La quita de subsidios complica el punto de equilibrio de las Estaciones de Servicio de GNC
Hoy se anuncia la aprobación de la primera vacuna argentina que servira como refuerzo contra el COVID-19
Finalmente llegó el día. La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) aprobó el uso de la primera vacuna desarrollada íntegramente en Argentina como refuerzo contra la COVID-19: la vacuna argentina “ARVAC Cecilia Grierson”.
En este sentido, se realizará una conferencia de prensa el miércoles 18 de octubre, a las 11 horas, en el salón Malvinas Argentinas, ubicado en el Polo Científico Tecnológico (sito en Godoy Cruz 2320) para brindar detalles y el estado de este hecho histórico, con la presencia de autoridades de los ministerios nacionales de Ciencia, Tecnología e Innovación, de Salud, y de la Universidad Nacional de San Martín junto a científicos/as a cargo del desarrollo. La vacuna ARVAC Cecilia Grierson, desarrollada por la Universidad Nacional de San Martín, el CONICET y el Laboratorio Cassará, e impulsado desde el primer momento por la cartera de Ciencia, Tecnología e Innovación y la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i), demostró ser segura y eficaz como refuerzo contra el virus SARS-CoV-2 en mayores de 18 años. Actualmente, ya se produce en la planta de Cassará en la Ciudad de Buenos Aires y puede adaptarse a nuevas variantes de SARS-CoV-2 circulantes en la región. Este desarrollo fue posible a partir de un consorcio público-privado que contó con más de 600 científicos y profesionales, 25 instituciones y 2.094 personas voluntarias.Nota de AgendAR:
Esta vacuna de refuerzo fue testeada sobre población ya vacunada, en muchos casos, con más de 4 dosis previas. Lógicamente, los dosajes iniciales de los voluntarios, al inicio del estudio, mostraban que ya tenían anticuerpos neutralizantes contra el covid, aunque bajos: entre el 30,5% al día 1 y el 28,6% el día 14, tras una inyección de placebo. Como se ve, la solución salina no tuvo efectos. Pero las cosas cambiaron mucho cuando se inyectaba «La Cecilia», como llama AgendAR a la vacuna de la UNSAM. La primera cohorte de voluntarios que recibió vacuna contra la variante Gamma del virus (la de inicios de la pandemia) pasó de un 33,6% a un 85,5% por ciento entre los días 1 y 14. La segunda cohorte, que fue inyectada contra la cepa Ómicron (la de mayor circulación actual), pasó del 36.9% al 86,7% entre los días 1 y 14, y la tercera cohorte, con vacuna bivalente (ambas variantes virales), inició con 32,3% y al día 14 estaba en el 89,2%. Para los estándares de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de las Naciones Unidas, ésta es una eficacia enorme. La Dra. Juliana Cassattaro, la jefa del equipo que desarrolló La Cecilia, me dice que los médicos informaron de muy pocos efectos adversos, especialmente en mi grupo etario (arriba de 60 años), edad a la cual la respuesta inmune es menor. Certifico que fui una excepción: pese a que el estudio fue ejecutado impecablemente «a doble ciego», y recibí dos inyecciones y bien separadas cronológicamente una de otra, la segunda fue evidentemente de placebo y mi sistema inmune ni se enteró. Pero la primera, que me dieron allá por Julio, me volteó una noche, con algo de fiebre y bastante cansancio. Casi como una vacuna a ARN de las bravas, estilo Moderna. La falta de efectos adversos, que fue la norma, y el bajo precio marcan posibles rumbos a seguir. Claramente, la vacuna de la UNSAM debe ser testeada en menores de 18 años e incluso bebés. Es que además de posibles perjudicados por el Covid (y en algunos casos, muy perjudicados), los pibes son vías rápidas de transmisión social de cualquier respiratoria, debido al jardín de infantes y la escuela. Por otra parte no es previsible que entre pibes aparezcan reacciones adversas notables: La Cecilia no es una vacuna a virus recombinante, sino a anticuerpos, conceptualmente idéntica a las que nos protegen de la hepatitis B y del virus HPV del papiloma. Y éstas, que protegen respectivamente de virosis que pueden cronificarse y evolucionar cáncer de hígado y de útero, se dan sin problemas a población juvenil, o preferentemente a población juvenil, como la anti HPV. Sólo espero que el Ministerio de Salud no se tome otros 3 años para autorizar un estudio de fase 2/3 en jóvenes, como sí se los tomó para aprobar el estudio de adultos del que acabo de participar. De haberlo aprobado en 2020/1, en el pico de contagios, nos habríamos evitado algunos miles de muertos. ¿Decenas de miles? También, muchos dólares de la reserva. ¿Centenares de millones? Es más difícil vacunar a un alto porcentaje de la vacunación cuando ya pasó el terror de la pandemia: casi todo el mundo se olvidó de este virus. Y como ningún candidato quiere siquiera recordarlo, y menos querría aún hablar de volver obligatoria esta vacuna (o cualquier otra), la persistencia del SARS CoV2 en Argentina está garantizada. Por causas parecidas, sucede lo mismo en casi todo el resto del mundo que tiene algún sistema de salud pública. Lo que a su vez garantiza futuras mutaciones del virus, que probablemente seguirá el modelo de otra respiratoria pandémica por ahora menos temible, la gripe A. Cada año, una gripe nueva. Y cada tantas décadas, una mala en serio, pero malísima. Eso abre una segunda vía a La Cecilia: la de ir haciendo seguimiento antigénico de las mutaciones anuales del SARS CoV2, e imitar el patrón de inoculación de la antigripal, que aquí no es obligatoria pero sí gratis para la población «de riesgo»: mayores de 60, personal de salud, población inmunodeprimida. Y a razón de una dosis nueva cada año, porque el virus cambió. Desde el punto de vista regulatorio argentino esto es bastante fácil: autorizada la polivalente a partir de hoy, el trámite para hacer nuevas actualizaciones antigénicas de la misma vacuna ante la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) es casi automático. En cambio no lo es algo que se cae de lógico: juntar en una misma dosis la ultimísima versión de La Cecilia con esa nueva antigripal de diversas marcas que un canoso como yo se tiene que clavar disciplinadamente cada año, porque hacer una neumonía a los 69 no es ningún chiste. Eso, tan aparentemente sencillo, y que simplificaría bastante la presentación espontánea del vacunado (un solo día de concurrencia, un único pinchazo), además de un desafío comercial, implica hacer estudios preclínicos, y luego de fases 1, 2 y 3. Y eso hoy es una apuesta millonaria. Pfizer, a la que le llueve un Niágara de fondos del estado federal de los EEUU, hace años que corre tras una vacuna respiratoria triple, contra el virus sincicial, el gripal y el SARS CoV 2. Y todavía no la tiene. El sistema inmune humano es muy complejo, y hay desafíos farmacológicos que no se curan con chequera. Después de charlar con Cassattaro, quien desbordaba de emoción, AgendAR llamó también a Jorge Cassará, que desde 2020 invirtió u$ 7 millones en reequipar de tecnología y recursos humanos su laboratorio (Pablo Cassará). El empresario quería fabricar y suministrar masivamente La Cecilia cuando todavía era una fórmula sin nombre. Ayer pudo leer el triunfal comunicado: «Finalmente, llegó el día». Sí, imposible que llegara no fue… al final. Pero había que importar muchas vacunas, aunque la Argentina no tiene un mango y es una potencia biotecnológica (no asumida). Dijo Cassará: – Te adelanto que la ARVAC le va a costar menos al estado que las importadas a ARN que se están usando, y además se va a pagar en pesos argentinos en lugar de en dólares de la reserva. – ¿Debajo de los U$ 30 a 35 la dosis que cobran Pfizer o Moderna?, quisimos saber. – Esos precios de las importadas a ARN son los publicados para las primeras compras de los EEUU de las versiones bivalentes. La verdad es que no sé a cuánto se las vendieron a nuestro Ministerio de Salud. – ¿Y Ud. a cuánto las va a vender al Ministerio, Cassará? – Va a depender del volumen de compra. Si deciden una cantidad razonable de algunos millones de dosis, o si compran apenas una cantidad simbólica. Pensó un poco, y añadió: – Igual, mirándolo como país, tenemos más para ganar de las exportaciones que de ahorrar en importaciones, y en esa línea un primer precio de referencia local muy bajo no permitiría ganar de las exportaciones. Es muy paradójico pero muy claro. Y por fin un empresario nacional que es las dos cosas, empresario y nacional: se quemó con leche, pero no ve una vaca y llora. Eso sí, tampoco se chupa el dedo. Lectores, parece que además de exportar vacunos, vamos a exportar vacunas.Daniel E. Arias
La mineria en la transición energetica y una estrategia posible para la Argentina
Raúl Bertero, presidente del CEARE (Centro de Estudios de la Actividad Regulatoria Energética) y vicedecano de la Facultad de Ingeniería de la UBA, analiza el rol que tendrá la actividad minera y la posibilidad que se le presenta a la Argentina en cuanto a la transición energética.
