


Vanina Lombardi
Vanina Lombardi
Este es el Opal, reactor vendido por INVAP, es bueno ver las capacidades en desarrollo nuclear que tiene nuestro pais (que esta en lo mas avanzado del mundo). Vean el video!
— Eduardo Gigante 🔋⛓️🥽🦺🏭 (@eddiegigante) September 26, 2023
Australia's OPAL research reactor: Behind the scenes t.co/ARwlPcxHJH a través de @YouTube
Desde julio pasado los casos del nuevo coronavirus están en aumento. Por supuesto, las cifras nada tienen que ver con las de años anteriores, pero sí muestran la presencia de un virus respiratorio cuya circulación no es estacional y que aún mantiene una alta capacidad para infectar.
En promedio, desde la semana 30 (a partir del 23 de julio), el número de casos fue de 1696, y se registraron nueve fallecimientos. Ahora, el número de infecciones se mantiene cerca de esa cifra. Por ejemplo, en la semana 37 (11 de septiembre) los casos fueron 1612, algo menor que el promedio, pero más alto que la semana 36, en al que se registraron 1400.
Sin embargo, el coronavirus dejó de ser el virus respiratorio de mayor circulación, porque la positividad registrada fue del 3,47%, mientras que el mismo índice para la influenza fue del 7,14. Así, se invirtió la situación respecto de lo que sucedió en las últimas semanas del mes pasado.
Los especialistas resaltan la importancia de vacunarse para impedir que el número de contagios e internaciones escale, teniendo en cuenta que la protección de las últimas dosis comienza a descender. Según cifras oficiales, hay aproximadamente 36.000.000 de personas que en los últimos seis meses no recibieron una dosis de refuerzo, cuando los especialistas resaltan la importancia de aplicarse la vacuna bivalente que eleva el nivel de protección contra la variante ómicron.
“En ese contexto de una afectación mucho menor que en años previos, durante 2023 pueden diferenciarse hasta ahora tres momentos: desde SE [Semana Epidemiológica] 1 a la SE09 donde los casos presentaron una tendencia descendente (correspondiéndose con el descenso de una onda que había tenido su pico en la SE51/2022), y en la que el promedio de casos fue de 6700 semanales y el de fallecidos de 27; en segundo lugar, desde la SE10 hasta la SE29 de este año, caracterizada por un bajo número de casos registrados y fallecidos, con un promedio de 636 y 4 respectivamente, y el último tramo, desde la SE30, en que se verifica una tendencia en aumento del número de casos con un promedio de 1695 casos y nueve fallecidos”, señala el último Boletín Epidemiológico Nacional.
Un dato relevante es que en el período que va del 7 al 13 de agosto (semana 33), el coronavirus pasó a ser el virus respiratorio de mayor incidencia en el país, por encima de la influenza y el virus sincicial respiratorio (VSR). Sin embargo, esa tendencia ahora se revirtió y la gripe volvió a crecer sobre el Covid-19.,
Leda Guzzi, miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), dice a LA NACIÓN que, si bien es cierto que hubo una caída en los casos y en las internaciones de Covid-19, como también de influenza, es muy complejo sacar conclusiones sobre el panorama actual porque los únicos pacientes que se testean son aquellos que se internan. Y remarca la importancia de la vacunación para evitar que la situación empeore.
En la Capital, los vacunatorios disponibles son el Centro Islámico (avenida Intendente Bullrich 55) y los hospitales públicos porteños. Para inocularse, habrá que reservar un turno a través de la web del gobierno de la ciudad. Mientras que en la provincia de Buenos Aires, se ofrece el suero en todos los centros de salud y hospitales que dependen de la gobernación sin necesidad de pedir un turno. En ambas jurisdicciones ofrecen la vacuna bivalente.
“Un refuerzo bivalente es aquel que tiene material genético (ARNm) de la proteína S de la cepa ancestral del virus y de las variantes ómicron BA.4/5. La protección generada por los refuerzos bivalentes contra el Covid-19, en comparación con los refuerzos con vacunas monovalentes, es mayor, pero no mucho mayor. Este tipo de refuerzo es el que toda la población debería haber recibido al menos una vez al día de la fecha, según las recomendaciones oficiales de las distintas autoridades sanitarias”, señala Ramiro Heredia, médico del Hospital de Clínicas.
