Investigadores de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), en Corrientes, trabajan en el desarrollo de un sistema de detección temprana de incendios en entornos rurales.
El proyecto consiste en diseñar, construir e implementar una red de nodos fijos para medir variables ambientales como temperatura, humo y humedad, y brindar información que ayude a prevenir la propagación de incendios. Lo implementarán en el noroeste de los Esteros del Iberá pero, una vez finalizado, podría servir para cualquier zona rural del país.
“Si bien hay algunas estaciones meteorológicas que brindan este tipo de información, no está cubierta toda la provincia. También hay productores que arman consorcios del fuego, aportando capital propio para estar informados. Sin embargo, hay muchas zonas donde no hay nada o donde usan métodos muy artesanales, como poner un peón en una especie de torre a vigilar si hay algún peligro, con la única herramienta de la vista humana.
Por eso, pensamos que desde la ingeniería podemos aportar una solución tecnológica”, dijo la doctora en Matemática María Inés Pisarello, investigadora de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura de la UNNE y directora del proyecto.
Según el Servicio Nacional de Manejo del Fuego, el 95% de los incendios tienen causas antrópicas, a partir del uso de fuego para la preparación de áreas de pastoreo o fogatas y colillas de cigarrillo mal apagadas. Un pequeño fuego puede crecer rápidamente por factores climáticos como altas temperaturas, vientos fuertes y falta de precipitaciones.
El pasado jueves, la provincia de Corrientes decretó alerta amarilla por 13 focos de fuego activos y la situación de sequía que está atravesando, al tiempo que continúa recuperándose del impacto de otros incendios, como el que sufrieron los esteros en el verano del 2022.
Los dispositivos que están diseñando los investigadores son pequeños y livianos, de un tamaño aproximado de 10×10 centímetros. Esto permite que puedan ser instalados en diversas superficies, ya sea al ras del piso, sobre un árbol o un poste.
Ante la frecuencia de estos eventos, el Grupo de Ingeniería Biomédica y el Grupo de Radiaciones No Ionizantes de la UNNE se unieron para diseñar un sistema que permita monitorear variables ambientales para prevenir la propagación de incendios, sobre todo en zonas de difícil acceso donde no suele haber vigilancia.
Primero pensaron en un desarrollo apuntado a incendios forestales pero luego, al ver que muchas veces se terminan propagando a otras regiones, como sucedió en el Parque Nacional Iberá, lo orientaron hacia todo tipo de zonas rurales.
“Una ventaja de estos dispositivos es que tienen bajo impacto ambiental porque el consumo de energía es bajísimo. Una pila puede durar dos o tres años. Eso también implica que se pueda instalar y dejar ahí sin necesidad de realizar un mantenimiento frecuente. Además, como en Corrientes tenemos mucha llanura, tienen bastante alcance. Lo único que puede limitarlo un poco es si la zona tiene muchos árboles”, cuenta Pisarello.
Los dispositivos que están diseñando los investigadores son pequeños y livianos, de un tamaño aproximado de 10×10 centímetros. Esto permite que puedan ser instalados en diversas superficies, ya sea al ras del piso, sobre un árbol o un poste. Toda la parte electrónica estará protegida por una cubierta para evitar que sea dañada por animales o factores climáticos. Cada dispositivo contiene sensores que miden variables como temperatura, viento, humedad y presión atmosférica.
Los sensores capturan los datos y los envían a un gateway (aparato que actúa de enlace entre varios dispositivos). Toda la información va directo a la nube y la idea es armar una red de gateways que transmitan todo a una central desde donde se va a monitorear de forma remota. Al obtener esa información, de ser necesario, se puede enviar una alarma a entidades como la estación de bomberos y la estación de policía para que puedan desplegar las acciones correspondientes.
“Ya tenemos un prototipo funcionando, con la parte de la comunicación y la recolección de datos resuelta. El próximo paso es simular un pequeño fuego de manera controlada para evaluar su funcionamiento en esa situación”, señala la investigadora. El equipo también trabaja en la definición de los “umbrales” que indiquen con la mayor precisión posible en qué momento será necesario dar la señal de alarma. Esto va a depender de las distintas variables que converjan en el lugar donde se instalará cada dispositivo, ya que según las características del terreno, el clima y el viento, entre otros factores, las características del humo serán diferentes.
Parte del equipo de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura de la UNNE que lleva adelante el proyecto.
De esta manera, los investigadores apuntan a que, además de brindar la información de cada variable por separado, el sistema pueda funcionar como un modelo predictivo que permita entender las dinámicas del incendio y realizar una predicción a partir de los valores que se van recolectando, de forma similar a lo que se hace con el estado del tiempo.
“Queremos terminar el prototipo, instalarlo y dejarlo funcionando para evaluarlo en campo. Nos recomendaron instalar el sistema en la zona del noroeste de los Esteros porque ahí no hay nada implementado”, indica Pisarello. Además, dentro del proyecto también tienen pensado sumar una pata educacional, teniendo en cuenta que la mayoría de los incendios son provocados por la acción humana. Junto a bomberos y brigadistas harán un ciclo de capacitación, no solo en el uso del dispositivo sino también hacia toda la comunidad para colaborar en la prevención de los incendios.
El proyecto obtuvo financiamiento de la convocatoria Proyectos Federales de Innovación (PFI 2022) impulsada por el Consejo Federal de Ciencia y Tecnología (COFECyT). Los investigadores debían presentarse junto a una entidad beneficiaria del desarrollo, que en este caso fue la Sociedad Rural de Corrientes. “A partir de ese nexo, se fue generando toda una red de posibles beneficiarios, ya que nos contactamos con Defensa Civil, bomberos voluntarios y diversos municipios”, comenta la investigadora. El equipo de investigación se completa con Juan Ángel Chiozza, Abel Grela, Paola Schlesinger, Christian Torres Salinas, Gastón Sosa, Valentín Vizcaychipi y Gabriel Molteni Morales.
“Una vez que tengamos el sistema terminado e instalado, nos presentaremos a otras convocatorias que estén destinadas a la transferencia y fabricación en serie. Estamos abiertos a cualquier interesado porque nuestra motivación es poder solucionar un problema real aplicando tecnología, a la vez que vamos aprendiendo en el camino. Nos gustaría que pueda usarse en cualquier parte del país”, finalizó Pisarello.
El subsecretario de Energía Eléctrica, Santiago Yanotti, destacó el avance que tuvieron las energías renovables en los últimos meses, en el plenario del Consejo Federal de Energía Eléctrica (CFEE) que se realizó días atrás en Tucumán y en el que participó junto a la secretaria de Energía Flavia Royón y al gobernador Osvalo Jaldo.
“Durante el segundo trimestre del año se incorporaron 173 Megavatios de potencia de energías renovables, y llegamos así a los 5.400 MW de potencia instalada de esta fuente en todo el país”, sostuvo Yanotti.
