El ministro de Industria japonés Nishimura Yasutoshi y la secretaria de Energía estadounidense Jennifer Granholm acordaron fortalecer la cooperación bilateral en el campo de la energía nuclear para el desarrollo de reactores de última generación, entre otras cuestiones.
Japón y los Estados Unidos acuerdan impulsar el desarrollo de nuevos reactores nucleares
Atucha II tuvo un desperfecto y tardará unos meses en volver al ruedo
Daniel E. Arias
La saga de la Argentina nuclear – VI
El embajador que hacía “bungee jumping”
La obra maestra de la DIGAN y de Saracho, en 1987: la visita del presidente Sarney a la Planta de Enriquecimiento de Pilcaniyeu en Río Negro, el “tour de forcé” con que Alfonsin detuvo una posible carrera armamentista nuclear sudamericana. Si el lector tropezó alguna vez con la sigla DIGAN (Dirección de Asuntos Nucleares y Desarme), seguro fue en 1987, cuando esta dependencia de la Cancillería armó esa movida maestra que fue la invitación del presidente brasileño José Sarney a venirse “con comitiva científica” a mirar la planta tecnológica más secreta de la Argentina, la de enriquecimiento de uranio en Pilcaniyeu. Sí, la misma a la cual trataron de meterse por las malas o por izquierda los embajadores estadounidenses Harry Schlaudemann, Frank Ortiz y el agente de la CIA Bill Tinley. Sarney respondió con generosidad: invitó a Alfonsín –y comitiva- a visitar las ultracentrifugadoras de enriquecimiento de Aramar, Iperó. De paso y cañazo, liquidó el proyecto del Programa Nuclear Paralelo de Brasil, que tenía agendado a espaldas de Sarney el testeo subterráneo de una primer bomba atómica implosiva en un túnel de la Serra de Cachimbo, en el estado norteño de Pará. El Consejo de Seguridad, representante colectivo de lo que Perón habría llamado “Partido Militar Brasileño” en el Gabinete, pensaba que Sarney debía enterarse por los diarios. La reacción que eso habría causado en la Argentina, máxime tras haber perdido ésta la Guerra de Malvinas, es difícil de imaginar. O demasiado fácil. Sarney hizo rodar algunas cabezas.
Daniel E. Arias
Dos proyectos de desarrollo científico entran a las extraordinarias del Congreso
- El plan de CyT 2030
- La promoción de la innovación tecnológica.
Entre los proyectos enviados al Congreso,hay 2 que cuentan con media sanción x unanimidad de una Cámara y son imprescindibles para el desarrollo nacional. El plan de CyT 2030 y la promoción de la innovación tecnológica.Esperamos q la oposición apoye a los científicos y al país
— Daniel Filmus (@FilmusDaniel) January 13, 2023
ooooo
¿Qué es el Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (PNCTI)?
El PNCTI es el instrumento que define, organiza y comunica el conjunto de políticas, estrategias e instrumentos para todos los actores y agentes públicos y privados que integran el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SNCTI). Para acceder al texto completo del plan, clickear aquiooooo
El Proyecto de Ley de Innovación Tecnológica que se envia al Congreso consiste en una serie de sustituciones a la Ley de Promoción y Fomento de la Innovación Tecnológica. La comisión de Presupuesto y Hacienda junto a la de Ciencia y Tecnología, otorgó dictamen favorable al proyecto de ley que incorpora modificaciones a la Ley N°23.877 – o Ley de Promoción y Fomento de la Innovación Tecnológica -, orientadas a potenciar los créditos fiscales que la norma destina a pequeñas y medianas empresas vinculadas a la investigación, el desarrollo y la innovación científico-tecnológica.La saga de la Argentina nuclear – V
La prehistoria de la diplomacia nuclear Argentina
Cómo fabricar un Rafael Grossi: Cernadas, Saracho, la DIGAN El Programa Nuclear Argentino nació de un error de Perón, pero además y fundamentalmente, de cómo Perón corrigió su error. Sobre eso volveré después. Son asuntos de hace 70 años, lo que me obliga a recurrir a fuentes históricas. Me da grima reconocer que todos –salvo Roberto Mariscotti- son más jóvenes que yo. Grossi hereda toda esa historia vieja del Programa Nuclear, pero sale de otra más reciente. A Max Cernadas, hoy embajador en Hungría, tengo sí o sí que presentarlo en acción. Es compañero de promoción y colega de Rafael Grossi. Corre 1984 y Max, de entonces 24, tiene un rostro aniñado, un bigotito estilo “Sargeant Pepper’s” y es un ínfimo “note taker” de la Dirección de Asuntos Nucleares y Diplomáticos de la Cancillería (DIGAN).
