martes, 29 julio, 2025 - 3:31 am

Los diez argumentos que confirman la teoría de transmisión por aire del Covid-19

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La revista científica ‘The Lancet’ publica un artículo firmado por varios especialistas en el que se justifica este modo de infección, discutido inicialmente por la OMS

Mientras los gobiernos de todo el mundo recomiendan sacar todas las actividades al exterior y ventilar los interiores, un intenso debate científico permanece abierto sobre las razones para hacerlo. Ningún organismo sanitario niega que existen contagios por vía aérea, es decir, al respirar partículas con virus que quedan en suspensión después de expulsarlas un contagiado al hablar, gritar o toser. Ese tipo de contagio es el que justificaría esas medidas, que ahora recomienda hasta la Organización Mundial de la Salud (OMS), aunque inicialmente discutió la existencia de contagios por aerosoles, esas partículas virales en suspensión. Pero se mantiene la controversia porque todavía no se ha cazado un virus en el aire que contagie a alguien y muchos especialistas sostienen que la principal vía de infección son las gotículas que impactan como perdigones en el contacto directo con un enfermo. Un equipo de científicos, entre ellos el español José Luis Jiménez (Universidad de Colorado), publica ahora en The Lancet una recopilación de los diez argumentos científicos que sostienen la existencia de los aerosoles como un actor importante en la pandemia de covid. Ya en marzo de 2020 reclamaban a la OMS que tuviera en cuenta este peligro aéreo, pero ahora las pruebas se acumulan. Su argumentario comienza por reconocer su principal flaqueza, publicada por otro especialista: “La falta de muestras recuperables de cultivos virales de SARS-CoV-2 impide sacar conclusiones firmes sobre la transmisión aérea”. Para estos científicos, de universidades como las de Oxford, California y Toronto, esa conclusión “es preocupante debido a las implicaciones para la salud pública”: no es lo mismo combatir unas gotas que caen al suelo que una nebulosa invisible que permanece en suspensión. Y a continuación detallan sus razones, revisadas por otros científicos independientes para la prestigiosa revista. 1- Eventos de superpropagación. Estas situaciones, en las que muchas personas se infectan en un mismo escenario, se consideran unas de las principales impulsoras de la pandemia. El análisis de contagios masivos en coros, cruceros, restaurantes, mataderos, residencias de ancianos e instalaciones penitenciarias sugiere que la vía aérea tiene un papel determinante en estos casos, “que no puede explicarse adecuadamente por gotitas o fómites [superficies contaminadas]”, según este grupo. 2- Contagio de largo alcance. Nueva Zelanda ha documentado un contagio entre dos personas que no llegaron a cruzarse siquiera, provocado por la mala ventilación en un hotel con personas en cuarentena. 3- Transmisión asintomática o presintomática. El papel determinante que tienen los contagiadores sin síntomas apoya “un modo de transmisión predominantemente aéreo”, según estos científicos, porque “las mediciones directas muestran que hablar produce miles de partículas de aerosol y pocas gotas grandes”. Nueva Zelanda ha documentado un contagio entre dos personas que no llegaron a cruzarse siquiera, provocado por la mala ventilación en un hotel. 4- Interiores. Desde el comienzo de la pandemia se sabe que los lugares cerrados son unas veinte veces más proclives a producir contagios que los exteriores. Y que el riesgo se reduce notablemente con la ventilación en los interiores, lo que sugiere la existencia de una ruta de transmisión aérea, que se disuelve con aire en circulación. 5- Infecciones en hospitales. Los contagios en centros médicos, donde se aplican estrictas precauciones frente al contacto directo y las gotitas grandes, pero no tanto frente al contagio por partículas microscópicas en suspensión que pueden inhalarse. 6- Se ha detectado en el aire. En experimentos se ha conseguido determinar que el SARS-CoV-2 permaneció infeccioso en el aire hasta tres horas y a cinco metros de un paciente, pero hay otros estudios que no han logrado capturar muestras aéreas que puedan cultivarse, es decir, que muestren capacidad de contagiar. Esta es una de las principales claves que genera dudas: la ausencia de pruebas sólidas de virus que contagien en el aire. Los firmantes del artículo en Lancet argumentan que el muestreo de virus en el aire es un desafío técnico y ponen un ejemplo: “El sarampión y la tuberculosis, dos enfermedades principalmente transmitidas por el aire, nunca se han cultivado a partir del aire ambiental”. 7- Rastros en filtros de aire. Los científicos han encontrado trazas del coronavirus en sistemas de aire acondicionado y conductos de edificios, “lugares a los que solo se podía llegar mediante aerosoles”. Es más, se investiga el uso de estas trazas de coronavirus en los filtros de aire como sistema de alerta de la presencia de contagios en un área. 8- Animales enjaulados. Varios estudios han probado contagios entre hurones y otros animales que estaban en jaulas separadas y que solo pueden explicarse mediante transmisión aérea. 9- Pruebas en contra. Los firmantes del artículo admiten aquí otro talón de Aquiles: que muchas personas no se contagian tras compartir aire con personas infectadas como sí sucede con otras enfermedades más contagiosas por el aire, como el sarampión. “Esta situación podría explicarse por una combinación de factores”, se justifican, y señalan la diferente carga viral de los individuos y las condiciones ambientales. 10- Otras vías de transmisión. Este grupo señala que hay evidencia más limitada sobre las otras dos vías posibles de contagio: las gotitas respiratorias y el contacto con superficies (fómites). Todos los organismos sanitarios reconocen ya que esta última, tocar objetos contaminados, es raro por no decir muy improbable. Las gotículas explicarían mejor con contagios por proximidad, pero estos también podrían explicarse por aerosoles, ya que se concentran en mayor cantidad cerca de la persona que los expulsa.

India: «No había visto tantos cadáveres»

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«Los hornos se funden en los crematorios indios por exceso de muertos del covid-19». De tres a cuatro veces más fallecidos de lo habitual han sido incinerados cada día durante la presente segunda oleada del coronavirus en la India.