En este sentido, el subsecretario resaltó “la decisión política de incentivar este tipo de generación eléctrica, con el objetivo de diversificar nuestra matriz y contribuir al proceso de transición energética que lleva adelante la Argentina”. Recordó así que en julio se realizó la adjudicación de 620 MW a través de la Licitación de Generación de Energía Renovable “RenMDI” que, con casi 100 nuevos proyectos distribuidos en 19 provincias, reafirma “el impulso de ir hacia una matriz energética limpia y federal y que incorpora prácticamente a todas las tecnologías tales como pequeños aprovechamientos hidroeléctricos, eólicas, solar fotovoltaica, biomasa y biogás”.
Yanotti destacó además que “con lo que tenemos hoy en energías renovables en nuestra matriz, alcanza para proveer a 6 millones de hogares en toda la Argentina”, y enfatizó: “seguimos rompiendo récords en generación de renovables y vamos camino a cumplir los compromisos internacionales asumidos por el país.”
AgendAR observa:
Los datos de consumo de energía en la Argentina de 2022 fueron: gas natural 45,64%, petróleo y combustibles líquidos 38,24%, hidroeléctrica 6,22%, eólica 3,69%, nuclear 1,87%, carbón 1,44%, solar 0,77%, otras renovables 0,75%. Bajados de «The World in Data».El bajón de hidroelectricidad de 2022 se explica por tres años consecutivos de sequía, algo antes nunca visto, pero pinta que debido al recalentamiento global lo veremos más seguido de lo que querríamos. Está en tela de juicio que en el mediano plazo la hidroelectricidad pueda seguir considerándose una fuente energética «de base», la que aporta megavatios hora predeciblemente 24x7x365. El bajón de nuclear es por la reparación, todavía en curso, de Atucha 2.Se optó por comparar consumos y no producciones, para descontar las pérdidas por transmisión a larga distancia de las hidroeléctricas del Comahue y de Yacyretá, que son considerables, y proporcionales a las distancias y las temperaturas ambientes.Argentina es un país a carbono, el elemento favorito de la Secretaría de Energía en la tabla química. Sumando petróleo y gas dan el 83,88% del consumo. El carbón de Río Turbio no lo contamos porque rara vez suma. La nuclear sigue teniendo sólo tres centrales desde 2014, y para vergüenza del país y daño de sus industrias metalmecánicas y electromecánicas, son las mismas tres que estaban en 1981, una en servicio, dos en obra. La nuclear es el único recurso de base capaz de ir reemplazando a los hidrocarburos e ignorar las sequías históricas, y además, hacerlo con tecnología argentina. Pero el uranio no es el recurso favorito de la Secretaría de Energía, ese club petrolero.El total de renovables con hidroelectricidad incluida, fue del 11,43, y sin hidroelectricidad, del 5,21%. Esa última cifra es el resultado de turbinas eólicas y paneles fotovoltaicos 100% importados y libres de impuestos, sin casi crear trabajo nacional. Lo único que puso la Argentina fue el viento. El sol, a discutir. No es muy argentino. ¿Un récord? Sí, ponele. ¿De qué?
Por varias décadas, Bolivia ha sido uno de los mayores exportadores de gas natural de Sudamérica. Las abundantes reservas de gas del país empezaron a bombearse a gran escala en la década de 1970 y consolidaron el ascenso del popular ex presidente Evo Morales.
Fue quien aumentó drásticamente el control estatal sobre la industria tras asumir el cargo en 2006 y utilizó los ingresos para ampliar el Estado de bienestar boliviano.
Pero las exportaciones de gas de Bolivia disminuyeron en la última década, en parte porque hubo un freno las inversiones en el sector. Las exportaciones de productos alternativos no han crecido a un ritmo que permita recuperar las pérdidas. El desplome afecta a la economía boliviana, limita las opciones de gasto del gobierno y genera inquietud en sus países clientes, como Argentina y Brasil.
Ahora, el mapa energético de Sudamérica comienza a cambiar. Argentina se está posicionando para ocupar parte del espacio que Bolivia está perdiendo, lo que le podría significar beneficios políticos y económicos (desde la óptica de Foreign Policy.)
Aunque ambos países atraen la atención geopolítica y las inversiones por sus amplias reservas de litio -y su potencial para abastecer la transición energética ecológica mundial-, los destinos divergentes del gas natural de Argentina y Bolivia demuestran que seguimos viviendo en una era marcada por los combustibles fósiles.
Con una rapidez inusitada, el Gobierno Argentino inauguró el gasoducto que conectará un enorme yacimiento de gas de esquisto en el centro-oeste del país con los consumidores de la provincia de Buenos Aires, que depende del gas natural licuado importado del extranjero durante parte del año. El gobierno dijo que espera que el gasoducto del yacimiento de petróleo y gas – Vaca Muerta- signifique un ahorro de US$ 1.700 millones en importaciones este año. Argentina bombea petróleo de Vaca Muerta desde 2011.
La rápida construcción del proyecto fue inusual a pesar de la grave crisis económica que atraviesa nuestro país, con una inflación anual superior al 110%. El gasoducto, previsto desde 2015, se construyó en 10 meses a partir de septiembre.
Un factor clave que contribuyó a acelerar el proyecto, según declaró a Foreign Policy el periodista argentino especializado en energía Nicolás Gandini, fue la llegada de un nuevo ministro de Economía hace exactamente un año, que dio prioridad al gasoducto y fue “visto como un interlocutor por el sector energético privado”, un atributo fundamental en medio de los problemas macroeconómicos del país.
El gasoducto se construyó mediante una asociación entre la empresa estatal Energía Argentina y tres empresas privadas; el ministro reunió una combinación de fuentes de financiación que incluía un crédito del banco de desarrollo latinoamericano CAF.
Aunque las perforaciones y la fracturación hidráulica en Vaca Muerta han provocado protestas ecologistas e indígenas en Argentina a lo largo de los años, ningún candidato presidencial importante se opone hoy a esas actividades.
Además de Massa, el candidato anarco-capitalista Javier Milei y los candidatos de la coalición opositora de centro-derecha Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, que se enfrentarán en las primarias de la oposición, son los favoritos para las elecciones de octubre.
Gandini, quien dirige la agencia de noticias sobre energía y minería EconoJournal y ha seguido de cerca a los asesores energéticos que trabajan con los principales candidatos presidenciales de Argentina, dijo que Milei y Bullrich se oponen más que Massa y Larreta a la intervención del Estado en la economía. Añadió que, aunque Larreta es más partidario del mercado que Massa, probablemente estaría dispuesto a movilizar recursos públicos si fuera necesario para impulsar las inversiones en gas.
Bullrich y Milei “tienen la ilusión de que pueden conseguir proyectos financiados en el mercado privado, lo que no es tan sencillo en un país tan complicado como Argentina”, dijo Gandini.
