El escándalo de los «cuadernos de Centeno» ya comenzó a golpear en el mercado de títulos y acciones. Aunque sólo hay un puñado de empresas, hasta ahora, que han sido vinculadas a la causa judicial, empezaron a verse efectos en las cotizaciones.
Así el Merval cerró en baja, presionado por los papeles de Ternium, una firma de Techint. «Ya vemos un impacto importante en los bonos. Albanesi, MSU, entre otros. Todos se movieron fuerte para abajo», explicó Leonardo Chialva, de Delphos. La semana pasada, tras la detención de Armando Losson, CEO de Albanesi, la compañía tuvo que volver a postergar la salida de un bono. El título de deuda que la compañía colocó en 2016 ya cayó 22% desde que comenzó el escándalo.
Ya antes la calificadora de riesgo Moody´s había alertado en un comunicado: «Las investigaciones y órdenes de arresto son negativas para Electroingeniería y Albanesi. Conllevan un claro riesgo de reputación y distraerán a la gerencia de las operaciones diarias».
En mayor o menor grado, todas las empresas vinculadas a la obra pública y a la importanción de energía están sufriendo esos efectos.
«El litio es el nuevo petróleo, y Argentina tiene la posibilidad de liderar una nueva revolución industrial en torno a este recurso», aseguró Daniel Layton, socio de Ensorcia Metals Corporation, una firma energética que se está enfocando en el negocio de las energías renovables.
Layton visitó Buenos Aires para encontrar una mejor locación para instalar una planta de baterías de litio.
La inversión proyectada es de u$s 400 millones para construir y operar dos plantas industriales: una en Argentina y otra en Chile.
«Hemos desarrollado una tecnología propia para fabricar baterías de litio que es amigable con el medioambiente, dado que prácticamente no generamos desechos, y
reutilizamos el agua en un 95%», detalló ante uno de los cuestionamientos a esta actividad: la utilización de grandes cantidades de agua y productos químicos que degradan el ambiente, para extraer el litio de los salares.
«Nuestro plan es integrar la producción de baterías, y generar una cadena de valor, que vaya más allá de extraer el recurso y exportarlo para ser procesado en otro país. Pensamos instalar las fábricas lo más cerca posible de los salares de litio, e incentivar la fabricación local de vehículos y motos eléctricas. Estamos en conversaciones con al menos tres compañías interancionales».
Más allá de este proyecto de Ensorcia Metals, las proyecciones de Goldman Sachs indican que para 2025, el 25% del parque automotor mundial va a ser eléctrico. Las principales automotrices -sobre todo europeas y japonesas- tienen previsto migrar su flota hacia vehículos sustentables en los próximos años.
Las acciones del grupo farmacéutico alemán Bayer, nuevo propietario de Monsanto, perdían alrededor de 11% en la bolsa alemana después de la condena sin precedentes a la empresa agroquímica estadounidense por su herbicida Roundup.
El proceso histórico contra Monsanto, el primero relacionado con el posible carácter cancerígeno de los productos con glifosato de Monsanto, podría salirle caro a Bayer, que había cerrado a principios de junio la compra del gigante estadounidense por US$ 63.000 millones.
Sin embargo, el grupo alemán se mostró optimista sobre el recurso que tiene previsto presentar su filial Monsanto contra la condena que le obliga a indemnizar a un hombre en EE.UU. que asegura que el cáncer terminal que padece se debe a su exposición al herbicida glifosato.
Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos financiarán durante cinco años la colaboración de un investigador del Conicet en el Instituto Leloir con una colega de la Universidad de Harvard.
El objetivo es identificar los programas genéticos que se activan en una neurona durante su desarrollo en el cerebro adulto y viejo, lo que podría inspirar el desarrollo de terapias para prevenir o atenuar el deterioro cognitivo por Alzheimer o lesiones traumáticas.
Recibirán un importante subsidio para investigar la secuencia de pasos que determinan la producción de neuronas que ocurre en el hipocampo adulto (región cerebral de la memoria y el aprendizaje) y el modo en que este proceso se altera por el envejecimiento.
Se trata del doctor Alejandro Schinder, director del Laboratorio de Plasticidad Neuronal en la Fundación Instituto Leloir (FIL), y la doctora Paola Arlotta, del Departamento de Células Madre y Biología Regenerativa de la Universidad de Harvard, quienes recibirán fondos del Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares, que depende de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos, en el marco de un programa del Centro Internacional Fogarty, que apoya la investigación global de trastornos del cerebro y del sistema nervioso.
Mediante la realización de experimentos con modelos animales, Schinder y Arlotta apuntan a identificar los mecanismos genéticos y moleculares que regulan las diferentes etapas que atraviesan las neuronas que se «fabrican» en el hipocampo y que luego se «enchufan» al circuito del cerebro adulto.
«Se sabe que el hipocampo y otras áreas específicas del cerebro siguen fabricando neuronas durante toda su vida, un proceso conocido como ‘neurogénesis‘ que está vinculado con el aprendizaje y la formación de nuevas memorias», explica Schinder.
«Nuestra línea de trabajo ayudará a comprender a nivel molecular los factores responsables de la disminución de la plasticidad con la edad», señala el investigador argentino, quien resalta que precisamente el objetivo del proyecto binacional es encontrar los programas genéticos que se activan secuencialmente en una neurona durante su desarrollo en el cerebro adulto y viejo.
Para identificar los genes que cumplen un rol en cada uno de los momentos del desarrollo de las neuronas nuevas del hipocampo, «será necesario emplear técnicas de secuenciación masiva a nivel de una célula única, haciendo uso intensivo de herramientas de análisis bioinformático e integración masiva de datos para ayudar a la interpretación biológica de experimentos», afirma un científico argentino que va a colaborar con el proyecto, el doctor Ariel Chernomoretz, jefe del Laboratorio de Biología de Sistemas Integrativa del Instituto Leloir y también investigador del Conicet.
Los subsidios del Centro Internacional Fogarty, que este año cumplió medio siglo, buscan promover investigaciones sobresalientes en Estados Unidos y el resto del mundo que apuntan a encontrar soluciones a las necesidades de la salud pública global.
Schinder, más allá de la satisfacción personal, destaca que «debemos tomar como ejemplo el hecho de que Institutos Nacionales de la Salud de los Estados Unidos decidan financiar proyectos internacionales porque consideran que las cuestiones fundamentales se resuelven explotando la diversidad de pensamiento, con sus diferentes focos y geografías. Es rol ineludible del Estado Argentino sostener y alimentar la valiosa diversidad y calidad que hoy identifican a nuestra propia comunidad científica, imprescindible generadora de soluciones a los problemas actuales de nuestra sociedad».
El 40% de los empleados de la Administración Pública Nacional cobró un plus por presentismo, durante el cuatrimestre que fue de febrero a mayo, según datos oficiales.
La mitad de esos 80.000 empleados cobraron $ 5.200 el mes pasado, por no haber faltado ni un sólo día a su lugar de trabajo durante los meses de febrero a mayo. Y el resto cobró un porcentaje de esa cifra, según la cantidad de días que tuvo faltas justificadas.
Es que el pago es cuatrimestral y surge de contabilizar $ 1.300 mensuales para los que tienen asistencia perfecta; $ 910 mensuales para quienes tuvieron hasta cuatros faltas justificadas, durante el cuatrimestre; y $ 520 mensuales, para los que faltaron hasta ocho veces en ese período.
Pero los empleados que no pudieron justificar una de sus faltas, perdieron la posibilidad de cobrar el plus y, además, tuvieron descuentos en sus haberes, a razón de $1.100 por día sin ir a trabajar.
Esta es la tercera vez que se realiza un pago por presentismo. El primero fue para el período junio-septiembre del año pasado; el segundo, por octubre 2017 a enero 2018; y el último fue el pago por el período febrero a mayo de este año.
Un decreto del mes pasado establece que no ingresará más personal nuevo a los ministerios, Jefatura de Gabinete, ni organismos descentralizados como AFIP, PAMI, ANSES, entre otros, bajo cualquier modalidad de empleo o contratación hasta fines de 2019.