Con uniforme ceremonial de ministro de la Cancillería, el hoy embajador Maximiliano Cernadas, el que paró al hombre de Reagan.
Max está pasando la ordalía de dos años de física, ingeniería y política nuclear estudiados en la empresa INVAP, según convenio establecido entre el embajador Adolfo “Chin-chín” Saracho y el doctor Conrado “El Petiso” Varotto, titulares respectivos. Cernadas, contrariando su formación de abogado y diplomático, está con la nariz hundida en un perplejo libro de radioquímica cuando lo llaman de urgencia a la guardia de la entrada. Los gendarmes están en pánico: acaban de llegar sin invitación o preanuncio el embajador estadounidense de Ronald Reagan, Frank Ortiz, y comitiva. Que exigen paso franco para entrar a la Planta de Enriquecimiento de Uranio de Pilcaniyeu o “Pilca”, distante 80 kilómetros, la más reservada del país. Así de pesados, nomás. Max, aterrado, pide instrucciones a su jefe en Buenos Aires. El tucumano Saracho le dice: “Arréglese, amigo. Pero a éste tipo me lo para en la puerta. No puede entrar ni siquiera al CAB (Centro Atómico Bariloche, un sitio muy visitable) sin invitación previa. Éste no es su patio trasero ni una república bananera. Y Ud. se lo va a meter en el marote a Ortiz”. El Tex-Mex Frank Ortiz, republicano de derecha, está muy sacado ante la inesperada demora. Lo secunda un discreto hato de mamuts de 1,90 metros de los del Secret Service, tipo “Men in Black”, y a su diestra campea canchero su “science advisor”, Bill Tillney, un cowboy con cerebro de físico y físico de Marine, y de yapa agente de la CIA. Durante las primeras tres horas, Cernadas dejó a entrar al “team” yanqui hasta la cafetería del Centro Atómico, pegada a la puerta. Ahí los sentó, ordenó que un par de gendarmes con FAL se hicieran visibles afuera, y se las arregló solo él y con su alma “para entretenerlos”, mientras Ortiz se ponía muy matón y chirriaba de furia. Él era el embajador de los EEUU y negarle entrada a una instalación nuclear era admitir que ésta era “proliferante”. ¿Cernadas se imaginaba, tan joven, las consecuencias negativas para su carrera? ¿O acaso se creía que adentro de la Cancillería Argentina él, Ortiz, no tenía aliados en contra de aquella ridícula aventura nuclear de la Argentina, el enriquecimiento de uranio? Max sabía exactamente a quiénes se refería Ortiz, se imaginaba qué pasaría si llegaba a tenerlos de jefes (desgraciadamente, eso sucedió), sonreía sin convicción, sudaba frío y se imaginaba sin forzar mucho la imaginación un futuro ignominioso para su carrera. Pero seguía explicándole al Ortiz con toda cortesía que no le iba a franquear paso a Pilca ni ebrio ni dormido, y que gestionara un permiso formal a través del Departamento de Estado con el Canciller Caputo. Pero (carraspeo cortés, aquí), le advertía a Ortiz que, dado el consenso del presidente Alfonsín y de Caputo en la materia, no era imposible que recibiera una respuesta negativa. Aunque tal vez eso tuviera consecuencias negativas –indeseables, por supuesto- para la carrera de Ortiz. A esa altura de la pulseada ya se había corrido la bola por todo el Centro Atómico Bariloche y empezaron a caer por el café, relamiéndose de contentos, los profesores y estudiantes del Instituto Balseiro. Venían a clavarle banderillas a “los gringos”. “Les damos acceso a Pilca, pero a condición de que se reexamine la deuda externa argentina”, tiró uno. “Y a que se desmonte la base que la OTAN está construyendo en Mount Pleasant, en las Malvinas”, añadió otro. “Y además –remató algún ingenioso- queremos derechos de inspección a las plantas de enriquecimiento de uranio estadounidenses. Sospechamos seriamente (cara de consternación) que las usan para hacer armas de destrucción masiva”. Y así siguieron un rato. Horas más tarde, en su retirada con la sangre en el ojo, Ortiz masculló una estela