El Hot Sale facturó más de $ 42 mil millones de pesos

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Del 31 de mayo al 1 de junio se realizó la novena edición del mega evento de ventas online, organizado por la Cámara Argentina de Comercio Electrónico que contó con la participación de 1.091 empresas y más de 3.7 millones de usuarios que ingresaron al sitio oficial. Durante las 72 hs. en las que se extendió el evento, se concretaron ventas de productos y servicios por un total de $ 42.167.000.000 (cuarenta y dos mil ciento sesenta y siete millones), que representa un crecimiento de 69% en facturación en comparación con el Hot Sale 2021 (atribuible en buena medida a la inflación, cierto). Se concretaron 4,1 millones de órdenes de compra (un 10% más que en Hot Sale 2021). El valor del ticket promedio creció un 54%, alcanzando los $ 10.111. “Estamos muy contentos con los resultados de esta nueva edición del Hot Sale, que contó con más de 14 mil megaofertas y amplias opciones de financiación. Esto representó una gran oportunidad para los compradores, que no dudaron en aprovechar los tres días de evento. Estos resultados nos hablan de un canal digital consolidado, que es cada vez más elegido por los argentinos y le brinda un gran impulso a las 1.091 empresas participantes y a toda su cadena de valor”, afirmó Alberto Calvo, Presidente de CACE. Al evaluar las categorías más compradas por los usuarios en esta edición, nos encontramos con Pasajes y Turismo, una categoría que fue desplazada en las últimas ediciones a causa de la pandemia, y volvió a liderar compras. Le siguen electrodomésticos, aires acondicionados, celulares y teléfonos, lo que nos habla de compras planificadas, que los usuarios venían evaluando y aprovecharon el evento para efectuarlas. Top 10 de categorías con mayor facturación:
  • Pasajes y turismo
  • Electrodomésticos y Aires acondicionados
  • Celulares y teléfonos
  • Electrónica, audio, video y TV
  • Hogar, muebles y jardín
  • Productos de cosmética y cuidado personal
  • Indumentaria (no deportiva)
  • Indumentaria deportiva
  • Colchones y sommiers
  • Computación
En cuanto a categorías y productos más vendidos por unidad, nos encontramos con elementos de cuidado personal, cosmética y alimentos y bebidas. Esto nos habla de un usuario más habituado a la compra online, que aprovechó el momento para realizar sus compras cotidianas con descuento. Top 10 de las categorías que más unidades vendieron: Productos de cosmética y cuidado personal Alimentos y bebidas Indumentaria (no deportiva) Hogar, muebles y jardín Electrodomésticos y Aires acondicionados Infantiles (indumentaria, accesorios y juegos) Pasajes y turismo Artículos de limpieza Indumentaria deportiva Celulares y teléfonos Productos más vendidos por unidades:
  • Alimentos secos
  • Cremas para el rostro
  • Shampoo, acondicionador y/o tratamiento para el cuidado capilar
  • Alimentos frescos
  • Equipos de telefonía

En Argentina se volverá a producir chapa para la industria naval luego de 50 años

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Luego de 50 años sin hacerlo, la Argentina volverá a fabricar acero Grado A destinado a la industria naval, lo que permitirá sustituir importaciones en la construcción de barcos y barcazas.

La producción estará a cargo de la empresa Laminados Industriales, en su planta industrial de Villa Constitución, Santa Fe. Allí inició sus actividades en 2008 con una inversión de USD 50 millones.

La compañía cuenta con capacidad para la producción de 200.000 toneladas anuales de chapas laminadas. Su nave industrial tiene más de 15.000 metros cuadrados de superficie cubierta, en la que se encuentra instalado un tren de laminación de chapas gruesas laminadas en caliente.

El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, consideró este lanzamiento como “un hito para la industria naval, porque los barcos que se van a fabricar en Argentina van a tener chapa naval producida aquí en Villa Constitución”, y anticipó que se está trabajando en un proyecto de ley para el desarrollo del sector.

“Vamos a trabajar en una ley para el desarrollo de la industria naval para que todas estas medidas se conviertan en política de Estado. No tiene sentido que no tengamos una mirada estratégica y regalemos un mercado que Argentina puede ocupar con eficacia, eficiencia y generando decenas de miles de puestos de trabajo y prosperidad para el país”.

“Hace 50 años que Argentina no fabricaba chapa para la industria naval; esto también es el resultado de haber recuperado la política industrial, con más producción nacional y más trabajo argentino”, afirmó Kulfas tras recorrer la planta industrial en Santa Fe.

Durante el acto, las autoridades resaltaron que el objetivo de la empresa es abastecer el mercado local y regional, fortalecer el perfil de productos siderúrgicos nacionales y sustituir importaciones. La empresa destina sus productos a estructuras metálicas, torres eólicas, gasoductos, tanques para depósito de petróleo, máquinas agrícolas, minería, puentes y puertos.

En el acto también se hizo entrega a la empresa de la certificación de las Reglas RINA (Registro Italiano Navale), Grado A, que respalda los requisitos aplicables a la resistencia, tenacidad y soldabilidad del producto que utiliza la industria naval, fluvial y marítima.

El presidente y CEO de Laminados Industriales, José Pablo De Martino, afirmó: “Pensamos que la industrialización es una parte sustantiva para lograr el desarrollo. Un cambio estructural sería que germine en la mayoría de todos nosotros la convicción de defender nuestra producción industrial, que es la de todos”.

El secretario de Industria de Santa Fe, Claudio Mossuz, sostuvo que “esto no es cuestión de casualidad, sino de causalidad gracias a las políticas que desarrolla el Gobierno Nacional que apoyó sin dudas este desarrollo; y de políticas provinciales en las que Santa Fe viene liderando. Lo que más nos importa es la recuperación del empleo”.

Por su parte, la presidenta de la Cámara de la Industria Naval Argentina, Silvia Martínez, afirmó: “Hoy nos sentimos importantes, valorados y reconocidos como un sector industrial con una visión estratégica. Es un día de fiesta para los que estamos en la industria naval”.

Europa enfrenta el cierre del gas ruso. Las consecuencias para nosotros

«En 2021 Rusia suministró el 40% del gas de Europa. Desde la invasión de Ucrania, la imagen ha cambiado rápidamente.

El 31 de mayo, Gazprom, el gigante energético estatal de Rusia, anunció que dejaría de suministrar a GasTerra, holandesa, y Orsted, danesa, tras negarse a pagar la gasolina en rublos. El suministro a través de Shell a Alemania también quedó cortado. La decisión parecía una represalia: el día anterior la UE había anunciado una prohibición para el petróleo ruso, cubriendo el 75% de las importaciones del país y el 90% a finales de año. Rusia ya había cortado a las compañías de gas en Bulgaria, Finlandia y Polonia. Para reemplazar los suministros rusos, muchos países europeos están recurriendo al gas natural licuado (GNL) importado de América y Asia. Las importaciones de GNL aumentaron un 47,7% interanual en abril y un 19,9% en comparación con marzo. Este suministro líquido debe devolverse a su estado gaseoso antes de enviarse a los usuarios finales. Hasta hace poco, Europa parecía tener muchas instalaciones de procesamiento. En teoría, puede manejar suficiente GNL para reemplazar casi dos tercios del gas ruso canalizado. Las terminales de importación del continente funcionaron a solo el 45% de su capacidad en 2021, según Energy Intelligence, un editor de la industria. Pero a medida que Rusia comienza a cerrar el grifo, el déficit en las instalaciones de procesamiento y los oleoductos para el transporte posterior se está haciendo evidente. La mayor parte de la capacidad de regasificación de Europa se encuentra en el sur y el oeste; Gran Bretaña y España tienen alrededor de la mitad. Los países sin litoral del este de Europa, que tienen la mayor exposición a la importación de energía rusa, están en la peor situación. Falta la infraestructura para enviar el gas a donde se necesita. En los últimos meses, los dos gasoductos a través de los cuales Gran Bretaña envía gas a Europa continental se han estado agotando. Con envíos marítimos de GNL a raudales y no hay dónde ponerlo, los precios  de la gasolina en Gran Bretaña se derrumbaron.W Alemania es un caso especial. Se ha visto especialmente afectada, ya que depende del gas para su actividad industrial, pero todavía no tiene terminales de GNL en funcionamiento. Antes de la guerra, obtenía el 55% de su gas de Rusia, un proveedor barato. El gobierno alemán se ha apresurado a cambiar eso. El 19 de mayo, el parlamento en Berlín aprobó una ley para agilizar la homologación y construcción de terminales, eliminando algunos controles ambientales. Pero construir instalaciones en tierra lleva tiempo. Una solución rápida es arrendar unidades flotantes de almacenamiento y regasificación (FSRU), barcos que convierten el combustible líquido nuevamente en gas. El gobierno de Alemania planea instalar cuatro en un futuro próximo, a un costo de casi 3.000 millones de euros (3.200 millones de dólares). El primer proyecto, en Wilhelmshaven en el Mar del Norte, puede comenzar operación dentro de unos meses y tendrá una capacidad de 7.500 millones de metros cúbicos por año, equivalente a alrededor del 8,5% de la demanda de gas de Alemania. Otros países están siguiendo su ejemplo. Polonia, que dependía de Rusia para aproximadamente la mitad de su gas (aunque alrededor de el 70% de su energía proviene del carbón), prevé adelantar la apertura de una FSRU a 2025 y estudia instalar otra que le permita vender más gas a dos países sin litoral, República Checa y Eslovaquia. Francia e Italia han iniciado el proceso de adquisición de los suyos. El 30 de mayo, SNAM, una empresa energética italiana, llegó a un acuerdo de 350 millones de dólares para comprar un barco. A largo plazo, se planean más terminales terrestres. Alemania sigue adelante con dos que, combinados con el FSRU, le darían una capacidad de 53.000 millones de metros cúbicos al año, más de lo que compró a Rusia en 2021. Está previsto un tercero. Los grupos ecologistas se quejan de que las costosas inversiones en combustibles fósiles van en contra de los objetivos de Europa de reducir las emisiones. Pero por ahora, reducir la dependencia de la energía rusa es la prioridad del continente.»

Comentario de AgendAR:

El apreciado lector del portal que nos llamó la atención sobre esta nota de The Economist, señala que este proceso va a hacer todovía más caro el GNL que debemos importar y más difícil conseguir los barcos que deben traerlo aquí, al Atlántico Sur. Tiene razón.

Flexibilizarán el «cepo» a los que trabajan para firmas del exterior y cobran en dólares

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El ministro de Economía, Martín Guzmán, el de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y el titular del Banco Central, Miguel Pesce, anunciaron ayer que flexibilizarán el cepo para que las empresas de la economía del conocimiento puedan acceder a dólares libres por sus exportaciones para retener talento y que los freelancers tengan la posibilidad de ingresar los fondos que generan trabajando para el exterior sin pesificarlos. . Las empresas del sector podrán obtener una “certificación de aumento de ingresos por cobros de exportaciones de servicios en 2022″, para ser exclusivamente destinada al pago de remuneraciones de sus trabajadores, hasta el mínimo entre 50% del aumento de las exportaciones en el acumulado 2022 respecto de la totalidad de 2021; y 20% de las remuneraciones brutas para lo que resta de 2022.
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Es decir: podrán disponer del 50% del incremental de las exportaciones o más siendo el tope el pago del 20% de la masa salarial.
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Para aquellas personas humanas que brindan servicios al exterior en forma particular (programadores, contadores, entre otros) se habilita la posibilidad de ingresar directamente sus honorarios en dólares en entidades financieras del país hasta un límite de US$12.000 anuales, sin necesidad de liquidarlos en el mercado de cambios.

La condición para usar este mecanismo es que no adquieran divisas a través del sistema financiero (concertado ventas de títulos valores con liquidación en moneda extranjera 90 días antes de la acreditación de los fondos y se comprometan a no realizarlo por los 90 días subsiguientes). Los ingresos por encima de dicho monto deberán ser liquidados y transformados en pesos.

La medida se hará operativa mediante una norma de la autoridad monetaria que también está desarrollando un sistema online que pondrá a disposición de las entidades financieras para controlar la utilización de este mecanismo.

Durante un encuentro con representantes de las empresas, Guzmán dijo que el Gobierno busca adaptar la regulación de capital hacia un “esquema macroprudencial”, y que se apunta a “construir una Argentina con más capacidad de aprendizaje y generación de conocimiento”.

Por su parte, Kulfas indicó que las medidas anunciadas por el Gobierno son importantes para darle más dinamismo a las exportaciones del sector de Economía del Conocimiento. “Tenemos un plan de crecimiento que permite expandir el empleo en este sector que ya está generando más de 1000 empleos formales todos los meses, y que es clave también para retener talentos en un contexto global donde hay muchísima competencia por los recursos humanos calificados. Argentina tiene ese potencial y lo tiene que poder desarrollar en toda su dimensión”.

Pesce brindó más detalles de la medida y destacó que el Gobierno Nacional decidió “avanzar con las empresas que exportan servicios muy valiosos porque generan empleo y aprovechan un recurso importante, como el capital humano”.

También participaron la subsecretaria de Economía del Conocimiento de Producción, María Apólito; la jefa de Gabinete del Ministerio de Economía, Melina Mallamace; el secretario de Política Tributaria, Roberto Arias; y el subsecretario de Programación Regional y Sectorial, Agustín Lódola.

En representación de las empresas, estuvieron Sebastián Mocorrea, presidente de Argencon; Luis Galeazzi, su director ejecutivo; Clara Mendiberri, managing director de JPMorgan; Néstor Nocetti, fundador y CEO de Globant; Sergio Kaufman, CEO de Accenture; Sergio Candelo, presidente de la Cámara de la Industria Argentina del Software de Argentina (Cessi); María Laura Palacios, vicepresidenta de Cessi y CEO de G&L Group; Liliana Garay (InvGAte) y Ernesto Galindez, CEO de TGV.

