miércoles, 27 agosto, 2025 - 10:09 pm

En la América del Norte, «el invierno se acercó.» Y millones lo están sufriendo

El frío extremo se apodera de EE. UU. mientras el «jet stream» (la corriente en chorro) se dobla bajo el cambio climático.

(Corriente en chorro, jet stream en inglés, es un flujo de aire relativamente fuerte e intenso que se produce en las atmósferas de algunos planetas, incluyendo la Tierra.​ Es el equivalente de las corrientes marinas). Los pronósticos previos a la Navidad prevén una caída rápida de las temperaturas -que ya está sucediendo desde ayer- y una posible «bomba ciclónica» porque la corriente en chorro es más irregular de lo habitual. Una inmersión extrema por la corriente en chorro a través de América del Norte está impulsando la cuña de aire frío hacia el corazón de los EE. UU. y empujando las temperaturas por debajo del punto de congelación hasta las costas del Golfo de México. Es el tipo de evento que podría volverse más común a medida que se acelera el cambio climático. Los signos de un cambio repentino en la corriente en chorro se pueden ver en las temperaturas del jueves y sus pronósticos. La temperatura mínima en Montana llegó a menos -45.6 C, según el Centro de Predicción del Tiempo de EE. UU. Se esperaba que el máximo de temperatura en Chicago, 0,6 de grado, cayera a -17° durante la noche. El Central Park de Nueva York pasará de 12° hoy viernes por la tarde a -10° en cuestión de horas, mientras que en Dallas se pronostica que el máximo de 7° del jueves caerá a -12°. Miles de vuelos ya han sido cancelados en una de las épocas de viajes más concurridas del año.   La fuerza detrás de esta profunda congelación es el frío transportado desde el Ártico por la corriente en chorro, una cinta de fuertes vientos que rodean el globo. “Con el clima tan loco, puedes apostar tu último dólar a que se debe a que la corriente en chorro es más loca de lo habitual”, dijo Jennifer Francis, científica principal del Centro de Investigación Climática Woodwell en Falmouth, Massachusetts. Estas torceduras agudas en las corrientes en chorro son un sello distintivo del clima cambiante, al igual que los desastres climáticos extremos, como sequías, inundaciones y olas de calor. El verano pasado, otra curva pronunciada en la corriente en chorro causó un calor récord en todo el estado de Washington y Oregón, mientras bombeaba aire más frío hacia el centro de los EE. UU., provocando inundaciones devastadoras en Missouri y Kentucky. La helada prenavideña en los EE. UU. es uno de los ejemplos más poderosos de una corriente en chorro torcida en diciembre, dijo Jeff Masters, meteorólogo de Yale Climate Connections. Encontrar un ejemplo anterior significaría mirar hacia atrás hasta diciembre de 1983. Lo sorprendente del frío de esta semana es que llega durante una temporada relativamente templada hasta el momento. “Un evento como este puede ocurrir naturalmente”, dijo Masters. “Pero con la interrupción de los patrones climáticos globales que trae consigo el cambio climático, aumenta la probabilidad de ver eventos climáticos inusuales en cualquier temporada”. La entrega del frío de la corriente en chorro directamente desde el Ártico también proporciona la mitad del combustible que necesitará la tormenta de invierno que cruza los EE. UU. para explotar en una bomba ciclónica. La otra mitad es el aire húmedo anormalmente cálido que sube del Golfo de México, que al igual que el Atlántico en su conjunto, está “teniendo fiebre”, señala Jennifer Francis. “Esos enormes contrastes de temperatura son de lo que están hechos las bombas ciclónicas”. La tormenta lanzará ráfagas de más de 100 km por hora en zonas del norte de EE.UU. y de la Costa Este, suficiente para derribar ramas de árboles y causar apagones generalizados. También provocará una fuerte marejada ciclónica en la costa de Nueva Inglaterra justo cuando las mareas estén en su punto más alto debido a la luna nueva. Masters advirtió que Portland, en Oregón, también podría experimentar algunas de sus mareas de tormenta más altas desde 1978, cuando una ventisca masiva enterró el noreste bajo pies de nieve, todo gracias a una curva inusualmente pronunciada en la corriente en chorro.

Comentario de AgendAR:

No hay mucho que agregar a esta información de Bloomberg, tan parroquialmente concentrada en los EE.UU. Pero los fenómenos climáticos no saben de fronteras. Es necesario que Argentina se prepare ante un hecho contraintuitivo: el calentamiento global en curso alimentará fenómenos extremos, tanto de frío como de calor. La popular película catastrófica «El día después de mañana» puede verse como un documental 🙂 Si ubicamos esta noticia en la sección Internacional, es por un factor muy práctico: este fenómeno hará que el gobierno y la sociedad estadounidense se preocupen aún más por el cambio climático. Lo que va a tener consecuencias en el comercio internacional. El gobierno y los productores argentinos deberán tomarlo en cuenta.

Abel B. Fernández

 

El último Jumbo. La saga de los aviones gigantes – Conclusión

La primera parte de esta nota está aquí.

Presentado el Jumbo Jet en la feria de aeronáutica de París en 1969, aquel año La Reina del Aire estableció, junto con el descenso en la Luna de Armstrong y Aldrin, varias décadas en las que el planeta se resignó admirativamente a la superioridad tecnológica estadounidense en casi todo, países socialistas incluídos. Qué modo de malgastar esa fama, los yanquis…

              Nadie habría entonces imaginado que tan pronto como en los ’80 Japón destruiría a los USA en electrónica y diseño automovilístico dentro del mercado yanqui. Nadie habría previsto que esas industrias e incluso la emergente informática se escaparían sin regreso de EEUU rumbo a la China post-maoísta para entregarse allí a un “dumping” laboral y ambiental como no los vió ni Charles Dickens. Y todo eso con las bendiciones de Washington y Beijing.

              Ningún país contribuyó tanto como EEUU a la grandeza de su único rival de hoy, que ya no es ni la ceñuda URSS ni la loca Rusia subsiguiente, sino China, aquel lento país de campesinos. Como dijo un tal Vladimir Ylich Ulianov, la angurria de los capitalistas les hace venderte la soga con que los vas a ahorcar. Y la soga fue tecnológica, y su primogenitura el Esaú autodenominado Uncle Sam la canjeó por un estúpido plato de lentejas de trabajo semiesclavo y contaminación gratis en China.

              Boeing, Airbus y Embraer tienen fábricas de aviones de pasajeros en China, y no son pocas ni chicas ni recientes, ni se limitan a componentes: producen aviones completos. Sería esperable que China se hubiera vuelto un fabricante emergente, el equivalente de Embraer o de Bombardier.

              Pero no es para todos la bota de potro, como dicen en Chacharramendi: la corporación china COMAC ya tiene un bimotor de fuselaje estrecho capaz de competirle al Boeing 737 MAX y el Airbus A 320 Neo y se propone construir 2000 de esos. Sin embargo, es un avión pesado (todo aluminio, cero plásticos compuestos) y le falta alcance: no tiene muchas chances de venderse fuera del mercado interno chino, aunque éste sea gigantesco. Así las cosas, la aviación de pasajeros todavía seguirá un tiempo en plan de club de rubios, con la notable excepción de la brasuca Embraer en jets de cabotaje.

              En 1973 el precio del petróleo se disparó, y con él el del kerosene JP-1 que usan las turbinas aeronáuticas, y con todo ello también el precio de los asientos. Boeing respondió a la crisis con Jumbos de fuselaje alargado a 76,60 metros para empaquetar cada vez más pasajeros en clase turista, y remotorizando Jumbos con turbofanes cada vez más bocones y eficientes.

           Los Jumbos y la desrregulación aérea del presidente Ronald Reagan hicieron explotar el mercado aeronáutico. Éste se masificó y adoptó el penoso –para los pasajeros- esquema “hub and spoke” (eje y radio, en referencia a las ruedas de bicicleta), del que va saliendo en este siglo.

              Con este modelo, cada país tiene un número limitado de aeropuertos grandes, de supertransbordo, a los que se llega desde lejos en aviones de fuselaje ancho, y desde los cuales la gente se reparte hacia otros “hubs” o a sus destinos finales en aviones más flacos, chiquitos y de menor alcance. Esta fue la norma del Hemisferio Norte, donde está el 90% de la Humanidad y no hay tanta superficie oceánica.

Cada vez más bocones, los 4 turbofanes del Jumbo. Pero para competir en eficiencia con los rivales de hoy, deberían ser sólo 2, y tan grandes que en pista irían arando el suelo.

              El “hub and spoke” cambió la aviación: las líneas podían servir a más aeropuertos con menos aviones, aunque enormes, y estos volaban con las clases turistas atestadas hasta la obscenidad. La distancia horizontal entre respaldos fue disminuyendo del 1,08 metros a los 70 cm. habituales en las low-cost de hoy, mientras el ancho del asiento bajaba de medio metro a 42,5 cm., lo suficiente para que sobre la línea de pasillos, la gente XL viaje con medio culo en el aire.

              Los tramos largos se volvieron una tortura minuciosa para lungos, patilargos y corpulentos, y también un riesgo de trombosis venosa profunda en las patas de los que tienen asuntos coagulatorios como las arritmias auriculares, frecuentes pero raramente diagnosticadas. Los trombos (son coágulos) pueden obstruir de pronto las venas de miembros inmovilizados durante muchas horas, los cuadros son súbitos, dolorosos y si no se atienden a tiempo te llevan a la amputación, o peor.

              El problema está potenciado porque toda turbina gasta menos en la tropopausa, que es la división entre tropósfera y estratósfera. Normalmente esa interfase está a 12.000 metros sobre el nivel del mar. Allí se vuela con una presión de aire en cabina de 0,68 atmósferas, la normal a 3000 metros sobre el nivel del mar, como a medio camino entre La Quiaca y Tilcara, para decirlo en “jújeño”.

              Como afuera del avión reinan condiciones casi de vacío industrial, los fuselajes subpresurizados viajan menos inflados por el diferencial de presiones, y sus componentes metálicos sufren menos “fatiga de materiales”, o propagación de microfisuras. Con su cóctel satánico de inmovilización e hipoxia, las aerolíneas buscan alargar sus márgenes de ganancia y la vida útil de los aviones. No así la de los pasajeros.

Tremenda manga de hijos del Gran Houdini… los pasajeros no se olvidan nada a bordo cuando escapan de un avión en llamas, aunque eso demore su salida y la de los otros, y los mate –si escapan- de neumonitis pulmonar si aspiran demasiado humo. Entre eso y los asientos amontonados, de esa regulación que manda salir en 90 segundos, olvídate, cariño.

              Por otro lado, en caso de accidente en pista (y el 80% de los accidentes ocurren allí), las filas de asientos pegadas entre sí se llevan pésimo con aquel solemne requisito de la FAA que dice que un avión debe ser enteramente evacuable en 90 segundos.

              Esa otrora prestigiosa agencia asegura haber hecho testeos de evacuación de diversos aviones con 775 voluntarios más bien voluminosos, y jura que el empaquetarlos como ganado no alargó jamás el tiempo de salida. Lo cual se da de palos con la lógica, la física, las asociaciones de defensa del consumidor y los gremios de azafatas/os.

              Los 775 voluntarios de la FAA debían ser hijos y nietos del Gran Houdini. La historia brutal y dura demostró que un Jumbo accidentado en pista jamás pudo vaciarse en 90 segundos, incluso en los ’70, cuando las filas de asientos de clase turista estaban decentemente separadas, el yanqui varón adulto promedio pesaba 7 kg. menos que hoy, y la gente en la cabina a lo sumo llevaba un bolsito. Y eso se demostró con cadáveres.

              La Boeing ganó plata a lo perro con el Jumbo y a la prolongación del milagro contribuyó mucho su 747-800 de 1988 para sólo 416 pasajeros, aunque capaz de volar 13.450 km. sin escalas, casi el doble que el modelo inicial.

              Terminando el siglo XX, Boeing venía quebrando y/o absorbiendo a sus rivales, y en ese canibalismo adquirió los vicios de “management” de una de las empresas devoradas, McDonnel Douglas, cuya plana estaba atiborrada de financistas, abogados corporativos y marketineros.

              Eso le cambió la cultura. Boeing incluso puso su nuevo “headquarters” en Saint Louis, a 3300 km. de la vieja y enorme fábrica de grandes aviones de Everett, demasiado llena de ingenieros aeronáuticos, técnicos, laburantes y otra gente demasiado real. Como ciertos endoparásitos neurológicos, McDonnell se comió el cerebro de una firma que había sido tecnológicamente revolucionaria.

              Eso se agravó con una segunda forma de endoparasitismo: la FAA dejó en manos de la ahora todopoderosa Boeing departamentos enteros de licenciamiento de sistemas. La Boeing les pagaba los salarios. Fue como poner al perro a vigilar los chorizos del asado.

              En los años ’40 y en un marco competitivo (hasta la Ford fabricaba aviones, entonces), las burocracias federales eran distantes, profesionales y estables, no nidos de ratas corporativas. La confianza en Boeing por parte de los viajeros frecuentes de EEUU era tal que circulaba aquel refrancito: “If it’s not Boeing, I’m not going” (Si no es un Boeing no me subo).

              Hoy, en otro marco económico, político, regulatorio y tecnológico surgen solitas aberraciones con alas como el Boeing 737-800 MAX, del cual despotriqué de sobra aquí. Y sí, Bro, si hoy no te subís a un MAX, “you are not going”. No quedan muchos otros modelos de fuselaje ancho y media distancia, ni hay muchos otros fabricantes que hayan sobrevivido. Si no te gusta hacés dedo, pibe.

              Cuando perpetró este ataúd con alas, el 737-800 MAX, Boeing llevaba décadas de monopolio mundial. Pero ya a caballo de otros aviones, porque las defensas para-arancelarias de la FAA habían sucumbido. El fundamento legal de la FAA para impedir el arribo del Airbus 300 tenía por fundamento estadístico la seguridad de las turbinas y su potencia.

              En los ’60 y ’70 era mejor hacer largas distancias con cuatro motores, y no con tres y menos que menos, dos: las plantadas espontáneas de turbina eran menos infrecuentes que ahora. Llegar a la primera pista larga a mano con dos tercios o con la mitad de la potencia motriz no era imposible, pero –como admiten los pilotos- “volando con el traste lleno de preguntas”.