El brote de covid-19 está en alza en la India, donde el número diario de nuevos contagios se ha mantenido por encima de los 200.000 durante una semana. La última cifra de la agencia PTI, publicada ayer martes, fue de 259.170 personas infectadas en 24 horas. Peor aún, el incremento se produce también en el número de muertes cada día, que ha llegado a un nivel récord con 1.761 casos. «He ido regularmente al crematorio desde 1987 y he estado involucrado a diario en su funcionamiento desde 2005, pero en todos estos años nunca había visto tantos cadáveres llegar para la incineración», detalló en declaraciones a Reuters Prashant Kabrawala, gerente del crematorio Ashwinikumar en la ciudad de Surat, al oeste indio. Afirmó, sin especificar números, que ni siquiera hubo tantos fallecidos durante un brote de peste bubónica en 1994, ni tampoco tras las inundaciones del 2006. Este crematorio funciona ahora las 24 horas al día y con tres o cuatro veces más cuerpos de lo normal, según un reportaje de esta última agencia noticiosa. Lo mismo ocurre en otros dos crematorios de la misma localidad que, siguiendo los protocolos de seguridad determinados para el covid-19, incineraron durante la última semana más de 100 cadáveres al día, cifra muy por encima del saldo oficial de muertes por causa del coronavirus, que ronda los 25. Asimismo, según reveló la revista India Today, dos crematorios en Bhopal, la capital del céntrico estado de Madhya Pradesh, incineraron bajo protocolos del covid-19 un total de 187 cuerpos en tan solo cuatro días de este mes, mientras que la cifra oficial de fallecidos por esta enfermedad fue de cinco. Periodistas de un medio local del estado de Guyarat, donde se sitúa la mencionada Surat, contabilizaron la semana pasada los cadáveres que salían del hospital especializado en el tratamiento del covid-19 de la ciudad de Ahmedabad, para ser incinerados: el saldo fue de 63 cuerpos en un día. Mientras tanto, la estadística oficial se mantuvo en 20 muertes diarias por el coronavirus. India no es el único país en el que se cuestionan las estadísticas de la pandemia, pero el testimonio de numerosos trabajadores y múltiples publicaciones académicas sugieren que hay allí un marcado subregistro de las muertes, en comparación con otras naciones. Funcionarios del Gobierno alegan que la no coincidencia en los recuentos puede deberse a varios factores, incluida una precaución excesiva. Así, un responsable de Sanidad dijo que el aumento en el número de cremaciones se debe a la aplicación de los protocolos del covid-19 a todos los cadáveres, «incluso si hay un 0,1 % de probabilidad de que la persona fuera positiva». Hornos al borde del colapso La escasez de oxígeno y medicamentos en los hospitales indios es el origen de una situación sanitaria muy grave, pero son también impresionantes las consecuencias de orden técnico que se derivan de esta mortandad. Así, el uso ininterrumpido de los hornos de gas y leña en un crematorio en Guyarat provocó que las partes metálicas comenzaran a fundirse. «Estamos trabajando día y noche, al 100 % de nuestra capacidad, para incinerar los cuerpos a tiempo», explicó el presidente ejecutivo de la operadora de ese crematorio, Kamlesh Sailor. La chimenea de un horno eléctrico en Ahmedabad se agrietó y derrumbó después de haber estado en uso constante durante hasta 20 horas diarias en las últimas dos semanas. Algunos crematorios de Lucknow, capital del estado de Uttar Pradesh, se quedaron sin material combustible y tuvieron que pedir a los familiares de los fallecidos que llevaran leña. Entre tanto, en las redes sociales se hacen virales numerosas fotos de los carros de culí cargados de troncos. También es notorio en esa ciudad el drama de los deudos, que suelen recibir fichas numeradas y permanecer en espera hasta 12 horas para que les entreguen las cenizas. En un esfuerzo por acelerar el proceso, un crematorio comenzó a quemar cadáveres en un parque adyacente, según dijo un funcionario. Gran parte de la nación está confinada por estos días en el intento de contener la segunda oleada de la infección, que ha reducido la disponibilidad de plazas en hospitales y los recursos necesarios para el tratamiento.

Nuevo fallo judicial: la presencialidad en las escuelas porteñas no será obligatoria

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El juez en lo contencioso administrativo de la ciudad de Buenos Aires Guillermo Scheibler ordenó que no se computen las faltas y que se garantice la enseñanza virtual.

Este nuevo fallo resolvió que los colegios de CABA “se abstengan de computar las faltas y/o quita de vacantes respecto de aquellos/as alumnos/as cuyos padres y madres resolvieran la no concurrencia de sus hijos/as a los establecimientos educativos”. En el documento emitido por el juez Scheibler se profundizó en la necesidad de adoptar medidas necesarias con el fin de garantizar la escolaridad virtual: “Todo ello hasta tanto la Corte Suprema de Justicia de la Nación resuelva la cuestión planteada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires respecto a la constitucionalidad del artículo 2º del DNU 241/2021 o hasta el cumplimiento el plazo dispuesto en dicho artículo, lo que ocurra primero”, precisaron. «Hasta tanto se declare el fin del Distanciamiento Social Preventivo y Obligatorio (en adelante, DISPO), o hasta que exista certeza sobre el control de la pandemia, los padres o representantes legales de los alumnos deben poder elegir el modo de educación para sus hijos». En el texto, se describe la situación de desconcierto que vivieron los padres durante estos últimos días. Y exponen: “Quienes tenemos hijos/as en edad escolar hemos sido azorados testigos en estas últimas horas de una escalada de confusión/violencia verbal/discusiones interminables/angustia indescriptibles. La palabra que quizás mejor define la sensación de una inmensa mayoría —aquí sí creo que podemos hablar de un “consenso”— ha sido la de incertidumbre. Incertidumbre respecto del camino a seguir, a cuál es la mejor política sanitaria y educativa que el momento requiere. Se trata de una realidad dramática y dinámica, frente a la cual los órganos ejecutivos competentes no están ofreciendo en este momento una respuesta coordinada”.

Observación de AgendAR:

El tercer fallo -los tres con distintos criterios- sobre este tema que han producido los tribunales porteños en dos días. Compartimos lo que este juez dice sobre la incertidumbre provocada en las familias, y lo que dispone nos parece sensato y humano. Pero el Poder Judicial tiene otras tareas. Que los jueces pueden estar cumpliendo bien o mal, pero no incluyen las decisiones políticas inmediatas.