Comentario de AgendAR:

La reacción de los empresarios del sector -«off the record»- es que la norma es demasiado compleja. En lo que -creemos- tienen razón. Se convertirá, como muchas de las disposiciones de la AFIP, en un procedimiento que sólo podrá ser manejado por asesores impositivo. En lo que concierne a los «freelancers», se señaló que el límite equivale a un ingreso mensual de u$s 1.000.-, «demasiado bajo». Es posible, sobre todo si se detiene en algún momento la desvalorización constante del peso. Pero pensamos que puede servir para empezar a conocer el número de aquellos que trabajan para el exterior, que en la situación actual trabajan casi totalmente «en negro». Algunas estimaciones hablan de un mercado informal superior a los u$s 2000 millones.

Dos científicas argentinas serán premiadas en Francia

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El presidente Alberto Fernández recibió en la Casa Rosada a la biotecnóloga María Florencia Cayrol y a la doctora en Ciencias Matemáticas Alicia Dickenstein, investigadoras del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y galardonadas con el Premio de L’Oréal-Unesco «Por las Mujeres en la Ciencia». Fernández estuvo acompañado por el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus. El mandatario felicitó a las científicas argentinas que viajarán a Francia a recibir el galardón que reconoce la labor de las mujeres en la ciencia, materia en la cual Argentina es líder regional con 10 reconocimientos, la mayor cantidad en América Latina. Cayrol se graduó en la Universidad Nacional de Quilmes en 2008 y obtuvo un doctorado por la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires en 2015. Actualmente, se desempeña como investigadora en el Conicet y en el Instituto de Investigaciones Biomédicas. En 2019 recibió una distinción de la Unesco en la categoría beca y ha realizado grandes aportes con sus estudios sobre cómo mejorar tratamientos oncológicos con bajos efectos secundarios de diferentes tipos de tumores malignos. Este año Cayrol fue premiada en la categoría Rising Talent del Premio Internacional L’Oréal-Unesco por sus investigaciones de las razones por las cuales el mecanismo molecular desencadenado por las hormonas tiroideas afecta la eficacia de las terapias oncológicas, incluida su actividad antineoplásica y la inmunidad antitumoral asociada. Por su parte, Dickenstein es doctora en ciencias matemáticas por la Universidad de Buenos Aires e investigadora superior del Conicet en el Instituto de Investigaciones Matemáticas «Luís Santaló». Fue vicepresidenta del comité ejecutivo de la International Mathematical Union por el período 2015–2018 y desde 2019 se incorporó como Académica Titular de la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. En 2017 Dickenstein recibió el Premio Consagración en Matemática de la Academia y en 2021 el premio L’Oréal-Unesco por su trayectoria en geometría algebraica, cuya entrega se postergó por la pandemia de Covid-19. Ese mismo año fue reconocida como «Personalidad destacada de la UBA», en el marco de los festejos del bicentenario de la Universidad de Buenos Aires.  

El «Polo Tecnológico y Social», en Tandanor

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En nuestro país se volverá a producir «chapa naval», la que se utiliza en la construcción de barcos, luego de 50 años. Está bien que una de las organizaciones sociales que divulga y promueve el desarrollo tecnológico entre nosotros, elija este lugar y este momento para enmarcar su accionar. . Este viernes 3 de junio, a las 12 horas, estaremos presentando el Polo Tecnológico y Social en la Comuna 4. ? La actividad la llevaremos a cabo en los Astilleros Tandanor, ubicados en Av. España 2591, Costanera Sur, CABA ? ⚓ ??. ? Dicho proyecto, acerca a nuestra comunidad distintas capacitaciones sobre temáticas vinculadas a la economía del conocimiento y la formación profesional. Al mismo tiempo, impulsa el desarrollo productivo con incorporación de Industria 4.0 en las Comunas 4 y 8, situación que genera trabajo calificado, favorece la inclusión social y reduce la brecha digital existente. ? Esta iniciativa también funciona, desde el pasado 3 de abril, en la sede de la Sociedad de Fomento General Paz, histórica institución con sede en el Barrio de Villa Lugano. ? Programa del evento: 12 hs. | Palabras de bienvenida y proyección de video institucional. Autoridades de Tandanor 12:15 hs. | Presentación de la propuesta. Representantes del CESTCABA 12:45 hs. | Firma de acuerdo marco de cooperación y colaboración. Autoridades de Tandanor y representantes del CESTCABA (Liderar Mujer – Centro de Estudios para la Inclusión Social | CEIS) 13 hs. | Palabras de representantes del mundo del trabajo, del sector pyme y del ámbito de la educación y la formación profesional. 13:30 hs. | Visita guiada por los Astilleros Tandanor. 14 hs. | Finalización de la jornada. CESTCABA | Consejo Económico y Social Territorial CABA Consultas e informes: ? [email protected]