              En 1980, literalmente aburrido de triunfar con el Jumbo pero anticipándose a la futura competencia europea, el director de ingeniería de Boeing, Dick Taylor, se atrevió a preguntarle a Lynn Helms, director de la FAA si no pensaba relajar un poco aquella regla. Helms le ladró: “Va a ser hacer frío en el infierno antes de que yo permita que vuelen bimotores en tramos largos sobre agua”. Las relaciones incestuosas entre Boeing y la FAA todavía eran cosa del futuro.

              En 1985, sin variaciones demostrables de la temperatura del infierno, Ronald Reagan había sido reelecto como presidente y era el mismo que en su primer período le había impuesto horarios de mierda a los controladores aéreos, que de suyo viven con el mate fundido. Y cuando estos fueron a paro nacional, los echó a la calle y los hizo sustituir por personal de la Fuerza Aérea. El tipo era un desregulador.

              Así las cosas, la FAA de Reagan dictaminó que se podía llegar a EEUU (el mayor mercado aeronáutico del planeta) con tres motores y también con dos, y desde distancias hasta la costa crecientemente mayores. La nueva regulación se llamó ETOPS, acrónimo de “Extended Twin-engine Operations” (vuelos extendidos con dos turbinas). Los pilotos, gremio turro si los hay, interpretó la sigla como “Engines Turn or Passangers Swim” (o los motores funcan, o los pasajeros nadan). Pero se la tuvieron que bancar.

              ETOPS habilitó a operar hacia y desde EEUU a una plétora de competidores del Jumbo con trimotores e incluso bimotores de fuselaje ancho y dos pasillos: los Lockheed Tristar, los Airbus 310 y el todavía novedoso 767 de Boeing, en competencia con su mamá, la Reina Jorobada. Ya lo dijo Shakeaspeare en King Henry: “Uneasy rests the head that wears the crown” (La cabeza que lleva la corona no duerme tranquila).

              Y aún así, acosado incluso por sus sucesores de igual marca, a fines de siglo el Jumbo seguía inexpugnable en nichos extrañísimos para grandes aviones, como el de cabotaje en Japón, China y el Sudeste Asiático.

              En Haneda, Tokio, en 1995 y a punto de salir para Hiroshima, recuerdo haber visto, con bastante incredulidad, hasta 10 Jumbos en el aire en planeo final hacia la cabecera de aterrizaje. Debía haber más, pero invisibles por la distancia y la humedad aérea primaveral. Iban enfilados uno tras otro, como vagones de tren, separados entre sí por la distancia mínima para que la estela de turbulencia del avión al frente no hiciera flipar al de atrás y lo dejara con las ruedas para arriba. Ese cuadro no lo había visto en ningún otro lado. Puro espíritu banzai y nervios de acero, esos pilotos japoneses, pero también un avión que logra, andá a saber cómo, tener comandos efectivos a bajas velocidades. Otra hazaña técnica de Joe Sutter, y van…

              Mi avión (y los que vi en el aire) volaban atiborrados. Faltaba gente parada y aquello era el subte de Tokio. Ya sin ninguna protección regulatoria yanqui, la reina de los cielos se atrincheraba en nichos de “cabotaje extremo” en el Sudeste Asiático para no abdicar. Y Boeing, aún revolcándose en dólares, no se atrevía a discontinuar su paquidermo-ícono aunque le obturaba mercados a sus bimotores nuevos, y sencillamente porque seguía siendo un avión de la gran siete.

              ¿No le pasó lo mismo a Ford en el mercado argentino con su Falcon? En EEUU apareció en 1960 y desapareció en 1970 sin dejar ni recuerdos. Aquí Ford se tuvo que bancar al Falcon en línea de producción hasta 1991, aunque era autocompetencia de todos los sedanes posteriores de la casa, como el Taunus y el Sierra, notoriamente menos robustos. Las reinas no abdican fácil.

              Boeing logró llegar a 2007 con un único rival: el consorcio pan-europeo Airbus. A partir de las regulaciones ETOPS, ambos fabricantes se volvieron un dupolio que se repartía el mundo con cierta armonía, al estilo de Nu y Eve, las mellicitas del Nueve. Pero la buena leche se rompió los europeos atacaron al Jumbo con su A380, el mayor jet de pasajeros construido jamás.

              Este gigantón de hasta 660 asientos y dos pisos corridos completos, desde el cockpit hasta el cono de cola, se volvió la opción favorita de Emirates y Qatar, las aerolíneas nacionales de las petromonarquías dueñas de “super-hubs” de transbordo, que redistribuyen pasajeros entre Norteamérica, África y Eurasia.

El brutal A380 de dos pisos corridos desde cabina a empenaje, y la cantidad de azafatas que solían poblarlo hasta que Emirates cajoneó los 118 que se compró al cuete: el mercado abandonó el modelo “hub & spoke” por el “point to point”. Rey del Aire, pero brevemente. Grandote y al cuete.

              Luciendo más chequera que cabeza, algo casi obligatorio en esa parte del planeta donde cada sheik, emir o rey debe mostrar cada día que la tiene más larga que el vecino (la chequera), Emirates revoleó su flota de Jumbos y se compró los A380 en número de 118 de un saque, y sus relacionistas públicos lo bautizaron «Superjumbo» y “Rey del Aire”, creo que sin oposición de Airbus. No faltó quien lo llamara «Titanic del Aire» hasta que le dijeron que era una mala idea.

               Es difícil entender el tamaño de un A380, pero un dato que puede ayudar es que para Hach, la gran peregrinación a la Meca que resulta obligatoria al menos una vez en la vida para los musulmanes y ocurre en Julio, el fuselaje puede reconfigurarse para cargar hasta 860 pasajeros.

              Hoy Emirates no sabe muy bien qué hacer con sus Reyes del Aire. Airbus sí sabe: lo mató, discontinuó la fabricación. Y es que el mundo aeronáutico postpandémico va dejando atrás el modelo “hub and spoke”, y se mueve mejor con bimotores angostos pero intercontinentales, como el Airbus A 350 y el Boeing 777. Sólo se tienen algunos anchos para los enlaces entre sitios de supertransbordo, o los picos de demanda. Como en el ajedrez, cuentan más las reinas que los reyes. Y eso porque las reinas se mueven por todos lados.

              En 2020 y parte de 2021 los aeropuertos de todos los tamaños estaban despoblados por la pandemia. Los aviones de aerolíneas que lograban volar se ganaban la diaria moviendo carga, y no sólo en bodega: desmontar asientos es fácil. Pero ya actuaba otra corrosiva intercurrencia tecnológica: los pasajes comprados por Internet no sólo habían exterminado las agencias de viajes remanentes, sino que venían desperdigando a los pasajeros según nuevas divisorias de clase.

              Por un lado iban quedando los ejecutivos, con sus viajes pre-planificados (y por ende, más baratos), en general en “business” dentro de horarios más o menos compatibles con la jornada laboral en el sitio de llegada. Pero por otra parte estaba la mesnada turística, que se banca tratos de barco de trata por la imposibilidad de planificar sus viajes a calendario completo. Con usuarios tan disímiles, los aviones demasiado grandes empiezan a salir con asientos vacíos.

              Las aerolíneas contraatacan con flotas menos rígidas: bimotores flacos de un solo pasillo pero de un alcance impensable en los ´80. Los turbofanes son tan bocones que van arañando el piso, y el aluminio fue masivamente sustituido por fibra de carbono y titanio como materiales preponderantes. Ergo, las células pesan decenas de toneladas menos para igual cantidad de asientos, y al ahorrar hasta un 20% de combustible respecto de los modelos de fin de siglo, permiten volar entre aeropuertos chicos que antes eran únicamente sitios de cabotaje.

              A las aerolíneas eso les permite menos frecuencias y salir siempre con asientos llenos. A los pasajeros, por su parte, les evita la pesadilla de los grandes “hubs”, los intraducibles y caóticos aeropuertos de supertrasbordo, mejores lugares del mundo para perderse una salida porque tu vuelo de llegada se retrasó, o la señalética era una bosta y la distancia entre terminales, enorme. Excelentes sitios para que tu equipaje termine en Kuala Lumpur, además, aunque vos volvías a Lanús.

              El espinazo de una flota flexible hoy pasa por aviones flacos, de un solo pasillo y con sólo dos motores, aunque te llevan tan lejos como los de un un viejo Jumbo 400.

              Es imposible remotorizar el ultimísimo Jumbo que se fabricó, el 747-8, con sólo dos de estos turbofanes tan modernos y bocones. De fábrica, el último Jumbo vino con las 4 consabidas General Electric (GE) 2B67B, de 30,12 toneladas de empuje cada una. Pero si quisieras rediseñarlo para volar con sólo 2 turbinas, éstas deberían rendir 61,2 toneladas por unidad. Y todavía no existen.

     

Último intento británico por seguir fabricando aviones de pasajeros: el ya discontinuado Bae 146, cuatrimotor de cabotaje y con ala alta. En estos tiempos pijoteros, una suma de rarezas.

              Lo más polenta hoy por hoy son las GE-90, de 52,5 toneladas de empuje. Pero si se las calzás a un Jumbo, los despegues se volverían largos y peligrosos, y está el problema de adónde corno ponerlas en la célula. En lugar de 2,66 metros de boca, las GE-90 miden 3,30. Colocadas bajo las alas de un 747-8 irían literalmente arando surcos en la pista.

              Se podría alargar el tren de aterrizaje para subsanar el asunto, pero esto obligaría a cambios drásticos de ingeniería en el fuselaje y alas. Otra opción sería ponerle alas altas al 747, como las del viejo, pequeño y hermoso Bae 144, el último gran esfuerzo de Inglaterra de no desaparecer como diseñadora de aviones de pasajeros. Quizás el resultado se parecería un poco al carguero militar Lockheed Galaxy.

              Pero es al cuete rediseñar dinosaurios. Es tiempo de mamíferos.

              La última tecnología que terminó decidiendo el retiro de la Reina Jorobada se llama Zoom. Los ejecutivos con chapa prepandémica de “frequent flyers” viven más y mejor en la Internet que en aviones. La presencialidad laboral extrema también empieza a ser cosa de dinosaurios corporativos.

              También gracias a la Internet, los pasajeros ocasionales pueden peinar finito la oferta y comprar con antelación ofertones de vuelos directos punto a punto, sin transbordos. No sin que a tres o dos semanas de tu partida la aerolínea cuente asientos vacíos, suprima tu vuelo y te avise por Wattsapp que viajás después, pero siempre en plan sardina. Y andá a patalear.

              Cualquiera que entienda de medicina aeronáutica evita volar al cuete. La pandemia se volvió endemia, lo que significa que el SARS CoV2 sigue jodiendo, pero lo acompañan en franca e insólita “tridemia” el virus sincicial y los mutantes gripales. El distanciamiento social de 2020/21 los había dejado sin suficientes víctimas y hoy vuelven a cobrarse capital e intereses.

              Hoy el Ministerio de Salud en Argentina está seriamente julepeado que los hinchas que viajaron a Qatar no se vengan desde Medio Oriente con otras endemias regionales respiratorias virales que aquí hemos logrado expulsar, como el sarampión, u otras que nunca tuvimos, como el MERS (muy letal). Ver aquí.

              Sucede que la renovación de aire dentro de las cabinas es, medida en masa, aproximadamente del 10% por hora. Inyectar aire puro desde afuera del fuselaje es una buena idea pero tiene dos problemas: la presión estática en la tropopausa es de vacío técnico, y la temperatura de 40 o 50º bajo cero.

              Eso explica que cada hora se filtre y recircule el 90% del aire de cabina, con un uso mínimo de aire externo, y al que no le guste, puede volar en apnea. Si algún alienígena invasor diseñara un aparato de diseminar porquerías pulmonares, inventaría un jet intercontinental. Por algo el virus SARS CoV2 emergido en Wuhan a fines de 2019, tres meses más tarde estaba en todo el planeta, salvo la Antártida: viajó y viaja en avión.

La incipiente amenaza china: el COMAC B-001 en el aeropuerto de Pudong, en Shangai, 2017. El PCCH dice que van a fabricar 2000 en 20 años, pero eso excede no sólo el mercado local y el mundial de cabotaje, sino la capacidad de compra de componentes extranjeros del país.

              La Reina Jorobada de los Cielos, que tanto nos cambió la vida, ahora irá desapareciendo del todo. Se va la Reina, y aunque el presunto Rey viene siendo un relativo fracaso, el mundo aéreo seguirá bimonárquico un tiempo gracias a la Unión Europea. Eso si la china COMAC, la rusa UAC y la japonesa Mitsubishi no se mandan alguna revolución conceptual.

              No hay peligro de que suceda rápido: aunque la gente cree exactamente lo contrario, ninguna tecnología es tan conservadora como la aeronáutica. ¿Por qué los aviones de pasajeros de hoy son morfológicamente tan parecidos al Boeing 707 de 1957? Cambian los materiales, cambia la instrumentación, cambia el software, pero la célula, muy poco. Las aerolíneas odian toda novedad que no les haga ganar más guita, y los pilotos odian la novedad en general, porque los obliga a vivir arrancando curvas de aprendizaje sin que por ello les paguen un mango más.

              Por ahora, a los enemigos de la bimonarquía yanqui y europea no les da el cuero para ninguna disrupción cuantitativa como lo fue el Jumbo, ni cualitativa como trató de serlo el Concorde. Por ende, larga vida a los grandes bimotores como el Boeing 777 y 787, o al Airbus 350. No vinieron a cambiar la Historia, pero los veremos hasta el hastío en lo que resta de la nuestra.

Daniel E. Arias

La ciencia dependiente

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Una investigación que rastreó los temas abordados en más de 16.000 publicaciones en revistas científicas antes de la pandemia, indica que la agenda de investigaciones biomédicas y de salud del CONICET refleja prioridades globales determinadas por el mercado, y también los determinantes económicos asociados al lugar que ocupa la Argentina en la división internacional del trabajo.

