Facebook anuncia que suspendió 17 «redes de desinformación». Una operaba en Argentina.

Facebook informó que suspendió 17 redes de desinformación en sus plataformas durante diciembre, lo que representa su mayor eliminación de cuentas en un mes.

La empresa detalló el martes que había identificado y suspendido un poco más de 2.800 cuentas y páginas en su plataforma principal y en su sitio para compartir fotos, Instagram, por usar identidades falsas y otras formas de los llamados «comportamientos no auténticos coordinados». La medida abarcó redes en 11 países, incluidos Argentina, Brasil, Marruecos, Ucrania, Kazajistán y Kirguistán. En la mayoría de ellos, las redes se centraron en las próximas elecciones y fueron dirigidas por grupos nacionales, dijo Facebook. «Las campañas engañosas como estas plantean un desafío complejo al difuminar la línea entre el debate público saludable y la manipulación», dijo la compañía en una publicación en un blog. La jefa de operaciones de Facebook, Sheryl Sandberg, había dicho el lunes que la compañía no tenía planes de levantar su bloqueo sobre las cuentas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. La red social tomó medidas sin precedentes desde que los partidarios del líder republicano invadieron el Capitolio durante varias horas el miércoles. Tanto Facebook como Twitter suspendieron indefinidamente la cuenta de Trump acusándolo de incitar a la violencia puesto que desde hace meses viene desacreditando el proceso electoral y acusando a los demócratas, sin pruebas, de «robarle las elecciones». Además Twitter anunció el lunes haber borrado 70.000 cuentas afiliadas al movimiento conspiracionista pro-Trump QAnon, implicado en los recientes hechos violentos en Washington, en lo que parece ser el inicio de una gran purga de ese grupo en internet por parte de las grandes plataformas digitales. Las redes sociales eran la principal herramienta de comunicación de Trump, desde la cual interactuaba con sus 88 millones de seguidores. A ocho días para que deje el poder, el mandatario republicano adoptó un tono combativo, asegurando que su discurso ante sus partidarios antes del asalto al Capitolio fue «totalmente apropiado», y denunciando el «error catastrófico» de las redes sociales, como Twitter y Facebook, al suspenderle su cuenta. Las decisiones de Facebook están en línea con las que ya había tomado, en forma conjunta con Google y Apple, para negar el acceso a Internet a la red social Parler, que utilizan muchos seguidores de Trump. Y han provocado cuestionamientos al poder que asumen empresas privadas para «ejercer censura en la Red».

El maíz subió más de un 70% (en dólares) en 8 meses

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El precio de la tonelada de maíz trepó 1,4% (u$s2,80) ayer miércoles hasta los u$s 206,40, el valor más elevado desde desde junio de 2013 en el Mercado de Chicago. Así, acumuló una suba del 71,6% en los últimos ocho meses. «Los aparentemente interminables recortes del USDA (Departamento de Agricultura de EEUU) a los suministros de G&O (granos y semillas oleaginosas) continuaron este mes, y con los depósitos de soja y maíz particularmente vacíos, parece sólo una cuestión de tiempo antes de que los recortes se desplacen a la demanda», dijo la entidad financiera Rabobank en una nota. La previsión de cosecha para Argentina se ubicó en 360,2 millones de toneladas, 8,3 millones menos que las calculadas en diciembre y 7,4 millones de toneladas por debajo de lo estimado por los operadores. «No se veía semejante baja en las proyecciones de maíz de noviembre a enero desde 1974», señaló la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). Además, la entidad bursátil marcó que «la industria de los biocombustibles estadounidense presiona con fuerza para que el presidente electo Joe Biden reduzca las exenciones de corte a las refinerías pequeñas, dando más lugar a los biocombustibles, y por lo tanto a la demanda de maíz. De esta manera, se apuntalarían aún más los precios». Por el contrario, la tonelada de soja cayó un 0,8% (u$s 4) hasta los u$s 518,60, por una toma de ganancias de los fondos de inversión, tras las fuertes subas que se produjeron en la jornada previa. El martes el poroto de soja había registrado una suba de más de u$s 17 hasta los u$s522,50 la tonelada, tras que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) estimara un recorte de un millón de toneladas en la producción de Argentina hasta las 112,5 millones de toneladas. Sus subproductos acompañaron la baja de esta rueda, con un retroceso del 1,9% (u$s 9,70) en el valor de la harina hasta los u$s 509,70 la tonelada, mientras que el aceite cayó 1% (u$s 9,90) para concluir la jornada a u$s 940,90 la tonelada. Por último, el trigo descendió 0,9% (u$s 2,10) y se posicionó en u$s 242,20 la tonelada, tras el cierre de posiciones por parte de los fondos especulativos. No hace falta agregar que los productores locales, y sobre todo las exportadores, han aprendido a cubrirse de estos vaivenes del mercado. Y que, por supuesto, estos son muy buenos precios, aún para un agro que tiene dolarizados los costos de la mayoría de sus insumos.

El problema con las vacunas es la demanda mundial insatisfecha. Argentina debe asegurar su provisión

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Cuando este lunes 11 la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, reveló que en el gobierno se analizaba diferir la aplicación de la 2° dosis de la vacuna Sputnik V, para aplicarla a más personas en esta etapa, hizo dos cosas:
  1. continuó con la costumbre de los funcionarios de este gobierno de «pensar en voz alta» sobre futuras decisiones, lo que aumenta la incertidumbre y da jugosas oportunidades a los medios opositores;
  2. reveló un problema muy real y muy urgente que enfrenta nuestro país, y todos los demás
No hay, ni habrá en este año, suficientes vacunas ni en Argentina ni en el mundo para acercarnos a la inmunidad colectiva (ver declaración de la OMS al respecto). Hay más nuevos contagios diarios de covid que la capacidad actual de producción de vacunas. Daniel Arias ha preparado una nota sobre este tema, y sobre los condicionamientos que enfrentamos. Dada la seriedad del asunto, pueden considerarla uno de los poco frecuentes editoriales de AgendAR.