El gobierno convocará a una licitación para un contrato estatal de construcción de una nueva extensión del gasoducto a otra provincia este mes de septiembre -justo un mes antes de las elecciones- y ambiciona exportar gas a Brasil y Uruguay en el futuro. El potencial de exportación de gas de Argentina ha atraído incluso la atención del Canciller alemán Olaf Scholz, que trató el asunto en una visita bilateral en enero. (El Congreso argentino está en las primeras fases de discusión de un marco regulador que podría permitirle empezar a exportar gas natural licuado). Incluso antes de que se produzca cualquier exportación, la reducción de las importaciones de gas ayuda al gobierno argentino a conservar algo de los dólares que tanto necesita.
Pero las exportaciones de gas no pueden ser el salvavidas económico para siempre según avanza la transición energética mundial. La vecina Bolivia es un ejemplo de lo que puede ocurrir cuando un país no planifica su futuro económico más allá de la exportación de combustibles fósiles. La misma semana en que se completó el nuevo gasoducto, el gobierno publicó su estrategia de transición energética para 2030, que se centra en cómo el país transformará su red eléctrica, pero no en cómo transformará sus exportaciones.
Sin embargo, para un país sumido en la incertidumbre económica, 2030 parece muy lejano. “Ahora mismo, el Gobierno necesita mejorar su balanza comercial” y otras cuentas nacionales, “lo que exige exportar todo lo posible, no sólo gas natural, sino sobre todo petróleo”, especialmente a los precios internacionales actuales, dijo Gandini.
YPF, la petrolera estatal argentina, comenzó a estudiar los combustibles sintéticos. Los llamados E-fuels son elaborados con energías renovables y, a diferencia de la nafta o el diesel convencionales, eliminan la huella de carbono de los vehículos impulsados por motores de combustión interna.
El plan de YPF es realizar ensayos en la Argentina con e-fuels importados de otros países donde ya se produce este combustible. En una segunda etapa, la idea es encarar la producción local. La noticia trascendió el sábado pasado, durante los festejos en Argentina por los 75 años de Porsche.
Por el momento se trata de un proyecto en estado de desarrollo. Por ese motivo, aún no se realizó el anuncio oficial sobre este estudio.
La automotriz alemana es aliada de YPF en la Argentina y es líder mundial en el desarrollo de combustibles sintéticos. Porsche ya cuenta con una planta de producción de e-fuels en Chile y utiliza estos combustibles para su categoría de competición Porsche Supercup. Los primeros ensayos locales con E-Fuels podrían hacerse en conjunto con la automotriz alemana.
El E-Fuel es una «gasolina sintetizada» a partir de dos componentes: Agua (H2O) y Dióxido de Carbono (CO2). La elaboración demanda cuatro etapas. Uno de los desafíos del e-fuel es lograr un precio competitivo. En esta etapa aún en desarrollo, cuesta casi el doble que un litro de nafta elaborada con petróleo. El objetivo de las empresas que apuestan a esta tecnología es reducir el costo en cuanto se alcance una mayor escala de producción.
Porsche desarrolló los e-fuels con el objetivo de garantizar el abastecimiento de combustible para los propietarios de autos clásicos de la marca alemana, incluso más allá del momento en que se deje elaborar nafta con petróleo. Sin embargo, los e-fuels lograron la aprobación de la Unión Europea -gracias al impulso de los legisladores alemanes- para que se autorice su uso más allá del año 2035, cuando la UE planeaba prohibir la venta de vehículos impulsados con motores de combustión interna. Este cambio en la legislación generó el enojo de automotrices como el Grupo Stellantis, pero se ganó el apoyo de muchos fabricantes pequeños que no pueden encarar la inversión de desarrollar vehículos eléctricos. (Carlos Cristófalo)
El Interventor del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), Walter Martello, les ordenó a las distribuidoras Edenor y Edesur que destaquen la identificación del nivel de segmentación tarifaria de las personas usuarias en las facturas del servicio de energía eléctrica..Lo hizo a través de las mismas resoluciones publicadas en el Boletín Oficial, donde se difundieron los nuevos cuadros tarifarios de las distribuidoras del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA)..Martello determinó en relación con la información sobre el nivel de segmentación tarifaria (N1-N2-N3) aplicado en las facturas del servicio eléctrico, que la misma deberá ser “clara, legible y estar ubicada para su fácil identificación, con el mismo o mayor tamaño de tipografía que el utilizado para la categorización del mismo”..“Firmé dos resoluciones para instruir a Edenor y Edesur a mejorar la identificación del nivel de segmentación tarifaria en sus facturas”, indicó Martello en Twitter y destacó que “el cambio de diseño apunta a que los usuarios residenciales corroboren con mayor facilidad el nivel de subsidio que se les aplicó en el período liquidado”..
Edesur.
En ese sentido, sostuvo que “esto permitirá que quien observe alguna discrepancia entre el nivel asignado y su situación socio-económica pueda, si no lo hizo todavía, anotarse en el Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE), y si ya se inscribió, solicitar un cambio de categoría o una evaluación de su caso”.
Tarifas: confirman nuevo esquema de precios para la luz y el gas
Este mes, se implementará el quinto aumento del año en las tarifas de luz para el AMBA. Este incremento será del 4%, según lo determinado por la Secretaría de Energía. Los hogares clasificados como de ingresos altos (Nivel 1) y los de ingresos medios (Nivel 2), que superen el consumo de 400 KWh, serán los responsables de pagar esta nueva alza. Por otro lado, el precio del gas se mantendrá sin cambios desde su última actualización, que fue en mayo pasado.
El ENRE anunció las nuevas tarifas para los usuarios de las distribuidoras metropolitanas Edenor y Edesur, que estarán vigentes desde este martes hasta el 31 de octubre. En esta ocasión, los cambios afectarán principalmente a los niveles de consumo más altos, mientras que los usuarios de niveles medio y bajo no experimentarán aumentos.
Las resoluciones 573/2023 y 574/2023, publicadas en el Boletín Oficial, establecen que los usuarios residenciales de los niveles 2 y 3, que consumen hasta 400 kilovatios hora por mes subsidiados, no verán modificaciones en sus tarifas.
Por otro lado, los usuarios residenciales del nivel 1 tendrán un aumento promedio del 5,5%. Además, debido a la resolución 612/2023 de la Secretaría de Energía, que fijó el valor del gravamen destinado al Fondo Nacional de Energía Eléctrica (FNEE) en $717 por megavatio hora a partir de este martes, los usuarios del nivel 2 verán un incremento promedio del 2% en sus facturas.
A pesar de estos ajustes, los usuarios del nivel 2 seguirán pagando un 69% menos que los del nivel 1, y los del nivel 3 pagarán un 63% menos que los del nivel 2, con un porcentaje decreciente a medida que aumentan los consumos hasta alcanzar un 12% promedio.
Doctora en Ciencias de la Computación, especializada en temas vinculados a ética e inteligencia artificial, Vanina Martínez es investigadora del CONICET en la Faculta de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires. Actualmente, está realizando una estadía de investigación en el Instituto de Inteligencia Artificial del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IIIA-CSIC), en España.