Si algo quedó al descubierto tras el surgimiento de la pandemia fue el estrecho vínculo entre las investigaciones biomédicas y el mercado, a nivel global. Al respecto, una publicación científica publicada el año pasado en la revista PlosOne, daba datos cuantitativos sobre la interrelación entre las principales empresas farmacéuticas y las universidades más prestigiosas del mundo. Ahora, el mismo grupo de investigación analizó la agenda de investigación en Ciencias Biológicas y de la Salud del CONICET, para detectar en qué medida los temas de investigación responden a a las necesidades locales y las realidades que atraviesan los países en desarrollo. “La agenda de investigación del CONICET responde a la denominada Teoría de la Dependencia Académica, porque la agenda global es la que marca cuáles son las prioridades para la agenda de investigación que impulsa este organismo nacional”, afirma la investigadora Mercedes Carrillo, que participó en ambos trabajos junto a colegas de diversas disciplinas de la Argentina, Canadá e Inglaterra, y recuerda que en el primero descubrieron que la agenda está enfocada en el estudio de enfermedades que son redituables a la hora de desarrollar intervenciones terapéuticas, que estaban hegemonizadas por una perspectiva de la biotecnología y la biología molecular, y que los principales actores eran las grandes instituciones académicas de los países centrales, pero entre mezcladas con las empresas farmacéuticas, que no aparecían como financiadoras sino como productoras de conocimiento. De manera similar, a nivel local, el análisis mostró que los temas investigados fueron similares, con una fuente impronta en el estudio de cuestiones vinculadas al cáncer o enfermedades cardiovasculares y metabólicas, haciendo uso de las mismas herramientas de la biología molecular y celular. “El paper logra mostrar de una manera contundente cómo la agenda de investigación en salud y biomedicina del CONICET está alineada con la agenda global, respondiendo a prioridades que no necesariamente están alineadas con las de la Argentina. , sabemos, por la publicación anterior, que esas prioridades globales están cada vez más influenciadas por las grandes empresas farmacéuticas”, coincide la economista Cecilia Rikap, que es coautora de este trabajo.
“La falta recursos hace que el sistema de salud esté completamente desarticulado del sistema de ciencia nacional”, dice Blaustein.
Al respecto, Matías Blaustein, que es biólogo molecular en el iB3 (FCEyN-UBA) y también participó en este estudio, aclara que en la agenda internacional la investigación sobre estos temas articula la investigación básica de laboratorio con aquella vinculada al tratamiento de pacientes en hospitales y en centros de salud. En la agenda del CONICET, en cambio, “eso prácticamente no existe”, explica. Según Blaustein, esa articulación entre el sistema de ciencia y el de salud es usual en los países centrales, adonde hay recursos para elaborar ensayos clínicos y desarrollos que luego sirven para impulsar fármacos o tratamientos. “Acá, la falta recursos hace que el sistema de salud esté completamente desarticulado del sistema de ciencia nacional, que queda condicionado a ser un exportador de conocimiento, es lo que se conoce como extractivismo de conocimiento”, aclara el especialista. Ambos trabajos se desarrollaron antes de la pandemia por COVID-19 (los últimos datos considerados son de 2018). En ese entonces, las investigaciones sobre enfermedades causadas por patógenos representaban menos del 1% de los temas que se investigaban en la agenda global, mientras que en la Argentina había un grupo diferenciado de publicaciones sobre la enfermedad de Chagas, que está asociado a términos de biología molecular pero para una temática que responde a las prioridades locales. En paralelo, en el país también se investigan otras cuestiones como alimentos funcionales u otras vinculadas a la producción agroindustrial. “Este nuevo trabajo no solo muestra que hay una clara evidencia de dependencia académica, sino que también da cuenta de que hay otra parte de la agenda nacional que en términos de dependencia académica no está tan alineada, pero que responde a producir conocimiento que favorece al lugar que tiene la Argentina en la división internacional del trabajo, vinculadas básicamente al uso de la biotecnología aplicada al desarrollo de conocimiento para el sector primario y de alimentos”, dice Rikap. Para llegar a estos resultados, el grupo de investigación relevó las publicaciones del CONICET que aparecieron en las 30 revistas científicas de ciencias de la salud y biomedicina de mayor impacto o prestigio en el mundo en dos períodos diferentes, de 1999 a 2008, y de 2009 a 2018. Luego, en las 16.309 publicaciones que encontraron, hicieron un análisis en busca de los temas más investigados mediante el uso de herramientas de big data. Específicamente, realizaron la búsqueda a través de los términos que aparecían en títulos, palabras clave y resúmenes. “Una de las cuestiones más complejas fue, al inicio, la selección de los términos a incluir. Tuvimos que hacer un trabajo de curado manual de información muy importante, de analizar los términos y establecer criterios de qué incluíamos y que no, dentro de lo que consideramos que era la agenda de investigaciones”, explica Carrillo.
“Hay otra parte de la agenda nacional que en términos de dependencia académica no está tan alineada, pero que responde a producir conocimiento que favorece al lugar que tiene la Argentina en la división internacional del trabajo”, dice Rikap.
Los términos vinculados a biología molecular y celular representaron más del 60% de las publicaciones y aquellos referidos al cáncer alcanzaron el 4% de los trabajos rastreados, aunque la prevalencia de estos últimos es inferior a la de la agenda global, al igual que los estudios vinculados con enfermedades cardiovasculares. Por el contrario, los términos relacionados con otras categorías específicas, como inmunología, trastornos metabólicos o enfermedades neurológicas y de salud mental, mostraron casi la misma presencia en ambas agendas. Lo mismo ocurrió con las investigaciones relacionados con problemáticas socioambientales y ecológicas, que son marginales tanto en la agenda local como internacional. “Nuestra práctica está embebida dentro de un conjunto de prioridades o de políticas que muchas veces establecen las instituciones académicas y el Estado mismo, en las que se ponen ciertas prioridades. Si se analiza el Plan Argentina 2030 de CONICET, por ejemplo, las prioridades son de desarrollar herramientas tecnológicas que agreguen valor a las formas de producción que tiene el país, pero también es necesario analizar qué rol tiene el ambiente o qué lugar tiene la prevención, dentro de las prioridades que el Estado establece”, comenta Carrillo, que se especializa en el estudio de los efectos de los herbicidas sobre la salud humana y animal, un tema que no apareció en la agenda de investigaciones y al que  considera como uno de los “grandemente ignorados” por la agenda y las prioridades que se establecen en términos de política académica. “A la luz de todo lo que vimos y todo lo que sabemos ahora, sería interesante volver a analizar los contenidos de ambas agendas en los años que pasaron tras el surgimiento de la pandemia, porque es posible que las prioridades hayan cambiado, aunque las perspectivas de cómo se hace investigación en salud parecen sostenerse. El foco estuvo puesto en el desarrollo de las vacunas y dispositivos de testeo, por ejemplo, pero todo lo vinculado a prevención de enfermedades, acceso a agua segura, grupos de riesgo, alimentación, actividad fisica y otras cuestiones de salud pública, tuvieron muy poco lugar a la hora de considerar estrategias para mitigar los daños de la pandemia”, dice Carrillo. “En la segunda década que analizamos, aumentó muy fuertemente la cantidad de papers publicados en nuestro país. Eso es un correlato de la mayor inversión que se realizó en ciencia en esos años, pero el contenido de esa agenda siguió siendo el mismo e incluso se profundizó en algunos aspectos vinculados al cáncer o al agronegocio, y en lo que tiene que ver con la industria alimenticia”, agrega Blaustein, y enfatiza sobre la necesidad de empezar a establecer y reflexionar acerca del concepto de “discurso dominante científico”, que es el que impone una agenda a los países de la región, para poder debatir acerca de cuál es el contenido de la ciencia que le interesa hacer al país. “No alcanza solo con invertir más en ciencia, sino que es imprescindible que se discuta el contenido de la ciencia, ciencia para qué y para quién. De lo contrario, esa mayor inversión termina reproduciendo más cantidad de ciencia para al mercado, una ciencia orientada al servicio de ciertas corporaciones privadas como las farmacéuticas, el agronegocio, la megaminería o algún otro negocio extractivista, pero que no necesariamente responde a una agenda preocupada por los determinantes sociales o ambientales de la salud y la enfermedad”, concluye Blaustein.

Vanina Lombardi

Las consecuencias económicas de ser el país sede del Mundial, y el país que se queda con la Copa

(Aclaramos que esta nota de Esteban Lafuente fue escrita más de 3 semanas antes de la Final. Todo bien con el análisis económico, pero la emoción colectiva… no es medible).

Cada cuatro años, el Mundial de Fútbol paraliza a decenas de países alrededor del planeta. Se trata, posiblemente, del acontecimiento deportivo más relevante y convocante de la actualidad, que, a fuerza de goles, horas de televisión y millones de dólares construyó una maquinaria de negocios infinitos que excede el plano de los deportes.

Y, mientras los fanáticos de cinco continentes seguirán con atención el recorrido de la pelota y el resultado de sus equipos, los efectos de la Copa del Mundo de la FIFA también llaman la atención de investigadores y académicos, que buscan determinar el impacto económico del torneo y los potenciales beneficios que obtiene el campeón.

Según estudios recientes, ganar un Mundial genera efectos positivos concretos, más allá de la gloria deportiva y del cheque que recibe el equipo ganador, que en el caso de Qatar 2022 será de 42 millones de dólares.

Eso es, al menos, lo que concluye una reciente investigación del economista Marco Mello, de la Universidad de Surrey, que en su paper titulado A kick for de GDP: the effect of winning de FIFA World Cup (Un puntapié para el PBI: el efecto de ganar la Copa del Mundo) concluye que el país ganador de un Mundial experimenta un incremento de su producto bruto interno (PBI) de 0,25 puntos porcentuales en los dos trimestres posteriores a que su equipo se consagre campeón.

Utilizando herramientas de la econometría, el autor del trabajo coteja la evolución del nivel de actividad de los países de acuerdo con datos de la OCDE desde 1961 a la actualidad, y advierte una tendencia común en seis países que lograron levantar el trofeo dorado desde 1962 hasta hoy (Brasil, Alemania, Italia, Francia, Inglaterra y España).

“El PBI muestra un acelerado crecimiento en los primeros dos trimestres después de ganar una Copa del Mundo de la FIFA”, concluye el analista, aunque advierte que salir campeón tiene “solamente un efecto positivo de corto plazo sobre el crecimiento”.

Al desarmar los factores que, según la investigación, sostienen esta aceleración en el crecimiento de la economía, el autor advierte que ese impacto se debe a “un incremento en las exportaciones”, que tienen, en promedio, un desempeño 6,2% superior a la tendencia previa en el primer trimestre posterior a que el país obtiene el campeonato, mientras que la dinámica de la inversión no tiene “efectos estadísticos significativos”. Pero, al mismo tiempo, esa mejora en el flujo de divisas y el saldo de la balanza comercial, aunque acotado en el tiempo, tiene un efecto concreto que impulsa el nivel de actividad en la economía.

Entre los casos más significativos, el autor incluye a Brasil en 2002, y asocia al triunfo del equipo de Ronaldo y Rivaldo en el Mundial de Corea y Japón con un mejor desempeño en el comercio internacional de la economía de nuestro país vecino.

“Ese efecto, posiblemente, resulte del mayor interés internacional que disfruta un país después de ganar la más renombrada de todas las competiciones de fútbol del mundo”, advierte el paper, que plantea que un argumento similar es esgrimido por los organizadores de los Juegos Olímpicos (también se disputan cada cuatro años) para intentar convencer a países de recibir a esta cita deportiva.

¿Y el país organizador?

 El autor encuentra un impacto positivo en el país campeón, pero sostiene que no existe un efecto económico considerable en los organizadores del torneo. Y son múltiples los reportes y papers académicos que dan cuenta de este punto.

En el caso de los Estados Unidos en 1994, que no realizó gran inversión en estadios y utilizó instalaciones existentes, los autores Baade y Matheson concluyeron que las ciudades en las que se jugaron partidos registraron pérdidas de 9300 millones de dólares de aquel entonces, cuando se había esperado un efecto positivo neto de 4000 millones de dólares, en la previa del campeonato mundial.

El gasto que realizan los países organizadores para el desarrollo de un Mundial y para la construcción o puesta a punto de las instalaciones (estadios, infraestructura) es un punto que envuelve de polémica a cada torneo. El de este año, en Qatar, será el más costoso de la historia, con desembolsos estimados en más de 229.000 millones de dólares por parte del gobierno de ese país asiático, que debió construir siete nuevos estadios, muchos de los cuales quedarán sin uso luego de la Copa del Mundo.

Son nuevos casos, esos últimos, de una lista que recuerda al Soccer City, de Johannesburgo, o a los brasileños de Manaos (Arena da Amazonia) o Brasilia (Mané Garrincha), que luego de 2014 quedó en estado de semi abandono y hasta fue utilizado como plaza de estacionamiento de colectivos.

Algunas investigaciones académicas destacan el efecto de recibir el Mundial en el sector del turismo (que tiene incidencia en actividades de servicios, hoteles, transporte), y esa es la apuesta de Qatar, un país sobre el que existen severos cuestionamientos por cuestiones referidas al respeto por los derechos humanos. Hubo, en tal sentido, investigaciones y denuncias por las condiciones adversas de trabajo para los obreros inmigrantes. Y es un país donde, por ejemplo, la homosexualidad es considerada ilegal.

Efectos cercanos

Más allá de los efectos macro de ganar la final de un Mundial –que en esta edición no fue a mediados de año, sino que se desarrollará en diciembre, justo días antes de la Navidad–, la realización de un torneo tiene efectos micro y cotidianos que se repiten cada cuatro años, y que están asociados fundamentalmente a cambios de hábitos de consumo, motivados por los encuentros para ver los partidos, en familia, entre amigos o en la oficina.

“El Mundial genera un montón de eventos vinculados a los servicios. Nos juntamos a ver el partido, compramos una picada, traen cerveza y demás. Se genera un movimiento especial que no ocurriría si no fuera por el Mundial”, describe el economista Andrés Borenstein, de la firma Econviews.

Además de rubros directos, como la venta de la camiseta de la selección, también se ven afectados otras áreas como los televisores: el Mundial genera una ocasión para renovar la tecnología y se cambia la estacionalidad de las ventas, con más operaciones que las habituales en los meses previos al torneo de fútbol.