Los mayores costos de la energía nuclear son los costos de la imprevisión

. «Un tema central en el mundo de la energía eléctrica es el costo relativo de generar electricidad con las distintas fuentes y tecnologías disponibles. Hay muchas formas, todas complejas, de evaluar ese costo, siendo la más difundida el costo nivelado de la energía o LCOE. Esta forma particular de evaluar el costo de los proyectos energéticos redunda en que los proyectos que utilizan energía nuclear siempre tienen un LCOE muy superior a proyectos con otros tipos de fuente. Es por esto que se suele decir que la energía nucleoeléctrica es más costosa frente a otras opciones. No hay dudas de que una central nuclear es un proyecto que requiere de una inversión de capital mayúscula y cuya planificación y construcción duran años. Ahora bien, el LCOE no sirve para capturar o entender las particularidades propias de los proyectos nucleares, pero eso no evita que sea utilizado para decir que el costo de la energía nuclear es intrínsecamente “costoso”, “excesivo” e incluso “prohibitivo”. La energía nucleoeléctrica no es necesariamente “costosa”. Lo costoso es construir la central generadora, pero incluso esta afirmación es compleja. En realidad, lo costoso es abordar mal su construcción. Hablemos un poco entonces sobre diseño de reactores y su importancia/impacto económico en la construcción de centrales, a través de ejemplos de estricta actualidad. El diseño de un nuevo reactor es un proceso largo que incluye varias etapas, desde la etapa de diseño conceptual hasta de diseño detallado (la ingeniería del reactor). Incluso en diseños ya construidos y probados se suelen introducir modificaciones por pedido del comprador o ente regulador. Por lo tanto, no es extraño que muchos proyectos comiencen a ser construidos con algún porcentaje de diseño detallado sin completar, sobre todo cuando se trata de diseños novedosos. Pero ese porcentaje muy elevado puede conllevar problemas, como los sufridos en Europa con la construcción del Reactor Europeo Presurizado (EPR). La francesa Areva (comprada por EDF en 2016) y la alemana Siemens desarrollaron en la década de 1990 el diseño conceptual del reactor europeo presurizado, denominado EPR. No obstante, la oportunidad de construir un EPR llegó recién en 2003 con la firma de un contrato para la construcción de un reactor en la central nuclear de Olkiluoto, en Finlandia. La construcción comenzó en 2005. Dos años después, Areva comenzó a construir otro EPR en la central de Flamanville, Francia. La construcción de ambos reactores comenzó con la etapa de diseño detallado sumamente incompleta. Una auditoria gubernamental de 2019 arrojó que esa etapa solo estaba completa en un 40% al iniciar la construcción del EPR de Flamanville. Esa falencia se tradujo en dificultades para obtener autorizaciones administrativas para avanzar en la obra y en la calificación y especificación de los proveedores de equipos e insumos. Dificultades que constituyen grandes retrasos de obra. Ambos reactores deberían haber sido terminados en 2010 y 2012. A la fecha, se estima que el EPR de Flamanville será finalizado en 2022. En tanto, el EPR en la central de Olkiluoto ya esta listo y será activado este año. El impacto económico de semejantes retrasos de obra fue sideral. La inversión y los costos incurridos en Olkiluoto se estiman en € 11.000 millones, casi cuatro veces el valor del contrato original. En Flamanville, el último costo proyectado asciende a € 12.400 millones.

Los «mayores costos» en Flamanville

Pero el desempeño de las firmas europeas a la hora de construir estos reactores es todavía peor si se compara Flamanville con el costo de los dos EPR construidos en China entre 2009 y 2017 por China General Nuclear Power Group, empresa que se benefició de la curva de aprendizaje y la madurez en el diseño que se iba logrando con el avance de los proyectos europeos. Las experiencias europeas con el EPR contrastan con otras experiencias exitosas de construcción de centrales con reactores ya existentes, incluso con nuevas versiones mejoradas. Es el caso de los reactores APR-1400 construidos en Emiratos Árabes Unidos. El gobierno firmó con un consorcio de empresas surcoreanas liderado por KEPCO en 2009 un contrato para la construcción de cuatro reactores APR-1400 en la futura central nuclear de Barakah, la primera de la historia en un país árabe. La balanza se inclinó en favor de KEPCO debido a su excelente track récord constructor con el OPR-1000 en Corea del Sur y pese a que, al momento de la firma del contrato, no existía en funcionamiento ningún APR-1400. Pero como el APR-1400 no era otra cosa más que una versión mejorada del OPR-1000 no había que temer por los grandes problemas vistos con los EPR, que eran  proyectos First of a Kind (FOAK) o “primeros de su tipo”. La central de Barakah es un caso en desarrollo pero que puede ser considerado ya un éxito de construcción. A la fecha, el reactor uno se encuentra operando al 100% y el dos fue terminado en 2020. La construcción de las unidades tres y cuatro finalizará este año. Podemos decir que las ventajas del APR-1400 sobre el EPR eran varias: una versión de siguiente generación de un diseño probado y conocido; una empresa vendedora y constructora con un track récord excelente y reciente; una cadena de proveedores desarrollada y calificada. En contraste, Areva se propuso construir en dos centrales un diseño original e incompleto en la etapa de diseño detallado, y sin una cadena de proveedores bien desarrollada. La empresa no resistió el peso de los sobrecostos y quebró, siendo absorbida su división nuclear por EDF en 2016, que continuó los proyectos. La diferencia también es brutal en cuanto al costo por MW instalado. Cada APR-1400 costó en promedio €6000 millones y tiene una potencia nominal de generación de 1350 MW. El EPR de Flamanville, con una potencia de 1600 MW, costará al menos €12.400 millones. Si bien 6000 millones sigue siendo una cifra muy elevada hay que pensar por ejemplo que se tratan de infraestructuras con una vida útil muy superior a la declarada por los vendedores. Por ejemplo, algunas centrales en Estados Unidos construidas en 1970 ya obtuvieron licencias para operar hasta la década del 2040, estirando su vida útil hasta los 80 años. Era tan poco lo que se sabía en la década del 70 sobre operación de reactores que los vendedores estimaban vidas útiles de 40 años. Para finalizar, es importante señalar que estas líneas constituyen una aproximación simplificada y centrada en una de las dimensiones que hacen a los costos de un proyecto nuclear. Otras dimensiones como la financiera y la gestión de proyectos son igual de cruciales, por la incidencia que tienen en el costo final de una central. Las comparaciones aquí realizadas son incluso algo injustas. Con el EPR, Areva hizo una apuesta de riesgo (como suele ser todo proyecto “first of a kind”) y EDF hoy tiene un reactor de generación III+ probado en China y para vender, con una cadena de proveedores desarrollada en Europa.