El campo de investigación de Martínez es el de la inteligencia artificial (IA) simbólica, en el que se utilizan modelos lógico matemáticos a partir de la generación de reglas que manipulan símbolos, lo que de alguna manera codifica el razonamiento que podrían tener esos sistemas, como si fueran los silogismos de lógica que se aprenden en la secundaria, del tipo “todo hombre es mortal, Sócrates es un hombre, entonces Sócrates es mortal”.
Esto se contrapone a los modelos más modernos de IA, principalmente basados en machine learning y el uso de redes neuronales, que extraen patrones a partir de un montón de datos crudos y los utilizan para resolver distintos tipos de problemas. Son los sistemas que más llaman la atención en la actualidad, como Chat GPT.
“En general, los problemas de los sistemas basados en machine learning surgen porque queremos que esos programas hagan cosas para los que no están diseñados, como tomar decisiones como si fueran humanos. Eso pasa porque el método de razonamiento es otro, es distinto y mucho más básico”, afirma Martínez, y advierte que por eso ahora está trabajando en los denominados modelos híbridos, que buscan combinar ambas metodologías para lograr que los sistemas de inteligencia artificial tengan un comportamiento más robusto, que puedan responder mejor a lo que como humanos se espera de ellos y que pueda haber más de control e interpretabilidad de estos modelos.
Chat GPT ha sorprendido al mundo por su capacidad de responder cuestiones de las más variadas. ¿Cuáles son los problemas o los límites a los que hace referencia?
Chat GPT es fantástico, es increíble para un algoritmo que para lo único que está entrenado es “dada una frase, cuál es la próxima palabra más probable”. Pero, claro, eso se puede generalizar a que haga todo un texto, que escriba un programa, una canción, un poema. En vez de mirar solamente la siguiente palabra probable, mira la siguiente y la siguiente y la siguiente, y va construyendo; y al estar entrenado con tanta cantidad de datos, que no sabemos qué datos son pero sí sabemos que es una cantidad masiva, ya que gran parte de lo que está en Internet ha sido lo que lo alimentó, encuentra patrones que reflejan cómo escribimos.
“En general, los problemas de los sistemas basados en machine learning surgen porque queremos que esos programas hagan cosas para los que no están diseñados, como tomar decisiones como si fueran humanos”, dice Martínez.¿Y ese modelo está limitado?
Hay una hipótesis muy fuerte que considera que, cuanto más grandes son estos modelos, mejor se van a comportar. Las corporaciones, que en este caso son las dueñas de estos sistemas, dicen que los desafíos actuales se van a solucionar con modelos más grandes, alimentados con más y más datos. Yo creo que no, que eso va a llegar a un tope, que quizás todavía le falta un poco y nos vamos a seguir sorprendiendo con el tipo de cosas que pueden hacer, pero hay ciertas cosas que para mí son inevitables, entendiendo la naturaleza de los modelos. ¨Porque aprenden cosas que se repiten muy a menudo de un conjunto de datos; entonces, lo que aprenden está completamente condicionado por ese conjunto de datos, no van a aprender nada que no esté ahí. Eso, además, tiene problemas de sesgos.
¿En qué sentido?
Si nos ponemos a pensar críticamente, vemos que la Internet misma no es representativa, ya que la mayoría de la gente que utiliza la web y las redes sociales pertenece a un hemisferio en particular, a una raza en particular y a una edad en particular. Entonces, Chat GPT no sabe hablar como un niño ni como un anciano, por ejemplo, habla como el usuario promedio de Internet, porque toma datos de ahí. Si los seres humanos en promedio decimos cualquier cosa en la web, ¿cómo le vamos a pedir a un sistema que se comporte de una manera especial? Le metimos un montón de datos que, en principio, ni sabemos lo que hay ahí, y que luego, si lo supiéramos, son un reflejo de la propia sociedad, que es sesgada, y ni siquiera de la sociedad completa. Ese es un problema fundamental. No pareciera que ese modelo, por más grande que se haga, vaya a lograr comportarse de la manera que estamos diciendo que queremos que se comporte.
Frente al avance de estas tecnologías, ¿ya existen desarrollos híbridos?
Todavía son muy incipientes. La tendencia sigue por el lado del machine learning y creo que va a seguir un tiempo más, pero si uno mira la naturaleza del modelo, pareciera que los límites son bastante claros con relación a lo que nosotros esperamos. Es decir, si estamos hablando de regulación, de ética, de tener una inteligencia artificial centrada en el humano, donde queremos tener algún tipo de control sobre cómo se utilizan estos sistemas y lo que producen, pareciera que este tipo de modelos no es lo que nos va a llevar a eso.
Imagen generada con DALL-E, el programa de inteligencia artificial que crea imágenes a partir de descripciones o consignas.En esta historia en la que inicialmente se apoyó un modelo y luego otro, seguramente influyeron también los financiamientos, que fueron priorizando una línea de investigación por sobre la otra. ¿Cómo se posicionan países como la Argentina frente a estos avances que provienen de los denominados países más desarrollados?
Siempre el financiamiento vino del hemisferio norte, de Estados Unidos o Europa, y ahora también de China. Los denominados países en vías de desarrollo, en general, aportan desde un lado de la ciencia más básica, que no requiere recursos costosos, sobre todo por el tema de hardware. Ese es un problema que históricamente han tenido países como el nuestro, aunque en algún momento la Argentina pueda tener una supercomputadora, siempre es difícil. Ahora, lo que está sucediendo es que no solamente los países en vías de desarrollo tienen ese inconveniente, sino que la mayoría de los Países no puede competir con las empresas. La mayoría de las universidades a nivel internacional no puede hacer el tipo de experimentos que se necesitan para poder competir contra algo como Chat GPT. Eso hace que el conocimiento y el avance tecnológico esté completamente dictado por cinco compañías, y que lo académico quede afuera. Eso es muy problemático, porque uno puede decir que es entendible cuando hay una cuestión de recursos de un país que se destinan a otro lado, pero estamos hablando de países como Alemania o Estados Unidos, en donde hay universidades muy buenas y con muchos recursos, y no pueden tener toda la infraestructura que tendrían que tener para poder competir con Chat GPT.
¿Eso pone en peligro el avance científico?
Exacto, porque la mayoría de los avances que hacen estas empresas son tecnológicos y su objetivo es ir haciendo estos modelos cada vez más grandes. No pareciera haber una perspectiva de probar otra cosa, porque no les conviene, sus objetivos son económicos y está bien que lo sean, pero falta el aporte científico, de ser críticos sobre en qué se puede mejorar y en qué no. En qué línea puede ser mejor desde un punto de vista distinto, incluso ambiental, porque estos sistemas consumen una cantidad de energía que a veces equivale a lo que consume un pueblo entero.
¿Considera que esa limitación en el ámbito científico se traduce en una limitación para la regulación, en el sentido de que no se puede legislar sobre aquello que desconocemos?