Se establecen excepciones «autorizadas» para las universidades, Conicet, personal del servicio exterior, Fuerzas Armadas y de seguridad. También para los concursos en marcha o nuevos -pero internos-, como los de la alta dirección; los habilitados por la Ley de Presupuesto para reponer vacantes; los cargos previstos en «estructuras orgánico-funcionales» y si hay «riesgo operativo, previo agotamiento de búsqueda interna y autorización extraordinaria».
Frente a los proyectos que impulsan la acuicultura con especies exóticas en el mar argentino, el Foro para la Conservación del Mar Patagónico alertó sobre los impactos ambientales, sanitarios, sociales y económicos que causaría la actividad.
Un grupo de 23 organizaciones argentinas e internacionales agrupadas en el Foro para la Conservación del Mar Patagónico y Áreas de Influencia publicó un informe para advertir sobre los graves impactos que tendría el cultivo de salmones y truchas en la costa argentina. De eso tratan las inicitivas que están siendo consideradas por el gobierno nacional y por la provincia de Tierra del Fuego.
Las agrupaciones se nuclean alrededor de FARN (Fundación Ambiente y Recursos Naturales), cuyo perfil histórico ha sido «business friendly»por décadas). Entre los científicos, preside el Foro el Dr. Claudio Campagna, investigador principal en el CENPAT de Madryn, el mayor de los institutos oceanográficos del CONICET y asesor científico en biodiversidad del Proyecto Pampa Azul. En un país donde los ecologistas con consignas terminan siendo un enemigo natural de los ecólogos con doctorados, muchos de los 23 organismos y personas firmantes acreditan títulos que les vale ser escuchados. No son el activismo pago, mediático y autorreferencial de la Gran Multinacional de Salvar al Planeta, que en esta movida no aparece.
Básicamente, el Foro cuestiona la propuesta de instalar y operar centros de cultivo de salmónidos por tratarse de especies introducidas que no pertenecen naturalmente a la Argentina. Pero, citando al Indio Solari, «El futuro llegó hace rato»: en el brazo del Canal del Beagle que separa Isla Redonda de Bahía Ensenada, en pleno Parque Nacional Lapataia, 30 km. al Oeste de Ushuaia, hubo jaulones flotantes de cultivo de truchas arcoiris desde los ’90. También hay algunos a 75 km. hacia el Este de esa capital, siempre sobre la orilla argentina del Beagle, en la pequeña bahía de Puerto Almanza, frente a la ciudad chilena de Puerto Williams sobre la isla Navarino.
Allí en Almanza la gobernadora fueguina Rossana Bertone y el Ministro de Ciencia, Lino Barañao, con un fondo de $ 143 millones, quieren escalar la producción artesanal a tamaño industrial con un conjunto de granjas de cultivos marinos multiespecies, «multitróficas», en la jerga. Hasta ahora, en Almanza la actividad es mínima: desde 1991, unos 30 pescadores artesanales extraen centollas, centollones, mejillones, cholgas y otros moluscos. Con la iniciativa INNOVACUA de Bertone y Barañao, presentada por la Subsecretaría de Pesca a la FAO (la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) y en la que tiene interés (o intereses) hasta la lejana Noruega, todo esto pasaría a escala industrial e intensiva. Habrá granjas multitróficas de salmónidos, erizos de mar, además de todas las especies enumeradas que hoy en Almanza se extraen salvajes. Lo que se quiere impedir ya sucedió: la diferencia es de escala. Pero como sabe todo científico, hay algo cualitativo en lo cuantitativo. “En base a la abundante información científica y técnica disponible, el cultivo de especies introducidas en un ecosistema tan rico y frágil como el mar patagónico representaría un error histórico que lamentaremos para siempre. Las graves implicancias ambientales de la salmonicultura, sobre todo en ecosistemas donde estas especies no son nativas, están totalmente comprobadas y son irreversibles”, sostiene el Dr. Claudio Campagna.
Lo que Campagna pronostica para el Beagle ocurrió hace décadas al Norte en aguas interiores. Empezó en los los lagos de cabecera de los arroyos cordilleranos que confluyen en esos pocos ríos capaces de cruzar la meseta patagónica rumbo al Atlántico. La siembra deliberada de truchas arcoris, para pesca deportiva, y luego las granjas de cultivo de éstas y de salmones Chinook, especies de crecimiento muy rápido y con gran demanda gastronómica, terminó con la colonización de todas estas cuencas fluviales gracias a los «prófugos». Su voraz descendencia barrió con los peces nativos, como los puyenes.
Un pescador levanta un salmón Chinook obtenido en el Río Grande. (Fuente: Patagonian Green).
Los salmónidos traídos desde el Pacífico Norte ya se «acriollaron» hace décadas y no se irán más. Les falta sólo tener DNI. Pero en este caso puntual, nadie perdió plata. Más bien lo contrario. Hay estadounidenses que pagan hasta U$ 500/noche por «apertura de tranquera» en estancias colindantes con algún arroyo o río patagónicos, deseosos de enganchar una arcoiris de 10 o 12 kg o un Chinook aún mayor. Son frecuentes en el Río Grande.
Las especies invasivas traídas a la Argentina ganan por knock-out a las nativas, al punto de que casi todos nuestros compatriotas hoy las creen originarias. ¿Hay daño económico en ello? A veces, y puede ser grande. Los castores importados desde Canadá a Tierra del Fuego para generar una industria peletera en los años ’30 hoy son plaga: no tienen predadores ni parásitos locales, de modo que vienen devastando alegremente el bosque primario de lenga y ñire en todo el corazón de la isla. ¿Y eso a quién afecta? A bastante gente industrial.
a plata turística y maderera que generan esas forestas es importante en Tierra del Fuego. Peor aún, en un clima menos extremo, la piel del castor fueguino es mucho menos tupida que la de sus antecesores canadienses: en términos peleteros, no sirve para nada. Tampoco han servido los esfuerzos para exterminarlos.
Escapando de las recurrentes guerras entre franceses y alemanes, el industrial cervecero alsaciano Emilio Bieckert se instaló, durante la presidencia de Sarmiento, en Buenos Aires. Pero no se limitó a traerse el equipo técnico con que produjo tanta buena cerveza en los campos de Llavallol, sino también jaulas con gorriones para no extrañar tanto su pueblo de origen, Barr. Los hiperprolíficos gorriones desalojaron a los chingolos, mistoles y jilgueros autóctonos. En 1931 ya eran plaga tanto para la agricultura extensiva como para las quintas frutícolas. Se los empezó a exterminar. Pero con hasta 4 nidadas/año por pareja reproductiva, los gorriones ni se enteraron y aquí siguen. Los porteños los aprecian de un modo distraído. Los quinteros del Alto Valle del Río Negro, no.
Lo que el Foro quiere es impedir que sucedan más de estas cosas en el Canal del Beagle, pero el problema no está en la fauna sino en los métodos de cría o cultivo. Las salmoneras ya instaladas en Chile codician aguas más prístinas, con mayor flujo de corriente que disperse hacia el Atlántico la contaminación química y de materia orgánica que generan del lado oriental de los Andes, donde se acumula en aguas más cerradas.
La geografía costera chilena, con su laberinto de canales, fiordos, puertos profundos y caletas, se llenó de tal modo de jaulones de cultivo desde mediados de los ’70 que sus aguas, mucho menos circulantes que las del Beagle, perdieron su pureza inmemorial. Su biodiversidad y productividad caen por el aporte masivo de los antibióticos, antiparasitarios y otras sustancias químicas que permiten (precariamente) que salmónidos naturalmente muy migratorios sobrevivan atestados en jaulones como presos en un camión celular. En Chile se documenta hasta el cansancio la acumulación de residuos sólidos y líquidos ricos en plaguicidas en el fondo marino, y su impacto negativo sobre los mamíferos marinos y aves nativos.
El albatros de ceja es una de las especies que podrían verse afectadas.
“Las mismas empresas que pretenden instalarse en Argentina llevan treinta años operando en Chile, donde han causado un daño de enorme magnitud en un ecosistema que no sólo es único, sino que tiene un potencial extraordinario para el turismo de naturaleza. La experiencia chilena debería servir para no replicar el mismo camino en la Argentina”, argumenta Alex Muñoz, director del programa Pristine Seas de National Geographic y coautor del documento.
