Una vacuna argentina contra el covid es una meta sobre la que hemos publicado -y combatido por- mucho en AgendAR.
Aquí la periodista Vanina Lombardi resume su gestación, fruto de una articulación público-privada entre la UNSAM, el CONICET y el Laboratorio Cassará.
Ahora, tras haberse aprobado el inicio de las pruebas de seguridad en humanos está más cerca de convertirse en una plataforma local para la fabricación de vacunas frente al COVID-19. ¿Cuáles son los aprendizajes y desafíos de este proyecto para el sistema científico y tecnológico argentino?
Durante todo el año pasado, cada vez que a Juliana Cassataro le preguntaban si había alguna novedad sobre el desarrollo de la vacuna contra COVID-19, casi siempre respondía lo mismo: “Estamos trabajando en poner a punto la tecnología para empezar los ensayos clínicos”. Es que ese puente que va desde un ensayo de laboratorio con frasquitos y ratones hasta un prototipo escalable industrialmente que pueda utilizarse en humanos se siente más bien como dar un salto al vacío.
Pero la irrupción de la pandemia vino a revolucionar las formas de hacer ciencia. Como cuando en 2020 científicos de todo el país dejaron de lado sus líneas de investigación para dedicarse a producir herramientas que permitieran enfrentar y reducir los efectos de la COVID en la sociedad. Por eso, para dar el salto a la fase clínica, el equipo de investigadores de la UNSAM dirigido por Cassataro trabajó con una empresa de capitales nacionales con trayectoria en producción pero también en investigación: el Laboratorio Cassará.
Así fue como, el 30 de marzo, finalmente, llegó el anuncio esperado. Luego de evaluar todas las partes del proceso de producción, la ANMAT, organismo regulatorio nacional, autorizó que la vacuna desarrollada entre la UNSAM, el CONICET y el Laboratorio Cassará comenzara la Fase I de la etapa clínica de investigación. Es la primera vez que una vacuna preventiva diseñada en una universidad argentina llegó a la etapa de pruebas en humanos.
“Desde el principio, apuntamos a desarrollar una tecnología que se pudiera hacer en la Argentina, con la capacidad que tenemos. Fue un desarrollo conjunto con el laboratorio porque a partir de que empezamos a trabajar juntos todo se aceleró y se comenzó a pensar en función de la capacidad de desarrollo y de producción que ellos tienen”, cuenta Cassataro, doctora en Ciencias Biológicas, investigadora del CONICET en la Escuela de Bio y Nanotecnologías de la UNSAM, y responsable del proyecto.
La tecnología elegida para desarrollar la vacuna, bautizada como ARVAC Cecilia Grierson en honor a la primera médica argentina, es la de proteínas recombinantes. Consiste en producir y purificar una proteína que forma parte del virus SARS-CoV-2 a partir de su cultivo en células. Una vez introducida en el organismo, esa proteína actuará como antígeno contra el cual el sistema inmunológico de las personas desarrollará anticuerpos. Se trata de una tecnología considerada segura y robusta que se usa, por ejemplo, en las vacunas para Hepatitis B (aplicada en recién nacidos) y HPV (en adolescentes).
La pregunta inevitable, que surgió en el equipo de Cassataro desde el primer momento, fue: ¿Vale la pena desarrollar una vacuna en el país cuando hay potencias que podían hacerlo más rápido? Lorena Coria, doctora en Ciencias Biológicas e integrante del equipo de la UNSAM, cuenta: “Es algo que nos lo preguntábamos a cada paso que íbamos dando y la respuesta siempre fue ‘sí’. Es un hito haber transitado este camino en tan poco tiempo y poder comenzar hoy los ensayos clínicos de una vacuna 100% argentina. Empezamos a hacerlo convencidas de que queríamos que llegue a ser algo que no quede solo en un paper, sino algo que pueda resolver una necesidad concreta de la sociedad”.
Carrera contrarreloj
La idea de hacer una vacuna contra COVID-19 surgió apenas empezó la pandemia. El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MINCYT), el CONICET y la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i) conformaron la Unidad Coronavirus y abrieron la convocatoria a proyectos de investigación vinculados a la temática. El equipo de Juliana Cassataro venía trabajando desde hace años en el desarrollo de vacunas, más específicamente en uno de sus componentes: los adyuvantes, que tienen la función de potenciar la respuesta inmune en el organismo.
Al principio, tratar de hacer una vacuna desde cero en poco tiempo les pareció un horizonte muy lejano, así que plantearon algo un poco menos ambicioso: desarrollar métodos para estudiar la respuesta inmune y probar diferentes fórmulas en el laboratorio. Ganaron un subsidio y comenzaron con los ensayos, al mismo tiempo que otras universidades e institutos de la Argentina hacían lo propio, como la Universidad Nacional de la Plata y el Instituto Leloir. “A los pocos meses, cuando empezamos a tener resultados más prometedores, empezó a estar más clara la posibilidad de la vacuna y así que comenzamos a buscar una empresa”, cuenta la doctora Karina Pasquevich, también integrante del equipo de la UNSAM.
Cassataro es doctora en Ciencias Biológicas, investigadora del CONICET en la Escuela de Bio y Nanotecnologías de la UNSAM y responsable del proyecto.
Pasquevich trabaja con Cassataro desde 2003, cuando comenzó a hacer su tesis doctoral sobre vacunas contra la brucelosis bajo su dirección. Lorena Coria, por su parte, ingresó al equipo en 2007, para realizar su tesis de grado. En ese momento, Cassataro trabajaba en el Hospital de Clínicas. A fines del 2013, todo el equipo se mudó a la UNSAM. Para Cassataro, la formación de recursos humanos es algo que realiza con orgullo. “Cuando veo trabajar a Karina y a Lorena lo siento como un logro. Es mérito de ellas igual, tienen una formación y una capacidad que me superan ampliamente”, señala.
El equipo de la vacuna fue fluctuando en cantidad de integrantes pero, en general, siempre fueron entre 8 y 12. Aparte del conocimiento de las inmunólogas, fue crucial el aporte de Diego Álvarez, director del Laboratorio de Virología Molecular del IIB-UNSAM, quien puso a disposición años de investigación en diversos tipos de virus, como los causantes de dengue y chikungunya.
Los primeros días de trabajo en el proyecto de vacuna no fueron fáciles porque eran meses aislamiento estricto. Intentaron resolver cosas por zoom pero enseguida se dieron cuenta que la mejor solución para avanzar rápido era que todos los integrantes fueran a trabajar de forma presencial. Varias de ellas tenían hijos en edad escolar, lo cual complicó la logística. Pero pudieron acomodarse y, en pocos meses, obtuvieron los resultados preclínicos necesarios para empezar a pensar en las pruebas en humanos.
“Para mí, la presión de tener que hacer algo a contrarreloj fue una gran motivación. Creo que al principio muchos no confiaban en que era viable hacer esta vacuna. Nosotras quizás tuvimos dudas en cuanto al tiempo que nos podía llevar pero siempre creímos en nuestras capacidades. Y el pasaje del laboratorio a producir en una planta fue un gran aprendizaje. Formamos un buen equipo con Cassará”, dice Coria.
La unión hace la vacuna
Tras reunirse con varios laboratorios con capacidad para producir proteínas recombinantes –encuentros en los que la Agencia I+D+i ofrecía su acompañamiento–, a finales de 2020 las conversaciones con el Laboratorio Cassará ya estaban avanzadas para trabajar en conjunto. “Que la empresa tuviese un área de I+D fue fundamental, tenían investigadores como nosotros. A partir de eso aceleramos mucho porque hablábamos el mismo idioma”, dice Cassataro.
El pasado 30 de marzo se anunció en el MINCYT la autorización para que la vacuna desarrollada entre la UNSAM, el CONICET y el Laboratorio Cassará comenzara la Fase I de la etapa clínica de investigación.Cassará es una empresa familiar con más de 50 años de historia nacida en el ámbito farmacéutico y que hace un par de décadas ingresó en el campo de la biotecnología con una fuerte inversión en investigación y desarrollo, al punto que actualmente tiene más de 20 investigadores abocados al proyecto de la vacuna.
El laboratorio le sumaba al proyecto capacidades que el grupo de Cassataro no tenía en el ámbito de investigación universitario, como las buenas prácticas de manufactura (GMP, por su siglas en inglés), un estándar indispensable en el desarrollo farmacéutico para poder obtener la aprobación regulatoria que permita realizar pruebas clínicas.
“Hay ensayos que te pide ANMAT que vos tenés que presentar con la fórmula producida ya en la planta, con GMP, con lotes controlados, análisis toxicológicos, todo validado, cosas que nosotros no podíamos hacer”, explica la responsable del desarrollo de la ARVAC Cecilia Grierson.
El desarrollo de una vacuna en medio de una pandemia exigía decisiones sobre qué caminos tomar, en algunos casos por la necesidad de avanzar lo más rápido posible; en otros por las restricciones propias del sistema científico-tecnológico local y hasta por posibles trabas que podían surgir en aspectos de propiedad intelectual.
En la elección de uno de los tres prototipos de vacuna que tenían también influyeron las tecnologías disponibles y la evolución de la situación epidemiológica local. Así fue como definieron ir con el de respuesta intermedia para la vacuna de refuerzo y cambio de variante, dado el alto porcentaje de población ya vacunada en la Argentina, y dejar para más adelante uno con un nuevo adyuvante –el componente de la vacuna que activa el sistema inmune–, que daba una respuesta más potente pero que podía retrasar el desarrollo de una vacuna de refuerzo. Otro, que utiliza un baculovirus, fue descartado por la falta de capacidades locales en desarrollo a escala industrial para este tipo de compuestos.
Cassará tenía experiencia en la producción de proteínas recombinantes, la estrategia elegida por el equipo de Cassataro. “Nosotros teníamos una plataforma para generar un sustrato celular que es un clon, una célula CHO (siglas de ovario de hámster chino, cuyo uso está ampliamente extendido en el campo de la biotecnología), en la que venimos trabajando desde el año 2009 y con la que hemos logrado una buena productividad, conocemos bien el medio de cultivo y la forma de introducir el material genético en la célula”, explica Juan Manuel Rodríguez, coordinador del Laboratorio de I+D y Biofármacos del Laboratorio y la Fundación Cassará.
Según Rodríguez, cada decisión que tomaban en conjunto con el grupo de investigación de la UNSAM era un riesgo, pero en general estaban orientadas a que el camino fuera lo más simple posible. “Decidimos usar muchas herramientas que ya teníamos, como las resinas para purificar proteínas que veníamos usando. Para la formulación definitiva de la vacuna decidimos combinar el antígeno con un adyuvante conocido como el hidróxido de aluminio, y dejar relegado el que tenía la UNSAM y otro nuestro, que podían tener más trabas para su aprobación. Ambos grupos relegamos el ego personal para que todo saliera más rápido”, dice.
Con esa fórmula se hizo el primer lote, en agosto de 2021, y un mes después se produjo el lote preclínico –la versión que se aplicó en animales– que ya no se volvió a modificar. Según los resultados de esa instancia, finalizada en diciembre de 2021 y cuyos resultados fueron presentados a la ANMAT, la ARVAC Cecilia Grierson induce anticuerpos neutralizantes contra las variantes del virus SARS-CoV-2 que circulan en la Argentina, así como respuesta celular T (la otra reacción inmunológica frente al virus).
“Hay ensayos que te pide ANMAT que vos tenés que presentar con la fórmula producida ya en la planta, con GMP, con lotes controlados, análisis toxicológicos, todo validado, cosas que nosotros no podíamos hacer”, dice Cassataro.Cambio de fase
En los estudios de Fase 1, que comenzaron tras su aprobación el 23 de marzo pasado y que se realizan sobre una población de 80 voluntarios en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se pone a prueba la inmunogenicidad de la vacuna, es decir, la capacidad que tiene la vacuna para activar el sistema inmunitario e inducir una respuesta del organismo. “Como están vacunados casi no se puede medir eficacia, entonces la mayoría de los estudios está buscando medir anticuerpos neutralizantes contra las variantes del virus que están circulando. Lo que vamos a ver es cuánto aumenta la respuesta inmune luego de la dosis de refuerzo”, explica Cassataro.
Si bien los plazos previstos para la Fase 1 son de alrededor de tres meses para disponer de los primeros resultados, en total se hará un seguimiento de los voluntarios durante 12 meses. Esta fase está financiada por el Laboratorio Cassará, con una inversión de alrededor de 450.000 dólares. Hasta entonces, el proyecto había tenido una inversión inicial por parte del Estado de 7.200.000 pesos, que después tuvo un refuerzo de 60 millones.
Hacia mitad de la Fase 1 se espera poder generar un reporte interno que ya permita ir avanzando en la preparación de las Fases 2 y 3, que presentan mayores desafíos desde la logística, al implicar varios centros y alrededor de 4000 voluntarios, que permiten tener un relevamiento estadístico más sólido sobre las condiciones de seguridad e inmunogenicidad. La inversión también es de otra escala: a precios internacionales que oscilan entre los 6000 y los 7000 dólares por persona, la inversión necesaria no bajaría de los 24 millones de dólares.
“Para el financiamiento de la Fase 2/3 –que también demandaría alrededor de tres meses y un seguimiento por un año– estamos explorando distintas alternativas. Una es un financiamiento del Ministerio de Desarrollo Productivo, que se mostró interesado. Como es una plataforma conocida y segura no esperamos que haya problemas de seguridad. Es, más que nada, ver la eficacia en levantar anticuerpos como vacuna de refuerzo”, dice Jorge Cassará, presidente del Laboratorio Cassará.
De atravesar con éxito estas fases, la ARVAC Cecilia Grierson, que es un desarrollo conjunto entre el CONICET, la UNSAM y la Fundación Pablo Cassará, podría comenzar a ser fabricada para su comercialización. “Podría haber alguna sub-licencia a otras empresas pero nosotros tenemos una capacidad de producción para hacer 40 millones de dosis por año. Si la demanda fuera mayor, ya tenemos identificadas algunas empresas donde se puede ampliar la capacidad sin necesidad de hacer una planta nueva”, dice Cassará con respecto a las eventuales capacidades de producción de una vacuna.
El valor de la vacuna propia
Si la ARVAC Cecilia Grierson atraviesa de manera exitosa todas las fases de investigación y es finalmente aprobada por la ANMAT, podría empezar a fabricarse a finales de este año. En el Laboratorio Cassará aseguran que también podría exportarse y que han conversado con algunos países que están interesados.
“Que la Argentina cuente con un proyecto como el de ARVAC no es solo una cuestión estratégica, sino que permite encauzar ciertas inversiones del Estado en el sector de I+D y las pone en diálogo y asociación con el sector productivo local, como es el caso de la industria farmacéutica local, que siempre fue muy buena pero sobre todo como envasadora y distribuidora de principios activos desarrollados en otras partes. En cambio, en este proyecto se puede cerrar todo el circuito, desde lo que es la I+D hasta el escalado productivo con normas GMP, y todo eso traccionado con la compra de vacunas por parte del Estado”, dice Diego Comerci, doctor en biología molecular y biotecnología, investigador del CONICET y subsecretario de Desarrollo e Innovación de la UNSAM.
Según Comerci, “venimos viendo al Estado como promotor, financiando proyectos e infraestructura en I+D, dando créditos y potenciando el sector empresarial local. También en su función reguladora, con la ANMAT, pero también necesitamos el rol del Estado generando demanda, sobre todo de los proyectos en los que invirtió. De lo contrario, se dejaría esto librado a la suerte en un mercado farmacéutico hiperconcentrado a nivel global, con cinco grandes jugadores”.
Una de las ventajas de la tecnología de proteína recombinante es su flexibilidad, ya que permitiría adecuar la vacuna contra nuevas variantes que circulen en el futuro. “La idea es que esta plataforma sea el inicio, que se pueda usar para otras vacunas y que no tengamos que estar gastando divisas para importarlas”, dice Coria, quien junto con Pasquevich son las investigadoras más cercanas a Cassataro. “Me gustaría llegar al final, tener una vacuna y después seguir trabajando en adyuvantes para vacunas orales –una de las principales líneas de investigación del grupo–, eso sería como un sueño cumplido”, agrega Pasquevich.
Rodríguez, desde el Laboratorio Cassará, destaca la necesidad de que haya más grupos de investigación en las empresas y que la vinculación del sector privado con los grupos que hacen ciencia en universidades no sea algo mal visto. “Más allá del camino que recorrimos, lo más importante es que este proyecto de vacuna llegue a la sociedad, eso es lo que le va a terminar de dar sentido”, dice.
Cassataro rescata también los aprendizajes que acumularon en un ritmo de trabajo que fue más vertiginoso que lo habitual. “Si bien siempre trabajamos sobre cosas que tenían una aplicación, nuestra cabeza cambió con este proyecto, en el sentido de que aprendimos mucho sobre cuestiones regulatorias, sobre cómo pensar lo que hacemos en términos de producción, de cómo hacer las cosas más rápido, reutilizar procesos y no partir de cero cada vez”.
También tuvieron que lidiar con la incertidumbre que desató la COVID en todos los ámbitos, en el que la ciencia no fue la excepción. “Pensábamos si tenía sentido lo que estábamos haciendo porque todo cambiaba muy rápido. Con los recursos que teníamos era imposible que llegáramos al mismo tiempo que grupos que vienen trabajando desde hace 30 años, que tenían sus plataformas ya probadas en humanos y que disponían de miles de millones de dólares para trabajar. Pero si nos quedábamos en eso, no hacíamos nada”.
El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, dio la semana pasada un extenso reportaje a Jorge Fontevecchia, de Perfil. Reproducimos las evaluaciones y expectativas de uno de los dos hombres claves de la gestión de Alberto Fernández. La primera parte está aquí.
