La electromovilidad en Argentina. El papel del INTI

La transición hacia el uso de vehículos eléctricos se está produciendo en todo el mundo y crece en la Argentina, donde los nuevos modelos deben ser probados de manera exhaustiva para asegurar que cumplan con las condiciones de seguridad requeridas, una tarea que en la Argentina cumple el INTI.

Esta transición es un camino que se está produciendo en todo el mundo, a distintas velocidades y no exento de dificultades. El año pasado se vendieron casi 6000 autos eléctricos o híbridos en la Argentina. Si bien no es un volumen alto, es un aumento de casi 150% con respecto al año anterior.

La enorme mayoría de ellos son autos híbridos porque la infraestructura (puntos de carga eléctrica) local todavía es escasa. Dado que el mercado automotor esta atravesado por normativas muy estrictas en cuanto a la seguridad y rendimiento de los vehículos que se comercializan, todos los automóviles producidos en el país deben contar con la Licencia de Configuración de Modelo para recibir una patente, y para ello es necesario contar con la aprobación del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) en dinámicas y estáticas de seguridad.

En el año 2018, mediante el Decreto 32, se crearon dos nuevas categorías, L6B y L7B, que abarca a las motos de cuatro ruedas y carrocerías con motores eléctricos, popularmente conocidos como citycars, ya que su aspecto y uso es más similar al de los autos pero tienen limitaciones de potencia y velocidades máximas. Las tecnologías de electromovilidad permiten una variedad de configuraciones: desde vehículos con un motor eléctrico en cada rueda, uno por eje o uno central, hasta contar con baterías de plomo ácido, o de litio, ubicadas en un baúl o en un bajo piso. Cada una de estas decisiones de diseño tendrán un impacto en el comportamiento del vehículo y es el INTI el que debe certificar que cumpla con las normativas de cada categoría legal. El ingeniero Diego Marino, jefe del Departamento de Desarrollo para la Movilidad del INTI, dijo: “La estructura del vehículo es lo que mantiene la seguridad activa o pasiva y es lo que tiene que pasar las pruebas. Por ejemplo, frenos, o luces, pero también la seguridad de las baterías, a diferencia de un vehículo convencional. Tener baterías homologadas o que se verifique un ensayo de componentes es crucial y es lo que puede generar esta seguridad extra que hay que darle a los vehículos eléctricos”. Otro componente extra de la electromovilidad son los cargadores y, actualmente, no hay un estándar internacional para la carga de los autos. Los fabricantes de Alemania y Estados Unidos han creado un estándar para la carga de autos eléctricos que está siendo muy difundido pero Japón tiene otro que usan sus fabricantes de autos y está teniendo mucha aceptación entre fabricantes chinos. Y China actualmente es el mercado en el que más autos eléctricos se venden. A su vez hay unos 10 tipos de conectores diferentes que dependen de la potencia de carga, y si se usa corriente alterna o continua. Y Tesla, pionero de esta industria, tiene su propio conector. “La Argentina no tiene su propio modelo de cargador pero sí tiene que adoptar un modelo internacional para que la recarga sea accesible para todos. No puede ser que vos tengas un auto y lo puedas cargar solamente en tu casa, sino que tenemos que apuntar a una homogeneidad en cuanto a este componente tan importante. Seguramente se logrará un estándar internacional”, expresó Marino. Como paso intermedio para la transición a la electromovilidad se está explorando la idea del retrofit, es decir, cambiar el motor de combustión interna de un auto usado por uno eléctrico con su pack de baterías. Esta opción actualmente está disponible en nuestro país ya que siempre fue posible cambiar el motor de un auto usado y nunca se especificó que debía mantener el mismo combustible, sino que solo se debe respetar la potencia. Para Marino, “el retrofit es viable, es un acelerador hacia la electromovilidad. Lo definimos así porque disminuye costos en función a un vehículo eléctrico cero kilómetro pero no es la solución de fondo para la electromovilidad. Hay que incentivar el desarrollo de vehículos elétricos puros, pero hay muchos cambios que realizar para la transición hacia la electromovilidad de alguien que está acostumbrado a un vehículo tradicional. Entonces, esa modificación del paradigma del vehículo hay que ir adecuándola. Los costos y la implementación de las redes de carga, las energías renovables, los controles y la verificación vehicular se tienen que incorporar a esta nueva lógica. El retrofit apunta a buscar una solución económicamente sustentable, que el vehículo mantenga las condiciones de seguridad originales por más que cambie su motorización, con piezas que cumplan la homologación y eso le da la el ok en cuanto a que el componente que se incorpora tenga un cierto grado de control, que es importante, porque se cambia una pieza importante”. En caso de una transición drástica también aparece el problema del reciclado de los vehículos, porque si se cambiara la mitad de la flota del país a vehículos eléctricos tendríamos gran cantidad de desechos que podrían pasar a chatarra porque no todo se puede recuperar. Los autos con motorización eléctrica deben respetar la Verificación Técnica Vehicular (VTV) igual que cualquier otro auto que circula por la calle. Desde el Departamento de Movilidad del INTI están escribiendo un manual de buenas prácticas para la conversión de estos vehículos y están dando capacitaciones para el personal de talleres mecánicos interesados en realizar estos trabajos. “El retrofit es una inversión que extiende la vida útil del auto. El costo de la nafta en comparación con el costo de la energía eléctrica es superior y el grado de utilización del vehículo es similar teniendo en cuenta los cambios en autonomía, esas son las variables positivas. Pero el costo de transformación es alto porque todavía todo es importado. Con una demanda importante y si las empresas empiezan a dar opciones nacionales disminuiría el costo y sería más accesible”, explicó Marino.
Matías Alonso

Legionella: encontraron la bacteria culpable del brote infeccioso en Tucumán

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  • Hasta el cierre de esta nota, en la noche del lunes 5/9, se detectaron 22 casos, de los cuales 6 han fallecido; todos ellos son parte del mismo brote.

  • El resultado de las muestras analizadas por ANLIS-MALBRÁN detectó la presencia del genoma de la bacteria Legionella, que causa neumonía bilateral.

La ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, viajó a la provincia de Tucumán acompañada por funcionarios y técnicos de la cartera sanitaria que ella dirige, para brindar apoyo a los equipos interdisciplinarios provinciales que están dando contención al brote de neumonía de reciente evolución. El encuentro con las autoridades y expertos provinciales se hizo teniendo ya los resultados obtenidos a través de la técnica de secuenciación total del ADN (metagenómica) de las muestras remitidas para su análisis a la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (ANLIS) “Dr. Carlos Malbrán”, que dieron positivo para genoma de Legionella sp. “Tenemos información preliminar, resta la confirmación definitiva que se realiza a través de estudios serológicos. En 4 muestras (3 respiratorias y una punción biopsia de uno de los pacientes fallecidos) se detectó genoma de la bacteria Legionella quedando pendiente la tipificación de la misma (la sospecha es que sea Legionella pneumophila, aseguró Vizzotti en una conferencia de prensa en la que estuvo acompañada por Luis Medina Ruiz, ministro de salud de Tucumán y Eva Jané Llopis, representante de la Organización Mundial de la Salud/Organización Panamericana de la Salud (OMS/OPS) en Argentina)”.
es muy alta la probabilidad de que se trate de un brote de Legionella posiblemente pneumophila.
Con estos datos recientes, la titular de la cartera sanitaria nacional dio en Tucumán seguimiento al trabajo de los especialistas y seguirá la evolución de los 7 casos que cursan la enfermedad actualmente. A la fecha, 4 de los casos se encuentran internados y 3 en sus domicilios, cumpliendo los protocolos de seguimiento. Así, la ministra refirió que este brote de neumonía bilateral es originado por la presencia de esta bacteria que se transmite por vía inhalatoria a través de la aerosolización de agua en relación a los sistemas de aire central o de flujos de agua. “Tiene un impacto más importante en personas con condiciones de riesgo, mayores de 50 años, personas tabaquistas o con algunas otras condiciones crónicas como diabetes o inmunocompromiso o enfermedades respiratorias, que son la mayoría de los casos que han tenido desenlace fatal”, dijo al tiempo que remarcó que “se dispone de un tratamiento antibiótico”. Contagios En la misma línea, respecto a las vías de transmisión, cabe destacar que esta bacteria no se transmite de persona a persona, sino a través de fuentes comunes por aerosolización.  

Cuáles son la cerealeras que exportan más granos desde Argentina

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Según los datos de la Bolsa de Comercio de Rosario, la estadounidense Cargill lidera el ranking de las exportaciones de granos y derivados del ciclo 2021/22, seguido por la china COFCO. La empresa de capitales argentinos más destacada es la Asociación de Cooperativas Argentinas (A.C.A.).

Argentina es uno de los principales exportadores de granos y derivados del mundo. Por eso, las principales compañías internacionales del sector se encuentran afincadas en nuestro país, algunas de ellas por muchas décadas, y concentran gran parte de los despachos de las exportaciones agrícolas. La empresa de capitales estadounidenses Cargill es la mayor exportadora de granos y subproductos argentinos en lo que va del año respecto a la mercadería de la campaña agrícola 2021/22. Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), la cerealera presentó Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE) por 9,67 millones de toneladas hasta el 23 de agosto, de un total de 72,19 millones de toneladas exportadas desde Argentina. El trabajo detalló que la compañía vendió al exterior principalmente maíz, siendo el segundo mayor exportador del cereal en la campaña 21/22 con 5,2 millones de toneladas, mientras que se ubicó segunda en la exportación de trigo en grano con 2,4 millones de toneladas de ventas declaradas. Respecto de las ventas de subproductos de soja al exterior, la empresa se encuentra quinta en harina de soja con 1,5 millones de toneladas; y en segundo lugar en aceite de soja con 400.000 toneladas. El segundo puesto como mayor exportador de Argentina se posicionó el holding de capitales chinos COFCO, con 9,01 millones de toneladas. La empresa del gigante asiático también se destacó por la venta al exterior de diversos productos agrícolas, que van desde maíz, donde se sitúa tercero en el ranking con 4,4 millones de toneladas en DJVE anotadas, a la vez que en trigo lidera el ranking de exportadores con exportaciones por 2,7 millones de toneladas de la campaña 2021/22. En subproductos de soja se posicionó como sexta exportadora con aproximadamente un millón de toneladas y quinta en las ventas de exportación de aceite de soja con 300.000 toneladas. La hegemonía internacional se extiende hasta los primeros cinco lugares, ya que a Cargill y COFCO le sigue en volumen la transnacional Bunge, con 7,5 millones de toneladas; seguida por la estadounidense ADM, con 7,4 millones; y Oleaginosa Moreno, controlada por Viterra Argentina, que es de capitales canadienses, con 7,2 millones de toneladas. En el puesto siete, se ubicó la francesa LDC, con 6,19 millones, mientras que mucho más atrás se encuentran la brasileña Amaggi, con 990.000 toneladas, y la cooperativa francesa CHS, con 640.000 toneladas.
Detalle de las exportaciones de granos. (Bolsa de Comercio de Rosario)Detalle de las exportaciones de granos. (Bolsa de Comercio de Rosario)

Las empresas argentinas

Más allá de que las firmas internacionales tengan preponderancia en lo que se refiere al comercio de granos y subproductos de nuestro país, las empresas de capitales nacionales también juegan un importante papel. Al respecto, la que más se destaca es la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), en el sexto puesto del ranking total, con 6,4 millones de toneladas. Su mayor participación se dio en las exportaciones de maíz, con 3,2 millones de toneladas, seguida por la de trigo pan con 1,26 millones de toneladas. Ubicada como octava en importancia se encuentra Aceitera General Deheza (AGD), con anotaciones por 5,6 millones de toneladas. Su principal producto exportado fue el maíz, con 2,77 millones de toneladas, aunque en los productos industriales de soja también tuvo un papel importante, ya que exportó subproductos de la oleaginosa como harina y pellets por 1,9 millones de toneladas y aceite por 355.000 toneladas. Le siguió en importancia Molinos Agro, con 3,4 millones de toneladas. Sus exportaciones más destacadas fueron maíz con 1,16 millones de toneladas despachadas; subproductos de oleaginosas por 1,7 millones de toneladas; y aceite por 325.000 toneladas. Muy alejado en ventas, cerró el ranking de las principales firmas exportadoras del país la cooperativa Agricultores Federados Argentinos (AFA) con 281.097 toneladas, mientras que se registraron ventas menores de YPF, Grupo Los Grobos, Syngenta Agro y Mirgor.

Massa lanza el «dólar soja». El gobierno espera que los exportadores de soja liquiden u$s 5 mil millones este mes

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A quienes vendan la cosecha de soja entre hoy lunes 5 y el viernes 30 de este mes se les liquidará un dólar de 200 pesos. El gobierno espera que luego de este anuncio los agroexportadores ingresen 1.000 millones de dólares en las próximas 72 horas y 5.000 millones en el mes.