Sí. Hay otros modelos que son abiertos o versiones más pequeñas con las que uno puede experimentar, pero Chat GPT es totalmente privado, no se sabe con qué datos fue entrenado y se reentrena cada cierto tiempo, la versión que una probó hace un mes no es la misma que se está haciendo hoy. Eso es un problema para hacer experimentos, porque rompe el método científico, al impedir que se puedan replicar los experimentos. Desde el punto de vista científico, la comparación no es justa, porque no sabemos cómo está construido Chat GPT, hay algunas publicaciones que nos indican los modelos matemáticos que se usan y sabemos como funcionan, pero exactamente cómo está programado y sobre qué aprendió, no lo sabemos. Si parte de la formulación de marcos regulatorios o éticos, e incluso de políticas estatales, tiene que ver con entender cómo funcionan estas tecnologías, es complicado porque hay cosas que no las vamos a poder saber. Una alternativa podría ser obligar a las empresas a que nos den los elementos para poder entender, pero para eso se necesita una regulación previa, algo que tenga que ver con lo que la empresa tiene que liberar datos para que esa tecnología sea auditable. Y eso es difícil de conseguir frente a la concentración de poder que tienen estas corporaciones.
¿Esta preocupacion la ve reflejada en colegas o en el ámbito científico en ambos hemisferios?
Sí, y me llamó mucho la atención. Yo lo pensaba desde el lado de la Argentina, con nuestras problemáticas, con nuestros déficits, y encontrarme con colegas de distintas universidades de Europa, de Estados Unidos, que plantean la misma problemática me permitió ver que la magnitud de recursos que se necesitan es tanto más grande que es imposible para cualquier país. Cualquier país es chiquito comparado con OpenIA, Facebook o Google, económicamente hablando. Por eso, cuando arranqué con el camino de la ética tenía una postura muy crítica sobre la tecnología, y a medida que avanza el tiempo me estoy polarizando, en el sentido de que siempre decía que la tecnología no es neutra, y eso sigue siendo verdad, pero el gran problema no es la tecnología, sino los seres humanos y los mecanismos económicos que seguimos. Eso me preocupa más allá de la inteligencia artificial, pero soy investigadora y mi trabajo es avanzar en el estado del arte, para intentar que estos sistemas funcionen como esperamos que lo hagan.
“No sabemos cómo está construido Chat GPT, hay algunas publicaciones que nos indican los modelos matemáticos que se usan y sabemos cómo funcionan, pero exactamente cómo está programado y sobre qué aprendió, no lo sabemos”, dice Martínez.¿Aunque la ciencia se vea debilitada frente a las grandes corporaciones?
Yo confío en la humanidad y en la ciencia. Por más que sea invisible lo que se esté haciendo, si eventualmente eso realmente sirve, si es bueno y mejora las cosas, se va a adoptar. Como científicos, hay que seguir empujando para que los políticos nos den financiamiento, para que haya transferencia de la ciencia a la tecnología, al sector productivo, y que a las empresas locales, por ejemplo, no les sea más fácil recurrir a un modelo traído de afuera que utilizar algo que se diseña en nuestros países o que todavía está en una especie de prototipo científico. Es difícil, pero es tratar de empujar para que eventualmente lo que descubrimos, lo que trabajamos, tenga un poquito de impacto, aunque sea a nivel local.
Además de las limitaciones en el hardware, que hoy parece ser global, ¿qué limitaciones particulares observa en nuestro país?
Nuestros problemas tienen que ver con cómo podemos pensar nuestra economía alrededor de una revolución basada en la inteligencia artificial: qué se está produciendo, cómo podemos no ser solamente consumidores de cosas que vienen de afuera, en qué podemos aportar. Sabemos que no tenemos ni vamos a poder tener el hardware, pero somos muy buenos en generar mano de obra calificada que pueda utilizar estos sistemas, que pueda implementarlos en distintos dominios de la industria, por ejemplo. Y ahí, el problema que estamos teniendo en la Argentina es que muchos estudiantes de carreras vinculadas con la informática y la ciencia de datos no terminan sus carreras, porque en segundo o tercer año ya tienen las capacidades necesarias para trabajar en la industria, y se paga tan bien que no solo es demasiado tentador, es imposible en muchos casos pedirle a una persona que siga estudiando, si con lo que ya sabe va a cobrar en dólares. Entonces, ¿qué va a pasar en los próximos años si los profesionales de la informática se quedan en ese nivel de educación? ¿Cómo va a afectar eso al futuro de la ciencia y de la tecnología? O cuando se gradúan se van a la industria y no vuelven a la academia. Entonces, tampoco tenemos profesores.
Y ese es otro problema.
Sí. En este momento, en la mayoría de las universidades nacionales del país hay un déficit muy grande de profesores en informática, y eso en contraposición con una matrícula que se viene elevando. Hay un estado de falta y de agotamiento de los profesores, porque el trabajo es mucho más y los sueldos son irrisorios. Para mí, ese es el problema más grande que tiene la Argentina en este momento: qué va a pasar con la educación superior en las áreas de las TICs, para retroalimentar también la educación primaria y secundaria. Por un lado, decimos que es importante reconvertir perfiles de personas para no quedarnos afuera, pero, ¿cómo lo vamos a hacer, con qué recursos humanos, si hay un drenaje hacia la industria para la generación de productos que no vuelve al sector educativo o científico? La diferencia entre lo que puede cobrar un recién graduado en computación que ingresa a carrera de investigador, con beca de doctorado en el CONICET, con algún cargo docente, es como mínimo 10 veces menos que lo que puede ganar un junior en la industria. La diferencia es muy grande, y esa es mi mayor preocupación. Esto en un momento donde necesitamos poner foco en la educación y entender qué tipo de conocimientos necesitan los chicos de primaria y secundaria para afrontar el futuro completamente automatizado que se viene en un montón de dominios. Si no tenemos docentes ni gente con conocimientos que puedan adaptar los programas y todas estas novedades tecnológicas, estamos en problemas.
Se trata de cuestiones que parecen lejanas frente a otros problemas más cotidianos como la inflación y la pobreza, y sin embargo impactan si se piensa en el desarrollo a futuro del país.
Sí. También hay que ser crítico de toda esta parte negativa y decir bueno, la automatización nos puede servir para mejorar cosas, aún dentro de nuestras limitaciones. ¿Hasta dónde podemos usar la inteligencia artificial y el avance tecnológico para mejorar algunas de las problemáticas básicas que tenemos en nuestro país? Yo no tengo la respuesta porque no es mi ámbito, pero necesitamos gente pensando en eso, en cómo utilizar esta tecnología y en cómo explotar de la mejor manera las capacidades que tenemos.
Sin saber demasiado, me parece que tratar de robustecer el sistema educativo y tratar de apoyarlo puede ser una alternativa. Tenemos una historia en crear gente con mucha capacidad intelectual, muchos argentinos son reconocidos alrededor del mundo y nuestras universidades son buenísimas. Entonces, apalanquemos lo que sabemos que puede llegar a funcionar. Sin ayuda del Estado, e incluso de las empresas tecnológicas locales, eso no es posible.