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«—Vengo al presente con la inflación. Macri entrega la inflación de 53%, baja en 2020, aumenta nuevamente en 2021 y hoy hay riesgos de que supere la del año pasado, incluso que supere la más alta de Macri. Al mismo tiempo hubo contracción del circulante en este último trimestre que hoy es equivalente a la de enero de 2020, no hay devaluación inflacionaria porque la corrección monetaria está retrasada respecto de la inflación, los salarios tampoco han sido un elemento que hayan generado más inflación, el déficit fiscal del primer trimestre es casi cero: 0,3 prácticamente sin déficit fiscal. ¿Por qué hay más inflación, que el agregado que debería adicionarse por el aumento del precio de las commodities por la guerra?
—Claramente, para hacer un racconto, empezamos con 53% de inflación, en 2020 iniciamos un camino de desinflación, nos fue bien, bajamos a 36%, solo que sobre fines de ese año, a raíz de la pandemia se inicia un verdadero shock de precios internacionales. Hay una primera suba muy fuerte de todas las commodities, tanto alimentarias como metalíferas, incluso industriales. Muchos insumos industriales se encarecieron, los semiconductores, en todo el mundo hubo una crisis de insumos y una suba del precio de las commodities.
«Argentina tiene que salir de esta lógica de estar siempre a los tumbos, tapando agujeros»
—¿Cuánto le asignás del efecto Ucrania a la inflación anual de este año?
—De este año no menos de 10, 12 puntos. Tiene que ver con eso y con que se agrava este año con la guerra en Ucrania. Recuerdo que estábamos en enero con un precio del trigo por debajo de los 300 dólares la tonelada en el mercado internacional y pasó a 425 en muy pocas semanas. Realmente ha sido un efecto muy fuerte.
—Cuando decís de 12%, las metas con el Fondo Monetario tenían un rango de 38%, 48%; si 48% está dentro del cumplimiento, y se le agrega el 12% de efecto Ucrania, te vas a 60%. ¿Esa sería la inflación de este año a tu juicio?
—Esperemos justamente estar por debajo. Estamos implementando el fideicomiso del trigo, y junto con otros mecanismos, evitar que muchos de esos precios internacionales que afectan la cadena se trasladen a la góndola. Estamos en ese trabajo y otras políticas de contención de este fenómeno. A nivel macroeconómico estamos con mejores condiciones para la estabilización. Nuestra ambición para este año es poder recibir este impacto, internalizarlo con el menor efecto posible sobre la tasa de inflación.
—¿Ves una inflación decreciente a lo largo de los meses de este año?
—Lo peor es el mes de marzo, ahí viene el impacto más fuerte, y desde abril debería comenzar una tendencia a la baja. Ahora, no sabemos qué va a pasar en el mundo. Esperemos que no haya otro nuevo shock internacional que nos vuelva a afectar.
—¿Un 60% permitirá cumplir lo acordado con el Fondo Monetario Internacional si es que aceptaran 12% de inflación agregada por el efecto Ucrania?
—No tengo ninguna duda, el FMI conoce perfectamente lo que pasa en el mundo, esto no es un fenómeno argentino. La inflación que estamos viendo a nivel internacional, no la veíamos desde hace tres o cuatro décadas, es un fenómeno totalmente inédito e inesperado. Tenemos un componente propio que lo vamos a tener que ir corrigiendo, y otro es el internacional, que veremos cómo se desenvuelve.
«La inflación que estamos viendo a nivel internacional, no la veíamos desde hace tres o cuatro décadas, es un fenómeno inédito e inesperado»
—Igual nuestra inflación creció más que lo atribuible al efecto Ucrania, ¿en este último trimestre hubo expectativas, cuestiones psicológicas y puja distributiva que potenciaron la inflación?
—Pudo haber habido en algún momento algún sector que, previendo esta situación, se quiso anticipar, generar un proceso especulativo, pero es centralmente el problema de inflación internacional, no tengo ninguna duda de eso.
—¿Once empresas tienen el control de las exportaciones de la producción de los productores agrarios y serían las que concentran una ganancia extraordinaria por el aumento de precios de las commodities alimentarias?
—No creo que sea correcto eso, es una parte. Esas empresas exportadoras lo que hacen en general es comprar a los productores de la soja, el trigo, el maíz, con lo cual lo que hacen es pagarles el precio internacional, menos las retenciones.
«Argentina no puede estar cada tres o cuatro años cambiando de idea, no sirve más hacer alimentos»
—¿Puede ser haberles pagado el precio antes de que aumente y hoy tengan la producción ellos?
—Sí, efectivamente. Si lo compraron antes de la suba, toda la ganancia es apropiada por los exportadores. Si no, seguramente esa ganancia queda en los productores o los acopiadores.
—¿Cuál es tu opinión respecto de los proyectos de gravar la renta extraordinaria?
—Podría opinar en teoría, pero no me gusta teorizar siendo funcionario, porque uno tiene que dar señales concretas y tomar acciones. La realidad es que hoy tenemos un Parlamento donde nuestra fuerza política no tiene mayoría, y la fuerza política que tiene un peso importante, que es Juntos por el Cambio, ya ha dicho reiteradamente y de una manera dogmática para mi gusto, que no piensa convalidar ningun aumento tributario, en ninguna circunstancia. Una cosa es querer ser cuidadosos con el tema, que no está mal, y otra es que en ninguna circunstancia, ni siquiera frente a un escenario de grandes modificaciones, van a convalidar una suba de los impuestos de cualquier tipo. Después, en otros sectores, como el Frente de Izquierda, sabemos que habla mucho, pero cuando le tocó, por ejemplo, votar el impuesto a las grandes fortunas, prefirió no votarlo. Es una discusión abstracta, si viniera como economista, académico o consultor, te respondería, pero lo otro no tiene demasiado sentido porque no hay ninguna chance de que el Congreso convalide esa suba de impuestos.
—La tasa de desempleo ha bajado a niveles récord en la Argentina, 7%. Sin embargo, la pobreza es alta porque los salarios son bajos. ¿Hay alguna correlación entre la reducción del desempleo y la reducción de los salarios?
—Los salarios tuvieron la siguiente evolución durante el gobierno de Macri, cayeron al ruedo un 20%, en el gobierno de Alberto Fernández recuperaron alrededor de 4 o 5 puntos de esos 20 que se habían perdido. Hoy los salarios de Argentina están en los niveles de comienzos de 2011, o sea, de la última etapa del primer gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Esta es la situación objetiva. No son ni salarios de los más bajos de la historia reciente, ni son los de 2001 ni los de 2002, ni tampoco los más altos que se dieron en 2015 y 2017, esos fueron los salarios más altos de lo que va del siglo XXI, solo para poner en contexto.
—Los salarios registrados aumentaron el 7 y no el 4, pero los no registrados bajaron.
—Claro, tenemos una heterogeneidad.
—Y la mitad de los empleados no están registrados.
—Ese es el punto central. La pobreza bajó, hoy hay dos millones menos de pobres en Argentina que hace un año. Con esta expansión de la economía y del empleo, debería haber habido una baja mayor de la pobreza. No la hubo justamente porque el precio de los alimentos es el precio internacional de las commodities, se incrementó de manera totalmente desproporcionada e inesperada. Si se mira objetivamente la situación, los salarios mínimos de Argentina, dentro de América Latina, no están en los más bajos. Están más bien de la mitad de la tabla para arriba, sin embargo, éste es el fenómeno que estamos viviendo. A lo mejor este salario en otro contexto internacional o de no tanta tendencia inflacionaria nos daría un nivel de pobreza bastante más bajo. Claramente tienen que subir los salarios, por eso estimulamos que se cerraran las paritarias, a los empresarios les decimos que no tengan temor en subir los salarios, que lo van a recuperar con mayor consumo interno, en todo caso reducirán un poco los márgenes. Hay un escenario para que el salario real se recupere de manera más acelerada.
LA ECONOMÍA Y EL DESARROLLO DE LA PRODUCCIÓN. «Hay un mundo que es diferente, se está reacomodando y si tenemos la habilidad, la inteligencia, toda la Argentina, no solamente el Gobierno, tiene una oportunidad enorme».
.—Así como yo te comparaba la Primera Guerra Mundial, la Segunda Guerra Mundial, con la guerra contra el covid-19 más la guerra en Ucrania, ¿se podría decir, sumando el covid-19 a las devaluaciones de 2018 y 2019, que produjeron un efecto de empobrecimiento equivalente a la crisis del 2001-2002?
—No ha sido tan profundo. Esa fue una crisis muy devastadora porque fue muy larga. Recordemos que en realidad la crisis había arrancado a mediados del 98. Fueron cuatro años de caída consecutiva y después la debacle financiera de fines de 2001. La pandemia fue muy fuerte, pero no tuvo tanta profundidad y salimos rápido. Ha sido muy efectivo el paquete de políticas que pusimos en marcha, recuperamos política industrial. Además en el medio hubo un cambio de modelo, veníamos de una política antiindustrial o de falta de política industrial en el período Macri. Para ser bien claros, de 48 meses de gobierno de Macri en 46 hubo caída del empleo industrial, incluso en 2017, que fue un año de crecimiento, también durante varios meses hubo caída del empleo industrial, se perdieron 169 mil puestos de trabajo. Esto cambió por completo con las 150 medidas que implementamos en materia de política industrial y productiva y ha hecho que se revirtiera completamente, que se hayan creado 56 mil puestos de trabajo, que la industria argentina hoy esté produciendo 7% por arriba de 2019, obviamente muy por encima de 2020 y también ya por encima de 2018 y 2017, realmente superó las dos crisis la industria argentina.
—Los trabajadores que no tienen una relación de dependencia ¿no están peor que hace dos años también?
—No, ese sector está mucho mejor, tiene más previsibilidad, más oportunidades laborales, más horas extras, lo veo cotidianamente. Estuve hace poco en Las Parejas, en Santa Fe, una ciudad muy centrada en la maquinaria agrícola, están al 100% de la capacidad productiva, es un sector que tuvo el año pasado el mayor nivel de producción del siglo XXI. O sea, nunca en este siglo se han producido tantos tractores, sembradoras, cosechadoras, trilladoras.
—En el Conurbano, por ejemplo, ¿vos creés que está mejor de lo que estaba antes de la pandemia?
—Sí, porque hay mucha más actividad y eso al sector informal también le llega. Nuestra apuesta es a formalizar, pero en el medio la situación es mucho mejor, la construcción está mucho mejor.
—La conflictividad social, que se manifiesta de manera repetida, ¿a qué la atribuís?
—Si te referís al episodio de la 9 de Julio, por ejemplo, tiene que ver más con conflictividad política que con conflictividad social. Hay organizaciones que tienen intereses políticos. Hace poco decía Mayra Arenas que esas organizaciones en muchos casos también son un sindicato de pobres, terminan acumulando más cuanto más pobreza hay, y es un contexto distinto, donde lo que queremos es que acumulen los sindicatos laborales, porque si le va bien a Smata, le va bien a la UOM, por decir dos ejemplos, es un síntoma de que el país está creciendo, que está generando empleo, más producción industrial. El peronismo no es una fuerza política de planes sociales, eso es para la emergencia. No tiene ningún problema, ningún prurito en decir que hay emergencia. Hay que actuar con todo el peso del Estado para ayudar a los más pobres. Pero nuestra aspiración, nuestra ambición, es que esa gente tenga trabajo y lo estamos viendo, un montón de planes sociales se convierten en empleo registrado. Estuve hace poquito en una fábrica en Villa Lugano, donde una mujer de 52 años llorando decía: “Yo pensé que nunca iba a conseguir un trabajo, nunca más en mi vida” y está en una fábrica cobrando en blanco con todos sus derechos laborales.
—Si la mayoría está mejor que al final de Macri, ¿cómo explicás la derrota electoral de noviembre pasado?
—En noviembre todavía no estaban todos mejor, porque muchos sectores que estaban recién recuperándose de la pandemia, turismo, gastronomía, el comercio minorista, hoy está muy bien porque tuvo una temporada turística…
—¿Decís que si las elecciones fueran hoy el resultado sería distinto?
—Está muy bien analizar las elecciones en clave económica, pero tampoco…
—Que sea el único elemento.
—Primero, nuestra fuerza política desde 2005 no ganó la elección de medio término. No es que siempre el Frente de Todos, o los antecesores ganaban siempre, sino que siempre hubo en medio término resultados más ambiguos. Son elecciones donde el electorado se vuelca a otras opciones, o mira otras cosas, mira fenómenos distintos. Eso por un lado, por otro, la pandemia tuvo un efecto muy significativo en la gente, golpeó mucho desde el aislamiento, de las pérdidas humanas. El tema laboral hay que analizarlo también en ese marco, donde en casi todo el mundo los oficialismos en ese momento perdieron las elecciones.
—¿Sos optimista, entonces, respecto de las posibilidades del Frente de Todos de ganar las elecciones del año próximo?
—Soy optimista, efectivamente.
—¿Se va a llegar con una economía mucho mejor?
—Vamos a hacer una economía muchísimo mejor y confío en el liderazgo de nuestro presidente para tener una fuerza bien cohesionada para ganar.
—¿A qué atribuís una mirada tan negativa de una parte del Frente de Todos respecto del escenario del futuro?
—Hay varios fenómenos, en algunos casos tiene que ver con alguna mirada sobre la inflación. Algunos sectores piensan que hay más cosas para hacer, que no se hicieron. Hay un sector de la sociedad, no solamente del Frente de Todos, que piensa que la inflación es un fenómeno oligopólico monopólico, entonces se combate enfrentándose a esos sectores. La inflación es un problema macroeconómico, con lo cual no quiere decir que no haya oligopolios y que eso no le traiga problemas en muchos casos a la economía. Pero si fuera un problema oligopólico, no explica por qué Chile, Uruguay y Brasil, que también tienen oligopolios, sin embargo son países que hace rato tienen inflación baja, a pesar de que ahora se ha acelerado por el fenómeno de la pandemia y de la guerra en Ucrania. Hay varios fenómenos en cuestión. Hoy es bueno el debate interno y no es bueno, como decía el otro día Juanchi Zabaleta, que a veces tenga un tono agresivo, estuvo bien cuando decía “basta de lastimarnos los argentinos”. Discutamos, debatamos las diferencias, que está muy bien, valoro muchísimo eso, pero hagámoslo en un marco más armónico.
«Es necesario reducir la inflación y eso de ninguna manera va a implicar que el desempleo aumente»
—Para concluir con el tema de desempleo en la ley de Okur planteaba que la economía debe crecer el doble del porcentaje de desempleo que quiere reducir, paralelamente contabas el modelo chino o asiático, que se basó primero en salarios bajos para aumentar la productividad de las empresas. ¿Qué relación hay entre salarios más bajos, reducción de desempleo, crecimiento de la economía, acumulación de capital y reinversión? ¿Hay allí parte de la explicación de la recuperación actual de la Argentina como las que tuvo en 2002, 2003, después de la explosión, o la que tuvo después de la hiperinflación de Alfonsín en algún momento Menem?
—No son cosas comparables, el fenómeno asiático chino, para decir un ejemplo, tiene que ver con algo que en teoría económica se conoce como la teoría de Lewis, que planteaba que en esos países, que tienen un sector rural muy grande que empiezan a generar migraciones del campo a la ciudad generando una oferta casi ilimitada de mano de obra barata, es un factor de acumulación industrial muy fuerte. En el caso de China se ve. En Brasil, entre la década de los 50 y 80 del siglo pasado, se trasladó del campo a la ciudad un tercio de la población. Esos países grandes de mucha población tienen esos fenómenos. Algo de esto se ha visto.
—¿Tienen un bonus poblacional que termina siendo una plusvalía en determinado momento?
—Sobre todo esto, tienen una oferta no diría ilimitada, va llegando más gente y eso mantiene el salario relativamente estable, en esos países donde, insisto, hay mucha población rural.
—Se pudo crecer sin que crezcan los salarios durante un tiempo prolongado.
—Hay décadas en las que crece la producción industrial con salarios estables y después ya la productividad va trasladándose al aumento salarial. Son casos que no tienen nada que ver, en Argentina nunca fue esa la situación, nunca tuvo mucha población rural. Recuerdo los textos de Alejandro Bunge de principios del siglo pasado, que hablaban de la paradoja de un país agroexportador donde la mayoría de la gente vivía en las ciudades. Es un fenómeno atípico en ese sentido de la historia argentina. En el caso de nuestro país las recuperaciones han tenido que ver con una combinación o de estabilización macroeconómica con escenario internacional favorable, y en muchos casos influyó mucho, de incentivos en materia de producción industrial. Hoy hay un escenario industrial positivo por las políticas implementadas y un aumento muy fuerte de la inversión.
—No estoy diciendo que sea condición suficiente, pregunto si no es una forma de viento de cola.
—No, el salario actual no es el salario de 2001, cualquiera que mire una serie estadística…
—Pero no es el de 2017.
—No es el de 2017. Pero no es el de 2001, 2002. Después de la segunda mitad del gobierno de Macri es el del desplome. Los salarios caen 20 puntos en 18 meses. Fue realmente muy significativa la caída del poder adquisitivo, lo estamos recuperando, más lento de lo que nos gustaría, si no hubiera inflación, hubiera sido más fácil.
LA SOCIEDAD CIVIL. “Los sectores productivos debemos dejar de pelear por cualquier cosa y tirar para el mismo lado, hay una oportunidad enorme y tenemos una década para crecer en serio”.
.—Es políticamente incorrecto pero ¿cuánto de la caída del 20% que sufrió el sector asalariado formal es parte del motor inicial de volver a crecer?