¿Compramos aviones de combate, fabricamos drones, o ambas cosas? – Conclusión

(La primera parte de esta nota está aquí.) Los argentinos llegamos a 1982 con 70 Skyhawk, 21 Mirage III y 26 Dagger: no era una gran flota de caza, pero sí era una flota de caza bastante grande. Gracias a esos números el cazador argentino promedio en la FAA entrenaba 200 horas por año en vuelo, más o menos lo que los pilotos de la OTAN. Eso generó capacidades que en 1982 a la Task Force le costaron entre 6 y 9 hundimientos, según quién cuente. A sumar: 4 buques fuera de combate, aunque a flote, y 12 averiados que volvieron, valerosos, al combate tras repararse a la que te criaste en el área logística TRALA en altamar, muy al Noroeste de las islas. 25 de Mayo de 1982: 2 pilotos y un fotógrafo valientes. A izquierda, el A4B del capitán Pablo Carballo, y a derecha el del Tte. Carlos Rinke, bajo una volea masiva de munición antiaérea y a punto de lanzar bombas de 227 kg a la fragata HMS Broadsword… donde está el fotógrafo. La Task Force estuvo a punto de tener que pegar la vuelta. Eso pese a nuestros aviones sin radar y con bombas bobas (carentes de todo guiado), bien de la 2da Guerra. Pegar la vuelta, pese también a la renuencia de la FAA a adecuar la BAM Malvinas para desplegar 20 o 30 Skyhawk en las islas durante el mes que tardó en llegar la Task Force. Pegar la vuelta, pese a la ausencia de toda estrategia proactiva de ataque una vez empezados los tiros, así como una falta de voluntad (muy recíproca) para coordinar acciones con la Armada. Esto concluyó no sólo en demasiadas pérdidas de personal sino de material. 47 aviones destruidos (44 en combate) y 15 inutilizados, liquidados o capturados en tierra. Horacio Mir González, en su Dagger, le devuelve cortesías de cañón a la fragata HMS Ardent, que además está por comerse (por el hangar del helicóptero) una bomba boba de 500 kg. Después de Malvinas, con 62 aviones menos y la mayor parte de los perdidos formada por Skyhawk A4B y C, el entrenamiento promedio del cazador argento descendió a la media regional, unas 80 horas/año. Logró clavarse ahí porque todavía seguían bastante operativos bastantes interceptores Mirage III franceses y Dagger israelíes, que se terminaron de desprogramar recién en 2015, cuando ya literalmente se caían solos del aire y la tasa de accidentes subía. Hoy las horas de entrenamiento de cada cazador egresado del entrenador avanzado Pampa son un interrogante. En los papeles, cada piloto cazador vuela 120 horas anuales. ¿Pero en qué aparatos? El Pampa, un trainer bueno como pocos en el mundo para aprender a volar cazas de generación 4 o 4,5 sin matarse, es una escalera a ningún lado. Porque los Pampa son subsónicos: los supersónicos “te los debo”. Tanto los A4R Skyhaws y los Pampas son subsónicos, aptos para ataque a tierra, y una nulidad en intercepción. Aunque ambos podrían ser ágiles en “dogfight”, desperdiciarían buena parte del alcance potencial de cualquier misil aire-aire porque sólo pueden lanzarlo a una velocidad inicial inferior a la del sonido. No es ponerles cohetes y bautizarlos interceptores. Tampoco sobran misiles ni plataformas para dispararlos. Con apenas 28 Pampa operativos, 26 de ellos viejos modelos II y II-40, en defensa aérea no estamos mal. Sencillamente, no existimos. Isaac se propone llegar a 40 Pampas en despliegue efectivo, y probablemente si sigue en su puesto en 2024, lo hará. Con 30 años menos que los A4R, la disponibilidad de los Pampa para prácticas de combate debería ser mayor. Pero además de insuficientes en cantidad, por ahora, son en-tre-na-do-res: así, separado en sílabas, para que el concepto cale. Son tan chiquitos que no tienen lugar interno para radar o cañones. Los pueden llevar colgando en “pods” sub-alares o ventrales, como si fueran bombas o misiles, pero a costa de perder velocidad, agilidad o ambas cosas. Y la construcción de Pampas nuevos es lenta: son alrededor de 20.000 componentes a montar, casi todos importados, lo que da un avión que se construye en dólares, lo que a su vez explica por qué se construye tan poco. Desde 2009, cuando FAdeA inició un laborioso proceso de desarrollo de proveedores nacionales (interrumpido durante la gestión de Mauricio Macri), sólo se logró que el 13% fuera “made in Argentina”. Julio de 2021. FAdeA empieza a entregar los Pampa III block 2 a la Fuerza Aérea. Tampoco es rápida la modernización de los Pampas viejos a modelo III bloque 2. No estamos en la 2da Guerra, cuando fábricas de estilo fordista producían Spitfires o Focke Wulf en línea de montaje como si fueran autos. Hoy los cazas son endiabladamente más complejos, las certificaciones, agotadoras, y la construcción, artesanal. Y por ello, extremadamente cara. Y no sólo aquí sino en todo el mundo. “Milennium 7 Star”, canal de Youtube dirigido por un ingeniero aeronáutico –no da su nombre- ligado a EADS y a la aviación italiana, ofrece un dato sorprendente: la construcción de nuevos aviones de combate por todos los fabricantes en todo el mundo no supera las 3000 unidades/año. Como para comparar: en los 4 meses y monedas antes de rendirse, el 7 de mayo de 1945, Alemania, con sus fábricas y su infraestructura industrial devastada al ras, logró construir 5732 cazas de superioridad aérea, y 1104 de ataque. Lo que no tenía ya era combustible o pilotos para usarlos. ¿Se entiende que estamos en otro siglo y otro mundo? La Dra. Mirta Iriondo, presidenta actual de FAdeA, cree que aprovechando la novedad presupuestaria que es el FONDEF se puede hacer acopios grandes de componentes, como para trabajar con stock asegurado y construir Pampas en cifras significativas. Este modo de usar la plata y una mayor sustitución de aviopartes importadas podría lograr que, en algún momento la FAA pueda tener 8 Pampas nuevos cada año. O viejos, pero actualizados a standard III bloque 2, belleza de entrenador. Eso, además, es algo que ya debería haber sucedido. Pero en 2018 cierta recurrente caterva de salames, momias y tilingos con y sin gorra se patinó U$ 160 millones en comprar 12 entrenadores a turbohélice Beechcraft Texan II a EEUU. Adquisición coherente: los Texan son inferiores al Pampa en todo, ya sea docencia o combate, aunque no en precio. Eso sí, son OTAN, y dejan un diego. Y no es Maradona. Hoy, aunque por primera vez (¡desde 1984!) haya un plan creíble de llegar a 40 Pampas, alguno sueña también con exportar. Pero es obvio que nadie en el mundo lo comprará si no lo compramos nosotros. Para volver al tema, aunque ese plan soportara el probable regreso de los Walking Dead a FAdeA, a la FAA y al MinDef, la cuestión de los jets supersónicos sigue pendiente. 12 cazas JF-17 Thunder, incluso con los misiles más guau, no resuelven nuestra indefensión territorial. Pero atienden al menos un poco el problema que la va volviendo incurable: la erosión de recursos humanos. Entre la frustación profesional y los sueldos bajos, los cazadores argentos se piantan a las aerolíneas para aburrirse a muerte: vuelan robots donde los humanos son apenas sistemas de back-up. Pero al menos vuelan, y ganan mucho más. Hoy la Escuela de Aviación Militar de Córdoba y las bases aéreas de la FAA están sudando para producir y pulir futuros choferes aeronáuticos de Flybondi, Latam, Copa o United. Creo que en su voluntad de defender ante todo los RRHH de la Aeronáutica, el brigadier general Xavier Isaac no está salvando su persona o su jubilación, sino su fuerza. Es un tipo criterioso e íntegro. Sin embargo aunque coinciden mucho, los intereses de la Argentina pueden ser más complejos que los de su aviación de combate. Y en esta compra el país se juega demasiadas cosas y durante décadas. Esto tal vez le enfría los pies al ministro de Defensa, Jorge Taiana, que no por nada antes fue canciller. Hoy comprar un caza es casi como casarse: lo que te traigas a casa, va a vivir con vos 30 o 40 años, y viene atado a un país desconocido (Pakistán en este caso) y a todo su sistema industrial y de alianzas diplomáticas (China, China y más China). Y así como hoy te compraste 12, mañana cuando tengas un mango disponible van a presionarte para que sean 24 más de igual palo. Y no es imposible decir que sí por sensatez, sencillamente para no repetir con la flota de guerra la total pesadilla que hoy es la repuestería y el mantenimiento de la flota de entrenamiento actual. Estás formada por Tecnam italianos, Grob alemanes, Texan yanquis y Pampas casi argentinos. Lo que se dice, un paisano de cada pueblo. Por el contrario, necesitamos un caza multirrol único, útil tanto para ataque como para intercepción, y que sea el mismo en la FAA y la Aviación Naval, para estandarizar mantenimientos, compra de armas, y mejorar el entrenamiento conjunto. En esto el Thunder tiene dos virtudes incuestionables: el ser supersónico, y las de algunas de sus armas lanzables. En un duelo aéreo, el lanzamiento desde una plataforma supersónica evita que cualquier misil común despilfarre sus escasos segundos de impulso motriz en romper la velocidad del sonido. Exceptuado de este gasto gracias a la velocidad del avión, el misil llega más lejos y alcanza más energía cinética, y con ésta, aunque ya haya agotado su combustible, volando “balístico” y por pura inercia, todavía puede sacar muchas, inesperadas y sucesivas maniobras de intercepción en la fase terminal del vuelo. Dicho esto, uno puede montar un misil supersónico sobre un carro tirado por un burro, si quiere. Y el misil será supersónico igual, pero con menos alcance y menos capacidad acrobática terminal. No es poco común hacer esto en países ricos, subir misiles muy guau a plataformas lentas, pero resulta un lujo caro. Nadie los regala. Es fama que el misil PL-10 de guiado infrarrojo para combate visual puede ser apuntado y programado con el casco del piloto de un JF-17. Por ello, puede dispararse incluso hacia atrás, si el audaz cazador mira a su perseguidor por sobre su hombro. Sí, con estos cascos y estos misiles, las miradas matan. Así las cosas, el lugar más seguro para el adversario, que durante un siglo de guerra aérea fue colocarse “a las 6”, detrás de tu nuca, puede perder de golpe sus encantos. Aún sin que el piloto gire la cabeza como un buho, el sensor de infrarrojo del PL-10 engancha por su cuenta cualquier fuente térmica desalineada hasta a 90º de su eje, o como se dice en la jerga, en posición muy “off-bore”. Eso significa que en el hemisferio de cielo delante del misil no hay maldito el lugar adónde éste no te vea, y en su pequeña mente enferma esté diseñando trayectorias para llegar hasta el calor de tus motores. Si es un PL-10 tampoco hay distancia de seguridad dentro de los 20 km. de la posición de lanzamiento. En comparación, el Vympel R73 ruso, que hace una década era la octava maravilla, sólo capta fuentes térmicas en un cono de 60º respecto de su eje. Es más fácil eludirlo maniobrando duro. “tirando G” en virajes de romperse las vértebras. Sólo que cualquier misil hoy se banca maniobras de 30 G, y el cuerpo de un piloto entrenadísimo y su avión, 9 G. Punto para el misil. En combate visual acrobático, el PL-10 chino está en el mismo nivel de calidad que los mejores Sidewinder 9X yanquis, Iris T alemanes o Python israelíes, y tal vez sea un poco mejor. Todos estos tienen visión capaz de procesar imagen, en lugar de seguir estúpidamente un foco de calor (como el sol). Poseen suficiente inteligencia artificial como para adelantarse al blanco e interceptarlo al paso, y para no dejarse engañar demasiado por lanzamiento de bengalas desde el blanco que simulan otros blancos. El cielo se ha vuelto un sitio hiperletal para los imitadores del Barón Rojo. Tan lentos de construir, en una guerra real los aviones ya no duran nada. El otro misil terrible aire-aire que puede pedirse con el JF-17 es el PL-15, apuntado inicialmente por el radar AESA del avión, y luego, en fase terminal, por su propio minirradar AESA. Este bicho es demasiado caro como para malgastarlo en un “dogfight” visual, aunque en un apuro, todo sirve. Pero fue diseñado para BVR, Beyond Visual Range, combate a distancias no visuales. La diferencia con el PL-10 es que su velocidad no es Mach 2,5 sino 4,5, casi hipersónico. Es más, su alcance balístico llega a los 200 km. Es un “killer” de los aviones multiplicadores que vuelan en la hasta hace poco tranquila e inexpugnable retaguardia: los AWACS, con su orquesta de radares, y los tanqueros. El campo de batalla aéreo se ha decuplicado en profundidad. Hasta que llegaron el PL-15 chino y el Meteor de MDBA, consorcio inglés, francés, alemán e italiano, los tripulantes de AWACS y tanqueros accedían a la edad jubilatoria. Hoy, ya no es seguro. Con el combo de misiles PL10 + PL15, el Thunder se vuelve el equivalente aéreo de un boxeador peso mosca con la pegada de un peso pesado. Lo que nos lleva a lo siguiente: el Thunder es un caza conceptualmente viejo: célula metálica remachada, en lugar de materiales compuestos, y una turbina hecha para durar 2200 horas y reconstruirla a nuevo, y tirarla cuando llegó a las 4000. Alguien lo definió como un MiG 21 de los años ‘50 solo que con una célula que imita bien la del F-16 (de lejos, es posible confundirlos). Y está cargado de sensores, aviónica y armas tan modernas como las de los mejores cazas de 5ta generación de la OTAN. El riesgo casi inevitable con el Thunder es el de quedarse sin mantenimiento: Pakistán está lejos, y China ni te cuento. Cuando Rusia nos estaba tentando con el MiG-35 y mantenimiento en Córdoba, todavía parecía posible que China ofreciera algo parecido, pero entre que la compra es chica (12 unidades) y que todo lo ruso quedó fuera de juego, olvídate cariño. El riesgo si aceptamos 12 cazas de suyo poco durables sin mantenimiento local es que se queden juntando polvo en un hangar a los 10 años de compra. Hay otro riesgo peor: que los pakistaníes te claven con la espera. Vos pagaste, pero el caza no llega nunca. PAC hoy trabaja a todo vapor para reemplazar por Thunder C sus viejos A7 (derivados chinos del MiG-21), o Mirage III y V, e incluso sus primeros y ya obsoletos Thunder A y B, que en comparación con el C, son unas anérgicas albóndigas. No es que los pakistaníes sean lerdos: el suyo es un país absorto en una inacabable guerra aérea de desgaste y baja intensidad con la India. Obviamente, priorizan la demanda de su propia aeronáutica. El riesgo de comprar Thunder es esperarlos años y años. Lo que significa que uno se clavó con el patito feo porque no quería seguir perdiendo cazadores argentos a manos de Flybondi o de Latam… y los va a seguir perdiendo, pero menos. Para comprar cazas chinos, dicen algunos entendidos, olvidate de Pakistán y pedí el J-10 C. Los J-10 A y B se han fabricado mucho más, en el orden de centenares. Quizás se podría comprar de segunda mano. ¿Se exporta este avión? No, que sepamos. ¿Por qué? Los chinos por ahora no venden sus propios cazas de primera línea para evitar a expertos en ingeniería inversa, como lo son ellos. Con tanta gente otanesca en la FAA y el gobierno adecuado, saben que un J-10 C entregado a la Argentina estará hormigueando de expertos de la USAF desarmando, fotografiando y rearmando todo. Pero a los J10-C les sucede también que los motores de las serie inicial, el WS-10, no duraban nada. Los turbofanes que empiezan a tener hoy son tan buenos como los rusos de última generación, que se hicieron con colaboración de la francesa SNECMA-ATAR. Pero esos no sobran. El J-10C: el caza chino que sí habría que comprar ya, si estuviera en venta. El embajador argentino en China, Sabino Vaca Narvaja, sinófilo puro y duro, empuja como una locomotora a favor del Thunder. Pero don Sabino me está vendiendo un aparato que vale más por sus armas lanzables que “per se” y cuyo defecto principal es la inexistencia, aunque sus misiles PL-10 y PL-15 se fabrican más rápido. Es como pedir ravioles en un restaurante, y que en lugar de ravioles te den un vale por ellos. Y eso sí, un sobrecito de queso rallado real. Para el día en que te lleguen los ravioles. Es probable que Taiana, que se ha debido fumar a la generala Richardson con su oferta de chatarra deslumbrante, rumie similares pensamientos. Pero está en un sitio del estado lleno de viudas de Menem, muertos de ganas de volver a las relaciones carnales con EEUU, y a comprar cualquier cadaver aeronáutico, mientras sea de buena familia. Mi renuencia a fierros de la OTAN, incluso nuevos y regalados, es simple: nuestro mayor escenario de conflicto, nuestra frontera caliente, es marítima y son las Malvinas, y nuestro enemigo potencial es la potencia número 2 de la OTAN. Con el artículo 5to de defensa recíproca de la siempre creciente membrecía de este resucitado club militar, es como si las islas demasiado famosas se hubieran vuelto un tiempo compartido. Si China, potencia marítima (a diferencia de Rusia), se trenzara con la OTAN, descubriríamos que desde Malvinas operan como desde su casa no sólo los británicos sino los EEUU… y como 29 países más, incluyendo algunos vecinos tan inesperados en estos barrios del Atlántico Sur como Macedonia del Norte y Bulgaria, y próximamente Finlandia y Suecia. Todos esos nuevos aspirantes a usuarios de NUESTRAS islas compensan, por número, el hecho de que el Reino Unido parece a punto de desunirse, con Escocia e Irlanda listas para tomarse el olivo y entrar a la UE. Cosas de europeos. Soy argentino, ergo, no le compro nada a la OTAN. Un arma de la OTAN, mala o buena, no sirve para pelear con la OTAN. Va a venir físicamente destruida e informáticamente hackeada. Para muestra, un botón. El armamento complejo hoy tiene un único dueño real: el país fabricante. Muhammad Marathir, ex ministro de Defensa de Malasia, descubrió que la deslumbrante flota de aviones Boeing F-18 Superhornet nuevos que compró su país sencillamente no despegarán si intentan entrar en una guerra no autorizada por el State Department. Las armas rusas, es fama, no vienen con estos problemas, porque además de que los ivanes carecen de conflictos de ultramar, están desesperados por vender. Del Thunder sabemos que tiene un “bus” informático que le permite usar toda la panoplia de armas lanzables chinas, rusas y además occidentales, lo que permitiría creer que vienen libres de esta patología informática, a saber: lo compraste, pero el caza no es tuyo. Dicho sin poner las manos en el fuego. El paquete de 12 Thunder previsto en el malogrado presupuesto 2022 andaba por los U$ 664 millones, sin seguridad de entrega, sin garantías de posventa. Y si querías misiles, a pagarlos aparte, morocho. Mientras tanto, la guerra de 2020 entre la relativamente poderosa Armenia y el algo menos poderoso Azerbaiyán la ganó, contra todo pronóstico, ese último estado. Lo hizo en un mes y una semana, usando drones turcos Bayraktar TB-2, o israelíes Harop, Orbiter y Hermes, que también son drones. El Bayraktar TB-2, la exportación más guau de Turquía después de los culebrones. Pero mucho mejor. En este negocio te cobran según tu cara y según la del vendedor. Por eso el Orbiter, que en una urgencia puede ser un avioncito kamikaze (una “munición de sobrevuelo de un solo uso), funciona más bien como un aparato de observación casi imposible de ver desde el suelo, y recuperable en paracaídas. Mitad avión, mitad misil, ¿qué tal? En 2016 el Orbiter tenía ya 18 clientes internacionales, y un precio de (diz que) U$ 8 millones. Y eso porque los israelíes están cebados. El mucho más capaz Bayraktar, reutilizable N veces por su capacidad de transportar misiles antitanque TOW, bombas guiadas y sistemas de apuntamiento láser, los azeríes lo compraron a Turquía en cantidad escasa (24 unidades) y a un precio de chiste: U$ 1,2 y U$ 2 millones según equipamiento a bordo. En el conflicto de otoño de 2020 los azeríes barrieron con sus drones todo el sistema antiaéreo de radares, misiles y armas de tubo armenios, casi simultáneamente con las bases aeronáuticas. Hecho esto, procedieron a liquidar sistemáticamente los camiones, la artillería, el complejo nacional de comunicaciones civiles y militares y los tanques armenios. El Ministerio de Defensa azerí posteó en Facebook e Instagram toda imagen publicable, casi en tiempo real. La guerra propagandística la tenía ganada mucho antes de la victoria militar. Y sin embargo, los azeríes habían comprado con ascos y desconfianza. El día anterior a la guerra Azerbaiyán no tenía un solo Bayraktar. Los adquirió tan de apuro que tuvo que alquilar a operadores turcos. Hoy, en medio del show aéreo de destrucción de activos rusos con Bayraktar en Ucrania, ese drone está por las nubes. Éste es un juego donde el derecho de piso es bajito. Turquía no era un fabricante de gran fama, y miralos hoy. Israel, el proveedor más famoso de drones, en 2018 exportó U$ 7500 millones, pero el Jerusalem Post del 28 de enero de 2019 rezongó que el anterior había sido un año flojo, y que normalmente el país vendía U$ 8900 millones o más. ¿Y qué cazas vuelan hoy, impertérritos, por los cielos de Ucrania? Ucranianos, prácticamente, ninguno: los rusos los hicieron percha, mayormente en tierra. La superioridad aérea rusa es más bien virtual: los cazas rusos atacan con misiles stand-off, sin casi salir de su propio territorio, o del de Belarús. Lo más importante de la guerra aérea en Ucrania lo hacen drones turcos, rusos y estadounidenses. De uno y otro lado revientan camiones, baterías antiaéreas y tanques, e incluso aviones, cuando están en tierra. Los que pelean en el cielo son mayormente robots, hablando mal y pronto, no personas. Robots supuestamente, teleguiados. Nadie admitirá que muchos operan en forma autónoma, sencillamente porque el “data-link” de control es el talón de Aquiles de cualquier drone, el componente que lo puede inutilizar en vuelo… o volver en contra de su dueño. En Abril, un par de robots aéreos ucranianos Neptuno (el equivalente de decir “marca Cuchuflito” en Argentina) hundieron un terrorífico crucero ruso de 12.500 toneladas erizado de radares, sistemas misilísticos y artillería de tubo, el Moskva. Éste ni los detectó. Parece haber estado distraído por Bayraktars, es decir otros robots. Hace 40 años, el 25 de Mayo de 1982, Argentina le causó dos bajas terribles a la Task Force. La primera, usando aviones A4 y bombas bobas, y a un riesgo terrible para 4 pilotos argentinos (Marcos Carballo, Carlos Rinke, Mariano Velasco y Jorge “Bambam” Barrionuevo), la FAA les discapacitó la fragata HMS Broadsword, y les hundió el destructor HMS Coventry. Veinte minutos después, un par de misiles Exocet AM39, es decir dos robots aéreos, programados por radar desde aviones Super Étendard hundieron la conteinera mercante STUFT Atlantic Conveyor llena de pertrechos logísticos. Su ausencia dejó bastante desamparada a la infantería inglesa en las 3 semanas siguientes. Para la Task Force, fue una acción menos espectacular y una pérdida menos dramática, pero mucho más grave que la del Coventry. Barraza y Curilovic, días después de la misileada del Atlantic Conveyor. En aquella volteada, los portaaviones ingleses se salvaron de puro cuete. Los pilotos argentinos que lanzaron los Exocet, Roberto Curilovic y Julio Barraza, ni los vieron. Programaron sus misiles para que pegaran en los mayores ecos de radar a unos 35 km de distancia. Corrieron un riesgo mucho más bajo que Carballo, Rinke, Velasco y Barrionuevo: fueron detectados sólo por su emisión activa, cuando hicieron tres barridos de radar y detectaron los blancos. Cuando la Task Force reaccionó, ya habían lanzado sus robots y estaban pegando la vuelta. Y eso fue hace 40 años. ¿Hemos aprendido algo? Un Exocet AM 39 es un drone, sólo que alojado en un misil crucero. Hoy los drones vienen de todo tamaño, alcance, autonomía, aplicación y severidad, y coinciden en poder infligir daños fenomenales a un costo económico y personal bajísimo. En 2015 INVAP estaba desarrollando drones para las 3 fuerzas armadas y todas las de seguridad. Drones argentinos, ojo. No es que estábamos importando material yanqui, israelí o turco. ¿Adivina qué presidente canceló su desarrollo en 2016? Sí, ése. Los drones no son nada populares entre los pilotos, porque pueden dejarlos sin trabajo. No hace falta haber diseñado un avión excelente, como el Pampa, para hacer drones. Son aparatos en los que lo aeronáutico pesa mucho menos que lo informático, y son baratos justamente por eso. Y podemos exportarlos. Por fuerza, son tan autónomos como los 8 satélites que hemos puesto en órbita desde 1996, y en eso hemos tenido éxito absoluto. Gracias a INVAP somos el país más espacial de la región. ¿Y no podemos hacer drones? No tenemos escenarios de conflicto inmediatos: en Chile están los socialdemócratas, que probablemente nos den 4 años de paz. En las Malvinas está la OTAN, más bien distraída por sus negocios en Ucrania y en la posible desunión del Reino Unido. Es el momento de no tirar plata al cuete y volver a hacer drones. Son poco románticos, poco costosos, y pueden ser cruelmente costo-efectivos. La aviación tripulada es bellísima, pero el futuro le pertenece cada vez menos. Porque es cara. ¿Y con qué plata volver a hacer drones? Se puede usar parte de los U$ 664 millones que íbamos a gastar en los Thunder, y atrasar esa compra unos años para cuando Pakistán realmente garantice los 12 aviones entregados razonablemente en pista. Y todavía tal vez nos quede un vuelto para misiles antiaéreos y antibuque. Tal vez Rusia vuelva a ser un oferente posible. Las cosas cambian. Mayo de 1982. Limpieza de pista para que no aspire basura la turbina de un Mirage III destacado allí contra la Task Force. Mi capacidad para contrariar la percepción y la voluntad del sistema político argentino es infinita, sólo que el sistema ni siquiera la nota. Pero mirando el paralelogramo de fuerzas actual, eso de pisar los Thunder dos o tres años sería el único punto de acuerdo que pueden tener los borregos deseosos de volver al redil de la OTAN, los patriotas que quieren salvar nuestros recursos humanos en los escuadrones de caza, y los avisados que quieren escaparse hacia el futuro. La Argentina ha resucitado bastante, aunque como lo hizo para pocos, no se notó. Tal vez en 4 años resucite más, tengamos más plata y podamos comprar mejores o más aviones supersónicos, lo ignoro. La aviación tripulada no desaparecerá de golpe, ni mañana. Yo creo que no desaparecerá. Pero es cada vez más cara.

