Un lunes de turbulencias financieras

El mercado cambiario respondió ayer con un fuerte descenso ante una batería de medidas, que incluyó: • La suba de encajes bancarios dispuesta por el Banco Central • La subasta de otros u$s 100 millones • Nueva licitación de Letes -Letras del Tesoro, nominadas en dólares-, a las que podrán suscribirse con Lebacs. En este contexto, el billete minorista se desacopló y se hundió a $ 29,08 en la city porteña. Mientras la autoridad monetaria adjudicó otros US$ 100 millones a $ 28,87, 25 centavos por debajo del cierre pasado, en el marco de la subasta que realiza diariamente por cuenta del Ministerio de Hacienda.
  • Además, el Banco Central dispuso subir los encajes bancarios en 3 puntos porcentuales, al 26 %.
También en el subibaja económico estuvo el Merval que bajó 4,4% mientras que el riesgo país comenzó a disminuir. Los peores desempeños los tuvieron las acciones del sector energético. El Bonar 2024 cae un 1,7%; el Bonar 2020, un 1,8%; el Discount bajo ley argentina, un 1,5%; el Argentina 2037, un 2%; mientras que el Argentina 2025 se desploma un 2,5%. El riesgo país del JP. Morgan cayó 0,7% a 606 puntos básicos, tras tocar previamente las 624 unidades, el nivel más alto en tres años. Finalmente, en el mercado secundario las tasas de Lebac se dispararon y cruzaron la barrera del 50%, lo que también ayuda a descomprimir la demanda de dólares. Las letras en pesos del BCRA tocaron el 53% las de julio y las de agosto al 52%, y las finalizan en septiembre y en octubre, se ubicaban en el 50% y el 49%, respectivamente. Todo esto es creación y destrucción de riqueza financiera, es decir, virtual (aunque sea muy real para los individuos que ganan o pierden). No tiene nada que ver con la producción de bienes o servicios, y menos aún con el bienestar de la población en general. Pero… es difícil que la economía real pueda desarrollarse mientras suceden estas turbulencias.

Según un informe reciente el 30% de la industria cárnica trabaja en «negro»

Un reciente informe de la consultora Bain & Company determinó que en el sector de la cárne uno de cada tres pesos de la cadena de valor de la carne no se factura. Y tres de cada cuatro kilos se venden con algún grado de informalidad. La evasión en el sector representa unos US$ 1000 millones por año. Según el trabajo, la informalidad de la cadena es «muy alta», con una evasión que llega al 50% de los ingresos en la comercialización, fenómeno que tiene «implicaciones directas y negativas» sobre su desarrollo. En marzo de 2017, para combatir la informalidad el Gobierno implementó el pago del adelanto de IVA previo a autorizar una faena. En tanto, desde enero de 2018 está exigiendo también un adelanto para la previsión social. Por esas medidas, ya se triplicó la recaudación en el IVA y en la seguridad social subió un 30 %. También se pusieron en vigencia «cajas negras» en los frigoríficos, que controlan casi el 100% de la faena, en tanto que desde septiembre próximo se implementará el Remito Cárnico Electrónico (REC) para seguir el traslado de la mercadería desde una planta frigorífica hasta la carnicería. En este contexto, Marcelo Costa, subdirector general de fiscalización de la AFIP, señaló que la evasión en los frigoríficos consumeros ya bajó del 70 al 30%. «Después de un año de vigencia del régimen, ha mejorado significativamente el comportamiento del sector, principalmente en las etapas del productor, frigorífico y matarife», dijo. Agregó que la etapa que viene es la trazabilidad de la media res desde los frigoríficos a las carnicerías con el REC con aceptación obligatoria por parte de los carniceros que, indicó, «es la etapa donde se concentra buena parte del actual 30% de evasión». De acuerdo al trabajo de la consultora hasta el 2025 la cadena de la carne tiene potencial para incrementar de 2,8 millones de toneladas a 4 millones de toneladas la producción, un 42% más. Y podría generar más de US$ 3500 millones en exportaciones, siendo el segundo o tercer rubro de ventas al exterior, y tener más de 40 mil empleos.