Los costos de plantas nucleares «primeras de su tipo»

Una última reflexión es que la apuesta por un nuevo diseño debe ser acompañada de proyectos para construir centrales. La economía de escala y disminución de costos se logra construyendo reactores con cierta regularidad. Es algo que en Asia entendieron muy bien.»

Nicolás Deza

Periodista especializado en Industria y Energía


Observación de AgendAR: la nota de Deza muestra impecablemente que las centrales nucleares no son inherentemente caras y explica por qué las plantas de 900 MW construídas en los ’70 y ’80 por EDF (Électricité de France) producen la electricidad «de base» (disponible 24×7) más barata de Europa, y en realidad, del mundo. Las actuales centrales francesas son hijas del «Plan Messmer», acuñado en 1974 por el ministro Pierre Messmer trascartón de la Guerra de Yom Kippur, cuando los países árabes se vengaron del apoyo occidental a Israel dejando a Europa y a EEUU en desabastecimiento de petróleo y gas. En Francia, donde los presidentes duran 6 años, hasta tiempos de Hollande y de Macron nadie osó interferir en lo más mínimo con el Plan Messmer, que preveía llegar a 1985 con 80 plantas, y a 2000 con 170. No se cumplió (hoy son 58 centrales), pero el resultado fue el único país europeo blindado contra boicots de gas o de petróleo, y -junto con Suecia- el fabricante de megavatios hora con menor huella de carbono en toda Europa. Con un profesionalismo impecable, EDF, empresa estatal, jamás empezó la construcción sin tener resueltas antes las ingenierías básica y de detalle de las centrales, así como su licenciamiento de construcción. Nada de «vamos viendo sobre la marcha». Ése es un camino directo a una construcción «stop and go», que se detiene a cada rato por imprevistos y va acumulando demoras, y con ellas, sobrecostos. Pero además EDF, obligada por un plan nuclear aún más ambicioso que el que tiene hoy China, fue «fordista»: con su central de bandera, la de 900 MW, se abstuvo de complicarlas con mejoras de ultimísimo momento y en cambio se abocó a construir 58  unidades casi idénticas, de las cuales 34, las llamadas CP0, CP1 y CP2, son directamente clones, fuera de adaptaciones inevitables a las características del paisaje: si es costera sobre el mar no necesitará torres de enfriamiento y el vapor de turbina se condensará con agua de mar. Si la planta está sobre un río suficientemente caudaloso, de todos modos tendrá torres de enfriamiento, aunque no tan poderosas, porque los biólogos objetan la descarga de agua caliente, aunque venga del mismo río y vuelva a él libre de radionucleídos. Si se planifica en cercanías de un nudo industrial muy electrointensivo, la central constará de muchas unidades. Y etcétera. Gracias a esta visión de escala nacional y de largo plazo, las industrias metalúrgicas, metalmecánicas, electromecánicas, electrónicas e informáticas de Francia lograron un nivel muy alto de estandarización en componentes, fabricándolos bajo normas rabiosas de calidad y sin embargo de modo masivo. 22 de esas instalaciones ya cumplen 40 años y siguen siendo excelentes. La central francesa de 900 MW no es, en realidad, un invento francés: es un desarrollo bajo licencia de la central Westinghouse, el mejor fabricante estadounidense y el inventor del diseño PWR (Pressured Water Reactor) hoy impuesto en casi todo el mundo por casi todos los oferentes. La central Hualong-1 que Argentina probablemente le compre a CNNC (China National Nuclear Corporation) es un descendiente chino bajo licencia de este otro descendiente francés bajo licencia yanqui. Se nota a sola visión de planos: tres circuitos de refrigeración con tres generadores de vapor. Oh, la, la! EDF compró la licencia, la «afrancesó» en planos, mejorándola y adaptándola a las posibilidades de la industria local, y a la hora de la construcción, no se apartó un milímetro de su propio rediseño y se concentró en lograr volumen de fabricación. Junto con la AECL de Canadá, que hizo algo bastante parecido con un reactor muy distinto (su CANDU de uranio natural y agua pesada de 600 MW), estas dos firmas estatales fueron los primeros proveedores del mundo que fabricaron centrales núcleoeléctricas «clonadas». Y el resultado es que fueron MUY económicas y competitivas. Por algo los franceses pagan la mitad que los alemanes por el kw/h, aunque estos últimos cerraron sus 18 centrales nucleares SIEMENS (excelentes, por otro lado) y se sobreequiparon hasta las cejas de parques eólicos y solares supuestamente baratos. Es como tirar un sobretodo en pleno invierno y sustituirlo por veinte bufandas y diez pares de guantes. Un país industrial no funciona ni a patadas con un recurso intermitente, como el viento, que además es impredecible, u otro que es todo lo anterior, pero además escaso, como el sol en Europa del Norte. Los altibajos de generación resultantes son caros: cuando abunda el viento o brilla el sol, hay que desconectar centrales térmicas para que la red de distibución no se sobrecargue, pero esas unidades hay que mantenerlas funcionando desconectadas, en «reserva caliente», por si aumenta la demanda o se cae el viento o se nubla. Con lo cual, las emisiones de carbono se van por las nubes. Por algo los alemanes, aún exultantes de ecologismo autocomplaciente, están quemando carbón lignita y hulla como nunca antes en su historia. Y por algo le compran excedentes de electricidad nuclear a Francia, alrededor de 37 teravatios/año. Detalle no menor: EDF y AECL son firmas estatales. A la hora de respaldarse en capitales para hacer las cosas a lo grande, tuvieron acceso a la mayor financiación posible: la de sus propios estados. Los estados (al menos, algunos estados que tratan de seguir siendo estados) son los únicos banqueros del planeta dispuestos a hundir una enorme inversión inicial en construcción de planta, y después tener entre 60 y 80 años de electricidad inevitablemente barata. No hay magia en el asunto: las centrales de ciclos combinados de gas son económicas y se construyen en 2 años, pero alcanzan factores de disponibilidad del 50 al 60%. El ciclo de vida total de las nucleares, que se construyen en 5 o 6 si las cosas se hacen como las hacían EDF o AECL, es tan largo que aún realmente no lo conocemos. Y alcanzan factores de disponibilidad del 90% o más. Las privatizaciones noventistas llegaron a Europa con la historia de terminar con la «ineptitud estatal», que