Daniel E. Arias

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El interventor del Enargas convalidó los aumentos de tarifas. Y también los cuestionó

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A través de varias resoluciones publicadas ayer 1° de junio en el Boletín Oficial, el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas), que preside Federico Bernal, convalidó los nuevos cuadros tarifarios para el servicio de gas que las empresas deberán aplicar a partir de ayer, pero incluyó fuertes cuestionamientos y advertencias sobre cómo se llevó a cabo el proceso, lo que podría generar demandas judiciales sobre su validez.

En los considerandos de las resoluciones publicadas este miércoles, el interventor admitió que el ente regulador no tuvo tiempo de analizar la razonabilidad de las nuevas tarifas de gas. También anunció que convocará a una nueva audiencia pública para garantizar la participación ciudadana, dado que, a su entender, el gobierno se salteó esa instancia. En esos textos, el Enargas señala que se vio obligado a aumentar las tarifas sólo por expresa instrucción del Ministerio de Economía, pasando por alto «recaudos normados» que fija el marco regulatorio. Fuentes vinculadas a Economía, consultadas en los primeros momentos, admitieron sorpresa. Señalaron que en lo que va de 2022 ya se realizaron tres audiencias públicas para discutir el funcionamiento del sector de gas natural. Agregaron que, con esta suba, las facturas aumentarán en promedio sólo un 40%, contra una inflación que se proyecta por encima del 60%. Por su parte, en el texto de las resoluciones, el interventor del Enargas anticipó que convocará a una nueva audiencia donde se analicen los puntos que no fueron tomados en cuenta en la audiencia pública del 10 de mayo pasado, donde se determinó un nuevo precio del gas natural en el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST). Este punto podría generar demandas judiciales sobre la validez de las nuevas tarifas que, en la letra de las resoluciones del mismo Enargas, ya estarían vigentes. Ambos lados de la discusión interna tienen en mente -o al menos deberían tener- el «fallo CEPIS», una decisión emblemática de la Corte Suprema que en 2016 anuló el aumento en las tarifas del servicio público de gas natural dispuesto sin haberse realizado previamente una audiencia pública «que le diera la oportunidad a los usuarios de participar en la toma de decisión».

Las actitudes de los argentinos sobre el consumo de drogas

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  • Una investigación hecha por la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires sobre 2.000 participantes indica cambios y continuidades en la opinión social sobre el acceso a los estupefacientes.

La relación de los argentinos con el consumo de sustancias psicoadictivas está en evolución y sobresalto permanente: dos ejemplos recientes: un folleto entregado en un evento municipal sobre drogas y prevención de daños causó un enorme revuelo mediático mientras, en simultáneo, avanza la oferta y la demanda, de medicamentos con cannabis. En ese marco un equipo de investigadores de la Facultad de Psicología de la UBA publicó un detallado análisis sobre lo que percibe la sociedad acerca del «consumo problemático de sustancias». «Buscábamos determinar que piensa la población general sobre la relación entre el consumo de sustancias psicoactivas y la salud mental y las influencias de una sobre otra. Es un tema sobre el que en Argentina hay poca información: encontramos algunos datos de 2018, mientras que en otros países es algo que se indaga con frecuencia», dijo Martín Etchevers, uno de los responsables del trabajo junto a Cristian Garay y otros dos investigadores. Para conocer la percepción popular armaron un completo cuestionario online y sistematizaron las respuestas de 2072 argentinos, adultos, que participaron desde todo el país. Y algo que aclaran los responsables es que decidieron excluir el consumo de alcohol, ya que por su naturaleza necesita otro tipo de análisis. La primera conclusión del estudio publicado por el Observatorio de Psicología Social Aplicada es que la enorme mayoría de los participantes considera que el consumo problemático de sustancias se ha vuelto actualmente más grave que en el pasado. Eso respondió el 85,6 %. En cambio sólo un 13,1 % lo considera «igual» de grave que antes y apenas el 1,2 % percibe que es algo «menor que en el pasado». Y si bien no hicieron referencia específica a que momento es «el pasado», por otros trabajos se deduce que esta sensación de agravamiento del problema se incrementó con la pandemia y el aislamiento. Pese a esa sensación sobre un empeoramiento, otro punto de la investigación muestra que otra mayoría de los consultados considera que esa «gravedad» no se refleja en la inclusión de esta temática en el ámbito educativo. «Un alto porcentaje percibe que no se refleja en los debates sociales y educativos. En los colegios hay materias que tratan sobre genero, igualdad, educación sexual o discriminación y preguntamos si se hace algo así con consumo de sustancias adictivas», contó Etchevers. «Pero la gente considera que no». Por otra parte, el investigador contó que «además, también corroboramos los programas educativos y lo cierto es que ese tema no figura. A veces se abren debates pero apuntan más a despenalización y se consideran perspectivas políticas o legales. Pero la perspectiva del tema desde lo psicológico o psiquiátrico y lo que tenga que ver con salud mental y consumo de sustancias adictivas no se trata. No es un tema menor». En concreto, del grupo de respondentes que tiene hijos en edad escolar, el 80,2 % afirmó que «no recibieron en el colegio información sobre consumo problemático de sustancias. Y solo el 19,7 % respondió que sí. Esta falta de abordaje escolar contrasta fuerte con lo que la gente considera que pasa en el ámbito familiar: a otra pregunta específica, respondida por los participantes que tienen hijos, el 88,6 % dijo haber dialogado con ellos sobre consumo problemático y apenas el 11,3 % respondió que «no ha dialogado sobre la temática con sus hijos». En otras palabras, según Etchevers, «para las familias el tratamiento es importante -y afirman charlarlo en casa-, pero consideran que en el espacio educativo no está presente». Otro dato significativo de la investigación fue que los participantes consideran que «obtener cocaína es muy fácil (41,4 %); o fácil (37,6 %). Mientras que apenas el 10,5 % consideró que no podría obtenerla. En cuanto a marihuana el 89,9 % de los participantes de la investigación considera que hacerse de cannabis «es fácil o muy fácil». Según Etchevers una de las conclusiones que surgen de esta investigación es que hay un espacio vacante para hacer crecer el debate específico. «Por otra parte», afirmó el entrevistado, «la hipótesis que surge de charlas con familiares es que las personas que ya tienen consumos problemáticos no cuentan con muchos espacios de acceso a tratamientos. Deberíamos darle más lugar y tiempo a la divulgación e incluir en la difusión la salud mental y los aspectos psicológicos de los consumos, ya sean como causantes o como efecto de la adicción».
EL 89,9 % DE LOS PARTICIPANTES DE LA INVESTIGACIÓN CONSIDERA QUE HACERSE DE CANNABIS «ES FÁCIL O MUY FÁCIL».
Otro dato que resaltan es que el tema tiene fuertes ribetes ideológicos que llevan a que, a veces, sea tratado en forma algo romántica: «Puede incidir en esto que al individuo que está consumiendo se lo imagina como una persona responsable y con recursos y capacidades plenas y que el consumo sería inocuo si la persona estuviera bien. Por otra parte, en muchas intervenciones quien habla se pone a sí mismo como ejemplo y se menciona a quienes sortearon el problema de manera positiva. «Pero», recuerdan, «mucha gente no lo ve de manera positiva. Pensemos en las palabras de la madre de Chano o del propio «karateka» Medina (el ex-boxeador), que también sufrió adicciones y tienen un relato diferente». Según Etchevers esto ocurre, en parte, porque se desconoce, o se olvida, que hay sustancias que son psicoactivas y que cumplen con su esencia: causan adicción y no son inocuas: «falta en el debate la perspectiva de salud mental y lo que genera -a nivel mental- la adicción». Finalmente, los expertos de la Facultad de Psicología explican que está bien que cada persona tenga sus propias ideas, «pero deberíamos ofrecer más educación científica sobre lo que provocan ciertas sustancias: sea depresión, acelere, agresión, problemas cardíacos o de memoria, o lo que sea». En otras palabras, sería interesante usar los ámbitos educativos, para difundir conocimientos formales sobre los efectos del consumo de sustancias adictivas y sumar más psico-educación técnica, aportando datos duros y con un enfoque sobre salud mental y prevención.

Enrique Garabetyan

En Córdoba se construirán 20 plantas para autoconsumo de biocombustibles

El Gobierno de Córdoba sigue impulsando la industria de los biocombustibles: adelantó que se construirán 20 plantas para autoconsumo durante este año.

“Vamos a darle la posibilidad a los productores, a las empresas, a todos los sectores de la economía cordobesa que pasemos al autoconsumo de biodiésel”, dijo el gobernador Juan Schiaretti en un acto en la empresa Oreste Berta SA, que colabora en la adecuación de los vehículos de la flota pública -6000 unidades- para usar biocombustibles. Schiaretti aprovechó la oportunidad para defender cambios en la ley nacional de biocombustibles. En noviembre pasado los diputados del Bloque Federal presentaron un proyecto para modificarla. El pedido clave es que la norma establezca, por ejemplo en el caso del etanol, el piso del 12% (6% para el bioetanol de maíz y 6% para el de caña de azúcar) y que ningún funcionario pueda modificarlo hacia abajo, sí hacia arriba. Ese porcentaje del 12% se estableció por la reglamentación de la ley, pero lo sancionado permite una eventual baja del corte con bioetanol al 9% en la nafta, mientras que para el gasoil la mezcla mínima del biodiésel será de un 5%, con una eventual reducción al 3%. “En Córdoba defendemos los biocombustibles y queremos una ley que contemple mayor mezcla para utilizarlo cada vez más como corresponde -describió-. Vamos a continuar bregando por eso, porque es la manera de cuidar la ecología, el futuro y de cuidar el trabajo de los cordobeses y los argentinos”. Schiaretti ratificó que Córdoba tiene un “potencial fenomenal” de desarrollo de los biocombustibles. “Tenemos que actuar coordinadamente e ir planteando los pasos necesarios para que vayamos sustituyendo la utilización de los combustibles fósiles por un combustible que contamina menos y que nos permite generar más empleo”. También remarcó que la provincia viene trabajando con los privados, con el sector científico técnico y con municipios. El empresario Oreste Berta explicó, por su parte, que en el laboratorio se dedican a hacer “todos los ensayos y ajustes necesarios para que un motor actual que no está calibrado para este tipo de combustibles diversos al combustible fósil funcione correctamente y no tenga ningún problema”. Los vehículos oficiales equipados con motores diésel usarán 100% biodiésel, mientras que los motores nafteros emplearán 85% de bioetanol de maíz y 15% de nafta.

¿Compramos aviones de combate, fabricamos drones, o ambas cosas?