La construcción de la etapa I del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK), tras comenzar en los últimos días a ingresar gas natural al sistema de transporte, encara el proceso de instalación de dos equipos turbocompresores en las plantas cabeceras, lo que permitirá casi duplicar su capacidad de evacuación del gas de Vaca Muerta.
Fuentes de la empresa Energía Argentina señalaron que las obras a desarrollarse en las plantas Tratayén, en la provincia de Neuquén, y Saturno, en el partido bonaerense de Salliqueló, estarán listas durante el próximo trimestre, de acuerdo al avance de obra registrado por las contratistas.
Según el detalle de la licitación adjudicada en diciembre pasado, la planta Compresora Tratayén estará a cargo de la firma Sacde de Construcción y Desarrollo Estratégico, que tuvo la responsabilidad junto con Techint de dos de los tres tramos del ducto principal de 573 kilómetros del GPNK.
En tanto que la planta Compresora Salliqueló será ejecutada por la UTE Contreras Hermanos-Esuco.
Los dos equipos turbocompresores ya se encuentran en el país desde abril y mayo pasado, y fueron trasladados a las respectivas plantas donde se realizan actualmente las obras de instalación e integración al sistema.
La función de los dos equipos será la de incrementar la capacidad de transporte del gasoducto de los actuales 11 a 21 millones de metros cúbicos/día (MMm3/día), caudal que se asegura estará habilitado para circular antes de que finalice 2023.
La construcción de estas plantas compresoras, proyectadas para completar la etapa I junto a las obras complementarias del GPNK, estaba prevista para 2024, pero fueron adelantadas casi un año.
Para esta licitación habían presentado propuestas cuatro oferentes: BTU, Esuco-Contreras, Sacde y Techint, las que propusieron los detalles técnicos y económicos de las tareas de Ingeniería, provisión de equipos y materiales, y construcción de la planta compresora de gas.
Tras la evaluación de las ofertas técnicas y económicas, la empresa decidió adjudicar el renglón 1 al oferente Sacde por un monto total de $ 19.925.776.438 y el renglón 2 al oferente Contreras Hermanos-Esuco S.A. por un monto total de $ 16.706.271.512.
Todas las obras son parte del proceso de licitación que lleva adelante la empresa estatal Energía Argentina, que permitió finalizar la construcción del gasoducto el 9 de julio, para luego comenzar el proceso de llenado con un caudal de 25 MMm3 de gas de Vaca Muerta.
El jueves último, el gasoducto comenzó a inyectar los primeros metros cúbicos de gas natural proveniente de Vaca Muerta a la red troncal de transporte que abastece al Área Metropolitana Buenos Aires (AMBA), con lo que se busca asegurar el abastecimiento del mercado interno y la sustitución de importaciones.
De esta manera, en los próximos días a través del nuevo ducto se estará incorporando al sistema los 11 millones de metros cúbicos (MMm3) diarios de gas, el tope de su capacidad inicial.
En 2024 se dejará de importar GNL
De esta manera, la Argentina evitará a partir del año próximo tener que importar Gas Natural Licuado (GNL) a través de la terminal flotante del puerto de Bahía Blanca, lo que significará una sustitución de importaciones que se abastecerá con el incremental productivo de la formación no convencional de Vaca Muerta.
Tan sólo en concepto de disminución de importaciones se prevé un ahorro para este año de alrededor de US$ 1.700 millones, que se incrementará a unos US$ 4.000 millones en 2024, por la disponibilidad del nuevo gas en reemplazo del GNL y los combustibles líquidos importados.
Hace unos diez días, se concretó la habilitación del loop (ampliación) que daba unos 5 MMm3 adicionales de capacidad a ese ducto troncal que nace en la cuenca neuquina, se dirige hasta la ciudad de Bahía Blanca y desde ese nodo, por distintas trazas, hasta el AMBA.
Esa zona, considerada la de mayor demanda de gas, ya era abastecida por el gas de Vaca Muerta tanto por el sistema del Neuba, y a la zona norte bonaerense y sur de Córdoba y Santa Fe por el gasoducto Centro Oeste.
El GPNK atraviesa las provincias de Neuquén, Río Negro, La Pampa y Buenos Aires, y para su construcción de utilizaron más de 47.700 caños de 12 metros de largo y de 36 pulgadas de diámetro, una obra que se realizó en un tiempo récord de 10 meses, cuando lo usual para este tipo de emprendimientos es que demanden 24 meses.
Ahora el Gobierno nacional encara como prioritarios el llamado a licitación del reversal del Gasoducto Norte, que permitirá que el gas de la cuenca neuquina sustituya en las provincias de aquella región del país las importaciones provenientes de Bolivia, que se encuentran en declino productivo, y luego con la generación de excedentes, comenzar a exportar a Chile y a Brasil.
De la misma manera, el Ministerio de Economía a través de la Secretaría de Energía prevé para septiembre el llamado a licitación correspondiente para la construcción de la Etapa II del Néstor Kirchner.
Este nuevo tramo extenderá la traza otros 467 kilómetros, desde Salliqueló hasta San Jerónimo en el sur de Santa Fe, con lo que se completarán 40 MMm3 y ampliando en un 30% los gasoductos troncales.
Así, al tiempo que se asegura el abastecimiento de las distintas regiones, las obras de transporte permitirán reducir el costo de abastecimiento de la demanda nacional con un efecto de sustitución de importaciones que repercute tanto en la balanza comercial como en los subsidios energéticos.
De las 149 iniciativas de todo el país que se presentaron en la convocatoria a “Proyectos de Redes Federales de Alto Impacto” del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MinCyT), el jurado seleccionó 23 proyectos ganadores, 3 de los cuales están liderados por investigadores de la Fundación Instituto Leloir (FIL).
Así, los grupos que encabezan los científicos Andrea Gamarnik, Osvaldo Podhajcer y Andrea Llera recibirán cada uno US$ 250 mil anuales durante cuatro años para poder concretar sus propuestas, vinculadas al diagnóstico y la prevención de enfermedades infecciosas y al estudio de las variantes genéticas del cáncer de mama en el país. El anuncio oficial de los ganadores se realizó este lunes 7 de agosto con un acto en el auditorio del Centro Cultural de la Ciencia, que contó con la presencia del ministro Daniel Filmus.
A continuación, un breve resumen de los tres proyectos ganadores, que se inscriben dentro de los “temas prioritarios para el desarrollo nacional”, según las áreas definidas como estratégicas en los Desafíos Nacionales del Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2030.
Red de Estudio de la Diversidad en Cáncer de Mama (REDICAM):
Coordinada por Andrea Llera, investigadora principal del CONICET en el Laboratorio de Terapia Molecular y Celular de la FIL, la red está compuesta por varios hospitales y centros de investigación de la Ciudad de Buenos Aires y de las regiones del NOA y NEA (Salta, Jujuy, Misiones).