A. B. F.

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Con la vacuna Sputnik V, el gobierno tomó ayer la decisión correcta: no podés aplicar un único carrier adenoviral (el Ad26), porque el uso del segundo (el Ad5) forma parte de un astuto diseño antigénico de la fórmula original: si tuviste un resfrío con Ad26 antes del primer pinchazo, es probable que tu sistema inmune neutralice total o parcialmente esa primera dosis. Aún si sucede esto, la Sputnik te da la chance de que el 2do carrier, el Ad5, sí logre entregar su carga (el genoma de algunos epitopes del antígeno Spike del SARS CoV2). Puede suceder también la inversa: que antes de la 2da dosis te agarres un resfrío con el adenovirus Ad5, y que tu sistema inmune ataque a este carrier. Eso destruiría o al menos mitigaría la efectividad total de la vacuna. Sin embargo, serían muy pocos los pacientes capaces de atacar ambos adenovirus y discapacitar totalmente la Sputnik. Su diseño con dos carriers distintos añade dificultades a la fabricación masiva pero es ingenioso, quizás el más sofisticado entre las muchas decenas de vacunas génicas anticovid mediadas por virus adenovirales. Creo también que la Dra. Carla Vizzotti tiene razón en preguntarse qué es mejor, si vacunar a muchos con una primera dosis de Sputnik, o a la mitad con ambas, pero no en voz alta. Toda decisión al respecto es de vida o muerte, casi tan política como epidemiológica, y sólo los idiotas libres de dudas aprovechan para tirar la primera piedra. Por supuesto, en el cargo de Vizzotti tales solitarias y agobiantes vacilaciones no se pueden ventilar ante periodistas. No existen los periodistas amigos, si son buenos periodistas. Enemigos, sí, y los hay a patadas, y no son necesariamente buenos. Porque creo que va a terminar sucediendo que el RDIF, el fondo ruso que comercializa la Sputnik, va a tener problemas de volumen de fabricación de ambos componentes de su vacuna, no del segundo, como dicen algunos medios. Los rusos, cuya industria farmacológica hasta hoy sólo funcionó dentro de un territorio gigante pero con una población mediana (147 millones), para salir al ruedo mundial tienen el mismo problema de falta de capacidad fabril instalada y a su nombre que Pfizer, AstraZeneca, Johnson & Johnson, y ni hablemos de Moderna. Hace décadas que hablamos de ella pero nadie estaba preparado para una pandemia de este calibre. Nadie tiene planta propia suficiente para gestionarla. Todos están tercerizando la fabricación. Y para hacerlo, derivan su tecnología a fabricantes de genéricos de alta calidad, como tienen desde hace décadas Corea del Sur y la India, o -en el caso de AstraZeneca-, nuestro país. No se extrañe, lector, pero mucho medicamento vendido a precio de fantasía por las Big Pharma de EEUU o de la Unión Europea se fabricó aquí con calidad estadounidense o alemana en plantas sumamente argentinas, como las de Biosidus o como la de mAbxcience (del grupo ELEA). Y todo esto las grandes marcas lo consiguen a precio argentino y lo revenden, con su marbete, a precio alemán o estadounidense. Los consumidores finales y los propios médicos ni se enteran. Es como el mundo textil, donde una prenda turca excelente por calidad (pero barata por mano de obra) se rebautiza como Louis Vuitton o Gucci en Europa Occidental, y pasa a costar 20 o 30 veces más. La gente -médicos incluidos- compra etiquetas. Nuestro país no tiene -al menos todavía- la etiqueta tecnológica. Pero el mundo real a veces no tiene mucha relación con el de las etiquetas. Lo cierto es que en esta pandemia tan esperada y tan intempestiva, aún sumando a sus marcas todos los «fabricantes fantasma» del mundo, no los hay suficientes. Y tampoco dan el volumen necesario para abastecer al mundo de vacunas antiCovid sin comprometer la calidad. Si a esto añadimos la dificultad logística que presentan algunas fórmulas como la de Pfizer, que debe distribuirse a 70 grados bajo cero, el panorama es de demanda mundial insatisfecha, y eso va a durar. Los rusos están tercerizando en la India, en Corea del Sur, y ahora en Brasil. Le hicieron un guiño a la Argentina, para que se fabricara la Sputnik V aquí, pero no pasó de un flirteo. La situación global del RDIF es que tienen una de las vacunas génicas con adenovirus más sensatas, eficaces y baratas, con el plus de que se distribuye a temperatura de freezer de heladera comercial (18 grados bajo cero), y de que está en camino una formulación liofilizada, es decir en polvo, que se conserva meses a temperatura de heladera, gabinete inferio (3 a 8 grados SOBRE cero). Esto se va sabiendo. Pese al ninguneo mediático y regulatorio que ha recibido la Sputnik V en Occidente, y pese a que los rusos entienden tanto de licenciamiento  y de márketing farmacológico occidentales como los esquimales de fútbol, hoy tienen un pedido oficial de AstraZeneca para una vacuna que combine el Ad26 ruso con el adenovirus de chimpancé que usa su fórmula, llamada Oxford o ChAdOx, como carrier. Y un pedido de AstraZeneca no es un pedido de cualquiera. Todo el mundo esperaba que la Oxford fuera la tercera vacuna licenciada por la FDA (Food and Drug Administration). Y aunque hoy por hoy sólo la aceptaron el Reino Unido, la India y Argentina (no por nada, países donde se fabrica), es la más barata del mundo (diez veces más que la de Moderna o Pfizer) y la única con 10 grandes proveedores de genéricos de primera línea asegurados. Como sea, la falta de una red de «fabricantes fantasma» equivalente para la Sputnik V tal vez atrase las entregas pactadas por el RDIF con Argentina. En ese caso el gobierno argentino tal vez, sin dejar de asegurar la doble dosis a cada vacunado, de todos modos deba espaciar los pinchazos. De las 3 semanas «de diseño», quizás deba pasar 8 o incluso 12 semanas más tarde la segunda aplicación. Si no hay, no hay. Cuando llegue, habrá. Será un experimento forzoso, que podría mostrar mayor, menor o igual efecto mitigador de patogenicidad y letalidad respecto de las cifras de la fase III. Y digo «forzoso» porque la Argentina hasta marzo no tiene acceso a la vacuna Oxford, aunque la está fabricando a todo trapo desde este invierno. Ignoro los detalles contractuales por los cuales todo el volumen fabricado aquí se encapsula en México, sin que las partes que negociaron por Argentina (el gobierno nacional y el grupo Insud, es decir laboratorios ELEA y varios más) acordaran que se reserve un porcentaje de lo que sale de la planta de mAbxience, en Garín, provincia de Buenos Aires, para autoabastecimiento nacional. «No entiendo cómo no hay un circuito de fraccionamiento para uso local», se frustra el  Jorge Geffner. Virólogo e inmunólogo, Geffner dirige el INBIRS, Instituto de Investigaciones Biomédicas en Retrovirus y Sida, que pertenece a la Universidad de Buenos Aires y al CONICET. Expresa el asombro de muchos de sus pares. Cualesquiera sean los motivos, ha sido un error: en 2O21 el problema fundamental de las vacunas, de TODAS, va a ser la demanda mundial insatisfecha. Partida que se va de la Argentina, hay que ver cuándo vuelve, si vuelve. Puede ser incautada en México o por cualquier otro país sudamericano desesperado cuyo