Al mismo tiempo, se modifican horarios y dinámicas en el trabajo. “Es cierto también que hay que licenciar personal, sobre todo en las empresas más chicas, que paran todo para ver los partidos. Hay gente que trabaja menos por el Mundial, pero muchas de estas empresas que paran, si están trabajando a full, después recuperan”, concluye el economista.

Fusion nuclear: ¿qué lugar ocupará en nuestro futuro? Hablan expertos de la CNEA

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  • Tras el anuncio del Gobierno estadounidense sobre los avances en fusión nuclear, tres investigadores que trabajan en distintas áreas de la Comisión Nacional de Energía Atómica, CNEA, exponen sobre el tema. 

Casi como en una escena de ciencia ficción, la semana pasada en una conferencia de prensa desde la Casa Blanca se anunció que por primera vez en la historia se había logrado que la energía liberada en un proceso de fusión nuclear sea superior a la que se había utilizado para iniciar la reacción. La noticia, fue tapa de los diarios y portales de todo el mundo, como un paso más en el camino hacia la generación de energía a partir de este proceso, en un mundo que busca fuentes de energía diferentes a la de los combustibles fósiles, para poder frenar -o al menos mitigar- el cambio climático. También en AgendAR la publicamos, por supuesto, señalando a la vez algunas reservas sobre el anuncio. En este contexto, Télam-Confiar dialogó con tres científicos argentinos que trabajan en investigaciones vinculadas a la fusión nuclear: Ricardo Farengo, jefe del Grupo de Fusión y Fabiana Gennari, jefa del Departamento de Fisicoquímica de Materiales, ambos del Centro Atómico Bariloche (CAB), y Horacio Corti, del Departamento de Física de la Materia Condensada del Centro Atómico Constituyentes (CAC), dos instituciones de la Comisión Nacional de Energía Atómica. – Para comenzar es importante explicar, ¿qué es la fusión nuclear Ricardo Farengo: La fusión nuclear es el proceso por el cual se produce la energía en el sol y en las demás estrellas. Casi toda la energía que se genera en el universo proviene de reacciones de fusión y, en ese sentido, la vida en la Tierra depende del sol y, por lo tanto, de las reacciones de fusión. -¿Qué diferencia tiene con la que se utiliza en este momento en las plantas nucleares? R.F.: Hay dos formas de liberar energía a partir de reacciones nucleares: una es lo que hacen las centrales nucleares en operación (como Atucha) que se llama fisión y básicamente consiste en tomar el núcleo de un átomo pesado (como por ejemplo el uranio) y fisionarlo (partirlo). Cuando esto ocurre, una pequeña cantidad de materia se transforma en una enorme cantidad de energía que puede ser convertida en energía eléctrica. En la otra punta de la tabla periódica están los átomos livianos, como el hidrógeno y sus isótopos, es decir deuterio y tritio. Entonces, la otra forma de producir energía es fusionar los núcleos de dos átomos livianos. En este proceso también se transforma masa en energía, y es lo que se conoce como fusión -¿Cómo se puede reproducir en la tierra este fenómeno? Fabiana Gennari: Es muy difícil acercar dos núcleos porque lo que pasa al hacerlo es que se repelen debido a que tienen carga positiva. Para vencer esta repulsión es necesario que los núcleos choquen a alta velocidad y esto se consigue calentando el combustible (mezcla de deuterio y tritio) hasta muy altas temperaturas. Al calentarlo, los átomos que lo componen se “rompen” (ionizan) separándose en núcleos y electrones. Una mezcla de núcleos (iones) y electrones a alta temperatura constituye un “plasma” (cuarto estado de la materia). Debido a su alta temperatura, el plasma tiende a expandirse y enfriarse. Por lo tanto, el problema fundamental de la fusión es cómo calentar el combustible hasta muy altas temperaturas y mantenerlo durante suficiente tiempo en ese estado. En las estrellas (incluido el sol) la fuerte atracción gravitatoria impide que el plasma se expanda y enfríe. A escala terrestre existen dos opciones para conseguir las condiciones necesarias para producir suficientes reacciones de fusión. Una es utilizar láseres de alta energía, como hizo el proyecto del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore (LLNL) de California cuyos resultados se anunciaron la semana pasada. La energía del láser se divide en gran cantidad de haces (192 en el experimento de Livermore) que se focalizan en un pequeño blanco de combustible. La energía depositada por el láser comprime y calienta el combustible hasta que se alcanzan la densidad y temperatura necesarias para que se produzcan las reacciones de fusión. La otra opción es la que se está probando en el proyecto ITER (International Thermonuclear Experimental Reactor, en español Reactor Termonuclear Experimental Internacional) que utiliza campos magnéticos para confinar el combustible a alta temperatura. En este proyecto se apunta a generar 10 veces más energía que la que se utiliza para calentar el combustible. -¿Qué ventajas tiene la fusión nuclear sobre la fisión? F.G.: La generación de energía por fusión es un proceso sustentable, no genera emisiones de gases de efecto invernadero y sólo se produce helio. Lo que se usa para fusión es deuterio y tritio. El deuterio es abundante en la naturaleza y se lo puede obtener del agua del mar, por ejemplo. En cambio el tritio no es un elemento natural y puede ser generado como producto secundario de los actuales reactores de fisión. Dado que el tritio se descompone en otros compuestos en pocos años, para asegurar su provisión en los futuros reactores de fusión la idea es producirlo in situ a partir del litio-6, uno de los dos isótopos estables del litio. Como el litio natural está compuesto de dos isótopos, litio-6 (7,4%) y litio-7 (92,6%), los reactores de fusión necesitan contener compuestos con mayores cantidades de litio-6 para generar tritio in situ. La cantidad de energía que se produce por kilo de combustible (es decir por esa mezcla entre deuterio y tritio) es 10 millones de veces mayor de la que se produce con un combustible fósil. Entonces, eso hace que sea una tecnología muy atractiva -Más allá del anuncio de la semana pasada, entiendo que aún falta para poder generar energía por fusión a nivel comercial. Si se llegara a esto,¿qué lugar tendría frente a las energías renovables Horacio Corti: Creo que son complementarias. Los reactores de fusión, si se llegan a convertir en una realidad en la segunda mitad de este siglo, van a ser grandes instalaciones. Esto implica una energía centralizada para alimentar grandes ciudades; por supuesto que puede llegar a zonas alejadas porque en definitiva lo que estás transmitiendo es energía eléctrica pero, aún cuando la fusión sea un éxito y se obtenga energía limpia, las energías renovables van a seguir cumpliendo un rol importante sobre todo en zonas aisladas y en lugares como nuestra Patagonia que tiene fuentes muy importantes como el viento. (NATALIA CONCINA/Telam)

El último Jumbo. La saga de los aviones gigantes

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Para los anglogringos aviones y barcos son “shes” (ellas), sustantivos femeninos, ergo los muy majestuosos y/o exitosos se vuelven “reinas”. El Boeing 747 Jumbo Jet fue “la reina del aire” desde 1968 hasta el pasado 6 de diciembre de 2022. Ese día el último ejemplar fabricado hizo “roll-off” desde su descomunal planta fabril de Everett, Washington, EEUU. La pregunta del millón es si habrá otra reinas, y en realidad, si sigue la monarquía.

              Fue un reinado de 54 años y 1574 aviones en 9 variantes básicas y sus subvariantes, además de adaptaciones especiales militares, científicas y de gobierno (como el Air Force 1 de la presidencia de los EEUU). Y fue un reino seguro: en medio siglo largo de uso masivo se perdieron 61 aviones en accidentes al costo de 3722 vidas.

              Puede parecer mucho, pero no hay fabricante aeronáutico que le haga sombra a estas cifras de seguridad, incluida la Boeing de hoy. Y la seguridad aerocomercial, medida contra la de todos los demás medios de transporte terrestres y/o acuáticos, es imbatiblemente mayor. Lo dicen los actuarios de las aseguradoras.

              Sin embargo hace rato que la reina del aire está en quiebra. La última aerolínea de pasajeros que se llevó uno lo hizo en 2017 y el entregado el 6 de diciembre trabajará para uno de esos correos puerta a puerta. Todo este siglo, reconfigurados como cargueros, los Jumbo sirivieron en FedEx, UPS, Qatar, Cathay y otras de ese palo como “rappiteros del aire”. Les faltó llevar pizzas a comisarías.

              En esa proletaria posvida colaboró no poco esa joroba delantera, originada en un segundo piso tendido desde el cockpit de pilotaje hasta la vertical de las raíces de ala. En las aerolíneas esa cubierta extra, accesible por una escalera interior en caracol, se dedicaba a lujo y farra: asientos de primera, a veces camarotes, restaurantes y boliches “duty free”.

              Pero la noble joroba de La Reina tuvo un origen plebeyo e incluso ingenuo: en los ’60 Boeing creía (todos creíamos) que la generación siguiente de aviones de pasajeros sería supersónica, como el comercialmente fallido Concorde anglofrancés. Boeing estaba testeando prototipos de un avión equivalente, el SST, y la URSS, inimitable en imitaciones, clonó su propio Concorde, el Tupolev 144, que la prensa canalla bautizó “el Concordsky”.

              A Boeing la disuadieron de vender su SST decenas de ONGs, condados, municipios, estados y provincias de EEUU y Europa Occidental. Todos declararon, por la salud de sus ventanas y de sus habitantes, que no se bancarían el doble estampido causado por el sobrevuelo de un avión a 2180 km/h, el doble de la velocidad del sonido, aunque pasara a 18 km. de altura.

              Como consecuencia, sólo quedaron 14 Concorde desplegados sobre rutas marinas entre diversas capitales sobre el Atlántico y el Índico, que se fueron recortando al vuelo diario entre Nueva York y Londres entre 1976 y 2003. La British Airways y Air France perdieron plata a borbotones durante 27 años por la voracidad de los turbojets de sus dos ínfimas flotas supersónicas.

              Y no por no fajar a los 98 pasajeros, ojo. Ambas líneas vendían el “ida y vuelta” Londres-Nueva York a U$ 12.460 en dólares equivalentes de 2020. Pero eso sucedió cuando –Jumbo mediante- cualquier ratón cruzaba el charco en líneas “low cost” por menos de U$ 100 la ida, subiéndose al primer Jumbo disponible sin reserva previa y garpando al embarcar, como en un bondi. Si los supersónicos eran el futuro, el Jumbo se lo comió y todavía no resucita.

Acceso al piso superior de un Jumbo 8, como quien dice, la escalera al cielo en el cielo.

              Equivocado pero no idiota, el jefe de diseño del Jumbo, Joe Sutter, supuso que el reino de los supersónicos estaba próximo y que su paquidermo subsónico terminaría reciclado como carguero pesado: tuvo razón por motivos equivocados. Como dijo el general prusiano Helmuth von Moltke: “La primera víctima de la batalla es el plan”. Pero le ganó una guerra a Francia.

              Ese morro de dos pisos del Jumbo nació para admitir un enorme portalón de carga lateral de bultos con una cirugía mínima, y seguir en el aire toda una posvida. Si Ud., oh lector, quisiera reventar a FedEx, UPS e incluso Amazon con una flota baratísima, hay decenas de Jumbos estibados en los desiertos norteamericanos de Mojave y Sonora desde hace 20 años. Salen volando recauchutados “joya nunca taxi” por chirolas: menos de U$ 80 millones la unidad.

              El Jumbo, reina jorobada pero dadivosa, volvió el cielo accesible a los laburantes fabriles del frío Norte de Europa, asalariados bien pagos y con convenios abundantes en minivacaciones. Lejos de llamar a una agencia para planificar su escapada y empilcharse fetén para viajar, en los ’80 los tipos se mandaban con la patrona y los pibes al aeropuerto más cercano a esperar que pintaran asientos sin vender en el primer Jumbo charteado, no importa si a Ibiza, Grecia, Turquía, Hawaii o Indonesia. Embarcaban con sus bolsitos, vestidos como inundados, y a bordo sufrían destrato y comida equivalentes.

              El Jumbo “destilingó” el mundo aeronáutico, lo volvió equivalente al de los bondis, y tanto lo logró que, primero, perdió su lugar en él y segundo, forzó al consorcio aeronáutico militar de la UE, EADS, a bautizarse Airbus y salir a cazar pasajeros en aquel Big Bang aeronáutico que provocó. Airbus debutó en 1972 con el intercontinental A300 de fuselaje ancho, que tenía –y en su momento fue una herejía ingenieril- sólo dos turbinas.

              Eran tiempos de industria muy regulada por los gobiernos en materia de ingeniería, operaciones y tarifas. La FAA (Federal Aviation Authority de los EEUU) defendía el mercado yanqui contra la operación de trimotores y bimotores en larga distancia alegando motivos de seguridad: con 4 turbofanes bajo las alas, si se te planta uno sobre el Atlántico y llegás a la costa 3. Con 2 quizás también, pero estadísticamente sería rarísimo que tengas dos plantadas de turbina en el mismo vuelo.

              En cambio con el bimotor A300 de Airbus, perdiste un turbofan sobre el mar y quedás a mitad de potencia, volando atravesado como caballo de granadero, lo que aumenta la resistencia aerodinámica, y que Dios te ayude a llegar a alguna costa, brother.

              Pongámosolo en números modernos: si se te clavó una turbina con un Jumbo 400 de los de 1988, la relación potencia/peso se cae de 1 a 4,7, con un trimotor más moderno como el McDonnell Douglas MD-11, de 1 a 5,5, y con un nuevo bimotor Boeing 767-300 ER, de 1 a 6,6. A menor número de motores, incluso si son nuevecitos, mayor degradación de condiciones de vuelo cuando se te pianta uno. Si el lector se siente traicionado… tiene razón.

              Si nos ponemos en la mentalidad regulatoria de los ’70 y en las turbinas de los ’60, menos confiables que las actuales, las consecuencias se lee en estos términos. Estimados señores Airbus, Ltd: ni en pedo están autorizados a aterrizar o despegar desde EEUU con su A300. Métanselo donde les quepa, y viva el Jumbo. Colaciónese.

              Como los EEUU eran el mayor mercado de pasajes del planeta, y dado que las líneas aéreas grandes para estandarizar repuestos, mantenimientos y entrenamiento prefieren tener tropilla de un solo pelaje, el A300 se vendió mal y endeudó no poco a su fabricante.