—No creo que pase por ahí. Francamente, hay un montón de factores que hoy están impulsando la inversión y ningún empresario dice que Argentina es un país de salarios bajos o que con estos salarios le conviene invertir. Lo que está viendo es una ecuación que claramente le está cerrando y ve un rumbo que lo beneficia.
—Que haya mayor retribución del capital ¿no es un elemento también que promueve la inversión y empuja al crecimiento?
—Ese es el trasfondo del asunto. He leído infinidad de papers sobre por qué crece la inversión, cómo deciden los inversores, primero miran cuánto ganan, si ven que hay un negocio rentable, muy probablemente lo van a realizar. Incluso, aunque las condiciones políticas o macroeconómicas no sean las que más les gustan. Ya le pasó a Macri, donde había un gobierno amigable con el mercado y eso genera inversiones espurias, quedó demostrado.
—Cristina deja en la distribución entre capital y trabajo el 52% para el trabajo y 48% para el capital. Actualmente el trabajo está en 33%.
—Un poco más alto para el trabajo. Pero primero está este desplome que se produjo en esos dos años de Macri, y alguno se va a molestar, pero es la pura verdad, la suba de precios internacionales lo que hace es transferir un montón de ingresos al sector agropecuario, ahí están los grandes ganadores de esta suba internacional, vamos a decirlo con total claridad.»
El reconocido infectólogo argentino Pedro Cahn, consultor del Gobierno nacional en la pandemia del coronavirus, recibirá una de las distinciones más importantes que otorga Francia. Se trata de la “Legión de Honor” por su aporte en la lucha contra el SIDA.
La Fundación Huésped confirmó la noticia. La distinción fue anunciada ayer martes y será entregada el 29 de abril.
La distinción fue establecida por el emperador Napoleón I de Francia en 1804 para reconocer a quienes se destaquen por sus méritos extraordinarios, ya sean franceses o extranjeros, dentro del ámbito civil o militar.
Quién es Pedro Cahn:
El Dr. Cahn es director científico de la Fundación Huésped desde 1989. También estuvo al frente de la Sociedad Internacional de Sida (IAS), fue jefe del Hospital Fernández y mantiene su cargo como profesor titular de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires.
También integró grupos de trabajo internacionales como la 1º Conferencia de Patogénesis y Tratamiento de la IAS en Argentina y la XVII Conferencia Internacional de Sida en México. Fue asesor de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y ONUSIDA.
Es Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires y recibió la mención de honor “Senador Domingo F. Sarmiento” por parte del Senado de la Nación (2014.
Tras una década de crecimiento meteórico que sacudió la industria del cine, Netflix parece que ha chocado con una pared. El servicio de streaming perdió 200.000 clientes en el primer trimestre, hasta 221,6 millones, según ha dado a conocer la compañía este martes, y es la primera vez que pierde suscriptores desde 2011.
La fuga de clientes no se queda ahí: Netflix también prevé que seguirá perdiendo clientes en este segundo trimestre, lo que supone su peor año como empresa cotizada.
Los inversores, los analistas y los ejecutivos de Hollywood se habían preparado para que la compañía informara de un flojo comienzo de año, pero Wall Street aún esperaba que Netflix sumara 2,5 millones de clientes. Las acciones, que ya han caído más de un 40% este año, se desplomaron este martes un 24%, hasta U$S 265,11 cada una, en las operaciones posteriores al cierre.
Las pérdidas superan con creces el descenso de aproximadamente el 13% en el índice Nasdaq 100. Entre los componentes del índice tecnológico, Netflix es el tercero con peor rendimiento este año. Gran parte de su caída en 2022 se debe a su anterior informe trimestral, publicado en enero, en el que, pese a informar de haber logrado un beneficio de 4.500 millones en 2021, también constató un fuerte frenazo en el ritmo de crecimiento del número de suscriptores al compás del levantamiento de las restricciones tras la pandemia.
Entre las causas de la caída de usuarios de este primer trimestre, la dirección de Netflix señaló la prevalencia del uso compartido de contraseñasy la creciente competencia de otras plataformas.
La empresa aseguró que, además de sus 221,6 millones de suscriptores, hay 100 millones de hogares que utilizan su servicio y no pagan por él, y buscan la fórmula para convertir a esos espectadores en nuevos suscriptores. “Nuestra penetración relativamente alta en los hogares, incluyendo el gran número de hogares que comparten cuentas, combinada con la competencia, está creando vientos en contra de los ingresos”, anunció la dirección en una carta a los accionistas.
Los problemas de Netflix derivarán en que los inversores en Bolsa se pregunten si las empresas que llegaron más tarde conseguirán suficientes clientes para justificar todo el dinero que están gastando en producir programación nueva. Como efecto rebote de los malos datos de Netflix, Disney cayó hasta un 5,2%, mientras que Warner Bros. Discovery Inc., propietaria de HBO Max, lo hizo hasta un 2,8%.
A pesar de este bache, Netflix sigue estando muy por delante de la mayoría de sus competidores fuera de Estados Unidos, y es el mayor servicio de streaming del mundo. La empresa cree que puede revertir la tendencia actual atrayendo a nuevos clientes con mejores programas y encontrando más formas de cobrar a su base de usuarios actual. Para el segundo trimestre, Netflix predice que las ventas crecerán 9,7%, hasta 8.050 millones de dólares, con un beneficio de tres dólares por acción. Ambos están por debajo de las previsiones de Wall Street de 8.230 millones de dólares y 3,02 dólares por acción.
Comentario de AgendAR:
En este caso, como usuarios. Creemos que el streaming llegó para quedarse, y ya ha cambiado nuestra sociedad. El cine seguirá existiendo, por supuesto, como el teatreo, pero la ida semanal al cine como hábito de mayorías… fue.
Netflix superará este bache, o se fusionará con otras plataformas. Pero podemos tener esperanzas esta crisis hará que mejoren esos algoritmos ridículos que hoy nos sugieren bodrios, y que rescaten películas maravillosas de décadas pasadas, en lugar de las «clase c a z» que son la mayoría de las que ofrecen hoy. Sería un final feliz al viejo estilo Hollywood.
Jorge Sidelnik, el vicepresidente de Nucleoeléctrica Argentina (NA-SA), dio una entrevista hace pocos días a un medio local de Zárate, la localidad donde está el predio de las Atuchas. La reproducimos íntegra, porque muestra que la industria nuclear, además de brindar energía sin emisión de carbono, de desarrollar las capacidades técnicas argentinas y nuestro prestigio en el mundo, tiene un papel decisivo en la creación de empleo calificado y bienestar en la comunidad.Aparte de una primicia: la Corporación Andina de Fomento podría financiar parte de los proyectos de NA-SA.
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El vicepresidente de NA-SA anticipa los trazos gruesos de la planificación por ejecutar, sus lineamientos de desarrollo internacional, su vinculación con una futura red de empresas y proveedores que impacten en el tejido productivo de la región. Y remarca el histórico vínculo de la empresa con el Desarrollo Humano y la Promoción Social de todos sus enclaves territoriales.
«El Sitio Atucha ha crecido mucho con Atucha 2. Esperamos que el proyecto CAREM 25 megavatios sea una realidad concreta, en la que nosotros aportamos, y que si bien es un proyecto originado en la Comisión Nacional de Energia Atómica, representa al sector y da trabajo a la gente. Nosotros, como Nucleoeléctrica, tenemos tres grandes proyectos para la zona».
• ¿Cuáles son esas iniciativas?
Primero queremos lograr 20 años más de operación en Atucha I. Es un proyecto que comenzará durante 2024, que demandará un pico de fuerza laboral de unos 2000 trabajadores zonales, quienes nos quieren sobremanera y como siempre, con quienes mantenemos una excelente relación de esfuerzo productivista.
Posteriormente concretaremos Atucha III -la tercera unidad del complejo nuclear, que intensificará la autonomía energética del país – que esperamos iniciarlo a principios del año venidero, el que traerá trabajo de alta calidad y notorios beneficios para Zárate, Lima y toda su zona natural de influencia, con una representación demográfica de 7000 operarios, que podrán explicarse como «otra ciudad» de rasgos industriales y derrame económico -obra civil-. Estamos en camino de ejecutarlo -tres pautas- y pensamos que a la zona le daremos un impulso importantísimo. El accionista mayoritario potencia ese rol estratégico de la concepción energética nacional.
Cuando asumimos en abril de 2021, el plan de acción aprobado por el accionista mayoritario incluía todos estas pautas que describí anteriormente. No expresamos ideas fantasiosas, sino que divulgamos el ordenamiento y las determinaciones del accionista principal.
Además Nucleoeléctrica siempre materializa sus acciones concretas de Responsabilidad Social Empresaria con el Ambiente, la Comunidad y sus Actores conexos, que calificamos como de estrecha, perdurable y fortalecida relación territorial, que no suplanta políticas públicas, pero que sostiene y estimula, capacitación, educación y relación con la Tercera Edad… Eso también es Nucleoeléctrica.
Con su presencia, los actores regionales -gobiernos locales, academia, fuerzas del trabajo, organizaciones sindicales- también avalan la expansión del sector y del complejo nuclear.
Por supuesto. Sin ellos no hay sector nuclear que valga.
«A medida que nos conozcamos con nuestra contraparte china deberemos constituir una red de desarrollo de proveedores pymes e industriales que cerrará el circuito de fomento e impulso económico que queremos consolidar»
Lo interpreta, entonces, como un proceso sinergizado que amalgama expectativas territoriales de crecimiento y desarrollo?
Sin que la Comunidad estuviese de acuerdo, nada de esto podría llevarse a la práctica. Por ello consideramos que durante estos 48 años en los que se construyó, forjó y consolidó Atucha I, logramos ese Consenso Social.
¿Qué etapas lineales prosiguen de forma inmediata?
Realizar la extensión vida de Atucha I para 2024. También debemos cumplir nueve condiciones precedentes para poner en marcha el contrato que firmanos el 1º de febrero con nuestra contraparte china, que dará inicio al proyecto. A medida que nos conozcamos con nuestra contraparte china deberemos constituir una red de desarrollo de proveedores pymes e industriales que cerrará el circuito de fomento e impulso económico que queremos consolidar.
¿Habrá otro agente financiero internacional?
Está en estudio la participación de la Corporación Andina de Fomento, que financió el proyecto de extensión de vida de Atucha I. Tuvimos una muy buena relación y experiencia juntos a ellos.
Cuatro científicas y científicos argentinos que residen en el exterior recibieron ayer martes 19 de abril el premio Raíces 2021, y tres extranjeros el premio Leloir 2021, por sus aportes al desarrollo de la ciencia argentina, en la 10° entrega de estos galardones que otorga el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación.
«Estos premios se inscriben dentro del Programa Raíces que nació con el objetivo de repatriar a investigadoras e investigadores que se fueron en los años 90, cuando nos mandaron a lavar los platos», dijo durante la ceremonia el ministro Daniel Filmus.
Y continuó: «Hoy el programa tiene dos objetivos; por un lado financiar el retorno de quienes están haciendo sus doctorados o posdoctorados afuera; y por el otro generar redes con quienes deciden quedarse en esos países, para que puedan aportar al sistema científico nacional«.
El programa Raíces ha formado redes en 17 países. Las primeras tienen varios años de antigüedad, como la de Alemania. Las últimas en crearse son de 2021, con sedes en Brasil, España, Nueva Zelanda y República Checa.
Cada Red tiene una estructura propia, autoridades elegidas por sus integrantes y reconocidas por el Ministerio, e impulsan actividades de interés para sus miembros y trabajan en acciones colectivas junto al Programa.
Otorgados desde 2008, los premios Raíces están destinados a argentinas y argentinos dedicados a la ciencia, investigación y tecnología que residen en el exteriory colaboran activamente con el fortalecimiento de la ciencia nacional, mientras que los premios Leloir son a personas extranjeras que trabajan en el fortalecimiento de las capacidades científicas y tecnológicas de Argentina.
El premio se interrumpió entre 2017 y 2019 y se relanzó en diciembre de 2020.
«Los premios muchas veces sirven para visibilizar un trabajo que estaba invisible. Este premio es un reconocimiento a esa tarea de cooperación que venimos realizando entre investigadoras e investigadores de Alemania y Argentina y una manera de comprometernos hacia el futuro», declaró la antropóloga social alemana Bárbara Göbel, quien recibió el Leloir en la categoría Ciencias Sociales y Humanidades.
Su aporte al sistema de ciencia, tecnología e innovación argentino se centra en dos niveles: por un lado, la contribución como antropóloga mediante la investigación, la docencia y la publicación de trabajos en el país acerca de las desigualdades socio-ambientales y las asimetrías de conocimientos.
Por otro lado, es gestora del Instituto Iberoamericano, una institución puente para las relaciones científicas entre Alemania y Argentina.
En estas ciencias el premio Raíces fue para la filósofa Nora Delia RabotnikofMaskivker, quien se doctoró en la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam) y brindó cursos y seminarios en instituciones académicas de distintos países de Latinoamérica.
También promovió proyectos de investigación conjuntos Conacyt-Conicet, dirigió tesis de posgrado en Argentina, México y Chile y supervisó estancias de investigación y pasantías de numerosos estudiantes de posgrado en México.
En el área de Ciencias Agrarias, Ingeniería y Materiales, el premio Raíces fue para Víctor Sadras, ingeniero agrónomo de la Universidad de Buenos Aires (UBA) con un doctorado en la Universidad de Melbourne.
En la actualidad Sadras lidera el programa de ciencia de cultivos en el South Australian R&D Institute; y entre sus logros, desarrolló un modelo teórico avanzado del rendimiento de cultivos de grano. Desde 2001 publicó 201 artículos de los cuales 96 tienen coautoras argentinas.
En esta área, el premio Leloir fue para Germán Carlos Spangenberg, ingeniero agrónomo de la Universidad de la República del Uruguay, quien cuenta con un amplio reconocimiento internacional en genética, genómica y biotecnología en forrajeras.
A su vez, fomentó el desarrollo de recursos humanos al dirigir a más de cuarenta tesistas de postgrado en Alemania, Suiza y Australia, e impulsó significativamente el fortalecimiento del sistema de ciencia, tecnología e innovación, así como la colaboración Sur-Sur.
En Ciencias Biológicas y de la Salud, el premio Raíces fue para Enrique Mesri, doctor en Química FCEyN-UBA y presidente de la Asociación Argentino-Norteamericana para el avance de la Ciencia la Técnica y la Cultura (Anacitec).
Actualmente es profesor de Microbiología e Inmunología en la Universidad de Miami y Sylvester Cancer Center, Florida (Estados Unidos) y codirige con los doctores Omar Coso (IFIByNE), Pedro Cahn (Fundación Huésped), Gabriel Rabinovich (Ibyme) y Martin Abba (UNLP) el consorcio internacional U54 financiado por el NIH para entrenar a la próxima generación de científicos argentinos en Cáncer y SIDA.
En la categoría de Ciencias Exactas y Naturales, obtuvo el premio Raíces Marcela Carena, quien tiene su título de grado en física del Instituto Balseiro y se doctoró en la Universidad de Hamburgo.
Carena es Jefa de la División de Física Teórica del Fermi National Accelerator Laboratory, donde creó un programa de perfeccionamiento para estudiantes de grado en Argentina y Latinoamérica.
En esta categoría, el premio Leloir fue para la checa Michaela Kraus, Doctora en Ciencias Naturales del Departamento Estelar del Instituto Astronómico.
Kraus estudia la evolución de las estrellas masivas, desde su nacimiento hasta su culminación en una espectacular explosión de supernova.
Durante su trayectoria realizó intercambios continuos con investigadores argentinos, muchos trabajos en colaboración y formación de estudiantes, gracias a las cuales en está última década se lograron desarrollar nuevas ramas de investigación en la astronomía argentina.
El ministro Filmus, el canciller Cafiero y la doctora Gobel nos hablan en este video del significado del acto:
En el Día de la reafirmación de los derechos de Pueblos Originarios, a casi cien años de los hechos juzgados, comenzó este martes el juicio oral por la verdad sobre la Masacre de Napalpí, como se conoce el fusilamiento de más de 400 integrantes de las etnias Qom y Moqoit por parte de fuerzas estatales y colonos del entonces territorio nacional de Chaco el 19 de julio de 1924.
La audiencia inaugural de este juicio por crímenes de lesa humanidad contra poblaciones originarias, el primero en su tipo en la historia del país, tuvo lugar en la Casa de las Culturas, en la ciudad de Resistencia, y contó con el acompañamiento de comunidades originarias, y de organizaciones sociales y de derechos humanos.
También participó de la audiencia el secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla Corti, la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, la secretaria de Derechos Humanos y Géneros de la provincia, Silvana Pérez; la subsecretaria Nayla Bosch; el presidente del Instituto de Cultura Francisco Romero, y el ministro de Educación de la provincia Aldo Lineras.
Se trata de un «juicio por la verdad» que no tendrá imputados -ya que los responsables de esa masacre de 1924 están fallecidos-, en el que declararán sobrevivientes y descendientes de las víctimas.
Este primer día de audiencia se dividió en dos partes: la primera, en la cual querellantes y fiscales presentaron sus alegatos preliminares, una suerte de sinopsis del contenido y formato de sus respectivas acusaciones y las pruebas que las sustentan; y la segunda parte que constó de la reproducción de una serie de cortos audiovisuales con registros de entrevistas realizadas por la Unidad Fiscal de DDHH a Pedro Valquinta, sobreviviente de la Masacre, de 105 años y a Rosa Grillo, de 114.
El secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla Corti, consideró como un «hecho histórico» el juicio oral por la verdad. «Este juicio es un precedente no sólo en Argentina sino en toda la región».