La transición energética implica la incorporación a la matriz energética mundial de una enorme potencia de generación eléctrica de fuentes renovables en los próximos años. Por lo tanto, se requerirá un amplio conjunto de minerales, metales y tierras raras, que no son ni tierras ni necesariamente raras, sino el nombre común de elementos químicos con propiedades electromagnéticas que los hacen indispensables para la fabricación de alta tecnología (figura 1). En este sentido, es necesario resaltar que es imposible pensar una nueva matriz energética libre de carbono y, por lo tanto, comprometida con la disminución del calentamiento global, sin considerar a la actividad minera como un eslabón clave en su desarrollo. En efecto, a escala mundial, el sector minero debería crecer a un ritmo sin precedentes para permitir los cambios tecnológicos necesarios que sustenten un escenario de calentamiento global por debajo de 1,5° (McKinsey, 2022).




El rol del cobre
A pesar de la importancia del litio, en las proyecciones del Ministerio de Producción y Trabajo no se asigna al litio, sino al cobre, el principal potencial exportador en el año 2030 (7,021 millones de dólares por año para el cobre y 2,425 millones de dólares por año para el litio, figura 6), convirtiendo a Argentina en el 8° productor mundial de cobre en el año 2030 (figura 7). Los principales yacimientos de cobre se ubican en la provincia de San Juan con una producción esperada al año 2030 de unas 793.000 toneladas de mineral.

Litio, baterías y autos eléctricos
En relación con el litio, es importante tener en cuenta la cadena de valor desde la fase minera hasta la producción de baterías (figura 8). La exportación del mineral solamente dejaría en el país una proporción muy pequeña de la cadena de valor del litio (apenas el 9%). Sería imprescindible generar las condiciones para incorporar el segmento siguiente, que constituye el de mayor valor agregado de la cadena (40%), y que consiste en la producción nacional del cátodo, el ánodo y electrolito. Esto requiere de varios minerales disponibles en Argentina (figura 2) y contar con profesionales con altas calificaciones, conocimientos tecnológicos y poder de innovación.



Dr. Ing. Raúl Bertero
Argentina exporta carbonato de litio para que lo industrialicen en Chile
Una relevante noticia tenía preparada para su gira por China el Presidente Gabriel Boric. Desde Beijing, el mandatario comunicó uno de los avances ligados a la estrategia gubernamental para el desarrollo del litio: la asignación de la segunda mitad de la cuota del carbonato de litio que produce SQM. El proceso se enmarca dentro del contrato que la minera chilena mantiene con Corfo hasta 2030, y que la obliga a entregar a precio preferente hasta un 25% de su producción teórica de litio a un productor especializado, seleccionado por Corfo, para impulsar actividades que agreguen valor al litio chileno.
El segundo proponente seleccionado -después de BYD, anunciado en abril pasado– resultó ser Yongqing Technology Co. Ltd. La compañía es filial de Tsingshan Holding Group, que controla el 92% de su propiedad, y se erige como la empresa privada número 18 de China, y la número 80 entre las empresas más grandes del gigante asiático, según Corfo.
Según detalló el organismo público, la propuesta seleccionada, denominada “Fase 1: Antofagasta Global Green Lithium Eco Industrial Park. Planta de material catódico de fosfato ferroso de litio (LFP)”, requerirá de una inversión estimada en US$233 millones y contempla producir en Chile 120.000 toneladas métricas anuales de material catódico del tipo LFP (LiFePO4). Según explicaron en Corfo anteriormente, el LiFeP04 es la fórmula de ferrofosfato de litio y corresponde a un material esencial para fabricar cátodos para las baterías.
La asignación corresponde al acceso preferencial de 11.244 toneladas por año de carbonato de litio grado batería (Li2CO3) que estaban disponibles en el mercado.
Sin embargo, para alcanzar la capacidad de producción de baterías de litio-ferrofosfato proyectada por Tsingshang, el holding no solo usará la materia prima que se extrae desde el Salar de Atacama, sino que también importará litio desde una de sus operaciones que actualmente desarrolla al otro lado de la cordillera. La gigante asiática está asociada con la francesa Eramet en el Salar Centenario Ratones en Salta, Argentina, consorcio que espera producir -en una primera fase- 24 mil toneladas de carbonato de litio, iniciando su producción a partir del segundo trimestre de 2024.
Si bien se desconoce el volumen exacto de importación de litio argentino que deberá realizar Tsingshan, la capacidad de producción informada más que duplica lo que elaborará el primer adjudicatario que tendrá la misma cuota de SQM. Ello porque BYD Chile, tras adjudicarse la misma cantidad de carbonato de litio en abril pasado, anunció que su proyecto, en Antofagasta, estaba diseñado para producir 50.000 toneladas año de material catódico del tipo LFP (LiFePO4), utilizando como insumo carbonato de litio.
En Centenario Ratones, Tsingshan ha sido el principal financista para la planta que desarrolla junto a Eramet. De los US$735 millones invertidos a la fecha, el holding asiático aportó US$450 millones mediante un aporte de capital, que se sumó a los US$285 millones que aportó la francesa desde abril de 2020. Con todo, la participación de cada una llega al 50,1% para Eramet y 49,9% para Tsingshan.
Cabe recordar que los contrato de Corfo con las empresas productoras de litio en Chile también obliga a la norteamericana Albemarle entregar una cuota de su producción a precio preferente. Corfo anunció que ese proceso se desarrollará durante el primer trimestre de 2024.
El anuncio sobre el arribo de Tsingshan al país viene a consolidar la participación de empresas chinas a la largo de la cadena de valor del litio chileno. Tianqi, otro gigante chino, cuenta con presencia desde 2018 en Chile, tras convertirse en el segundo accionista de SQM, donde actualmente tiene el 22% de la propiedad, detrás del 26% del grupo Pampa, ligado a Julio Ponce Lerou.
Tianqi busca expandir su presencia en el mercado del litio chileno. Entre sus planes se encuentran inversiones por US$4.000 millones para construir plantas para elaborar baterias de litio en el país. Sus planes también incluyen aumentar la participación que mantiene en SQM, pero éstos han sido truncados por la Fiscalía Nacional Económica (FNE), que en marzo pasado rechazó la solicitud para levantar las restricciones que le impiden participar en el gobierno corporativo de la minera privada chilena.
Sin embargo, dichas limitaciones no les impiden “participar en nuevas inversiones o licitaciones privadas como las anunciadas para el año 2024″, dijo recientemente la firma a Diario Financiero, aludiendo a otras de las definiciones de la estrategia nacional del litio que se mantienen pendientes: la protección ambiental y declaración de salares estratégicos, donde se pretende desarrollar alianzas público-privadas con control estatal.