No hay por qué copiar los modelos de desarrollo de National Geographic, cuyo eje no es lo económico o lo social, pero tampoco el chileno. El nuestro no está tan mal. Los mamíferos y aves marinas en el Beagle argentino son parte del paisaje salvaje que vienen a comprar (por un rato) los turistas europeos y asiáticos en su recalada por la isla. Después del gas y los armaderos electrónicos (que desde 2016 arrojan personal en caída libre por la libre importación), el turismo receptivo es el negocio más expansivo, el que emplea más gente en la isla, de modo más estable y pagando mejores sueldos.
La corriente de aproximadamente 3 nudos que fluye por el Beagle desde el Pacífico al Atlántico, ¿será suficiente para dispersar los excesos de materia orgánica y pesticidas en las granjas multitróficas que se vienen a Almanza? Habrá otroas también en los espejos de agua de Punta Paraná y Punta Remolino. ¿O los residuos se acumularán en los «hotspots» de cultivo intensivo y aguas arremansadas, para mal de lobos marinos, pingüinos, albatros, cormoranes, ostreros, palomas antárticas y petreles, todos actores de lucimiento en «el show turístico del Fin del Mundo»? Estamos por descubrirlo, parece.
Los feedlots bovinos en la Argentina reciben críticas por consumir hasta 65 gramos de antibióticos por tonelada de carne. Algunas salmoneras chilenas que buscan desembarcar en la costa norte del Beagle traen antecedentes más debatibles en la materia, según la Dra. Lisbeth van der Meer, de Oceana, ONG participante del Foro. Australis Mar, Trusal SA, Salmones Aysén, Salmones Multiexport SA, gastan entre 950 y 600 gramos por tonelada de trucha o de salmón, cifras que se pudieron saber en Chile por requisitoria judicial. Si los cultivadores en fiordos chilenos (¡y noruegos!) se vienen hacia nuestras aguas, menos abrigadas y más veloces, ¿es por la mayor demanda de producto, o porque saturaron sus fiordos? ¿O por ambas cosas?
¿Y qué aportan? Puestos a elegir los fueguinos entre industrias que tendrán que convivir a palos, las preguntas son varias. Los antibióticos usados en salmonicultura son idénticos o emparentados con los que usamos los humanos. Su consumo a bajas dosis genera cepas bacterianas multirresistentes: el día que uno, que no es petrel de ceja ni pato vapor sino apenas un humano, se agarra una infecciosa bacteriana con esas cepas, a la industria farmacológica le queda poco «plan B» en su arsenal para curarla.
Pero la pregunta del millón (de los millones) en una isla que agrupa a migrantes del resto de la Argentina en búsqueda de trabajo, hoy jaqueados por una desocupación como no se veía desde los ’90, es un «¿qué aportan?» de contadores, más que de biólogos. Las ganancias del turismo en el Beagle, amén de los sueldos e impuestos generados en hotelería, gastronomía, transportes y «tours», quedan en la Argentina (por ahora). ¿Se podrá decir lo mismo de las multinacionales salmoneras? ¿Incluso de las noruegas?
En AgendAR no tenemos las respuestas. Sí las tienen los doctores Lino Barañao y Claudio Campagna. Y son totalmente diferentes. Una prudencia razonable sugiere elegir la opción que NO tiene consecuencias irreversibles.Turismo en la provincia más austral de Argentina ¿podría ser afectado por esta industria pesquera?
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el club de países ricos al que el gobierno quiere que Argentina ingrese, afirma en un informe que a partir de la década del 90 la movilidad social se estancó en nuestro país. Que menos gente en la parte inferior de la pirámide social ha podido ascender mientras los más ricos han mantenido sus fortunas. Lo grave es que tiene razón.
«Esto tiene graves consecuencias sociales, económicas y políticas», concluye el nuevo informe de la OCDE.
Un estudio del organismo, titulado «¿Un elevador social descompuesto? Cómo promover la movilidad social«, afirma que, considerando los actuales niveles de desigualdad y la movilidad intergeneracional de los ingresos, el niño de una familia pobre necesitaría en el promedio de los países de la OCDE por lo menos cinco generaciones para alcanzar un nivel medio de ingresos.
En el caso de la Argentina, dicho período para salir de la franja social pobre se extiende a seis generaciones, al igual que en Chile. En el caso de Brasil ese lapso se estira a nueve generaciones, y para Colombia abarca a once.
En los países nórdicos demanda de dos a tres generaciones.
El informe grafica este estancamiento en materia social: Uno de cada tres niños con un padre que percibe bajos ingresos también tendrá bajos ingresos, mientras que para la mayoría de las otras dos terceras partes, la movilidad ascendente se limita al grupo de ingresos próximo.
SALIDAS POSIBLES
Por eso, la entidad insta a que los países establezcan políticas que brinden a todos la oportunidad de ascender, a través de un aumento de las inversiones en educación (sobre todo a temprana edad), a la salud y a la familia que «crearían condiciones más justas para los niños desfavorecidos y moderaría el impacto de las privaciones financieras en el futuro».
Entre las políticas públicas, mencionó aquellas que permiten «acceder a viviendas asequibles de buena calidad y transporte, así como una mejor planificación urbana también contribuirían a reducir las divisiones regionales y las concentraciones de hogares desfavorecidos en las ciudades».
En cuestiones fiscales, recomienda reducir la evasión de impuestos sobre herencias y donaciones, y diseñar sistemas tributarios progresivos con tasas adecuadas y exenciones reducidas mejorarían la movilidad social.
También recomendó «fortalecer las medidas de protección social y los programas de capacitación, así como vincular los derechos de protección social con los individuos, no con los empleos, ayudaría a las personas (sobre todo a quienes ganan poco) a sobrellevar la pérdida de su trabajo».
Mapa con los estados miembros de la OCDE en 2018
Frente al reciente «viernes negro», cuando se disparó el dólar y el riesgo país, y al próximo «supermartes», el gabinete económico y el Banco Central se encuentran abocados a delinear algunas medidas con el objetivo de proteger las reservas y enviar señales que calmen a los mercados.
El primer punto es clave para lograr el segundo. Ya que el nivel de reservas del Central, que cerró el viernes por debajo de los US$ 57 mil millones, empieza a preocupar por la pérdida de dólares que se ha registrado en muy poco tiempo.
Desde que se firmó el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) hasta ahora, no llega aún a dos meses, se perdieron cerca de US$ 6 mil millones.
Se estaría tratando de cerrar muy pronto un acuerdo que permita alargar los plazos y a estirar los vencimientos de las LEBACs e instrumentar otro mecanismo de regulación de liquidez que no lleve a ese tipo de concentración de pagos, que finalmente termina haciendo presión sobre el tipo de cambio.
También se dialoga con un grupo de bancos sobre un posible acuerdo llamado “repo”, por el cual podría conseguirse un préstamo de hasta US$ 50 mil millones para engrosar las reservas, mientras en paralelo también se retoman diálogos con el Banco de Basilea para tener abiertas líneas de fondeo.
Además, la gestión anterior del Central había reactivado contactos para duplicar el swap de monedas con China, conversaciones que no se han frenado.
Las decisiones se analizarán con los técnicos del FMI –que hoy inician su visita. Pero desde las autoridades locales se piensa en endurecer algunos aspectos de la política monetaria, restringiendo los encajes y haciendo cambios en el esquema de subasta de dólares.
También se considera -con algo de vacilación- establecer restricciones a la libertad que han gozado los exportadores, especialmente en el sector cerealero, para ingresar los dólares al país producto de sus ventas al exterior.
Finalmente, un punto tal vez más delicado: lograr que el Fondo acepte flexibilizar el convenio que establece límites rígidos a cualquier intervención en el mercado cambiario, más allá de las ya autorizadas. Uno de los dogmas centrales del FMI es un tipo de cambio libre. Sin embargo, en el Central dicen que en el acuerdo está previsto que “si hay disrupción” pueden intervenir.
Nuestra posición en AgendAR, que hemos sostenido a lo largo de estos meses y que ampliaremos en una nueva nota de Opinión, es que intentar solucionar los problemas de la economía argentina exclusivamente a través de mecanismos financieros es imposible. Y si éstos sólo contemplan más endeudamiento en divisas, llevan al desastre.