El funcionario evaluó que el juicio, que se inició casi un siglo después de la masacre, es una «reparación histórica desde lo simbólico», pero advirtió que también, a partir de este hecho, debe reflexionarse sobre «qué rol tienen las comunidades originarias y cuántas y cuáles son las deudas» de la sociedad hacia ellas.
Con la bandera argentina, la bandera de la provincia de Chaco y la bandera Wiphala a un lado de su estrado, la jueza Zunilda Niremperger dio inicio formal al proceso pasadas las 8 de la mañana, explicó la modalidad del mismo, y cómo se desarrollará el cronograma de audiencias en los días venideros.
La Secretaría de Derechos Humanos y Géneros de Chaco, representada por el abogado Duilio Ramírez, se constituyó como querellante, acompañada por la querella del Instituto del Aborigen Chaqueño, representado por el abogado Miguel Núñez, en tanto que la acusación del Ministerio Público Fiscal es cursada por la Unidad Federal de Derechos Humanos, integrada por los fiscales Federico Carniel y Diego Vigay.
Realizada la presentación por parte de la jueza, dio inicio el alegato preliminar presentado desde el Ministerio Público, por parte del fiscal Federico Carniel, quien adelantó las razones por las cuales entiende que los hechos juzgados encuadran en delitos de lesa humanidad.
“Vamos a demostrar de manera concreta y contundente quienes participaron en este genocidio. Para acreditar esta teoría vamos a recurrir a la prueba documental, contexto histórico y registros fílmicos”, dijo el fiscal.
El querellante Duilio Ramírez comenzó saludando a “las 39 naciones originarias que se hacen presentes en este proceso, de todo el país”. “La Masacre de Napalpí no fue un hecho aislado, sino uno de los episodios más crueles de la “guerra al indio” como fue llamada, con su capítulo de terror aquí en el Chaco” señaló.
Terminadas las exposiciones de la querella y Fiscalía se proyectaron las entrevistas filmadas tiempo atrás a Pedro Valquinta, de 105 años y a Rosa Grilo, de 114. Con emoción, ambos relataron ante la Unidad Fiscal de Derechos Humanos lo que pudieron recordar de esa jornada. “No queríamos pelear, solo veníamos a trabajar”, contó Valquinta.
El último video proyectado fue una entrevista realizada a Juan Chico, docente qom, historiador y emblema de la difusión de las voces que durante mucho tiempo permanecieron olvidadas en la “historia oficial”.
Fotos: Pomar German.
Autor de dos libros sobre la Masacre -“La voz de la sangre” y “Las Voces del Napalpí»-, Chico iba a ser uno de los testigos de contexto de mayor interés en el presente juicio, pero falleció el año pasado por Covid-19.
En la filmación pudo vérselo con su entusiasmo y compromiso característicos: “Napalpí es un tema muy caro a nosotros, se invisibilizó, pero en el los últimos años empezó a levantarse, la memoria oral vino con los años pidiendo permiso, abriéndose paso en la historia oficial, sucede que es como dice Walter Benjamin; todo documento es documento de barbarie, decía Benjamin. Hay un conocimiento cultural, en las comunidades, que debe ser receptado en la Justicia”.
Además planteó que “hay una línea histórica» al precisar que «lo de Napalpí es la misma modalidad de secuestro, de tortura, desaparición forzada utilizada durante la última dictadura”.
Culminada la proyección, la jueza declaró un cuarto intermedio hasta el próximo martes 26 de abril, oportunidad en la que se espera la declaración de una lista de seis testigos y la reproducción de una entrevista a Melitona Enrique y Rosa Chará.
El Gobierno anunció ayer martes que habrá una tercera edición del programa Previaje, la propuesta que se creó durante la pandemia y se transformó en una de las iniciativas claves para generar récord de turismo interno en Semana Santa, cuando viajaron más de 3 millones de personas.
Aunque aún no hay fecha oficial del lanzamiento, sí se conocieron algunos detalles sobre los cambios y restricciones que tendrá la política que reintegra a los turistas hasta el 70% del gasto en hoteles, restaurantes, alquiler de autos, excursiones y otros rubros.
“Se estima que el nuevo programa va a ser para usarlo después de las vacaciones de invierno, en temporada baja y media baja”, dijeron desde el Ministerio de Turismo y Deportes, y aclararon que se podrá seguir utilizando para todos los destinos del país, no solo para los denominados “emergentes”.
Sobre estos -los lugares turísticos aún no muy concurridos- se tiene planeado un sistema de préstamos blandos para mejorar la infraestructura y potenciarlos.
“El Estado recupera el 83 por ciento de lo que invierte en el Previaje, a través del IVA y el blanqueo de muchas actividades”, se defienden en el Gobierno de las críticas de “subsidiar a los que pueden vacacionar”. El promedio de devolución del Previaje fue de $ 48.000 por solicitante.
Además, las mejoras en la infraestructura estimula el «turismo receptivo», los extranjeros que visitan Argentina y que representan un ingreso significativo de divisas.
Al consultar sobre los detalles de esta nueva edición, explicaron: “Será para todos los destinos, pero la novedad es que solo se podrá utilizar para contratar servicios en temporada media o baja. Al segmentar los meses, indirectamente se termina favoreciendo a algunos destinos por encima de otros.
Por ejemplo, no se podrá utilizar para Mar del Plata en los meses de temporada alta como es el verano o vacaciones de invierno, como sí se pudo usar este año”.
Teniendo en cuenta estos nuevos criterios, si una persona quisiera usar Previaje en Bariloche, lo podría hacer en abril, mayo, hasta mediados de junio, luego en septiembre y octubre.
Esta nueva edición suma una línea de créditos, con un fondo de $ 6.000 millones, que se destinará a pymes del sector turísticos de los destinos “emergentes” que busquen potenciar las diferentes provincias. El ministerio afirma que la selección y propuesta quedará en manos de cada una de las jurisdicciones.
Los números que dejó la Semana santa
Las autoridades habían estimado un movimiento de 2,5 millones de personas, pero tras el relevamiento con las provincias se calculó que ese número estuvo por encima de los 3 millones, que marcó un récord absoluto para Semana Santa. Con respecto al año pasado, hubo un incremento del 60% de turismo y un 30% por encima de 2018, la cifra más alta registrada desde que se comenzó a medir.
La región con mejores números fue el noroeste del país, con cifras de ocupación por encima del 95% en sus principales destinos como la Ciudad de Salta, Cafayate (Salta), la Quebrada de Humahuaca (Jujuy), Tafí del Valle (Tucumán) o las Termas de Río Hondo (Santiago del Estero).
En tanto, los lugares turísticos más importantes del país, como Mar del Plata, Partido de la Costa, Iguazú, Carlos Paz, Merlo, Mendoza, Salta, la ciudad de Buenos Aires, Bariloche y El Calafate, tuvieron entre el 80% y el 100% de ocupación.
Entre los “destinos emergentes” hubo varios que tuvieron ocupación casi plena, como fue San Antonio de Areco (provincia de Buenos Aires), Potrero de los Funes (San Luis), Iberá (Corrientes), Saltos de Moconá (Misiones), Cachi (Salta), Tafí Viejo (Tucumán), Villa Unión (La Rioja), Calingasta (San Juan), Cacheuta (Mendoza), Antofagasta de la Sierra (Catamarca) y Tolhuin (Tierra del Fuego).
¿Cómo fueron las ediciones anteriores del Previaje?
Para acceder al reembolso, un turista debía realizar sus reservas en hoteles, hosterías, restaurantes, alquiler de automóviles, con un mínimo de 60 días antes del viaje.
El monto máximo de reembolso era de $ 100.000 por persona en el caso de los rubros alojamiento, tickets de avión o bus y agencias de viaje. En tanto, en los rubros alquiler de autos, balnearios, cine, espectáculos artísticos, el tope de devolución era de $ 5000.
Luego se debían inscribir en la web www.previaje.com.ar y registrarse con la cuenta de Mi Argentina. El siguiente paso era cargar las facturas. Luego, el turista recibía el crédito en una tarjeta precargada del Banco Nación para efectuar un nuevo viaje en cualquier momento entre noviembre de este 2021 y todo el 2022.
Los resultados provienen del primer estudio al aire libre de mosquitos modificados genéticamente en los Estados Unidos.
La compañía británica de biotecnología Oxitec, que realizó el experimento, informó en un seminario web que sus insectos se comportaron según lo planeado: los mosquitos Aedes aegypti macho creados mediante bioingeniería eclosionaron, se propagaron y se aparearon con la población salvaje.
Un rastreo de más de 20,000 huevos de mosquitos puestos en el área confirmó que todas las hembras que heredaron un gen «tóxico» de un padre creado mediante bioingeniería murieron antes de llegar a la edad adulta.
Se necesita más investigación para descubrir si el método suprime con éxito la población salvaje o logra su objetivo final de reducir la transmisión de enfermedades transmitidas por los mosquitos, como Zika, dengue, chikungunya y fiebre amarilla.
Para acceder al artículo original (en inglés) en Nature, cliquear aquí.
Comentario de AgendAR:
Como informamos en septiembre 2020, «Liberan más de 150 millones de insectos estériles para controlar una plaga en Mendoza» se eliminó casi toda la mosca del mediterráneo de los oasis fruticultores, con la técnica del macho estéril irradiado.
Es un método con un techo bastante alto de efectividad, y una vez alcanzado sólo hay que mantenerlo: los insectos no pueden burlarlo evolutivamente. Las moscas hembra no tiene cómo diferenciar machis fértiles de infértiles… por ahora. Pero este «por ahora» en casi todo el planeta ha durado 6 décadas.
En el Área Metropolitana, la técnica permitiría librar a la megalópolis de dengue, zica e incluso de un rebrote de fiebre amarila, porque el vector común es el mismo: el mosquito Aedes aegyptii. Pero se requeriría de la colaboración continua del gobierno nacional, el provincial, y de todos los intendentes del conurbano.
«La suspensión de los suministros de litio por parte de Argentina y Chile puede tener consecuencias muy graves para Rusia», afirmó Vladislav Demidov, vicejefe del departamento de Metalurgia del Ministerio de Industria y Comercio de la Federación Rusa.
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Observación de AgendAR: Esta noticia ha sido reproducida, sin detalles, por varios medios internacionales, desde SwissInfo a La Tercera, de Chile. Pero hasta el cierre de esta nota, no ha apareció en ningún medio local. Ni ha habido comentarios de un funcionario argentino.
En cambio, la ministra de Minería de Chile, Marcela Hernando, dijo que “Chile no exporta directamente el litio a ningún país, lo hacen las empresas privadas».
Dado el interés del tema, reproducimos esta nota de opinión de Serguéi Savchuk, columnista de RIA Nóvosti. Creemos que cercana al punto de vista del gobierno ruso sobre el aprovisionamiento del litio y la importancia de ese mineral hoy.
Pero AgendAR no sería AgendAR si no añadiéramos algún comentario final.
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«El cese de suministros es un evento realmente desagradable y puede tener tangibles y dolorosas consecuencias para nuestro país, potencialmente capaces de socavar una serie de industrias clave, donde Rusia ocupa una posición de liderazgo incondicional.
Comencemos, como de costumbre, con el programa educativo más simple.
En su desarrollo evolutivo, la humanidad ha estado indisolublemente ligada a la extracción y procesamiento de metales. Desde el banco de la escuela recordamos las épocas del cobre, el bronce y el hierro, cuya duración se medía en siglos. A lo largo de ellos, nuestros antepasados lejanos se familiarizaron, estudiaron y procesaron cada vez más hábilmente los metales y aleaciones, promoviendo el progreso y mejorando simultáneamente la calidad de vida en general. Si extendemos la línea de analogías evolutivas, entonces el litio, sin duda, recibirá el título de metal del siglo XXI.
Durante mucho tiempo, ese metal blando y maleable no tuvo mucha demanda, pero todo cambió con el cambio de milenio, cuando se descubrieron y probaron a escala industrial las propiedades termoeléctricas del litio. El sulfuro de litio, junto con el sulfuro de cobre, se ha convertido en una parte integral de la producción de semiconductores para convertidores termoeléctricos (termopares), así como para acumuladores químicos y fuentes de corriente. Es a partir del litio que se fabrican los ánodos para baterías de todo tipo y celdas galvánicas con un electrolito sólido. Sin él no son posibles las baterías alcalinas habituales, el hidróxido de litio permitió triplicar el recurso de su trabajo y aumentar la capacidad inicial en más de veinte por ciento.
No hace falta decir que cada uno de nosotros está rodeado de dispositivos modernos con baterías, sin los cuales no podemos imaginar nuestra vida moderna. Además, el litio está conquistando mercados cada vez más amplios, saliendo del marco de los teléfonos móviles y, por el momento, de los poco conocidos coches eléctricos, para convertirse en fuentes de energía para equipos tan exóticos como, digamos, cargadores de minas subterráneas, es decir, en lugares donde es fundamental eliminar incluso el riesgo teórico de chispas e incendios.
Un área de aplicación poco conocida del litio es la farmacología. Durante más de medio siglo, este metal se ha utilizado para producir fármacos psicotrópicos que se utilizan para tratar trastornos maníacos y depresivos complejos.
También tiene demanda en la industria pesada. El litio es necesario para la fundición y aleación de aluminio, lo que aumenta la ductilidad, la resistencia y la recuperación de los metales.
Al mismo tiempo, existe una industria clave que es muy importante para la Rusia moderna, donde uno no puede prescindir del metal mencionado. Estamos hablando de energía nuclear, aquí el litio es la única fuente disponible de producción de tritio, y también se utiliza en la fabricación de barras de control para el sistema de protección del reactor. El isótopo líquido de litio-7 (aleado con sodio o cesio) captura perfectamente los neutrones térmicos y, con razón, se considera un excelente refrigerante.
Rusia depende críticamente de la importación de materias primas de litio. Baste decir que en 2019 el volumen de compras de este metal ascendió a más de 61 toneladas, de las cuales 41 toneladas provinieron de suministros desde Chile y otras 14 toneladas se sumaron por importaciones desde Argentina. En tercer lugar entre nuestros proveedores se encuentra China con una cifra sumamente modesta de seis toneladas. Es decir, como es fácil comprender, la gestión de los países latinoamericanos, que claramente están cumpliendo con los insistentes deseos de su vecino del norte, no sólo puede obstaculizar la expansión de la presencia rusa en el mercado nuclear global sino también, a medio plazo, poner en entredicho la fiabilidad del funcionamiento de los reactores nucleares dentro de la propia Rusia.
En primer lugar, las reservas mundiales totales de litio apenas superan los cincuenta millones de toneladas, de las cuales diez están en Argentina, nueve en Bolivia, ocho y medio en Chile, China puede contar con siete millones de toneladas, Estados Unidos tiene seis y medio y Australia cinco millones de toneladas. Si eliminamos de la lista a los países hostiles para nosotros y agregamos a Argentina y Chile, entonces es fácil ver que nos están metiendo en una trampa de recursos y que no hay muchas maneras de salir de ella.
En segundo lugar, el problema es que Rusia tiene sus propios depósitos de litio, cuyos volúmenes estimados se ubican en los cinco millones de toneladas, pero nuestro país nunca los ha desarrollado realmente prefiriendo comprar materias primas críticas en el extranjero. Además, hay al menos tres empresas en el país capaces de montar mañana mismo la producción industrial de litio y sus compuestos. Estamos hablando de fábricas en Krasnoiarsk, Novosibirsk y la región de Tula.
Los bolsones subterráneos con este tan necesario metal no están fuera de alcance. Un grupo se encuentra en la región de Múrmansk, el litio también se ha explorado dentro del campo de gas natural de Kovykta en el este de Siberia. Ha sido desarrollado por la compañía Gazprom desde hace varios años y es desde aquí que una gran parte del gas ingresa al gasoducto “La fuerza de Siberia” (gran conducto magistral inaugurado hace pocos años que provee gas a China y cuyo segundo tendido está casi terminado, HK). Al mismo tiempo, repetimos, nuestra producción propia es escasa.
Sin embargo, hay que ser objetivo y mencionar el hecho de que en 2021 ya comenzaron algunos avances en el desarrollo de este sector.
En octubre del año pasado Evguenii Petrov, jefe interino de la Agencia Federal para el Uso del Subsuelo, prometió la licencia simultánea para 17 yacimientos de litio y recalcular a la baja en decenas de veces el costo de las licencias para los proyectos de desarrollo. Se deduce de la declaración que el pago inicial para obtener una licencia para desarrollar el campo Goltsóvskoie se reduciría de 75 mil millones a 700 millones de rublos, y para el campo Kolmozerskoye, de 11 mil millones a 200 millones.
Me gustaría escribir como algo habitual que no hay ningún problema en particular aquí y que nuestros socios occidentales lo pensaron para generar confusión en las mentes de los rusos, pero esto no es cierto. El Ministerio de Industria y Comercio evalúa la situación actual como un problema gigantesco y señala que el único canal de suministro que sigue funcionando es Bolivia. Al mismo tiempo, en el contexto de la gestión de los otros dos países de América Latina, es lógico prepararse para la llegada de tiempos difíciles.
El litio es una materia prima estratégica y los datos sobre sus reservas son al menos información para uso oficial. Es en extremo difícil para una persona que no tiene acceso a fuentes relevantes evaluar objetivamente la complejidad de la situación actual, por lo que nos centraremos en la evaluación del ministerio correspondiente.