El ministro de Economía Sergio Massa anunció ayer a la noche un “dólar soja” para que el complejo agroexportador acelere la liquidación de divisas y reforzar así las alicaídas reservas del Banco Central. Si se cumplen las expectativas oficiales habrá una mejora de 200.000 millones de pesos en los ingresos fiscales. “El objetivo es poner incentivos sobre la mesa a partir de un esfuerzo del Estado, con un reconocimiento de precio para el productor de manera muy sencilla y transparente”, aseguró el titular del Palacio de Hacienda en conferencia de prensa. “En términos netos representa lo mismo que si fueran retenciones cero para el productor”, agregó Massa, quien esta semana participará a Estados Unidos para encontrarse con la titular del FMI, Kristalina Georgieva. Luego de varios días de negociaciones con exportadores y productores agropecuarios, Massa confirmó que “las cerealeras firmaron un compromiso de liquidación por 5.000 millones de dólares garantizados». «Es una ronda lateral del Mercado Único Libre de Cambio, transitoria por 25 días que empieza el lunes y termina el 30 de septiembre». A partir del 1 de octubre, se volverá al sistema anterior. Massa estuvo solo en el estrado al momento del anuncio, aunque en las primeras filas del microcine de Economía lo acompañaron el titular del Banco Central, Miguel Angel Pesce, el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, y el secretario de Comercio, Matías Tombolini, entre otros hombres de su equipo. En la sala también estuvieron Juan José Blanchard  (presidente de Dreyfus), Roberto Urquía (presidente de Aceitera General Deheza), Vladimir Barisic (presidente de Viterra), Alfonso Romero (presidente de Cofco), Gustavo Idígoras (presidente de CIARA-CEC), José Castelli (presidente de Bunge) y Fernando Cozzi (presidente de Cargill), entre otros. La expectativa oficial es que se acelere la liquidación de divisas porque el gobierno requiere recomponer el stock de reservas para cumplir la meta acordada con el FMI. El gobierno acordó con el organismo multilateral, como parte de la renegociación de la deuda, aumentar las reservas en 5.800 millones de dólares para 2022; 4 mil millones para 2023 y 5.200 millones de dólares para 2024. Ese objetivo se presenta esquivo. En agosto no solo no acumuló reservas, sino que perdió 520 millones de dólares. El único dato positivo del mes fue que la pérdida se concentró en los primeros siete días hábiles cuando el Central llegó a vender 836 millones. Luego la situación se estabilizó y pudo comprar 316 millones en los últimos 15 días hábiles. Massa busca ahora que este acuerdo sirva para apuntalar esa tendencia. Incluso ofreció una zanahoria adicional al decir que “aquellos productores argentinos que adhieran al programa en más del 85 por ciento de su tenencia van a tener la oportunidad de seguir participando, en los próximos meses, en otros programas de beneficios”

Solo para la soja

El dólar de 200 pesos es solo para el complejo sojero. Durante la conferencia de prensa le preguntaron a Massa por qué no incluyó al maíz y al trigo. “El 93,8 por ciento del complejo sojero no influye en nuestra cadena de valor local. Es todo exportación. A diferencia de otros productos en los que sí hay influencia en el precio de lo que consumen todos los días los argentinos”, sostuvo. -¿Y qué va a pasar con otros sectores que tampoco afectan a la canasta de los argentinos como minería y litio? ¿También para ellos va a haber un tratamiento especial? –le preguntaron. -Lo primero que voy a decir es que el sector agroexportador vino con una propuesta muy agresiva desde el punto de vista del programa de acumulación de reservas que tiene el gobierno. En agosto todo el complejo agro liquidó 3.200 millones de dólares. Cuando solo para el complejo soja plantean liquidar 5.000 millones de dólares en un mes, nos obligan a nosotros a un tratamiento particular.

Dos nuevos programas

Massa anunció que como consecuencia del mayor ingreso de dólares que provocará el acuerdo con los sojeros se pondrán en funcionamiento dos nuevos programas. Uno es de fortalecimiento para todas las economías regionales con el objetivo de encontrar mecanismos de aumento de exportación a partir de mejores precios y de ayudas y compensaciones. Massa remarcó que no es un plan a futuro, sino que este mismo lunes Bahillo va a convocar a las cuatro entidades de la Mesa de Enlace para comenzar a trabajar sector por sector. “El gobierno pondrá al inicio, antes de la liquidación, 14.000 millones de pesos de los recursos propios de la Secretaría y a partir de ahí es en función de lo que vaya ingresando, pero aspiramos que tenga un volumen superior a los 50.000 millones de pesos de acá a fin de año”. Otra novedad es que con parte de los recursos adicionales se ayudará a los sectores más vulnerables a través de la ANSES, aunque Massa no dio precisiones sobre este punto. Cabe observar que la Federación Agraria Argentina (FAA) salió también ayer domingo criticando esta creación de un régimen para el complejo sojero. El titular de la FAA, Carlos Achetoni, explicó que «se trata de una medida que, para intentar resolver una necesidad coyuntural del Estado, vuelve a brindar beneficios a los mismos actores de siempre». Achetoni aseguró que le trasladaron esa crítica personalmente al ministro de Economía, Sergio Massa, en las reuniones que mantuvieron.

El Senado convirtió en ley la promoción de la bio y nanotecnología

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Tras la media sanción en Diputados, el Senado de la Nación convirtió en ley la Promoción de la Bio y Nanotecnología que prorroga y amplía hasta el año 2034 la Ley N° 26.270, que otorga beneficios fiscales a empresas que realicen inversiones en proyectos innovadores en estos sectores clave para la ciencia y la tecnología.

De su relevancia, escriben Vera Álvarez, presidenta de la FAN, Fundación Argentina de Nanotecnología, y Federico Ariel, vocal del Consejo de Administración.

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El proyecto de Ley de Promoción de la Bio y Nanotecnología, aprobado en la Cámara de Diputados y ahora convertido en ley por el Senado, dispone prolongar el otorgamiento de beneficios fiscales a las empresas que inviertan en estas áreas estratégicas del conocimiento. Su objetivo es promover la inversión en tecnología en diversos sectores de destacada fortaleza en nuestro país, e impulsar la creación de miles de puestos de trabajo en todo el territorio. La Ley original N° 26.270 fue aprobada en 2007 con una vigencia de 15 años y se refería exclusivamente a la Biotecnología Moderna.0 ¿Qué es la Biotecnología Moderna?

La Biotecnología es una amplia rama interdisciplinaria de las ciencias biológicas que consiste en toda aplicación tecnológica que utilice sistemas biológicos para la creación o modificación de productos o procesos para usos específicos. Su desarrollo se basa en conocimientos de la biología, la bioquímica, la microbiología, la bioinformática, la biología molecular y la ingeniería genética. La biología molecular, en particular, es una rama de la bioquímica que gira en torno a lo que conocemos como Dogma Central de la Biología, y que dice a grandes rasgos que el ADN se transcribe en ARN y el ARN se traduce en proteínas. La vida en nuestro planeta se basa en este Dogma Central. El sistema científico argentino se caracteriza por una sólida comunidad de biología molecular en diferentes modelos: plantas, animales, microorganismos. La fortaleza de esta comunidad deriva muy probablemente de la tradición científica argentina en fisiología y en química biológica, que nos ha dado tres premios Nobel, sin ir más lejos.