El proyecto se centra en el estudio del cáncer de mama, específicamente del subtipo HER2+, desde la perspectiva de la medicina de precisión aplicada a la salud pública y enfocándose en la diversidad de ancestrías que existen en la Argentina (principalmente, por la mezcla de orígenes genéticos europeos e indoamericanos). La iniciativa tiene como objetivo amplio generar una estructura científico-médica de investigación en cáncer, que incluya población argentina diversa y que combine la investigación clínica con el análisis de los determinantes genéticos y sociales de la salud.
Una de las metas es confirmar si, efectivamente, las mujeres del norte del país tienen mayor riesgo de desarrollar tumores de mama HER2+ que otros subtipos, hipótesis que surge de estudios que mostraron una mayor proporción de tumores HER2+ en las poblaciones con mayor ancestría indígena americana de Colombia y Perú.
“En lo personal, el haber ganado en esta convocatoria hace que podamos extender la experiencia que logramos con la Red Latinoamericana de Investigación en Cáncer (LACRN) y seguir aportando datos al sistema de salud argentino y latinoamericano sobre las características particulares de los tumores en la región. Así se podrán sustentar mejor las decisiones del sistema sanitario y extender la sobrevida de las pacientes argentinas”, señaló Llera.
Red Argentina de Vacunas de Interés Nacional para Enfermedades Infecciosas (RAVINERI):
Coordinada por Osvaldo Podhajcer, jefe del Laboratorio de Terapia Molecular y Celular (LTMC) de la FIL, la propuesta busca generar por ingeniería genética cuatro vacunas contra virus prevalentes en la región (y en algunos casos a nivel global): SARS-CoV-2, influenza, fiebre amarilla y chikunguña. Esto podría tener un fuerte impacto en salud pública, reduciendo la morbilidad y mortalidad causada por esos patógenos.
En el caso de SARS-CoV-2 e Influenza, la innovación radica en que serán desarrollos inhalables de próxima generación, con el fin de generar una respuesta inmune más amplia, efectiva y duradera de manera de aumentar los intervalos entre dosis recomendados actualmente. En el caso de fiebre amarilla y chikunguña, al ser enfermedades relevantes en la región, pero no prioritarias a nivel mundial, el desarrollo de vacunas no está muy avanzado y, por ejemplo, para la primera se usa la misma vacuna desde hace 70 años e informes recientes de reacciones adversas graves hicieron evidentes la necesidad de obtener nuevas tecnologías más seguras. Para chikunguña, en cambio, todavía no hay vacunas en el mercado. En estos dos últimos casos serán productos de administración intramuscular.
Para llevar adelante el proyecto, se unieron los miembros de grupo COVAC, integrado por científicos del LTMC de la FIL, del Instituto Malbrán y Maiztegui de ANLIS, y del Hospital Italiano (coordinado en conjunto por Podhajcer y Sabrina Vinzón, del LTMC); la Red Misionera de Vacunas para Enfermedades Infecciosas de Interés Provincial, coordinado desde el Instituto Misionero de Biodiversidad (IMiBio), en Puerto Iguazú, por Andrés Ruuth; y el grupo de Tecnología Farmacéutica y del Aerosol de la Planta Piloto de Ingeniería Química (PLAPIQUI) del CONICET y la Universidad Nacional del Sur, en Bahía Blanca, coordinado por Verónica Ramírez-Rigo.
Red Federal para el Diagnóstico Rápido de Enfermedades Infecciosas Desatendidas en la Argentina(ReFeDe-Ar):
Coordinada por Andrea Gamarnik, jefa del Laboratorio de Virología Molecular de la FIL, la red propone la creación de un equipo interdisciplinario para abordar necesidades sobre enfermedades infecciosas desatendidas relevantes para la Argentina y la región. Específicamente, los objetivos serán consolidar una plataforma de desarrollo de herramientas de diagnóstico rápido para enfermedades parasitarias (Trichomonas vaginalis) y transmitidas por vectores (dengue y otros arbovirus); y establecer un sistema de vigilancia de los microorganismos en estudio, tanto en humanos como en mosquitos y animales silvestres.
La iniciativa será llevada adelante por el Grupo COVIDAR, liderado por Gamarnik e integrado por otros miembros y jefes de Laboratorio de la FIL, como Daiana Capdevila, Marcelo Yanovsky y Julio Caramelo; el Grupo Arbovirus, coordinado por la viróloga Karina Salvatierra, referente de la provincia de Misiones de la Red Nacional de Diagnóstico de Dengue; y el Grupo de Enfermedades Parasitarias, impulsado por el parasitólogo clínico Fernando Rivero, del Instituto Multidisciplinario de Salud, Tecnología y Desarrollo (IMSaTeD) de Santiago del Estero.
“Durante la gestión uno no siempre se da cuenta cuando está frente a un momento importante, pero en este caso soy conciente de que éste sí lo es”, dijo Daniel Filmus, al cierre del acto de reconocimiento a los investigadores ganadores, en el que se hizo especial hincapié en los montos otorgados, la representatividad federal de las iniciativas y la equidad de género que se logró. El ministro de Ciencia anticipó que el objetivo de la cartera que dirige es que los respectivos convenios se firmen durante agosto para que los proyectos puedan empezar a implementarse cuanto antes. (Agencia CyTA-Leloir).
La low cost dominicana AraJet finalmente desembarca en la Argentina. La Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) autorizó, a la empresa de aviación, a través del Boletín Oficial, a operar vuelos regulares entre Santo Domingo y el Aeropuerto Internacional de Ezeiza en Buenos Aires.Será la primera vez que se conectarán en forma directa las capitales de ambos países, a través del Aeropuerto Internacional Las Américas de Santo Domingo y el Aeropuerto Internacional de Ezeiza. La oferta existente con República Dominicana se limita a los vuelos que hoy ofrece Aerolíneas Argentinas entre Buenos Aires y Punta Cana.
Uno de los aspectos destacados de la resolución es que no se especifican las frecuencias y el tipo de equipo de vuelo a utilizar, quedando sujeto a las limitantes impuestas por la autoridad de bandera del transportador de acuerdo con lo convenido a nivel bilateral.
Antes de iniciar las operaciones en el país, «la Empresa deberá someter a consideración de la ANAC las tarifas a aplicar, los seguros de ley, libros de a bordo y de quejas para su habilitación, correspondiendo idéntico trámite a toda incorporación, sustitución o modificación de la capacidad comercial de sus aeronaves, como así también de sus seguros, tarifas, cambio de domicilio», remarca la resolución 447/2023 publicada este jueves en el Boletín Oficial.