En 17 días vence el plazo para la recategorización en el monotributo

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La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) informó que desde este domingo, y hasta el 20 de este mes, los contribuyentes al Monotributo deberán recategorizarse en forma obligatoria. Para eso, el contribuyente debe ingresar a la opción “Mi categoría” (disponible en el portal monotributo.afip.gob.ar o en la aplicación móvil), donde podrá consultar sus datos de facturación y consumo correspondientes al último año. Quien no haga este trámite, permanecerá en la categoría actual. Sin embargo, si la AFIP detecta que el contribuyente que debía recategorizarse no lo hizo, hará el cambio de oficio. Ahora los topes son de $ 896.043,90 para prestación de servicios y $ 1.344.065,86 para venta de cosas muebles.

Las metalúrgicas sienten el impacto de la caída de la actividad

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La metalurgia comenzó a desacelerarse fuerte en mayo con la pérdida del 0,5% de sus empleos, respecto del mismo mes del año pasado, según un estudio sectorial. El 54% de las empresas metalúrgicas del país redujo horas extra en mayo y el 9% suspendió trabajadores, reportó el departamento de Estudios Económicos de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA). A su vez, el 16% de las empresas implementó reducción de la jornada laboral; el 3% aumentó de la utilización de agencias de servicios eventuales; y otro 3% presentó Solicitud de Repro o proceso preventivo de crisis. Dentro de los rubros que tuvieron las mayores caídas en su producción durante mayo se encuentran Maquinaria agrícola, con una baja del 13,9%; Equipamiento médico, 4,4%; y bienes de capital, 2,7% El 46% de las empresas indicaron que prevén una disminución en su producción, mientras que sólo el 22% indicó que espera cambios positivos para los próximos meses.

Afirman que la relación gobierno-empresarios pasa «por su peor momento»