Una misión de la NASA al asteroide metálico Psyche
Misión conjunta NASA-SpaceX
La NASA y SpaceX realizaron este viernes el lanzamiento desde el Centro Espacial Kennedy, a bordo de un cohete SpaceX Falcon Heavy, con una ventana de respaldo el sábado si es necesario. Con un resplandor azul proveniente de su sistema de propulsión eléctrica de próxima generación y flanqueada por dos grandes paneles solares, la sonda del tamaño de una camioneta debería llegar a su destino en el cinturón de asteroides, entre Marte y Júpiter, en julio de 2029. Durante los dos años siguientes, desplegará su conjunto de instrumentos avanzados para sondear a Psyche en busca de evidencia de un antiguo campo magnético y estudiar su composición química y mineral, así como su topografía.Asteroide con corazón de hierro y níquel
Los científicos creen que Psyche (Psique), que lleva el nombre de la diosa del alma en la mitología griega, podría ser parte del núcleo de hierro y níquel de un «planetesimal», un bloque de construcción de todos los planetas rocosos, que quedó expuesto después de que una antigua colisión desprendiera el exterior. También podría ser otra cosa: un objeto primordial del sistema solar que nunca antes había sido documentado. «Decimos irónicamente que vamos al espacio exterior para explorar el espacio interior», dijo Elkins-Tanton. Se cree que Psyche tiene una forma irregular, parecida a una patata, y mide 280 kilómetros (173 millas) de ancho en su punto más ancho, aunque en realidad nunca se ha visto de cerca. Hasta hace poco, los científicos pensaban que estaba compuesto abrumadoramente de metal, pero los análisis basados en radar reflejado y luz ahora indican que el metal probablemente comprende entre un 30 y un 60 por ciento, siendo el resto roca.Misión con varias innovaciones tecnológicas
La nave espacial Psyche, que lleva el nombre del asteroide, probará comunicaciones de próxima generación basadas en láseres, un paso que la NASA compara con actualizar las viejas líneas telefónicas de la Tierra a fibra óptica. Deep Space Optical Communications, como se llama el sistema, «fue diseñado para demostrar de 10 a 100 veces la capacidad de retorno de datos de los sistemas de radio más modernos utilizados en el espacio hoy en día», dijo Abi Biswas del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en una declaración.Probando nuevos tipos de propulsores
Psyche también utiliza un tipo especial de sistema de propulsión llamado «propulsores de efecto Hall» que aprovecha la energía de los paneles solares para crear campos eléctricos y magnéticos que, a su vez, expulsan átomos cargados de gas xenón. El empuje que ejerce es aproximadamente igual al peso de una batería AA en la mano. Pero en el vacío del espacio, la nave espacial acelerará continuamente a decenas de miles de millas por hora. Estos sistemas evitan la necesidad de transportar miles de libras de combustible químico al espacio, y Psyche será la primera vez que se utilicen más allá de la órbita lunar.Se inaguro el Museo Oficial del «Fitito» en 3 de Febrero, Buenos Aires
Pese a ello, el gobierno de Frondizi logró sentar las bases para que se diera un nuevo ciclo de desarrollo de la industria automotriz en el país. Con la prioridad puesta en darle impulso a un sector con fuerte poder multiplicador y como fruto de la sanción del decreto 3693/59, llamado «Régimen de Promoción de la Industria Automotriz», Fiat definió la construcción de una planta en la localidad bonaerense de Caseros dedicada al core business de origen: la producción de autos. Puntualmente el 8 de abril de 1960 salió de la línea de producción de la planta de Caseros el primer vehículo de la marca fabricado en el país y, por si fuera poco, uno de los más exitosos y referencia de la motorización masiva de los argentinos: el Fiat 600 d.
Diseñado en 1951 por Dante Giacosa, el Fiat 600 d tenía peso y dimensiones casi iguales a su antecesor, el Fiat 500 c, pero su precio a la venta se fijó por debajo, aunque sus prestaciones mecánicas y de carrocería fueron superiores. Aquel primer 600 color gris claro marcó el comienzo de un prolongado «romance» entre los argentinos y el recordado Fitito que se extendió por más de dos décadas y se prolongó hasta 1982, año en que se discontinuó con leves mejoras y retoques estéticos, pero sin abandonar el diseño y filosofía con que fue presentado en Italia en 1955.
En total se produjeron 294.197 unidades de lo que es uno de los vehículos más fabricados por la marca en nuestro país.
CAREM, el proyecto nuclear argentino para el mercado mundial de pequeños reactores modulares
Los reactores nucleares modulares están llamados a ocupar un lugar destacado en la estrategia de descarbonización de la economía y de transición energética. Conocidos como small modular reactors (SMR, por su sigla en inglés), esta nueva tecnología viene a dar respuesta a dos grandes limitantes que tenían hasta ahora los proyectos de reactores nucleares convencionales: los altos costos y los prolongados tiempos de construcción.
Un nuevo paradigma
Tal como señaló la doctora Alejandra Calvo, responsable de Gestión Estratégica del Proyecto CAREM, se trata de un “nuevo paradigma” que da paso a “un nuevo modelo de negocio de reactores más pequeños, de fabricación más sencilla y de un escalado industrial”. En cuanto a la licencia social, indispensable para la viabilidad de este tipo de proyectos, añadió: “Son reactores muchísimo más seguros, imposibles de sufrir un accidente, y su acoplamiento a las energías renovables permite conformar un dúo perfecto para la transición energética”.
En este contexto global, al que se suma la invasión de Rusia a Ucrania y la aparición de potenciales nuevos clientes, el reactor CAREM –sigla de “Central Argentina de Elementos Modulares”– está en pole position para disputar un nicho de mercado muy apetecido. “Somos los únicos que tenemos una obra real que se puede ir a ver, con un grado de avance muy significativo”, destacó Calvo, en referencia a la planta demostrativa de 32 megavatios que la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) está construyendo en la localidad bonaerense de Lima, en un predio ubicado en las inmediaciones del complejo nuclear Atucha. “Contamos con estudios que nos muestran que el mercado internacional que tenemos es muy atractivo”, enfatizó.
– ¿Por qué son tan atractivos los reactores modulares en términos de su ecuación económica?
-Los reactores modulares son una forma de reinventar la energía nuclear en términos de su modelo económico. La fabricación modular es más sencilla y baja los costos, ya que no se necesita hacerlo in situ. También cambia la ecuación económica respecto de cómo se instala y cómo financia su construcción. Los modelos más elaborados hablan de un sistema de “cascada de inversiones”; es decir, se instala el primer módulo y con la producción de electricidad se financia un segundo módulo. De esta manera, se autofinancia el crecimiento de la capacidad de la planta.
Fabricación del recipiente de presión del reactor CAREM (Germán Cornejo)– ¿Cuáles son sus principales aplicaciones?
– Los grandes nichos que tienen los reactores de esta escala son, por un lado, complejos industriales que pueden o no estar conectados a la red. También puede ser el primer reactor de países pequeños que quieren incursionar en el mercado nuclear y que tienen matrices energéticas de menores dimensiones. La escala de este tipo de reactores también es muy buena para la generación de hidrógeno rosa, tal como se conoce al producido a partir de energía nuclear. La huella de carbono asociada a ese hidrógeno es quizás un poco menor a la del hidrógeno verde, obtenido de fuentes renovables, si consideramos toda la cadena de producción, algo que en los análisis se suele omitir. Este tipo de proyectos no necesita gran uso de tierras y suele estar cercano a la red eléctrica. El área de exclusión de una planta nuclear es menor al de un proyecto eólico o solar.
Un proyecto competitivo
– En este marco, ¿por qué es tan competitivo el CAREM?
– Estamos en un momento único en el mundo. Argentina ha venido desarrollando un proyecto durante muchos años y el CAREM tiene un grado de madurez importante. En este momento, dadas las cuestiones geopolíticas que vivimos, se ha generado un mercado. Hay entre 20 y 30 proyectos competitivos de SMR, que no tienen la historia del CAREM. Muchos de ellos no pasan de ser renders (representaciones gráficas) y grandes estrategias comerciales. Nosotros estamos cabeza a cabeza con los proyectos más competitivos.
– ¿Qué nos falta todavía?
-No hay ningún proyecto que tenga el estadio de avance del CAREM. Podemos partir de un análisis de la Agencia para la Energía Nuclear (NEA, por su sigla en inglés), que toma seis parámetros totalmente objetivos. Comparado con otros cuatro proyectos (Nuward de EDF, BWRX-300 de GE Hitachi, Rolls-Royce SMR y VOYGR de NuScale), lo único que nos está faltando son asociaciones y vínculos con terceros. Tengamos en cuenta que el CAREM ha sido un proyecto íntegramente financiado por el Tesoro Nacional. Los otros proyectos son modelos distintos, en general consorcios público-privados. Por eso, hace un año y medio, se armó el área de Estrategia de Proyecto que yo estoy liderando.
Render del recipiente de presión del reactor CAREM (Germán Cornejo)– ¿Qué importancia tiene el prototipo que se está construyendo en Atucha?
-Vamos a demostrar, por primera vez en el mundo, ciertos avances tecnológicos de los SMR. Esto es un hito no solamente para el CAREM, sino para la historia nuclear en general. Todos los avances van a ser disruptivos. Ahí se va a evaluar el funcionamiento del núcleo, los generadores de vapor, las barras de control, etc. Estas innovaciones no solo nos ponen a la vanguardia del desarrollo nuclear, sino que además nos generan un mercado nuevo en la venta de cada uno de esos componentes.
En carrera hacia 2030
– ¿Es correcto afirmar que va a haber un 70 % de componentes de industria nacional?