El CEO de Bioceres, Federico Trucco, planteó la necesidad de que en la Argentina se apruebe el uso del trigo transgénico resistente a sequía. Lo hizo en Córdoba, en el marco del Congreso de AAPRESID, la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa.
Según afirmó Trucco, el trigo resistente a sequía mejora el rinde de 9 a 19%, según las regiones, y podría aportar al país 3 millones de toneladas más del cereal. en una cosecha habitual para el país. Además de la tolerancia a sequía tiene resistencia a glufosinato de amonio.
También señaló que en Bioceres están dispuestos a que el Gobierno haga un listado donde la empresa tendría que hacer inversiones para que se avance en la autorización.
El trigo resistente a sequía ya tuvo el visto bueno del Senasa y la Conabia, pero no de la Subsecretaría de Mercados Agropecuarios.
Vale recordar que la firma ya tiene aprobada la soja tolerante a sequía, pero el país espera el visto bueno de China. Si China la aprueba, el año que viene multiplicaría entre 10.000 y 20.000 hectáreas.
La intervención del habitualmente prudente CEO de Bioceres refleja la impaciencia que los productores rurales y los sectores vinculados han ido acumulando frente a la demora, medida en años, que imponen los organismos encargados de la autorización de nuevos procedimientos, cuando han sido desarrollados por empresas nacionales. Esto ocurre, señalan, con todos los gobiernos.
La disposición de un monto no imponible para el cálculo de las contribuciones a la seguridad social;
La unificación de la alícuota a cargo de las empresas por esos conceptos,
La eliminación progresiva de la posibilidad de contabilizar parte de esos pagos a cuenta del IVA.
Estas son las tres medidas incluidas en la última ley de reforma tributaria que están vinculadas con los costos de una contratación laboral. Combinadas, esas disposiciones tienen diferentes efectos según el lugar del país en que se apliquen. Y según un informe elaborado por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), el peso de las contribuciones patronales terminará, de hecho, siendo en algunos casos más elevado que el actual en lugares como Santiago del Estero, Salta, Jujuy, La Rioja, Tucumán y Catamarca.
Así, por ejemplo, en el caso de un sueldo bruto de $ 36.000 los cambios derivarán, en la ciudad de Buenos Aires, en una caída del costo laboral que será de 0,7 puntos porcentuales este año, de 1,4 puntos en 2019 y que llegará a 4 puntos en 2022 (las medidas se aplican en forma progresiva en cinco años). En cambio, en la ciudad de Santiago del Estero, por ejemplo, el efecto combinado de todo lo dispuesto será un alza del costo de 1,3 puntos porcentuales en 2019 y de 6,8 puntos en 2022 (la comparación es con 2017).
Para salarios más elevados, el alza del costo se prevé mayor aún.
Los otros aspectos de la reforma tributaria vinculados a las contribuciones tienen consecuencias dispares según la actividad y la zona. Una modificación consiste en el camino de unificación de la alícuota pagada para financiar las prestaciones de la seguridad social. Hoy aportan 21% de las remuneraciones las empresas de servicios y 17% las del resto de las actividades. La ley dispuso que esa imposición baje o suba (según el caso) en forma gradual, hasta unificarse en 19,5% en 2022 (este año las tasas son de 20,7% y 17,5%, respectivamente)
«La reducción de contribuciones se siente con un poco más de fuerza en empresas de servicios no pymes, que pasarán gradualmente desde el 21% al 19,5% en 2022 -señala el contador Sebastián Mancuso, del Grupo GNP-. Puede resultar lógico, dado que estas empresas son, en general, mano de obra intensivas».
Pero la medida que mayormente impacta en forma diferencial es la reducción gradual, hasta su eliminación, de la posibilidad que existe en diferentes zonas del país de tomar parte de las contribuciones como pago a cuenta del IVA.
Hasta 2017 «un salario de $18.000 en Catamarca que tenía una alícuota de 17%, abonaba $3060 pero podía tomar a cuenta del IVA $1368, porque eso le permitía el decreto 814», ejemplifican los economistas Nadin Argañaraz y Daniela Cristina, del IARAF. Entonces, la alícuota efectiva de la contribución era del 9,4%. En cambio, en la ciudad de Buenos Aires si la alícuota correspondiente era del 17%, en ese nivel se quedaba la tasa efectiva, porque en la jurisdicción no existe la posibilidad de tomar parte de las contribuciones como un crédito fiscal.
La eliminación de los pagos a cuenta comenzará a aplicarse gradualmente a partir de 2019.
«El sector público ya no podrá actuar de forma contracíclica cuando el sector privado tenga dificultades», señala en esa misma línea Argañaraz. El trabajo del IARAF especifica que, solo para mantener estable la proporción de ocupados respecto de la población total entre este año y 2022, entre 65% y 91% de los puestos laborales (con variaciones según la provincia) debería ser creado por empresas privadas.
El problema, plantea el informe, tendría mayor fuerza en las provincias en las que más impacta la reducción y eliminación de los pagos a cuenta.
Mientras que en la ciudad de Buenos Aires esta medida no implica ninguna baja de la carga laboral (porque hoy no pueden tomar nada de las contribuciones patronales como crédito fiscal), en provincias como Santiago del Estero, Salta, Jujuy, Tucumán, Catamarca y La Rioja, la reducción en el costo de las cargas que implica la norma todavía vigente es de entre 7,6% y 10,75%, según consigna el informe.
Para evitar despidos ante la fuerte caída del mercado interno, la automotriz estadounidense General Motors y la conducción de SMATA Rosario acordaron un esquema de suspensiones en la planta de General Alvear, que afecta a 1.500 operarios.
En tanto, en la planta de motos Guerrero, ubicada en la localidad de San Lorenzo, se redujeron las horas de trabajo, y los empleados cobrarán, por las horas no trabajadas, el 75 % del monto correspondiente.
Hace una semana los carroceros del Gran Rosario, que conforman el principal polo de producción del país, se reunieron en la sede local de la Unión Obrera Metalúrgica ( UOM) para denunciar que trabajaban al 20 % de su capacidad y que hay 3 mil puestos de trabajo, directos e indirectos, en peligro. Tras reunirse con el ministro de Trabajo provincial y con la titular de la cartera de Producción, la semana próxima llevarán su planteo a la cartera productiva nacional.
El Informe Global 2018 sobre Excelentes Empleos, de Gallup, destacó que lo más deseado por los trabajadores es un empleo estable, en relación de dependencia. Es el que se sigue considerando como «excelente» y es el que más escasea.
En la clasificación de Gallup se lo denomina «trabajo a tiempo completo para un empleador».
En el mundo 3 mil millones de personas siguen buscando un «empleo excelente» pero solo 214 millones lo tiene.
¿Qué se considera un buen empleo? Es el que «todo el mundo quiere», asegura Jon Clifton, Global Managing Partner en Gallup. Un mínimo de 30 horas por semana y un salario pagado por un empleador.
Los datos de Gallup para la Argentina hablan de un 71% de personas sin un empleo a tiempo completo; un 22% con buenos pero no excelentes empleos y solo un 7% con excelentes empleos que elevan el compromiso y la productividad.
El informe sigue diciendo que las personas comprometidas son las que tienen un excelente empleo, con el equipamiento que necesitan y un fuerte sentido de misión y propósito derivado de ese trabajo. ¿Dónde están los estos empleos? Muchos de ellos, en las pymes.
Ellas ofrecen la mayoría de los mejores empleos disponibles aún en los países económicamente desarrollados. Los menos desarrollados tienen pocos grandes empleadores y pocas pymes. «Debido a la falta de buenos empleos en los países menos desarrollados, muchos residentes recurren a actividades de subsistencia», dice el informe.
En América latina en su conjunto el promedio de buenos empleos asciende al 26% y el de «excelentes» es igual al de Argentina en particular, el 7% .
«Además de buenos empleos, el ideal es crear excelentes empleos, que permitan a los individuos aprovechar al máximo su tiempo y su talento. Esto fomenta el compromiso, que lleva en promedio a un 17% más de productividad», concluye el informe.