En un artículo de opinión publicado en el diario Ámbito Financiero, se afirma que «en momentos que la crisis cambiaria parece no haberse calmado, toman fuerza dentro del Gobierno dos posturas respecto al diagnóstico y la solución. Están los «optimistas» que piensan que, si bien vendrán unos meses difíciles, con los cambios y medidas ya tomadas se podrá retomar nuevamente la senda de crecimiento. En tanto, otros estiman que la situación es más grave y aventuran que se necesitan más medidas. El grupo de los «optimistas» la voz fuerte es la del jefe de Gabinete, Marcos Peña. En tanto, el otro grupo tiene portavoces como la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal o de Nicolás Caputo, cuya opinión nuevamente ha vuelto a tener un lugar importante en la consideración presidencial. Quienes piensan que la crisis es más grave lo resumen en una frase: «Se ha perdido la confianza». Este diagnóstico coincide con numerosos economistas e incluso con algunos sectores de la oposición. Pero el «recrear la confianza» demanda gestos o actitudes quizás más relevantes que un par de cambios de funcionarios, explican. En este marco, se comprende que se hable nuevamente de la necesidad de llamar a un «gran acuerdo» que involucre a todas las dirigencias. Por el momento, el presidente Mauricio Macri descarta esta recomendación. La realidad es que Macri desconfía de estos acuerdos y más aún de muchos de los dirigentes que deberían participar. Tal es el caso de los empresarios, unos de los sectores, que en teoría, más cerca del primer mandatario debería estar. Macri está enojado con los empresarios, según comentan en los pasillos de la Casa Rosada, curiosamente enojo que también comparte más de un hombre de negocios. Este desencuentro no deja de ser llamativo, ya que el primer mandatario es un hombre surgido del riñón del empresariado. Es por eso que una parte importante de los argentinos, según resulta de las encuestas, considere que Macri «gobierna para los ricos». Un empresario con más de una generación haciendo negocios en el país, comentó que el Presidente «cree que somos dinosaurios y para él los que valen son los nuevos emprendedores, como los vinculados a la tecnología». Según sostienen en el entorno presidencial, existe un núcleo duro en las dirigencias argentinas – no sólo la empresaria, sino también sindical, judicial y desde ya la política -que es responsable de la decadencia de la Argentina, al que denominan «círculo rojo». Los empresarios decepcionados con Macri sostienen que en el Gobierno son vistos como «ventajeros y quejosos y que tienen una visión limitada a sus propios intereses». Por esta razón, se explica que cuando el ex ministro de Producción, Francisco Cabrera, calificara de «llorones» a los industriales, el propio Macri lo felicitara en una reunión de gabinete. Desde ya, sostienen estos empresarios, la relación con el Gobierno se torna tortuosa porque cualquier reclamo es visto bajo el tamiz de estos preconceptos. Entre los ratificados se encuentra el secretario de Comercio, Miguel Braun. En este campo los empresarios señalan uno de los más claros divorcios en la relación con el Gobierno. Se refieren a las negociaciones para el acuerdo Mercosur – Unión Europea a las que «no fuimos invitados a participar». Argumentan que en la agenda del secretario pesa el compromiso asumido ante Macri de llevar adelante la mayor cantidad posible de acuerdos comerciales «sin tener en cuenta los efectos negativos que estos compromisos pueden tener sobre la economía real». Desde esta perspectiva, los empresarios se preguntan «cómo vamos a competir en momentos en que nuestros principales clientes y competidores destinan montañas de subsidios al sector agropecuario: 100.000 millones de dólares en el caso de la Unión Europea, 150.000 los Estados Unidos y 200.000 millones China», grafican a modo de ejemplo. «Al presidente Macri sus colaboradores no le cuentan toda la realidad», afirman al tiempo que depositan la esperanza en que el nuevo ministro de Producción, Dante Sica al menos llevará al gabinete una visión más realista. Aunque confiesan que a veces es el propio mandatario el que se ofusca cuando le manifiestan problemas porque, afirman, Macri las vive como «quejas y/o una visión negativa».

Dujovne negó impuestos al turismo y a la salida de capitales

El ministro de Hacienda y Finanzas mantuvo un conference call con inversores institucionales para llevar calma y despejar rumores. «No estamos ni cerca de poner controles de capitales y tampoco consideramos ponerle un impuesto al turismo en el exterior», dijo tajante Dujovne. El consenso de los analistas reconoce que el déficit de cuenta corriente como la variable que refleja de manera más elocuente la vulnerabilidad ante el deterioro del contexto financiero internacional.
  • En 2017, el desequilibrio fue de US$ 31.300 millones, el equivalente a 5% del PBI, el más alto entre los principales mercados emergentes.
Hacienda espera que el déficit de la cuenta corriente baje al 3% del PBI este año desde el 5% del PBI anterior. Los analistas privados estiman que será mayor. Cuando los inversores consultaron acerca de cómo seguirá la política energética, el ministro de Hacienda y Finanzas sostuvo que los subsidios de energía y al transporte hará que la maraña de subsidios se recorten el 0,4% del PBI en 2019 y otro 0,6% después. En AgendAR lo resumimos así: el ministro se aferra a la posición oficial: el camino es el correcto, y si no da resultados ahora, es porque «pasaron cosas» y la situación global no es la que el gobierno creía. Aún si se acepta que el camino planteado era correcto, que el estímulo a la inversión y la liberación de controles eran los pasos necesarios -hay todo un sector del pensamiento económico que lo cuestiona, pero supongamos- ¿el gobierno no debería modificarlo, en vista que las circunstancias externas no son las que ese enfoque necesita? La pregunta real es ¿puede el gobierno modificar en profundidad su política, a esta altura?