territorio deba sobrevolar el avión que las traiga de regreso a la Argentina. Ese tipo de piratería del asfalto aeronáutico, el decomiso ilegal de cargas por parte o a cuenta de estados poderosos, se vio hasta el hartazgo en los aeropuertos nodales durante los primeros meses de la pandemia. Con órdenes judiciales o sin ellas, se choreaban textiles (barbijos N95. guantes, antiparras y trajes y telas hazmat), y también kits de diagnóstico. Y a cantarle a Gardel. La otra vacuna que Argentina contrató con mucha anticipación fue justamente la Oxford, o ChAdOx. Consta de 2 dosis idénticas en principio activo (genoma del antígeno Spike) y también en el adenovirus que hace de «carrier». Sin embargo, la Oxford tampoco es una más entre las varias decenas de fórmulas con carrier adenoviral. Su originalidad es casi comparable a la de la vacuna rusa. El adenovirus de la Oxford resfría sólo a los chimpancés, no a las personas, de modo que no se espera resistencia inmune contra el carrier. Al menos, no con la primera dosis. Ese adenovirus de primate explica el acrónimo ChAdOx (Chimpanzee Adenovirus Oxford University). La Oxford o ChAdOx tuvo una fase III que la Food and Drug Administration (FDA), agencia regulatoria estadounidense, consideró metodológicamente desprolija, por constar de un resumen hecho por metaanálisis matemático de experiencias demasiado dispares entre sí, considerando tanto los grupos de voluntarios como las dosis suministradas. AstraZeneca tuvo que presentar sus resultados a destiempo, apurada por Pfizer y Moderna, que habían revelado eficacias despampanantes, 95% y 94,1% respectivamente. Estas cifras son demasiado cercanas al 100%, que por definición, no es alcanzable: la biología no funciona así. Probablemente esos números dorados sean corregidos a la baja por el despliegue masivo, es decir «por doña Realidad», como suele llamarla el dueño de este portal, Abel Fernández. Pero AstraZeneca formaba en el pelotón de punta y, forzada por las dos firmas yanquis, presentó sus papeles a fines de noviembre, con una fase III a medio cocinar, armada con demasiados experimentos distintos atados con piolines matemáticos, y una eficacia demasiado dependiente del ojo de cada juez. Del 62,1% (según la FDA) y superior al 71% (según el MHRA, la agencia regulatoria británica). La FDA le dijo a AstraZeneca: «siga participando», a espera de carpetas más prolijas. La MHRA, obviamente, la aprobó. ¿Son más creíbles las cifras algo bajas de la Oxford, o las despampanantes de Moderna y Pfizer? «En la cancha se ven los pingos», como dicen en el campo: el despliegue masivo, la llamada fase IV o de fármacovigilancia y bajo el escrutinio no de la FDA sino de todas las agencias reguladoras nacionales existentes, irá diciendo la verdad, aunque a la larga. En el mejor caso, el efecto inmunizante de la Oxford por ahora es unos 20 puntos inferior al de la Sputnik, y éste fue declarado por Rusia en un 91,4% con la doble dosis. ¿El adenovirus de mono del primer pinchazo de la Oxford tal vez despierta demasiada resistencia inmune cuando llega el segundo? Podría ser una de las bases del entendimiento que se cocina entre AstraZeneca y el RFID. Sobre esto, sólo hay silencio de radio y conjeturas. Pero lo que parece inevitable es que, debido a una MUY mala negociación para la Argentina sobre el fraccionamiento de la Oxford, y porque los rusos ahora se han vuelto demasiado populares, los corteja Gran Bretaña y tienen demanda incluso de Brasil y de la India, aquí, por chiquitos o por bobos, terminemos haciendo experimentos de espaciar dosis. Y eso con las dos únicas vacunas de las que deberíamos tener un suministro asegurado, y creíamos haberlo conseguido. También tenemos acceso a la vacuna a virus entero atenuado de Sinopharm. Tecnológicamente, ésta se complementa muy bien con todas las génicas o codificantes de todo tipo, unánimamente dirigidas contra epitopes del antígeno Spike. En cambio la Sinopharm se parece a la vieja Salk antipoliomielitis: se hace con la cápside entera del SARS CoV2 muerto. Está hecha de varios antígenos distintos, y no sólo del Spike. Esta diversidad provoca una respuesta inmune mucho más múltiple, teóricamente capaz de dejar sin escapatoria evolutiva a este virus bastante mutante, como viene demostrando ser el SARS CoV2. Pero China, que hizo gratis aquí una fase III con 3.000 voluntarios, a la Argentina hasta hoy le entrega poco y caro y sin fecha. Hasta donde se sabe, esta negociación también fue llevada a cabo por el Ministerio de Salud… y el laboratorio de su preferencia, ELEA. La palabra dada y la firma no valen de mucho en un mundo en desabastecimiento. Donde, además, el que no corre, vuela. Esta semana dimos por fin un notición no sobre vacunas preventivas, sino sobre clínica de la enfermedad: el suero equino hiperinmune de Inmunova (ver aquí). No es un suero común sino un medicamento homogéneo, fabricable en masa, absolutamente predecible, y debido a ello, bastante revolucionario si se lo compara contra los sueros humanos. Suministrado en fase sintomática severa del Covid-19, disminuye la mortalidad en un 45%, reduce el ingreso a terapia intensiva en un 24%, y el uso de respirador en un 36%. No ha demostrado efectos adversos. Estas afirmaciones se apoyan sobre un estudio muy prolijo pero exiguo, de fase 2/3, sobre 242 pacientes de entre 18 y 79 años, que difícilmente hubiera sido aprobado en tiempos de menor urgencia. Pero estamos en guerra y perdiéndola: con las nuevas cepas sudafricana, brasileña y especialmente la B.1.1.7 británica, mucho más contagiosa que la italiana, saltando ya de país en país, se producen más contagios que vacunas en todo el mundo. En semejante escenario, el lanzamiento de este medicamento podría haber sido una fiesta nacional, pero se opacó porque resulta que cada ampolla será vendida (por ELEA) a $ 60.000, con lo que un tratamiento completo de 2 ampollas y 3 días de internación, para mitigar eventuales reacciones adversas, termina costando $ 200.000. «Es la mitad para el estado, y se paga en cuotas», dijeron en Inmunova, con incomodidad. Anteayer en la Universidad Nacional de San Martín, UNSAM, en cuyo Parque Tecnológico Inmunova alquila sus laboratorios, había popes científicos que apoyaron este desarrollo desde sus inicios: estaban entre el desconcierto y la indignación. ELEA podrá no ser Pfizer, que más o menos nos pide que cambiemos la Constitución Nacional para darnos su carísima vacuna. Y podrá ser una empresa argentina. Pero sumando estos precios del suero hiperinmune al tema de de la vacuna Oxford que fabrica aquí (pero habrá que esperar el verano entero a que baje desde México), la cosa no da para cantar el himno. Me dice Abel Fernández, en cita textual: «La iniciativa y el riesgo empresario asumidos por ELEA -o el grupo Insud- deben ser valorados por los argentinos. Pero la responsabilidad final de las negociaciones y de la fijación de precios en temas de salud pública es del Estado. Como también está en su función que las vacunas y los medicamentos lleguen a hospitales, sanatorios y obras sociales a precios accesibles». Creo lo mismo. Y quiero la separación entre Big Pharma y el estado.