              Con Francia y Alemania como socios principales de Airbus, Air France recién en 1974 se dignó a comprar los A300, y Lufthansa en 1982: pobre bestia, no la querían ni en su casa. Con ayuda regulatoria local, La Reina Jorobada se morfaba todo, incluida la única competencia armada para salirle al paso.

              El fuselaje del Jumbo era diseño hereje, a contramano de la aerodinámica académica: ¿cómo puede volar bien un objeto con tanto CX, o sección frontal, actuando como freno? Respuesta: porque existen los contadores, y cuando los juntás con ingenieros locos pero no boludos y añadís suficiente whisky, te arman un plan de negocios que te cagás.

              Aquel fuselaje cavernoso del Jumbo permitía dos pasillos en lugar de uno, lo que generaba un frente de 10 asientos en cada fila, formando una especie de minicine de la cadena Hoyts, pero con alas y sin pochoclo. Los Jumbos empezaron cargando con 366 pasajeros, casi el doble que los Boeing 707, Douglas DC-8, Vickers VC-10 y cuatrimotores por el estilo de otros fabricantes, lo que les dio a las primeras líneas con chequera para comprárselo la capacidad de hacer pomada a sus competidoras.

 

Fuselaje cavernoso con diez asientos por fila, como un cine de Hoyts pero con alas y sin pochoclo.

              Cómo habrá cambiado el mundo que el último Jumbo 8 lleva, señoras y señores, 660 pasajeros. Y aún así ninguna aerolínea lo quiere, por cuatrimotor. Gasta 2,5 litros de querosene más por kg. de carga útil que un bimotor 787 Dreamliner de igual marca. Y el combustible constituye el 60% del costo de la hora de vuelo.

              Para levantar el peso de despegue del primer Jumbo (arriba de 330 toneladas cargado de gente, valijas y querosene JP-1), esa tremenda célula (conjunto de fuselaje y alas) tenía la novedad de 4 turbofanes “de alta derivación lateral”.

              En cristiano derecho, eso significa que la mayor parte del empuje de esos motores sale de un enorme caudal de aire frío circulado por ventiladores alrededor del núcleo caliente de la turbina. Y esa masa de aire frío entubado empuja mucho más que de los gases de escape calientes de la combustión. Eso sí, los turbofanes son bocones, carecen de esa flacura aerodinámica y estrepitosa de los turbojets. Pero son más silenciosos y gastan MUCHA menos guita.

Tremenda bocota: hablamos del turbofan del primer Jumbo, no de la azafata Wiveca Ankarcrona, que se ligó un regalito corporativo. Y con los años vendrían cada vez mayores (las turbinas).

              La joroba de proa y esos cuatro motores con facha de barricas de totín bajo las alas hacían del Jumbo una figura rara en los aeropuertos setentosos. Y el tamaño… Al primer Jumbo le quedó “Salvador” por sobrenombre: los periodistas especializados entraban al hangar y decían: “Dios mío”. Bueno, aquí se habría llamado “Puta madre”.

              Los giles adictos a la aeronáutica siempre hemos creído en el Evangelio según Marcel Dassault, el diseñador del Mirage, quien alguna vez dicen que dijo: “Un avión lindo vuela bien”. El Jumbo lo contradijo: abundaba en cosas feas, como la joroba y los turbofanes, que lo frenaban aerodinámicamente pero ganaban plata, y por eso mandó a jubilación anticipada (es decir a entregar paquetitos, o a cocinarse bajo el sol de los desiertos norteamericanos) a todos sus predecesores.

              El gran secreto de ingeniería del Jumbo fueron sus alas. Tenían una flecha MUY pronunciada: un ángulo de 37,5º respecto del fuselaje, lo que combinado con el feroz empuje de los turbofanes, le daban unos insuperables 900 km/h en su altura crucero, de entre 12 y 15 kilómetros.

              Y para cargar con su corpachón de mamut en despegue y aterrizaje, el tren estaba formado por cuatro patas principales, dos bajo el fuselaje y dos bajo las alas, y cada una de esas patas tenía un “bogie” de 4 ruedas 4, en total 16, de 110 kg. de peso cada una, sin contar el tren de proa. Todo eso era muy asombroso.

              Los aviones muy veloces y pesados aterrizan a la velocidad de un estrellamiento controlado. Esto es aceptable en un caza supersónico: los pilotos de combate no siempre se jubilan. Pero un jet comercial que llegó a cargar 660 pasajeros en su versión más tardía y brutal debe poder pasar de vuelo rápido a lento sin caerse del aire. A recordar: el 80% de los accidentes aéreos ocurren en despegue o aterrizaje, cuando el avión vuela despacio para salirse de la corteza terrestre y subirse a la atmósfera, o la inversa.

              Nadie iba a ampliar los aeropuertos del mundo para darle más de 1500 metros de pista a la Reina Jorobada. De modo que para bajar la velocidad “de pérdida” (en la que el ala pierde sustentación) a unos modestos 275 km/h y usar pistas habituales, el ala del Jumbo esconde otra ala.

              En cualquier avión los flaps, al desplegarse en el borde de fuga del ala acentúan su superficie y convexidad y por ende su sustentación a bajas velocidades. En el Jumbo los flaps suman cuatro, pero de tres elementos cada uno, escalonados telescópicamente de a tres. El piloto decide cuántos se despliegan.

              Cuando uno los ve brotando del borde de fuga, uno tras otro, para un aterrizaje con avión muy cargado, comprueba que la superficie total alar total aumentó un 50% sobre los 554 m2 iniciales. Señoras y señores, una enorme ala rápida A se ha transformado mágicamente en una aún más enorme pero lenta y acampanada ala B, que estaba escondida dentro de la A. Chupate esa mandarina.

¿Cómo hizo Joe Sutter para hacer caber esos tanques de combustible desaforados en alas que tienen 4 flaps de 3 elementos? Lo sabe Magoya, como todo.

              Como se las arreglaron los diseñadores para hacer caber semejante origami metálico en alas que además están repletas de combustible desde las raíces hasta los winglets? Es verlo y sacarse el cinturón de seguridad para pararse y aplaudir a Joe Sutter, algo que las azafatas y comisarios de a bordo siempre se toman para el carajo.

              Ignorantes, que no saben siquiera quién fue Sutter aunque le deben el laburo, señor Juez. Pero era un genio y le cambió la vida al mundo. Yo habría viajado poco y muy de viejo sin Sutter. Y Ud., si milita en esta vida como honrado ratón tribunalicio, señor Juez, también. OK, OK, juro que no quise llamarlo “honrado”, marcho preso, no me peguen más.

            Joe Sutter, papá del Jumbo, longevo y lungo,n el ’68 cuando no los junaba naides. Para despedirlo, porque partió a los 95 pirulos y sin avión en 2016, va su foto. Ojo, que hay segunda parte.

(Concluirá mañana)

Daniel E. Arias

Neuquén y la CNEA acordaron un plan para reactivar la Planta Industrial de Agua Pesada

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La presidenta de la Comisión Nacional de Energía Atómica, Adriana Serquis, y el gobernador de la provincia de Neuquén, Omar Gutiérrez, reafirmaron el compromiso de puesta en marcha de la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP) al mismo tiempo que acordaron un plan para reactivar el funcionamiento de la misma, ubicada en la localidad de Arroyito.

La planta, la más grande del mundo, produce un insumo clave para las centrales nucleares argentinas, que también se utiliza a nivel internacional en la industrias electrónica y de insumos médicos, situación que convierte al agua pesada en un producto de exportación. “Con el gobernador Omar Gutiérrez acordamos empezar a trabajar en conjunto en la reactivación de la PIAP. En dicha planta, que tiene dos líneas de producción, se aplicaría una de ellas a la producción de 80 tn por año de agua pesada, mientras que la segunda línea se orientaría a la producción de urea, proyecto en el cual se trabaja en la elaboración de un plan de negocios y participa también Y-TEC”, dijo Serquis. El presupuesto 2023 del Poder Ejecutivo de Neuquén incluye una partida de 1.000 millones de pesos destinada a la PIAP, lo que muestra con total claridad la “decisión política del gobierno provincial de avanzar en la puesta en marcha del complejo industrial de Arroyito, uno de los más importantes del país”, dijo el gobernador Gutiérrez. Gutiérrez recalcó que, “trabajando juntos y a la par con el gobierno nacional, vamos a poder actualizar la PIAP, poniéndola al servicio del país y de la provincia, manteniendo las fuentes de trabajo y generando ingresos que se volcarán al sistema productivo”. La instalación es propiedad de CNEA y está operada por la Empresa Neuquina de Servicios de Ingeniería (ENSI), una sociedad conformada entre la CNEA y la Provincia de Neuquén, que tiene la mayoría accionaria. Fue inaugurada en 1993 y su capacidad de producción era de 200 toneladas de agua pesada por año, porque se la pensó a fines de los ’70 para abastecer un programa de ocho centrales medianas de uranio natural. Por eso hoy es la mayor del mundo. El agua pesada es uno de los insumos principales en las centrales nucleares que utilizan como combustible el uranio natural. En la actualidad el principal objetivo para la puesta en marcha de la PIAP es la producción de las 485 tn que se necesitan para garantizar la provisión de las tres centrales en operación –Atucha I, Atucha II y Embalse- hasta el fin de su vida útil. Transcurridos los casi siete años que demandará el primer objetivo estimamos que Nucleoeléctrica Argentina SA tendrá la posibilidad de contar con el agua pesada que se necesite si comienza con la construcción de la segunda central tipo CANDU prevista en su plan estratégico, lo que disparará la producción de 500 tn más. Por otra parte, en la actualidad se trabaja en un plan de negocios orientado a la provisión de clientes extranjeros que, tal como se ha dicho con anterioridad, utilizan el agua pesada como insumo para electrónica y usos médicos. La importancia de la reactivación de esta planta radica en preservar la gran inversión que realizó el estado nacional entre 190 y 1993, al mismo tiempo que se mantienen fuentes de trabajo y crean nuevas, se garantiza la provisión de nuestras centrales nucleares y se generan divisas por exportación.

En Agronomía de la UBA ensayan una herramienta biológica para combatir el dengue

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  • El verano llega acompañado de mosquitos y de las enfermedades que transmiten, como el dengue, el zika y el chikungunya.

  • Un proyecto que lleva adelante un equipo de la Facultad de Agronomía de la UBA recurre al cultivo y sembrado de peces nativos que se alimentan de las larvas de mosquitos y contribuyen a disminuir la población de estos insectos.

  • La iniciativa ofrece asesoría y peces en forma gratuita a las instituciones que tengan estanques y piletas de agua estancada.

Aunque en los últimos años el dengue le viene dando un “respiro” a la salud pública, muchos expertos advierten que en los próximos períodos estivales las probabilidades de su regreso crecen. “En general, los brotes se registran cada tres o cinco años”, comentó Pablo Bonvehí, jefe de Infectología del Hospital Universitario Cemic. Y recordó que los últimos dos brotes fueron en los veranos 2015-2016 y 2019-2020. Además, desde el norte, los contagios se han ido extendiendo hacia la zona céntrica del país con casos en Córdoba, Santa Fe y el AMBA, originados en la altísima densidad poblacional y el cambio climático. Ante este fenómeno que llegó para quedarse, la ciencia está probando diversas opciones preventivas, desde vacunas para reducir los contagios a alternativas originales para disminuir la población de mosquitos responsables de la transmisión del virus.
En este camino se inscribe una iniciativa original: sembrar de peces los estanques, piletas, fuentes, reservorios y otros cuerpos de agua estancada, donde los mosquitos ponen sus larvas para que éstas eclosionen en los momentos cálidos del año. La idea es que los cardúmenes insertados en esas aguas se alimenten de las larvas y contribuyan a hacer un control biológico y efectivo de los mosquitos. .
“Es un proyecto que ya está en marcha y la idea central es repartir estos peces, en las cantidades necesarias, y de manera gratuita, a toda asociación o entidad que los pida y quiera utilizarlos para sembrarlos en cuerpos de agua, de manera de controlar la proliferación de larvas de mosquitos en esos lugares, en forma segura y ecológica”, explicó Alejandro Koko López, docente de la cátedra de Acuicultura de la Facultad de Agronomía de la UBA (Fauba). Normalmente en las casas, la tarea preventiva contra el dengue se concentra en el descacharrado para que no haya acumulación de agua estancada. Sin embargo, existen espacios que no pueden vaciarse ya sea porque contienen un gran volumen de agua o porque se utilizan para regar. O, incluso, piletas. “La iniciativa que llevamos adelante desde la cátedra apunta a usar el control biológico del mosquito en aguas de uso productivo o recreativo”, detalló López, quien agregó: “El dengue está presente en la Argentina. En el año 2016, por ejemplo, hubo 42 mil casos, y en el 2020, casi sesenta mil”. Por ahora, explican desde la Fauba, comenzaron a hacer entregas de ejemplares, de manera informal, a algunas escuelas y asociaciones que ya pidieron. Pero, gracias a un subsidio para la extensión de conocimientos científicos que recibieron del Ministerio de Ciencia nacional, “estamos escalando el proyecto de manera de poder entregar en mayor cantidad y también poder supervisar en forma adecuada las implantaciones de peces que se van haciendo, de manera de poder verificar el bienestar animal”.