Premio Internacional de Física para un científico argentino que estudia el GPS cerebral

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El Centro Internacional de Física Teórica Abdus Salam (ICTP), fundado en 1964 por el doctor Abdus Salam, Premio Nobel de Física en 1979, y con sede en Trieste, Italia, distinguió al doctor Emilio Kropff, investigador del CONICET en la Fundación Instituto Leloir (FIL). Por sus importantes hallazgos en el área de la neurobiología, Kropff recibió un premio, un certificado y una escultura. La distinción, creada en 1982, reconoce a jóvenes científicos (menores de 40 años) de países en desarrollo que han hecho contribuciones sobresalientes y originales en el campo de la física. El jurado decidió otorgarle de manera unánime el “Premio ICTP 2017” por sus estudios sobre el GPS cerebral. “Esta estructura está conformada por una red de neuronas específicas que hacen posible la creación de un mapa interno del universo y que se relaciona con la memoria de los ambientes que vamos recorriendo”, afirma Kropff quien integra el Laboratorio de Plasticidad Neuronal de la FIL. Entre 2008 y 2011, Kropff, hizo su posdoctorado con los premios Nobel de Medicina 2014, los doctores May-Britt Moser y Edvard Moser, con quienes se inició en el estudio del GPS cerebral. Años más tarde, en 2015, Kropff fue el primer autor de un trabajo – publicado en la prestigiosa revista Nature en el que describió por primera vez un tipo de neuronas del GPS cerebral, las “speed cells”. “Son las encargadas de determinar la velocidad de desplazamiento en cada paso que damos en un ambiente cualquiera”, explicó el científico.
El doctor Emilio Kropff dio una charla sobre sus investigaciones en el auditorio del Centro Internacional de Física Teórica Abdus Salam.
De acuerdo con el investigador argentino, las piezas necesarias para completar la compleja maquinaria del GPS cerebral ya fueron identificadas, “pero todavía falta entender cómo están ensambladas”. Asimismo destacó que el estudio de este circuito de neuronas puede servir en el futuro para mejorar diagnósticos y tratamientos de enfermedades neurodegenerativas. “Nuestros hallazgos ayudan a ir reconstruyendo de a poco los circuitos del cerebro dedicados a la memoria y la orientación espacial, dos capacidades íntimamente ligadas que se ponen en juego en algunas patologías como la enfermedad de Alzheimer”, puntualizó el investigador del Instituto Leloir. Y agregó que el estudio del GPS cerebral también servirá para mejorar sistemas de navegación. El premio que recibió Kropff también rinde homenaje a la memoria del pacifista y físico israelí Daniel J. Amit (1938-2007), uno de los primeros pioneros en utilizar herramientas de la física (mecánica estadística) para modelar el funcionamiento del cerebro. (Fuente Agencia CyT – Instituto Leloir).

Aceitera General Deheza diversifica sus negocios y produce almendras

Fuerte en la producción de aceites en su Córdoba natal, Aceitera General Deheza (AGD) decidió extenderse a Mendoza para una nueva producción, las más rentables almendras.  De hecho, inauguró una planta procesadora propia en Lavalle, para la limpieza, el pelado, el descascarado, la selección electrónica, el envasado y almacenamiento de almendras que se exportan a muy buen precio. La empresa cordobesa de la familia Urquía nació en 1948 dedicada a la industrialización de semillas oleaginosas y hoy es un moderno complejo agroindustrial. Y es la que tiene el 35% de la exportación de maní confitería, cuyo precio supera varias veces al de la soja con una cotización que cerró en US$ 1.500 la tonelada el último viernes. También es uno de los líderes mundiales en la exportación de manteca de maní, principalmente a Estados Unidos. Por cierto, con la producción e industrialización de almendros en Mendoza, AGD no sólo se auto abastece sino que además procesa para terceros. La planta se ubica en el llamado Desierto de Lavalle y requirió una inversión de $ 230 millones. Poseen en su finca de 1.750 hectáreas unas 265.000 plantas de almendros que fueron producidas e injertadas en Mendoza por viveros locales. Unas 50 personas de la región trabajan a diario en forma directa y otras 65 lo hacen temporalmente. La novedad es que cada parcela cuenta con riego por goteo, de alta eficiencia en el uso del agua. Y además las equiparon con 11 ventiladores anti-heladas el año pasado que se ampliaron a 22 para aumentar las hectáreas protegidas. La cosecha se realiza con técnicas de última generación a través del vibrado de los árboles para el desprendimiento de las almendras. La velocidad de la planta es la otra novedad ya que tiene una capacidad de 8.000 kilos por hora para el descascarado de almendras.