El Ministerio de Salud de la Nación, describe Enrique Casanueva Martínez, asesor del Servicio de Infectología Pediátrica del Hospital Austral, actualmente recomienda que todas las personas cuenten con el esquema primario y, al menos, un refuerzo aplicado en los últimos seis meses, y continúen con la periodicidad de acuerdo con cada situación individual.
“Son personas consideradas de alto riesgo con posibilidad de contraer enfermedad grave las mayores de 50 años, aquellas con inmunocompromiso y las gestantes. Deben recibir dosis de refuerzo a los seis meses de la última dosis (independientemente del número de refuerzos) y continuar con esta periodicidad. Son personas de riesgo intermedio de enfermedad grave las menores de 50 años con comorbilidades no inmunosupresoras (enfermedades crónicas y obesidad) y el personal de salud y estratégico. Se recomienda para ellas hacer una dosis de refuerzo a los seis meses de la última dosis y continuar con un refuerzo anual. Por último, tienen bajo riesgo de enfermedad grave los menores de 50 años sin comorbilidades y requieren un refuerzo anual”, afirma Casanueva Martínez.
La población pediátrica, sostiene Eduardo López, jefe del Departamento de Medicina del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, también debería aplicarse la vacuna bivalente, aprobada para los mayores de seis meses.
Elena Obieta, miembro de la SADI, agrega que en el consultorio encuentra personas de riesgo, que en todo 2022, se aplicó ninguna vacuna y este año, tampoco.
“Los que tienen factores de riesgo o son mayores de 50 años deberían haberse aplicado un refuerzo hace menos de seis meses. La bivalente que tenemos disponible sirve para aumentar la inmunidad aun frente a diversas variantes que puedan circular. Así que la gente tiene que ir a vacunarse”, resalta Obieta.
¿Sabías que Tucumán se está transformando en un hub biotecnológico? Las 10 start ups biotech surgidas en los últimos años la sitúan como líder regional.
— Martín Alfie (@alfiemart) September 20, 2023
No es casualidad: la prestigiosa carrera de biotecnología de la UNT, centros CONICET de excelencia, base agroindustrial, y más. pic.twitter.com/d29Ts8YfJe
Rafael Grossi es considerado uno de los argentinos más influyentes del mundo, junto con el Papa Francisco. Grossi fue reelegido director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), llamado en inglés el nuclear watchdog [perro guardián], porque se encarga de inspeccionar todas las instalaciones nucleares en el mundo.
En los últimos meses, cobró un papel más protagónico, ya que está encargada de supervisar la seguridad nuclear en Ucrania, mientras transcurre la guerra.
“El OIEA es un organismo conformado por 180 países, creado 1957, que se dedica a la promoción de los usos pacíficos de la energía nuclear. Esta forma de generar electricidad conlleva la utilización de uranio o el plutonio, que pueden ser utilizados para fines benéficos, como la energía, pero también puede ser utilizado para hacer armas nucleares”, explicó.
Grossi es el sexto director de la organización, puesto al que llegó luego de ganar la elección de 2019. “Soy un diplomático argentino de carrera, pero que me ocupé mayoritariamente de los temas vinculados a la no proliferación, a la energía nuclear y a la energía general. Eso me vinculó a los círculos cercanos a este tipo de actividades y me proyectó a la candidatura, que finalmente fue exitosa”, contó.
El director de la OIEA dijo que en este momento hay un “renacimiento de la energía nuclear”, debido a la problemática del calentamiento global. “La energía nuclear es limpia, está libre de emisiones de dióxido de carbono, que son las típicas de los combustibles fósiles. En las grandes economías industrializadas, la energía nuclear está ganando mucho espacio y el organismo tiene una función de guía, no solo de controlar que no se hagan armas nucleares, sino también en asegurar el funcionamiento de las instalaciones nucleares, como los reactores nucleares y las centrales nucleares”, dijo.
Grossi destaca que la energía nuclear en la Argentina es uno de los pocos temas en donde hubo continuidad en las políticas, más allá de las oscilaciones bruscas. “La Comisión Nacional de Energía Atómica se fundó en 1950 por Perón, y ha tenido una gran continuidad a través del tiempo. En América Latina hay solo tres países que tienen energía nuclear: la Argentina, Brasil y México. Y la Argentina fue el primero que comisionó una central nuclear, en 1974″, dijo.