La situación con el suministro de litio a Rusia se ha colgado en un punto de incertidumbre y queda esperar que el “mujik” colectivo representado por el gobierno, los ministerios, la corporación estatal Rosatom y el holding Gazprom, como ha sucedido en más de una ocasión en nuestra historia, formará un todo único en este momento crítico y hará el milagro necesario sin darles a los “amigos” jurados un motivo para alegrarse. Por fortuna, todo lo necesario lo tenemos en nuestro suelo. Hay suficiente litio subterráneo para satisfacer las necesidades estatales en abundancia.
En la última parte de nuestra conversación, permitámonos una gota de teorías de conspiración.
El hecho es que hay reservas de litio no sólo en el norte de Rusia y Siberia, sino también en regiones mucho más cercanas y accesibles. Estamos hablando de Ucrania, donde se ubican tres yacimientos explorados a la vez con un volumen previsto de un componente útil de cinco millones de toneladas. Estos son el depósito de Polojóvskoie cerca de Kirovograd, el depósito de Shevchénkovskoie en la región de Donetsk y la mina Krutáia Balka en la región de Zaporozhie. Sus reservas se han estimado solo en forma aproximada, pero se sabe absolutamente que las vetas minerales se encuentran a profundidades de unos 300 metros, lo que, dado el nivel actual de desarrollo de las tecnologías mineras, no es un gran problema.
Es interesante aquí que Krutáia Balka se encuentra entre Mariúpol y Berdiansk, y el campo Shevchénkovskoie está literalmente a diez kilómetros de Ugledar (unos 60 kilómetros al sur de Donetsk, la capital de la RPD) . El primero ya está en la zona de control de las repúblicas del Donbass y hasta el segundo sólo restan unos kilómetros de distancia. Por supuesto, sería una tontería pensar que el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas rusas basa sus planes en el mapa geológico de la región, pero la coincidencia es muy simbólica.»
Comentario de AgendAR:
Muy ilustrativo lo suyo, don Serguei Savchuk. Sabíamos (sólo hay que mirar el mapa geológico, como dice Ud.) que a Rusia le interesa el gas de Crimea y el de Yuzivska, en el Donbás, pero para nosotros es una novedad que allí en el Este ucraniano hubiera también litio, aunque subterráneo. Ésa es una guerra por la energía. Veremos muchas en este siglo.
Pero en lo que se refiere a NUESTRO litio, AgendAR estaría de acuerdo en que si Rusia pone una fábrica de baterías de litio en alguna de las provincias productoras, pero no una plantita testimonial con 15 empleados sino una unidad productiva en serio, una que no deje sin agua potable a la población rural circundante, una que genere centenares de puestos de trabajo registrados y en lo posible, calificados, una que produzca una buena torta de valor agregado local y además, de exportaciones, entonces la Argentina debería venderle su litio básicamente a Rusia. Si tuviéramos una propuesta así de Madagascar, entonces deberíamos venderle NUESTRO litio básicamente a Madagascar.No parece que su gobierno tenga algo así en planes. Desgraciadamente, tampoco los nuestros.
El Gobierno decidió transferir el equivalente de un poco más de 2 mil millones de dólares – al cambio oficial- para aliviar el impacto de la inflación a 13 millones de personas. Ayer a la tarde el presidente Alberto Fernández anunció un paquete de bonos para reforzar los ingresos de monotributistas, trabajadores informales y jubilados
Esta erogación, según el ministro de Economía, Martín Guzmán, no afectará el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional ni incrementará el déficit fiscal. Guzmán confirmó que el Gobierno planea imponer“un mecanismo para poder capturar parte de la renta inesperada producto no de inversiones, sino del shock que implica la guerra en Ucrania”.
Según explicó el Presidente, será un impuesto para grandes empresas con ganancias superiores a los $ 1.000 millones en el año. No estará, entonces, focalizado solo en el sector agropecuario.
El ministro amplió, pero sin mayores precisiones “La ganancia neta imponible real tiene que haber aumentado de forma significativa en 2022, lo mismo que el margen de ganancia. Si esa «renta inesperada» se canaliza en inversiones, la imposición del fisco será menor.
(En principio, sería una versión local del «windfall tax» – windfall es un término inglés que puede traducirse sin traicionar el sentido como «renta inesperada»- un impuesto que el presidente Obama y, recientemente, Biden plantearon en Estados UnidosTambién puede leerse en un capítulo analítico del último World Economic Outlook (WEO) preparado por el FMI, que “para disminuir la carga para las finanzas públicas, se podría prever un aumento temporal de los impuestos sobre el exceso de beneficios”.).
Para financiar el pago de estos bonos el gobierno usará el aumento de la recaudación de los últimos meses, mientras avanza con un proyecto de ley que, sin duda, demandará semanas y una compleja negociación en el Congreso.
Detalles de los bonos:
Según detalló el ministro Guzmán, los trabajadores informales cobrarán un bono de $ 18.000 (en dos cuotas) en mayo y junio. Para los jubilados que perciban un haber mensual menor a dos jubilaciones mínimas, será de $ 12.000, en un único pago. Se suma al bono de $ 6.000 que se les otorgó en marzo.
“Los monotributistas de las categorías A y B recibirán una bonificación $ 18.000, en también en dos cuotas. Al igual que las trabajadoras de casas particulares”.
Respaldo político:
El Gobierno buscó destacar la presencia de representantes de distintos referentes de los sectores internos del Frente de Todos. Se hicieron presidente el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa y los gobernadores Axel Kicillof (Buenos Aires), Jorge Capitanich (Chaco) y Gustavo Melella (Tierra del Fuego).
También estuvieron el jefe de Gabinete, Juan Manzur; el canciller Santiago Cafiero; la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra, y el secretario general de Presidencia, Julio Vitobello, entre otros.
Además, asistieron a la Casa de Gobierno el líder camionero Pablo Moyano y uno de los referentes del Movimiento Evita, Emilio Pérsico. De parte de los empresarios participó Daniel Funes de Rioja, titular de la Unión Industrial Argentina.
En estos días el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, dio un extenso reportaje a Jorge Fontevecchia, del diario Perfil. Nos parece de interés reproducir aquí las evaluaciones y expectativas de uno de los dos hombres claves de la gestión de Alberto Fernández.
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«—¿Cuál es tu pronóstico de cómo va a ser la evolución de la economía este año?
—Yendo al grano, vemos una economía que está en un buen momento, no sin dificultades. Si hace dos años nos hubiesen dicho que en 2022 íbamos a estar creciendo, generando empleo, sacando argentinos y argentinas de la pobreza, mejorando la desigualdad, reduciendo la desigualdad con la industria, creciendo con la energía de Vaca Muerta, produciendo récord con la inversión productiva, creciendo 30% respecto a 2019 y con las exportaciones en alza, realmente hubiese dicho que lo veía difícil o imposible, o me tengo que pellizcar para pensar que esto es cierto y es lo que está ocurriendo. Esto no es color de rosa, tenemos una inflación alta que tiene dos componentes, el nuestro propio de una inflación que ya lleva 15 años en dos dígitos, que se aceleró durante el último gobierno de Mauricio Macri y que se agravó ahora por la crisis internacional, o mejor dicho, primero por la pandemia y después por el impacto de la crisis en Ucrania. Hay que verlo todo. La mitad medio llena del vaso es una economía creciendo, impulsada por la inversión, por las exportaciones, mejorando el consumo, sacando gente de la pobreza. Por supuesto, necesitamos bajar la inflación para que el efecto de todo este crecimiento se vea mucho más en los hogares. Pero para ser concreto, respondiendo a tu pregunta, veo un año bueno, no sin dificultades. Aspiramos a crecer por segundo año consecutivo, y que también el año 2023 podamos volver a crecer, porque esto lo que nos va a permitir realmente es construir otro sendero que nos permita crecer a largo plazo y no andar siempre a los sobresaltos.
—Cuando uno les pregunta a los distintos actores económicos cuál es su proyección de lo que va a suceder en la economía de este año, todos dicen “depende cuánto dure la guerra”. La guerra, para un país como la Argentina, independientemente de que moral o éticamente sea una pregunta incómoda, ¿trae más oportunidades que amenazas o amenazas que oportunidades?
—A nuestro país le trajo las dos cosas, por un lado mejoró los precios de exportación, la soja, el trigo, el maíz, valen mucho más que lo que valían a principio de año, pero también vale mucho más la energía. Argentina hoy es un país productor de energía, gracias al plan Gas que implementamos en 2020. Vaca Muerta está en récord de producción y tenemos un abastecimiento muy importante, pero no todo. Nos falta durante períodos del año un 10% o un 15% del abastecimiento de gas para poder tener seguridad respecto a los hogares y las industrias, eso hoy hay que importarlo. También el precio del gas se fue por las nubes. Con lo cual, el resultado es ambiguo y obviamente estos efectos también se traducen en más inflación, que se ve en todo el mundo. Lo hemos visto en estos días, en el mes de marzo, inflación del 3% en España, 2,5 en Alemania, Turquía arriba de 6, cosas que no se veían hace décadas. Insisto, esto es un efecto ambiguo, tenemos cosas que nos favorecen y otras que generan tensiones.
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—Pero en el balance, ¿las amenazas son menores que las oportunidades o al revés?
—En el corto plazo es equilibrado, porque insisto, tenemos más inflación, pero tenemos más divisa de exportación por el lado del complejo alimentario. Y en el mediano a largo plazo soy muy optimista. Estoy viendo un escenario donde Argentina se está recuperando, por un lado hemos puesto las políticas industriales productivas en el sendero correcto, y al mismo tiempo el mundo está demandando mucho de lo que Argentina provee. Todas las semanas estoy recibiendo inversores en litio, por ejemplo, desde que estamos en el gobierno 4.200 millones de dólares de inversión fueron al litio y esto sigue creciendo. Lo que veníamos viendo de la electromovilidad donde aparte tenemos un proyecto de ley, tenemos una política justamente para toda la cadena del litio. Eso que veíamos incipientemente hace unos años se ha acelerado después de la pandemia, y hoy Estados Unidos habla de llegar a 2030 con la mitad de sus vehículos eléctricos, el mundo va en esa dirección. Autos eléctricos significa más litio, Argentina es una de las principales reservas del mundo, más cobre, donde estamos con proyectos muy concretos. Está arrancando en estos días el proyecto de cobre José María en la provincia de San Juan, 4.100 millones de dólares que se van a invertir en este proyecto. El mundo demanda más alimentos y Argentina es un gran productor de alimentos. Si queremos agregarle más valor, producir carne, producir para exportación, a otros productos. El mundo demanda energías renovables y la Argentina tiene hidrógeno verde, la inversión más grande que se anunció en el siglo XXI, lo hemos trabajado con la empresa Fortescue, una empresa australiana, que se hace en la provincia de Río Negro, el combustible del futuro, que es el hidrógeno verde. Energía, el gas, como combustible de transición, con el gasoducto Néstor Kirchner vamos a tener abastecimiento asegurado y empieza una etapa de exportación en escala de gas y de petróleo. Es decir, por el lado de la minería, por el lado de la energía, de los alimentos y de las industrias que se están recreando por los procesos de salida de Asia, y vuelta a América, Argentina tiene todo para ser campeón en esta década.
«Hay un montón de inversores internacionales que están mirando a Argentina con interés»
—¿Puedo simplificar todo el desarrollo que hiciste diciendo que Argentina está por entrar en un ciclo de viento de cola nuevamente sostenido?
—Estamos en un ciclo donde hay muy buenas condiciones, lo de viento de cola me hace ruido porque parece que entonces uno se deja llevar, y ya lo decía Séneca, no hay viento de cola si uno no tiene bien claro para dónde está conduciendo.
—No es condición suficiente, pero su condición necesaria.
—Por supuesto que el hecho de que haya un panorama internacional que nos favorece sin duda es un aliciente.
—Vos que escribiste “Los tres kirchnerismos”, cuando comparás este escenario internacional para la economía argentina con el de 2003, ¿con qué te encontrás?
—Este escenario en muchas cosas es incluso mejor que el de 2003, porque en el caso de la minería, por ejemplo, veo oportunidades de ingresar en toda la cadena de valor, de ser un proveedor de minerales, pero también de construir en la Argentina la plataforma sudamericana de vehículos y baterías eléctricas. Estamos trabajando en eso y dentro de pocos días va a haber anuncios, porque estamos recibiendo inversores que ya no solo los hemos interesado en el litio, con la Ley de Movilidad que está en el Congreso y que es la ley más avanzada en América Latina hasta ahora, en la que plantea desafíos más fuertes con incentivos muy claros. Hay un montón de inversores internacionales que están mirando a Argentina con interés porque está claro que va a haber plataformas mundiales. Obviamente Estados Unidos va a ser una, va a haber en Asia, en Europa. En América del Sur, Argentina aparece a la vanguardia y esto nos posiciona también como proveedor industrial, no solamente como proveedor de materias primas.
—¿Cómo se compara la situación internacional actual para Argentina en sus dos grandes momentos: a comienzos del siglo pasado y a mediados?
—Éste es un momento distinto a ambos, primero estamos en una etapa de globalización, solo que es distinta a la que veníamos viviendo. Hay un reacomodamiento geopolítico que en algunas cosas nos puede beneficiar. Estoy viendo un escenario donde Argentina tiene cierta madurez en algunos procesos productivos y tecnológicos. Lo que necesita son políticas estables, por eso presentamos hace pocos días un plan a largo plazo. Argentina tiene que salir de esta lógica de estar siempre a los tumbos, tapando agujeros. Por supuesto, como lo son los problemas de corto plazo, eso hay que hacerlo permanentemente, pero también planificar a largo plazo. Lanzamos el Plan Argentina Productiva 2030, que está estructurado en torno a diez misiones industriales. Lo tomamos de Marina Mazzucato, economista italiana que está en Inglaterra. Este tema es interesante porque no se trata solamente ya de hacer planes sectoriales, que motiva mucho a los actores del sector, pero no son tan comprendidos por el resto de la sociedad. Estas misiones justamente buscan atacar desafíos sociales, económicos y ambientales. Argentina vive en una situación pendular políticamente desde hace mucho tiempo, lo que buscamos es estructurar algunos consensos mínimos. Nos gustaría que este plan no sea simplemente el plan del Ministerio o del gobierno de Alberto Fernández, buscamos que pueda enraizarse en los sectores productivos, los sectores sindicales, la sociedad civil, las universidades y también de la oposición. Argentina no puede estar cada tres o cuatro años cambiando de idea, no sirve más hacer alimentos, hay que hacer software, hay que hacer de todo, pero ordenadamente. Hay que ponerse metas mensurables que puedan ser evaluadas y que puedan obviamente ir siendo corregidas, pero con un horizonte claro. Llegar a 2030 con dos millones de puestos de trabajo más formales de los que tenemos ahora, con nueve millones de pobres menos de los que tenemos ahora, con una economía que esté funcionando correctamente, que no tenga desequilibrios externos, con el doble de exportaciones de las que tenemos ahora.
«Existe un escenario donde Argentina tiene cierta madurez en algunos procesos productivos y tecnológicos»
—Argentina tuvo sus dos momentos de gloria coincidiendo con las dos Guerras Mundiales. La pandemia, que para muchos fue equivalente a una guerra, y ahora la de Ucrania ¿reformulan la geopolítica y hacen que la globalización entre en otra etapa, que se priorice tener autoabastecimiento, tener seguridad de insumos, lo que nuevamente se le vuelva a dar a la Argentina una oportunidad como en las dos guerras anteriores?
—Sí, estás diciendo cosas justamente muy atinadas y que describen muy bien el momento que estamos viviendo. No es que se rompió la globalización, como sí se había roto en los momentos de autarquía que hubo en el período de entreguerras, y parte del escenario de la segunda posguerra. Lo que hay ahora es otra globalización y efectivamente con la pandemia, la situación geopolítica impuso en muchos países la necesidad de repensar las cadenas de valor, hacerlas más cortas, resilientes, trabajar justamente en asegurar abastecimiento. Tuve reuniones con sectores de Estados Unidos que planteaban esto y no era simplemente pensar en vacunas o en medicamentos, sino en redes de suministro mucho más amplias. Al mismo tiempo hay tecnologías nuevas que hoy permiten producir un montón de bienes y servicios de manera más automatizada, con lo cual esa búsqueda del pasado de inversiones que se iban a Asia, a países de bajos salarios, ya carece de sentido, porque además esos países ya mejoraron sus salarios. Hay un mundo que es diferente, se está reacomodando y si tenemos la habilidad, la inteligencia, toda la Argentina, no solamente el Gobierno, la sociedad civil y los sectores productivos, si nos dejamos de pelear por cualquier cosa y tiramos para el mismo lado, hay una oportunidad enorme y tenemos una década para crecer en serio.
Una investigadora del Conicet fundó la compañía que cultiva erizos marinos en cautiverio. Se usan para fabricar compuestos nutracéuticos.
Tamara Rubilar es un exacto ejemplo de círculo “virtuoso” que las autoridades de la ciencia argentina están tratando de insuflar en el mundillo científico desde hace al menos una década, pero sin demasiados éxitos, salvo un puñado de excepciones.
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Se trata de una investigadora del Conicet que dedicó muchos años a estudiar la biología de las estrellas de mar patagónicas. Pero, en el año 2017, ante una necesidad de salud familiar, tuvo una idea inspiradora que la llevó a cambiar abruptamente su línea de investigación. En el transcurso de este lustro logró poner a punto técnicas innovadoras de cultivo de erizos de mar y con ese desarrollo pudieron generar una serie de productos biotecnológicos, de origen marino, que pueden consumirse en forma de suplementos nutricionales y que aportan comprobadas propiedades saludables.