de “chingatumares” y “fucks” que llegaba hasta el aeropuerto y el avión, y quedó flotando semanas en el arrachado viento patagónico. Poco después, Bill Tilney regresó solo, alquiló una camioneta y trató de llegar desapercibido a Pilca por su cuenta, a través de esos 60 kilómetros de ripio poceado, donde alguna vez rompió punta de eje un camión Unimog tratando de llevar suministros a la instalación nuclear. Pero a Tinley lo frenó un tronco de lenga brutamente atravesado de parte a parte del camino vacío. Raro, en una zona estepárida y sin bosque. En fin, aquella tarde Max Cernadas y su libro posterior, “Una épica de la paz” (Eudeba, 2016), se ganaron el derecho de ser una de mis mayores fuentes. La “aneda” me sirve para presentar a la DIGAN: ésta era y a veces vuelve a ser un grupo de élite dentro de la Cancillería, diplomáticos casi sin emplumar elegidos incluso antes de haber egresado del Instituto del Servicio Externo de la Nación (ISEN). Ahí nomás les caían dos años de especialización en asuntos nucleares dictados por INVAP en todos los centros atómicos de la CNEA, aunque no por ello cobraran un centavo más o ganaran puntaje en la carrera. Jóvenes, fanáticos, patriotas, irreverentes, trabajólicos, los “diganistas” vivían ansiosos por irse a vender fierros nucleares criollos a destinos considerados “de mierda” por sus colegas finolis de “la línea Revlon” (Londres, París, Nueva York) de la Cancillería. A los que soportaban con cortesía, pero sin entusiasmo, y viceversa. Secuestrados por Saracho a tiempo completo desde pichones, no sabían de tiempo libre o de sus esposas, si las tenían. Pero el infernal tucumano de todos modos les sacó cualquier remanente de energía y horarios cuando organizó “el Grupo de los Seis”, junto con Suecia, la India, Tanzania, México y Grecia, países juramentados para romperle… los relatos pseudo-pacifistas a los EEUU y a la URSS. Sí, la India ahí, con su programa bélico, era un integrante discutible, pero aportaba número. Obviamente, la DIGAN cambió para mal en épocas de Di Tella y muchos –entre ellos Saracho y Grossi- se subieron a los botes salvavidas. Pero en 1984, impetuosa y nuevecita, aquella era la auténtica nave de los locos. Caputo y su “vice”, “Jorgito” (primo de Jorjón) Sábato la defendían. Como periodista científico reciente, yo solía pasar un par de horas semanales en aquel lugar. El café era abominable, pero el sitio era una mezcla de conspiración y mentidero donde se aprendían cosas.Daniel E. Arias
Los inventos por los que el argentino Axel Córdoba está entre los mejores 50 estudiantes del mundo
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Es cocreador de un granulado que permite ahorrar hasta el 50 % del agua de riego, un producto que ya se está comercializando, y cursa Geología en la Universidad Nacional del Comahue, Río Negro.
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También es autor de una iniciativa para crear laboratorios de bajo presupuesto en escuelas rurales, entre otros proyectos de impacto social y ambiental.
Minutos antes de enterarse de que había quedado elegido entre los 50 finalistas del Global Student Prize 2022, que reconoce al “mejor estudiante del mundo”, Axel Córdoba estaba estudiando para el examen final de la asignatura Geología Ambiental. Leía un PDF en su computadora y decidió tomarse unos minutos para chequear el correo electrónico. “Vi un mail que en el asunto decía: ‘Top 50′. Lo abrí y lo tuve que leer tres veces para verificar que ahí estaba mi nombre. ¡Enterarme fue una locura! ¡Increíble!”, exclama el joven de 25 años que cursa la carrera de Geología en la Universidad Nacional del Comahue y que creó junto a otro estudiante, Denis Álvarez, un polvo granular que permite ahorrar agua de riego. Una solución a las frecuentes sequías y crisis hídricas, agudizadas por el cambio climático.