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El que crea que en 2024 o 2025 tendremos 12 cazas multirrol JF-17 Thunder a desplegar de a cuatro por base aérea en las de Plumerillo (Mendoza), Río Gallegos (Santa Cruz) y Tandil (Provincia de Buenos Aires) es libre de hacerlo. Nosotros en AgendAR tenemos dudas. Pese a las abundantes evidencias de que el caza supersónico chino-pakistaní JF-17 ya es “compra cocinada” para Argentina, y afirmaciones de “que sale con fritas” (es decir, antes de las elecciones), no es imposible que el país desensille hasta que aclare.
Tan popular no parece. Y por qué debería serlo, no lo sabemos, pero por barato seguro que no.
Entre otras cosas, porque tampoco es imposible que la alianza peronista actualmente en el gobierno pierda las elecciones de 2023. Entonces la compra quedaría sin efecto no bien asuma la actual oposición, probablemente más afín a adquirir lo que nos sugiera la generala Laura Richardson. En su visita, la generala dijo tener F-16 y F-18 a nuestra disposición, algunos verdaderamente añejos. Unos pocos de esos aviones aún están incluso en condiciones de volar en desfiles aéreos, si se los recorre –Argentina paga- de punta a punta en célula, turbina y aviónica. No nos darían capacidad de defensa alguna, pero alegrarían a más de un piloto en la Fuerza Aérea Argentina (FAA), aunque por motivos distintos. Algunos hace años que sólo vuelan escritorios pero son firmemente occidentales (hinchas de la OTAN) por motivos culturales (ponele). Otros no tienen nostalgia alguna por la Guerra Fría anterior, que no conocieron, pero son cazadores graduados y no tienen en qué volar. Esos últimos son al menos motivos más declarables para tirarse de cabeza sobre cualquier oferta supersónica, sirva o no sirva. No sería imposible, si firmamos en 2022 y nos echáramos para atrás en 2023, que se pierda la reserva de los JF-17 con PAC (Pakistani Aircraft Complex) y CATIC (China National Aero-Technology Import & Export Corporation). Tampoco sería imposible que en ese caso la Cancillería china nos anote otro poroto en contra, para sumar al acumulado por el freno de papeles impuesto por el actual Secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz, sobre las dos represas del Río Santa Cruz y la central nucleoeléctrica Hualong-1, o Atucha III. Esta última debía arrancar obra en 2018. Los vínculos comerciales y financieros de Argentina con China son lo suficientemente viejos, profundos, intrincados y fuertes como para darle a ese país distintos modos de cobrarse cada una de estas afrentas. Éste es sólo un marco político y diplomático de referencia, muy determinante pero nada lineal. No es que si Juntos por el Cambio (JxC) gana las presidenciales se murieron los Thunder. Así como con Beliz el State Department tiene operadores en el actual gobierno, el 华人民共和国外交部) o Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Popular China tendrá los suyos en cualquier gobierno de JxC. Sin embargo, como país de desarrollo mediano y que supo tener una industria de defensa considerable, la Argentina a veces sigue sus propios intereses. En este caso, conviene mirar las necesidades y compararlos con las ofertas técnicas mediante algún sistema objetivo de puntaje. Es lo que estuvieron haciendo el último par de años el Ministerio de Defensa y la FAA, y lograron que el único oferente con aviones nuevos y de generación 4,5 (Rusia, con los MiG-35) bajara a U$ 35 millones la cotización de una máquina que, por prestaciones, según ingenieros aeronáuticos argentinos que diseñaron cazas, debería valer no menos de U$ 80 o 100 millones la unidad “pelada”. El bello MiG 35, como otros cazas rusos, tiene toberas alternativas para operar desde pistas bombardeadas sin que se incruste cascajo en las turbinas.  “Pelada” significa armada solamente con su cañón de 23 mm. Arma que en la guerra aérea contemporánea, muy de pelearse BVR (Beyond Visual Range), fuera del rango visual, con radar, sensor de infrarrojo y misiles inteligentes es útil sólo para desfile. A esto los rusos añaden lo que pidamos en misiles y bombas autoguiados –pero cobrándolos aparte- y últimamente ofrecieron la clave del negocio: capacitar personal de la FAA en territorio ruso e instalar un servicio técnico más o menos completo y de cercanías en Córdoba. Y es que cuando pasen unos pocos años, hacer recorrida de turbinas o de células en Rybinsk, oblast de Yaroslav, a 267 km. de Moscú, no va a ir ni para atrás. El combo asiático PAC-CATIC se mantuvo imperturbable en sus U$ 50 por un avión inferior al MiG-35 en casi todo, salvo en el radar AESA y el armamento lanzable (misiles y bombas MUY inteligentes). En esto, China tiene un par de “game changers”: los aire-aire PL10 para distancia visual, y el increíble PL15 eficaz hasta a 200 km. Todo lo cual, por supuesto, lo cobran adicional. Este combo de misiles, amén de un antibuque poderoso –el C-802AK, de 190 km. de alcance, por dar un ejemplo- equilibrarían un poco la actual indefensión estratégica argentina. Pero con una compra más grande. No así con una de sólo 12 Thunder y 48 misiles, mitad para combate visual y mitad para extra-visual. De mantenimiento en cercanías, el dúo asiático no dijo nada. Lo que por ahora da Kamra, sede fabril de PAC en el Punjab paquistaní, para recorrer las células (desarmar, reparar y rearmar el conjunto fuselaja-alas), o Guiyan, provincia de Ghizhou, para recorrer las turbinas WS-13 Taishan. Es como decir en la Luna. Habida cuenta de que ni la célula del Thunder ni las turbinas chinas son famosas por duración (4000 y 2200 horas operativas respectivamente), la oferta es francamente floja. Salvo que los volemos poco y nada, en diez años no tendremos un Thunder capaz de despegar. La deriva antirrusa actual de la dirigencia argentina, que incluye al gobierno de Alberto Fernández, elimina (por ahora) al MiG-35 como opción. Hasta que no se fume la pipa de la paz en Ucrania e incluso después, cualquier caza ruso, éste o incluso uno mejor, puede venir equipado de fábrica con un “impeachment” parlamentario. Algo debían suponer Beijing e Islamabad de cómo estaría el mundo en 2022, porque en 2020 y 2021 actuaron como si no existiera la competencia de los rusos, aunque estos dan más y mejor por menos. La única contraoferta que teme China sería lo que nos traiga alguien como la generala Richardson: cazas políticamente viables, aunque técnica y tácticamente inviables. Sobre esto, volveremos. Para endulzar su intransigencia, China ofrece 80 blindados artillados de 8 ruedas, es decir transportes de tropas con cierta capacidad ofensiva: nada capaz de enamorar a un aviador. Añadiendo la escueta fama de NORINCO como fabricante de vehículos y contraponiendo la oferta de los IVECO Guaraní, por parte de IVECO Brasil, el «bonus pack» chino tampoco mata de amor a un general de caballería, o Ministro de Defensa o de Hacienda. IVECO aquí no es un cheque volador extracontinental: tiene talleres en Villa Soldati, CABA, y en Munro, Pcia. de Bs. As. En este paralelogramo de fuerzas, el MinDef y la Fuerza Aérea Argentina (FAA) parecen ver distintas urgencias. Y sin chocar de frente (todavía), plantean soluciones divergentes. En todos los casos, su implementación excedería el tiempo remanente de esta presidencia, y quizás hasta los cuatro que le tocarán a la próxima, recaiga en quién recaiga. Y es que la compra de un supersónico nuevo es tan vinculante que su cumplimiento merece una velocidad más geológica que supersónica. El problema es si la Argentina puede darse ese lujo o no. Uno que piensa que no puede es el jefe de la FAA, brigadier general Xavier Isaac. Es un cuadro militar con un combo de sentido común, audacia y visión industrialista como no se ve en su puesto desde hace mucho. Dijo más o menos que la compra se decide este año. Y habiendo un único oferente libre de vetos, eso da Thunder. De aquí a la China (pasando antes por Pakistán). Con los Himalayas de fondo, el Thunder no hace fea estampa, y tampoco luciría mal en los Andes. Éste es un modelo viejo, sin lanza de reabastecimiento en vuelo, algo que la Argentina no se puede permitir por su territorio enorme. Creemos que la prioridad de Isaac no es la defensa territorial, sino algo más de base. Éste es un país gigante, el 8vo del mundo por superficie. Con 12 cazas repartidos en Mendoza, Buenos Aires y Santa Cruz, Isaac sabe que no cambia nuestra indefensión aérea. 12 cazas mediocres con 48 misiles muy buenos no son ningún alambrado impasable alrededor de nuestros 2,78 millones de km2. Y ni mentamos los territorios insulares y antárticos, donde la autoridad argenta es conjetural. Tal vez con 80 JF-17 C sí se puede defender el país donde tenemos soberanía efectiva, si a ese número añadimos también el millón de km2 de Zona Económica Exclusiva (ZEE) del Mar Argentino. Allí en los hechos venimos perdiendo el control cada vez más desde 1986. Para ello, la Armada (ARA) deberá tener al menos 20 o 30 de esos cazas a su nombre y en bases costeras. Sin embargo, imponerle un caza a la Armada es asunto del MinDef y Presidencia, no de la FAA. Ni Juan D. Perón, en su momento de mayor autoridad, le pudo poner “su” avión (el DL-22) a la Marina. Y a los navales todo lo que no venga de la OTAN les causa convulsiones. Obviamente, en el nadir de este endeudamiento, no nos da el cuero (todavía) para 80 cazas. Tampoco para 60. Tampoco para 24. ¿Entonces, por qué Isaac quiere tan desesperadamente 12 cazas, con los que a duras penas podría defender Mendoza? Porque se le está evaporando la fuerza de pilotos de caza. Son el recurso humano más caro y de sustitución más difícil y lenta de la Fuerza Aérea. En 2015 la desprogramación de los viejísimos Dagger (Mirage V israelíes) condenó a los cadetes cazadores egresados a hacer cola para volar en los 7 A4R Skyhawk aún operativos, y que por subsónicos, sólo sirven para ataque a tierra (o a mar). Aunque se los llame interceptores, no lo son. El año que viene habrá 18 Skyhawk, porque Isaac, con una obstinación de tornillo, viene recuperándolos a fuerza de canibalizar los restos de los 32 que compró (hechos percha) don Carlos Menem en 1995. A esos hubo que resucitarlos como a Lázaro. Y ya demasiadas veces. Siendo realistas, por pura decrepitud, estos 18 Skyhawks tendrán una tasa de disponibilidad más bien bajita, y el mantenimiento que reciban viene con un límite: andá hoy a conseguir componentes en el mercado internacional para un avión diseñado en los ’50 y desprogramado en todo el mundo, salvo aquí y en Brasil. El A4R argentino, un avión subsónico de ataque diseñado en los ’50. Tenemos 7 en vuelo y tal vez logremos recuperar 18, resucitándolos como a Lázaro. Aunque eso ya se hizo muchas veces. Allí, EMBRAER revivió y revitalizó 7 Skyhawks provenientes de Kuwait, con historial de guerras que parte de Vietnam y atraviesa las del Golfo. Como nosotros, ahora los brasucas tienen aviones recauchutados por enésima vez y diseñados originalmente para embarcados. Les falta el portaaviones, como a nosotros. Nadie es perfecto. Antes de Malvinas, el piloto cazador de la FAA tenía 70 Skyhawk, de modelos B y C como aviones de ataque, amén de 21 Mirage III como interceptores y 26 Dagger como aparatos multirrol. Aunque sólo los Mirage III habían sido comprados nuevos a Francia en 1970 y 1977, y aunque el resto de la flota era vetusta de solemnidad y tenía una disponibilidad “mejor no preguntes”, la suma daba una fuerza temible. Especialmente, por los recursos humanos que permitió construir, a fuerza de horas acumuladas de entrenamiento. Y eso se vio de sobra en Malvinas.    

(Continuará mañana)

Daniel E. Arias

La exploración offshore encontró respaldo en una audiencia pública en Mar del Plata

El Concejo Deliberante del partido de General Pueyrredón, cuya cabecera es la ciudad de Mar del Plata, realizó una audiencia pública sobre la actividad de exploración offshore en el norte del Mar Argentino, puntualmente sobre las licencias ubicadas a más de 300 kilómetros de la costa bonaerense. La actividad offshore recibió un fuerte respaldo por parte de diversos sectores que participaron este lunes en la audiencia. Hubo 64 oradores en la primera jornada. En total, están inscriptos casi 660 oradores conformados por 254 instituciones y 404 particulares. La exploración costas afuera tuvo el apoyo de sindicatos, universidades, asociaciones y cámaras empresarias vinculadas a la industria y la pesca de Mar del Plata. Las voces críticas al offshore llegaron de organizaciones ambientales o referentes académicos, ente otros. Se trata, puntualmente, del debate sobre el impacto ambiental y en la pesca de la prospección sísmica de las áreas CAN 100, CAN 108 y CAN 114, ubicadas a más de 300 kilómetros de la costa marplatense. Las licencias fueron adjudicadas en 2018 a la compañía noruega Equinor, asociada con YPF, mediante una licitación internacional, que incluyó también otras áreas en distintas cuencas offshore del país. En total, se entregaron 18 áreas a 13 compañías distintas.

Argumentos

El investigador del Conicet y de FlacsoIgnacio Sabbatela, resaltó que “es erróneo que haya 100% de probabilidad de derrames. Tampoco habrá contaminación visual, es a 300 km. La gran traba para la transición energética en nuestro país es la disponibilidad de divisas. Esta actividad puede relajar la restricción externa y contribuir a la transición a energías más limpias en nuestro territorio”. En tanto, Sandra Cipolla, de la Asociación Bonaerense de la Industria Naval, sostuvo que “la experiencia muestra que la industria offshore genera beneficios en otros sectores productivos como el transporte y comunicaciones, la industria metalmecánica y el comercio y que tiene una amplia demanda de profesionales de distintas especialidades. Se puede desarrollar de manera complementaria y sin conflictos con la pesca o el turismo. Es una oportunidad de desarrollo y crecimiento para la ciudad”. Fernanda Raggio de YPF afirmó que “la actividad offshore impactará de manera sustancial en la matriz energética del país, que es el vector central del desarrollo económico. Se estima un potencial de decenas de millones de barriles de petróleo, volúmenes de la escala de Vaca Muerta”.