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Estos preparados tienen un efecto antioxidante y son capaces tanto de disminuir la inflamación celular como de modular el sistema inmune de las personas. Para completar el círculo virtuoso, y no contenta con solamente transferir sus hallazgos experimentales, Rubilar le propuso su idea a una compañía pesquera que se animó a asociarse con el Conicet para financiar el emprendimiento y así desarrollar una nueva línea de productos «nutracéuticos«.
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Al poco tiempo, con un grupo de colegas, fundó «EriSea«, una empresa de base tecnológica que funciona en Puerto Madryn y que ya está a punto de lanzar sus primeros productos al mercado. La flamante startup utiliza como materia prima huevos no fecundados de erizos de mar, una especie prácticamente no explotada en Argentina. Y, acorde a los tiempos que corren, su emprendimiento sigue una filosofía original y poco común en el mundo empresario: respetar a rajatabla el bienestar de cada animal y solo fabricar los preparados en un formato sustentable.
Desconocido
«Aunque en Argentina no es un plato conocido ni se lo considera para la pesca comercial, en el mundo el erizo de mar es un animal comercializado por la industria gastronómica. De hecho, en algunas regiones se lo consume en altas cantidades», dijo la doctora Tamara Rubilar.
Y agregó, «en naciones como España, Japón o Chile es muy buscada a punto tal que en algunas regiones hay instituciones que se dedican a criar ejemplares juveniles en cautiverio para luego soltarlos y lograr repoblar algunas zonas que ya están sobreexplotadas».
En el caso de Argentina el uso del erizo será muy diferente: aprovechado en forma sustentable, sin afectar los ejemplares salvajes y con cada animal tratado y cuidado -a lo largo de su vida- bajo cánones éticos. Y este formato innovador nació gracias a una necesidad personal, a una serie de casualidades y a las convicciones de una bióloga.
«Mi segundo hijo», contó Rubilar, «nació en 2012 con varios problemas de salud. Tenía niveles bajos de glóbulos blancos y fuertes alergias a diversos alimentos. El tratamiento que los médicos le recetaron incluía el uso de corticoides». Claro que la toma a largo plazo de estos fármacos no es inocua y afecta el desarrollo de los chicos.
«Con mi marido no nos podíamos conformar, así que en mis ratos libres me puse a leer bibliografía y contactarme con inmunólogos buscando que otra cosa podíamos hacer».
Para esa misma época, el background profesional de Rubilar se había consolidado con su trabajo de años estudiando a los equinodermos, un filo (grupo) de animales que comprende a los erizos, estrellas y pepinos de mar. «El año en que nació yo trabajaba con colegas para poner a punto un alimento balanceado que pudiera ser utilizado en acuicultura para cultivar mejor a los erizos de mar».
Después de mil charlas con colegas, analizar papers y hablar con médicos, consideraron que para que su hijo mejorara su calidad de vida tenían que lograr «disminuirle» la inflamación celular y modular su sistema inmune.
«La literatura médica suele recomendar el uso de compuestos antioxidantes presentes en frutos como el arándano o el maqui, pero mi hijo no los toleraba. Y entonces empezamos a investigar otras moléculas antioxidantes pero de origen marino, que se podían obtener partiendo de compuestos producidos por el metabolismo de los erizos de mar cuyos huevos no fecundados contienen moléculas conocidas como espinocromas, que aportan polifenoles con efectos antioxidantes. «En concreto esos compuestos se obtenían a partir de los erizos, ¡qué justo era el animal con el que yo trabajaba a diario en mi laboratorio!», comentó Rubilar.
Lo que siguió fue un trabajo detectivesco que implicó ponerse en contacto con un grupo de científicos rusos, que desde su instituto en Siberia, habían descubierto, clasificado y usado esas mismas moléculas para desarrollar un fármaco cardiológico inyectable, con efectos antiinflamatorios y que se usa en Alemania para tratar cardiopatías.
Rubilar se enfocó en analizar los huevos no fecundados de los erizos de su laboratorio y comprobó que estaban repletos de espinacromas «saludables». Así que mientras las estudiaban en detalle comenzó a darle a su hijo preparados caseros hechos en base a ese elemento «sabiendo, por supuesto que era algo seguro e inocuo ya que son alimentos que se consumen regularmente en otros países».
¿Qué pasó? Que ese tratamiento natural le generó efectos positivos, disminuyendo la inflamación y modulando las reacciones alérgicas de manera tal que pudieron bajar la dosis de corticoides que le recetaban regularmente hasta llegar a interrumpirla por completo y solo continuó tomando inmunoglobulinas.
RESPETAMOS A RAJATABLA EL BIENESTAR DE CADA ANIMAL Y SÓLO FABRICAMOS NUESTROS PREPARADOS EN FORMA SUSTENTABLE.
«Más allá de que nuestro caso puede ser anecdótico, toda la situación nos llevó a pensar que era importante explorar mejor las posibilidades terapéuticas de esos derivados. Por eso seguimos estudiándolas, primero en nuestros ratos libres, hasta que finalmente cambió la línea de trabajo y nuestro laboratorio que funciona en el CENPAT del Conicet se especializó en este tema», rememoró la científica.
En 2017, ante una convocatoria de emprendedorismo, Rubilar esbozó sus ideas y hallazgos sobre el valor medicinal, y económico, que podrían aportar estos metabolitos. Y así comenzó a incubarse una Startup, que finalmente se constituyó con el aporte financiero de una pesquera de Puerto Madryn y el know-how de expertos de diversas disciplinas que entrevieron la oportunidad de incursionar en un nuevo negocio.
«Así armamos «Promarine Antioxidans» que hoy ya elabora tres productos diferentes en base a las espinocromas obtenidas de nuestros erizos y en algunas semanas más lanzaremos al mercado varias formulaciones», adelantó la experta.
Bioética
Pero este emprendimiento decidió trabajar de un modo poco común para una compañía comercial: la startup opera bajo estrictas normas éticas de bienestar animal, un asunto en el que Rubilar es también referente y autora de numerosas publicaciones científicas. «Nuestra idea no es pescar y faenar sino trabajar con unos 2000 erizos en cautiverio. De ese plantel extraemos la materia prima, de manera adecuada y ética, en la que es la primera planta piloto de acuicultura de erizos de mar de América Latina. Por supuesto, esos ejemplares no se sacrifican sino que viven en tanques apropiados, a la temperatura ideal y reciben alimentos y cuidados. «Sabemos que los erizos tienen comportamientos sociales y que se estresan en diversas situaciones. Por eso armamos un protocolo de trabajo que cuida su bienestar», destacó la investigadora del Conicet. Además, desarrollaron y patentaron un proceso biotecnológico inocuo pero que logra generar que sus erizos liberen sus huevos y produzcan hasta 500 veces más espinocromas que sus equivalentes en mar abierto. Así logran un rendimiento mucho mayor de materia prima, pero siempre asegurando el bienestar animal y sin tener que recurrir a solventes ni químicos contaminantes.
Poder sumar estos polifenoles marinos a la dieta cotidiana sería, según la científica, un aporte importante para la salud. «Nuestros suplementos dietarios pueden ayudar a contrarrestar parte de los efectos dañinos que genera el ingerir regularmente una alta cantidad de alimentos ultraprocesados», finalizó.
Productos antioxidantes
La compañía estará lanzando 3 productos: uno se combina con extractos de algas -que también cultivan en su planta productiva- y su efecto es disminuir la inflamación celular y aportar moléculas del complejo vitamínico B y ácido fólico. Otro producto es equivalente al nutracéutico elaborado en Rusia. Tiene efectos antioxidantes y ayuda a controlar el colesterol y la glucosa. La utilidad de este preparado ya está siendo ensayado en pruebas de doble ciego randomizadas, que fueron financiadas con un subsidio del Ministerio de Ciencia para analizar sus efectos en la evolución de 100 pacientes de hospitales como el Santojanni y el Muñiz. El objetivo es precisar sus efectos terapéuticos en personas con secuelas de Covid-19 (aún siguen sumando candidatos desde el mail: [email protected]). El último es un complemento que aporta ácidos grasos omega 3 (EPA y DHA) y fosfolípidos y sus propiedades son similares al aceite de Krill que estimula el funcionamiento del sistema cerebro-vascular.
La Nueva (Provincia), el tradicional diario de la zona de Bahía Blanca, lanzó una documentada alarma sobre la situación de los parques eólicos, de los que ya una apreciable cantidad está paralizada, por la dificultad de importar repuestos.Le pedimos a Daniel Arias, que ha escrito mucho en AgendAR sobre energías renovables, que analizara el tema. Y así lo hace, a continuación de esta nota.Sólo agregamos que es una historia que se ha repetido una y otra vez en Argentina. Gobiernos que reciben en algún momento una «lluvia de inversiones» (endeudamiento financiero), Macri, Menem, Juárez Celman, se embarcan en proyectos, buenos o malos, pero que no prevén la participación de la industria nacional. Todo importado (en este caso, menos el viento). Cuando los dólares se van… los argentinos cargamos con el muerto.
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«Si hay un mercado que creció en los últimos años, de manera contundente y sostenida, ese es el de las energías alternativas. En especial, la producción de electricidad a partir de aerogeneradores eólicos; es decir, el aprovechamiento del viento convirtiendo su energía cinética en eléctrica.
Sin embargo, luego de una gran etapa de instalación de parques, la situación se ha vuelto cada día más complicada.
En nuestro país hay cerca de 800 molinos, con capacidad instalada de 3.000 MW, de los cuales se estima que hay alrededor de 50 con problemas técnicos; algunos detenidos hace meses, por las dificultades que encuentran las empresas para importar insumos y repuestos, por falta de divisas y por complejidades burocráticas.
“Es algo increíble. Se están parando importaciones que permitirían generar energía equivalente a veinte veces lo que cuesta el insumo que se restringe, una energía que hay que reemplazar por combustibles más caros”, comentaron empresarios del sector consultados por La Nueva (Provincia).
“Pareciera que ningún funcionario tiene esa mirada integral de lo que ocurre; nadie hace estas cuentas”, agregaron.
Las energías renovables en general —eólica, solar— crecieron a pasos agigantados y, en cuatro años, pasaron de generar el 2,5 % de la demanda de electricidad, en el año 2018, al 14 % en 2021.
Bahía Blanca —y su región— han sido de los sitios del país donde más se ha visto el crecimiento de este sistema, atento a una serie de ventajas que ofrece, entre ellas, claro, un viento por demás adecuado.
Sin embargo, el sistema se ha topado en estos meses con un gran inconveniente: las restricciones que encuentran las empresas al acceso de divisas.
No es la falta de viento lo que está restringiendo la generación de energía eólica sino la falta de dólares, situación que toma más relevancia en el contexto de crisis energética producida por la falta de gas.
Por esta situación, la Cámara Eólica Argentina (CEA) envió una carta al presidente del Banco Central, Miguel Pesce, con copia al ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas; al secretario de Energía, Darío Martínez y a la titular de la AFIP, Mercedes Marcó de Pont, alertando sobre esta situación.
La cantidad de destinatarios que tiene la carta se debe a las varias —y variadas— barreras burocráticas que deben vencer las empresa para importar, ya que cada ventanilla impone una restricción cambiaria, agravada por la imposición del Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI) y de la Capacidad Económica Financiera (CEF).
El problema pasa por la imposibilidad de ingresar al país los repuestos necesarios para que ningún molino deje de funcionar. Por eso la realidad del sector es preocupante y la CEA registra —al menos— 50 aerogeneradores parados, incapaces de producir electricidad.
Consultado por este medio respecto si algunos de esos molinos se ubican en nuestra zona, el gerente general de la entidad, Héctor Ruiz Moreno, indicó que prefería no individualizarlos para no exponer a alguna empresa en particular, ya que el problema alcanza a las veinte compañías que integran la CEA y son las encargadas de generar el 70 % de la energía eólica del país.
Mencionó —de todas maneras— que “si esos inconvenientes no se subsanan, la cantidad de aerogeneradores detenidos aumentará”, más allá de reconocer que “algunas empresas van resolviendo los inconvenientes, invirtiendo tiempo y esfuerzos que podrían evitarse”.
El sector eólico importa más del 60 % de bienes e insumos.
Para que el Banco Central de la República Argentina les otorgue dólares a las empresas, éstas tienen que aprobar el Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones, instrumento de la AFIP que “prioriza los controles y la gestión de riesgo sobre las mercaderías”, y cumplir con la capacidad económica financiera.
El problema es que, al momento de las licitaciones, las empresas crearon subsidiarias para presentarse, las cuales no cumplen con las nuevas exigencias y no pueden comprar los productos necesarios.
La CEA señala que, en la Aduana, están frenados desde hace meses repuestos para un aerogenerador con potencia instalada de 3,6 MW. El valor de los mismos es de 15.000 dólares, pero la energía perdida exige aportar 385.000 dólares para compensar los 5.512 KW/h que se dejaron de producir con los molinos.
La falta de dólares es, además, un gran problema.
“Tenemos facturas adeudadas de varios meses que no podemos pagar por no tener acceso a los dólares. Algunos aerogeneradores exigen estudios específicos, como las radiografías de palas, que no los podemos hacer, y tenemos que dejarlos fuera de servicio”, explicaron.
También hay complicaciones con las empresas navieras. Como el Banco Central restringió la posibilidad del pago a término, atienden a otros mercados y a las compañías locales les cuesta conseguir quien les entregue la mercadería.
La carta
La crisis se agudizó con la Comunicación 7030 del Banco Central, con efectos en las importaciones para la industria eólica.
La CEA explicó que la situación se traslada a toda la cadena de valor del sector, particularmente a quienes fabrican y desarrollan componentes nacionales (torres, insumos eléctricos, logística y servicios) que ven frenada su expansión y el mantenimiento de las fuentes de trabajo si los desarrolladores y tecnólogos no pueden encarar sus proyectos con normalidad.
Las restricciones y requerimientos para las empresas que deban acceder al Mercado Único y Libre de Cambios han producido un profundo desarreglo, que no sólo entorpece la instalación de los parques, sino también su operación y mantenimiento.
Los procesos burocráticos obstaculizan aún más la posibilidad de llevar a cabo las importaciones y pagarlas, a través de procesos que se suman a las restricciones como concretamente son el SIMI y el CEF.
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“No desconocemos las dificultades por las que atraviesa el país en su macroeconomía. Y por esa razón hacemos los esfuerzos posibles, porque es nuestro sector el que hará posible que la Argentina cumpla con sus compromisos de París y COP 26 de Glasgow en materia de cuidado ambiental a través de la sustitución de los combustibles fósiles”, se indicó.
Por último, la CEA plantea conformar una mesa de trabajo y ayuda para tratar los problemas, encontrar soluciones de coyuntura y hacer propuestas para resolver la situación y ayudar al crecimiento del sector eólico.
Generación paralizada
Desde fines del siglo XX, dos generaciones de parques eólicos dan cuenta del desarrollo alcanzado en nuestro país.
Con el inicio del siguiente siglo, la mayoría de los parques de primera generación quedaron inoperantes por los inconvenientes técnicos y los obstáculos financieros y regulatorios, fruto de la fluctuación político-económica del país.
El parque eólico instalado en el año 1990 en la localidad de Río Mayo, en la provincia de Chubut, con 4 turbinas de origen alemán, abrió la primera generación de parques que se concretó entre 1990 y 2008.
Un ejemplo local pionero es el parque instalado por la Cooperativa Eléctrica de Punta Alta (CEPA), con tres equipos que pueden verse en la intersección de las rutas nacional N° 3 y provincial N° 249.
La CEPA se puso en contacto con la consultora alemana DECON y gestionó, con el Ministerio de Ciencia y Tecnología de Alemania, la adquisición de tres equipos Bonus, de 600 kW cada uno.
El ministerio alemán subsidió el 65 % de los equipos, la construcción y la conexión a la red y un vecino de Punta Alta puso a disposición el espacio necesario para su instalación.
A fines de 1998 quedó inaugurado el Parque Eólico Centenario.
A pesar de un mantenimiento regular, el desgaste provocó cada vez mayores desperfectos en motores, engranajes y cableado de los molinos.
La crisis de 2001 y la partida del país de empresas del rubro de eólico agravaron la situación y obligó a importar repuestos. Aparecieron, además, inconvenientes en la Dirección General de Aduanas que retrasaban el ingreso y la entrega de productos.
En la primera década de 2000 dos de los equipos quedaron inoperantes y el tercero fue detenido antes de que se rompiera.
CEPA buscó obtener subsidios y ayuda externa para costear las reparaciones pero, pese a los numerosos intentos, los aerogeneradores dejaron de operar.
En números
—La energía eólica es el aprovechamiento de la energía cinética del viento para transformarla, a través de aerogeneradores, en eléctrica.
—Por su carácter renovable es inagotable, no contaminante y de gran potencial de explotación.
—La Argentina cuenta con uno de los mejores vientos en cuanto a velocidad y persistencia y posee tierras para emplazar parques.
—El sector creció con la promulgación de la Ley del Régimen de Fomento Nacional para el uso de Fuentes Renovables de Energía, que permitió sentar las bases para su desarrollo.
—El pasado 1 de marzo se registraron dos marcas históricas, estableciendo un récord de aportes de generación eólica y solar, con 3.670 MW.
—El citado día 1, el 25.96 % de la demanda de energía eléctrica fue abastecida por fuentes renovables. De ese porcentaje, el 70,34 % provino del sector eólico; el 22 % del fotovoltaico; el 4,56 % del hidráulico y el 3,1 % de las bioenergías.
—En el año 2021 la energía renovable cubrió —en promedio— el 13 % del abastecimiento eléctrico del país.
¿Dónde está Bahía Blanca?
La ciudad de Bahía Blanca es señalada —por la Cámara Eólica Argentina— como una región estratégica para el desarrollo de parques eólicos, en razón de sus condiciones inmejorables gracias a la calidad de sus vientos, la cercanía al puerto y la conectividad.