Cablevisión-Telecom y el 3° socio «mudo»: el Estado

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La semana pasada se desvaneció el último obstáculo a la constitución formal de un nuevo gigante dentro del universo empresarial argentino, una compañía de telecomunicaciones que manejará todos los aspectos del negocio, desde la transmisión de contenidos audiovisuales y datos hasta la telefonía móvil y fija. Y que podrá ofrecer en breve tiempo el «cuádruple play». Por la magnitud del asunto, y su inevitable carga política -uno de los socios, el Grupo Clarín, ha sido un actor influyente en el escenario argentino por los últimos 70 años- se han escrito todo tipo de notas, con sesgo favorable y al contrario. AgendAR ha publicado algunas de ellas. Pero en este artículo, redactado con material acercado por los técnicos que trabajaron en la construcción de una infraestructura clave: la Red Federal de Fibra Óptica -la REFEFO- estamos señalando el papel decisivo que ha tenido la inversión estatal en el surgimiento de este gigante: La fusión de TELECOM y Cablevisión acaba de sortear su último obstáculo: las resistencias de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC), hasta el pasado viernes 29 preocupada por tener que darle su aval a un corpus legal que prácticamente la extermina (no quizás a la Comisión, pero sí a la competencia). Las obligaciones que la CNDC impone al grupo Cablevisión-Telecom son menores. Devolver al estado 80 MHz de espectro telefónico, o desprenderse de 143.434 clientes de banda ancha en 28 ciudades no los afecta: es apenas el 9% de sus suscriptores. No arruina el negocio núcleo del nuevo casi monopolio, que es justamente, serlo. Y serlo adonde paga: en las ciudades de más de 100.000 habitantes. Lo extraño es que antes de que la CNDC diera el “sí” hubo que incorporar a ley modificaciones sugeridas por el grupo Clarín. Éstas contemplan las demandas de las cooperativas y pymes del interior, fundamentalmente, su negativa a compartir la infraestructura pasiva propia con los grandes jugadores. ¿Desde cuándo un león defiende a las liebres? La explicación es en parte política y en el fondo, tecnológica. La estrategia de Cablevisión la dio siempre la nave insignia del grupo, el diario Clarín. Su jefe histórico, Héctor Magnetto, logró que la ley le garantizara el uso exclusivo de su propia red de fibra óptica intraurbana, la de Cablevisión, en los grandes conglomerados urbanos. Retiene el 91% de su clientela. Es su mayor ventaja. La segunda es que la fusión con Telecom le permite al grupo concentrar el 60% del mercado nacional del transporte de información inter-urbano, y en algunas provincias, el 80% (caso de Córdoba). Hay una tercera ventaja: los precios promocionales, este año de U$ 14 por MHz, con que la empresa mayorista nacional en telecomunicaciones, ARSAT, favorece a unas 1600 cooperativas, cableras y telcos-PyME del interior. Muchas de ellas fueron compradas por Clarín en los ’90: quebraban porque no podían transmitir fútbol. Otras hace décadas se asociaron de distintos modos a Cablevisión. Las hay de tamaño sub-municipal, las hay grandes e interprovinciales, pero ARSAT tiene la REFEFO, la Red Federal de Fibra Óptica, que trata de conectarlas a todas ellas y paga al 100% el despliegue y mantenimiento de la red de cables correctamente sepultados a resguardo de la meteorología, y cuyo ancho de banda rutinariamente duplica –por dar un ejemplo- los de Telefónica. La REFEFO nació en 2006, está por alcanzar los 33.000 km. de extensión, y es obra pública que incluso el actual gobierno mantiene activa y por ahora, insólitamente, a salvo de recortes. No de cambios de nombre (la REFEFO fue rebautizada Plan Federal de Internet). Tampoco de atrasos (se proponía llegar a 1300 localidades en 2019, va por las 450). No hay culpa en las demoras: son inherentes a la dificultad técnica y financiera de una obra colosal, como sólo las hace el estado, que además se tuvo que volver experto sobre la marcha. Si semejante emprendimiento no favoreciera de algún modo “al Grupo”, ¿se continuaría? La