El invento ya se comercializa con el nombre de Hydroplus y se trata de un granulado capaz de convertir el agua en un sólido e incorporar nutrientes esenciales para el crecimiento de las plantas. El producto funciona así: se hidrata con el agua de riego, que almacena y libera lentamente, conforme la planta la necesita, lo que hace posible reducir en un 50 % la frecuencia del riego. Y este es solo uno de los proyectos que desarrolla Axel.
“En ese mismo correo decía que (en la preselección) éramos 7 mil estudiantes de 150 países, fue una grata sorpresa saber que habíamos quedado allí representando al país”, agrega. Axel no es el único seleccionado de la Argentina, ya que integra la lista junto a Nicolás Monzón quien cursa dos carreras ―Ingeniería en Informática en la UADE y Matemática en la UBA―, es socio de una consultora en informática y planea desarrollar una start-up. Ambos compiten por 100 mil dólares que entrega la Fundacion Varkey en alianza con Chegg.org, las organizadoras del premio.
Para postularse, el joven estudiante de Geología tuvo que completar un extenso formulario en el que no solo figuraban sus antecedentes académicos, sino una verdadera hoja de ruta de su vida. “Fue un proceso largo, porque yo soy multifacético, hago de todo. Reuní documentos, certificaciones y resumí mi vida en un formulario. Allí evalúan toda la trayectoria del estudiante desde los comienzos en la primaria hasta el Nivel Superior. No solo el rendimiento académico sino también cómo uno está cambiando la vida de otras personas a partir de sus proyectos. Y que esos proyectos tengan un impacto social o ambiental. Yo fui presidente del centro de estudiantes, participé en ferias de ciencias y en parlamentos juveniles en los que se competía a nivel provincial, nacional e internacional”, describe.
Las postulaciones para el Global Student Prize son individuales y se hicieron a principios de año. “Yo ya me había olvidado de la postulación. Cuando me enteré de que había sido seleccionado, le conté a mi hermano. Mis viejos estaban de viaje en Tucumán, de donde somos oriundos”, dice el estudiante. “La noticia era secreta hasta que se hiciera el anuncio oficial. Si les llegaba a contar a mis viejos lo iban a publicar en todos lados”, dice, entre risas, Axel. “Cuando regresaron de Tucumán les conté y todo fue alegría”.
Ciencia e impacto social
En su postulación, Axel sumó dos proyectos que concretó en años anteriores. Uno, llamado Paradas Inteligentes, donde fue voluntario y coordinador de Río Negro. El otro, Ciencia Cristalina, tiene el objetivo de acercar el conocimiento científico a escuelas rurales o a zonas periféricas.
Paradas Inteligentes parte de una idea sencilla: colocar afiches con códigos QR en distintos puntos del país y en lugares estratégicos: carteleras de bibliotecas, paradas de colectivos y escuelas. Los códigos QR redirigen al usuario a un libro en formato PDF de acceso libre y totalmente gratuito. El proyecto fue realizado por la Red Mundial de Jóvenes Políticos Argentina en el marco de la Campaña Nacional de Fomento a la Lectura. Todo comenzó en el 2020 con una lluvia de ideas, hasta que encontraron una propuesta que vinculara tecnología con literatura “para llamar la atención de los potenciales lectores y brindar un acceso rápido al libro de preferencia”.
Para que los jóvenes sean ciudadanos innovadores y con el objetivo de despertar interés por la ciencia en los estudiantes, Axel desarrolló Ciencia Cristalina. La iniciativa rodó por diferentes escuelas rurales. Los alumnos solo debían llevar algunos elementos en desuso como frascos vacíos. Axel buscaba demostrar que es posible crear laboratorios de bajo presupuesto.
Una vez reunidos los elementos, se empezaba a experimentar. Los alumnos aprendieron cómo se cristalizaban distintos elementos que encontraba en su vida cotidiana, como el azúcar. “La idea era fomentar una educación integral en ciencias”, cuenta.
Esa necesidad de expandir sus proyectos hacia regiones periféricas tiene su origen en su propia experiencia. Axel finalizó su secundaria en una escuela rural tucumana “a unos cuantos kilómetros de la ciudad”. Según el joven finalista, la falta de instrumental no debe ser una limitación para ser creativo. “La innovación es un componente esencial de lo que constituye ser un estudiante y, cada vez más, se espera que los jóvenes de hoy creen las nuevas plataformas y tengan las ideas del mañana. La creatividad puede adoptar una inmensa variedad de formas, y se tiene que fomentar”, sostiene.