Pesca y petróleo

Gabriel Felizia, director del Consorcio Portuario, indicó que “Mar del Plata es la ciudad turística que millones de argentinos eligen cada año; es la ciudad de la producción con uno de los cordones frutihortícola más importante del país o del parque industrial con empresas de vanguardia en el desarrollo de sus capacidades tecnológicas; y es el puerto, donde la industria naval no para de crecer y la pesca no se detiene. La industria del gas y petróleo costas afuera significó el desarrollo de naciones. Por su ubicación, Mar del Plata se convertirá en el centro logístico del desarrollo de esta industria en la Argentina”. Marcelo Guiscardo del Cluster de Energía de Mar del Plata sostuvo que “es una verdadera política de Estado”, mientras que el geólogo de YPF, Sebastián Arismendi, añadió que “el offshore podrá cambiar en el mediano plazo la economía del país y traer enormes beneficios mientras recorremos el camino de la transición energética”. En este sentido, Alberto Calciano del Departamento de Energía de la Unión Industrial Argentina (UIA) advirtió que “el proyecto Argerich explorará recursos recuperables por 1.000 millones de barriles de petróleo, una cantidad similar a las reservas actuales de YPF”. Por su parte, Eric Vázquez, miembro del SIMAPE (Sindicato Marítimo de Pescadores), subrayó: “la exploración offshore no va a afectar a la pesca, va a generar para Mar del Plata crecimiento económico y de empleo. Estamos totalmente a favor. Va a traer una nueva fuente de trabajo”. Mientras que Pablo Trueba, en nombre de la CGT de la seccional local, señaló que Mar del Plata “ya tiene pesca y turismo. Ahora podríamos convertirnos en una ciudad petrolera internacional. Es una industria que va a generar empleos de calidad, registrado, de alto nivel salarial, contrataciones de proveedores locales e inversión en infraestructura”. Nidia Alvarez, CEO de la empresa Equinor en la Argentina, se refirió a la actividad offshore realizada por la compañía en Noruega: “la actividad offshore liderada por Equinor tuvo un rol fundamental en la transformación productiva y social del país, que pasó de tener escasos recursos a tener el primer lugar en el Índice de Desarrollo Humano de la ONU. El propósito de Equinor es convertir los recursos naturales en energía para la gente y contribuir al progreso real de las comunidades en las que estamos presentes”. Manuel García Mansilla, de Cámara de Exploración y Producción de Hidrocarburos (CEPH), destacó: “la Argentina puede cambiar su perfil productivo y convertirse en un proveedor de energía al mundo. Solo el desarrollo de un bloque offshore puede generar ingresos públicos por US$ 32.000 millones, hay 5,1 puestos indirectos por puesto indirecto. Un solo proyecto exitoso puede generar 22.000 empleos, un total de 100.000 puestos de trabajos. Esto corresponde a un solo proyecto”. Marcelo Pájaro, del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP), dijo: “como organismo asesor de la Subsecretaría de Pesca, el INIDEP creó el Grupo de Evaluación de Actividades Hidrocarburíferas para asistir a la autoridad de aplicación en los aspectos referidos a los recursos pesqueros, la biodiversidad y el ambiente marino. Desde el 2020 llevamos evaluados 11 estudios de impacto ambiental presentados por las empresas”.

«Aparecen grietas en la alianza de EE.UU. y los países europeos contra la invasión rusa a Ucrania»

Los aliados están cada vez más divididos sobre el envío de armas pesadas a Kiev

«NUEVA YORK.- Las fracturas en la alianza occidental para enfrentar a Moscú ya son evidentes, y los europeos están cada vez más divididos entre quienes pretenden enviar armas más pesadas a Ucrania y quienes temen que eso solo sirva para prolongar el conflicto y potenciar sus desastrosas consecuencias económicas. El nudo de ese desacuerdo -que enfrenta a un grupo de potencias de Europa Occidental con Estados Unidos, Gran Bretaña, y varias naciones del centro y el norte de Europa- es una percepción totalmente distinta de la amenaza que representa Rusia a largo plazo y de las reales chances de Ucrania de imponerse en el campo de batalla. El primer grupo, liderado por Francia y Alemania, tiene cada vez más dudas sobre suministrarle a Ucrania el tipo de armamento ofensivo de largo alcance que necesitaría para recuperar el territorio perdido ante el ejército ruso en el sur y este del país. Temen que Rusia amenace con un ataque directo a los países de la OTAN. Del otro lado están Washington, Londres, y un grupo de países de Europa Central y Oriental, algunos de ellos integrantes del antiguo bloque de la Unión Soviética, que ven la actual ofensiva de Rusia como una muestra de las ambiciones expansionistas de Moscú, que pretende convertir a Ucrania en una línea de frente desde la que lanzar una embestida más amplia contra Occidente. Las diferencias entre esos dos grupos -una grieta que según los funcionarios europeos se ensanchó en las últimas semanas, cuando Ucrania empezó a retroceder en el Donbass- se hicieron públicas e inocultables esta semana, durante la cumbre de mandatarios de la Unión Europea para tratar la situación en Ucrania. Si bien los gobiernos europeos lograron aprobar colectivamente las sanciones económicas para aislar a Rusia, incluido un embargo sobre casi la totalidad del petróleo ruso que compra Europa, hay opiniones radicalmente opuestas sobre las chances de Ucrania de ganar la guerra. En sus declaraciones públicas, los líderes de Francia y Alemania y los funcionarios de ambos países han dejado traslucir que dudan que Ucrania pueda expulsar a los invasores y reclaman un alto el fuego negociado. Esas sugerencias cayeron muy mal en el gobierno de Kiev, que se siente empujado a hacer concesiones territoriales. Los líderes de los países bálticos, Polonia y sus vecinos, por el contrario, argumentan que proveer a Ucrania de armamento pesado y cada vez más sofisticado es crucial, no solo para sostener la línea del frente, sino para revertir los avances de las fuerzas rusas y asestarle a Moscú un golpe de tal magnitud que alcance para disuadir a Putin de cualquier aventura bélica futura. “El ataque a Ucrania es inaudito”, dijo el ministro de Defensa letón, Artis Pabriks. “A nuestro entender, que se basa en una larga historia de interactuar con Rusia, no se puede confiar en la misericordia rusa”, disparó. “Nosotros vemos la invasión a Ucrania como el preludio de un mayor expansionismo imperial de Moscú.” Algunos países de Europa Occidental ya no tienen tantas ganas de sostener una guerra que les parece imposible de ganar y que se ha estancado en un lodazal de sangre que para colmo drena las arcas europeas y fogonea la recesión en ciernes. Por el contrario, Polonia y el Báltico, que saben en carne propia lo que es vivir con la bota de Moscú en la cabeza, sienten que los que siguen son ellos… Además, el imparable flujo de refugiados ucranianos hacia esos países llevó la evidencia de la guerra a la vida cotidiana de sus ciudadanos, mientras que en Alemania, Austria o Italia, el conflicto se siente sobre todo por el fuerte aumento del precio de la energía. “Los ministros del norte y el este de Europa están cada día más furiosos”, dice un alto funcionario de la República Checa. “Este asunto está destruyendo la unidad: eso es precisamente lo que Putin quiere y lo que Francia y Alemania le están sirviendo en bandeja.” A diferencia de los líderes de Gran Bretaña, Polonia, las naciones bálticas y varios países de Europa Central, los mandatarios de Francia y Alemania todavía no viajaron a Kiev. El canciller alemán, Olaf Scholz, advirtió insistentemente que el conflicto puede escalar en una tercera guerra mundial y la aniquilación nuclear. Según Scholz, el objetivo de la intervención de Occidente debe ser evitar que Rusia gane (no derrotarla). Alemania no envió tanques a Ucrania, pero sí acordó enviar siete piezas de artillería pesada. Según estimaciones del gobierno alemán, la ayuda militar enviada a Ucrania por la economía más grande de Europa, con más de 83 millones de habitantes, ha sido de unos 220 millones de dólares, menos que Estonia, que tiene poco más de un millón de habitantes. Francia ha enviado 12 obuses y ningún tanque ni defensa antiaérea. Polonia ha entregado más de 240 tanques T72 de diseño soviético, así como drones, lanzacohetes, decenas de vehículos de infantería y toneladas de municiones. La República Checa envió helicópteros artillados, tanques y los repuestos necesarios para que la fuerza aérea de Ucrania pueda seguir volando. Los ciudadanos comunes de Lituania y la República Checa han donado decenas de millones de dólares para comprar drones turcos y armas de la era soviética para enviarlos a Ucrania. “Mandamos todo lo que podemos y siempre que podemos”, dijo el presidente polaco Andrzej Duda, que ya visitó a Zelensky dos veces y habla con él diariamente. “¿Por qué? Porque creemos que esta es una guerra contra la civilización, una guerra por la defensa de Europa”. Alemania todavía tiene que reemplazar los tanques polacos y checos que fueron enviados a Ucrania por otros de fabricación alemana, como se comprometió a hacer. El vocero del gobierno alemán adjudicó la demora a ciertos procedimientos que llevan tiempo, como el mantenimiento de los tanques, mientras que algunos funcionarios del Ministerio de Defensa denuncian la falta de voluntad política para actuar con rapidez. “Es muy decepcionante que ni el gobierno federal ni el propio canciller tengan el coraje de hablar de una victoria de Ucrania y actuar en consecuencia, ayudando a Ucrania con armas pesadas y modernas”, dijo Andrij Melnyk, embajador ucraniano en Berlín. Alrededor del 70% de los alemanes apoya la cautela de Scholz, según una encuesta de principios de mayo que también reveló que el 46% de los alemanes temen que el envío de armas pesadas aumente el peligro de que la guerra desborde más allá de las fronteras de Ucrania. Otras encuestas han mostrado un nivel de recelo similar en Italia y en Francia. Los funcionarios franceses y alemanes rechazan esas acusaciones y dicen no estar presionando a Zelensky para que haga concesiones territoriales. El presidente francés, Emmanuel Macron, y Scholz, que hablan regularmente con el presidente ucraniano y su homólogo ruso, repiten con insistencia que quien decidirá los términos de un eventual acuerdo de paz será el gobierno de Kiev.»

Comentario de AgendAR:

Los seguidores de este portal habrán notado que hemos disminuido la cobertura de la guerra en Ucrania. Por supuesto,  seguimos convencidos que tiene consecuencias importantes, también para nosotros, en este lejano Cono Sur. Pero ya lleva más de tres meses, y hoy es -como dicen los cronistas que reproducimos- un pantano de sangre, donde los avances y retrocesos son lentos. Y, para ser francos, es muy difícil separar los hechos del torrente de propaganda que emiten los dos bandos y distribuyen con entusiasmo las repetidoras locales de ambos. Pero esta nota es un «leader» de The Wall Street Journal, y el título es el original. Este medio, si bien es crítico de la administración Demócrata, es un vocero fiel de lo que piensa el establishment Republicano (no lo mismo que los votantes Republicanos). En cualquier caso, insospechable de simpatías con Putin o antipatías con la OTAN. Queda claro, entonces, que sí hay diferencias estratégicas entre Washington y los gobiernos más poderosos de la Unión Europea, en Berlín y París. Un lado está resuelto a luchar hasta el último ucraniano, si es necesario; el otro, cree posible y conveniente una paz negociada y está dispuesto a aceptar que implique una pérdida territorial para Ucrania. En estos dias, se pronunció en favor de esta solución el anciano Dr. Kissinger, a quien nadie podría acusar de sentimental.

YPF estudia locaciones en Buenos Aires y Río Negro para la producción de GNL

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El presidente de YPF, Pablo González, anunció que la empresa está estudiando cuatro locaciones posibles en la provincia de Buenos Aires y en Río Negro para la instalación del mega proyecto de Gas Natural Licuado (GNL). Demandará una inversión de 11.500 millones de dólares y convertiría a la compañía y al país en un exportador neto de energía.
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En una entrevista a propósito del centenario de YPF, González destacó que «la posibilidad de terminar con la matriz importadora del invierno viene de la mano del aprovechamiento de Vaca Muerta y entre otras alternativas de la exportación de GNL».
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«Hay varios proyectos en el país y uno lo tiene YPF que está desarrollando hace dos años y tiene que terminar de completar la ingeniería y buscar el financiamiento. Hay tres o cuatro locaciones en estudio en la provincia de Buenos Aires y en Río Negro, pero el tema todavía no ingresó al directorio para su definición», aclaró el titular de la petrolera.
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Se trata de «un proyecto de 11.500 millones de dólares, no sólo en la construcción de la planta sino en todo el costo que significa poner en funcionamiento la producción de esa cantidad de gas y la logística necesaria» para un plan de esta envergadura.
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«Hoy la Argentina produce más gas de lo que puede transportar. Tiene gasoductos absolutamente colapsados; por eso la importancia del nuevo troncal Néstor Kirchner. En petróleo también tiene el Oleoducto del Valle (Oldeval) colapsado y allí proyecta una inversión de 50 millones de dólares para su ampliación».
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En esa misma línea, YPF trabaja «en la puesta en valor del oleoducto a Chile que dejó de funcionar hace unos 15 años porque Argentina pasó de ser exportador a ser importador de crudo y que puede transportar unos 110.000 barriles», agregó.
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Existe un amplio consenso en la industria energética respecto a que el GNL tendrá un rol importante en las próximas décadas para el desarrollo de las matrices con menos emisiones de carbono hacia el objetivo de emisiones netas cero a 2050, como un recurso fiable y flexible de transición y de complementación hacia las energías renovables.

72 años de la Comisión Nacional de Energía Atómica. La flor de la edad

La historia de la CNEA (en algún momento AgendAR publicará la apasionante y tortuosa crónica que escribió Daniel Arias) es también una parte de la historia de la Argentina moderna. Es cierto que con los años adquirió alguna… pesadez, como su prima más joven, la NASA (no Nucleoeléctrica Argentina, por cierto; la National Aeronautical & Space Administration). Es inevitable, en grandes estructuras que combinan investigación y ejecución. Pero ahora soplan vientos frescos, y trata de rejuvenecerse. Y si la Gran Potencia del Norte abandona su estilo tradicional de conversaciones privadas y envía emisarios con propuestas públicas, debemos estar haciendo algo bien. Tal vez no todo, pero algo. Feliz cumpleaños, CNEA.