El gran salto de la Biotecnología Moderna se explica principalmente por los avances en biología molecular, es decir, en una profunda comprensión de la actividad de los genes, que permite modular su expresión para mejorar productos y procesos, así como diseñar vacunas y nuevas terapias génicas. Sin embargo, para transformar conocimientos de biología molecular en biotecnología, -ciencia en aplicaciones tecnológicas-, se requiere de una inversión muy alta y sostenida. Y también requiere de una dinámica vinculación del sistema científico con el sector productivo. Todavía existe una brecha importante entre el potencial derivado de nuestros avances científicos, y la posibilidad real de desarrollar tecnologías que generen riqueza, sustituyendo importaciones e incluso incrementando la exportación de productos y servicios de alto valor agregado.

¿Qué es la Nanotecnología y por qué se incluye en este nuevo proyecto de ley?

La Nanotecnología es la manipulación de la materia a escala nanométrica (con al menos una dimensión del tamaño de entre 1 a 100 nanómetros). Se trata de una interdisciplina porque en ella convergen conocimientos de la química, la física, la biología, la ciencia de materiales y las ingenierías. La nanotecnología comprende el estudio, diseño, creación, síntesis, manipulación y aplicación de materiales, aparatos y sistemas funcionales a través del control de la materia a nanoescala, y la explotación de fenómenos y propiedades de la materia a dicha escala. Cuando se manipula la materia a una escala tan minúscula, presenta fenómenos y propiedades totalmente nuevas. Considerada una tecnología de propósito general por su capacidad de ofrecer innovaciones a industrias muy disímiles entre sí como la medicina, los alimentos y la electrónica, la nanotecnología se ha convertido en un campo de relevancia en el desarrollo científico y tecnológico de los países, y la Argentina no es la excepción. En la actualidad, el país cuenta con 335 grupos en 91 institutos de ciencia y tecnología que desarrollan líneas de investigación en el tema y, a su vez, según el relevamiento realizado, existen 73 empresas nacionales que comercializan productos o procesos con sus aportes o están en proceso de hacerlo. La nanotecnología está presente en nuestra vida cotidiana, por ejemplo, en barbijos, kits de diagnóstico, vacunas, agroinsumos sostenibles, medicamentos para cáncer, remediación de aguas contaminadas, entre otras cosas.

La inclusión de la Nanotecnología al régimen favorece a un área de desarrollo horizontal y multipropósito de la Economía del Conocimiento que puede generar avances y nuevas tecnologías para un gran número de sectores productivos, como salud, textil, microelectrónica, ambiente, químico, energías renovables y agroindustrial, entre otros. ¿Se relacionan la Bio y la Nanotecnología?

La complementación de la Bio y la Nanotecnología en esta iniciativa resulta superadora y creativa. Se trata de disciplinas que dialogan en permanencia. Podríamos mencionar como ejemplo al desarrollo de vacunas de tecnología de ARN en el contexto de la pandemia. Estas nuevas tecnologías derivan de la biología y la bioquímica del ARN, es decir, un claro caso de aplicación de la biología molecular en una tecnología para la salud. A su vez, ese ARN necesitó de un nanovehículo lipídico para su transporte en nuestro organismo y liberación en nuestras células. Las nuevas vacunas son el resultado de la combinación de nano y biotecnologías. Y ese potencial puede ser aprovechado no sólo en salud humana, sino también en tecnologías más limpias y específicas en el agro, alimentos, y otras aplicaciones. Nos urge que legislemos en pos del despliegue de nuestras capacidades científicas en este tipo de desarrollos tecnológicos de vanguardia.

Esta Ley entre otras: un marco legal coherente para el desarrollo tecnológico nacional.

Esta Ley puede ser una señal más de la importancia que tiene la Ciencia y Tecnología como motor industrial para nuestro país y del compromiso de diversos sectores para que este camino pueda transitarse. En esta articulación resulta central el rol del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación como instancia para pensar y diseñar la política científico tecnológica nacional, así como para definir el lugar que queremos que la ciencia, la tecnología y la innovación ocupen en un proyecto de desarrollo soberano de nuestro país.

Se encuentra además en concordancia con otras dos leyes: la Ley de Economía del Conocimiento y la Ley de Financiamiento de la Ciencia y la Tecnología. Como antecedente para el caso de la Nanotecnología, se generaron normas complementarias y aclaratorias que rigen el Régimen de Promoción de la Economía del Conocimiento creado por la Ley N° 27.506 y su modificatoria, reglamentado por el Decreto N° 1.034 de fecha 20 de diciembre de 2020 para incluir a la Nanotecnología. La encargada de la ejecución operativa del régimen era la Subsecretaría de Economía del Conocimiento, ahora transformada en Secretaría, otra señal de la importancia que tiene el conocimiento para nuestro país. Entre estos beneficios, el actual proyecto de ley contempla que quienes accedan al régimen de promoción podrán obtener: (1) amortización acelerada del Impuesto a las Ganancias, (2) devolución anticipada del IVA, (3) otorgamiento de un bono de crédito fiscal correspondiente al 50% de los gastos destinados a las contrataciones de servicios de I+D con instituciones del Sistema Público Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación. Los beneficios fiscales se modifican para que sean compatibles con la Ley de Economía del Conocimiento, aprobada en 2020 y que ya ha mostrado números muy claros de lo que el aporte del Estado puede lograr en los sectores del conocimiento: U$S 6400 millones en exportaciones de servicios basados en el conocimiento en 2021. El 1% del PBI representaron los Servicios basados en el conocimiento, asociado a 454 mil puestos de trabajo; la aprobación de 529 empresas en el régimen de Promoción de Economía del Conocimiento; más de 200 empresas de biotecnología en todo el país; 764 proyectos aprobados en el marco de esta Ley, sólo por citar algunos números relevantes. Resulta importante destacar que esta Ley de Promoción contempla también la sustentabilidad y las necesidades de la población. Además, incluye la conformación de una Comisión Consultiva integrada por actores del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología para dar seguimiento al instrumento, pertinencia de los proyectos, y poder expedirse en recomendaciones. Tenemos la posibilidad de implementar políticas públicas que puedan ser revisables y que podamos rediscutir en función de un proyecto de país y de las necesidades dinámicas de nuestra sociedad. La Ciencia y Tecnología como herramienta de transformación.