– El espíritu del proyecto es que tenga la mayor proporción de componentes nacionales posible. Hasta ahora, la inversión mantuvo esa proporción. Todo lo que se pudo desarrollar acá fue estratégico para generar el know-how y la cadena de valor local. Tenemos una cadena de proveedores enorme. Todos son actores fundamentales en distintas etapas. En los casos de INVAP, NA-SA, CONUAR-FAE e IMPSA, más que proveedores, son socios estratégicos. Son parte de la estrategia del proyecto y, para salir al mundo, la idea es que sean nuestros socios explícitos para salir a competir en el mundo en el mercado de los SMR.

– ¿Tienen algún plazo previsto para la finalización del prototipo o planta demostrativa?
– Preferimos no hablar de una fecha exacta. Lo importante es llegar a la ventana comercial, en el año 2030. Para esa fecha, el que tenga el primer reactor demostrativo va a poder quedarse con una parte importante del mercado. Por eso, debemos tener terminado el prototipo, a fin de poder aprovechar la ventana de oportunidad comercial. Además, hay que salir con un fuerte aparato de marketing a vender el proyecto. Estamos preparando el despegue comercial del CAREM.
Mariano Roca
El castor, la plaga que arrasa los bosques de Tierra del Fuego
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“Sucesos Argentinos” era el nombre de un breve resumen de noticias que se proyectaba en los cines y era el aperitivo a la emisión de las películas. Nacido en la década de los treinta, en tiempos anteriores a la televisión, era el único registro audiovisual de hechos políticos, deportivos, económicos o sociales al que se podía acceder. Fue en uno de esos resúmenes donde, en 1946, se incluyó una novedad que, según decía la voz en off, apuntaba a “enriquecer la fauna fueguina”. Las imágenes mostraban la llegada de los 20 primeros ejemplares de castores introducidos en Argentina, más concretamente en las muy lejanas y solitarias latitudes de Tierra del Fuego. “El imaginario social de la época concebía como más valioso el modelo de desarrollo del hemisferio norte y traer especies desde allí se veía como una oportunidad de crecimiento económico”, explica Christopher Anderson, biólogo doctorado en Ecología y profesor asociado de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego. De esa manera, la Patagonia a ambos lados de los Andes se fue poblando de animales hasta entonces desconocidos, como el castor, el visón americano y la rata almizclera, en todos los casos pensando en explotar comercialmente sus pieles. “Sería injusto juzgar a quienes tomaron aquellas decisiones. No había estudios suficientes para entender lo que podía ocurrir en un futuro”, señala Alejandro Valenzuela, bioecólogo especializado en manejo de especies invasoras e investigador adjunto del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).
De bosques a praderas de pasto
De tamaño mediano —unos 75 centímetros de largo más una cola de 25 centímetros, y entre 15 y 20 kilos de peso—; 100 % vegetarianos; con hábitos familiares, ya que viven en parejas junto a una o dos camadas de crías (cada pareja suele tener un par de descendientes al año); territoriales y con una longevidad limitada a cinco o seis años, los castores no hacen más que reproducir en el extremo sur del mundo el comportamiento que evolutivamente aprendieron a hacer en sus hábitats del norte. Estos roedores construyen sus madrigueras con la boca de acceso sumergida para dificultar el acceso de sus depredadores, sin importar que no tengan alguno en Tierra del Fuego. Para ello necesitan aguas más o menos tranquilas, que consiguen a partir de la creación de pequeñas represas. Con sus cuatro poderosos dientes incisivos roen los troncos de los árboles hasta voltearlos y con ellos fabrican los diques. La diferencia, con respecto a su entorno original, es que la naturaleza circundante no responde del mismo modo. La consecuencia es un profundo desequilibrio ecosistémico.

Controlar o erradicar, el gran debate
La primera voz de alarma acerca de la invasión de castores surgió en Chile en la década de los ochenta, cuando se tuvieron evidencias de que la especie había cruzado el Estrecho de Magallanes rumbo a la península de Brunswick, en la Patagonia continental. Unos años más tarde comenzaron los intentos —frustrados— de eliminarlos en el Parque Nacional Tierra del Fuego, en el sector argentino. Pero se tuvo que esperar hasta este siglo para que ambos países empezaran a valorar la necesidad de encarar un trabajo conjunto. “El primer debate se planteó en 2008 y fue sobre la actitud a tomar: controlar o erradicar la especie”, recuerda Erio Curto, biólogo y magíster en manejo de vida silvestre, quien por entonces trabajaba en la Dirección de Fauna de la provincia argentina de Tierra del Fuego. La opinión de los expertos consultados en esa época llevó a tomar la decisión de eliminar por completo a los invasores. En ese año, los dos países firmaron un Acuerdo Binacional sobre la Restauración de los Ecosistemas Australes Afectados por el Castor Americano. El siguiente paso fue plantearse la posibilidad de solicitar el apoyo del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por sus siglas en inglés) para implementar pruebas piloto y comprobar si la erradicación era factible. Con algunas diferencias de enfoque, y en distintos momentos, ya que en Argentina comenzó en 2016 y en Chile en 2017, la iniciativa se concretó a través de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Andrés Schiavini, biólogo e investigador del Conicet, fue el encargado de diseñar el proyecto argentino: “La idea consistió en aprender a hacer una remoción experimental de animales en siete áreas diferentes, combinando por un lado tierras fiscales [de la nación] y propiedades privadas; y por el otro, ambientes diversos: bosque fueguino, estepa magallánica y la zona de transición entre ambos”, explica el experto que se encargó de coordinar las tareas desde su inicio en 2016 hasta 2018. Erio Curto, su reemplazo durante el año siguiente, confirma que “estaban representadas todas las situaciones de tenencia de la tierra y todos los paisajes de la isla, abarcando una extensión aproximada de 180 000 hectáreas”. Ambos coinciden en la valoración de los resultados: “Fue un éxito”. “Seleccionamos diez cazadores, algunos con experiencia en castores y otros con conocimientos de campo. El objetivo se alcanzó en las siete áreas piloto y removimos, en total, más de 1000 ejemplares. Es decir, comprobamos que técnicamente la erradicación es posible”, asegura Schiavini. El experto considera que la especie ya ha alcanzado el límite de individuos que pueden habitar el archipiélago, o está muy cerca de hacerlo. “Por lo tanto, si se caza con la conciencia de eliminar a todos los ejemplares de cada valle o área en los que se trabaje, a largo plazo las islas podrían quedar liberadas de castores”, afirma.Pruebas exitosas, pero sin continuidad
El millón de dólares aportado por el GEF sirvió para la compra de todo el instrumental necesario, la capacitación y el pago de los cazadores, y para hacer frente a la logística que incluyó valles cerrados de muy difícil acceso y no se detuvo ni siquiera con la crudeza del invierno fueguino. “Todo quedó registrado”, enfatiza Curto, “los costos de kilómetros recorridos en vehículo, la cantidad de vuelos de helicópteros, las distancias de las caminatas… Pero también se midieron indicadores ambientales, el número de árboles afectados aguas arriba y abajo de un embalse, los cambios en la sedimentación y el fondo de los estanques, o qué pasaba con la ictiofauna [peces] o los invertebrados en esos ríos y arroyos”. En Chile se llegó a la misma conclusión, más allá de que el proyecto se manejó de una manera distinta. “El GEF argentino estaba centrado en especies exóticas invasoras en general, y el castor era uno de los componentes. Aquí estaba enfocado solo en el castor por lo que la financiación fue más alta, unos dos millones de dólares”, comenta Cristóbal Arredondo, que comenzó su participación en el proyecto instalando las trampas —el método que se utiliza para la caza— y acabó siendo su coordinador general. Contar con más fondos ayudó a prolongar el tiempo de trabajo, porque si bien las tareas de campo duraron poco más de un año, los análisis continuaron hasta septiembre de 2022. “El impacto del castor en bosques y turberas es igual del lado chileno que del argentino, solo que para nosotros [chilenos] la mayor preocupación es el avance hacia el norte en la Patagonia continental”, indica Arredondo y agrega que “por eso nuestro GEF constó de tres áreas piloto y una de ellas estuvo ubicada en el continente, en la Reserva Nacional Laguna Parrillar”.