según la mitologría de mercado, al parecer es un fenómeno inherente. Los franceses, que a esa altura ya tenían una red eléctrica 80% apalancada en lo nuclear, compraron el relato, ayudados no poco por el accidente de Chernobyl en 1986, que hizo grande a Greenpeace pero tiró abajo a la URSS. Sin embargo, en el caso de AREVA, sucesora de gerenciamiento privado de la vieja EDF, los nuevos CEOs hicieron mal todo lo que sus antecesores habían hecho bastante bien, el diseño se llenó de complejidad y de «moños» de ingeniería, y la empresa se clavó con atrasos en obra y sobrecostos increíbles en dos centrales FOAK (First of a Kind), las EPR de 1600 MW, Olkiluoto en Finlandia y Flammanville en Francia. Eran épocas de moneda única para toda la vieja Comunidad y de europeísmo militante, las plantas (aunque básicamente descendientes del francés de 900 MW) ahora se llaman «European Pressurized Reactor), y la industria francesa perdió la fabricación exclusiva y experta de componentes: cada país de la UE debía poder aportar lo suyo al EPR. Es un esquema que en Airbus funcionó más o menos bien, si se mide el éxito de sus aviones, pero tanto europeísmo y una dirección nueva y engreída fueron una combinación fatal, a la hora de construir dos reactores FOAK, y de yapa, gigantes. Las piezas llegaban a obra desde casi todos los países comunitarios, y era imposible armar el rompecabezas porque tal proveedor de extramuros no cumplía las especificaciones, o debido a que las uniones entre el componente A y el B, de distintos orígenes nacionales, no eran perfectas. Y por desgracia y por suerte, la industria nuclear, aún más aún que la aeroespacial, no tiene mucho margen para la imperfección. El resultado fue malo. Olkiluoto y Flammanville, eternamente en obra y en rediseños y adaptaciones y cada vez más caras, desacreditaron más al atómo, ante los ojos del consumidor europeo que el accidente de Chernobyl. El único lugar del mundo donde se montó (bajo licencia) EPRs a velocidad de construcción normal, es decir 6 años, fue… Taishan, China, con las unidades 1 y 2. No deja de ser un alivio que en Francia el átomo haya vuelto a EDF. La opción, para Francia, es vivir de gas ruso, destino al que los alemanes están más que resignados. La AECL canadiense quebró también, en 2011, tras haber construido 31 centrales en todo el mundo (incluida Embalse, en Córdoba, Argentina) e inspirado 22 plantas similares (copiadas sin licencia) en India. AECL no quebró sola: EEUU no apreciaba a un competidor -y menos aún, vecino- que no sólo jamás compró una planta estadounidense, sino que promovía una tecnología que no necesita de uranio enriquecido, material cuya fabricación monopoliza un club muy cerrado de países. Uranio natural hay en todas las minas de uranio del mundo, y este mineral es relativamente común, aunque en baja ley, en casi toda la corteza terrestre. Por eso quien tiene centrales de uranio natural no está obligado a acuerdos automáticos de política exterior con nadie (EEUU, en esta parte del mundo), o a entregarle su infraestructura de servicios, o a quedarse en apagón. Lo dicho: AECL promovía cierta independencia nacional entre sus compradores. Por ello, no quebró sin bastante ayuda de los vecinos sureños, y de grandes campañas ecologistas financiadas imaginate adónde. Una lástima: las de tubos de presión son centrales relativamente sencillas, fáciles de construir y con una foja de seguridad casi impecable en todo el mundo. El artículo de Deza nos encuentra en un momento particular de la historia nuclear argentina. Dejamos de lado el principal proyecto actual de NA-SA (Nucleoeléctrica Argentina SA), que es la compra llave en mano de una central Hualong-1 de 1150 MWe. Hay nueva dirección en NA-SA y la que acaba de asumir es mucho más pro-industria nacional. Probablemente el nuevo elenco tratará de aumentar el margen de participación de los fabricantes metalúrgicos argentinos en esta central, y la negociación será dura porque el fabricante chino, la CNNC (China National Nuclear Corporation) lo único que viene escuchando desde 2016 es «sí a todo», y hasta ayer la parte asegurada para nuestro país era la obra civil: hormigón y fierros no nucleares, la parte no nuclear de una construcción nuclear. Y no es admisible: la terminación de Atucha II se hizo con un 93% de industria nacional, y el retubamiento de Embalse (un trabajo de extensión de vida más complejo que la construcción desde cero), con un 97%. Décadas antes de que China se volviera LA potencia nucleoeléctrica mundial, ya éramos un país diseñador y constructor, no un comprador-operador bobo. Por lo pronto, somos los exportadores más exitosos del mundo en reactores de irradiación y de investigación. La insistencia de Deza en iniciar la construcción cuando la ingeniería de detalle y el licenciamiento de obra ya están resueltos es importantísima, en esta etapa. Hasta tanto no se resuelva qué componentes y sistemas de la Hualong-1 serán de industria argentina no conviene iniciar la construcción, para que luego no se demore por inconvenientes de obra. Lo que no está mal: la única parte apurada en mostrar una central china en el país más nuclear de Sudamérica -sonría, lector: somos nosotros- es la CNNC. Por otra parte, Deza contribuye a establecer doctrina para que no nos pase lo mismo que a los franceses en los dos proyectos nucleoeléctricos más tecnológicamente argentinos, que son:
  • Terminar de una vez por todas el prototipo del CAREM, estancado desde 2018.
  • Terminar la ingeniería básica y de detalle del CAREM comercial, de 240 o 480 MW, destinado tanto al mercado interno como la exportación.
  • Asegurarle una fuente de uranio enriquecido a estas máquinas (y será toda una historia…).
  • Iniciar la ingeniería básica de una central de uranio natural argentina, parecida al CANDU… pero resuelta toda aquí, pagada en pesos y libre de licencias canadienses.
Y recordar que en ambos proyectos de central argentina, lo que nos enseña la historia reciente es que lo que abarata la construcción nuclear es lo mismo que en en una planta de la avenida Piquette, de Detroit, Michigan, en 1908, abarató el automóvil, aquel artículo artesanal y de lujo: la estandarización y la fabricación de componentes en gran escala. Lo que construyamos nosotros debe poder reproducirse de modo clonal. Y poder exportarse. Quizás se vienen nuevos tiempos, compatriotas. Presumiblemente, mejores.