La Ciencia, Tecnología e Innovación son motores de la Economía. Motores que generan trabajo, bienes y servicios de alto valor agregado, reforzando nuestra soberanía e incluso, como vimos durante la pandemia, salvando vidas. La Bio y la Nanotecnología cuentan con un gran potencial basado en el desarrollo y la innovación que surgen de los cientos de investigadores e investigadoras en laboratorios y centros a lo largo y a lo ancho de nuestro país. En la FAN en particular estamos acompañando a 15 emprendimientos basados en estas tecnologías que están creciendo, llevando lo desarrollado en los laboratorios a la sociedad y que, como ejemplo de lo que es posible lograr, se reconvirtieron durante la pandemia para dar respuesta a necesidades concretas. De estas iniciativas derivaron kits de diagnóstico, el suero equino hiperinmune, materiales de protección, entre otras aplicaciones concretas. Todos estos proyectos contaron con el apoyo y financiamiento del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, del Ministerio de Desarrollo Productivo y de la Agencia I+D+i. Esta experiencia reciente demuestra que no hablamos de gasto público, sino de inversión en desarrollo científico tecnológico, traducido en soberanía nacional.

El proceso sostenido de vinculación público-privado depende de reglas claras y del financiamiento. Las reglas claras se establecen con marcos legales. Esta Ley en particular propone estimular la vinculación público-privada, mediante los beneficios a empresas que articulen investigación y desarrollo con el Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología. Si bien los beneficios fiscales y los estímulos impactan directamente en el sector privado, los proyectos requieren del soporte y el apoyo de investigadores e investigadoras del sector público (UUNN; CONICET, INTI, INTA; CNEA y demás instituciones de nuestro país). Sostener en el tiempo el rumbo de crecimiento basado en Ciencia y Tecnología depende fuertemente del consenso político y social a través de los sucesivos gobiernos. En esta gestión, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación y la Agencia I+D+i han diversificado y reforzado las herramientas de financiamiento del sistema científico, y también tecnológico. Por su parte, la continuidad de la vigencia de la Ley que estamos discutiendo hoy sobre Biotecnología, incluyendo además ahora a la Nanotecnología, resulta fundamental para convocar al sector productivo a realizar inversiones articuladamente con el Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología y poder proyectar un plan de acciones a mediano y largo plazo. La inversión en Ciencia y Tecnología debe ser un compromiso sostenido en el tiempo de todos los espacios políticos, lo cual se pone de manifiesto durante el tratamiento de esta Ley. Sabemos que el conocimiento es el mayor valor agregado que puede tener una sociedad. No podemos permitir NUNCA MÁS que se desfinancie la ciencia y la tecnología porque el futuro de la Argentina y el bienestar de nuestro pueblo dependen de ello.

Vera Álvarez y Federico Ariel 

*Vera Álvarez es presidenta de la Fundación Argentina de Nanotecnología. Es investigadora especialista en nanomateriales y vicedirectora del Insittuto Nacional de Investigaciones en Ciencia y Tecnología de Materiales, UNMdP-CONICET. Fue secretaria de Vinculación y Transferencia de la Universidad Nacional de Mar del Plata y ha sido premiada por Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, la Fundación Bunge y Born, y L´Oreal Argentina, entre otros.

**Federico Ariel es vocal del Consejo de Administración, es especialista en biología vegetal dedicado al diseño de estrategias de agricultura sustentable. Actualmente forma parte del directorio de Y-TEC y es director del Laboratorio de Epigenética y ARNs no codificantes del Instituto de Agrobiotecnología del Litoral, CONICET-UNL.

 

YPF y Petronas, la petrolera estatal de Malasia, analizan un proyecto para exportar GNL. 1° etapa: u$s 10 mil millones

Las dos empresas petroleras firmaron un Acuerdo de Estudio y Desarrollo Conjunto, donde determinarán la factibilidad de un proyecto para exportar el gas de Vaca Muerta, que podría demandar US$ 10.000 millones sólo para la primera etapa.

Desde AgendAR debemos remarcar que todavía debe determinarse si será posible. Pero la presencia de Tetronas, una de las empresas más importantes del mundo en en el ramo, dice que la posibilidad es real. Si se realiza, cambiará por sí sola el perfil exportador de nuestro país.

El gobierno anunció el acuerdo entre YPF y la malaya Petronas para el desarrollo de una planta de Gas Natural Licuado (GNL), que demandará una inversión de US$ 10.000 millones en la primera etapa. Se trata de la construcción de una planta de licuefacción para exportar el gas no convencional de Vaca Muerta a través de buques metaneros. Pese al anuncio oficial, técnicos de las empresas reconocieron que primero deben realizar un estudio de factibilidad para luego definir un proyecto ejecutivo.
El estudio que realizarán YPF y Petronas, con aportes conjuntos, será para definir el tamaño de la planta de licuefacción y dónde estará ubicada. El Puerto de Bahía Blanca podría ser una posibilidad, aunque técnicos de la petrolera con mayoría accionaria estatal afirmaron a  que se analizan también otras alternativas. Además, el estudio servirá para determinar quién será el off-taker (comprador) del GNL que se exporte, que puede ser la misma Petronas o podría sumarse una tercera compañía. El estudio de factibilidad “estará terminado en un tiempo acotado”, indicaron desde la compañía argentina, y añadieron que “normalmente un proyecto así demanda alrededor de 8 años, pero creemos que podemos acotar los tiempos porque está Petronas”. La petrolera malaya tiene una amplia experiencia en la licuefacción de gas natural y es una de las tres empresas más importantes de GNL en el mundo. Además, fue una de las primeras compañías en asociarse hace ocho años con YPF para desarrollar La Amarga Chica, un bloque de shale oil de Vaca Muerta. En el lanzamiento realizado este jueves en el Centro Cultural Kirchner, que estuvo a cargo del presidente Alberto Fernández, el titular de YPF, Pablo González, y CEO de Petronas, Tengku Muhammad Taufik, se vio a una comitiva numerosa de la compañía malaya porque ya están trabajando los equipos técnicos de ambas petroleras. Incluso ya se había planificada una reunión técnica para avanzar en el estudio de factibilidad. “Venimos analizando la construcción de una planta desde 2018, pero este es un momento perfecto para YPF para avanzar con un proyecto de GNL en el país porque tenemos muy buena competitividad en todo el desarrollo de Vaca Muerta”, enfatizaron desde YPF.