Pérdidas de 66 millones de dólares anuales
Según los cálculos realizados por los coordinadores del GEF argentino, la erradicación del castor necesitaría una inversión de 15 millones de dólares en el transcurso de 15 años, es decir, un millón anualmente. “Esa cifra representa el 0,14 % del presupuesto provincial de 2021”, dice Schiavini para dejar en claro que la falta de decisiones es más por razones políticas que económicas. “El error”, subraya Erio Curto, “es que a la hora de tomar una decisión no se consideran los impactos ecosistémicos que genera el castor, como los vinculados con la fijación de carbono que realizan las turberas, no se les da valoración económica, aunque estén cuantificados”. El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible argentino estima en 66 millones de dólares anuales las pérdidas por daños directos a los bosques ocasionados por los castores, en tanto que en Chile, un informe de 2020 calculaba en 73 millones de dólares el perjuicio económico provocado por la especie. Lucila Apollinaire es la presidenta de la Asociación Rural que agrupa a los productores y dueños de haciendas en el lado argentino de la Isla Grande, y enumera los problemas que provocan esas pérdidas: “Los castores destruyen el bosque, anegan zonas enteras, cambian los regímenes de los acuíferos. Su presencia afecta la rentabilidad de la producción ganadera y la forestal”, dice antes de esgrimir las mismas quejas de los científicos: “El plan de trabajo conjunto con Chile suena muy bonito en leyes y discursos, pero en la práctica no se sostiene en el tiempo y todo depende de lo que quiera o pueda hacer cada propietario”. “El 70 % de los productores preferiría que el gobierno saque a los castores”, estima Christopher Anderson, refiriéndose al sector argentino, aunque aclara que “para ellos, la prioridad son los perros asilvestrados, porque les matan las ovejas”. Al otro lado de la frontera, Cristóbal Arredondo aporta una mirada distinta: “Una de las áreas piloto del GEF fue una zona ganadera que pertenece a 14 o 15 propietarios. Dialogamos mucho con ellos para que entendieran el proyecto y se crearon dinámicas conjuntas de trabajo muy interesantes. Incluso, algunos nos facilitaron ayuda logística gracias a su conocimiento del lugar. Llegamos a buenos acuerdos y resultados”. Christopher Anderson, especialista en socioecología, va un poco más lejos en la comprensión de la “desidia” en la puesta en marcha de un plan a largo plazo en el lado argentino: “En Tierra del Fuego, el 98 % de la población es urbana, por lo general llegada desde fuera de la isla, y su vínculo con el paisaje es puramente estético. Nadie tiene una abuela en el campo. El castor no afecta la vida cotidiana en Ushuaia o Río Grande. Esto disminuye el conocimiento y el apoyo que puedan recibir esfuerzos como la erradicación de una especie invasora”. A 26 kilómetros de la capital fueguina, en un cerro de 1 000 metros de altura se encuentra el centro de esquí más austral del planeta, que congrega buena parte del turismo que recibe el archipiélago. Su nombre explica por sí solo el desapego de la población local a las cuestiones medioambientales y su incomprensión de los desequilibrios que provoca una especie exótica invasora. El lugar se llama Castor.La fábrica de vajillas DURAX recuperada en 2002 se proyecta al mercado europeo
Una propuesta de AgendAR:
Esto es una noticia mejor de lo que podría imaginarse el lector. Un tercio de los Durax que me regaló mi viejo en 1977 cuando empecé a vivir solo siguen intactos, cosa que no se puede decir de la vajilla vítrea de presunta alta resistencia termomecánica francesa Arco-Roc que me compré en tiempos de Cavallo. La vieja marca criolla es claramente superior. No hace falta ser un león para vender Durax. Tener una fábrica local de vidrios borosilicados alcalinos, o al fosfato sódico de aluminio, o al fosfato de hierro (ignoro qué base química volvía tan resistente al Durax) puede ser importante para la gestión definitiva de residuos tóxicos perdurables, sean químicos o nucleares. Los productos de fisión y metales transuránicos originados en las centrales nucleoeléctricas suelen diluirse en vidrios especiales en Bélgica, China, Alemania, India, Japón, Rusia, Eslovaquia, el Reino Unido y los EEUU. La idea es que el vidrio solidificado resista el calor y sus propias emisiones radioactivas, y evite que el agua subterránea pueda diluir las sales de metales radioactivos. Casi medio siglo de testeo físico y de simulaciones computadas muestran una resistencia predecible mayor a 10.000 años. Es bueno que la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) sepa de esta fábrica de vidrios especiales. La fábrica probó ser tan resistente como sus platos. Y como la propia CNEA.Daniel E. Arias
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Se trata de la fabricante de la mítica marca de vajillas Durax. Hoy cuenta con 300 trabajadores, exporta a Paraguay, Uruguay, Brasil y Bolivia, y es una de las más de 300 empresas distinguidas en la 12° edición del Sello de Buen Diseño argentino. Cuando en 1999, la fábrica Cristalux, fabricante de la mítica marca de vajillas Durax, cerró sus puertas, pocos podían imaginar que sólo unos años después un grupo de trabajadores lograrían convertir una de las tantas experiencias de desindustrialización argentina de los años 90 en un virtuoso ejemplo de recuperación industrial y esfuerzo productivo. Hoy, 21 años después, Durax recobró el brillo de sus mejores años: cuenta con 300 trabajadores, exporta a Paraguay, Uruguay, Brasil y Bolivia, se proyecta al mercado europeo, y es una de las más de 300 empresas distinguidas en la 12° edición del Sello de Buen Diseño argentino (SBD), una iniciativa de la Secretaria de Industria y Desarrollo Productivo de la Nación que reconoce a aquellos proyectos que mediante procesos innovadores, lograron ampliar su productividad y abrir nuevos mercados internacionales. “El caso de Cristalux es emblemático por muchas razones. Representa el impacto demoledor de las políticas desindustrializadoras de los años 90 que nos dejaron con miles de fábricas cerradas, representa también el ímpetu que se recuperó a partir de 2002 cuando el país apostó por políticas productivas y no por alquimias financieras, y ahora con este reconocimiento y el crecimiento exponencial que tuvo en estos últimos años, encarna lo que puede hacer una pyme argentina cuando cuenta con el apoyo de políticas concretas, como las que impulsa el ministro Sergio Massa, que apuestan por la industria y el trabajo argentino”, subrayó el secretario de Industria y Desarrollo Productivo de la Nación, José Ignacio de Mendiguren. La Cooperativa Cristal Avellaneda nació en 2002 sobre los restos de la vieja fábrica de Cristalux en la localidad bonaerense de Avellaneda, una planta que había superado dos intentos de remate y se encontraba inoperativa desde su quiebra en 1999. Cuando un grupo de trabajadores ingresó en el predio, constató que la fábrica no disponía de servicio eléctrico por lo que solo se podía trabajar de día. Sin embargo, decidieron apostar por el proyecto y ponerlo nuevamente en funcionamiento. De a poco se fueron ampliando, primero con un pequeño horno donde elaboraban elementos de decoración, y luego con uno más grande donde ya podían fabricar platos y vasos. El problema comenzó cuando empezaron a crecer, no sabían cómo manejar la gerencia y volvieron a quedar al borde del abismo. En ese momento, convocaron a un gerenciamiento encabezado por Antonio Bucci y Cora Pena, quienes se encontraron con un aviso de corte de gas, un insumo fundamental para la fabricación del vidrio. 14 años y mucho trabajo después, la cooperativa recuperó las marcas Durax-Cristalux, lidera hoy más del 55% del mercado de vajillas, pasaron de 50 a 300 trabajadores, y operan con un horno de 90 toneladas y 4 líneas de fabricación lo que les permite tener una capacidad productiva de más de 250.000 unidades diarias y stock permanente en productos de línea. “La nuestra es una historia de superación; estamos orgullosos de dónde salimos y hasta dónde llegamos. Nos llena de emoción y nos hace generar más compromiso y redoblar los esfuerzos para nunca bajar los brazos, aún en los momentos más adversos”, destacó Pena. Actualmente, Durax-Cristalex exporta sus productos a Paraguay, Uruguay, Brasil y Bolivia. Además, a partir del reconocimiento otorgado por el SBD a sus platos de alta gama de la línea Firenze, Firenze-Malbec y Milano, la firma estuvo presente en la exposición Maison et Objet en París, la feria de diseño de interiores más grande del mundo, lo que les permite avanzar en un contrato de distribución con un posible representante para Francia y otros países europeos interesados en su producción. “Vimos que un público tan selecto como el europeo recibió de una muy buena manera nuestros productos y todos los productos argentinos que estaban en la mesa, eso nos demuestra que estamos a la altura de cualquier país en el diseño. Somos un gran país y esa es nuestra motivación para hacer más grande la industria nacional de la que formamos parte”, agregó la subgerenta.China se prepara para la cumbre de la Franja y la Ruta a la sombra de la guerra en Gaza y en Ucrania
Presentación del libro “prospectiva del siglo xxi”
India descarta la agricultura mecanizada, para conservar el empleo de cientos de millones de sus habitantes
Año 2023: firme candidato a ser el año más caluroso registrado en la historia de la Tierra
Septiembre fue el mes más caluroso en 174 años de registros globalesEn este sentido, precisó que «no sólo fue el mes de septiembre más caluroso registrado, sino, el más atípicamente caluroso» en los registros de la agencia. «Para decirlo de otra manera, septiembre de 2023 fue más caluroso que el julio promedio de 2001 a 2010», añadió Kapnick. La temperatura global en septiembre fue 1,44 grados por encima del promedio del siglo XX, según la agencia estadounidense. En tanto, el Programa de Observación de la Tierra de la Unión Europea Copernicus también estimó -a principios de septiembre- que 2023 sería probablemente el año más caluroso de la historia.