Axel nació en Tucumán y actualmente vive con su familia en Río Negro, donde estudia Geología en la Universidad Nacional del Comahue. (Imagen: gentileza Axel Córdoba)
—¿Qué es la creatividad para vos?
—Sin creatividad no hay posibilidad de innovación. Es un binomio inseparable, son procesos interdependientes. Son el resultado de mirar la vida con ojos de niño, de imaginar, repensar, integrar; de la resiliencia y de adaptarse a los cambios. Es buscar nuevas puertas, no dejar morir al niño interno ni la intención de modelar el propio mundo.
Los orígenes
Axel Córdoba nació en Graneros, Tucumán, una localidad de 2.300 habitantes donde se celebran el Festival de Doma y Folclore Graneros Canta al País ―este año, se realizó el 24 de julio― y el Festival de la Cumbia, Cuarteto y Guaracha. “Yo me fui de mi pueblo a los 17, vine a estudiar al sur junto a mi familia”. Su padre Carlos se había mudado a la Patagonia a “probar suerte” un año antes, ya que en el poblado de Tucumán no conseguía trabajo como docente. Alejandra, su mamá, es profesora de Sociología y maestra jardinera, pero en Tucumán trabajaba como policía.
“Allá tengo mis primos, tíos, toda mi familia. Recuerdo que siempre íbamos al río a pasar el día para paliar el calor insoportable. Graneros es una ciudad llena de verde, tiene una iglesia de 200 años en donde solíamos subir al campanario”, dice Axel, en relación a la Iglesia Inmaculada Concepción que fue instituida como parroquia en 1824.
Actualmente Axel vive en General Fernández Oro, provincia de Río Negro, una localidad pequeña ubicada en el corazón del Alto Valle. “Una ciudad que conserva sus aires de pueblo y con mucho potencial de desarrollo”, dice. Y, por si fuera poco, Axel es el creador de la bandera que representa a esa localidad rionegrina desde el año pasado: una franja naranja y otra verde, a la izquierda un triángulo blanco con el sol en el medio. El estandarte diseñado por Axel surgió de un concurso convocado por el municipio para conmemorar los 90 años de la localidad.
Un fan del laboratorio
“Desde chico siempre fui muy curioso, y me gustaba hacer experimentos en mi casa. Era un fanático de la física y la química, siempre apasionado por la ciencia. Después comencé a participar en ferias de ciencias. Por el mismo motivo, participé también en becas de investigación o de capacitación como, por ejemplo, la del Instituto Balseiro, Pan American Energy, Consejo Interuniversitario Nacional, y fueron instancias que me acercaron de a poco al mundo en el que cual hoy me desenvuelvo”, cuenta el joven que comenzó montando laboratorios en el patio de su casa en Graneros, mezclando perfumes con aceites, jugando a ser un científico, analizando las reacciones químicas.
Según Axel, cada una de esas experiencias lo enriquecieron y guiaron. Actualmente está desarrollando proyectos de impacto social, ambiental y, sobre todo, educativos. Hydroplus es uno de ellos. El joven apunta a la consolidación del producto en los municipios de la región patagónica y sueña con su expansión global.
“La educación es una herramienta que transforma personas y sociedades. Sabemos que no hay progreso real sin educación. Y que en una sociedad globalizada que se enfrenta a desafíos cada vez mayores, la determinación y la perseverancia son cualidades sustanciales para los líderes del futuro que se están formando en esas aulas”, concluye el joven mientras espera el resultado final de la premiación. Aunque él ya ganó hace rato.