El litio, la comunidad y el ambiente: el debate en la Universidad Nacional de San Martín

Especialistas de las escuelas de Economía y Negocios, Humanidades y Política y Gobierno de la UNSAM analizan las implicancias de la industria extractiva para la generación de energías limpias. Desarrollo, ambiente y derechos territoriales en medio de promesas de inversiones. Celulares, notebooks, baterías externas, autos eléctricos: las baterías de litio están presentes en el mundo desde hace tiempo, de hecho en el año 2016 se produjeron 201 mil toneladas de carbonato de litio para fabricarlas. En la Argentina, los medios de comunicación informan semanalmente sobre las posibles inversiones externas para activar la minería de litio por parte de inversores de diferentes países, incluido el magnate Elon Musk y la minera estadounidense Livent Corporation ¿Pero de qué zona del país se puede extraer litio? ¿Cuáles son los beneficios de su producción? ¿Qué sucede con las comunidades cercanas a los salares? ¿Existen riesgos ambientales? El litio es un mineral clave para la fabricación de sistemas de almacenamiento de energía más eficientes y limpios; el elemento principal para la transición global hacia una economía menos dependiente de combustibles fósiles. La Argentina es uno de los vértices del denominado triángulo del litio, que junto a Bolivia y Chile cuenta con el 58% de los recursos mundiales de este mineral, seguido por China (25%) y Australia (10%). El país concentra el 8% de la producción global de litio en el salar de Olaroz-Cauchari de la provincia de Jujuy, mediante las operaciones extractivas de las empresas mineras Livent (Estados Unidos) y Sales de Jujuy (integrada por las empresas Orocobre Limited, Toyota Tsusho Corporation y el gobierno de Jujuy). También existen el Salar del Hombre Muerto, ubicado en el límite de las provincias de Salta y Catamarca y el Salar de Rincón (Salta), pero allí recién se están llevando a cabo actividades de exploración. Esta información está disponible en el paper Una mirada estratégica sobre el triángulo del litio, publicado por Martín Obaya, director del Centro de Estudios para la Transformación (CENIT) de la Escuela de Economía y Negocios (EEyN) de la UNSAM. “El litio es un sector que tiene mucha más presencia en la discusión pública que en la contribución que realmente hace hoy a la economía del país. Las exportaciones de litio representan solo el 0,4% de las exportaciones totales del país”, cuenta Obaya y señala: “Tiene una presencia y un impacto fuerte en el NOA, que es donde están los recursos. Hoy hay más de 50 proyectos iniciados de exploración, pero hay solamente dos en operación, lo que genera un movimiento económico en la región, que tiene históricamente mucha dificultad para crear empleo privado”. ¿Cómo se regula la explotación y producción de litio? Al ser considerado un recurso estratégico, Bolivia y Chile cuentan con reglamentaciones específicas para su control. Sin embargo, en la Argentina la regulación de las actividades de exploración, extracción y procesamiento de litio está comprendida dentro del marco normativo minero general fundamentado en tres normativas promulgadas en los ‘90: el artículo 124 de la Constitución Nacional; el Código de Minería; y la Ley N.° 24.196 de Inversiones Mineras. “El marco desde el punto de vista normativo en la Argentina es de naturaleza liberal. El supuesto que está detrás de este marco es que para hacer minería en el país se necesitan muchas inversiones y la forma de atraer inversiones es dándoles estabilidad a las empresas extranjeras por mucho tiempo. Entonces, les otorgan un montón de beneficios y las provincias, que son las dueñas de los recursos, no pueden cobrar regalías de más del 3%”, critica Obaya. En cuanto a la explotación del litio como recurso estratégico, Obaya distingue dos visiones distintas en el país: Una visión “extractivista” limitada a la extracción, procesamiento y exportación del mineral como materia prima; y una visión “industrialista”, que aspira a crear capacidades tecnológicas y productivas locales para utilizar al litio como insumo para la producción de baterías. “El marco normativo impone muchísimas restricciones para que el Estado pueda hacer políticas públicas de promoción de otras actividades vinculadas a la minería”, advierte el economista. Controversias y “legitimidad técnica” Si bien el litio puede resultar eficaz para limitar el uso de combustibles fósiles, disminuir la huella de carbono y volverse económicamente rentable para el desarrollo industrial del país; esta industria extractiva no está exenta de controversias y la situación llevó incluso a plantear dos polos que podrían resumirse en “desarrollo productivo” por un lado, y “ambientalistas” por el otro. En ambos espacios abrevan distintas tradiciones, espacios de investigación académica, investigadorxs de diferentes universidades (o de una misma universidad, pero que se ubican en uno u otro espacio) y militancias políticas, sociales y comunitarias. Mariana Saidón, economista y coordinadora del Área de Ambiente y Política (AAP) de la Escuela de Política y Gobierno (EPyG) considera al litio como “una potencial solución a la cuestión energética y a la emisión de gases de efecto invernadero”, pero advierte sobre los problemas ambientales que se podrían generar sin controles estrictos: “No hay que perder de vista la gran utilización de agua en una zona bastante seca, la posible contaminación local de agua dulce con agua salada, el agotamiento de un recurso no renovable, la alteración de los ecosistemas locales y el residuo generado cuando se deja de usar la batería”. La investigadora señala que si bien podrían generarse fuentes de empleo, la polarización entre desarrollo productivo y ambientalismo puede ser analizada como una falsa dicotomía. “No está claro que la explotación del litio así como está planteada -con escasos controles, subfacturaciones que permiten reducir regalías sin planificar la generación de cadenas de valor internas, ni impulsar la transición energética del propio país-, a pesar de generar ciertas cadenas de valor e ingresos en términos de regalías vaya a aportar al desarrollo”. Ana María Vara, directora de la Licenciatura en Estudios de la Comunicación de la Escuela de Humanidades (EH) señala la cuestión del litio como una controversia porque “hay opiniones y posiciones diferentes, enfrentadas. Y, aunque hay varias posiciones, en términos generales la discusión se polarizó en dos extremos: sí o no”. El conocimiento técnico, explica Vara, se vuelve un campo de disputas: “Las controversias son conflictos en que los saberes en juego son fundamentales. Quién tiene la legitimidad técnica para hablar, qué conocimientos se producen y se usan para argumentar, de un polo y otro. En las controversias la ciencia (en realidad, en plural: las ciencias) no están por encima, como una fuerza neutra que va a ayudar a laudar en el conflicto, sino que forman parte de la materia misma del conflicto. Son parte de lo que es discutido y disputado” (ver recuadro). ¿Cómo se extrae el litio?  Las cuencas de la puna altoandina poseen dos características: se encuentran rodeadas por cordones montañosos y desarrollan un lago, humedal o salar en el centro. En las zonas montañosas caen muy pocas lluvias cuyas corrientes de agua, por un lado, se drenan en la superficie alcanzando el centro del salar, mientras que otra parte penetra en el suelo y rocas profundas. El contacto de esta agua con las sales de las rocas produce una salmuera con litio, entre otros minerales. Entonces, para extraer el litio se realizan perforaciones profundas donde se extrae esa salmuera que luego se evapora en piletones y se obtiene el tan ansiado mineral. ¿Cuáles son los riegos? Lxs geólogxs Marcelo Sticco, de la UBA, y Verónica Kwaterka, de la Escuela de Hábitat y Sostenibilidad (EHyS) de la UNSAM, distinguen tres ramas de impactos ambientales negativos en la minería de litio. “La infraestructura minera afecta a las redes de drenaje y a la geomorfología, la superficie; la extracción de agua puede afectar a la calidad del agua de los acuíferos y la vegetación, porque pueden salinizar las zonas donde hay agua potable; y los residuos peligrosos almacenados en piletones que afectan aguas y suelos, al agregar componentes químicos y sales subterráneas”, indica Kwaterka.   Los piletones donde se almacena la salmuera con litio extraída en las perforaciones funcionan como repositorio de residuos, como basureros gigantes que ocupan el equivalente a 450 canchas de fútbol en el salar de Jujuy, con el solo fin de depositar los descartes que luego se evaporan en forma natural con la energía del sol. El problema es que la ubicación de estos piletones podría afectar a las cuencas de agua dulce y a los humedales que utilizan las comunidades originarias de la zona para abastecerse. “Existen unas geoformas en la parte periférica de la cuenca que contienen agua dulce que se llaman ‘abanicos aluviales’. Lo peligroso es que muchas veces los piletones se construyen sobre esas geoformas. Entonces, habría que ver si estos tienen sistemas de impermeabilización y otros procedimientos para garantizar que el agua de profundidad, con mucha concentración de sales, no se empiece a infiltrar a las zonas de agua dulce”, advierte Kwaterka. En sintonía, Marcelo Sticco señala que la salmuera extraída desde las profundidades tiene una alta concentración de elementos químicos. “Se trata de agua de formación geológica, donde se pueden encontrar todos los elementos de la tabla periódica. Todos los minerales que están en la naturaleza salen a la superficie y se descartan, como metales pesados, plomo, cromo y zinc, elementos que están naturalmente en otra condición y están quedando libres en la atmósfera”, advierte. Sticco, además, agrega otro riesgo por fuera de los salares: la falta de datos públicos provenientes de las mineras y los controles endebles de los gobiernos provinciales. “Hay mucha información desordenada, como cuando se ven las inversiones en Salta y Catamarca. Se anuncian miles de millones de dólares pero sobre los proyectos concretos no hay nada porque ni las mineras ni los gobiernos hacen pública esa información”, critica. Las opiniones de lxs geólogxs están respaldadas en el documento Evidencias Técnicas del Impacto Negativo de la Explotación del Litio en los Humedales y Recursos Hídricos de los Salares de la Puna Altoandina (publicado por la Fundación Humedales con el apoyo de la ONG Wetlands International) del que se extrae el siguiente fragmento: “El residuo es altamente soluble y el abanico sobre el que está dispuesto es un reservorio de agua dulce altamente permeable. No se presentan evidencias técnicas de la estanquidad del relleno, no hay ensayos de permeabilidad ni de resistencia de suelos que aseguren que el relleno puede resistir movimientos telúricos”. Lxs investigadorxes consultados coinciden en señalar la posibilidad de generar una industria del litio que produzca el menor daño ambiental posible, para lo cual son necesarios cambios en los métodos de extracción y producción, controles estatales estrictos y estudios de impacto serios. “En la ecuación económica actual, ¿las mineras están poniendo el daño ambiental? Todo ese pasivo que estás descartando como residuos, ¿lo están colocando? Nosotros hicimos un cálculo preliminar e incluso vimos que es antieconómico este sistema”, dice Sticco. “Necesitamos estudios de impacto serios, realizados por profesionales seleccionados por el Estado como ente regulador y con la participación de las comunidades de la zonas cercana a los salares”, completa Kwaterka.   Territorio y polémica Los salares donde se produce la industria del litio son, en general, territorios de comunidades indígenas. En algunos casos los lugareños se encuentran más cerca del salar, explotándolo para extracción de sal o pequeñas producciones de borato, o se asientan más lejos y usan el salar como parte de sus desarrollos económico-productivos y culturales. Los proyectos de explotación del llamado “oro blanco” desencadenaron innumerables reclamos y conflictos por parte de los pobladores de la Puna Altoandina. Déborah Pragier es docente e investigadora de la Escuela de Política y Gobierno de la UNSAM y se dedica al estudio de estas comunidades. “Lo que sucede en la práctica es que hay una tensión en esta idea de promover el litio como energía limpia y los derechos constitucionales de los pueblos indígenas”, explica. El artículo 75 inciso 17 de la Constitución Nacional reconoce la “preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos”, así como “la posesión y propiedad comunitarias de las tierras que tradicionalmente ocupan”. Asimismo, la Consulta Previa Libre e Informada se encuentra garantizada en el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo y el voto en la Asamblea General a favor de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas. Todo este marco normativo, explica la investigadora, debería habilitar a las comunidades a decir sí o no ante cualquier proyecto en su territorio. “En las comunidades de Jujuy en donde se encuentran explotando el litio, lo que se realizó no podría llamarse una consulta previa, libre e informada. El ejecutivo provincial de Jujuy habilitó por decreto la formación de una comisión de 17 miembros de distinto tipo con un representante de la comunidad indígena a participar de esa unidad. Eso claramente no es una consulta”, dice Pragier. La investigadora cuenta que “es muy poco probable que el Estado acepte un ‘no’ como respuesta de las comunidades indígenas y advierte que, aún con el marco normativo vigente, “no hay mecanismos institucionales que prevean una consulta previa libre e informada”. Ana María Vara: “La cuestión es cómo decidimos qué riesgos son tolerables y cómo los distribuimos” La docente, investigadora y especialista en controversias de las Escuela de Humanidades explica los alcances del conflicto en torno al litio. ¿Por qué el conflicto en torno a la extracción del litio en la Argentina puede ser analizado como una controversia? Básicamente, porque hay opiniones y posiciones diferentes, enfrentadas. Y, aunque hay varias posiciones, en términos generales la discusión se polarizó en dos extremos: sí o no. Esa configuración polarizada, de actores sociales a favor y actores sociales en contra, es característica de las controversias. Y está también la necesidad, el insumo fundamental para encararlas, que es el conocimiento técnico: las controversias son conflictos en que los saberes en juego son fundamentales. Quién tiene la legitimidad técnica para hablar, qué conocimientos se producen y se usan para argumentar, de un polo y del otro. En las controversias, la ciencia (en realidad, en plural: las ciencias) no están por encima, como una fuerza neutra que va a ayudar a laudar en el conflicto, sino que forman parte de la materia misma del conflicto. Son parte de lo que es discutido y disputado. Teniendo en cuenta que hoy la explotación de litio como materia prima sigue siendo incipiente en la Argentina, ¿ves en esta industria extractiva posibilidades de desarrollo? Veo esas posibilidades, pero las veo en relación con la dinámica de la controversia. Es decir, no todo está jugado ya, no podemos avizorar todavía cuál será el resultado de la controversia: dependerá de los argumentos, las propuestas y contrapropuestas, el juego entre los distintos sectores involucrados (tanto en el país como fuera), la relación de fuerzas. Y, sobre todo, los proyectos de país que se propongan. ¿Cómo se puede generar una industria que le agregue valor al litio para la producción de baterías o productos intermedios de manera sustentable? Es complejo, pero nuestro país tiene muchas de las condiciones para hacerlo. Sobre todo, un sector científico-tecnológico con bastante desarrollo. Y una discusión abierta sobre cómo sería mejor que nuestro país se involucrara en estas actividades. La producción de baterías de litio es necesaria para la producción de energías limpias. Sin embargo, hay denuncias de contaminación salina en efluentes de agua dulce cercanos a los salares ¿De qué manera se puede manejar esta contradicción para generar una producción sustentable? La producción de baterías de litio es necesaria para la producción de energías limpias. Sin embargo, hay denuncias de contaminación salina en efluentes de agua dulce cercanos a los salares ¿De qué manera se puede manejar esta contradicción para generar una producción sustentable? Es la pregunta clave, pero no tiene una respuesta única. No sabemos, en realidad, si puede tener respuesta. ¿Existe un modo de generar energía sin producir ningún impacto ambiental o social? Como nos advirtió el sociólogo alemán Ulrich Beck, vivimos en la sociedad del riesgo: cada desarrollo científico-tecnológico produce bienes (lo que estamos queriendo alcanzar) y males (los impactos). La cuestión es cómo decidimos qué riesgos son tolerables, y cómo los distribuimos, al interior de los países y entre países. Por otra parte, la noción misma de sustentabilidad es contenciosa. Dice un politólogo muy interesante, John Dryzek, que la noción de sustentabilidad es como la de democracia: todos estamos de acuerdo en que es lo mejor, pero no estamos de acuerdo en cómo la definimos. Y en la definición se produce una disputa de sentidos, que refleja la puja de intereses, de valores, de posiciones, y que tiene como trasfondo las relaciones de poder. De modo que cuando se dice que algo es sustentable, conviene ver quién lo dice, en relación con qué aspecto, por qué y con qué implicancias y consecuencias.