Daniel E. Arias

Desafíos similares se enfrentan en el resto del mundo. Ver nota del New York Times al respecto.

«Vacunar a todos es lo más urgente, pero en todo el mundo es más difícil de lo que se creía»

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El boletín en nuestro idioma de ayer martes del New York Times refleja los principales problemas actuales – como se ven desde Manhattan. Y el central es muy parecido a como lo vemos desde aquí, en nuestro editorial de hoy. «Justo cuando nos alegrábamos por la llegada de la vacuna, pensando que le ganábamos terreno al coronavirus, se han detectado en Sudáfrica y el Reino Unido variantes más transmisibles y con el potencial de afectar a los niños. Estos días ya se han reportado casos en México, Perú, Brasil y Chile, entre otros países de la región. Ahora, vacunar a todos es lo más urgente y, como han descubierto los gobiernos en todo el mundo, el despliegue logístico es más desafiante de lo que se creía. En Europa, las campañas de vacunación han sufrido tropiezos —escasez de jeringas, papeleo burocrático, falta de personal capacitado— en un momento en que otra vez se han impuesto medidas más estrictas de confinamiento. Israel, uno de los países que más rápido inmunizaba a su población —al ritmo de unas 150.000 personas cada día—, ha decretado nuevas cuarentenas tras un grave aumento de nuevos casos. También ha sido criticado por no incluir a la población palestina en su campaña. Ante la lentitud, algunos gobiernos empiezan a desviarse de la estrategia original: consideran, por ejemplo, otorgar medias dosis a las personas de la tercera edad, o retrasar el refuerzo para beneficiar a más población. El riesgo, dicen los expertos, es disminuir la eficacia y confiabilidad de las vacunas. De por sí, ya hay quienes se preocupan por lo que la vacuna tarda en surtir efecto y el lapso que transcurre entre la inyección inicial y el refuerzo. Y hay otros que desconfían de sus componentes, como ciertas comunidades religiosas que rechazan los añadidos de origen porcino o que, debido a la desinformación, temen del efecto de la vacuna en el ADN (ninguno: las vacunas no modifican tu composición genética). Así que los funcionarios de salud no solo enfrentan el desafío del abastecimiento y la distribución sino también deben convencer a la población de que las vacunas solo funcionan si llegan a la mayor parte de los integrantes de una comunidad. “Se trata de una decisión ética porque estás jugando con la salud, la vida, pero también estás jugando con la vida de los demás”, dijo el Papa Francisco al informar que esta semana se vacunará. “Hay un negacionismo suicida que no sé cómo explicar”, agregó refiriéndose a quienes no creen en la vacuna

Hasta el 8 de enero se vacunó a casi 90 mil personas; menos de un 4% con efectos adversos, ninguno grave

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El Ministerio de Salud de la Nación publicó ayer el 3° informe de vigilancia de seguridad en vacunas con los datos de once días de aplicación de la primera dosis de la Sputnik V.  Hasta el viernes 8 a las 18 horas 89.576 personas habían sido vacunadas y 3.453 (3,85%) habían presentado algún «evento supuestamente atribuido a vacunas e inmunizaciones» (Esavi).

Este tercer informe es el que mayor porcentaje de Esavi revela, siempre en relación al total de vacunados. En el primero, con solo dos jornadas de vacunación, solo el 0.9% había presentado algún efecto adverso que se podía relacionar con la aplicación de la vacuna. En el segundo, publicado la semana pasada, la cifra había trepado hasta el 2,75%. El porcentaje de los datos de hace cuatro días aún se encuentra dentro de los parámetros esperables, que rondan entre el 3 y el 10%, según expertos consultados por LA NACION. Según los datos acumulados en el Registro Federal de Vacunación Nominalizado (Nomivac), solo una provincia no reportó algún Esavi en estos primeros 11 días. Además, indicaron que el 32,4% de los efectos adversos reportados corresponden a personas con fiebre, cefalea y/o mialgias dentro de las 24 horas posteriores a la vacunación. En tanto, el 99,3% de los eventos notificados fueron leves y moderados. 25 personas que presentaron alguna reacción adversa y fueron hospitalizados ya se recuperaron. Si se mira en detalle la proporción de los diferentes Esavi, la composición es la siguiente: 3.348 personas, prácticamente todos los vacunados (96,96%), tuvieron un efecto que se relaciona a la primera dosis, en la que se inocula el Adenovirus humano 26. Fiebre con cefaleas y/o mialgias: 1118 personas (32,38) Cefalea y/o mialgias: 1821 personas (52,74) Fiebre como único signo: 245 personas (7,10) Alergia leve: 56 personas (1,62) Reacción local en el sitio de inyección: 53 personas (1,53) Síntomas gastrointestinales: 47 personas (1,36) Lipotimia: 8 personas (0,23) Siguen siendo seis (0,2%) las personas que tuvieron ansiedad como efecto adverso. Además, los «errores pragmáticos» (en la aplicación de la vacuna) bajaron de más de la mitad de 4,7 a 2,3% del total de Esavi: Edad igual o mayor de 60 años en 77 casos (2,23%); Lactancia en un caso (0,03%); Embarazo en un caso (0,03%) Este informe, a diferencia de los dos primeros, no detalla cuáles son los 16 Esavi en análisis, que representan el 0,46%. De estos anteriores, solo se conocían dos: un caso de angor y otro de hemiparesia. Ambos fueron resueltos. Ángela Gentile, jefa del departamento de Epidemiología del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, que es integrante de la Comisión Nacional de Seguridad en Vacunas (Conaseva) informó cuáles son los otros 14 Esavis y detalló que, hasta el momento ninguno de los casos reviste gravedad. «Nosotros nos reunimos todos los viernes y recibimos la información que recopiló el Ministerio de Salud de la Nación de las diferentes provincias. Con esos datos es que se arma el informe. De los 16 casos en análisis ninguno reviste una gravedad mayor y estamos a la espera de información adicional que nos va a permitir cerrar los casos y saber si se vincula directamente con la vacuna o se trata de una cuestión de temporalidad». Además se refirió a los «errores pragmáticos», con especial énfasis en la embarazada que recibió la vacuna. «Hasta la reunión del viernes, no había tenidos efectos adversos. Pero creo que se le debe hacer un seguimiento pormenorizado porque, a partir de ese error, se puede obtener más información sobre la vacuna, su alcance y efectos en mujeres embarazadas que, hoy por hoy, están excluidas del calendario de vacunación contra el coronavirus Covid-19». Gentile también habló sobre los 25 vacunados que debieron ser internados. Según explicó, fueron casos moderados donde la internación fue por pocas horas para hacerle un seguimiento pormenorizado de la evolución. La doctora además diferenció las dos estrategia que existen en la actualidad. Hay zonas donde se da una «vigilancia pasiva»: se espera a que la persona vacunada, en caso de tener síntomas, haga la consulta pertinente. En cambio, en otras jurisdicciones se hace una «vigilancia activa» a través de las unidades centinelas, que evaluarán la frecuencia de estos eventos especiales en comparación con el periodo pre vacunación. El documento también especifica que en el caso de los que tuvieron cuadros leves o moderados de Efectos Adversos (EA) «deben completar el esquema de vacunación con un intervalo mínimo de 21 días, dado que los datos de Fase 1-2 mostraron una menor frecuencia de EA al administrar la segunda dosis (componente Adv5)». «Entre un 3 y un 10% de Esavi es lo esperable» Tras la difusión del segundo informe, Eduardo López, médico infectólogo y jefe del Departamento de Medicina del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, quien había analizado que el porcentaje de Esavi aún está dentro de los parámetros esperables y que se debe prestar atención a los efectos adversos graves más que al porcentaje de leves o moderados. «Hay un aumento del número de casos Esavi bastante aceptable y manejable. Los tres más recurrentes informados son iguales a todas las vacunas de Covid-19 aprobadas en el mundo hasta ahora», había dicho el médico que asesora al Gobierno sobre la pandemia. «Efectos adversos graves, casi no hay. Eso es una muy buena noticia». Ante la consulta de cuál sería un umbral aceptable de Esavi, López había dicho: «Entre el 3 y el 10% es lo esperable, mientras no sean efectos adversos serios. La fiebre, dolores de cabeza o corporales son comunes y se recuperan en un día o dos».