Según escribe Vicente Donato, de la Fundación Observatorio Pyme, «nuestras pymes son débiles y desde hace años casi no generan nuevos puestos de trabajo, cuando en todo el mundo este segmento es el creador de empleo por excelencia.
«Las comparaciones internacionales muestran que la participación de las pymes argentinas en el empleo total está todavía al menos 10 puntos por debajo de los estándares de los países de alto nivel de ingresos, según la clasificación del Banco Mundial. Sin embargo, seguimos retrocediendo. Mientras en Estados Unidos entre 2007 y 2016 las empresas formales de menos de 50 empleados crearon el 53% de los puestos de trabajo, en la Argentina durante el mismo período las empresas formales de la misma dimensión crearon solo el 22%».
Un graduado de Ingeniería en Informática de la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM) desarrolló un sistema de realidad aumentada para personas no videntes llamado Visión Eco Reflectiva Sobre Objetos (VERSO). Es un dispositivo de ecolocación, el modo de discernir el entorno de murciélagos y delfines a partir de ecos, rebotes de sonido. Está compuesto por un casco de alrededor de 2 kg. y un par de auriculares que capturan los ecos el entorno y lo transforman en chasquidos. Con el debido entrenamiento, estos permiten determinar la distancia entre el oyente y los objetos, y el ángulo de los mismos respecto de los ejes de la cabeza. De ese modo, el usuario obtiene una suerte de imagen sónica tridimensional de sus alrededores.
La expresión «Realidad Aumentada» es particularmente correcta, porque los humanos tenemos naturalmente cierta capacidad de ecolocación, no entrenada y no usada por los videntes debido a que dependemos básicamente de nuestros ojos para navegar el entorno. Pero se ha comprobado que muchos ciegos ecolocalizan, a veces pasivamente (escuchando el rebote de los sonidos ambientales en los objetos), y otras activamente, generando chasquidos con la boca o los dedos.
El ingeniero y creador Javier Lucio manifestó que “el proyecto se dio a luz en 2017, con la inauguración del Polo Tecnológico de la UNLaM, luego de tres años de trabajo y pruebas”. El dispositivo es un prototipo cuyo futuro inmediato es volverse diez prototipos, pero diminutos y desagregados. La electrónica estaría en una riñonera, y los auriculares de emisión y captación de ecos, en unos anteojos de no más de 100 gramos.
VERSO, explica el joven de Ituzaingó “trata de mejorar la calidad de vida a la mayor cantidad de personas”, habida cuenta de que “construye, en el cerebro, un entorno tridimensional que le permite ampliar el campo de desarrollo y movimiento, y, por ende, no queda supeditado al paso del bastón”. La definición volumétrica del entorno que da VERSO en su modelo actual es notable: en una escalera, el usuario logra discernir los escalones.
Asimismo, Lucio destacó que la UNLaM lo ayudó a exhibir su invento, que fue ganador de la Mención de Honor al Desarrollo Tecnológico otorgado por la Cámara Argentina de la Mediana Empresa. Además, agradeció el acompañamiento del cuerpo docente durante la carrera y en cada iniciativa de los alumnos.
“La persona no vidente necesita de 18 horas de entrenamiento para tener una noción del sistema de audio”, explicó el creador. VERSO, dice: “no sustituye al bastón, pero ayuda bastante”.
Mientras el tsunami del cuaderno parece aún no encontrar su punto más alto, el Gobierno busca moderar sus efectos sobre una economía que ya tiene serios problemas, y que depende en gran medida de la obra pública para sostener un piso de actividad.
Por eso el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, encabezó una reunió con los principales bancos para darles la «tranquilidad» que los proyectos de obra pública continuarán sin alteraciones.
Acompañado por el secretario de Política Económica del Ministerio de Hacienda, Guido Sandleris, y al secretario de Participación Público Privada, José Luis Morea, el titular de Transporte se dirigió a un auditorio integrado por los representantes de los bancos HSBS, ICBC, BICE, Citi, UBS, Banco Mayorista, Santander, Itaú, Supervielle, Banco Francés y Banco Galicia.
Según fuentes que participaron de la reunión, Dietrich enfatizó que desde 2015 «cambió la forma de hacer obra pública en la Argentina; cambiaron las reglas de juego y los procesos licitatorios». En ese sentido, recordó que antes los pliegos de las licitaciones se compraban y hoy son gratuitos de acceso libre y anónimo, por lo que nadie sabe quién se presenta. En ese sentido, desde el Ministerio de Transporte dicen que «con la transparencia hemos logrado multiplicar la concurrencia a la obra, y la mayor competencia ha generado mejores precios y menos gasto para el estado. Hacer una autopista en 2015 valía el doble de lo que vale ahora».
Y se hizo hincapié en la necesidad de que los bancos se comprometan con la continuidad del financiamiento de los PPP porque «una empresa no es solamente quien la dirige sino también son sus operarios, sus ingenieros; tenemos una responsabilidad con la gente que trabaja en las obras».
Fuentes ministeriales explicaron además que se han acelerado los pagos de la obra pública, lo que significó en julio una inyección de caja al sector de la construcción. Además, para sostener y monitorear la obra pública, continúa la mesa de trabajo intersectorial que «tenemos cada dos o tres meses con la UOCRA y la CAC dónde se evalúa el avance de las obras y el empleo», remarcaron.
Por otro lado, el Jefe de Gabinete, Marcos Peña, el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, y Mario Quintana, se reunieron con la cúpula de la CGT: Juan Carlos Schmid, Héctor Daer y Carlos Acuña, con el mismo objetivo.
Según el Ministerio de Transporte para fin de año habrá obras de autopistas finalizadas y en ejecución por unos 2800 kms, lo que representa la misma cantidad que las que se hicieron en los últimos 65 años.
La maquinaria agrícola es el termómetro más fiel para medir la temperatura de negocios en el agro. Los datos que arrojó el segundo trimestre son una muestra cabal del impacto que dejó la peor sequía en 50 años. Y no sólo la sequía.
Según el informe de ventas que trimestralmente elabora el INDEC, entre abril y junio las unidades vendidas se derrumbaron hasta 52 % en relación al mismo período del año pasado, como fue el caso de las cosechadoras.
Se comercializaron 27,9% menos tractores,
23,6% menos implementos (pulverizadoras, tolvas, etc)
20,5% menos sembradoras.
El desplome del segundo trimestre hizo que la maquinaria agrícola cerrara la primera mitad de año con una facturación de 13.603,4 millones de pesos, apenas 3% superior a la del primer semestre de 2017; es decir, que el sector perdió por goleada contra la inflación.
Como no todo depende del clima, AgendAR reitera que mucho daño se habría evitado si el Ministerio de Agroindustria no se hubiera permitido tiempos geológicos para dar la autorización de uso de las semillas HB4 resistentes a sequía en soja y trigo. ¿Cuánto se perdió que no debería haberse perdido?
Bioceres hizo el cálculo: “En los últimos cinco años, la producción promedio de Argentina en soja es de 55 millones de toneladas. En la última campaña se perdieron 16 millones por la sequía, de las cuales con el evento se podría haber recuperado 4,5 millones de toneladas (un 26%)”.
“En trigo, con el evento se podría haber recuperado más de 2 millones de toneladas”, dijo Ignacio Crippa, de Indear, la empresa de I&D de Bioceres. Añadió que en términos económicos el impacto del gen podría haber llegado a los casi 2000 millones de dólares entre ambos cultivos.
Y además, se perdieron ventas de máquinas agrícolas, y hubo empresas cerradas y alguna que otra nacional y con más de 70 años comprada por capitales externos.
La autorización para uso del trigo HB4 sigue pendiente.
Los robots avanzan y cunde el pánico. Se repite hasta el hartazgo la cantidad de trabajos que desaparecerán. La automatización amenaza con quedarse con buena parte de los empleos «humanos».