«Tres grandes socios, Nucleoeléctrica, Conuar e IMPSA, trabajan en conjunto en el CAREM»

Juan Cattaneo, gerente de Dirección de Obras del CAREM dio detalles del avance de ese proyecto, cuando el Concejo Deliberante de Zárate declaró, por unanimidad, de interés legislativo Atucha III.

«En la actualidad hay 500 personas trabajando en el predio del reactor, entre contratistas y personal de Nucleoeléctrica». Cattaneo contó que esperan llegar a contar el año próximo con 800 personas en el pico máximo de la obra civil, que es la construcción del edificio del reactor. A eso se debe sumar para principios de 2023 el comienzo de los trabajos en el balance de planta. “En el corto plazo esperamos tener a entre 1000 y 1200 trabajadores y trabajadoras directamente vinculados a la obra acá en el sitio”, dijo Cattaneo. «El proyecto CAREM esta avanzado en aproximadamente un 60%, con el edificio del reactor registrando un 70% de concreción. “El liner del Carem esta prácticamente terminado”, afirmó el gerente de Obras. También destacó los avances de IMPSA y Conuar en el desarrollo y la fabricación de componentes críticos del reactor. La mendocina IMPSA esta fabricando el recipiente de presión, con un 65% de avance en su fabricación. En CNEA esperan que llegue a la obra para principios del 2024. “Estar desarrollando y fabricando un recipiente de presión de esas características en el país es muy importante”, destacó. Por el lado de Conuar, la empresa que fabrica los elementos combustibles para las centrales nucleares argentinas, se esta encargando también del diseño y fabricación de los generadores de vapor para el CAREM. “El hecho de que Conuar haya terminado esta serie es una satisfacción muy grande. El paso siguiente es comenzar con la fabricación de tres de estos generadores de vapor”, continuó Cattaneo. “Tenemos a tres grandes socios, Nucleoeléctrica, Conuar e IMPSA trabajando en conjunto en este proyecto. Cada uno con su conocimiento realmente indispensable. El desafío es enorme, todo lo que se hace en el CAREM se esta haciendo por primera vez. Creemos que estamos por el camino correcto”.
3 generadores de vapor (CONUAR)
Por su parte, el jefe de gabinete de la Subsecretaría de Energía Eléctrica de la Nación, Ignacio Palia, destacó las ventajas de la energía nuclear. “Hemos recuperado el plan nuclear y lo hemos adaptado a la situación actual. La energía nuclear aporta generación de base, segura y limpia. Respecto del problema del cambio climático, la energía nuclear es parte de la solución”.

Respaldo de la comunidad:

El Concejo Deliberante de Zárate sesionó de forma extraordinaria este viernes en las instalaciones del Complejo Nuclear Atucha y declaró, de forma unánime, de interés legislativo el proyecto Atucha III, la extensión de vida de la Central Nuclear Atucha I y el proyecto CAREM. El respaldo a los proyectos tuvo el acuerdo de todos los bloques políticos que conforman el consejo.
El Concejo Deliberante de Zárate sesionó en las instalaciones del Complejo Nuclear Atucha

Gasoducto «Presidente Néstor Kirchner»: una renuncia sorpresiva abre dudas

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Antonio Pronsato, titular de la unidad ejecutora de ENARSA a cargo del proyecto, presentó ayer lunes su renuncia indeclinable en disconformidad con el escaso avance real de la obra, que lleva meses de retraso. Luego que trascendiera la noticia, el equipo de prensa del proyecto emitió un comunicado en el que se asegura que los trámites de licitación, adjudicación y ejecución del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner están avanzando dentro de los plazos previstos. “El gasoducto Néstor Kirchner ya está en marcha, una obra que generará 6000 puntos de trabajo, aumentará el potencial energético, la producción y exportaciones de nuestro país. El inicio del proyecto prevé una inversión de más de US$ 3400 millones”, enumera el spot publicitario oficial que se escucha en radios y televisión. Sin embargo, un mes y 10 días después de que el presidente, Alberto Fernández, anunciara la obra en Neuquén el avance ha sido prácticamente inexistente, afirma el portal especializado EconoJournal. En disconformidad con esta parálisis, Antonio Pronsato, según habría confirmado a distintos medios, presentó este lunes su renuncia. Pronsato, con una larga trayectoria en ese ámbito desde la gestión de De Vido, era un interlocutor con las constructoras que podrían presentarse a la licitación –Techint, Sacde, Contreras, BTU y Cartellone, entre otras- y también con proveedores de materiales e insumos para la obra y con empresas productoras de gas que precisan del nuevo gasoducto para poder incrementar su producción desde Vaca Muerta. Ahora la responsabilidad del avance del proyecto recae sobre Agustín Gerez, gerente general de Enarsa (ex IEASA), y en el Secretario de Energía, Darío Martínez. Posibles motivos de la renuncia: 1) El contrato con SIAT (la subsidiaria de Tenaris) para empezar a fabricar los caños del gasoducto aún no fue firmado. Pese a que el BCRA ya otorgó una excepción a Enarsa para que la empresa de Techint pueda acceder al Mercado Libre de Cambios (MLC) y transferir cerca de US$ 220 millones a Brasil para comprar la chapa que se precisa para fabricar los tubos con costura, el final convenio con la empresa de Techint todavía no fue rubricado. Eso quiere decir que casi un mes después de resultar formalmente designada como proveedora de los caños del proyecto, SIAT aún no cobró el anticipo económico que reclama para comenzar a fabricar los tubos de acero. 2) La licitación de la construcción de la obra aún no está en la calle. En lo técnico, la redacción del pliego ya está prácticamente lista. Se licitarían seis frentes de obra: tres para construir el gasoducto Néstor Kirchner; otro para tender el gasoducto Mercedes-Cardales; un quinto para montar una planta compresora; y un sexto para realizar el paso submarino del caño por debajo del río. Pronsato quería lanzar la licitación a fines de abril o, como muy tarde, a principio de mayo. A dos días del inicio de junio, el pliego aún no se conoce. 3) La unidad ejecutora de Enarsa ya consiguió la aprobación de los estudios de impacto ambiental de tres de las cuatro provincias que serán atravesadas por la traza del gasoducto: Neuquén, Río Negro y La Pampa. ¿Cuál es la que aún no dio el OK? La provincia de Buenos Aires. Funcionarios del Organismo de Desarrollo Sustentable provincial reclaman un cómputo de costos del proyecto antes de aprobar la evaluación ambiental. 4) El BICE aún no aprobó una serie de documentos internos para poder reutilizar una planta compresora que había adquirido el Estado para el Gasoducto del Noreste (GNEA). El banco tiene que avalar ahora que ese equipo se reutilice en el gasoducto Mercedes-Cardales, para lo cual es necesario realizarse un reacondicionamiento general que iba a estar a cargo de TGS. Pero tras meses de gestión, el BICE no autorizó ese esquema. Resumen: Una obra de las dimensiones del gasoducto previsto es un desafío complejo para un Estado que ha perdido a lo largo de décadas funcionariado técnico. También, en la etapa actual, canibal, de la puja política, quienes toman decisiones vacilan por temor a una eventual judicialización a futuro. En cualquier caso, la demora le seguirá costando al país millones de dólares para importar energía que se produce localmente.

Se creó el Programa de Fortalecimiento de la Industria del Hardware

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Es una iniciativa de asistencia financiera del Ministerio de Desarrollo Productivo. Habrá aportes de capital para proyectos industriales informáticos fuera de Tierra del Fuego, actual polo proveedor.

El ministerio de Desarrollo Productivo, a través de la Resolución 437/2022, creó el Programa de Fortalecimiento de la Industria del Hardware, una iniciativa de asistencia financiera para que los fabricantes de dispositivo informáticos cubran una demanda asociada con el objetivo de impulsar una mayor fabricación nacional en todo el territorio nacional, más allá de la región actualmente promovida. El plan tiene pautado otorgar ANR (Aportes No Reintegrables) por un total de $ 1.800 millones a fabricantes que presenten proyectos específicos, con un cupo del 20% del precio o costo informado, que se liquidará una vez verificada la ejecución. Desde el ministerio consideran «primordial la implementación de políticas de promoción del diseño y la fabricación nacional de los equipos electrónicos (hardware) que ejecutan el software, para lo cual es necesario adquirir plaquetas electrónicas, instalarlas y maximizar su funcionalidad, lo cual requiere elevados costos de fabricación».

Las características del Programa

La Resolución a través de la cual se creó este programa menciona que mediante la Ley N° 27.506 y su modificatoria se creó el Régimen de Promoción de la Economía del Conocimiento, y que entre sus actividades promovidas «se pretende fomentar la creación, diseño, desarrollo, producción e implementación o adaptación de productos y servicios y su documentación técnica asociada, tanto en su aspecto básico como aplicado, incluyendo el que se elabore para ser incorporado a procesadores y/u otros dispositivos tecnológicos». La financiación de la iniciativa proviene del Fondo Nacional de Desarrollo Productivo (FONDEP), que destinará $ 1.800.000.000, con la posibilidad de ampliarse por el mismo monto a pedido de la Secretaría de Industria y Economía del Conocimiento. «Resulta primordial la implementación de políticas de promoción del diseño y la fabricación nacional de los equipos electrónicos (hardware) que ejecutan el software, para lo cual es necesario adquirir plaquetas electrónicas, instalarlas y maximizar su funcionalidad, lo cual requiere elevados costos de fabricación», agrega también. La Resolución completa puede verse aquí.

Lanzan una campaña para aumentar la donación pediátrica de órganos

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En el Día Nacional de la Donación de Órganos -30 de mayo- el Consejo Publicitario Argentino, Casa Justina, la Sociedad Argentina de Trasplantes y Grey Argentina lanzaron la campaña “Testamento Infantil” para generar una conversación social acerca de la donación de órganos de menores de 18 años. En Argentina, todas las personas mayores de 18 años son donantes – a menos que expresen lo contrario – gracias a la Ley Justina (ley 27.447), sancionada en 2018. No sucede lo mismo con los menores, quienes necesitan obligatoriamente de la decisión de un adulto para poder donar sus órganos.
Actualmente hay 204 menores esperando un trasplante
Por eso se unieron entidades comprometidas con la atención médica y psicológica de los jóvenes con publicistas para promover el diálogo en las casas, escuelas y en toda la sociedad, sobre la donación de órganos de menores de 18 años. Actualmente hay 204 menores esperando un trasplante -podrían ser muchos más- y no todos pueden recibir una donación de un mayor. Frecuentemente, sólo un menor puede ser el donante adecuado para otro menor, pero hoy es un adulto quien decide. La iniciativa, que cuenta con la creatividad de Grey Argentina, plantea un documento ficticio, que no tiene ninguna validez legal más. El fin es plantear conversación entre adultos y chicos y poner de manifiesto la voluntad de los jóvenes: donar sus órganos para permitir que uno de los menores que esperan un trasplante, o los que puedan llegar a necesitarlo, puedan vivir. “Justina, 12 años, sabía que si no llegaba un corazón, se moría, aun así me pidió que ayudemos a todos los que podamos. Cuando hablo con niños y adolescentes en los colegios, después de explorar juntos sus curiosidades acerca de la donación y el trasplante de órganos, les hago una pregunta: Levante la mano quién de ustedes donaría sus órganos. ¿Les tengo que decir cuántos levantan la mano? Justina sentada a mi lado me mira sonriendo y me dice: ¿viste papi?, ayudan a todos los que pueden”, contó Ezequiel Lo Cane, papá de Justina Lo Cane. “La Sociedad Argentina de Trasplantes trabaja para concientizar a la comunidad médica y a la sociedad en su conjunto sobre la necesidad de incrementar los donantes pediátricos que han caído en los últimos años, pese a una disminución notoria de la negativa familiar desde la implementación de la Ley Justina (Ley 27447)”, afirmó la Dra. Alejandra Villamil, Presidenta de la Sociedad Argentina de Trasplantes. “La idea del Testamento Infantil surge pensando en qué harían los chicos si ellos pudieran decidir. Muchas veces se cree que los menores no se involucran en temas serios, pero ya se vio con la discusión sobre el aborto legal que cuando les interesa lo hacen saber. Por eso creamos una herramienta, una excusa para que los jóvenes puedan hablar con sus mayores de la donación pediátrica de órganos y hacerles más fácil una de las decisiones más difíciles que puedan vivir”, comentaron Mariano Favetto y Joaquín Ares, ECD de Grey Argentina. Para más información sobre la donación de órganos ingresar aquí.