Las ciudades donde circulan las variantes del covid de Manaos, Reino Unido y Río de Janeiro

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El Consorcio Argentino de Genómica del SARS-CoV-2 identificó 54 casos en CABA, provincia de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fé y Neuquén, sin antecedentes de viaje o de contacto con viajeros.

El Proyecto Argentino Interinstitucional de Genómica (PAIS) difundió cuántos casos fueron detectados con las variantes de coronavirus y sus mutaciones en la Ciudad de Buenos Aires y localidades de las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Neuquén. A través de la detección conjunta de las mutaciones N501Y, A570D, D614G, P681H y T716I, se identificó la variante de Reino Unido en un total de 54 muestras, señaló el reporte N° 19 del Proyecto País. Un total de 22 casos fueron detectados en CABA, de los cuales 20 no tienen antecedente de viaje ni nexo epidemiológico con viajeros. Otros cuatro casos correspondieron al conurbano bonaerense: una de Ituzaingó, una de Tres de Febrero, una de Merlo y una de Haedo, todos sin antecedente de viaje ni nexo epidemiológico con viajeros. El reporte destacó que se observó «un aumento en la frecuencia de detección de la variante Reino Unido en casos sin nexo epidemiológico con turismo en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA)» en las últimas semanas epidemiológicas. Además, se detectaron dos casos en la ciudad bonaerense de Lobos y seis en Mercedes sin antecedentes de viaje ni nexo epidemiológico con viajeros. También tres casos en Bolívar a partir de un total de 19 muestras, cuya investigación mostró que una persona había viajado a la ciudad bonaerense de Olavarría y otro era contacto estrecho de un positivo proveniente de La Plata. En Olavarría se detectaron 11 casos, sin antecedente de viaje ni nexo epidemiológico con viajeros. En tanto, en la provincia de Córdoba se hallaron en individuos con antecedente de viaje a zonas afectadas, mientras que en la ciudad de Santa Fe en una persona sin antecedente de viaje o contacto estrecho con viajeros que había sido seleccionado a partir de un total de 9. La variante de Manaos La variante de Manaos fue localizada en 16 casos de CABA de los cuales 15 no tienen antecedente de viaje ni contacto con viajeros. En la provincia de Córdoba se detectó un caso de la variante Manaos en una persona con antecedente de viaje a zonas afectadas. En la provincia de Santa Fe un caso fue encontrado en la ciudad de Rafaela, sin antecedente de viaje o contacto estrecho con viajeros. Otras variantes La mutación S_E484K y de la variante de Río de Janeiro fue detectada en 32 muestras, de las cuales 15 son provenientes de CABA, dos de Hurlingham y una de Merlo, tres de Lanús, dos de Berazategui, una de Almirante Brown y una de Ezeiza, una de Tigre y una de Vicente López, y dos de Lobos, dos de Mercedes y una de Olavarría. Además, se descubrió la mutación S_L452R en siete muestras correspondientes a CABA (un caso), Almirante Brown (un caso), La Matanza (un caso), Lanús Oeste (un caso), La Plata (un caso) y San Martín de los Andes (un caso) y otra muestra con diagnóstico en CABA, pero sin información de la localidad de residencia del individuo que, según la información disponible, ninguno tiene historia de viaje, ni contacto estrecho con viajeros. Por otra parte, la mutación S_L452Q se detectó en 63 muestras correspondientes a 23 casos de CABA, 26 al sur del Gran Buenos Aires, 4 al oeste del Gran Buenos Aires, una en Suipacha, una en Bolívar, una de La Plata, una de Neuquén y dos de Santa Fe. Estos últimos casos no presentaron nexo epidemiológico entre sí y corresponderían a infecciones adquiridas en la comunidad.

Argentina compra a EE.UU. diez aviones Beechcraft Hurón, para la Fuerza Aérea

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El gobierno de Alberto Fernández comprará a los Estados Unidos diez aviones Beechcraft Hurón, con destino a la Fuerza Aérea, por un monto superior a los 16 millones de dólares. La adquisición había sido iniciada por el ministerio de Defensa, a solicitud de la FAA, en mayo del año pasado, y concretada -se estima- después que Juan González, el enviado del presidente norteamericano Biden, visitara la Argentina.

González es el principal asesor de la Casa Blanca para el Hemisferio Occidental en materia de seguridad y en su paso por el país mantuvo un almuerzo virtual de dos horas con Fernández, quien en ese momento se encontraba aislado por estar contagiado de coronavirus. En ese encuentro, el jefe del Estado argentino le pidió a González que gestionara ante Biden el apoyo de la administración norteamericana a la renegociación de la deuda con el FMI.
El monto total de la transacción asciende a los US$ 16.671.767 por 10 aeronaves Beechcraft C12-B Hurón, que -remarcamos- no representa un reposicionamiento geopolítico. Pero puede verse como una señal que ambos lados mantienen buenas relaciones.
El precio incluye servicios vinculados con las máquinas y se acordó en el marco del del Programa de Ventas Militares al Extranjero de los Estados Unidos. Los Beechcraft C-12 Huron, USAF, son naves de corto alcance, bimotor y turbohélice. El Hurón es la versión militar de la aeronave civil de la misma compañía denominada Súper King Air. Con una longitud de 16 metros y una envergadura de 13 metros, es capaz de transportar hasta trece personas. Se trata también de un gesto hacia la Fuerza Aérea, para que sus oficiales no tengan que desplazarse de un destino a otro en aviones comerciales. También, es muy probable que cumplan misiones en el operativo General Manuel Belgrano, como se denominó a la participación de las Fuerzas Armadas en la lucha contra la pandemia, que ya lleva casi un año. De todos modos, nos sentimos obligados a señalar que a la Fuerza Aérea Argentina le faltan transportes logísticos, tanqueros, aviones de alerta aérea, aviones patrulla radarizados, entrenadores básicos y avanzados. Su flota de ataque a tierra está casi destruida, y sus cazas de superioridad aérea no existen. Son necesidades más apremiantes que aviones de enlace.