Los números del acuerdo

YPF y Petronas firmaron un Acuerdo de Estudio y Desarrollo Conjunto (JSDA, por sus siglas en inglés), que abarca el análisis integral de todo el proyecto de licuefacción, desde el upstream, los gasoductos e infraestructura, la producción de GNL y hasta la comercialización y logística internacional. Ambas compañías planean una inversión de US$ 10.000 millones de dólares para la primera etapa, lo que permitirá producir hasta 5 millones de toneladas/año de GNL. “Dentro de 10 años, cuando el proyecto esté finalizado, se podrán producir y exportar más de 25 millones de toneladas/año de GNL”, destacaron desde YPF. La Argentina importa en el pico de consumo de invierno alrededor de 35 barcos de GNL por año.  Cuando la planta de GNL alcance su capacidad máxima, el país tendrá capacidad para exportar más de 460 barcos anuales. El GNL podría implicar exportaciones por US$ 20.000 millones anuales. De concretarse estos números, el GNL podría ser uno de los principales sectores exportadores y generadores de divisas para el país. El CEO de YPF, Pablo Iuliano, dijo: “estoy muy orgulloso de la alianza estratégica que tenemos con Petronas desde 2014 y hoy damos un paso más para seguir construyendo las soluciones energéticas que el mundo y la Argentina necesitan”. “Esperamos fortalecer nuestra exitosa alianza con Petronas y unir nuestras fuerzas una vez más para desarrollar este proyecto estratégico”, indicó Pablo González, presidente del Directorio de YPF. Además de este acuerdo, YPF y Petronas firmaron un Memorando de Entendimiento (MoU) para continuar con la colaboración en la Argentina en otras áreas como la producción de petróleo, la petroquímica y soluciones de energía limpia.

China supera por primera vez a EE.UU. como país más citado por artículos científicos relevantes

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Por primera vez, China superó ligeramente a Estados Unidos en cantidad de artículos más citados, medición considerada clave en el mundo de la investigación académica, informó el National Institute for Science and Technology Policy – NISTEP (Instituto Nacional de Política Científica y Tecnológica) de Japón.
El acontecimiento evidencia que la prolífica erudición de China, también se actualiza en calidad. “La gente descarta a China [con el argumento] que elabora muchos productos pero carentes de buena calidad”, dice Caroline Wagner, quien estudia política científica e innovación en la Universidad Estatal de Ohio, Columbus. «Esa opinión es simplemente miope».
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Sin embargo, los académicos no están de acuerdo sobre la mejor metodología para medir el impacto de las publicaciones, y otras métricas sugieren que Estados Unidos se mantiene algo por delante.
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El NISTEP comunica en su informe de agosto que China alcanzó la delantera en las referencias bibliográficas del 1% de los artículos principales, el valioso segmento de documentación consultada que ocupan buena parte de los premios Nobel.
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Como en muchos de estos artículos de élite participan autores de varios países, el análisis se complica. Para dividir el crédito con justicia, NISTEP utilizó el método “conteo fraccionado” por el cual, y a modo de ejemplo, si una institución argentina y tres españolas contribuyeron a la edición de un artículo, Argentina recibió el 25 % del crédito y España el 75 %. Con esa medida, China representó el 27,2 % de los artículos más citados publicados en 2018, 2019 y 2020, y Estados Unidos el 24,9 %. Los investigadores de EE. UU. mantenían la vanguardia cuando NISTEP usó un método menos detallado que acredita por igual a todos los países que contribuyeron a la producción de un artículo muy citado, con independencia de cuántas de sus instituciones estuvieran involucradas.
NISTEP destaca que es notable el crecimiento chino en concepto de artículos citados. Hace 2 décadas solo ocupaba la posición 13 en la métrica de conteo fraccionado.
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En 2016, China superó a Estados Unidos por encabezar a nivel mundial el ránking de artículos publicados. Sin embargo, por entonces y aún hoy, los críticos del auge cuestionaban que los autores reciben recompensas en base a la cantidad de artículos publicados y que las editoriales chinas venden a los investigadores espacios de autoría en los artículos.
El nuevo estudio muestra que China progresa en una ciencia de primer nivel que citan muchos investigadores.
Otras medidas de impacto todavía colocan a Estados Unidos por delante. El The State of U.S. Science and Engineering 2022 (El estado de la ciencia y la ingeniería de EE. UU. 2022), informe publicado en enero por la National Science Foundation – NSF (Fundación Nacional de Ciencias) de EE. UU., abordó la cuestión con informes semejantes al de NISTEP. Al contabilizar y analizar la cantidad de artículos muy citados, consideran que las cifras favorecen a los países grandes y a los que gastan más en la investigación, por razones que se asemejan a la obtención de medallas olímpicas por parte de los países centrales. Su análisis mostró que las colecciones estadounidenses eran muy influyentes: de los publicados en 2018, muchos terminaron .citados más de dos veces en el 1% de los artículos principales. China, por su parte, destaca el informe, sorprendió con el incremento de 20 % de los artículos más citados; en este rubro, países como Canadá y el Reino Unido, que publican menos artículos en general, se clasificaron por delante de Estados Unidos y China. Los dos países mantiene su vinculación en un estudio de Wagner y colegas publicado en Scientometrics en 2019. Los autores utilizaron un método diferente. En coincidencia con el informe de NISTEP, encontraron que China respecto a EE.UU. publicó ese año un poco más de artículos en el 1% superior más citado. Pero en una puntuación de números reales contra los esperados, el margen entre los dos países no tuvo significación estadística. Otro artículo 2020 de los mismos autores, concluyó que la investigación de China es ligeramente más innovadora que el promedio mundial. El estudio rastreó las ideas innovadoras rescatando la frecuencia con que las referencias bibliográficas de los artículos incluían combinaciones de revistas infrecuentes en áreas dispares. Sin embargo, el efecto llamativo de las publicaciones es solo una muestra de la destreza científica de un país. Así como Estados Unidos todavía lidera indicadores como el gasto en investigación y el número de doctorados otorgados, China alcanzó la primera posición en solicitudes de patentes, sin dejar dudas que sus emprendimientos científicos conquistan terreno a una velocidad sin precedentes.

¿Economía del conocimiento o conocimiento de la economía?

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«Sin una economía sana, equilibrada y previsible no hay desarrollo científico sostenible (ni ningún desarrollo. Podrá haber buenos científicos, pero no ciencia».