INDEC: Inflación de Diciembre fue de 5,1%; en 2022, llego a 94,8%
Partos, cirugías estéticas y operaciones complejas: el turismo médico en Argentina crece al 25% anual
Paltrinieri, quien también es director comercial del Hospital Privado Universitario en Córdoba, explicó que “sin embargo, el caso de las embarazadas rusas no es común en Argentina y seguramente estuvo impulsado por una situación geopolítica excepcional porque pocos países garantizan acceso irrestricto a los ciudadanos rusos, con pocos trámites”. Algo parecido consideró el doctor Enrique Pérez Gras. Para este Consultor de pacientes internacionales del Hospital Austral, “el tema de estos partos es puntual. Rusia está demasiado lejos para que esto se vuelva una práctica común en los próximos años”.La medicina argentina junto con Brasil es de las mejores en América Latina
Bien implementado, el turismo médico puede convertirse en un futuro en generador de divisas
Prácticas
¿Cuáles son las prácticas más demandadas por los pacientes que llegan a atenderse? Entre el 55 y el 60% buscan medicina curativa, (operaciones y tratamientos específicos, radiología, etc); un 30% son las prácticas relacionadas con las cirugías estéticas y finalmente un 10% relacionado al turismo de bienestar, control de peso, etc. De todos modos, si bien hay muchas prácticas disponibles, Argentina está bien posicionada para ofrecer en forma competitiva medicina de mediana y alta complejidad, incluyendo trasplantes, oncología e intervenciones cardíacas. Según los datos de la CATM, el segmento del turismo médico –si se articula correctamente entre el Estado que regula y los prestadores privados– puede convertirse en el futuro inmediato en un generador de divisas y en una fuente de empleo de calidad. Paltrinieri explicó que “hoy estamos recibiendo, por este rubro, apenas el 2% de lo que acoge México o Tailandia”. Y Pérez Gras sumó que “creemos que podemos crecer recibiendo más pacientes de Uruguay, Bolivia, Perú y Ecuador. También desde varios países de América Central y el Caribe”. Y ambos concluyeron resaltando el potencial económico que este sector promete para la Argentina.Una receta para mejorar los ingresos
Para entender a fondo la entidad que tiene el costado económico asociado a este rubro, hay que recordar que estas personas suelen permanecer en el país entre dos y seis semanas e instalarse con, al menos, un acompañante porque se calcula que tres de cada cuatro de estos turistas concreta su viaje con un acompañante, según datos de la Cámara. “En total, estos pacientes pueden generar un movimiento económico de alrededor de US$ 25 mil, en promedio”, resumió Paltrinieri. Los turistas gastan entre cinco y nueve veces más que uno tradicional. De acuerdo a datos recopilados por la organización “Patients Beyond Borders”, el mercado global del sector ya genera una facturación que ronda entre los US$ 74 mil y US$ 92 mil millones. Paltrinieri también detalló que Argentina ofrece prácticas con costos variados: una operación ocular puede ir de US$ 500 a US$ 5 mil; un parto ronda los US$ 3 mil y un trasplante de médula puede alcanzar US$ 70 mil. ¿Cómo se paga? En el 60% de los casos el dinero sale del bolsillo del paciente. El otro 40% se financia con seguros médicos internacionales.La saga de la Argentina nuclear – IV
IV. El país que se autoapuñala por la espalda

Daniel E. Arias
Finalmente, el Servicio Meteorológico Nacional presentó su app para los teléfonos móviles
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) lanzó la “APP del tiempo”, la aplicación oficial del organismo que brinda la información sobre el estado del tiempo, el pronóstico y el sistema de alerta temprana para todo el territorio nacional.
Para descargar la app en android, clickear aqui
“La mayor parte de nuestras decisiones diarias las tomamos en función del tiempo meteorológico, y esta App llegó para marcar la diferencia, proveyendo información oficial, de calidad, precisa y actualizada. Era una demanda que teníamos por parte de la sociedad y estamos muy felices de presentarla hoy”, dijo Celeste Saulo, directora del SMN.La aplicación está disponible gratuitamente para IOS y Android.Una de las características diferenciales de la APP oficial es que informa sobre el Sistema de Alerta Temprana y notifica al usuario cuando se ha emitido algún tipo de alerta para su ciudad. Además, la APP brinda la posibilidad de ver automáticamente la información del lugar donde se encuentre el dispositivo o guardar varias ciudades como favoritas para acceder rápidamente a los datos; informa los datos del tiempo de la red oficial de estaciones meteorológicas del SMN, el pronóstico extendido a 7 días, alertas, advertencias y avisos a muy corto plazo. Esta es la primera versión de la aplicación, que en sus próximas actualizaciones incorporará más funcionalidades, como widget, imágenes satelitales y de radar, y modelos meteorológicos. La APP del tiempo está disponible Google Play, para las versiones de Android 10 en adelante, y en el App Store para IOS.