El empresario Hugo Sigman hace su descargo en el tema de la vacuna de AstraZeneca

En AgendAR publicamos desde comienzos del año pasado notas sobre la planta de producción de biosimilares de mAbxience, y luego sobre su rol en la producción del principio activo de la vacuna de AstraZeneca. En estos días, también publicamos los cuestionamientos sobre el convenio que firmó el Estado argentino acerca de esa producción. Corresponde entonces que publiquemos el comunicado que Hugo Sigman envió a los medios:

Algunas aclaraciones sobre la vacuna

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Por Hugo Sigman *
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En momentos en que la segunda ola de Covid se cobra más y más muertos, con muchas familias perdiendo a sus seres queridos y el sistema de salud muy estresado, la intoxicación de noticias falsas sólo contribuye a generar más dolor. En las líneas siguientes ofrezco algunos datos que espero contribuyan a aclarar algunas dudas.
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El equipo científico y técnico de mAbxience, que se encarga de producir el principio activo de la vacuna de AstraZeneca, trabaja contrarreloj desde noviembre del 2020, con un profundo compromiso, para lograr los objetivos acordados. Para ello fue necesario un gran esfuerzo de capacitación e inversión, del que estamos orgullosos. Felizmente, mAbxience ha cumplido con los objetivos, tanto en tiempo como en cantidad, y así lo seguirá haciendo.
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Pero mAbxience no es la propietaria de la vacuna, ni la encargada de venderla, cobrarla, ni de firmar los contratos con los gobiernos o establecer las fechas de entrega. Ha sido seleccionada, en un reconocimiento al capital humano y científico argentino, para producir el principio activo, como parte de un proyecto que tiene como objetivo abastecer de la vacuna a precios accesibles a los países de nuestra región.
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Quisiera insistir en este punto: ni mAbxience ni yo hemos acordado ni firmado ningún contrato con el Ministerio de Salud de Argentina, ni de ningún otro país, por la vacuna contra Covid, ni hemos cobrado dinero alguno de ningún gobierno por su fabricación o venta. .
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Tampoco tenemos potestad o influencia para decidir en qué país se realiza la formulación del principio activo producido en Argentina y el llenado de los viales.
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Se ha dicho también que yo incidí sobre algunas autoridades del gobierno para impedir un acuerdo con Pfizer para la adquisición de su vacuna. Desconozco los motivos por los cuales el Estado Nacional no ha llegado a un acuerdo, pero no tuve influencia ni participé de esa decisión.
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En primer lugar, nuestro grupo mantiene una relación de trabajo con Pfizer: Sinergium Biotech, compañía de la cual soy uno de los accionistas, fabrica para Pfizer la vacuna para prevenir la neumonía.
Además de infundada, la versión es ridícula. ¿Qué interés, personal o empresarial, podría tener en impedir un contrato para la compra de vacunas entre el Estado Nacional y otro laboratorio? ¿Fabricar más principio activo en una empresa de mi propiedad? La idea no se sostiene: en diciembre del año pasado mAbxience tuvo que rechazar solicitudes de otras compañías farmacéuticas porque había comprometido toda su capacidad de producción del año 2021 y parte del año 2022.
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Así las cosas, difícilmente podríamos obtener un beneficio evitando que Argentina compre la vacuna de Pfizer (o de cualquier otro laboratorio). De hecho, el Estado ha adquirido dosis de  Sputnik V y de la vacuna de Sinopharm y negocia con otros proveedores. Pero además la cuota argentina del principio activo fabricado por mAxience no alcanza para cubrir las necesidades de nuestro país, por lo que es imprescindible contar con otras vacunas. En otras palabras, las vacunas no son excluyentes.
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El problema no es la demanda de vacunas; es la oferta. Salvo Israel, Estados Unidos y Gran Bretaña, todos los países experimentan retrasos en la llegada de las dosis comprometidas.
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Hay otras preguntas que se suelen enunciar: ¿No podríamos utilizar parte del principio activo que produce mAbxience para formularlo, envasarlo y distribuirlo directamente en Argentina? Como señalé, mAbxience no es la propietaria del principio activo, solo lo fabrica, de modo que no puede disponer del mismo como si le perteneciera.
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Pero además sucede que formular, fraccionar y envasar cada tipo de vacuna requiere una serie de equipos e insumos específicos que, por la alta demanda global, hoy resultan imposibles de conseguir rápidamente. Este es, de hecho, el problema que enfrentó en México el laboratorio Liomont, quien formula, fracciona y envasa el principio activo que mAbxience produce en Argentina y que determinó una demora en el inicio de la producción.
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Sería necesario, además, capacitar al personal científico y técnico para esta fabricación en particular, lo cual lleva tiempo (Sinergium Biotech, por ejemplo, tuvo que dedicar un año y medio a la búsqueda de equipos y la capacitación de sus profesionales para poder fabricar completamente la vacuna de gripe de Novartis y la de neumococo de Pfizer).
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Hasta donde tengo conocimiento, ninguna planta activa hoy en Argentina puede realizar esta tarea de manera inmediata.
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Por otro lado, prohibir la exportación del principio activo, como reclaman algunos, implicaría poner en cuestión un proyecto que tiene como objetivo garantizar que América Latina acceda a la vacuna de manera equitativa y económica. Las dificultades que lamentablemente enfrentan otras regiones, como África, demuestran la importancia de un proyecto como este, sobre todo en el contexto de una “carrera mundial por la inmunización” en el que los países más poderosos llevan siempre las de ganar.
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Por último, quisiera aclarar que no es cierto que la planta de mAbxience haya sido construida con dinero provisto a través de subsidios o préstamos del Estado Argentino. La planta fue desarrollada enteramente con fondos del Grupo Insud. En su momento fue diseñada para fabricar anticuerpos monoclonales, a partir de los cuales se elaboran tratamientos contra el cáncer y otras enfermedades, pero no vacunas. Cuando nos solicitaron reconvertirla para producir el principio activo de la vacuna contra el COVID19, lo que significó renunciar a proyectos en marcha, reentrenar al personal y realizar nuevas inversiones, lo hicimos con entusiasmo, porque estamos convencidos de que era nuestra obligación en un momento tan dramático como el actual.
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Como señalé al comienzo, al día de hoy mAbxience ha cumplido y fabricado el principio activo al que nos habíamos comprometido, tanto en tiempo como en cantidad. Una vez envasado en México (y ahora, de manera provisoria, también en Estados Unidos), este principio activo volverá en forma de vacuna exclusivamente a los países de América Latina.
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*Médico, fundador del Grupo Insud
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Nuevo Directorio en Nucleoeléctrica Argentina, NA-SA