El gobierno elimina el límite a las exportaciones de maíz, mientras esté asegurada la provisión local

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El Ministerio de Agricultura, Pesca y Ganadería y representantes del sector privado acordaron no implementar el límite de 30.000 toneladas diarias para exportación de maíz mientras se garantice la provisión para el mercado local.

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Allí se alcanzó el acuerdo que quedó consensuado en cinco puntos, que condensan objetivos y compromisos entre ambas partes.
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De parte del Gobierno nacional, se dejó sin efecto el límite de 30.000 toneladas diarias de exportación, que será sustituido por «un monitoreo del saldo exportable para llegar al empalme de cosecha sin tensiones, con el compromiso del sector privado».
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Además, se pactó consensuar un acuerdo de largo plazo con los sectores consumidores y proveedores de maíz, el cual estará «en sintonía con el Programa Nacional Precios Cuidados».
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Ante este punto se expuso como ejemplo «la constitución de un Fideicomiso de larga duración como solución estructural y método de desacople entre el mercado internacional y el de abastecimiento a transformadores de maíz». (Para entender esta alusión, basta recordar que es el alimento principal de los pollos, que cada vez ocupan un mayor lugar en la dieta argentina).
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La tercera parte del pacto señaló la obligación de «proveer de la herramienta FOGAR a los fines de garantizar la cobranza de los vendedores de maíz en tiempo y forma, lo que impactara en el componente riesgo».
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Por último, se resolvió «proveer y fomentar la herramienta de Warrant», explicaron desde la cartera que lleva adelante el ministro Luis Basterra. Respecto a lo decidido, Basterra expresó: “Para el gobierno nacional es prioritario desacoplar los precios internos de la dinámica de los precios internacionales, al tiempo que podamos seguir fortaleciendo el desarrollo del sector y las exportaciones». «Desde el Ministerio trabajamos para encontrar las mejores herramientas que nos permitan crecer con ese doble objetivo”.
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El secretario de la Pequeña y Mediana Empresa y los Emprendedores, Guillermo Merediz, apuntó: “Desde el Ministerio de Desarrollo Productivo estamos trabajando en herramientas de financiamiento específicas para la cadena de valor del maíz y particularmente en un esquema de garantías a través del FOGAR para mejorar los plazos, condiciones y la cobertura del riesgo”.
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Por su lado, en representación del CAA, José Martins, señaló: “Lo primero que tenemos que destacar y celebrar es la voluntad de diálogo que es lo único que construye en este país: dialogar, proponer y llegar a acuerdos”.
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AgendAR dio su opinión sobre el tema cuando publicó la 1ra. versión del acuerdo.

OMS: «No habrá inmunidad colectiva en 2021. Las medidas de higiene y distanciamiento deben seguir»

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En un comunicado oficial de este lunes 11 la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo que a pesar de que numerosos países estén administrando vacunas contra el Covid-19 no se alcanzará este año la inmunidad de rebaño. «No vamos a alcanzar ningún nivel de inmunidad de la población o inmunidad de rebaño en 2021», declaró Soumya Swaminathan, jefa de científicos de la OMS, en una rueda de prensa, haciendo hincapié en la necesidad de mantener las medidas de higiene y de distanciamiento y el uso de barbijo para frenar la pandemia de coronavirus. Swaminathan alabó el «avance increíble» hecho por los científicos que participaron en el desarrollo no de una, si no de varias vacunas seguras y eficaces, contra el nuevo coronavirus en un año. Pero, recalcó, desplegarla «toma tiempo». «Lleva tiempo aumentar la producción de dosis, no es solo cuestión de millones, sino que aquí estamos hablando de miles de millones» de dosis, señaló, pidiendo a la población que sea «un poco paciente». Swaminathan afirmó que en algún momento «las vacunas llegarán. Llegarán a todos los países». «Pero, entretanto, no debemos olvidar que existen medidas que funcionan», recordó. Según ella, las medidas de higiene y distanciamiento contra el coronavirus deberían permanecer en vigor, «al menos, en el resto de este año».

Medicamentos contra el covid no aprobados por ANMAT: el caso de la ivermectina

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Frente a una enfermedad grave, el paciente y su familia, si la medicina convencional no le ofrece una cura, buscará respuestas fuera de ella. Es una reacción comprensible, y no puede ser condenada. Y frente a una pandemia que hace un año era desconocida, y de la que todavía nos falta saber mucho, esa búsqueda se hará en cientos de miles de casos. Pero si no podemos culpar al paciente o a su familia, debemos ser conscientes que esa tendencia humana presenta serios dilemas a la profesión médica, a las autoridades, y a los jueces, si deben decidir en el caso. Estas reflexiones generales hoy se hacen actuales y urgentes. Ayer a la tarde murió un paciente, internado por coronavirus, al que le administraron dióxido de cloro en el sanatorio Otamendi, de la ciudad de Buenos Aires, por orden de un juez federal. La autopsia debería decir si esa sustancia provocó o no su muerte, si aceleró o no el deterior que le provocaba el covid, pero cualquiera sea el resultado, la cuestión terminará en los tribunales, que deberán juzgar también esa decisión previa de un magistrado. Es necesario aclarar que el caso de la ivermectina y el del dióxido de cloro no son equiparables. Para la ivermectina existen ensayos clínicos que muestran resultados grupales. Pero… esos ensayos no han sido coordinados en la cantidad de dosis y en el tiempo de aplicación. Reproducimos entonces esta nota sobre la ivermectina, porque nos parece que presenta con mayor claridad los dilemas que enfrentan quienes deciden sobre estos tratamientos no aprobados por el organismo regulador nacional. Que no es infalible -nada lo es- pero es lo mejor con que cuenta nuestro país para evaluar medicamentos.

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«La ivermectina es una droga muy antigua de uso médico y veterinario como antiparasitaria. Desde hace unos meses, su demanda creció de manera exponencial, según coinciden en señalar ocho colegios de farmacéuticos de distintas provincias, porque empezó a usarse, aunque no está aprobado por Anmat, como profilaxis y tratamiento del Covid-19.