El plan de expansión de la compañía, que empezó a operar en 2014 como chartera, incluye también servicios a Asunción, Montevideo, Santa Cruz de la Sierra, San Pablo y Santiago de Chile.Además, AraJet busca competir con la panameña Copa Airlines,que ofrece servicios desde cuatro ciudades del país: Buenos Aires (Ezeiza), Rosario, Córdoba y Mendoza. La ruta con Salta se interrumpió en marzo de 2020 y todavía no se reactivó, pero el plan es retomarla este año. En sus vuelos desde la Argentina, siete de cada 10 viajan al Caribe o Miami.La intención de la low-cost dominicana es instalar un hub de alcance continental en Santo Domingopara comerle participación de mercado al centro de conexiones que Copa tiene en el Aeropuerto Internacional de Tocumen en la Ciudad de Panamá, que aporta el 15% del Producto Bruto Interno (PBI) del país y fue renovado recientemente.AraJet nació con el nombre de DW Dominican Wings en 2014 y comenzó operando vuelos chárter con aeronaves Airbus A320. En 2018, cambió su razón social a Flycana, manteniendo el certificado de operador aéreo para transformarse en una low-cost.
Con el surgimiento en 2020 de la aerolínea llamada SkyCana, Flycana se vio obligada a cambiar su nombre para no causar confusión en el mercado. Así fue que pasó a denominarse AraJet y expandió su red con un total de 17 destinos de América del Sur, América Central, México y el Caribe.
Actualmente la low-cost abarca a Aruba (AUA); Barranquilla (BAQ), Bogotá (BOG) y Cartagena (CTG), Colombia; San José (SJO), Costa Rica; Curaçao (CUR); Quito (UIO) y Guayaquil (GYE), Ecuador; San Salvador (SAL), El Salvador; Ciudad de Guatemala (GUA); Kingston (KIN), Jamaica; Cancún (CUN) y Ciudad de México (MEX), México; Lima (LIM), Perú; y St. Maarten (SXM).
Más aerolíneas llegan a la Argentina
De esa forma, se amplía la lista de las aéreas que vuelven a operar en la Argentina tras el cese de restricciones por la pandemia y las que negocian con el Gobierno para empezar a ofrecer vuelos en el país.
De las que dejaron el mercado local con el brote del Covid-19 y reanudarán las operaciones suspendidas, se encuentra Qatar Airways:retomará la ruta Doha-Buenos Aires el 8 de diciembre. Esta conexión se lanzó en 2010 con un vuelo diario vía San Pablo y se interrumpió en 2020. Ahora, apunta a llevar argentinos que no pudieron visitar Doha durante el Mundial de Fútbol.
Por su parte, Boliviana de Aviación (BOA) volvió a volar desde el Aeropuerto Internacional de Ezeiza a la ciudad boliviana de Cochabamba. La ruta fue suspendida en pandemia y se suma a la conexión que une Buenos Aires con Santa Cruz de la Sierra.
Además de las que reanudan las operaciones, otras planean aterrizar en el país. A la lista,se acaba de sumar Etihad Airways, la aerolínea oficial de los Emiratos Árabes Unidos, que permitiría generar tráfico emiratí de alta gama y del resto de Asia; e IberoJet, firma española de leisure que parte del grupo Avoris, con el objetivo de disponer de más de 5500 asientos mensuales con tres frecuencias semanales.
Hace algunos meses, otra española expresó su deseo de llegar al país, como Plus Ultra Líneas Aéreas, que en enero quedó sobreseída en una causa de fraude por 53 millones de euros. Busca lanzar la ruta Buenos Aires-Madrid en 2024 y competir conIberia, Air Europa y Aerolíneas Argentinas, que ya ofrecen esta conexión.
También la italiana Neos Air se reunió con las autoridades argentinas para acelerar las gestiones y lanzar vuelos entre Buenos Aires y Milán, donde la empresa tiene su hub principal. Sería la única línea aérea con servicios regulares en esta ruta, ya que las dos que vuelan de forma directa a Italia, Aerolíneas Argentinas e ITA Airways (ex Alitalia), lo hacen conectando Ezeiza con la terminal de Fiumicino en Roma.
Otra interesada es la compañía de Egipto Egyptair.Está previsto queempiece a operar la ruta El Cairo-San Pablo en octubre con tres frecuencias semanales. La idea es, más adelante, sumar vuelos a Buenos Aires, como destino final de esta conexión.
Con la reactivación de la demanda, la industria busca recuperar la conectividad tras la flexibilización de las restricciones aéreas que rigieron en el peor momento del coronavirus. La estrategia apunta no solo a llevar argentinos al exterior, sino, fundamentalmente, a atraer extranjeros en una coyuntura en la que se impulsa el turismo receptivo para fomentar el ingreso de dólares.
El trigo de Chicago se disparó casi 4% este lunes 7 de agosto, ampliando las ganancias de la sesión anterior en un contexto de preocupación por la oferta mundial, espoleado por una escalada de las tensiones en el mar Negro tras el ataque la semana pasada de un dron ucraniano cerca de un centro de exportación de commodities ruso..El contrato de trigo más activo en la Bolsa de Chicago (CBOT) escaló 3,9% (u$s9) y cerró a u$s241,59 la tonelada, como consecuencia del agravamiento de las tensiones en la zona del Mar Negro, luego de los ataques de Ucrania el viernes contra un buque naval en inmediaciones de Novorossiysk, el principal puerto ruso, y contra un buque petrolero cerca del estrecho de Kerch, vía de paso para los barcos rusos despachados por el Mar de Azov..Rusia tiene capacidad militar y técnica para eliminar las amenazas a la seguridad en el mar Negro, dijo el domingo el viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Riabkov..El 2 de agosto, Rusia atacó el principal puerto interior de Ucrania del río Danubio en frente de la orilla de Rumanía, intensificando su uso de la fuerza para impedir que Ucrania exportara grano..«Estos eventos, que pusieron a puertos y a embarcaciones en tránsito bajo la mira de drones aéreos y acuáticos, implican una escalada no vista hasta el momento que, de acentuarse, podría afectar severamente el comercio agrícola, ahora, de ambos países», explicaron los analistas de la corredora de granos Granar.
Soja y maíz: ¿por qué caen en Estados Unidos?
Por otro lado, la soja cayó 2% (u$s10,84) hasta los u$s519,74 la tonelada, mientras que el maíz perdió 0,4% (u$s0,79) y se ubicó en u$s189,85 la tonelada, debido a las mejores condiciones ambientales para el cultivo en Estados Unidos tras las lluvias de los últimos días.
Los fundamentos de la caída radicaron en las abundantes lluvias acontecidas durante el fin de semana en zonas productoras de Estados Unidos en situación de sequías y las precipitaciones que aún hoy continuaban dándose en las Planicies Centrales del país norteamericano.
Además, «la última actualización de los pronósticos mantuvo inalterables los augurios de lluvias mayores a las normales y temperaturas inferiores a las usuales para los próximos 6 a 14 días sobre las regiones productoras de granos gruesos estadounidenses, todas condiciones que favorecen a suelos y a cultivos, cuando la soja está definiendo la formación de rindes», indicaron desde la corredora.
El aceite de soja acompañó la tendencia negativa del poroto, con una merma del 2% (u$s29,54) hasta los u$s1.469,58 la tonelada, mientras que la harina ganó 0,5% (u$s2,31) para concluir la jornada a u$s491,84 la tonelada.