De los 1.176 MW de potencia eólica de la provincia de Buenos Aires, el 20 % le corresponde a Bahía Blanca.
Según estudios de la UNS, la velocidad del viento —a 80 metros de altura— está entre 29 y 36 kilómetros por hora, lo cual genera factores de capacidad —energía anual que puede producir— de entre 35 % al 45 %.
Esto se considera excelente, teniendo en cuenta que, a nivel mundial, son aceptables factores mayores al 20 %.
Otros puntos favorables de la ciudad son su puerto, lo que permite el acceso del equipamiento de grandes dimensiones y la Zona Franca con depósitos adecuados.
La conectividad eléctrica es otro atractivo, con líneas de alta tensión y estaciones transformadoras apropiadas para la evacuación de la energía generada, al igual que los recursos humanos, con universidades nacionales y centros de capacitación para aportar el recurso humano calificado que se requiere.
En la zona cercana a nuestra ciudad se cuenta con 11 parques eólicos, con un total de 140 aerogeneradores.
El análisis de AgendAR:
Nuestra lectura de la situación es que el gran desembarco de equipos eólicos en el período de Macri fue eso, un desembarco, y un negoción financiero sin ribetes industriales. Que pagaremos muy caro.
El modus operandi fue simple. Se crean compañías operadoras sin capitales para que ganen licitaciones que excluyen todo intento de fabricación local, se importan equipos enteros sin componentes nacionales, salvo la torre en algunos casos. Y luego, cuando estos se empiezan a romper, hay que hacerles mantenimiento. Pero los repuestos no son gratis, como el viento. Y vienen de afuera. Y cuestan en dólares. Y los dólares no cuestan como en 2016, cuando se lanzaron con bombos y platillos los planes RenovAR 1, 2 y 3. Cuestan más.
Conclusión, 50 molinos parados. Dentro de poco, van a ser casi todos. ¿O acaso no pasó lo mismo a escala micro y local, con el parque eólico Ing. Morán de la Cooperativa de Servicios de Comodoro Rivadavia? Con el 1 a 1 de Menem, los equipos daneses se compraron a precios muy razonables. Luego se rompieron. Más tarde se rompió la convertibilidad, y el dólar quedó entre 3 y 4 veces más caro, y andá a conseguir un repuesto. De tanto estar parados y deteriorándose, algunos molinos empezaron a derrumbarse, porque el viento sigue costando lo mismo: nada. Pero es bastante brutal, y desgraciadamente es el único componente argentino.
Por las condiciones licitatorias, brutalmente esquinadas en favor de las operadoras de los planes RenovAR, la electricidad que los parques paralizados no produzcan se va a terminar pagando igual, por las buenas o cuando los inversores presenten los contratos en tribunales no necesariamente argentinos. Hay hasta un fondo estatal previsto para esa contingencia, que se llama sugestivamente FODER. Qué bien que nos abrocharon.
Gran diferencia con Brasil, para no ir demasiado lejos. Uno de los equipos más vendidos en Argentina, el Vestas V150 de 4,2 MWe, se produce íntegramente en Ceará, Brasil. Es majestuoso: con sus palas de casi 74 metros, llega a 250 metros de altura. Y lo único danés del equipo es la ingeniería, y está transferida a Brasil. ¿Se imagina la cadena de valor agregado local que se creó para poder fabricar esa majestuosa maravilla? Bueno, aquí no se hizo nada de eso. Pero se creó cantidad de trabajo en Dinamarca, quién lo duda.
El gobierno brasileño tuvo una política bastante clara para desarrollar los parques eólicos que hoy tachonan la larguísima costa atlántica brasileña, privilegiada -como casi todo litoral marítimo- por la constancia de su régimen de vientos. No un gobierno sino sucesivos gobiernos, y desde épocas de Cardozo, dijeron lo mismo: los fabricantes extranjeros de turbinas van a tener ventajas y promociones, pero deben fabricar sus equipos íntegramente en Brasil. Punto.
Lo que sucede en Brasil es que la electricidad se vende en moneda local, y el mantenimiento y las reparaciones se hacen en moneda local. No hay que hacer ninguna presentación burocrática ante la aduana brasileña, ni ante 4 o 5 ministerios, para conseguir dólares para agenciarse de un repuesto de Vestas, ni traerlo desde la lejana Dinamarca. Se compra en el mercado brasileño.
A fecha de hoy Brasil tiene 777 parques eólicos en operaciones, que suman un total de 9.042 turbinas, todas de producción local. En capacidad instalada, ya son 21,03 gigavatios. Generan -según las cámaras del ramo- suficiente electricidad como para iluminar 28,8 millones de hogares.
Eso es un slogan frecuente entre los eólicos: el viento es un recurso no sólo intermitente sino impredecible, y los 28,8 millones de hogares referidos consumen electricidad a demanda, no a cuenta. Pero no hay duda de que con factores de carga altos y mantenimiento constante, 21,03 gigavatios eólicos instalados en el país han ahorrado muchísima agua en los embalses hidroeléctricos, el recurso clave de la red de potencia brasileña, durante las dramáticas sequías de 2020 y 2021.
Lo que nos entusiasma en AgenAR de la energía eólica es justamente su capacidad de crear trabajo calificado. Subrayamos: MUY calificado. La fabricación de las decenas de miles de componentes de una turbina grande, incluído el tren de transmisión y las palas, incluye maquinado de precisión, aleaciones especiales, materiales dopados con tierras raras para los componentes magnéticos, y sobre todo la fabricación de las palas capa sobre capa de telas de fibra de vidrio o de carbono, que es absolutamente artesanal y además abre camino a otros dos negocios nacionales: la fabricación de cascos navales de plásticos reforzados, y la de aviopartes.
Es todo lo que aquí se tiró a la basura con la libre importación de 3000 MW de equipos sin mancharse las manos con fabricación local. Lo dicho, un negoción financiero de señoritos. La queja porque la maldita burocracia del estado impide el acceso a los dólares necesarios para importar repuestos es parte del «show business», está prevista.
El negocio industrial genuino era fabricar todo aquí, y en pesos. ¿O acaso no tenemos una capacidad ociosa importante en las industrias metalmecánica, naval y aeronáutica? ¿O acaso no tenemos recursos humanos capacitados y ociosos?
Según el organismo de «Market Intelligence» de la GWEC, o Global Wind Energy Council, el mundo ya ostenta 751 GW instalados, y esa industria generó 1,2 millones de puestos de trabajo directos. En 2020, las estadísticas del GWEC para los principales países con fabricación local de turbinas eran éstas: China tenía 550,000 trabajadores en el ramo, Brasil 260.000, EEUU 115.000, y la India 63.000.
Se denomina parasitosis a las enfermedades infecciosas causadas por parásitos. Y pocas enfermedades están tan relacionadas con las condiciones de vida como las parasitosis.
Pueden afectar a cualquier persona, pero están infinitamente más expuestos quienes no disponen de agua potable o de algún sistema seguro de tratamiento de las excretas; por ejemplo, algo aparentemente tan sencillo como un baño.
Los más perjudicados son los chicos. Además de síntomas como picazón anal, diarrea, distensión y dolor abdominal, nerviosismo o irritabilidad, sufrir parasitosis a corta edad puede causar desnutrición y repercutir sobre el desarrollo intelectual y cognitivo más tarde. Y es preocupante, porque tiene parásitos intestinales más de la mitad de la población infantil de nuestro país.
“Los parásitos son organismos visibles y no visibles para el ojo humano, que para su supervivencia requieren de otra especie a la que se denomina huésped. Las parasitosis intestinales probablemente sean la enfermedad más frecuente del tubo digestivo en todo el mundo y la Argentina no es ajena: tienen parásitos más de la mitad de los chicos –dice Edgardo Smecuol, médico del Hospital Bonorino Udaondo y ex presidente de la Sociedad Argentina de Gastroenterología (SAGE).
«Es una patología de la pobreza y nuestro país tiene una gran población debajo de la línea de pobreza. Por segundo año, desde la SAGE, organizamos una campaña dirigida a los medios de difusión, a la población y a los médicos para difundir información sobre el problema”.
Una investigación publicada en 2017 conducida por la bióloga Graciela Navone, del Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores (Cepave) de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) sobre niños preescolares y de escuela primaria indicó que la mayor frecuencia de parasitosis con protozoos se encontró en Misiones, con el 66,5% de niños afectados, y la menor en Chubut, con 19,2%. En la provincia de Buenos Aires fue del 42,2%.
“Las frecuencias de parasitosis en la Argentina responden al complejo mosaico de variabilidad climática y socioeconómica del país y revelan una tendencia descendente de norte a sur y de este a oeste. Los que están más presentes en nuestra población son los protozoos y dentro de estos los más dañinos son las giardias, un parásito cosmopolita que está acá y en todo el mundo”, explica Navone.
Una enfermedad, sobre todo, de la niñez
Además de un sistema inmune en formación, los chicos tienen hábitos que los ponen más en riesgo. “Están más en contacto con ambientes contaminados, juegan con la tierra y el agua –explica Jaime Altcheh, jefe de Parasitología del Hospital Ricardo Gutiérrez e investigador clínico del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y del Conicet. Una cuestión importante son las mascotas. Hay que desparasitarlas periódicamente y realizar un manejo responsable de las excretas de perros y gatos. El toxocara es un parásito que eliminan los perros; las giardias son eliminadas por perros y gatos”.
“Los oxiuros, por ejemplo, son parásitos muy comunes en los chicos y producen mucho prurito (hormigueo o irritación de la piel). Se rascan la zona anal, llevan los huevitos de los oxiuros en las uñas, se ponen las manos en la boca o juegan con otros chicos y se infectan y autoinfectan permanentemente”, agrega Lucio González, médico pediatra y gastroenterólogo infantil del Hospital Municipal de Niños de San Justo.
González afirma que las parasitosis se asocian con la mala absorción de nutrientes y vitaminas, que el organismo realiza en buena parte dentro del intestino. “Hay chicos que pueden no ser menos inteligentes, pero sí tener trastornos en la resolución de problemas complejos. No olvidemos que el intestino es nuestro segundo cerebro”.
La contaminación del suelo, explica Smecuol, es clave: “El suelo se infecta con la materia fecalparasitada en lugares donde el agua no es segura y se contamina con las excretas. Desde el suelo los parásitos llegan al intestino por dos vías: en algunos casos los huevos atraviesan la piel, y por eso sugerimos no andar descalzo. Pero la mayor contaminación surge de la transmisión fecal-oral: los chicos viven llevándose cosas a la boca y si no hay modo de lavarse las manos y las uñas con agua segura, o no hay baños ni cloacas y las personas deben defecar al aire libre, las infecciones se propagan de manera rápida y silenciosa. Si el agua no es segura, tampoco se pueden lavar bien los alimentos, por ejemplo, las verduras. Y otra fuente de infección son las carnes mal cocidas”.
González describe que si bien existen parásitos muy visibles, que se eliminan bajo la forma de gusanos en la materia fecal,hay muchos que no se ven. “Síntomas como diarrea crónica, bajo peso, dolor abdominal o síntomas no digestivos como infecciones de piel frecuentes o respiratorias deberían hacer sospechar parásitos”.
Cómo y cuándo tratarlos
Un paso crucial es el diagnóstico, enfatiza Altcheh. “Hay que hacer análisis de materia fecal. Siempre abogamos para que se indique un antiparasitario luego de un correcto diagnóstico. No hay resistencia humana a los antiparasitarios, pero podría haber si se usan en forma indiscriminada, como ocurre con el ganado. En el hospital donde trabajo [de niños Ricardo Gutiérrez], se realizan adecuadamente los análisis de materia fecal y se dispone de medicación también”.
Cada tipo de parásito se combate con un medicamento específico y, en algunos casos, debe repetirse el tratamiento unas semanas después.
Sin embargo, el análisis de materia fecal puede no ser suficiente. “Hay algunos parásitos que requieren el test de Graham. Por ejemplo, los oxiuros –agrega Smecuol–. Para diagnosticarlos se pone una cinta especial en el área perianal porque los huevos se acumulan allí y no siempre son posibles de identificar a través de un análisis de materia fecal”.
Smecuol puntualiza que en los hospitales públicos de pediatría el Estado tiene disponible medicación antiparasitaria (que se toma por vía oral) para entregar en forma gratuita, y que si el hospital no tiene una dotación disponible se puede gestionar mediante trámites. “Es medicación no costosa, muy eficaz y segura, pero la logística para conseguirla debería ser más sencilla para que las personas accedan más fácilmente».
«Cada tipo de parásito se combate con un medicamento específico y, en algunos casos, debe repetirse el tratamiento unas semanas después, con el objetivo de eliminar los parásitos adultos que nacieron de los huevos que resistieron las primeras dosis de medicamento”, afirma. No siempre es necesario que se trate todo el núcleo familiar conviviente.
Smecuol suma que entre 2000 y 2015 se llevaron adelante en el país programas de desparasitación en zonas de alta y mediana prevalencia (del 25 al 50% de la población afectada). “Se llamó Tratamiento Antihelmítico Masivo y Reiterado (TAMR) –explica–. Es una sugerencia de organismos internacionales y sería deseable que continuara”.
“Así como existen programas para pacientes con diabetes o con VIH sida, también debería haberlos para tratar a las personas en los bolsones de parasitosis, para hacer una intervención activa. Pero en estos momentos estamos desprotegidos”, añade González, y enfatiza que “uno podría matar la mayoría de los parásitos lavándose bien las manos”.
En este sentido, Navone, que estudia las parasitosis hace más de 40 años, comenta que su grupo realiza un relevamiento piloto en una población cercana a la ciudad de La Plata y que comprobó una disminución de las infecciones. “Allí las condiciones del ambiente no mejoraron, siguen teniendo las mismas carencias de cloacas y agua potable, pero debido al coronavirus aumentaron sus cuidados personales. Fueron incorporando el hábito de lavarse más frecuentemente las manos, tratar mejor los alimentos que comen crudos, purificar el agua con el hervido o la cloración. Y encontramos menos parasitosis por esas conductas preventivas”, aclaró.
Según la especialista, el tema de las parasitosis estigmatiza a las poblaciones más pobres sin analizar la complejidad del problema. “Muchas veces hemos puesto plata de nuestro bolsillo para visitar áreas endémicas, como por ejemplo la provincia de Misiones, buscando llevar alguna solución –dice–. Y hemos visto que las personas carecen de información. En esa provincia hay un parásito que entra por los pies y la gente va descalza. Les explicamos el riesgo y al día siguiente muchos estaban con zapatillas o zapatos. ‘Nunca nos habían contado lo que nos explicaron ustedes’, nos comentó un señor de más de 50 años. También vemos frecuentemente que cuando un paciente aparece con algún cuadro de gastroenteritis los médicos siempre piensan en otra cosa, nunca en parásitos”.
Organizaciones gremiales, sociales y políticas volverán a movilizarse el miércoles 20 de abril en una «marcha nacional en defensa del Río Paraná y el Canal Magdalena» como así también por la defensa de «la Soberanía Marítima, Fluvial y la Industria Naval y del trabajo argentino».
La protesta cuenta con el respaldo de escritores, periodistas y legisladores, entre otras personalidades, y se desarrollará a partir de las 11, frente a la sede del Ministerio de Transporte, avenida Paseo Colón 315, en el Bajo porteño. Y ha sido estimulada por las conflictivas versiones sobre la próxima licitación del dragado de la Hidrovía Paraná-Paraguay.
«El 20 de abril vamos a hacer una gran marcha convocada por la mesa por la Soberanía del Río Paraná y la construcción del Canal Magdalena, que son los dos grandes ejes y que además son abarcativos de la defensa de los puertos y el trabajo de los argentinos», adelantó el gremialista Oscar Verón (CTA Autónoma), capitán fluvial que conoce la actividad del dragado.
En la Multisectorial a cargo de la convocatoria participan el escritor Mempo Giardinelli, el ex titular de la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables Horacio Tettamanti, la ex diputada fueguina Alejandra Portatadino, el periodista Luciano Orellando -autor del libro «Argentina sangra por las barrancas del río Paraná»– y el dirigente Julio Urien, de la Fundación Interactiva para Promover la Cultura del Agua (Fipca).
También forman parte de la iniciativa ATE Nacional, Soberanxs, el ex titular de la Federación Agraria Pedro Peretti, el periodista Néstor Piccone, el diputado provincial de Santa Fe Carlos del Frade (Frente Social y Popular), la referente del Foro por la Recuperación del río Paraná Mónica Polidoro, la ex legisladora santafesina Mercedes Meir (Soberanía Popular) y el abogado Santiago Alí Brouchoud.
Sobre la gestación de la marcha, Verón contó que fue coordinada «con compañeros y compañeras» que se reúnen desde hace semanas con el objetivo de «confluir» en una marcha frente a la cartera de Transporte, que tiene bajo su órbita todo el proceso licitatorio para el dragado y balizamiento del Paraná.
Entre los argumentos de la protesta, el dirigente de la CTA Autónoma enumeró: «Es importante movilizarnos el 20 de abril porque el Gobierno no nos escucha. En vez de recuperar la soberanía de los ríos y puertos y construir el Canal Magdalena, que son nuestros grandes reclamos, han optado por profundizar y seguir entregando a las multinacionales el trabajo argentino, sin que el Estado haga el control necesario sobre las riquezas que se van del país y los impuestos que no se pagan».
Y a modo de ejemplo, planteó: «No es posible que las empresas que operan en los puertos de la mal llamada Hidrovía facturen más de 52.000 millones de dólares al año, por ejemplo en el año 2020. ¿Quiénes controlan las toneladas cargadas y el pago de impuestos? ¿Por qué esas ganancias no quedan en el Estado nacional?», reprochó.