pregunta a hacerse quizás es otra: ¿habría siquiera empezado? Con esta autopista de información, hoy se puede ver TN, el noticiero “de bandera” de Clarín, en localidades de Jujuy donde hace una década a lo sumo había unos pocos teléfonos de línea. El plan en esa provincia, para el caso, es llegar a 82 localidades conectadas. Clarín y Telecom actúan como empresa única desde el año pasado, sin todavía serlo legalmente. Pero tener los papeles en orden les resultaba importante, máxime en el desorden general posterior al “escape” del dólar y previo a las elecciones del 2019. A futuro, ¿quién podría asegurarle al contador Magnetto que el próximo gobierno sea complaciente con “el Grupo”? En la práctica, dicho grupo ha mostrado más resiliencia y lobby que cualquiera de los gobiernos democráticos desde 1983 a esta parte. “Recargado” por la fusión, los límites a su voluntad se vuelven conjeturales. Todo nuevo presidente sólo podría acatar ese poder o gastar su energía en quebrarlo, y sin garantías de éxito. Alguien que le explique a Thomas Hobbes que su Leviatán, la república, está débil frente a nuevos actores. Clarín tenía que emprolijar su casamiento con Telecom antes de las elecciones presidenciales, para volverlo un poder tan incuestionable que desalentara toda ilusión de rebeldía de los poderes del estado durante muchos años, independientemente de cuáles sean los partidos, candidatos y programas. Tal vez éste sea un momento clave. Se ha constituido un poder potencialmente tan largo, minucioso y autista como lo fue el militar desde 1930 hasta 1992, sólo que con pantallas y sin tanques (al menos, propios). En la región, sólo la Rede Globo de Brasil logró lo mismo. La historia mostrará si estas cosas pueden durar. El proyecto original de legislación buscaba equilibrar un poco mejor el mercado argentino con los rivales, Telefónica y Claro. En favor de la firma hispánica hubo un reclamo durísimo del presidente Mariano Rajoy en su última (en todo sentido) visita como mandatario. No se sabe qué fichas movió el mexicano Carlos Slim, dueño de Claro, un hombre prudente que sabe no levantar polvareda en tierras extrañas, pero es claro que las cosas le salieron mejor a su compatriota y rival, David Martínez. Con los últimos cambios, ahora Telefónica y Claro deberán seguir esperando un poco para vender “cuádruple play” (telefonía de línea y celular, internet y TV HD). La pregunta del millón es ¿podrán hacerlo? El despegue territorial les va a costar mucho. Para vender cuádruple play, Telefónica y Claro requieren de divisas y “fierros”: hay que desarrollar la “milla final” para llegar a cada hogar, en este caso no tanto con fibra como con decodificadores satelitales, contratar ancho de banda satelital con alguna empresa con “pisada” sobre Argentina, más el equipamiento de “hubs” y antenas que permita inyectar y redistribuir contenidos locales. Aún con el dólar subvaluado, nunca fue barato hacer eso aquí. Se requería invertir. No se hizo. La Argentina es el octavo país de la Tierra en extensión, y uno de los que tiene la peor demografía territorial: enormes concentraciones de población en 5 megalópolis, y vastos espacios casi vacíos –e incomunicados- en el interior. Fuera del conurbano porteño, hay centenares de rutas en las 23 provincias donde no alcanza con llevar celulares de 2 compañías distintas si a uno se le rompe el auto: no hay antenas, no hay señal. Pero este mes, para Telefónica y Claro los costos de toda la infraestructura territorial y orbital que deberían construir (que debieron haber construido) se dispararon con el dólar. Y las telcos dan servicio al mercado interno: cobran en pesos. ARSAT domina la fibra óptica terrestre. Transporta un ancho de banda técnicamente imposible de alcanzar con satélites. Lo vende a un precio difícil de igualar a las cooperativas y pymes de telefonía, TV por cable e internet del interior: las “telefónicas” (con minúscula) y las “cableras”, como se las llama desde siempre en las provincias. Cada una de ellas tiene su infraestructura construida el siglo pasado, y la vino