Las fuentes farmacéuticas advierten que la prescripción no es para coronavirus, pero que entienden que esa es la aplicación que se le está dando porque un año atrás no vendían ni el 10% de lo que venden en los últimos meses.

Desde Anmat ratificaron que la droga no está aprobada para la prescripción en casos de coronavirus. La Sociedad Argentina de Infectología (SADI) señala que, además de su acción antiparasitaria, la ivermectina es un potencial inhibidor de la replicación viral del SARS-CoV-2. Sin embargo, destaca que «la evidencia disponible in vitro sugiere que para alcanzar niveles efectivos de ivermectina se necesitarían importantes aumentos y potencialmente tóxicos de la dosis» y que, hasta el momento, la evidencia científica en curso que evalúa su uso sola o combinada con otras drogas es «de muy baja calidad y no han reportado datos claros de eficacia clínica». Omar Sued, presidente de la institución, indica que es «entendible» que «ante la desesperación» haya gente que la utilice aunque «no hay evidencia científica» de su utilidad. Advierte que, al igual que consumir cualquier otra droga para un fin diferente al prescripto, «implica sumar toxicidad, costos y complejidad». Afirma, además, que los resultados preliminares dejan en evidencia que su aplicación en una dosis que triplica la habitual habría producido mayor eliminación del virus en secreciones respiratorias, pero sin correlación con mejoría clínica. «Se necesitan más estudios, con más gente, para determinar este parámetro y otros asociados a eficacia clínica y seguridad. Es correcto que las provincias quieran realizar y hagan estudios randomizados para la comprobación, pero no que usen la ivermectina como reemplazo de la prevención y de las medidas de salud pública», agrega Sued. A modo de ejemplo, apunta que el plasma, sobre el que había muchas expectativas, no tiene eficacia sobre el Covid-19, y los corticoides, que se creía que no funcionaban, reducen 30% las probabilidades de mortalidad. El médico Alejandro Krolewiecki, del Instituto de Investigaciones de Enfermedades Tropicales de la Sede regional Orán de la Universidad Nacional de Salta (UNSA), llevó a cabo un estudio para comprobar su eficacia contra el Covid-19. Ese trabajo preliminar fue publicado en la revista científica The Lancet. La droga se le dio a los 45 pacientes de entre 18 y 69 años contagiados por SARS-CoV-2 leve o moderado y dentro de los cinco días posteriores al inicio de los síntomas. La conclusión es que el medicamento disminuyó la carga viral de los infectados al quinto día de su aplicación.

La ivermectina en las provincias

En Corrientes y Tucumán, el uso de la ivermectina es política oficial para profilaxis en agentes de salud y tratamiento de pacientes positivos. También se receta en algunos hospitales públicos salteños. En Jujuy, «se está proyectando para aplicarse», indicaron fuentes oficiales. Corrientes la distribuye de forma gratuita entre los miembros de los equipos de salud que acepten voluntariamente usarla como profilaxis. Se fabrica en la Planta de Medicamentos provincial; como la patente está vencida no se debe pagar para producirla. Julio Vallejos, director del Instituto de Cardiología correntino, fue el impulsor de la estrategia. En conjunto con el Comité de Crisis de Covid-19 del Ministerio de Salud provincial presentó el diseño a principios de julio. También está en marcha un ensayo clínico controlado con placebo para tratamientos de pacientes con coronavirus, llamado Ivercor. Cuenta con la aprobación del Comité de Ética de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional del Noreste. El primer paciente se incorporó el 22 de agosto y sigue el reclutamiento hasta llegar a 500; la hipótesis investigada es si la droga es capaz de disminuir la internación como una manera de atenuar la enfermedad en estadios más graves. Julio Vallejos explica que el tratamiento preventivo compasivo con agentes de salud («no es un ensayo clínico») es porque son esenciales, y los más expuestos al contagio. Cada vez que se enferma uno, todos sus contacto estrechos deben aislarse y hay un riesgo extremo de colapso. La participación es voluntaria con consentimiento informado (cada uno autoriza a registrar sus datos evolutivos generales). El médico insiste en que existen experiencias y «algunas evidencias positivas y prometedoras» y en que se trata de una terapia «segura con escasos efectos colaterales y leves», además de ser muy económica.
Investigadores del ensayo Ivercor, en Corrientes, llegan al domicilio de los pacientes donde firman el consentimiento informado y se le hacen todos los procedimientos del estudio
Investigadores del ensayo Ivercor, en Corrientes, llegan al domicilio de los pacientes donde firman el consentimiento informado y se le hacen todos los procedimientos del estudio
Las contraindicaciones alcanzan a embarazadas, etapa de lactancia, mujeres en edad fértil sin un uso adecuado de un método anticonceptivo al menos tres meses previos o que estén buscando embarazarse; personas con enfermedad hepática y/o renal severa; alergia conocida a la ivermectina. No se la prescribe en ninguno de estos casos. Para quienes aceptan tomarla, son dos comprimidos de seis miligramos una vez por semana durante seis a ochos semanas. Luego se descansa cuatro meses, y se podría reanudar igual esquema. En algunos casos, la acompañan con carragenina (spray nasal), un puff en cada fosa nasal, uno en cada carrillo de la boca y uno debajo de la lengua tres veces por día mientras dure el tratamiento preventivo. El programa comenzó el 8 de septiembre. Respecto de los agentes de salud del Instituto de Cardiología, sobre 873 no participaron 502. Del resto 371 tomaron ivermectina y 241 tomaron esa droga y además carragenina. Al 1° de este mes, de los que no aceptaron la terapia, hubo 38 contagios de Covid y, en los que lo siguieron, seis y ninguno debió ser internado por complicaciones. En Tucumán el uso de la droga para combatir el coronavirus comenzó a mediados de octubre; se utiliza voluntariamente en los equipos de salud, con el mismo esquema de tratamiento que en Corrientes y con un grupo de control. La ministra de Salud provincial, Rossana Chala, dice que hubo «una alta adhesión», alrededor de 700 personas, y que no han detectado efectos adversos. También están trabajando con un grupo que toma ivermectina y carragenina (el tratamiento se extiende diez semanas). Además instrumentaron un protocolo con pacientes Covid positivo que incluye un grupo de control. En este caso es una única dosis de 24, 36 o 48 miligramos en función de si es leve, intermedio o grave. La decisión, explica Chala, se tomó después de seguir las experiencias de Corrientes y los trabajos de Krolewiecki y Héctor Carvallo, ex director del hospital de Ezeiza y docente universitario. En Tucumán, además, hay trabajos con suero equino e investigaciones en marcha para un test de control de anticuerpos. La referencia de la funcionaria es al protocolo que Carvallo realizó junto al infectólogo Roberto Hirsch del Hospital Muñiz. Los primeros ensayos fueronde prevención y tratamiento y los resultados se entregaron el 28 de junio; el preventivo fue con personal médico y auxiliares de la salud (1195 en total) repartidos en cuatro centros asistenciales de Ezeiza, Caseros y Cañuelas. Del global, 788 recibieron ivermertina y carragenina; entre quienes no la usaron, hubo 237 contagios (58%). En el otro grupo, ninguno. Carvallo señala que en el ensayo de tratamiento la mortalidad se redujo de siete a uno y en el de prevención, de 11 a cero: «Como no alcanzaba con eso se hicieron estudios más prolongados, más extensos con iguales resultados. En este momento hay 42 ensayos en todo el mundo, de los cuales 23 están terminados con resultados similares; los más humildes bajan la mortalidad de tres a uno y otros, de ocho a uno. Tomando el más humilde significa que sobre 39.000 muertos, 26.000 tendrían que estar vivos». Insistió en que los resultados de los ensayos se entregaron «en mano» a las autoridades sanitarias tanto de la Provincia de Buenos Aires como de la Nación. «Estamos esperando la respuesta», dijo. Desde el Ministerio de Salud de Salta prefirieron no dar detalles. Sin embargo, hace unos días el ministro Juan José Esteban dijo que están usando la droga con personal de salud del Hospital El Milagro y «por resolución preventiva» con adultos mayores y personas con enfermedades de base o causas de comorbilidad (grupos de riesgo). Él mismo admitió tomar 6,9 miligramos cada semana. También es voluntario el uso en el Hospital Arturo Oñativia, que recibió una donación de un laboratorio que la produce. Voceros del Ministerio de Salud de Jujuy indicaron que la provincia «proyecta la aplicación», y en el comienzo se trabajaría con 500 tratamientos. También Río Negro analiza comenzar a utilizar la droga. En San Luis, ante el aumento de la demanda de la droga en las farmaciasGraciela Sarmiento, responsable del Plan Covid-19 del Ministerio de Salud, indicó que las decisiones que toman en su órbita se basan en «evidencia científica» y que hasta ahora «no existen estudios que respalden el uso del antiparasitario como una cura efectiva o para disminuir los síntomas de la enfermedad, ni que sirva para evitar su contagio». Marisa es cordobesa. No es personal de salud y pidió una receta de invermectina. Toma 12 miligramos por semana y lo hará durante ocho semanas. «Me siento bien y me decidió porque mi hermano también la toma». Tampoco él es agente sanitario ni tuvo Covid-19. Justamente Sued alerta sobre la existencia de médicos que entregan la receta a demanda del paciente y de que existen farmacias que la entregan sin receta. El infectólogo Roberto Chuit ratifica que toda medicación tiene una prescripción específica autorizada «y si no está es porque los estudios no han sido terminados». Grafica que usar la ivermectina sin autorización de Anmat sería equiparable a «ponerse la vacuna sin que esté habilitada». Reconoce que algunos resultados parecen promisorios. «Pero eso no alcanza. Al no haber otra cosa muchos la utilizan como una probabilidad pero es riesgoso. No pasa nada si todo está bien, pero si llegara a pasar algo es tema judicial». Ese último comentario vale no para las provincias que cuentan con firmas de consentimiento para las experiencias que llevan adelante, sino para quienes compran y toman sin ningún control. Hugo Sigman, del Grupo Insud y dueño del laboratorio que producirá en la Argentina la vacuna de Oxford y AstraZeneca, habló de la ivermectina, a la que se refirió como «otro proyecto» que barajan y se refirió al estudio publicado en The Lancet. «Tenemos mucha experiencia en utilizarla en altas dosis», apuntó y agregó que es «muy interesante para el futuro, sobre todo aplicado en pacientes que hayan presentado sus síntomas no más allá de los cinco días».