Además, anunció que la protesta del próximo miércoles «será de carácter nacional» ya que en paralelo a la marcha en CABA «habrá movilizaciones a la Bolsa de Comercio de Rosario y en los puertos ubicados a lo largo del río Paraná», detalló.
En estos días se cumplieron 10 años desde la decisión del gobierno argentino de expropiar el 51% del capital accionario que el holding español Repsol poseía en YPF y sus empresas asociadas. En esta nota se recogen declaraciones de funcionarios y referentes de distintos sectores del oficialismo. Puede considerarse, entonces, como una visión parcial, porque hoy la oposición difícilmente las comparta públicamente. Pero la realidad actual del mundo muestra que ningún país puede darse el lujo de dejar su política petrolera, de energía, en manos ajenas.
En ese momento, uno de los argumentos más importantes para impulsar la acción fue la necesidad de recuperar la soberanía petrolera y frenar la caída de la producción. Ese año se había perdido autoabastecimiento y la faltante de combustibles afectaban la demanda.
Argentina era productora de hidrocarburos pero no tenía el control de su política energética. El alerta llegó cuando en 2011 por primera vez hubo saldo comercial negativo entre la exportación y la importación de combustibles.
“La lógica de la gestión de Repsol, que la había comprado a precio de ganga en los ´90, era dejar de invertir y endeudarse. YPF terminó funcionando dentro de la lógica de la multinacional, donde la última prioridad era que tuviéramos gas y petróleo accesibles en Argentina. La estatización era para el país una cuestión de soberanía”, declaró el gobernador Axel Kicillof al ser consultado ayer sobre el tema.
Luego remarcó que la situación de la petrolera manejada por Repsol «venía en una caída catastrófica», con bajas del 40 al 42% en la extracción de petróleo y gas. Kicillof explicó que la gestión estatal logró revertir esta situación al crecer «25% en gas, 16% en petróleo, y con la puesta en marcha de los yacimientos en Vaca Muerta».
Vaca Muerta representa la segunda reserva de gas no convencional y la cuarta en petróleo del mundo. El actual presidente de YPF, Pablo González, recordó la estatización y dio detalles sobre la actualidad de la petrolera. «La decisión de recuperar YPF fue una de las más trascendentales en la historia de la empresa».
Según un informe de la CEPAL, tres años después de la nacionalización los resultados estuvieron a la vista: «La decisión de reinvertir esas utilidades, más el financiamiento que pudo obtener YPF, derivó en una importante expansión de las inversiones y la consiguiente capitalización de la compañía que, a su vez, fue apuntalada por la política oficial hacia el conjunto del sector de aumentar los precios domésticos para impulsar la actividad.
Estos recursos volcados al complejo hidrocarburífero local permitieron imprimirle otra dinámica a YPF y quebrar la tendencia descendente que registraban los flujos de producción de petróleo y gas natural, como también las reservas de estos combustibles. Principalmente, las dos provincias donde mayor dinamismo se advirtió fueron Santa Cruz y Neuquén, con características distintas en la medida en que esta última tiene un gran potencial en recursos no convencionales», indicaron Mariano Barrera, Damián Kennedy y Hernán Palermo.
En relación a la producción de Vaca Muerta, YPF aporta el 60% en petróleo y el 30% en gas. En 2022, la empresa planea invertir u$s 1.600 millones para incrementar en un 40% la producción de gas y petróleo en Vaca Muerta. El costo de desarrollo de las operaciones de YPF en Vaca Muerta se redujo en seis años en un 56% y está muy cerca de valores internacionales (similares a los del Permian, que es el desarrollo de los Estados Unidos que más se parece a Vaca Muerta).
Al igual que todas las empresas del país, YPF recibió un golpe duro. Pero en 2021, pero logró recuperarse con una inversión de u$s 2.700 millones. Entre los principales indicadores de esa recuperación es que en el 2021, por primera vez en cinco años, la producción de hidrocarburos no fue negativa y se logró frenar el declino de los campos maduros a través de la recuperación secundaria y terciaria.
Para el 2022, la empresa proyecta un 40% de crecimiento de la inversión con un total de u$s 3.700 millones que serán destinados en el desarrollo de Vaca Muerta y la modernización y adecuación de las refinerías. En las energías renovables, YPF también está siendo un actor relevante con la producción de tres parques eólicos, el segundo productor de energías renovables del país.
En conmemoración, Martín Guzmán, actual ministro de economía celebró en sus redes sociales los 10 años de la nacionalización: «Hoy se puede hablar de construir soberanía energética porque hace 10 años se tomó una decisión estratégica. Hoy Vaca Muerta tiene la importancia que tiene por esa misma decisión. Recuperar YPF fue un acto de soberanía que cambió la dinámica sectorial».
«La transformación más relevante fue el notable aumento de la inversión para poner en marcha el desarrollo productivo de Vaca Muerta, la segunda reserva mundial de gas no convencional y la cuarta de petróleo no convencional. Y así, cambiar la historia energética de nuestro país», agregó.
«Luego de una nueva etapa de desinversión y declive desde fines de 2015, YPF está transitando un notable proceso de recuperación, con el mayor programa de inversión del último lustro (USD 3.700 millones). Cuando YPF crece, toda la industria energética nacional se potencia».
«Hoy Argentina enfrenta una gran oportunidad para acelerar el desarrollo energético, lo que sería transformacional para nuestro sistema productivo y la estabilidad económica. La decisión sobre YPF del 16 de abril de 2012 permite que 10 años después este camino sea posible».
El secretario general de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, Mohammad Barkindo, advirtió “Podríamos ver potencialmente la pérdida de más de 7 millones de barriles por día de las exportaciones rusas de petróleo y otros líquidos, como resultado de las sanciones actuales y futuras u otras acciones voluntarias”.
La Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP) dijo a la Unión Europea que las sanciones presentes y futuras sobre Rusia podrían crear una crisis de suministro de crudo y que es “casi imposible” reemplazar la oferta rusa. Pese al escenario descripto, la organización habría desoído el pedido de Europa de incrementar la producción. Solicitudes similares de Estados Unidos también fueron rechazadas en el último año.
Funcionarios europeos renovaron el pedido de incrementar la producción durante una reunión en Viena con representantes de la OPEP. Sin embargo, la organización no dio señales favorables y planteó que la oferta de crudo y combustibles de Rusia no se puede reemplazar.
«Considerando la perspectiva actual de la demanda, sería casi imposible reemplazar una pérdida de volúmenes de esta magnitud», señaló el secretario general Barkindo.
Durante la reunión, los funcionarios europeos dijeron que la OPEP podría proporcionar más producción a partir de su capacidad disponible. Sin embargo, el secretario general dijo que la volatilidad actual en el mercado es el resultado de «factores no fundamentales» que están fuera del control de la organización.
La OPEP+, que incluye a otros productores como Rusia, viene sosteniendo la postura de no incrementar la producción más allá de lo acordado entre los países exportadores. El actual acuerdo plantea elevar la producción en un máximo de 432.000 barriles adicionales por día para mayo.
Los reiterados pedidos de Estados Unidos para incrementar la producción no hicieron mella hasta hora en la organización. La administración Biden viene realizando esa solicitud desde mediados de 2021, antes de las fuertes subas en los precios del petróleo y del gas. Con la guerra desatada en Ucrania el escenario de precios y abastecimiento global se tornó aún más volátil.
La producción en Estados Unidos regresó a niveles cercanos a la pre pandemia, pero el gobierno quiere que las petroleras aumenten mucho más la producción para contener los precios. Para las petroleras existen distintas razones que hacen difícil cumplir con ese pedido, pese a los altos precios del crudo.
La perspectiva de una desaceleración económica en las principales economías roducto de los niveles de inflación está comenzando a incidir en los precios del barril. El barril Brent, que tocó semanas atrás un pico de 120 dólares, cotiza actualmente más cerca de los 100 dólares.
La OPEC recortó el martes pasado su pronóstico de crecimiento en la demanda de petróleo para 2022, citando como problemas la guerra en Ucrania, la inflación en alza e impulsada por los precios del crudo y el resurgimiento del coronavirus en China. Aún así los problemas por el lado de la oferta global de crudo mantienen altos los precios.
El último reporte mensual de la organización indica que la demanda mundial crecerá en 3.67 millones de barriles diarios en 2022, lo que implica una caída de 480.000 barriles con respecto al informe anterior. De todas formas sigue esperando que el consumo mundial supere los cien millones de barriles diarios en el tercer trimestre.
La producción de la OPEP en marzo aumentó en 57.000 bpd hasta alcanzar 28,56 millones de bpd, por debajo del aumento de 253.000 bpd que la organización autorizó para dicho mes. El pronóstico de crecimiento en el suministro fuera de la OPEP en 2022 se redujo en poco más de 300.000 bpd a 2,7 millones de bpd.
Breve comentario de AgendAR:
La demanda futura de petróleo es imprevisible con certeza, por la incertidumbre en cuanto a la recuperación de la economía global. Pero la demanda actual, ante un descenso de la provisión por parte de Rusia, es un dato muy cierto. Y por razones que exceden a esta nota, tanto los exportadores tradicionales de petróleo, como las empresas del nuevo gran exportador, EE.UU., anuncian que no podrán satisfacerla.
Es una situación interesante, con algunos riesgos, para un país que posee la cuarta reserva muncial de petróleo no convencional. El nuestro.
“La definición por parte del Estado del sector espacial como un área estratégica y el mantenimiento de las políticas de mediano y largo plazo han hecho posible que nuestro país hoy tenga un lugar relevante en Latinoamérica y el mundo, y que sus capacidades sean reconocidas globalmente”, afirma el ingeniero Raúl Kulichevsky, director ejecutivo y técnico de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE).
La constelación de los SAOCOM (Satélite Argentino de Observación por Microondas), actualmente en servicio, y, antes, sus hermanos menores de la serie SAC (Satélite de Aplicaciones Científicas) son muestras concretas del trabajo de esta agencia.
“La existencia de la CONAE como agencia espacial, la interacción que tiene en materia de cooperación internacional y la definición del Plan Espacial Nacional, con metas a diez años, nos permiten trabajar, a mediano plazo, en el desarrollo de capacidades de observación de la Tierra y de exploración del espacio ultraterrestre”, precisa Kulichevsky, para quien la continuidad en el sector es fundamental para avanzar en la concreción de los distintos proyectos.
La agencia, que cumplió veinte años en 2021, es heredera de la Comisión Nacional de Investigaciones Espaciales (CNIE), fundada en 1960, lo que marca la larga trayectoria de la Argentina en la materia.
“La definición por parte del Estado del sector espacial como un área estratégica han hecho posible que nuestro país hoy tenga un lugar relevante en Latinoamérica y el mundo», dice Kulichevsky
La CONAE es una agencia auténticamente federal, con centros de investigación, desarrollo y producción en distintos puntos del país. Consultado sobre la función de cada uno de ellos, su director recuerda que, en el Centro Espacial Teófilo Tabanera (CETT), ubicado en Córdoba, tienen lugar los desarrollos asociados a la propulsión y los procesos de manufactura. Por su parte, el Centro Espacial Punta Indio (CEPI), se especializa en la manufactura, integración, ensayo y lanzamiento de vehículos experimentales. Mientras tanto, en el Centro Espacial Manuel Belgrano (CEMB) se realizan los lanzamientos de los vehículos Tronador I y II. Finalmente, en las cercanías de Tolhuin, se encuentra la Estación Terrena Tierra del Fuego, que incrementa las capacidades de la instalación similar ubicada en el CETT de Córdoba y que, próximamente, serán complementadas con la instalación de dos antenas en la base antártica Belgrano, la más cercana al Polo Sur que tiene nuestro país.
RUMBO AL NUEVO PLAN ESPACIAL
Respecto del nuevo Plan Espacial Nacional, el director de la CONAE destaca que se están ajustando los últimos detalles, antes de ponerlo a consideración del Poder Ejecutivo Nacional. “Va a ser el producto de la participación amplia de usuarios de información satelital, instituciones del sector científico-tecnológico, instituciones educativas, otros ministerios y empresas privadas”, enfatiza Kulichevsky.
“El Plan Espacial va a ser el producto de la participación amplia de usuarios de información satelital, instituciones del sector científico-tecnológico, instituciones educativas, otros ministerios y empresas privadas”, enfatiza el director ejecutivo de la CONAE, Giovanni Sacchetto.
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El actual viceministro de Ciencia y Tecnología, Diego Hurtado, subraya: “Es la primera vez que se incluye al sector privado espacial, que está en pleno crecimiento. Trabajando de manera asociativa con las instituciones y empresas del Estado (CONAE, VENG, INVAP), un número creciente de pymes del sector privado nos está permitiendo dar un salto cualitativo en materia aeroespacial”.
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Entre los principales actores privados, cabe destacar a las firmas DTA, Innova Space, Satellogic, Tlon Space, LIA Aeroespace, Space Sur y Ascentio.
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Hurtado remarca que, después de un período de desfinanciación entre 2016 y 2019, “se ha vuelto a poner proa en la CONAE para alinear el Plan Espacial con un proyecto de país que tenga a la ciencia y la tecnología en las primeras líneas de sus políticas públicas”. En ese sentido, definió la agencia espacial criolla como “un arquitecto que tracciona y maximiza la sinergia entre universidades, instituciones técnicas del Estado, empresas públicas y privadas, además de la cooperación internacional con agencias de otros países”.
UN OBJETIVO AMBICIOSO: LOS VEHÍCULOS LANZADORES
En cuanto a los proyectos puntuales en los que está trabajando la CONAE,Kulichevsky se muestra convencido de que “contar con vehículos lanzadores propios es un paso muy importante para el logro de la independencia tecnológica nacional y el dominio de las nuevas tecnologías”.
Al respecto, remarca que “los vehículos experimentales (VEx) se utilizarán para la comprobación de los desarrollos tecnológicos en áreas como propulsión, estructuras, navegación, guiado y control”.
El director ejecutivo de la CONAE aclara que, en todos los casos, la propulsión será a base de oxígeno líquido y querosén (LOx/KER). En cuanto a los vehículos que se están desarrollando, puntualiza que el Tronador II nos dará la posibilidad de colocar en órbita satélites o conjuntos de satélites de hasta 500 kilos de peso en su conjunto, en órbitas bajas de entre 400 y 700 kilómetros de altura; mientras que el Tronador III tendrá una capacidad de hasta 750 kilos.
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EL CAMINO HACIA LA AGENCIA ESPACIAL LATINOAMERICANA
Kulichevsky sostiene que ALCE “será un hito trascendental para el desarrollo de las capacidades de los sectores espaciales de los países de la región, potenciando las posibilidades de cooperación y la sinergia entre las distintas agencias nacionales”.
“Pensando en las moralejas que nos dejó la pandemia, se puso en evidencia la debilidad de la cooperación científico-tecnológica entre los países de la región”, reconoce, por su parte, el viceministro Diego Hurtado, quien fue durante dos años vicepresidente de la CONAE. “La búsqueda de complementariedad en un sector estratégico es un paso muy importante”, completa, al tiempo que pondera la inserción del sector espacial argentino en un proyecto de alcance regional.
La secretaría de Energía confirmó que realizará audiencias públicas los días 10, 11 y 12 de mayo para avanzar con la aplicación de nuevos aumentos en las tarifas de luz y gas. Para la mayoría de la población este ajuste adicional será de hasta 21,5% en gas y 17% en luz y no podrá superar el 42,72% a lo largo de todo el año. De este modo, el ministro de Economía Martín Guzmán avanza, pese a las resistencias del cristinismo. Los aumentos entrarían en vigencia a partir del 1 de junio.
El aumento promedio para la mayoría de los usuarios de gas del país será de 21,5%, mientras en el caso de la luz la suba llegará al 17%. Los beneficiarios de la tarifa social no tendrán mayores aumentos de gas durante este año y para los de la luz el retoque será de 6%.
Energía informó que el 10% de usuarios residenciales de los servicios de gas y de electricidad, con mayor capacidad de pago, dejará de recibir el beneficio de subsidio a la energía, aunque no aclaró a cuánto llegará el aumento en ese caso.
La audiencia para definir el nuevo precio del gas natural en el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST) será el 10 de mayo, la audiencia para actualizar el Precio Estacional de la Energía Eléctrica (PEST) será el 11 de mayo y la audiencia para definir la implementación de la segmentación en el otorgamiento de los subsidios tendrá lugar el 12 de mayo. En todos los casos, los encuentros comenzarán a las 10 horas y se realizarán de modo remoto a través de la plataforma Webex.
Las tarifas ya subieron un 20% en marzo y a los pocos días de aplicado ese ajuste el gobierno informó que avanzaría con un nuevo incremento que formó parte de la negociación con el FMI. Lo acordado en el memorando es que los beneficiarios de la tarifa social tendrán un aumento equivalente al 40% del Coeficiente de Variación Salarial (CVS) del año anterior, mientras que para el resto de los usuarios la suba será equivalente al 80% del CVS del año anterior.
En 2021 el CVS subió 53,4%. Por lo tanto, para los que tengan tarifa social la suba tendrá un tope del 21,36% y para el resto ese límite será del 42,72%, salvo el 10% de mayor poder adquisitivo que deberá afrontar un incremento sustancialmente mayor ya que se le quitarán los subsidios.
El subsecretario de Energía Eléctrica Federico Basualdo hizo conocer la semana pasada un documento crítico sobre el aumento que impulsa el ministro de Economía Martín Guzmán. Esto ha abierto una cuota de incertidumbre al reajuste tarifario en marcha.