actualizando como mejor pudo, en muchos casos fibra aérea, que reemplazó al cable de cobre, pero que todavía cuelga de postes y está expuesta a la intemperie. La gigantesca traza subterránea de la REFEFO, ya dispone de contratos con múltiples proveedores de “última milla” mejor equipados, como Fibertel, pero más frecuentemente con centenares de esas mentadas cooperativas locales, donde las hay minúsculas pero también grandes, y en general vinculadas al grupo Clarín. Telefónica y Claro necesitan transitar “sin pagar peaje” por esos extremos distales de la telaraña telemática nacional. Son tendidos precarios e insuficientes, pero es lo que hay, y ambas compañías jamás pusieron un centavo en esa infraestructura. Siempre trataron de imponer como fuera el “libre uso” de tales recursos ajenos, pero últimamente mucho más, forzados por la devaluación. Comprensiblemente, cooperativas y cableras no quisieron saber nada, así como tampoco algún gobierno provincial (La Pampa). El contador Magnetto se apoyó en estos aliados de tierra adentro, que suman lobby. Y la capacidad del Grupo Clarín de escribir y reescribir la legislación en este año, tan preelectoral y caótico, ha crecido con cada caída del peso. Telefónica y Claro sin duda tienen poder, pero no sirven como guardaespaldas. La Ley Corta de comunicaciones reemplazará a la “vieja”, compleja y exhaustiva Ley de Medios, que a fuerza de torpedeo judicial, se hundió en 2015 sin haber podido llegar a puerto. La «Ley Corta», en contraste, hace honor a su nombre: es brevísima. Deja grandes temas librados a la interpretación de funcionarios transitorios y jueces versátiles, fuente probable de futuros litigios. No son poderes cuyo casi perfecto manejo Clarín ignore. Su sucinto articulado debe ser interpretado y reglamentado por el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM), ente donde Clarín pisa fuerte. Mientras la CNDC no resignara sus pruritos antimonopólicos, era arriesgado avanzar. Ya no. A la larga liebres y leones tienen intereses distintos. Pero en lucha de gigantes que acaba de suceder, los que perdieron capacidad de elegir a su proveedor son los ciudadanos, consumidores y clientes que habitan en las 5 megalópolis nacionales o en la traza troncal de ARSAT (la mayor parte de la población). Sólo tendrán la oferta casi única de Cablevisión-Telecom para internet y TV paga, robustecida por productos como el Flow, que da contenidos con movilidad. Los que habitan en ciudades chicas del interior y la población rural dispersa y agrupada perdieron más. Lejos de la REFEFO, algunas zonas seguirán tan incomunicadas como lo estaban en 1930. Para no dejar ciudadanos afuera, un país de casi 2,8 millones de km2 con 45 millones de habitantes mal repartidos hay que “iluminarlo” desde el espacio con satélites, hubs, antenas y decodificadores. Es lo que hizo Australia, con el triple de territorio y la mitad de población. Cualquier “cattle station” en medio del polvoriento “outback” australiano recibe 20 megabytes de ancho de banda en su antena satelital. Pero armar una estructura así sale mucha plata. Si Telefónica y Claro no intentaron construirla cuando la economía daba señales de vida, difícilmente quieran hacerlo ahora. En contraste, el nuevo megamedios (el prefijo “multi” ya no alcanza), ahora con los papeles en orden, puede financiar su crecimiento tecnológico emitiendo obligaciones negociables. La batalla por el manejo de las comunicaciones, tal vez la más decisiva en este siglo XXI, se seguirá dando, y tendrá muchas vueltas, a pesar de cierto fatalismo que se desprende de los párrafos anteriores. Pero en AgendAR nos interesa subrayar un aspecto fundamental, que las discusiones ideológicas y políticas frecuentemente pasan por alto. Sólo el Estado puede hacer, en la práctica, las inversiones en infraestructura necesarias para los grandes emprendimientos. Aún en nuestra época, tan globalizada, el Estado es un socio necesario del capitalismo moderno. Depende de quiénes están a su frente, y en última instancia de sus electores, que sea o no un socio bobo.