Pero hay otra cara, mucho más positiva: la cantidad de trabajos que se crearán gracias a la tecnología y los cambios sociales. La pregunta, entonces, es: ¿se destruirán más trabajos de los que se crearán o, al revés, se ganarán más trabajos de los que se perderán? Lo claro es que hay ganadores y perdedores, según su mayor o menor alfabetización digital. Y como ésta es un bien educativo que no sobra…
«Hacer la cuenta neta es complejo. Si nos basamos en la historia, en cada una de las revoluciones industriales, se generaron más trabajos de los que se destruyeron. Más que trabajos, se destruirán muchas tareas que van a ser innecesarias que desarrolle el hombre. Va a cambiar la naturaleza de muchos empleos y lo que sí es seguro es que los nuevos empleos van a ser de más calidad que los que desaparecerán», dice Alejandro Melamed, autor de «El futuro del trabajo y el trabajo del futuro».
«A medida que las industrias migran a procesos automatizados más avanzados, se necesitan equipos capaces de impulsar esta transformación. Por eso el éxito radicará en habilidades blandas como la comunicación, la colaboración, la resolución de problemas, el servicio al cliente, el liderazgo y la gestión».
Un informe de McKinsey Global Institute, de noviembre de 2017, plantea que al menos un tercio de las actividades que se desarrollan en el 60% de las ocupaciones podrían ser automatizadas. Peso a ello, dice, hay áreas estratégicas que crecerán exponencialmente hasta 2030.
Los servicios para la tercera y cuarta edad serán una de ellas. Se estima que en 2030 habrá 300 millones más de personas de 65 años o más, por lo cual en servicios médicos y acompañamiento habrá entre 50 y 80 millones de nuevos empleos. La tecnología traerá entre 20 y 50 millones de trabajos que, aseguran, serán bien remunerados.
La construcción también se potenciará con más trabajo para arquitectos, ingenieros, electricistas, carpinteros.
Las inversiones en energía renovable, como eólica y solar, comenzarán a llegar para mitigar los efectos del cambio climático, según el informe. Crearán una demanda de entre 10 y 20 millones de empleos.
Otra tendencia que analizan es la formalización de trabajos domésticos: cuidado de niños, educación infantil, limpieza, cocina y jardinería, por ejemplo, inyectarán entre 50 y 90 millones de empleos en todo el mundo.
En el listado de profesiones con mejor proyección, con menos riesgo de extinción y más probabilidad de crecimiento, incluyen: proveedores de servicios de salud, profesionales tecnológicos, ingenieros y científicos, educadores, sobre todo en economías emergentes, «creativos», constructores, amén de trabajadores manuales y de servicio, pero cuya demanda vendrá desde «entornos impredecibles». Por ejemplo, enfermeros en el hogar, o jardineros.
Todas las áreas vinculadas al procesamiento de la información que manejan las organizaciones serán clave y continuarán en expansión. El «data analytics» y las actividades adyacentes cobrarán cada vez mayor impulso porque las estrategias de negocio no pasarán ya por la comercialización de un producto o servicio, sino que buscarán construir ‘experiencias’ de consumo.
Ahora hay desarrolladores de apps, profesión todavía bastante nueva. Los que antes eran actuarios hoy son «científicos de datos», analistas que se encargan de sistematizar las toneladas de información que recibe una plataforma y, a partir de ello, delinear estrategias. Con la explosión de las redes sociales, llegaron los «community managers» que organizan el caos confrontativo en el que degeneran rápidamente los «fronts» interactivos entre empresas y público. Es otra profesión emergente y próspera, casi inexistente hace una década. También surgieron los «influencers», personas que las marcas contratan por la atracción que despiertan en sus seguidores. La masificación de los videjuegos generó «gamers», en algunos casos, «gamers mercenarios» contratados en el Sudeste Asiático por occidentales ricos que necesitan que alguien les gane una fama vicaria en tal o cual juego. Y los gamers, a su vez, generaron instructores de videojuegos.
Y se llega a que la frontera entre los videojuegos y la realidad se vuelve borrosa. En la base aérea Creech, en medio del desierto de Nevada y a una hora de automóvil desde las Vegas, EEUU, unos 500 pilotos de más de 1000 «drones» Reaper y Predator de observación, guerra electrónica, espionaje y ataque a tierra persiguen y destruyen desde distancias de más de 15.000 km. a enemigos intensamente reales del ISIS en Afganistán, Siria, el Cuerno de África y zonas de Nigeria controladas por Boko Haram. Por supuesto, su campo de acción, sobre todo en espionaje, es más vasto y más reservado.
Estas personas no salen en los diarios o la TV, como sucedía con los «ases» de la aviación real, y en verdad no parecen estar ganando ninguna guerra. Pero hace 20 años estos operadores, que hoy vuelan manzanas enteras a misilazos en las antípodas del planeta, eran chicos inofensivos, expertos únicamente en matar dragones imaginarios en sus plataformas Nintendo.
Ahora ganan más entre U$ 600 y 1600/mes más que los pilotos de cazas F-16 de la USAF (US Air Force), hasta hace 10 años, la élite. La USAF en estos momentos emplea a más de mil operadores de drones para llevar a cabo unas 65 misiones/día y tiene una demanda insatisfecha permanente que no logra cubrir. Razón por la cual parte de los operadores de Creech son pilotos «en serio» que se bajaron de sus aviones reales y hoy hace la guerra por video. Es más aburrido, pero más barato para la USAF, y las posibilidades de ser misileado para el piloto… son menores.
Los diseñadores gráficos también se orientan hacia el diseño web o incluso 3D. Hay también empleos civiles vinculados a drones: pilotos, mecánicos, fotógrafos. El marketing digital, con el llamado «growth hacking», se volvió un rol central en las empresas, y un motivo de furia para los usuarios de Internet cuyos hábitos de navegación y uso son sistemáticamente captados y vendidos. En recursos humanos se crearon cargos como «gerente de felicidad» para potenciar el buen clima laboral. La creciente preocupación por el medioambiente dio lugar a «gerentes de sustentabilidad». Por fuera de la tecnología, nadie imaginaba hace 10 años, por ejemplo la explosión de la zumba (el «fitness» casero).
«Lo que más vemos son trabajos relacionados a tecnología de la información: programación, informática, sistemas. La alta demanda encuentra candidatos, sobre todo, en el ámbito freelance. Profesionales que quieren trabajar en proyectos puntuales, como desarrollo de páginas webs o aplicaciones para start-ups, pero que no compran el discurso de trabajo de 9 a 18. Las empresas que buscan empleados full-time la llevan más difícil», planteó Siseles.
Un informe del Center for the Future of Work proyectó algunos puestos de trabajo que surgirán en los próximos diez años. Todos ellos cubren áreas diversas, pero comparten «tres C». El coaching: la ayuda a otras personas; el cuidado: mejora en la salud y el bienestar; y la conexión entre el hombre y la máquina, entre lo físico y lo virtual.
Algunas profesiones parecen cercanas, otras más propias de ciencia ficción. Dentro del listado, están los «detectives de datos», una superación de los científicos de datos, encargados de desentrañar los «misterios» que se esconden en la Big Data, con conocimientos en investigación, matemática y leyes. Hace un par de décadas, estos cargos solamente existían entre los llamados «analistas» de las grandes agencias de espionaje. Hoy el espionaje es la vida misma, y los espiados, todos nosotros.
También se proyecta la existencia de «oficiales de abastecimiento ético». Tendrán la función de garantizar la distribución del ingreso en el personal, e investigar los deseos de la empresa. Deberá tener capacidades en comunicación, análisis y negocios. ¿Qué tipo de diálogos tendrá un oficial de abastecimiento ético con un gerente de felicidad?
La inteligencia artificial pisará fuerte en el futuro inmediato. Las compañías que la expriman tendrán, de acuerdo al informe, gerentes de desarrollo de negocios IA, expertos en «machine learning» y ventas. La realidad aumentada también avanzará con determinación y se estima que habrá constructores de viajes ficticios, ya sea históricos o actuales, a cargo de profesionales del cine, desarrolladores de videojuegos y gente con experiencia en 3D. Sólo los viajeros «en serio» se aburrirán interminablemente en los aeropuertos, entre vuelos cancelados o atrasados.