Un editorial de AgendAR, ante la elección del próximo domingo
Abel B. Fernández
Satélites argentinos de observación de la Tierra. La CONAE ampliará la familia SAOCOM

Nuevas tecnologías
Los trabajos para avanzar en la nueva generación de satélites SAOCOM 2 comenzaron a llevarse a cabo en diciembre de 2021. Durante 2022 se hizo un análisis de la obsolescencia y viabilidad de construcción del satélite. Para esto se relevaron las distintas piezas que se usaron en los satélites radar argentinos de la primera generación, se contactaron a todos los proveedores y se investigó si aún se siguen fabricando o si existen tecnologías novedosas para reemplazarlas. En este aspecto, Cuesta destacó: “Cuando revisamos la carga útil del satélite (el radar de apertura sintética), encontramos una obsolescencia en ciertos componentes que ya no están disponibles en el mercado. Por eso ahora estamos trabajando en modernizar el diseño electrónico de la computadora central del radar, incorporando una nueva tecnología, denominada Radio Definida por Software (SDR, por sus siglas en inglés), que también nos permite abrir un camino de evolución para una siguiente generación SAOCOM, y que a futuro va a simplificar el diseño y la construcción del radar, incluso aumentando sus prestaciones”. “Esta tecnología se está usando en telecomunicaciones y, de manera incipiente, en satélites de radar, como el que desarrolla la NASA para su próxima misión. Entre sus beneficios, se destaca por tener un hardware genérico y versátil, posible de configurar por software, que evita la necesidad de realizar diseños específicos. Además, la SDR es el paso previo para alcanzar otra tecnología que se viene a futuro, denominada Digital Beam Forming (Formado Digital de Haces), que permitiría lograr imágenes más grandes y con mejor resolución”, aseguró. En el caso de la antena de los SAOCOM, al realizar el análisis de obsolescencia y viabilidad, los profesionales de la CONAE comprobaron que las tecnologías implementadas continúan vigentes, debido a que su diseño representó, ya en la primera versión de los satélites argentinos, una innovación para la industria espacial. “Su diseño es estado del arte, en cuanto a lo que está orbitando en el espacio”, afirmó Cuesta. “SAOCOM 1 logró el desarrollo de transmisores de radio y receptores muy pequeños y de muy alta potencia (MTR), que fueron financiados por la Agencia Espacial Italiana (ASI) en el marco del Sistema Ítalo Argentino de Satélites para la Gestión de Emergencias (SIASGE). Fue un logro tecnológico alcanzado por el acuerdo de cooperación entre la CONAE y la ASI, que no se quedó ahí, porque a partir de esta innovación la ESA se encuentra desarrollando su misión en banda L, que se inspira en SAOCOM, y siguió invirtiendo para evolucionar aún más en la tecnología MTR. Ahora esa inversión de la Agencia Espacial Europea también va a ser aprovechada por la CONAE para el desarrollo del SAOCOM 2”, detalló. En 2023 se estuvo trabajando más profundamente en el diseño de la plataforma de servicios de SAOCOM 2, adaptando, combinando y modernizando conceptos de los satélites SABIA-Mar y SAOCOM1. En esa línea, iniciamos en octubre un proceso de revisión de diseño preliminar de esa plataforma, algo que en la jerga espacial se denomina PDR (Preliminary Design Review).
Más instrumentos
Además del radar de apertura sintética, la segunda generación SAOCOM llevaría a bordo otros instrumentos. Uno de ellos se denomina Sistema de Identificación Automática (AIS, por sus siglas en inglés), que permite detectar barcos que pescan ilegalmente en Mar Argentino. Otra de las cargas útiles en evaluación es un sistema de comunicaciones con tecnología láser, que permite enviar la información a un satélite geoestacionario (en vez de hacerlo a una estación terrena), con una mayor ventana de tiempo para trasmitir y bajar datos a más velocidad. También se analiza la posibilidad de realizar concursos de proyectos orientados las universidades y otras instituciones del sistema científico y tecnológico nacional, para luego seleccionar las propuestas que sean de interés para la CONAE y subir sus instrumentos de demostración tecnológica al satélite.Sinergia con la serie SARE
El desarrollo de nuevas tecnologías que llevarían a bordo los nuevos SAOCOM 2 también se vincula con otros proyectos de la CONAE, como la serie SARE, de arquitectura segmentada, que estará conformada por una constelación de pequeños satélites capaces de compartir recursos y combinar información de sus instrumentos. Con esta iniciativa apuestan a validar las tecnologías y disminuir costos, haciendo una sinergia entre el desarrollo de diferentes proyectos espaciales de la agencia espacial nacional. Este concepto también incluye al satélite SABIA-Mar. La Misión SAOCOM 2 incluirá uno o varios segmentos SARE que vuelen alrededor, llamados “compañeros”, con un pequeño receptor de radar en banda L, que es muy útil para diferentes aplicaciones nuevas e innovadoras. El vuelo en formación y el trabajo conjunto de los satélites SARE y SAOCOM 2 permitirá tomas de datos del terreno denominadas “tomográficas”, que proporcionan una tercera dimensión a las imágenes y mapas clásicos de dos dimensiones; y “biestáticas”, que permiten ver la señal de eco de radar desde diferentes ángulos, con lo cual se genera información adicional y complementaria, útil para la identificación y caracterización de los terrenos observados. Además “prevemos adaptar la electrónica central que estamos desarrollando para SAOCOM, con la nueva tecnología SDR, para subirla a un satélite de la serie SARE, con un radar más pequeño en banda X. También estamos planteando hacer un primer prototipo del detector de barcos AIS para que vuele con SARE”, dijo Cuesta. Este sistema permite consultar información sobre el barco con la cooperación de la tripulación, para saber si se trata de una embarcación habilitada para pescar o no. “A su vez, la tecnología AIS podría complementarse con la cámara de alta sensibilidad que llevará a bordo el SABIA-Mar, para detectar la pesca ilegal de calamares, por las noches, y con las tecnologías del SAOCOM 1, que también pueden detectar barcos en el agua, ya sea de día o de noche. O sea, de manera combinada, el radar del SAOCOM podría detectar los barcos y, con el AIS, podría saberse si están habilitados o no”, finalizó Cuesta.Las pymes productoras de biodiesel paralizan su actividad. Sus reclamos
Reclamos
El sector reclama que se resuelvan tres demandas centrales para retornar la producción:- El cobro de las primas excesivas de las principales aceiteras como Cofco, Bunge, Dreyfus, Aceitera General Dehesa (AGD), Cargill, ADM, Molinos, Agricultores Federados Argentinos (AFA) y Viterra a las pymes de biodiesel para adquirir el aceite de sojal “La Ley de Biocombustibles 27.640 establece que el Estado tiene que velar por la provisión del aceite de soja a precio de mercado razonable, que es igual al precio de paridad de exportación más los costos locales”, explicó el directivo de Cepreb. Una cerealera exporta a un precio de alrededor de US$ 1.000 dólares la tonelada de aceite de soja. Con el descuento de 31% de retenciones, termina recibiendo US$ 700 por cada tonelada vendida al exterior. Pero en el mercado local, las principales aceiteras les venden a las 27 pymes, que muchas veces tienen sus plantas a 50 o 100 kilómetros de los establecimientos de acopio de las grandes aceiteras, a un precio de US$ 940 por cada tonelada. La prima que le cobran las aceiteras a las pymes de biodiesel siempre fue más cara y se ubicó en un 10% o 15% que el precio de exportación. Ahora ese monto es de más del 30% y el impacto a las productoras de biodiesel pone en jaque su producción. “Estamos pagando nuestra materia prima más de lo que corresponde. Hay un abuso de posición dominante por parte de las grandes cerealeras exportadoras”, afirmó Martelli.