El diplomático dijo que la Argentina es el único país del hemisferio sur que exporta tecnología nuclear al mundo. “La Argentina ha exportado reactores nucleares de investigación, que son un poco más pequeños que los de potencia, a Perú, Argelia, Egipto y a Australia, ganándole una licitación a Francia y a Corea del Sur. Y acaba de ganar otra licitación muy importante para venderle a Países Bajos, en la Unión Europea, con tecnología nuclear argentina. Para ello fueron importantes algunos emprendimientos que tienen que ver con la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), pero también con Invap, la empresa situada en Bariloche”, dijo Grossi.
Acerca de Invap, explicó que la empresa con mayoría accionaria de la provincia de Río Negro, si bien ahora se especializó en la fabricación de satélites, nació en su momento como un “recurso de los tecnólogos nucleares argentinos que, enfrentados a una crisis más, tenían que salvarse de alguna forma e inventar una compañía” para tener insumos locales.
“La Argentina es un país con una larga tradición en materia de usos pacíficos de la energía nuclear. La energía nuclear comercial empezó en el mundo a mediados de la década de 50, y la Argentina ya en los primeros años del 70 tenía su primer reactor. Como materia de reflexión, este es un caso único en donde ha existido un círculo virtuoso de continuidad, aun con altos y bajos”, dijo.
El director del OIEA indicó que en el mundo hay un fuerte interés en los reactores pequeños y modulares, que son más flexibles en su construcción y menos costosos que otros reactores, y que la Argentina es uno de los pocos países que los está desarrollando. Se refirió así al Carem, el prototitpo diseñado en Lima, cerca de Zárate, donde están Atucha I y II.
“Para que tengan una idea, Bill Gates tiene una empresa que se llama Terra Power, que está tratando de hacer un SMR [las siglas en inglés del reactor modular pequeño], y hay otras empresas en Francia, Corea del Sur y en Londres, donde estuve hace unos días. Aunque debía recibirlo como funcionario internacional, me daba mucho orgullo cuando escuchaba a la gente hablar del Carem y de la posibilidad a futuro, aunque no está terminado, está en un 70% de construcción. Pero la Argentina es un país importante en materia nuclear. De hecho, que sea director general del Organismo Internacional de Energía Atómica también, en cierto modo, es una expresión de un país que tiene una voz y tiene un espacio en un sector de alto nivel tecnológico”, dijo.
Grossi indicó que se abrió un mercado muy importante en materia de reactores medianos y pequeños y que, si la Argentina logra poner el Carem en marcha, va a tener muchos clientes interesados en el mundo. “La argentina nuclear es una Argentina virtuosa, en el marco que tenemos, que es bastante problemático”, opinó.
Cuando se produjo el inicio de la invasión de Rusia a Ucrania, en febrero de 2022, el gobierno de Vladimir Putin ocupó las centrales nucleares de Chernobyl y Zaporiyia, que es la planta nuclear más grande de Europa, con seis reactores de 1000 megavatios (MW) de potencia cada uno.
“Desde el punto de vista de la agencia podía decir que había una guerra y que teníamos que esperar a que termine, y nadie lo hubiese criticado. Pero nuestra actitud fue todo lo contrario, decidimos agarrar el toro por las astas. Comencé a insistir, hablando con Rusia y con Ucrania, para poder ir a plantar bandera de la OIEA en las centrales, para evitar que se convirtieran en un blanco militar”, dijo Grossi.
Eso llevó al diplomático argentino a una cantidad de reuniones y encuentros con Putin y con su par ucraniano, Volodimir Zelensky. Además, visitó Ucrania ocho veces, desde que comenzó la guerra.
Para abrirse espacio entre ambos países, aunque haya sido “a los codos”, la OIEA se basó en la búsqueda de los comunes denominadores.“Siempre existen denominadores comunes, aún en situaciones conflictivas. Si bien hay dos enemigos que quieren matarse, encontramos tres elementos”, dijo.
“Para los rusos se trataba de consolidar su presencia ilegítima, de acuerdo al derecho internacional, y quedarse allí, sin estar sujetos a ninguna ofensiva o ataque del otro sector. Por otro lado, querían reconocer la utilidad de que existiera una amnistía internacional. Y del otro lado, Ucrania quería recuperar lo que es suyo y lo quiere tener en buen estado. No quiere recibir una planta que haya sido saboteada o inutilizada. Por eso, se permitió la presencia del OIEA”, explicó Grossi.