En las próximas décadas, la gente vivirá más. Se necesitarán, entonces, los llamados «walkers» y «talkers» (caminantes y hablantes) con dotes en comunicación y empatía. En la aristocrática «Belle Époque», eran las damas de compañía de los muy ricos y muy longevos, dos grupos entonces muy coincidentes, pero entonces un mercado minúsculo. Por el mayor cuidado del cuerpo, habría consejeros de compromiso de «fitness» (buen estado aeróbico y nutricional) para asesorar y motivar a las personas, con saberes en nutrición, psicología y tecnología vestimentaria, los famosos «wearables», informática embedida en ropas y accesorios.
Las ciudades del futuro, se especula, recopilarán datos de sus ciudadanos para garantizar su seguridad y bienestar. Harán falta «analistas de ciberciudades», en lugar de los viejos arquitectos urbanistas, como Le Corbousier. Los datos personales ya son un bien valioso, pero su precio se disparará al punto de crear «agentes de datos personales», brokers que vendan datos privados a las empresas y partidos, y ayuden a maximizar las ganancias económicas y electorales. El fundador y dueño de Facebook podría jurar sin mentir que esta profesión ya existe.
La biotecnología, la irrupción de la edición genética, creará la necesidad de expertos en comercializar las nuevas soluciones. Los «directores de cartera genómica» necesitarán experiencia en laboratorios y marketing. Con una población cada vez más vieja, creen que habrá «curadores de memoria personal», que crearán entornos virtuales a partir de los recuerdos de los clientes, jardincitos privados de memoria en soporte duro. Así, cuando llegue la decadencia cognitiva, sería menos traumática.
La última área que explora el documento son los negocios online. Por un lado, se proyecta la figura del «sherpa de tienda virtual», un asistente que oriente, escuche y entienda las demandas de los clientes dentro de una oferta online cada vez más amplia. A su vez, plantean que habrá un «sastre digital» en los locales de ropa; un modisto que vaya por vía informática a la casas de los clientes y les diseñe su vestimenta, según talla y gusto, mediante software «ad hoc».
Uno se queda con la sensación de que los pronósticos de McKinsey en realidad son descripciones. De las que se han eliminado los inevitables aspectos negativos, sin duda.
LaSecretaría de Alimentos y Bioeconomía, dependiente del Ministerio de Agroindustria de la Nación, autorizóa la firma Tecnoplant SAa vender la semilla de una papa recombinada para resistir el virus PVY, así como los productos y subproductos derivados de aquella. En carpetas, la presentación de la empresa de biotecnología se llama «evento TIC-AR233-5″. Dado que se trata de un desarrollo nacional de una empresa criolla y a la luz de las renuencias de Agroindustria a dar «luz verde» a especies recombinantes argentinas, ésta es una noticia sorprendente y bienvenida por partida triple.
El virus PVY es endémico en Balcarce, Mar del Plata, Miramar y demás zonas de cultivo tradicional. En no pocas ocasiones, logró ocasionar pérdidas de hasta el 70% de la cosecha. Como noticia, tiene un cuarto valor agregado que la destaca: es buena para el productor local. Hay mlás: en la compra de Biosidus por fondos de inversión de los EEUU, firmada en otoño de este año, Tecnoplant parece haber quedado del lado argentino, es decir el grupo farmoquímico Sidus, propiedad de Marcelo Argüelles. Lo cual daría un quinto motivo para celebrar.
Tras un licenciamiento desesperantemente largo, la papa de Tecnoplant finalmente está «bien de papeles», amparada para uso a campo por la resolución 2018-65-APN-SAYBI de Agroindustria, publicada en el Boletín Oficial, y con la información complementaria necesaria para cumplir con todos los criterios técnicos establecidos en una resolución anterior del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA).
Tecnoplant fue fundada por la Dra. Bettina Panick a fines de los ’80 como firma dedicada a una tecnología entonces novedosa, la clonación de plantines cuyo «original» tenía características agronómicas perfectas. En 1992, Panick logró la hazaña de poder clonar Illex paraguaensis, es decir yerba mate, una especie que pese a siglos de cultivo seguía «genéticamente salvaje» (con un genoma muy variable). La yerba se había resistido una década entera a intentos de propagación clonal por los laboratorios de diversas empresas.
En 1993 y debido a este desarrollo, Tecnoplant fue adquirida por la empresa de biociencias Biosidus, entonces parte del grupo farmaquímico Sidus, que la especializó en la dirección de los cultivos transgénicos. El «pack tecnológico» de resistencia al virus «Y» de la papa parece haber sido, al menos originalmente, un desarrollo del sistema científico argentino: era el tema de los Dres. Alejandro Mentaberry y Alejandro Bravo Almonacid, investigadores de carrera del CONICET en el INGEBI, un instituto porteño dedicado a ingeniería genética que a fines de los ’90 estaba en tratativas con Biosidus. Mentaberry y Bravo Almonacid también tenían otro «pack» en desarrollo contra el virus PLRV, especie con un prontuario aún mayor entre los productores argentinos.
Si la información de AgendAR es correcta (y lo es), este proceso licenciatorio del PVY ha tomado casi dos décadas. Esto es una constante. El estado argentino genera los recursos humanos para que el país se vuelva una potencia en biociencias, empresas nacionales corajudas compran las patentes a su riesgo, y las autoridades regulatorias de la Nación se toman tiempos geológicos para autorizar las novedades, lo que genera pérdidas en toda la cadena que va desde los laboratorios hasta los productores. Tendencia que aparentemente ha seguido incólume a lo largo de muchos y muy distintos gobiernos nacionales.Andrés Murchison, secretario de Alimentos y Bioeconomía, señaló: «El SENASA es el encargado de evaluar la toxicidad, alergias y que no se deterioren los atributos nutricionales del cultivo, este último eslabón era el que faltaba».
Además dijo que se seguirá optimizando los procesos regulatorios de todo tipo de productos agrobiotecnológicos.
«Es probable que se concreten más liberaciones antes de fin de año y ojalá todos ellos sean motor de nuestra bioeconomía», destacó.
En este contexto, el funcionario informó que simultáneamente con la papa «hemos liberado un maíz de Monsanto que tiene una androesterilidad inducible (cuando se pulveriza con glifosato, en el momento específico de desarrollo de la planta, frena el avance del polen), y se controla mejor la genética para los semilleros».
Traducido a idioma de productores, esto significa que la Monsanto (que hace medio año no existe oficialmente, dado que fue comprada por Bayer) logrará -o tratará de lograr- que el hombre de campo argentino no pueda quedarse con semilla propia para resiembra, la popular «bolsa blanca». El funcionario añadió: «Tenemos en cartera un algodón modificado, otros maíces resistentes a herbicidas y una soja resistente a la sequía». No aclaró cuáles son las empresas propietarias de tales eventos. Murchison parece tener alguna dificultad para diferenciar cosas que pueden alegrar al productor criollo de otras que probablemente no tanto, y también firmas argentinas de multinacionales.
El Ministerior de Agroindustria parece estar respondiendo elípticamente a cuestionamientos de su lentitud y renuencia para licenciar eventos transgénicos nacionales que no hayan sido autorizados regulatoriamente en EEUU. El caso de libro esel genoma HB4 de Bioceres. Según AAPRESID, la poderosa Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa, el HB4 podría haber salvado 4,5 millones de toneladas de soja de la sequía del pasado verano. A la hora de ponerle costos a esta pérdida (y a la de trigo), Ignacio Crippa, de Indear, la empresa de I&D de Bioceres, dijo que el licenciamiento oportuno del HB4 en soja y trigo podría haber evitado pérdidas por casi 2000 millones de dólares entre ambos cultivos.
Pero por lo que informó el sábado 11 de agosto La Nación Campo, el Ministerio seguirá «pisando» la autorización para pasar a campo de un trigo con la misma modificación, con el original argumento de que sería el primer trigo resistente a sequía del mundo. Lo cual, aparentemente, es malo (?).
Sería la primera vez que un vocero regulatorio argentino confiesa de un modo explícito que el Ministerio prefiere no autorizar eventos transgénicos que no tengan un licenciamiento externo. En buen castellano: los generados por las multinacionales de biociencias. Entendemos que a los funcionarios argentinos nada los tranquiliza más que cubrirse las espaldas. Tienen preferencia por hacerlo con un dictamen regulatorio estadounidense que certifique que un trigo con algunos genes de girasol, como el HB4, no perjudica al medio ambiente ni se come a los chicos. Pero licenciar primero en EEUU es carísimo, y se supone que el Ministerio de Agroindustria es nacional, independiente y técnicamente competente. ¿En dónde deja su notoria timidez a los científicos, biotecnólogos, empresas y productores argentinos?