«Es frecuente oír a políticos o científicos hablar de la sociedad del conocimiento o la economía del conocimiento como ideas originales.
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Esos términos suelen ser empleados de manera difusa, pensando más en el desarrollo de apps de celular o cerveza artesanal que en conceptos de desarrollo económico, en cuentapropistas antes que en empresarios, soslayando mágicamente las bases de la economía. Y no es novedoso, desde que el hombre comenzó a usar sus primeras herramientas, el saber y la tecnología fue parte inseparable de su evolución cultural.
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Hoy vemos que la biotecnología o la inteligencia artificial están provocando cambios profundos. Sin dudas lo están haciendo, pero no es la primera vez que el conocimiento produce avances disruptivos en las sociedades y cambia su percepción del mundo.
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En el neolítico ocurre la primera revolución biotecnológica, la agricultura, en donde el conocimiento generado por la observación de la naturaleza se aplicó al cultivo de plantas y cría de animales. Eso llevó a los primeros asentamientos humanos y el desarrollo el comercio.
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Más tarde, el afán de saber por qué derivó en las leyes de la herencia y la teoría de la evolución. En el siglo 18 el avance de la física llevó a construir los primeros motores para bombear agua reemplazando la mano de obra humana y, luego, perfeccionados, aumentaron la productividad de las fábricas, la capacidad del transporte y, en consecuencia, el comercio de bienes. Fue la revolución industrial. Esas invenciones dieron origen a las leyes de la termodinámica.
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A fines del siglo 19 la energía eléctrica cambió la vida de los seres humanos. A principios del siglo 20 el descubrimiento de los antibióticos aumentó el promedio de vida y a mediados del siglo 20 la energía nuclear cambió nuestra visión del mundo y la política mundial hasta el presente.
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Lo mismo puede decirse, a otro nivel, de los anticonceptivos, que permitieron a las mujeres establecer una relación libre con su cuerpo y asumir el control de su propio deseo. Vistos en perspectiva la agricultura, una fábrica textil, la luz eléctrica, los antibióticos o los anticonceptivos nos parecen trivialidades, cosas de todos los días, pero hubo un momento en que cambiaron radicalmente nuestras vidas.
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Está claro que hoy nos sorprende la velocidad de las comunicaciones y los teléfonos inteligentes, pero, me arriesgo a decir, nos maravillan como la radio a mis abuelos o la televisión a mis padres. Es cierto que las nuevas tecnologías tienen un impacto en la manera de contextualizar el mundo, pero ciertamente es algo que debe analizarse sin caer en la demonización ni el endiosamiento de la ciencia.
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Bien común El conocimiento es importante para las sociedades porque es parte del bien común, consecuencia de la curiosidad innata del ser humano. Pero el desarrollo basado en ciencia y tecnología requiere tratar al conocimiento como un valor tangible de la economía, como parte de ella.. El desarrollo económico necesita infraestructura (caminos, puertos, tendido eléctrico) y la novedad sería ver al conocimiento como parte de la infraestructura del país. El sentido de la “sociedad del conocimiento” debería ser el de “infraestructura del saber”.
Pero es imposible pensar en la economía del conocimiento con una economía fallida y una infraestructura sin planificación ni mantenimiento.
Los países desarrollados realizan una importante inversión en ciencia básica, el motor del conocimiento, pero esa inversión solo es posible y eficiente con una economía fuerte. Sin una base económica sólida no hay infraestructura de conocimiento significativa. Las políticas científicas de nuestro país son discursos vacíos. El supuesto desarrollo científico argentino de las últimas décadas es una infraestructura endeble, con poca planificación y, sobre todo, sin mantenimiento. Nada diferente al resto de la Argentina. Ha sido más gasto que inversión, con multiplicación de asalariados sin recursos para que, como albañiles sin cemento, construyan caminos a la nada. Aún así, paradójicamente, la “economía del conocimiento” está presente en el agro, una actividad competitiva a nivel mundial.bPese a que se la suele presentar como una producción primaria sin valor agregado de chacareros primitivos y avaros, el agro ha aumentado su productividad con desarrollos tan simples como la siembra directa o tan sofisticados como los transgénicos. Si la economía de Argentina aún no naufragó irremediablemente ha sido gracias una agroindustria basada en la ciencia y la tecnología. Pero no se trata de evitar el naufragio sino de navegar, algo imposible en un mar de restricciones. Sin una economía sana, equilibrada y previsible no hay desarrollo científico sostenible (ni ningún desarrollo). Podrá haber buenos científicos, pero no ciencia. Quizás haya algún sector que funcione mejor, pero no habrá una mejora de conjunto. Hoy Argentina no contribuye de manera significativa en la creación de conocimiento, no tiene un sistema eficiente y amplio de transferencia de conocimientos, y, más grave aún, carece de un mercado de capitales y bursátil relevante, sin inversores de riesgo que apuntalen empresas incipientes y sin libertad de mercado que permita la creación dinámica de emprendimientos tecnológicos en un sistema competitivo. Y nada de esto será posible sin contar, en primer lugar, con una macroeconomía racional en la que el Estado no sea un obstáculo sino un facilitador de infraestructura para que los privados generen riqueza.»
Dr. Rolando Rivera,
Doctor en Bioquímica. Universidad Nacional del Noroeste de Buenos Aires. Investigador del Conicet

“Que gane la conciencia sobre la ignorancia”: la Dra. Chan cuestiona a quienes quieren prohibir el trigo HB4

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GUALEGUAYCHÚ.- La especialista que le dio origen al trigo transgénico tolerante a sequía HB4 como investigadora del Conicet y la Universidad Nacional del Litoral defendió la creación del producto frente a la posibilidad que el Concejo Deliberante local lo prohíba para esta ciudad entrerriana.

Chan disertó por videoconferencia y respondió las preguntas de los concejales. Remarcó las virtudes de una tecnología que calificó de “amigable con el ambiente” y aseguró que “es un error considerar que la producción a gran escala es antagónica con la agricultura familiar”.

Los concejales habían buscado avanzar en la aprobación de una ordenanza para prohibir ese producto en esta localidad que es la cuna política de Juan José Bahillo, actual secretario de Agricultura de la Nación. Bahillo fue dos veces intendente local, además de diputado provincial, legislador nacional y ministro de Producción, Turismo y Desarrollo Económico entrerriano.

El cereal transgénico nació tras un hallazgo de un gen resistente en girasol que también se introdujo en la soja. En el caso del trigo tolerante a sequía, desarrollado por la firma Bioceres, cuenta con aprobaciones, además de la Argentina, en Brasil, Colombia, Australia, Nueva Zelanda, Nigeria. También cuenta ya con un aval en Estados Unidos.

En la Argentina el cereal primero tuvo una aprobación condicional a su autorización en Brasil, el mayor comprador del país, por parte del ex ministro de Agricultura, Luis Basterra. En tanto, el ex ministro Julián Domínguez después habilitó su uso para la siembra y comercialización.

El proyecto de ordenanza en Gualeguaychú prohíbe no solo el cereal transgénico, sino también el herbicida glufosinato de amonio. Chan declaró: “Aunque se plantee la prohibición del glufosinato de amonio no tendría por qué prohibirse la tecnología. Expliqué esto durante mi exposición ante el Concejo Deliberante, pero en algunos casos pareciera que se sostienen posturas cerradas, basadas en creencias”.

“Expliqué también que la producción a gran escala no es antagónica con la agricultura familiar, que es muy importante pero no va a salvar la economía ni de nuestro país ni del mundo. La Argentina por ahora vive de la exportación de granos y esto es una realidad. En este marco, la tecnología de la que hablamos es muy importante, miremos lo que ocurre en Europa: falta trigo por la guerra entre Rusa y Ucrania”, agregó.
Los concejales siguieron la exposición virtual de Raquel Chan
Los concejales siguieron la exposición virtual de Raquel Chan .
 