El diplomático indicó también que para las dos partes había una necesidad política y de opinión pública sincera de respetar el papel del organismo Internacional en su imparcialidad y en su neutralidad. “No querían quedar en offside. Cuando el organismo entra a un país, hacemos un informe de lo que está sucediendo y damos nuestra opinión. Con nuestra presencia, estamos marcando que, más allá de lo que pase con la guerra, tenemos un interés en evitar un accidente de tipo radiológico nuclear mayor, que tendría efectos horripilantes para ambos”, dijo.
Por último, sostuvo que el conflicto está en medio de la contraofensiva ucraniana. “Tenemos un equipo que va rotando cada 40 o 45 días. Yo he ido algunas veces. Es muy difícil hacer esa rotación, porque hay que atravesar la línea del frente. El éxito todavía no está garantizado. Ojalá que sea pronto el fin del conflicto y haber evitado una catástrofe mayor”, concluyó.
Para consultar el ranking mundial de instituciones cientificas, clickear aqui😍 En el ranking Scimago, el Conicet no solo está primero entre 95 instituciones gubernamentales de investigación de América latina, sino además 14° entre 1727 de todo el mundo por su producción en ciencia, tecnología y humanidades
— Nora Bär (@norabar) September 22, 2023
🇦🇷🌟🇦🇷🌟🇦🇷 pic.twitter.com/iUoBsyBM2b
Los mercados del crudo empezaron a tensarse a principios de este verano después de que el cártel de exportadores Opec acordara retener el suministro de petróleo en un intento de subir los precios, y Halligan observa con agudeza:Es un aumento enormemente significativo que podría agravar seriamente la crisis del coste de la vida. Sin embargo, parece que gran parte de nuestra clase política y mediática apenas se ha percatado de la subida.
¿Es casualidad que una guerra financiera silenciosa, desencadenada por el goteo de la desdolarización y el encarecimiento de la energía, pueda finalmente dar a los BRICS la influencia necesaria para coaccionar un cambio de política en Occidente? Y si persistiera la reticencia de Occidente a reestructurarse, ¿podría el liderazgo de los BRICS elevarse aún más? Después de todo, el recién ampliado BRICS es ahora una potencia en materias primas. Entonces, ¿Quién controla ahora la inflación en EE.UU.? ¿Una Fed atrapada o el nuevo rey de las materias primas?»Cualquiera que reste importancia al poder de la Opec no sabe nada de los mercados energéticos mundiales y menos aún de geopolítica«. (Énfasis añadido.)
Alastair Crooke
Ayer domingo, la cápsula OSIRIS-REx de la NASA atravesó la atmósfera de la Tierra a unas 15 veces la velocidad de la bala de un rifle.
A esas velocidades, se convirtió en una bola de fuego en el cielo, pero un escudo contra el calor y un paracaídas frenaron el descenso, convirtiéndolo en un suave aterrizaje en el desierto de Utah, en EE.UU.
La cápsula trae un cargamento precioso: un puñado de polvo recolectado del asteroide Bennu, una roca espacial del tamaño de una montaña que puede darnos información clave para responder a una de las preguntas más profundas para los humanos: ¿de dónde venimos?
“Cuando tengamos los 250 g del asteroide Bennu, estaremos viendo material que existía antes que existiera nuestro planeta, incluso algunos granos podrían ser más viejos que nuestro sistema solar”, dice el profesor Dante Lauretta, investigador principal de la misión.
“Estamos tratando de rastrear nuestros inicios. ¿Cómo se formó la Tierra y por qué es un lugar habitable? ¿De dónde viene toda el agua de nuestros océanos? ¿de dónde viene todo el aire que existe en nuestra atmósfera? Y de manera más importante, ¿cuál es la fuente de todas las moléculas orgánicas que componen la vida en la Tierra?”.
La creencia que prevalece es que muchos de los componentes clave para la vida llegaron a nuestro planeta durante una época muy temprana de la historia de la Tierra en una lluvia de meteoritos, muchos de ellos a lo mejor parecidos a Bennu.
La travesía para conseguir los fragmentos de Bennu comenzó en 2016, cuando la Nasa lanzó la nave Osiris-Rex hacia el objeto de 500 metros de diámetro.