Ford cierra sus plantas en Brasil. Mantiene la de General Pacheco en Argentina

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(Debe añadirse «Noticia en desarrollo». Las declaraciones de los ejecutivos de Ford nos inclinan a pensar que estamos ante cambios importantes en su estrategia de producción en el Mercosur).

«La automotriz Ford resolvió cerrar todas sus fábricas de Brasil y cesantear a alrededor de 5.000 operarios, en una decisión que generó un fuerte impacto en toda la industria automotriz de la región. La filial de Ford en la Argentina no fue afectada y, de hecho, en su comunicado la multinacional confirmó que sigue adelante con su proyecto de lanzar la nueva versión de la Ford Ranger, una inversión de casi 600 millones de dólares en la fábrica de General Pacheco.

Igualmente, el cierre de Ford Brasil se sentirá en las concesionarias argentinas de la marca, ya que casi de un día para otro ya no habrá unidades disponibles del Ford Ka, uno de los modelos más vendidos en nuestro país. Tampoco habrá más Ford EcoSport de origen brasileño, si bien fuentes del mercado aseguraron que el modelo seguirá siendo importado desde otras plantas de la marca, en Rumania o India, para abastecer a los suscriptores de losplanes de ahorrode este modelo. A través de un comunicado difundido ayer, Ford Motor Company informó que Ford Brasil cesará la producción en tres fábricas de ese país, ubicadas en Camaçari, Taubaté y Troller, «dada la pandemia del COVID19 que amplifica las persistentes capacidad ociosa y bajas ventas que resultaron en años de pérdidas significativas«. “Con más de un siglo en Sudamérica y Brasil, sabemos que estas son acciones muy difíciles pero necesarias para crear un negocio saludable y sostenible”, dijo Jim Farley, presidente y CEO de Ford a nivel mundial.
El CEO mundial de Ford, Jim Farley, hace dos años en el Salón del Automóvil de Detroit. Este lunes comunicó el cierre de las plantas de Ford en Brasil.

El CEO mundial de Ford, Jim Farley, hace dos años en el Salón del Automóvil de Detroit.