- Precio y cobro a tiempo. Las pymes reclaman que la cartera energética aumente el precio regulado del biodiesel. La suba podría ser de 15%, aunque si se resuelven los otros puntos estarían dispuestas a prescindir del aumento, explicaron desde el sector. El 23 de agosto, un día después de las PASO, se actualizó el precio de adquisición de biodiesel por última vez e implicó una suba de 20%, justo después de la devaluación. Hoy la tonelada está $ 434.006 y desde ese momento está congelado. Es relevante porque es un producto que se mezcla de manera obligatoria con el gasoil en un 7,5%, según la regulación, aunque las pymes productoras aseguran que, en los hechos, termina siendo de 5%.
- Las pymes compran el aceite de soja al tipo de cambio oficial, pero cuando venden el biodiesel a las petroleras lo hacen en pesos a 40 días. “Por ejemplo, si un productor le vende hoy a una petrolera que necesita adquirir biodiesel para mezclarlo con el gasoil, la pyme lo cobra recién el 20 de noviembre en pesos y al valor de hoy 9 de octubre”, explicó Martelli. “Cobramos a 40 días en pesos, pero tenemos que volver a comprar aceite de soja. Las aceiteras nos van a cobrar en dólares. Es una descapitalización del sector”, explicó. “Le pedimos a la Secretaría de Energía que publique una resolución para que las petroleras nos paguen a las 24 horas”, remarcó Martelli.
Comenzó la exploración de hidrocarburos en la costa bonaerense
La operación en búsqueda de los pozos de petróleo, que también abarcará los bloques CAN 108 y 114, a 307 y 443 kilómetros de Mar del Plata, se extenderá al menos por tres meses y contará con un equipo de profesionales que analizarán los datos, así como también biólogos para monitorear el impacto en la fauna marina.
Con la llegada del buque petrolero BGP Prospector, comenzó la exploración sísmica para determinar la presencia de hidrocarburos en el bloque de la Cuenca Argentina Norte (CAN), una zona ubicada a 300 kilómetros de la costa de Mar del Plata. De esta manera, las tareas de exploración sísmica estarán a cargo de la empresa Equinor, asociada a Yacimientos Petrolíferos Federales (YPF) y Shell, que utilizará el buque petrolero que llegó desde Ghana y navega bajo la bandera de Bahamas, así como también el buque de apoyo Geo Service I. Según informó Diputadosbonaerenses, la operación en búsqueda de los pozos de petróleo, que también abarcará los bloques CAN 108 y 114, a 307 y 443 kilómetros de Mar del Plata, se extenderá al menos por tres meses y contará con un equipo de profesionales que analizarán los datos, así como también biólogos para monitorear el impacto en la fauna marina. Así, el buque petrolero llevará adelante la exploración sísmica mediante el rastreo del suelo marino que, con unos sifones de aire comprimido, liberan una onda de sonido que viaja en las profundidades y de acuerdo a las capas que encuentra, rebota y se capta mediante micrófonos de 12 kilómetros de largo que funcionan en el agua. Después de seis meses de análisis, con el registro sonoro de la exploración sísmica se puede generar un mapa del lecho marino para determinar la ubicación del petróleo en la zona, que permite la realización de un pozo exploratorio con el objetivo de terminar de confirmar la presencia de hidrocarburos, que puede ser cualquiera, no necesariamente petróleo. Es preciso mencionar que, las ondas afectarían a la mayoría de la fauna, precisamente a aquellos animales que tienen vejigas natatorias y a los mamíferos, motivo por el cual habrá biólogos marinos que supervisarán todo el proceso, además de que se utilizarán micrófonos para detectar la presencia de seres vivos y reducir el impacto. En ese marco, el proyecto tiene expectativas en el pozo exploratorio Argerich-X1, que ya reconoció hace cinco años YPF junto a otras compañías, por lo que el presidente del Cluster de Energía de Mar del Plata, Marcelo Guiscardo, explicó que en esa zona hay 20% de encontrar petróleo. Por este motivo, el Gobierno nacional proyecta que, con ese posible pozo petrolero, YPF podría duplicar su producción anual, que produce unos 200.000 barriles de petróleo por día y podría tener un impacto económico de 100.000 millones de dólares.Estados Unidos insiste en autorizar una venta de cazas F-16 a la Argentina
Estados Unidos dio luz verde a una venta de 24 aviones caza F-16 equipados con misiles aire-aire de Dinamarca a la Argentina y está trabajando en un paquete de financiamiento por 40 millones de dólares para facilitar la compra por parte del gobierno argentino, una operación de enorme impacto geopolítico en la cual Washington compite directamente con China, que ha ofrecido la venta de aviones JF-17 de Pakistán.
El Gobierno debe decidir ahora si concreta esta operación, si acepta la oferta de China, o si posterga cualquier decisión para modernizar la flota de la Fuerza Aérea y la Armada. Además de la venta de F-16, el gobierno norteamericano también autorizó una venta de cuatro aviones P-3 de Noruega.
La vicesecretaria adjunta de Seguridad Regional del Departamento de Estado, Mira Resnick, dijo que el Departamento de Estado aprobó la transferencia de aviones a la Argentina luego de haber informado al Congreso, donde no se levantaron objeciones a la operación. Resnick remarcó que la transferecia es “de interés nacional para Estados Unidos”, y si bien afirmó que la decisión final es de la Argentina, insistió en que la oferta norteamericana es “superior” a la de China, y que, de concretarse, servirá para profundizar la relación a largo plazo entre ambos países.
“El F-16 es una plataforma confiable y probada que permitirá entrenamientos y ejercicios regulares para incrementar la interoperabilidad de la Argentina con sus vecinos y Estados Unidos”, afirmó la funcionaria.
“Esto construye relaciones. Es una oportunidad para que ambos países enfrenten amenazas mutuas juntos, y este es una nave que operan muchos países alrededor del mundo operan y ha demostrado su capacidad para la modernización militar”, completó.

La aprobación de la transferencia de aviones marca un nuevo hito en la relación bilateral entre Estados Unidos y la Argentina y llega luego de meses de gestiones por parte de Washington, donde se ve con particular inquietud el avance de China en América latina. Resnick aclaró que esta transferencia en particular no requiere ninguna aprobación por parte del Reino Unido, que mantiene un veto a la Argentina para la compra de equipamiento militar desde la guerra de las Malvinas.
“Trabajamos muy duro para asegurarnos que no haya obstáculos para la transferencia”, dijo la funcionaria, que remarcó que la decisión ahora depende del gobierno argentino.
En medio de la profunda crisis que atraviesa la economía, una de las principales trabas potenciales para concretar la adquisición de aviones de Dinamarca –o, por caso, también de China– es el costo de los aviones F-16. Resnick no dio precisiones acerca de cuál sería el costo final de los aviones porque, dijo, el precio “cambia”. Las notificaciones que envió el Departamento de Estado al Congreso en junio último colocaron el costo de la operación con Dinamarca en un valor de venta aproximado de US$338.695.634 por la transferencia de hasta 38 aeronaves, seis F-16 de la versión “Block 10″ y haMosta 32 aviones “Block 15″.
“Estamos trabajando en la financiación ahora y esperamos notificar pronto 40 millones de dólares en financiación militar al Congreso y creemos que esto ayudará a aumentar la competitividad de esta solución para modernizar su envejecida flota de la Fuerza Aérea y apoyar su seguridad nacional”, agregó Resnick.
La competencia con China
Además de la oferta de aviones F-16 de Dinamarca, el gobierno de Alberto Fernández tiene en carpeta desde hace tiempo la posibilidad de adquirir aviones JF-17 producidos por China y Pakistán. Alberto Fernández tiene previsto viajar este jueves a China.
La propuesta de los JF-17, que tendría mejores condiciones financieras, comprende 15 unidades, con la posibilidad de negociar un segundo lote y, eventualmente, un tercero.
“Son aviones nuevos y China ofrece un paquete de armamento y sensores muy completo y con pocas restricciones. Los condicionamientos serían, más bien, políticos por el giro que implicaría una operación con China”, confiaron fuentes militares. Las aeronaves de origen chino-paquistaní estarían equipadas con motores chinos, a diferencia de las versiones que operan Myanmar y Nigeria con motores rusos.