No es la primera restricción vinculada con el agro impulsada desde la gestión de Martín Piaggio, el intendente que integra el armado político de Juan Grabois dentro de la coalición oficialista. En abril de 2018 fue aprobada la ordenanza municipal Nº 12216/18 que estableció la prohibición del uso, aplicación, expendio, almacenamiento, transporte, comercialización y venta del producto llamado “glifosato” y las formulaciones que lo contengan. Dicha normativa alcanzó solo al ejido urbano y no tiene alcance, ni siquiera departamental, es decir allí donde se desarrolla la producción agrícola.

En este contexto, Chan habló de la “ventaja ambiental” de la tecnología vinculada al trigo HB4: “Se usa menos agua para producir más granos, es decir, baja la producción de carbono. El agua es el recurso más valioso que tenemos y es el que, cuando falta, castiga los cultivos. Son públicos los compromisos internacionales de los diferentes países para bajar la huella de carbono y esta tecnología nos acerca a ese objetivo”.

“En el caso del trigo HB4, en Estados Unidos un estudio independiente que no responde a los intereses de ninguna empresa demostró con imágenes satelitales que a partir de su utilización se disminuye la huella de carbono. Esto es muy importante y es contrario a lo que se cree que ocurre con esta tecnología. Se trata de una herramienta para producir mejor y preservando un recurso ambiental fundamental como el agua”, señaló.

Chan apuntó que “en muchas zonas –inclusive Gualeguaychú- no se utiliza el glufosinato de amonio para producir, el químico solo se utilizó en una etapa inicial. Por lo tanto, no tiene sentido la prohibición”.

“Es la única tecnología que podemos exportar”, remarcó Chan, que agregó: “Me dolería una prohibición de estas características no por el impacto de la producción [un Concejo Deliberante no tiene jurisdicción para avanzar en la prohibición de algo dispuesto por el Estado nacional] sino por la búsqueda de un titular, aunque sea algo testimonial; es un retroceso en este sentido. Si hay que hacer un cambio es lentamente, prohibir de un día para el otro no soluciona nada ni redistribuye la riqueza”.

La investigadora subrayó que este trigo fue aprobado en naciones como Australia “donde los parámetros de control ambiental son muy altos”. Aseguró que “muchas veces se habla de los transgénicos sin conocer en profundidad del tema”. Y ejemplificó: “En el único país [Sri Lanka] donde asumió un presidente prohibiendo el uso de agroquímicos para la producción cumpliendo una promesa electoral, duro un año y medio. Lo echaron a patadas porque fundió el país, porque no había qué comer”.

“Espero que los concejales de Gualeguaychú razonen y gane la conciencia por sobre la ignorancia”, expresó la científica. Fuentes del Legislativo local confirmaron que esperarán a una nueva ronda de consultas con referentes ambientales y de la producción para luego “avanzar en obtener un despacho en Comisiones Conjuntas, en las próximas semanas”.

Tres proyectos de energía ligados al litio recibirán financiamiento de la Agencia I+ D + i

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Estos proyectos estratégicos con participación de la CNEA fueron aprobados por la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i), a través del Fondo Argentino Sectorial (FONARSEC).

Tres proyectos de investigación impulsados por especialistas de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) fueron seleccionados para recibir Aportes No Reembolsables en el marco de la Convocatoria Proyectos Estratégicos para la Transición Energética (PE Transición Energética), organizada por la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i), a través del Fondo Argentino Sectorial (FONARSEC). Esta convocatoria tiene como objetivo el desarrollo de proyectos que permitan fortalecer las capacidades científicas, tecnológicas y de innovación locales que aporten al proceso de transición energética nacional. Dicho proceso comprende la promoción del “cambio estructural del sistema energético nacional desde un régimen centrado en los hidrocarburos hacia la incorporación incremental de tecnologías basadas en recursos renovables y de baja emisión de gases de efecto invernadero (GEI)”, explican desde la Agencia I+D+i. Debido a que la transición energética es uno de los desafíos nacionales contemplados por el Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2030, esta convocatoria tiene la misión de impulsar, a través de la adjudicación de Aportes No Reembolsables, proyectos focalizados en atender demandas energéticas estratégicas enmarcadas en las siguientes líneas de acción: energía termosolar para aplicaciones industriales, energía eólica de potencia para generación eléctrica, producción de biocombustibles, desarrollo de la cadena de valor del litio y del hidrógeno, tecnología undimotriz y la integración a la red de estas energías. En este marco, los tres proyectos que fueron aprobados son:
  • Separación isotópica de litio para usos en tecnología nuclear de alto valor agregado. El objetivo es desarrollar técnicas físicas y electroquímicas de separación de los dos isótopos estables del litio, que sean ambientalmente benignas y que permitan agregar un valor a las reservas que Argentina tiene en la región de la Puna en una proporción varios órdenes de magnitud mayor a la que tiene el carbonato de litio para fabricación de baterías. Las sales de litio-7 se pueden usar para el tratamiento químico de reactores PHWR, mientras que el litio-6 se puede usar en reproductores de tritio (reactores de fusión) y otras aplicaciones en tecnología nuclear. Instituciones intervinientes: Gerencia de Área Investigación y Aplicaciones No Nucleares (CNEA), INVAP SE y Nucleoeléctrica Argentina SA. .
  • Desarrollo de generadores basados en pilas de combustible de óxido sólido alimentadas con hidrógeno producido a partir de combustibles tradicionales. Apunta a desarrollar un prototipo de Generador Eléctrico tipo Celda de Combustible SOFC de 5 kW, que permita articular esta tecnología en el país, al menor costo posible e incorporando la mayor proporción de mano de obra y tecnología local. Se partirá de un prototipo importado, se estudiará e identificarán componentes que puedan reemplazarse o desarrollarse y se construirá un segundo prototipo nacional. Se apunta a la incorporación de entre un 50 y un 60% de tecnología nacional. Los mayores desafíos tecnológicos son desarrollar el reformador y el módulo de stacks. Instituciones intervinientes: Gerencia de Área Aplicaciones de la Tecnología Nuclear (CNEA), Santa Fe Gas y Energías Renovables ENERFE SAPEM, y Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). .
  • Desarrollo tecnológico para la producción nacional de electrolito para baterías de litio “ElectroLitAr”. Se propone desarrollar la producción nacional de electrolito para baterías de ion-litio a partir de la síntesis de la sal hexafluorofosfato de litio (LiPF6) y la formulación de la preparación de soluciones específicas para tal fin. El proyecto incluye la síntesis de LiPF6 a escala laboratorio (1-10 gramos) y el posterior desarrollo en una escala de 500-1000 gramos, finalizando con el diseño conceptual de una planta de producción de aproximadamente 2 toneladas anuales. Instituciones intervinientes: Gerencia Complejo Tecnológico Pilcaniyeu (CNEA), YPF Tecnología SA, CLORAR Ingeniería SA y el Centro de Química Inorgánica CEQUINOR-CONICET.