Con 6.200 empleados en Brasil, el cierre de las fábricas dejará sin empleo a alrededor de 5.000 operarios. La empresa agregó que comenzará a «trabajar» con los sindicatos para acordar «un plan equitativo y balanceado con el fin de mitigar los impactos de finalizar la producción». ¿Por qué Ford decidió cerrar sus fábricas de Brasil, un mercado que aun en baja supera ampliamente los dos millones de unidades por año? De hecho, para este año las proyecciones de fuentes del sector son alcanzar ventas por entre 2,6 y 2,7 millones de unidades. El comunicado de la empresa no lo menciona, pero una de las razones del cierre de Brasil fue la decisión de Ford de dejar de hacer autos chicos, que es una de las especialidades de la industria de ese país. «Ford se está moviendo hacia vehículos comerciales, hacia camionetas, SUV’s o bien hacia modelos emblemáticos, como el Mustang. Pero ya se había dejado de hacer el Fiesta y ahora se decidió avanzar con ese eje de negocio, en el cual las fábricas de Brasil no tienen modelos«, dijeron las fuentes del mercado. En sentido contrario, la planta de Ford en Argentina no sólo sigue adelante, sino que tiene asegurada una inversión de 580 millones de dólares que le garantiza la actividad por varios años. El propio titular de Ford para la región, Lyle Watters, se lo anunció al presidente Alberto Fernández, a comienzos de diciembre. El impacto más importante, a nivel local, será dentro de las concesionarias: el Ford Ka es uno de los vehículos más vendidos a nivel local (el año pasado terminó octavo en el ranking) y había sido relanzado en 2015. No habrá un período de «amortiguación» para el cierre de las plantas, excepto para la de Troller, en el nordeste brasileño, que seguirá activa unos meses más. Pero las plantas de Camaçari y Taubaté, donde salen el Ka y la EcoSport «cesarán inmediatamente», agregó la empresa. «Como resultado, la compañía finalizará las ventas de EcoSport, Ka y T4 una vez que los inventarios sean agotados. Las operaciones de manufactura en Argentina y Uruguay, y las filiales de ventas en otros mercados de Sudamérica no se verán afectadas«. La nueva versión de la Ranger será lanzada en 2023, según anunciaron en diciembre Watters y el titular de Ford Argentina, Martín Galdeano, al presidente Fernández. Parte de la inversión será para la nueva maquinara que requerirá el nuevo modelo, pero también la automotriz tiene previsto modernizar la fábrica de General Pacheco y destinar una parte importante de la inversión al «desarrollo» de nuevos proveedores.»
El titular de Ford Argentina, Martín Galdeano, con el presidente Fernández

En 2020 se produjeron 1 millón cien mil test serológicos argentinos para COVID-19

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Los test serológicos argentinos para COVID-19, “COVIDAR”, desarrollados por científicos de la Fundación Instituto Leloir (FIL) y del CONICET, con la participación del Laboratorio Lemos, alcanzaron al terminar el año una producción de 1.100.000 determinaciones. Hasta la fecha se distribuyeron 800.000 a hospitales y centros de salud públicos y privados.

En tiempo récord y en el marco de la Unidad Coronavirus, integrada por el Ministerio de Ciencia, el CONICET, y la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i), un equipo de investigación de la FIL lograron desarrollar los kits ‘COVIDAR IgG e IgM’. “Estos kits se usan para determinar la presencia de anticuerpos específicos contra el coronavirus y permiten definir si una persona está o estuvo infectada en el pasado. Los test “COVIDAR” se usan para control de la transmisión en barrios, el cuidado del personal de salud, vigilancia del personal de geriátricos, etc. La producción a gran escala de los kits se logró gracias al trabajo del Laboratorio Lemos que mantuvo el nivel de producción sin fines de lucro, lo que permitió (cubriendo los costos) realizar donaciones a todo el país. «Este desarrollo, que cuenta desde mayo con la aprobación de la ANMAT, nos independiza de tener que importar estos insumos costosos”, afirmó la investigadora del CONICET Andrea Gamarnik, líder del proyecto COVIDAR y jefa del Laboratorio de Virología Molecular de la FIL. Los kits se están empleando con múltiples aplicaciones en todo el país: para evaluar la evolución de la pandemia, el control de la transmisión en barrios, el cuidado del personal de la salud, la vigilancia en el personal de geriátricos y residencias, la selección de plasmas de donantes y para diversos estudios clínicos con el fin de entender cómo es la respuesta inmune en personas infectadas con el nuevo coronavirus. En cuanto a su distribución, hasta el momento el 25% de los kits se destinó a la ciudad de Buenos Aires, un 40% a la Provincia de Buenos Aires, 10% a la Provincia de Córdoba, un 5% a la Provincia de Santa Fe, 4% a Jujuy, 4% a Río Negro y el resto a otras provincias del país. “El desarrollo de los kits serológicos fue una experiencia inédita que trazó una nueva forma de trabajo colaborativo. Nos permitió establecer un nexo entre los laboratorios de investigación del CONICET, profesionales de la salud en cientos de hospitales del país, autoridades de salud, entes regulatorios y procesos productivos, hasta llegar a la utilización de los kits en la población. El éxito de este proyecto debe servir de aprendizaje para extrapolarlo a otras problemáticas de enfermedades infecciosas locales”, puntualizó Gamarnik. Y agregó: “Además de continuar produciendo y distribuyendo los kits, el grupo COVIDAR abordó nuevos desafíos. Actualmente nos encontramos trabajando en el desarrollo de nuevos ensayos diagnósticos para COVID-19 en distintos proyectos, incluyendo el estudio de la respuesta inmune frente a las vacunas”. El test COVIDAR se usó para estudios de seroprevalencia en distintos puntos del país como el que determinó que hasta comienzos de noviembre cerca del 14% de los porteños tuvieron COVID-19. También fueron útiles para identificar a los donantes de plasmas en investigaciones realizadas por el Hospital Italiano y la Fundación INFANT. En esa línea, los estudios liderados por la Fundación INFANT indicaron que la aplicación temprana de plasma de convaleciente con altos niveles de anticuerpos disminuye un 60 % la posibilidad de que los pacientes con COVID-19 agraven su condición. Con el fin de emplear los plasmas como posible terapia, el grupo COVIDAR elaboró protocolos estandarizados que permiten la selección de donantes de plasma en forma descentralizada, en los lugares donde deben aplicarse. En el contexto de la emergencia sanitaria, en el mes de septiembre la FIL puso en marcha un nuevo laboratorio con el fin de poder realizar estudios de vigilancia activa en geriátricos y otras instituciones cerradas por medio de los ensayos serológicos. Desde entonces dicho laboratorio ha procesado de manera gratuita más de 17.000 muestras y ha identificado a tiempo focos de casos asintomáticos en diversos geriátricos, contribuyendo al cuidado de los sectores más sensibles. Recientemente, PAMI y la FIL firmaron un convenio de colaboración para profundizar este trabajo en forma conjunta. “Este año tuvimos que cambiar de planes de un momento para otro. Un grupo amplio de investigadores y becarios de FIL se propuso generar herramientas robustas para medir anticuerpos contra COVID-19 y lo lograron”, afirmó Angeles Zorreguieta, directora de la FIL e investigadora del CONICET. “Fue una experiencia única que nos demuestra que somos capaces de responder a situaciones sanitarias críticas, gracias a la capacidad y el enorme compromiso de nuestras/os investigadoras/es, becarias/os y personal de apoyo”, agregó. “Queda mucho trabajo por delante. La circulación del nuevo coronavirus está en pleno aumento en nuestro país y, si bien se comenzó el plan de vacunación, debemos doblar los esfuerzos para evitar los contagios. Seguir rastreando, testeando y aislando en este momento sigue siendo imperativo”, subrayó Gamarnik. El grupo COVIDAR también está formado por Marcelo Yanovsky y Julio Caramelo, jefes de laboratorio de la FIL; María Mora González López Ledesma, Horacio Martín Pallarés, Diego Ojeda, Guadalupe Costa Navarro y Lautaro Sánchez; Jorge Carradori, del Laboratorio Lemos; y Diego Álvarez, del CONICET y del Instituto de Investigaciones Biotecnológicas (IIB) de la UNSAM.