Con respecto al trigo transgénico HB4 resistente a extremos hídricos, Murchison dijo que en el Ministerio han evaluado la cuestión «pero la valoración de la Secretaría de Mercados, una de las tres patas para la aprobación junto a CONABIA y el SENASA, no fue positiva» Y agregó : «No hay un trigo modificado aprobado en el mundo».
Lo dicho. Al parecer, ser el primero con un «game changer» tecnológico es contraproducente: Thomas Edison, su rival George Westinghouse, Henry Ford, Steve Jobs y Robert Swanson y Herbert Boyer (fundadores de Genentech) tal vez estarían en desacuerdo. Pero a admisión de parte de un funcionario argentino vivo, relevo de pruebas.
Al evento finalmente autorizado, en Tecnoplant lo llaman «la papa vacunada contra el PVY». Para Murchison el impacto en la producción y comercialización será importante «porque estos cultivos (creemos que se refiere a la papa) son susceptibles a contraer muchas enfermedades provocadas por agentes fitopatogénicos (virus, bacterias y hongos), que provocan pérdidas de hasta el 70% de la producción».
Interpretamos del galimatías anterior que la papa resistente a virus XVY de Tecnoplant-Sidus podría, efectivamente, infectarse con bacterias y hongos, pero tal vez menos que una previamente atacada por una infección primaria del virus. Probablemente sucede como con las gripes humanas con virus epidémico A: pueden hacer a una persona más susceptible a una sobreinfección bacteriana que lleve a una bronquitis o una neumonía.
Esta técnica permite al productor de papa bajar costos de manejo y optimizar la calidad del producto final.
El virus PVY que afecta al cultivo de la papa es el segundo más destructivo, luego del PLRV. Se almacena en los tubérculos infectados y se transmite por áfidos (pulgones, en el campo), pero también a través de maquinarias y herramientas contaminadas, lo que lo hace muy difícil de atacar.
Hubo empresarios biotecnológicos argentinos que intentaron cultivar papas en zonas vírgenes de virus PVY y PLRV, tierras desérticas ribereñas del Río Colorado con bajo costo de oportunidad. Su idea era ir bajando por las orillas a medida que la tierra se iba contaminando «inevitablemente» de esta plaga viral debido al cultivo. Para ello, en su momento el Dr. Hugo Yanosky trató de persuadir a INVAP, la firma de tecnología nuclear y espacial barilochense, de que desarrollara una turbina hidráulica «de pasada», capaz de montarse y desmontarse rápidamente, para irla moviendo a lo largo de las orillas del Colorado y así dar electricidad a un cultivo trashumante. Así de tentador es el negocio de la papa, y así persistente es este virus.
Ahora el desarrollo de Tecnoplant rompe al menos el eslabón central de la cadena de transmisión: los tubérculos dejan de ser un reservorio fácil. Nuestras felicitaciones a los argentinos que armaron esta jugada.
El proyecto de este tubérculo fue desarrollado por científicos del Instituto de Investigaciones en Ingeniería Genética y Biotecnología dependiente del CONICET, que lograron la resistencia al virus PVY (Potato Virus Y), cuya licencia del uso del evento estará a cargo de la empresa Tecnoplant, del grupo Sidus.
El canal de los mayoristas es uno de los menos afectados por la retracción del consumo. Mientras los supermercados y almacenes en conjunto arrastran datos negativos en las ventas, este año empresas como Makro, Diarco, Yaguar o Vital “vienen surfeando la ola”, describe Diego Gizzi, analista de la consultora Nielsen.
En lo que va del año, los mayoristas vendieron 3,6% más en volumen respecto del mismo lapso del año anterior, con una facturación que aumentó22,8%. Ese dato, no obstante, fue inferior al 29,5% de la inflación registrada en ese período. Si se tiene en cuenta la evolución del negocio, sólo en junio, la suba fue del 0,3% frente a una facturación del 25,1%.
Alberto Guida, titular de la Cámara de Distribuidores Mayoristas (CADAM), explica las ventajas del sector respecto de los otros canales de comercialización: “En principio, la estrategia de posicionarse con precios más bajos que el resto del mercado los fortalece en este contexto recesivo”, dice. Pero además, la buena performance que tuvo el sector en 2016 y 2017, “los encontró -este año- mejor parados”, completa Gizzi.
Con todo, las estrategias para seguir seduciendo clientes no se detienen para estos comerciantes. Por eso, durante el último congreso del sector que se hizo el miércoles pasado, el tema central fue cómo venderle a los millennials y cómo reaccionan estos frente a una misión de compra. «No sólo son la generación del presente sino también la del futuro”, enfatiza el titular de CADAM.
Hoy, el 50% de los consumidores locales pertenece a esta generación, que tiene entre 21 y 37 años (millennials). Y hacia 2025, sumados a los centennials, se estima que serán el 75%”, dice Catalina Pirola, ejecutiva de Retail Services, de Nielsen.
Frente a este escenario, las empresas están en transición, cuentan los analistas: «Mientras antes pensaban que el tema de la sustentabilidad era un plus para sus productos, ahora ya es obligatorio”, aseguran. Básicamente porque “el 51% de estos compradores se toma el trabajo de mirar las etiquetas, de testear que los productos no sólo tengan beneficios para ellos, sino también para la comunidad y el medio ambiente. Y además están dispuestos a pagar más por esto eso”, explica la analista.
Otras diferencias, según cuentan los analistas de Nielsen son:
Su mayor conexión con la tecnología (el 70% consulta en las redes sociales antes de comprar algo),
Su propensión a la «economía compartida»;
Su mayor interés por los productos nuevos,
La necesidad de estar el menor tiempo posible en la tienda de compra.
El equipo económico analiza modificaciones para reducir el stock de Lebacs que no está en poder de los bancos, esto es, fondos comunes de inversión, empresas, organismos oficiales, inversores extranjeros y minoristas.
La idea sería ofrecer a los tenedores de estos títulos del Banco Central que al momento del vencimiento opten por comprar dólares o ir a pesos. Para estos últimos (caso fondos comunes de inversión, empresas u organismos oficiales), podrían acudir al mercado para constituir plazos fijos, fideicomisos financieros, fondos comunes, letras del tesoro por ejemplo.
La movida forma parte de una secuencia que analizan el equipo económico y el Banco Central para reducir gradualmente el stock de las Lebac. Hubo un planteo al Fondo Monetario de parte de las autoridades locales respecto a la utilización de las reservas para encarar este proceso. Según funcionarios argentinos, usar estos dólares permitiría lograr el objetivo -bajar las Lebac que no están en poder los bancos-, de manera más veloz que si el Tesoro tuviera que pedir prestado esas divisas en el mercado.
“Probablemente así lo terminaríamos para fin de año”, contó un miembro importante de la conducción económica. Fuentes de la Rosada, Hacienda y Finanzas y el Banco Central confirmaron que la medida está bajo análisis.
Hay versiones distintas en cuanto a si el Fondo autorizará o no está arriesgada medida. Otros, tomando en cuenta los datos de la situación financiera y la baja en la recaudación, señalan que el fin de año está muy lejos, y que hay eventos anteriores que pondrán en jaque estos planes. Por ejemplo, el próximo «supermartes».
Durante la cena anual del gremio gastronómico a la que asistió Maurio Macri, afirmó que el turismo es esencial para el desarrollo del país». Y «es pura potencia y es esencial para el desarrollo del país»
Lo interesante es que sumó cifras: «este invierno hubo una «ocupación excelente» en hoteles de San Carlos de Bariloche y otros destinos del sur, que el Tren de las Nubes salteño recibió un pleno en cantidad de pasajes y unas diez mil personas asistieron en forma diaria al Parque Nacional de Iguazú.
Aseguró además que se registraron «280 mil nuevos empleos este año» en el sector del turismo.