Control biológico

La idea del control biológico no es nueva y está bien documentada en publicaciones científicas. Pero el equipo de la Fauba le dio un par de vueltas de tuerca. Tras analizar diversas alternativas, los expertos en acuicultura escogieron dos especies de peces locales para que hagan de “controlador” biológico: Jenynsia lineata y Cnesterodon decemmaculatus, más comúnmente llamadas “Madrecitas”.
Madrecitas, dos especies nativas.
Madrecitas, dos especies de peces nativas que comen larvas.
“Hicimos esta elección porque ambas cumplen con varios requisitos importantes para esta tarea: al ser nativas están muy bien adaptadas al ambiente local, por lo que no es necesario utilizar –como se hizo en el pasado– especies exóticas, algo que suele provocar otros problemas ecológicos. Además, está estudiado que las dos resisten una gran diversidad de condiciones ambientales y ciclos del agua y por lo tanto los cardúmenes requieren muy poco esfuerzo de mantenimiento”. Y también son animales pequeños, fáciles de reproducir en cantidad en cautiverio, lo que facilita poder hacer frente a una eventual alta demanda de ejemplares con fines preventivos. Por otra parte, su dieta usual es la microfauna de los ecosistemas acuáticos y eso implica que en su nuevo “hogar” los peces no requieren alimentación suplementaria y el tamaño de las nuevas poblaciones se autocontrola en función del alimento disponible. Y, mientras viven, pueden mantener a raya la cantidad de larvas de mosquitos en ambientes acuáticos pequeños. Finalmente, también contribuye a su efectividad la voracidad de estos animales: “una ‘madrecita’ adulta puede consumir hasta cien larvas por día”, resaltó López. Finalmente, el experto en acuicultura concluyó: “Este tipo de sembrado es una estrategia de control efectiva de las larvas en el largo plazo. Ayuda a reducir el uso de productos y larvicidas químicos y es una práctica relativamente simple, que puede ser adaptada a todas las regiones del país donde haya aguas estancadas y riesgo de enfermedades transmitidas por los mosquitos”, concluyó el especialista.

Hacia las escuelas

El proyecto aporta un costado social extra: “formamos un núcleo asociativo y capacitamos en este tema a los alumnos de una escuela secundaria especializada en Ciencias Naturales que está en Villa Soldati. Así, en el futuro cercano, son esos estudiantes los que llevarán adelante la cría de ejemplares, recibirán los pedidos y programarán las entregas de peces para poder a llevar a cabo los sembrados en forma sistemática y abasteciendo a escuelas, clubes, asociaciones, empresas, que tengan este tipo de reservorios, fuentes o tanques donde los mosquitos puedan dejar larvas”, destacó el profesional de la Fauba. Además, el proyecto contempla también algunos aspectos inéditos: por ejemplo, hacer controles y visitas posteriores al sembrado original de peces para chequear la efectividad de su tarea de control, verificando que no haya larvas en agua estancada. Y también revisando las condiciones de bienestar de estos animales, un tema ético que toma cada vez más relevancia.

Enrique Garabetyan

Dice la Organización Mundial de la Salud «Las muertes por covid cayeron casi en un 90% desde enero»

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El número de muertes semanales por coronavirus cayó «casi 90% durante 2022 desde el pico alcanzado en enero», anunció este miércoles el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, pero advirtió que «todavía hay demasiadas incertidumbres».

«Estamos en un lugar mucho mejor con respecto del que estábamos hace un año, cuando atravesábamos las primeras etapas de la ola de Ómicron, con un rápido aumento de casos y muertes», resumió Tedros en una conferencia de prensa en la que brindó un balance de 2022. No obstante, advirtió que «todavía hay demasiadas incertidumbres y lagunas para poder decir que la pandemia ha terminado». Las brechas en la vigilancia, las pruebas y la secuenciación no permiten determinar cómo está cambiando el virus«. El texto completo de la nota está aquí.

Fiesta

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Una alegría espontánea y generosa. Es imposible calcular con precisión los números, porque las concentraciones fueron en muchos lugares, en el trayecto del aeropuerto a la Capital, en la Avenida 9 de Julio, en la Plaza de Mayo, y en muchas otras calles y plazas. Y las multitudes se desplazaban. Pero es razonable estimar que millones de personas en todo el país se sintieron motivadas para movilizarse y expresar su amor a una Selección, a una bandera, sin que los moviera la hostilidad a nadie ni a nada. Y el número de incidentes, y de accidentes, fue menor, en proporción al número, que en el más tranquilo de los festivales de rock. La descripción más concisa la hizo una periodista, Mariana Moyano, en las redes sociales (citamos de memoria; hubo tantos tuits): «Los jugadores, el cuerpo técnico, la AFA, las familias de los jugadores, la gente, todos felices y agradeciéndonos mutuamente. ¿Las sectas? Peleando que si la casa rosada, que si la organización, que si el gobierno,…».

El Ministerio de Salud sugirió medidas de seguridad para los viajeros que regresen de Qatar

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El Ministerio de Salud emitió las siguientes recomendaciones que deben tener en cuenta las personas para prevenir enfermedades transmisibles que pueden adquirirse en ocasión de viaje.

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En eventos de gran magnitud, como es el caso de un mundial de fútbol, se deben considerar aspectos de salud pública. Entre los más significativos a tener en cuenta son las enfermedades transmisibles que pueden adquirirse en ocasión de viaje.
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Si viajaste a Qatar y/u/ otros países de Medio Oriente y dentro de las tres (3) semanas siguientes presentas fiebre y erupción cutánea o fiebre y tos o dificultad respiratoria

Las recomendaciones son:

•    Colocarse barbijo.
•    Consultar inmediatamente al médico o servicio de salud y referir el antecedente de viaje.
•    Seguir estrictamente las indicaciones del equipo de salud.
•    Mientras se encuentre con síntomas no acudir a actividades laborales, educativas o lugares públicos y seguir las indicaciones médicas.
Ante la presencia de síntomas es importante realizar la consulta temprana para que el personal de salud evalúe el cuadro clínico y el riesgo epidemiológico de enfermedades como el sarampión, la poliomielitis o el Síndrome Respiratorio de Oriente Medio, para implementar las acciones de diagnóstico, tratamiento y control epidemiológico correspondientes para minimizar el riesgo de introducción de estas enfermedades en el país.

Sarampión

En relación con el sarampión, Qatar pertenece a la Región del Mediterráneo Oriental de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que reportó en el año 2021 un total de 23.840 casos confirmados, dos veces más que el año anterior. Dieciocho de los 21 países de esa región presentan actualmente circulación endémica de sarampión, entre ellos Qatar. Países de otras regiones que participan del mundial, también notificaron brotes de sarampión. Situación similar ocurre con el virus de la rubéola.
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Argentina certificó la eliminación de la circulación endémica del sarampión y desde el año 2000 no se registran casos autóctonos. Sin embargo, dada la alta circulación del virus en otras regiones, se reportaron casos importados como sucedió posterior al Mundial de Sudáfrica en el año 2010.

Poliomielitis

La región de las Américas ha cumplido más de 30 años sin la detección de casos de poliovirus salvaje en sus países / territorios. En 1994, la región se convirtió en la primera del mundo en ser certificada como libre de polio por la OMS. Sin embargo, el poliovirus salvaje tipo 1 continúa siendo endémico en Afganistán y Pakistán y se han identificado casos importados en Malawi y Mozambique. Las regiones de África, el Mediterráneo Oriental y Europa han notificado brotes por poliovirus derivados circulantes (cVDPV2), estos han sido descritos como de “alto riesgo de propagación” y son de preocupación mundial. También hay brotes de cVDPV1 y cVDPV3 en Madagascar e Israel respectivamente y recientemente en Nueva York por cVDPV2.
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Las bajas coberturas de vacunación en la Región de las Américas, el gran número de viajeros en contexto de un evento masivo como el mencionado, constituyen un incremento del riesgo de reintroducción de sarampión, rubéola y polio en el país y en la Región; por ello la importancia de la comunicación y de contar con un sistema de vigilancia epidemiológica sensible, capaz de detectar casos de manera oportuna.

Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV)

Qatar es uno de los países que ha reportado casos de síndrome respiratorio de Oriente Medio (conocido por su sigla en inglés como MERS). Es una enfermedad zoonótica, potencialmente grave provocada por el coronavirus causante del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV).
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Los síntomas típicos del MERS varían desde casos leves hasta enfermedad respiratoria aguda grave. Los síntomas más característicos son fiebre, tos y dificultad respiratoria. La neumonía es una presentación frecuente.
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El MERS-CoV es un virus que se transmite de los animales a las personas y se ha detectado en dromedarios que se han relacionado con infecciones humanas en varios Estados Miembros de Oriente Medio, África y Asia Meridional.
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La transmisión de persona a persona es posible y ha tenido lugar predominantemente entre contactos directos y en entornos de atención de salud.  Los mayores brotes se han producido en establecimientos de salud de Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos y la República de Corea. Fuera de los entornos de atención de salud, no se ha documentado una transmisión sostenida de persona a persona en ningún lugar del mundo.

MERS-CoV – Situación actual:

El reporte más reciente de MERS a nivel global (www.who.int/emergencies/disease-outbreak-news/item/2022-DON422) informa cuatros casos confirmados en humanos que han ocurrido en Arabia Saudita entre diciembre 2021 y octubre 2022. Un reporte anterior (www.who.int/emergencies/disease-outbreak-news/item/2022-DON370) informa dos casos confirmados en humanos que ocurrieron en Qatar en marzo-abril 2022.
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La Organización Panamericana de la Salud informó que, hasta a la fecha, el equipo de la Organización Mundial de la Salud de Ginebra que se especializa en el manejo de eventos masivos se encuentra en Qatar monitoreando los eventos de salud pública y reportan que hasta el momento no hay casos humanos confirmados de MERS en ese país y de hecho alertan sobre la existencia de una variedad de rumores falsos. Adicionalmente, considera que, dada la situación global y las recomendaciones vigentes, no hay recomendaciones específicas para los viajeros que regresan de Qatar bajo el Reglamento Sanitario Internacional.
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Audiencia pública por el offshore en Mar del Plata. Firme apoyo de la Secretaría de Energía

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La audiencia pública fue convocada por el Ministerio de Ambiente y registró un récord de 1.535 inscriptos. Participaron funcionarios, empresas, científicos, consultores, sindicatos y académicos.

El Gobierno nacional realizó aayer lunes 19 otra audiencia pública para conocer los proyectos de exploración de hidrocarburos offshore frente a las costas bonaerenses. El objetivo de la audiencia fue poner en consideración de la ciudadanía la documentación presentada por YPF de la Evaluación de Impacto Ambiental del Proyecto “Registro Sísmico Offshore 3D” del área CAN 102 de casi 9.000 km2, ubicada a unos 316 kilómetros de Mar del Plata, en la Cuenca Argentina Norte (CAN). La consulta fue convocada por el Ministerio de Ambiente, a través de la Resolución 18/2022, y contó con 1.535 inscripciones de todos los sectores: autoridades nacionales y provinciales, instituciones, cámaras empresarias, científicos, consultores, sindicatos, académicos, ONGs y miembros de la sociedad civil. Durante las exposiciones se resaltó la experiencia argentina y de las compañías internacionales involucradas en la actividad y el cumplimiento de los estándares internacionales y locales, para realizar un offshore seguro y sustentable. Además, en el marco del pedido de autorización a la actividad sísmica para el bloque CAN 102, desde el Gobierno reiteraron que este tipo de exploración es una “política de Estado”. La apertura estuvo a cargo la secretaria de Cambio Climático, Cecilia Nicolini. “Todo proyecto que se encare en nuestro territorio deberá generar un desarrollo armónico entre las partes económicas, sociales y ambientales”, afirmó Nicolini, la convocante de las audiencias públicas y quien las preside. La secretaria de Energía, Flavia Royón, remarcó que “los lineamientos para la transición energética trazados por el Gobierno sitúan al gas natural como vector de desarrollo y eje de la transición energética” y aseguró que “es indispensable incrementar nuestros desarrollos exploratorios y productivos para aprovechar al máximo la ventana de oportunidad que se plantea”.
Flavia Royón, Secretaria de Energía
El subsecretario de Hidrocarburos, Federico Bernal, subrayó que el 30% del petróleo que se consume en el mundo proviene del offshore y que actualmente más de 50 los países los producen. “Esta iniciativa nos posicionará, sin lugar a dudas, entre las grandes potencias productoras de hidrocarburos”, afirmó. La titular del Conicet, Ana Franchi, destacó los 90 años de esta actividad en el país y recordó que en la década del 70 ya se hizo exploración offshore frente a la provincia de Buenos Aires con técnicas similares “sin incidentes ambientales ni afección a la fauna marina”. Además, le puso cifras al proyecto de la Cuenca Norte: “Argentina puede generar más de u$s 32.000 millones y unos 22.000 empleos directos e indirectos. Y si es exitoso, puede generar ingresos por u$s 98.000 millones y 65.000 empleos para seguir adelante con un país más soberano e inclusivo”, resaltó. El geólogo Juan Pablo Lovecchio, de la Asociación Argentina de Geólogos y Geofísicos Petroleros (AAGGP), propuso desmitificar lo que comúnmente se llama extractivismo. “Quieren transmitir miedo y una idea de vaciamiento a cualquier costo. Lo que se busca aquí es una explotación sustentable para el aprovechamiento de los recursos con todos los cuidados de seguridad para el medioambiente y las persona”, aclaró. “Con los datos sísmicos los geocientistas, geólogos y geofísicos realizamos interpretación y con la interpretación de esos datos generamos modelos evolutivos tanto para las cuencas, para entender su origen y evolución y el potencial de contener recursos energéticos”, agregó Lovecchio. Mario Lavia, secretario de la Federación Argentina Sindical del Petróleo, Gas y Biocombustibles, admitió que la prioridad es el “acceso y viabilidad” a los puestos de trabajo, aunque aclaró que no es el único porque también “se hablaba de la necesidad importante que tenemos del ingreso de divisas a nuestro país y que, claramente, (si no se avanza) estaríamos perdiendo una oportunidad en este sentido”. Una de las palabras más esperadas fue la de Gabriela Jauri, vicepresidenta de la Administración de Parques Naturales, un organismo al que la Justicia marplatense le pidió intervención para autorizar los trabajos. “Desde Parques Nacionales hemos participado en los procedimientos realizados en los Estudios de Impacto Ambiental y nuestros equipos técnicos están en concordancia con el trabajo del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable”, afirmó, y aclaró que desde la APN realizaron “consideraciones” que ya fueron tenidas en cuenta en los EIA de todos los proyectos exploratorios presentados.