Abel B. Fernández

Miguel Acevedo, de la UIA: «No se pueden mantener tasas del 40%»

El presidente de la Unión Industrial Argentina Miguel Acevedo afirmó en una entrevista exclusiva con el editor del diario PERFIL Jairo Straccia: «el salto de competitividad con el dolar a casi $ 30 es relativo, si la inflación sigue». Y concluye que se viene «una fuerte recesión». Acevedo, que está al frente de Aceitera General Deheza, una de las muy pocas empresas exportadoras locales cuyos números son comparables a los de las grandes multinacionales, pronosticó que se vienen meses duros, pidió que bajen las tasas e insistió en que la ganancia de competitividad con el dólar a $ 30 puede ser transitoria. —¿Qué espera para este segundo semestre? —Se viene una retracción. Hay que decirlo bien claro: acá hubo una crisis de moneda, no económica sino financiera. Pero ahora esto va a repercutir claramente en la economía. —El viernes el dólar llegó a rozar los $ 30. ¿Cree que es un techo? —Quiero ser realista. A mí me parece que el temblor financiero recién comienza en el mundo. Vamos a empezar a tener tasas más altas y eso está repercutiendo en todos los mercados emergentes y se va a seguir sintiendo. Hemos tenido tasas bajas y eso creo que se ha terminado. Sumale a eso las peleas comerciales de los americanos con los chinos y europeos. Tenés un cóctel explosivo. —Esa crisis en nuestro país impacta mucho más fuerte que en la región. ¿Por qué? —Porque la Argentina está más endeudada con respecto a otros países. Porque depende del financiamiento más que otros países. Y no lo digo como industrial sino como argentino: tenemos que empezar a producir y exportar más. —En la UIA muchas veces se pidió dólar alto. Este dólar súper alto, ¿no los favorece? —El dólar es una de las variables y lo que no tenemos que dejar nunca es que nos pase como pasó, que esa variable quede muy por debajo de las otras. Si vos dejás el dólar subvaluado, llega un momento que se te produce una devaluación. Ahora se ha corregido, pero de vuelta, hay que ver que se mantenga. Por eso a mí no me gusta decir “éste es el dólar que está bien”, porque con inflación alta en seis meses volvés a tener el dólar atrasado si no lo equilibrás con lo demás. Además, no es inmediato que sube el dólar y salgo a exportar. —Se reunieron con el ministro Sica. ¿Les dijo si bajarán las tasas? —El ministro no dijo mucho. Sí habló de la ley pyme y de créditos a tasas subsidiadas. No se pueden tener tasas tan altas. Podés usarla para corregir, pero no se pueden mantener tasas del 40% y creo que el presidente del Banco Central lo sabe. Si no, destruís las cadenas de valor, porque se empiezan a alargar los plazos de pago. —A dos años y medio, ¿creía que un gobierno de empresarios lo iba a hacer mejor? —Me gustaría ver toda la gestión, todavía no la completaron. Ahora, la Argentina es muy complicada. Y no me gusta cuando dicen que es un gobierno de empresarios. Es un gobierno de CEOs, no de empresarios. Hay una diferencia: el dueño es distinto que un CEO.