinarios que serán construidos en la Antártida.

Los operarios militares de las Fuerzas Armadas trabajan contra reloj para poder estibar esta semana las estructuras en el rompehielos ARA Almirante Irízar que zarpará la madrugada del 15 de enero próximo con ellas en su bodega.

Una vez descargadas en el continente, las piezas se ensamblarán allí, aprovechando el período ventana de dos meses que permiten las condiciones meteorológicas del verano en la zona para el montaje y acondicionamiento de estas operaciones. Las unidades cuentan con laboratorios húmedos y secos, zona de muestras y un sector de propulsión de globos de medición de ozono, entre otras funciones.

El proyecto está a cargo del Ministerio de Defensa de la Nación que contó con los fondos de la cartera de Ciencia, Tecnología e Innovación que destinó $ 310 millones para su desarrollo. Los laboratorios serán desplegados en las bases San Martín, Esperanza y Orcadas –la más antigua de la Antártida dedicada a la ciencia– y estarán destinados a investigaciones y tareas científicas del Instituto Antártico Argentino.

Alrededor de 25 operarios militares montaron con una grúa las piezas y paneles de acero en la última supervisión antes de ser embarcadas que realizaron los ministros Jorge Taiana, de Defensa, y Daniel Filmus, de Ciencia, en el Centro de Mantenimiento de Instalaciones y Equipo de Ingenieros, en Villa Martelli.

La estructura una vez armada es un domo romboide de formas rectas. Parece una cápsula cuadrada de color blanco con capacidad para 25 investigadores que podrán investigar allí. Son de única función operativa para el trabajo de los científicos ya que no pernoctarán en esas unidades. Ese rol lo cumplirán los dos refugios que acompañarán a cada laboratorio.

Los laboratorios tienen una altura de unos 9,5 metros
Los laboratorios tienen una altura de unos 9,5 metros. Fotos: Santiago Filipuzzi .

A futuro pueden montarse las mismas estructuras en las bases Marambio y Belgrano. Son estructuras metálicas desmontables y abulonadas. El interior tienen una parte de servicios con una cámara de aire para la calefacción, cloacas, dos puertas de acceso, el depósito, las instalaciones científicas y un reservorio de agua. Las ventanas son herméticas y de doble vidrio para que no se filtre el frío polar. Fueron diseñadas para viajar en contenedores especiales que irán en la bodega del Irízar”, señaló el teniente coronel Devoto, el militar a cargo de la logística y desarrollo del proyecto.

Los bulones son térmicos y recubiertos de plástico para que a través de los tornillos de metal no traspase el frío. La altura total es de 9,5 metros (casi tres pisos), mediciones que tienen que ver con las condiciones del suelo por la acumulación de hielo y nieve, y así permitir que las unidades se calefaccionen adecuadamente.

Cada laboratorio tiene una superficie de 120 metros cuadrados y fueron construidos en su totalidad por profesionales de la Dirección de Ingenieros del Ejército y del Comando Conjunto Antártico (Cocoantar). El personal del Ejército tendrá a su cargo el desafío de montar las piezas en un tiempo que es muy acotado para la actividad antártica. La tecnología empleada fue pensada para manipular la menor cantidad de materiales teniendo en cuenta la hostilidad en las condiciones del desierto de hielo. No será necesario soldar o realizar perforaciones en el frío antártico, los módulos simplemente se encastran. Cuando estén montadas se destinarán 12 investigadores en la base de Orcada y San Martín y 20 en Esperanza.

“Invertimos primero $ 250 millones y después hubo que adicionar en los últimos días por un tema de mayores costos en los materiales $ 60 millones más. Es una inversión enorme que era necesario realizar fundamentalmente porque la ventana para poder trabajar en la Antártida está reducida en un mes y medio o dos, como máximo”, explica Filmus. Y agregó: “Se hizo en un tiempo récord. La estructura como se ve ahora sale la semana que viene. El 14 va a estar en las bodegas del Irízar y parten en la madrugada el 15. El principal desafío empieza después, al bajar en el continente todo el material y trasladarlo desde la costa. Son 150 metros donde van a estar cada uno de los laboratorios y los dos refugios unipersonales que funcionan todo el año”.

Las piezas se ensamblarán aprovechando el período ventana de dos meses que permiten las condiciones meteorológicas del verano en la Antártida
Las piezas se ensamblarán aprovechando el período ventana de dos meses que permiten las condiciones meteorológicas del verano en la Antártida .

Los materiales empleados

Al tratarse de un desarrollo con capitales e insumos nacionales, el ministro señaló que existe la posibilidad de fabricar las mismas unidades para ser ofrecidas a otros países.

“La Argentina ofrece servicios en la Antártida para muchos otros países. Este desarrollo es una fuente potencial de divisas”, sostuvo. También señaló que los laboratorios no tienen un límite de vida útil. “Una de las bases más grandes que hizo Brasil está hecha de los mismos materiales que estos laboratorios que vamos a ensamblar. La base canadiense también está hecha de un material similar. Son todas modulares y se transportan prácticamente hechas. No son materiales económicos pero es la única manera de hacerlos por la hostilidad del medio ambiente y las condiciones climáticas. Lo importante es que le da trabajo a las pymes argentinas que trabajan con los materiales. Cada una de las partes fue construida por una pyme del Gran Buenos Aires”.

Por su lado, Taiana dijo: “Es un salto cualitativo en la capacidad argentina en la Antártida. Los laboratorios fueron construidos totalmente en el país para ser destinados a la investigación. Tendrán dos refugios, uno de ello destinado a la glaciología”. Hace dos meses los representantes del Consejo Interinstitucional de Ciencia y Tecnología (CICYT) se reunieron por primera vez en la Base Marambio en la Antártida para la sesión mensual del organismo. Acudieron allí diferentes ministros para discutir el rol que tendrá la Antártida en el desarrollo de la ciencia argentina.

En la última supervisión del ensamble de los laboratorios antes de ser enviados a la Antártida estuvieron también el secretario de Asuntos Internacionales para la Defensa, Francisco Cafiero; la subsecretaria de Planeamiento Estratégico y Política Militar, Fernanda Llobet; el jefe del Estado Mayor Conjunto de las FFAA, teniente general Juan Martín Paleo; el comandante Operacional de las FFAA, general de Brigada, Jorge Fabián Berredo; y el comandante del Comando conjunto Marítimo; comodoro de Marina Norberto Pablo Varela; entre otras autoridades civiles y militares.