Le tomaría dos años en llegar al cuerpo rocoso y otros dos años más se dedicaron a cartografiarlo, antes de que el equipo de la misión pudiera identificar con confianza un lugar en la superficie de la piedra espacial en el que recoger una muestra de “tierra”.
Alguien clave a la hora de tomar esa decisión fue la leyenda británica del rock y astrofísico Brian May. El guitarrista de Queen es un experto en mapeo de imágenes estéreo.
Tiene la habilidad de alinear dos imágenes con diferentes ángulos de un mismo objeto para dar un sentido de perspectiva, formando una escena 3D. Él y su colaboradora Claudia Manzoni hicieron esto para elaborar la lista final de lugares en Bennu en los que recoger muestras. Ellos definieron los lugares más seguros para el acercamiento.
El momento de la captura de la muestra, el 20 de octubre de 2020, fue increíble.
Osiris-Rex descendió hasta el asteroide, sosteniendo su mecanismo de agarre al final de un palo de 3 metros de longitud.
La idea era darle un golpe a la superficie de la roca y, al mismo tiempo, soltar un soplido de gas de nitrógeno para levantar polvo. Pero lo que ocurrió después fue un shock.
Cuando el mecanismo hizo contacto, la superficie se partió como un fluido. Para cuando el gas se disparó, el disco ya estaba 10 cm por debajo. La presión del nitrógeno abrió un agujero de 8 mts de diámetro. El material voló por todos lados, pero lo importante es que parte cayó en la cámara de recolección.
Así que aquí estamos. Osiris-Rex entregó la muestra de Bennu al final de lo que ha sido un viaje de ida y vuelta de siete años y de 7.000 millones de kilómetros.
La cámara será llevada al Centro Espacial Johnson, en Texas, donde se ha construido un cuarto especial dedicado al análisis de las muestras.
El doctor Ashley King del Museo de Historia Natural (NHM) de Londres, será uno de los primeros en poner sus guantes sobre el material. Forma parte del equipo “mirada rápida”, que será el que haga el análisis inicial.
“Traer muestras de un asteroide no es algo que hagamos muy a menudo. Así que quieres hacer esas mediciones iniciales y quieres hacerlas muy bien”, dice. “Es muy emocionante”.
La Nasa ve a Bennu como la roca más peligrosa del sistema solar. Su trayectoria en el espacio hace que sea el asteroide con mayores probabilidades de impactar a la Tierra del que se tenga conocimiento. Pero no hay que asustarse, las probabilidades son muy bajas, parecidas a que lances una moneda al aire y te salga cara once veces seguidas. Y un impacto no ocurriría el próximo siglo.
Bennu seguramente tenga agua, y bastante: al menos el 10% de su peso, y toda en sus minerales. Los científicos intentarán ver si las proporciones de los distintos tipos de átomos de hidrógeno en esta agua es parecida a la de los océanos de la Tierra.
Si, como creen algunos expertos, la Tierra temprana estaba tan caliente que perdió gran parte de su agua, el encontrar una coincidencia de H2O en Bennu podría impulsar la idea de que un bombardeo posterior de asteroides tuvo gran relevancia en darles volumen a nuestros océanos.
También es posible que Bennu contenga entre 5% y 10% de su peso en carbono. Aquí radica gran parte del interés. Como sabemos, nuestro planeta se basa en la química orgánica. Al igual que el agua, ¿habrán llegado las moléculas desde el espacio para que empezara la biología en la joven Tierra?
“Uno de los primeros análisis que se les harán a las muestras incluirá hacer un inventario de todas las moléculas basadas en carbono que contenga”, dice la profesora Sara Russell.
“Sabemos, a través de estudiar meteoritos, que los asteroides probablemente contienen distintas moléculas orgánicas. Pero en los meteoritos, muchas veces están bastante contaminadas, así que estas muestras nos dan una oportunidad de descubrir realmente cuáles son los componentes orgánicos prístinos de Bennu”.
El profesor Lauretta agrega: “De hecho, nunca hemos buscado en los meteoritos los aminoácidos de las proteínas por este problema de la contaminación. Así que creemos que realmente vamos a avanzar en nuestro entendimiento de lo que llamamos la ‘hipótesis de entrega exógena’, la idea que estos asteroides fueron la fuente de los bloques fundacionales de la vida”.