La posición de las empresas

El CEO de YPF, Pablo Iuliano, dijo que el offshore argentino es un proyecto estratégico para el país. “Desarrollado con responsabilidad, aporta al desarrollo económico del país y contribuye a la descarbonización de la matriz energética argentina y de otros países”, aseguró, y consideró que “sin este magnífico potencial perderíamos la oportunidad de abastecer a los países del mundo y ayudarlos a reemplazar el carbón por el gas natural con mucho menor impacto en la emisión de dióxido de carbono”. Nidia Álvarez Crogh, de la firma noruega Equinor, destacó la experiencia de YPF en estos proyectos con los más altos estándares de la industria y aseguró los bloques CAN le permitirán a la Argentina “no solo lograr su soberanía energética, sino también ser proveedor de hidrocarburos en todo el mundo”. Verónica Staniscia, de Shell Argentina, otra de las empresas involucradas en el offshore, dijo que “es una gran oportunidad económica y productiva única”, valoró los antecedentes en Brasil y Noruega y vaticinó un “círculo virtuoso” que brindará “la oportunidad de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, con mejoras indirectas en otras actividades”. Mariano Misculicich, director de Ambiente de Serman, la consultora que elaboró un informe técnico ambiental para YPF, dijo que para esta actividad “se ha cumplido con todos los requerimientos exhaustivos” desde el 2020 y que “hubo muchas lecciones aprendidas en este proceso de tres años”, lo cual lo convierte en “un proyecto viable ambientalmente”. Raúl Stolarza, de Dataseismic, otra consultora especializada, advirtió que “no hay registro de accidentes ni siquiera afectación de la fauna marina, la cual muchas veces es afectada por muchas razones como por ejemplo la pesca furtiva”. “YPF tiene toda la experiencia y capacidad para que esta adquisición de datos sísmicos se realice bajo todas las normas de seguridad necesarias”, exaltó.

El proyecto de registro sísmico

El forme de registro sísmico desarrollado por la consultora Serman & Asociados para YPF describe en detalle la movilización de los buques, campaña sísmica y desmovilización. Según el documento al que accedió Ámbito, el proyecto implica la adquisición sísmica 3D en un área de 2.421 km2en aguas abiertas a profundidades de entre 1.300 y 3.700 metros. Los trabajos se realizan a una distancia superior a los 240 km de la localidad costera más cercana, que es Punta Médanos, en la provincia de Buenos Aires, y a más de 290 km del puerto de Mar del Plata. El reporte oficial asegura que el relevamiento sísmico se realizará con un buque que remolca tres fuentes de energía y diez cables sísmicos (streamers) con una longitud de 9.000 metros y en los cuales se encuentran situados receptores de ondas (hidrófonos).
Las fuentes de energía utilizan aire comprimido, que al ser liberado rápidamente genera ondas de sonido. Dichas ondas son reflejadas en las distintas capas del subsuelo y vuelven a la superficie, donde son registradas por los hidrófonos. Este proceso se repite a lo largo de líneas de navegación que acaban cubriendo la totalidad del área de adquisición de datos sísmicos. El tiempo que tardan en propagarse las ondas de sonido desde la fuente hasta los receptores y la intensidad de éstas son procesadas para generar imágenes en tres dimensiones del subsuelo. La información obtenida de esta manera es analizada e interpretada para identificar diferentes tipos de rocas y posibles acumulaciones de petróleo y de gas. El informe también analizó la geología, oceanografía y climatología, además de las Áreas Protegidas y los impactos en la comunidad planctónica, bentónicas, peces, cefalópodos y sus pesquerías, reptiles, aves y tortugas marinas y, por supuesto, los mamíferos marinos como lobos y leones marinos, ballenas y focas. También tuvo en cuenta la navegación, la actividad pesquera y el rol del puerto e incluyó todas las medidas de mitigación y reducción de los potenciales impactos sobre especies y la actividad en el mar argentino. En las conclusiones, los expertos de Serman sostuvieron que se han evaluado todos los impactos potenciales de las actividades de adquisición sísmica planificadas y que el objetivo de YPF es reducir el impacto tanto como sea posible, a un nivel aceptable. “Para todos los impactos se implementarán medidas de mitigación. Estas medidas se describen en los planes de gestión pertinentes y son consideradas como obligaciones para la campaña de adquisición sísmica. El impacto residual de la adquisición sísmica se evalúa entre muy bajo y moderado”.

«Este año 2022 tiene que terminar con una Ley de Envases vigente en nuestro país»

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Natalia Zaracho, diputada nacional (Frente Patria Grande) y cartonera, asegura que una legislación de este tipo generará nuevos puestos de trabajo en la industria recicladora y dotará de derechos a miles de cartoneros y cartoneras de todo el país.

«Ante todo hay que decir por qué es tan urgente una ley de envases.  Los expertos nos advierten que estamos al borde del colapso ambiental. El sistema de producción, consumo y descarte está causando daño al planeta y el tema de los residuos es un problema a nivel global.

Estamos hablando de una ley que evitará que los residuos de envases colmen los basurales o contaminen ríos y océanos. Una ley que cuidará nuestro ambiente tan deteriorado, ya que al fomentar el reciclado se evita el uso de recursos no renovables como el petróleo o la extracción de nuevos minerales. Se ahorra energía y también se sustituyen importaciones de materias primas. Es una ley que generará nuevos puestos de trabajo en la industria recicladora y dotará de derechos a miles de cartoneros y cartoneras de todo el país que hoy trabajan en pésimas condiciones. Es una ley TODO BENEFICIO.

Yo soy cartonera y sé perfectamente por qué mi sector necesita una ley de envases.

Pero creía importante escuchar a todos los actores. Me dí cuenta que ningún proyecto de ley deja 100% contento a todos y todas, que todos debíamos ceder un poquito en pos del Bien Común, del cuidado de la casa común.
Con ese espíritu se trabajó con los equipos técnicos del Ministerio de Ambiente, de las cámaras empresarias que representan a los distintos sectores de la industria y a los bloques parlamentarios de la cámara de Diputados.
Se realizó entonces una nueva reunión de la Comisión de Ambiente de la Cámara de Diputados invitando a todos los sectores a exponer.  Allí el viceministro informó que estábamos dispuestos a hacer lugar a los principales pedidos de la industria. La propuesta en cuestión contempla modificaciones en 14 de los 44 artículos que contiene el proyecto enviado por el Poder Ejecutivo originalmente.
Las más significativas son: a) la posibilidad de las empresas de organizar Sistemas Privados de Gestión de sus envases como alternativa al pago de la tasa ambiental. b) mayor participación en el consejo consultivo y c) mayor jerarquía a las metas y sistemas de trazabilidad.
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Resumidamente, las empresas tendrán tres alternativas para asumir la responsabilidad por lo que sucede con los envases una vez consumido el producto: implementar Sistemas Retornables, implementar sistemas de recolección a su cargo o abonar la Tasa Ambiental para solventar los programas de reciclado en cada municipio. El tema que hace más ruido es el pago de la tasa por parte de los productores, en los casos que decidan no implementar sus propios sistemas de gestión. Esa tasa es para costear la gestión de los envases en cada municipio y evitar que esos envases contaminen.
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Cabe aclarar que no se trata de un impuestazo general del 3% como escuché decir. Por el contrario, el valor de la tasa está relacionado al costo de recuperar los residuos y tiene en cuenta cuatro criterios que determinan que se pague más o menos según las características de cada envase: si contiene o no material reciclado; si es fácilmente reciclable; si es amigable con el medio ambiente (uso de recursos renovables) y el eco diseño.
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De esta forma se incentiva a la industria a producir envases más ecológicos. Según los cálculos del Ministerio de Ambiente en la mayoría de los envases la incidencia de la tasa en relación al precio del producto envasado no supera el 0,6%. Estamos hablando de centavos!!!
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¿De dónde sale esto del 3% entonces? El proyecto prevé un tope máximo.
En ningún caso el costo de la tasa podrá superar el 3% del valor del producto envasado. Es un mecanismo de resguardo para que no se generen distorsiones en casos de productos muy económicos, con envases poco ecológicos.
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Estamos planteando un sistema sencillo, de implementación progresiva que contemple la promoción ambiental, la separación en origen de los residuos, la recolección diferenciada, el traslado de materiales a una planta donde se clasificarán los materiales, se los compactará y se los retornará a la industria para convertirse en nuevos productos. Las metas de recupero serán graduales ya que hay que ir construyendo infraestructura y desarrollando la capacidad de la industria recicladora. Será necesario sumar nuevas líneas de producción o bien realizar innovaciones tecnológicas.

La ley prevé un porcentaje de lo recaudado para apoyar esta transición.

Me parece una excusa de quienes no quieren que nada cambie cuando escucho hablar que se busca generar “una caja discrecional para los movimientos sociales”. Muy por el contario, la ley establece claramente que los recursos deben utilizarse exclusivamente para recuperar los envases, que serán los municipios y las provincias los encargados de elaborar los planes de gestión y el Ministerio de Ambiente aprobarlos en base a criterios técnicos. Además se prevén mecanismos de control y sistemas de trazabilidad. . No hay dudas, palabra más, palabra menos, que esta ley dará respuesta a muchos de los problemas ambientales, sociales y económicos que generan los envases post-consumo, y comenzará a saldar la deuda con los recuperadores de cada ciudad.»

Natalia Zaracho

El superávit comercial fue en noviembre de u$s1.399 millones. Freno en las importaciones

En el mes pasado las exportaciones crecieron un 14,5% interanual a u$s 7.089 millones, mientras que las importaciones cayeron un 0,3% hasta los u$s 5.750 millones.

Impulsado por un freno en las importaciones, el intercambio comercial cerró noviembre con un saldo positivo de u$s 1.399 millones, informó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Las exportaciones totalizaron 7.089 millones de dólares, con una alza interanual del 14,5%, y las importaciones sumaron 5.750 millones de dólares, lo que representó una leve caída del 0,3%. De esta forma, el intercambio comercial (exportaciones más importaciones) registró un incremento de 7,4% en relación con igual período de 2021 y, si se analiza el acumulado de los 11 primeros meses del año, el intercambio dejó un superávit de u$s5.800 millones, poco más de un tercio de los u$s14.379 millones alcanzados entre enero-noviembre de 2021. En comparación con igual noviembre de 2021, los principales rubros exportados mostraron significativos aumentos de ventas: las manufacturas de origen agropecuario subieron 18,9%, hasta los u$s2.900 millones; los productos primarios aumentaron 14,8%, hasta los u$s1.513 millones; y las Manufacturas de origen industrial crecieron 11,8%, hasta los US$ 2.097 millones. En cambio, el comportamiento de las importaciones fue mixto, con aumentos en la importación de Bienes de capital (+12,0%), Piezas y accesorios para bienes de capital (+17,1%) y Vehículos automotores de pasajeros (+20,0%); y bajas en Bienes intermedios (-11,4%), Combustibles y lubricantes (-9,2%) y Bienes de consumo (-1,2%). De esta forma, el saldo de la balanza comercial fue de 1.339 millones de dólares, 915 millones de dólares superior al saldo de igual mes del año anterior, período en el cual se había registrado un superávit de 424 millones de dólares. «Las importaciones disminuyeron 0,3% respecto a noviembre de 2021 (-17 millones de dólares), debido a un descenso de 1,1% en los precios ya que las cantidades aumentaron 0,8%. Desde octubre de 2020 no se registraba una caída interanual en las importaciones», detalló el Indec en su último informe de Intercambio comercial argentino. Durante noviembre, el intercambio con el Mercosur registró un saldo positivo de 135 millones de dólares. Las exportaciones alcanzaron 1.402 millones de dólares; fueron 5,5% inferiores a las de igual mes del año anterior (-81 millones de dólares), debido principalmente a una disminución en las ventas de CyE y de PP. El 81,6% del total tuvo como destino a Brasil; 10,8% a Uruguay; 6,4% a Paraguay; y 1,2% a Venezuela, informó el Indec. El comercio con el Mercosur representó el 19,8% de las exportaciones y 22,0% de las importaciones totales.

Un acuerdo histórico de 195 naciones sobre biodiversidad. Canadá y China, anfitriones

La 15ª Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Biodiversidad, o COP15, llegó ayer a un final dramático, con un acuerdo final que aspira a proteger el 30% de las especies de la Tierra para 2030.

“Tenemos 30 por 30”, dijo el ministro de Medio Ambiente y Cambio Climático de Canadá, Steven Guilbeault, un ex manifestante climático. “Hace seis meses, ¿quién hubiera pensado que podríamos obtener 30 por 30 en Montreal? Tenemos un acuerdo para detener y revertir la pérdida de biodiversidad, para trabajar en la restauración, para reducir el uso de pesticidas. Este es un progreso tremendo”. China, que ocupa la presidencia de esta conferencia porque originalmente estaba programada para realizarse en Kunming en 2020, demostró ser un coanfitrión enérgico en el evento en Canadá. La presidencia impulsó el acuerdo a pesar de las protestas de la República Democrática del Congo (RDC) sobre la responsabilidad de las naciones ricas de financiar la conservación en los países más pobres. Se consideró que las declaraciones de la RDC no eran una «objeción formal», lo que causó consternación entre algunos negociadores. “Legalmente, está hecho. Moralmente, ¿qué puedo decir? Se acabó”, dijo Lee White, ministro de Medio Ambiente de Gabón. La disputa destaca el abismo entre las buenas intenciones y el arduo trabajo por venir, dice Natasha Gilbert, quien informa en la conferencia para Nature. “¿Socavará esto la integridad del marco?” ella pregunta. “Está muy bien impulsar un documento, pero lo que realmente importa es cómo se implementa”. Sin embargo, el sentimiento entre los científicos es optimista. Dan la bienvenida a un acuerdo histórico, que a veces se sintió casi imposible de lograr. Ha creado, por primera vez, objetivos de biodiversidad a la par del trascendental acuerdo climático de París de 2015, que estableció un objetivo crucial para limitar el calentamiento global a 1,5-2 °C por encima de los niveles preindustriales.

Flora Graham, editora senior, Nature Briefing

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El verano que viene: olas de calor y poca lluvia para las zonas más pobladas del país

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  • El Servicio Meteorológico Nacional, con el aporte técnico de otros grupos científicos que investigan las tendencias climáticas, emitió su pronóstico trimestral.

  • Establece las mayores chances sobre el rango de lluvias y de temperatura que los argentinos tendremos en el verano que se inicia en unos días.

  • “Vamos a tener días con máximas y mínimas muy superiores a lo normal”, advierte para este informe Matilde Rusticucci, investigadora del Conicet.