El teniente Coronel Thomas Kanewske de la Fuerza Aérea especificó en la llamada que los F-16 que se ofrecen a la Argenitna incluyen misiles aire-aire AIM-120 AMRAAM y AIM-9, los dos principales misiles aire-aire utilizados por la Fuerza Aérea norteamericana. Kanewske remarcó además que el F-16 es una plataforma de “última generación” que se sigue fabricando, y que son “comparativamente iguales en tecnología a los F-16 que se han desplegado activamente en todo el mundo y en situaciones de conflicto mundial”.
“El F-16 es una plataforma de última generación y el gobierno de Dinamarca está operando un paquete integral. Entonces, lo que es único acerca del F-16 es la relación con la Fuerza Aérea de los EE. UU. Es nuestro “enfoque de paquete completo”. No es sólo el avión, es el entrenamiento, es el mantenimiento, es la logística, es todo lo que implica mantener un avión en condiciones de volar y con tecnología de punta durante 40 años”, indicó Kanewske sobre las implicancias de la operación.
Las Fuerzas Armadas argentinas han estado históricamente alineadas con Estados Unidos y con los aliados europeos en el último siglo, que además han dado un fuerte respaldo a la Argentina para encarrilar las múltiples negociaciones que ha tenido el país en el Fondo Monetario Internacional (FMI). China, a la vez, ha comenzado a tener un rol mucho más activo en el desarrollo de la infraestructura y es uno de los mayores socios comerciales y se está convirtiendo en uno de sus principales acreedores del mundo emergente y en desarrollo.
Rafael Mathus Ruiz
Comentario de AgendAR
Distintas agencias del gobierno de EE.UU. vienen anunciando la autorización de esta venta desde hace meses. Nuestra opinión ha sido expuesta en un artículo que recientemente republicamos:Argentina necesita cazas supersónicos, pero no ahora
3 premios Nobel de Medicina destacaron la excelencia científica del CONICET
Denuncian que agroexportadoras evaden millones de dólares vía Uruguay
Uno, dos, tres, diez Vicentines
“Hicimos este estudio porque habíamos hecho un trabajo anterior sobre Vicentin y la estructura que tenía como grupo empresarial, en la que había una empresa muy importante que era su filial en Uruguay, con un rol contable y no productivo. La filial uruguaya era utilizada para comercializar buena parte de lo que exportaba, pero además las empresas argentinas estaban en manos de un holding formado en Uruguay. El caso de Vicentin deja muy claro los problemas que le generan al Estado argentino estas empresas con estructura internacionalizada”, reseña Gaggero en diálogo con Tierra Viva, sobre la punta del ovillo que los llevó a investigar la ingeniería fiscal de las cerealeras. El caso de Vicentin volvió a la agenda en las últimas semanas debido a que el juez civil y comercial N°2 de la ciudad de Reconquista, Fabián Lorenzini, declaró abierto el periodo de concurrencia, tras un extenso proceso de concurso de acreedores abierto en febrero de 2020. Sin embargo, la Cámara de Apelaciones volvió a fallar a favor de la empresa del agronegocio y revirtió la decisión, dándole más tiempo para negociar su deuda. La empresa declaró su estado de cesación de pagos por una deuda de 1.300 millones de dólares en 2019, a pesar de haber liderado los rankings de exportaciones y haber recibido créditos millonarios por parte del Banco Nación durante el gobierno de Mauricio Macri. El proceso involucra un vaciamiento de la empresa hacia Vicentin Family Group, al otro lado del Río de La Plata. En paralelo al proceso de quiebra, en el que los acreedores van desde el Banco Nación —con el que Vicentin tiene una de deuda de 300 millones de dólares— hasta productores chacareros, 12 integrantes del directorio de la empresa local fueron imputados por asociación ilícita y estafas. El informe de Gaggero y Zanotti da cuenta de que el caso de Vicentin no es una excepción sino una regla y ocurre desde principios de siglo. De acuerdo a las informaciones obtenidas del Boletín Oficial de Uruguay, las “empresas cáscara” estudiadas comenzaron a conformarse en 2000. Los investigadores enmarcan este entramado de abuso fiscal en un contexto global iniciado a mediados del siglo XX, cuando la producción de alimentos y derivados se dejó de realizar de forma local, de la producción al consumo, y tuvo lugar un proceso de concentración económica dominado por grandes corporaciones multinacionales en una clara tendencia a “universalizar” los alimentos, entendiéndose por “agronegocio” un sector que se extiende a insumos biológicos destinados a diversos usos, incluyendo alimentos, forraje, biocombustibles y materias primas en otras industrias. En el caso particular de la Argentina, Gaggero y Zanotti marcan que la expansión del agronegocio estuvo encabezada por grandes multinacionales (Bunge, Cargill y Dreyfus) y ciertos grupos económicos locales (Vicentin y AGD), que estaban presentes en el país pero crecieron de la mano de algunos hitos con el modelo económico instalado por la última dictadura cívico-militar, como una modificación de la Ley de Granos y la autorización para la construcción de puertos privados, lo que le dio a las firmas de molienda una ventaja en sus costos de logística respecto a otros países de la región producto de la reducida distancia entre los puertos. En la década de 1990, en el gobierno de Carlos Menem, la sanción de la ley de actividades portuarias afianzó el modelo privado. Esa decisión fue acompañada por la aprobación de la soja transgénica, en 1996, lo que cambió el modelo agropecuario argentino.
Uruguay, paraíso para la evasión
¿Por qué el suelo charrúa es tan tentador para estas prácticas ilegales de las empresas del agronegocio? Según detalla el informe, Uruguay tiene un trato especial para los holdings —sociedades que administran la propiedad de otras compañías— extranjeros que se radican en el país: no cobra el impuesto a la renta de las actividades económicas (gravado en 25% para quienes producen en Uruguay). Tampoco el impuesto al patrimonio (1,5%), o a las ganancias provenientes, por ejemplo, de los dividendos percibidos por las firmas extranjeras o de la liquidación de una de sus firmas en el exterior. Además cuenta con un régimen especial para las empresas de intermediación en la compraventa internacional de mercaderías y servicios (trading), tanto para productos como para servicios que se generen en otro país y no toquen suelo uruguayo. A estas, la resolución de la Dirección General Impositiva 51/97 les permite pagar aproximadamente el 0,75% de sus ganancias. Junto al andamiaje legal, el informe —publicado en agosto por la Fundación Friedrich Ebert— precisa información de las empresas que permiten evidenciar que el único objetivo de su radicación en Uruguay es realizar la intermediación de sus productos y servicios e incrementar los saldos contables para liquidar en ese país las ganancias (con una carga impositiva casi nula). Como muestra, los investigadores aportan dos datos:- En el caso de las empresas cáscara estudiadas, el gasto en empleados constituye el 0,14% de lo facturado;
- El 1,1% corresponde a activos fijos (maquinaria, plantas o inmuebles).
- Las empresas del agronegocio en Uruguay tuvieron ganancias por 475 millones de dólares en 2021 y por 3.954 millones en los últimos cinco años. Su procedencia está relacionada tanto a la actividad de intermediación a través de los desvíos de precios de transferencia —el cobro por productos y servicios entras las firmas de la misma empresa— como de operatorias con los contratos en el mercado financiero de commodities.
- Las firmas uruguayas pertenecientes a grupos locales argentinos representan más del 40% de la facturación total del grupo.
- “En particular, las firmas de ACA, Cargill, AGD y Pérez Companc acumularon gran cantidad de activos líquidos. Especialmente las firmas uruguayas de capitales argentinos (ACA, AGD, Pérez Companc, Vicentin) concentran gran parte del total del efectivo del grupo en las filiales radicadas en Uruguay. Es decir, los dólares constantes y sonantes de los grupos argentinos son mantenidos en Uruguay a través de las firmas estudiadas”.
- “El patrimonio del grupo argentino Pérez Companc (a través de Molinos Agro) se encuentra especialmente explicado por su filial en Uruguay. Es decir, dicha rama de negocio del grupo posee su patrimonio casi enteramente resguardado en Uruguay. Por otro lado, las firmas de Bunge, Dreyfus, ACA, Adecoagro, AGD, Vicentin, representan entre 4 y 9% del patrimonio total del grupo o conglomerado”.

Nahuel Lag