Un verano cálido y seco, con mucho calor, tal vez en forma de nuevas olas. Y escasas lluvias, especialmente en la zona del Litoral y en la provincia de Buenos Aires, regiones donde habitan la mayor proporción de argentinos. Esa es la conclusión central a la que llegaron una docena de expertos en climatología. Y los detalles surgen del reciente informe Pronóstico Climático Trimestral, documento publicado hace unos días en la web del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), con los aportes técnicos de sus pronosticadores y de investigadores especializados que trabajan esta temática en el INTA, el INA y el Conicet, entre otras instituciones científicas. El informe, básicamente, pronostica altas probabilidades de que tengamos un sufrido verano 2022-2023, a partir de su inicio, la próxima semana. “Lo primero que vale aclarar es que aún seguimos, por tercer año consecutivo (desde 2020), bajo la influencia del fenómeno climático regional conocido como ‘La Niña’, que todavía domina la circulación de las masas de aire. Y ‘La Niña’ favorece una baja de los patrones de precipitaciones, especialmente en la zona norte y este del país”, dijo José Luis Stella, climatólogo del SMN. De hecho, para las provincias del Litoral y en PBA el pronóstico sugiere una mayor probabilidad de que se recibirán menos milímetros de lluvias que lo usual: en el mapa publicado en el informe se lee “inferior a lo normal” o cercano a ese valor.

“ESPERAMOS MUCHOS DÍAS CON TEMPERATURAS ALTAS”

“En otras palabras, creemos que las mayores chances es que los meses de verano sigan siendo deficitarios en materia de precipitaciones. A medida que nos movemos hacia el oeste del país, las condiciones van mejorando y llegamos a la región de Cuyo con probabilidades de lluvias normales y hasta superiores”, dijo Stella. Pero advirtió: “Aunque también hemos estado viendo que el momento del comienzo de la temporada de lluvias en esa región se ha ido atrasando a lo largo de los años”.
En cuanto a la Patagonia cordillerana, cuyos bosques suelen sufrir incendios asociados con la sequía, no tiene buenas perspectivas para este verano, ya que el cálculo meteorológico de mayores probabilidades le asignan “condiciones de precipitaciones normales, o inferiores a las normales”. Temperaturas “Junto con mi colega Soledad Collazo nos especializamos en pronósticos probabilísticos sobre temperaturas extremas. Esto es el aumento de temperaturas máximas y mínimas”, explicóMatilde Rusticucci, investigadora del Conicet e integrante del grupo de especialistas responsables del informe. “Y lo que encontramos para los próximos tres meses, para todo el país, es una alta probabilidad de tener temperaturas máximas muy altas, pero también mínimas muy altas. O sea, más allá de la temperatura media, esperamos muchos días con temperaturas altas y persistentes que superan por mucho el promedio. Y también temperaturas mínimas que no descienden demasiado por la noche y están por encima del promedio”. Algo que, recuerdan los expertos, suele generar muchas dificultades a la hora del buen descanso nocturno.  
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Agobiante | Las temperaturas serán muy altas, y las perspectivas de lluvias para la Patagonia cordillerana no son buenas. Foto: Agencia Shutterstock
 
Ola de calor 20221217 Rusticucci explicó que para calcular las probabilidades de rangos de temperaturas de los próximos 90 días, se toman como base datos de máximas y mínimas y se analizan diversos factores a través de complejos modelos matemáticos. Luego, se compara las conclusiones con las temperaturas de las últimas tres décadas y se establece la tendencia más probable para el trimestre. “De acuerdo con nuestro Pronóstico de extremos de temperatura, hay probabilidad de una mayor ocurrencia de extremos cálidos de la temperatura máxima en toda la región de estudio –que abarca el centro y norte del país–, con excepción de una parte de San Juan y el norte de Jujuy”, dijo la investigadora. Y sumó: “Este pronóstico otorga una alta probabilidad de tener temperaturas máximas extremas y temperaturas mínimas altas. Es decir, mucho calor. Esto significa que si bien en algunos casos el aumento de la media puede no ser tan significativo, vamos a tener días con máximas y mínimas muy superiores a lo normal”.

“CREEMOS QUE LOS PRÓXIMOS TRES MESES SERÁN DEFICITARIOS EN PRECIPITACIONES”

Los expertos advierten que “estos análisis probabilísticos se hacen a tres meses y lo que registran es el apartamiento posible de los valores históricos en las diversas áreas geográficas”, explicó Stella. O sea, sirven para pronosticar tendencias y son útiles para tomar decisiones de corto plazo. Y concluyó: “Para tener mayores precisiones respecto de qué pasará con el clima en períodos de días, la recomendación es estar atento a los pronósticos semanales y a las alertas que emiten periódicamente los grupos de investigadores especializados, como el INTA y el SMN”. Ola de calor 20221217Las temperaturas serán muy altas, y las perspectivas de lluvias para la Patagonia cordillerana no son buenas.

El calor del cambio climático

¿Está este fenómeno de altas temperaturas y bajas precipitaciones relacionado con el Cambio Climático (CC)? “El CC genera consecuencias como aumentos de temperatura en todo el planeta y esto se manifiesta especialmente en forma de eventos extremos, tanto de temperatura como de patrones de lluvias. De hecho, es cada vez más frecuente que superemos los umbrales promedio”, explicó Matilde Rusticucci, investigadora del Conicet. Y si bien no se puede adjudicar de manera directa al cambio climático lo que ocurra puntualmente en el verano argentino, “estamos en un marco de tendencias a que las temperaturas aumenten cada vez más y cada vez más rápido”. Por otra parte, la experta recordó que en los últimos tiempos, año tras año se van quebrando diversos récords de temperaturas, ya sea por valor absoluto o por promedio. “Por ejemplo, en 2021, en la Ciudad de Buenos Aires se batió el récord histórico de temperaturas para el mes de octubre, al registrarse 35.7°. Este año tuvimos otro récord, pero para noviembre. Fue, de hecho, una de las olas de calor más intensas registradas en Argentina en, al menos, 60 años”.

Enrique Garabetyan

Eduardo Valdés impulsa una moneda única para el comercio en la América del Sur

El diputado nacional Eduardo Valdés (Frente de Todos) presentó un proyecto en el Congreso para apoyar la creación de una moneda única sudamericana que se utilice en los intercambios comerciales de los países de la región.

Se trata de una idea respaldada por el presidente Alberto Fernández e impulsada años atrás por la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y el mandatario electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. Valdés agregó que su iniciativa «no tiene diferencias sustanciales» respecto de otra presentada en el mismo sentido por el diputado del PRO, Fernando Iglesias, a la que suscribió también el economista Nicolás Dujovne, ex ministro de Economía. En una entrevista periodística, Valdés explicó que la iniciativa apunta a concretar «la posibilidad de que el comercio dentro del Mercosur se haga con una moneda única», como un «primer paso de soberanía» que permita «optimizar la integración». Coincidió con el planteo de la Vicepresidenta cuando definió al bimonetarismo -el papel del dólar como moneda de ahorro- «la encrucijada más difícil de la economía argentina». Recordó que la ex mandataria detalló que la economía bimonetaria «no es solamente la demanda de dólares para importación sino que la gente busca y quiere ahorrar en dólares, y no es cuestión de izquierda ni de derecha, ni de clase social», al resaltar que la divisa se convirtió en la Argentina «en moneda de ahorro y precio de inmuebles». En coincidencia con ese planteo, Valdés sumó hoy su deseo de que se produzca «un gran acuerdo político en momentos donde la grieta es tan importante» para crear una divisa regional y que la moneda de intercambio comercial dentro del Mercosur deje de ser el dólar. «Es importante trabajar en común, sobre todo en este tema de la moneda única sudamericana, donde ellos (por la oposición) ya se han manifestado de acuerdo», insistió Valdés. El legislador dijo además que los proyectos para crear una moneda común de Sudamérica pueden constituirse en el «comienzo de algo distinto, una manera de volar bajito en principio para ver luego cómo vamos avanzando». «Imaginemos que en vez de comercializar en dólares lo hagamos con una moneda propia en momentos donde además hay gran incertidumbre, porque no sabemos qué va a pasar tras la guerra Ucrania-Rusa», fundamentó. En la misma línea, consideró que «es un muy buen momento» para impulsar la iniciativa que presentó en la Cámara, debido a que «Lula acaba de anunciar que pondrá como ministro de Economía a Fernando Haddad, quien en su momento presentó un proyecto en el mismo sentido». «Una moneda única del sur como medio de intercambio dentro del bloque regional«, profundizó Valdés al referirse a las claves de su propuesta. El legislador se preguntó también «cómo y cuándo es que nosotros comenzamos a comercializar todo en dólares», incluso entre países asociados que forman parte del Mercosur, y se remitió a «la década del ’70, cuando sucede la guerra de los Seis Días y Estados Unidos le plantea a Arabia Saudita que la moneda con la cual va a comercializar los barriles de petróleo será el dólar«. «A partir de ese momento histórico se globaliza el dólar como moneda de intercambio y hoy somos dólar-dependientes», reseñó. Y añadió: «Por eso es importante que en el comercio intra-Mercosur vayamos cambiando este paradigma«. Asimismo, consideró que en la actualidad «las condiciones están dadas para avanzar en este sentido» y subrayó que «no hay impedimentos para llevarlo a la práctica». Valdés consideró que «en esta clase de temas, la política dé respuestas a la ciudadanía más allá de las diferencias entre los espacios partidarios». En la letra del proyecto de declaración presentado este viernes, Valdés destaca también el apoyo tanto del oficialismo como de la oposición; y respecto de la posición en Brasil, país de central importancia política y comercial para la región y cuyo apoyo sería determinante para el avance de la iniciativa, subraya que hay un visto bueno transversal. En el texto no solo recuerda que «Lula lanzó la idea, que fue trabajada por sus equipos técnicos, y encabezados por quien será su ministro de Economía, Fernando Haddad» sino que también «el ministro de Jair Bolsonaro, Paulo Guedes, dijo en varias oportunidades que una divisa única para el Mercosur permitiría una mayor integración y una zona de libre comercio». «Una moneda única sudamericana implicaría una mejora en la integración económica a nivel regional. Si observamos el caso de integración europeo, su sistema obtuvo significantes mejoras al adoptar el euro como moneda única y crear el Banco Central Europeo, poniendo fin a la inflación y a las recurrentes devaluaciones en diversos Estados«, concluyó Valdés.

Ley de Fomento Tecnológico: ya tiene dictamen favorable unánime en el Senado

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El proyecto de ley que introduce modificaciones a la Ley 23.877, de promoción y fomento de la innovación productiva, orientado a aumentar los créditos fiscales a pequeñas y medianas empresas que hagan investigación o innovación científico-tecnológica, obtuvo dictamen unánime en una reunión de la Comisión de Ciencia y Tecnología del Senado, de la que participó el ministro del área, Daniel Filmus.

La iniciativa está impulsada por el Poder Ejecutivo y fue aprobada por la Cámara de Diputados el último 12 de octubre, por lo que, desde esta semana, puede ser convertida en ley. Las modificaciones a la ley 23.877 apuntan a “mejorar la actividad productiva y comercial, a través de la promoción y fomento de la investigación y desarrollo, la transmisión de tecnología, la asistencia técnica y todos aquellos hechos innovadores que redunden en lograr un mayor bienestar del pueblo y la grandeza de la Nación, jerarquizando socialmente la tarea del científico, del tecnólogo y del empresario innovador”. A través de esta ley, el Poder Ejecutivo fija anualmente un cupo de créditos fiscales para ser utilizados solo por las empresas beneficiarias para imputar al pago de impuestos nacionales, en un monto no superior a 50% del total del proyecto, y deben usarse en partes iguales en un plazo de tres años. Filmus defendió el proyecto y pidió por su sanción acompañado por el titular de la agencia nacional de Promoción de la Investigación, Fernando Peirano. “Esta ley tiene un respaldo presupuestario de tres mil millones de pesos para el año que viene”, aseguró el funcionario. En su defensa del proyecto, Filmus afirmó que “los países centrales, como Israel, invierten el cinco por ciento de su Producto Bruto Interno (PBI) en ciencia y técnica”. Y aseveró que “la Unión Europea invierte, en promedio, un tres por ciento”. “Nuestra ley se plantea llegar a 2032 con una inversión del uno por ciento del PBI”, agregó, tras lo cual añadió que “Brasil invierte el 1,2 por ciento en fondos públicos, pero hay un equivalente similar del sector privado”.

Ciencia en pequeñas dosis: ¿Desde cuándo estamos en América?

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Herramientas atribuidas a antiguos pobladores americanos fueron hechas por los ancestros de… los actuales monos capuchinos.

Dos investigadores del CONICET, el arqueólogo Agustín Agnolín y el paleontólogo Federico Agnolín,demostraron que herramientas de 50 mil años de antigüedad identificadas tiempo atrás en la cueva Pedra Furada -en el noreste de Brasil- fueron hechas por ancestros de los monos capuchinos y no son de origen humano como algunos/as especialistas sostienen. (Referencia bibliográfica: Agnolín, A. M., & Agnolín, F. L. (2022). Holocene capuchin-monkey stone tool deposits shed doubts on the human origin of archeological sites from the Pleistocene of Brazil. The Holocene, 09596836221131707.) La nota completa en Conicet Dialoga, aquí. Corresponde señalar que Adrián Chevalley, de la Universidad Nacional de Quilmes, cuestionó en Instagram las conclusiones -tacomo fueron expuestas en esta nota- de esta forma: «Interesante, pero esto no prueba que el poblamiento americano haya sido reciente, ni siquiera refuerza la hipótesis. Hay evidencias de actividad humana en la Patagonia de hace aproximadamente 13.000 años, lo que implica que el poblamiento desde Bering debe haber sido muy anterior. ¿Y que hay de las firmas genéticas de Australasia y Polinesia en regiones no mestizadas del Amazonas? Y los yacimientos de cacería de mamuts de hace 15 mil años en Norteamérica? Y las puntas de flecha pre-Clovis de Centroamérica? Me parece muy acotada la construcción de esa teoría, evidentemente les falta evidencia o se están sustentando solo en la teoría de primero Clovis, que ya quedó obsoleta hace años».