En el día de ayer, lunes 19, se realizó la Asamblea de Accionistas de Nucleoeléctrica Argentina, en la que se definió la nueva conformación del Directorio de la empresa para el próximo período. –  Presidente: Ing. José Luis Antúnez –  Vicepresidente: Lic. Jorge Sidelnik –  Director: Ing. Alejandro Estevez –  Director: Lic. Isidro Baschar –  Director: Dr. Gabriel Barceló La gacetilla, como pueden ver, es de un laconismo espartano. De cualquier forma, las largas y consistentes trayectoras de casi todos ellos muestran un compromiso con el proyecto nuclear argentino.

Contaminación en el mar: detectaron microplásticos en 3 marcas de sales finas marinas

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Ocho millones de toneladas de plásticos provenientes de bolsas, botellas, envases o etiquetas llegan cada año a los mares. Esta contaminación impacta en sus ecosistemas y también en las dietas humanas, ya que diversos productos alimenticios provienen de los océanos. La sal marina es uno de ellos.

Un estudio enmarcado en el Máster Internacional en Tecnología de Alimentos (MITA; Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA)-Universidad de Parma, Italia) encontró microplásticos —fragmentos de plástico que miden menos de cinco milímetros— en las tres marcas de sal fina marina analizadas, en una concentración de entre 5 y 20 micropartículas de plástico por kilogramo de sal.

Advierten sobre la falta de normativas para regular el problema.

“Cada año, unas 8 millones de toneladas de plásticos terminan en los mares, y por la acción de los rayos solares, las olas y las temperaturas, principalmente, se fragmentan en pedazos pequeños. Las partículas de microplástico que quedan en el agua alteran los ecosistemas marinos e, incluso, podrían afectar la salud humana al ingerir productos alimentarios que provienen del mar. Un ejemplo es la sal marina que se obtiene a partir de la evaporación del agua de mar”, explicó María Ángeles Guraya, Licenciada en Nutrición de la Universidad del Centro Educativo Latinoamericano y reciente egresada del MITA. En este marco, Guraya evaluó la presencia y la concentración de microplásticos en distintas marcas comerciales de sal marina fina en la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe. “En las tres marcas que analizamos detectamos microplásticos. En el 44% de las muestras encontramos entre 0,005 y 0,02 microplásticos por gramo de sal marina. Dicho de otra forma, esto representa entre 5 y 20 micropartículas de plástico por kilo de sal marina”, resaltó. La investigadora contó que en función de los resultados de su estudio, los argentinos estaríamos consumiendo partículas de microplásticos en sales marinas y en otros productos que las usan como insumo. “Hay que seguir investigando el problema. En otros estudios en sales marinas se encontraron concentraciones aun mayores que las de mi trabajo. La cantidad de microplásticos aumenta si tenemos en cuenta que otros alimentos de origen marino también pueden contener microplásticos, como los mariscos y los pescados”. “Por el momento existen pocas certezas sobre los efectos de los microplásticos en la salud humana”, afirmó María Ángeles, y añadió que no se conoce en profundidad cómo actúan y se acumulan en el cuerpo, ni qué otros problemas pueden traer asociados. “La problemática relacionada con la industria plástica es relativamente nueva. Desde la mitad del siglo pasado, el material se difundió a la producción y el consumo, y aumentó su presencia en nuestras vidas”. Además, Guraya, quien cursa el doctorado en Ciencia y Tecnología de los Alimentos de la Universidad Nacional del Litoral, señaló que a nivel global no existen normas que regulen la presencia de microplásticos en los alimentos. “El Código Alimentario Argentino determina qué requisitos deben cumplir los alimentos. Si un elemento no está incluido en sus artículos, se lo debe considerar prohibido. Como el código no menciona microplásticos, no se deberían permitir residuos plásticos ni en las sales marinas ni en ningún otro alimento”. Para finalizar, la investigadora señaló que hay que abordar la problemática de los microplásticos desde diferentes ángulos y de manera conjunta: “Se necesitan leyes que prohíban expresamente la presencia de microplásticos en los alimentos, mejores sistemas de gestión de residuos para que los plásticos no terminen más en los océanos y políticas que estimulen su reciclado y reutilización. También es clave pensar materiales alternativos y rentables para la industria. Obviamente, la conciencia ambiental ayuda a reducir el consumo de plásticos”.

Evolución comparada del Covid comunitario y escolar en CABA desde reapertura de clases, 1er y 2do mes.

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Hace una semana circuló un cuadro sobre los casos de Covid en la población escolar, que fue mencionado en la discusión entre el gobierno nacional y el de la ciudad de Buenos Aires sobre la reapertura de clases presenciales. Va al final de esta nota. El gráfico que encabeza y éste son más recientes.

La Cámara de Apelaciones porteña dispuso que en la ciudad de Buenos Aires haya clases presenciales

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La Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo, Tributario y de Relaciones de Consumo de la ciudad de Buenos Aires, que integran los jueces Marcelo López Alfonsín, Laura Alejandra Perugini y Nieves Machiavelli, ordenó habilitar para hoy lunes 19 de abril las clases presenciales en la Ciudad de Buenos Aires, en detrimento del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que publicó el gobierno nacional el último viernes.

El presidente Alberto Fernández afirmó sobre el fallo: “Lo que hicieron es un estrago jurídico. Están tomando medidas que son del exclusivo resorte de la Justicia Federal. No estamos dictando medidas de política educativa. Son medidas de política sanitaria en una pandemia. Por eso la ciudad fue directo a la Corte Suprema de Justicia de la Nación”. El ministro de Justicia, Martín Soria tuiteó: “El Presidente tomó una decisión de Estado para preservar la vida de miles de argentinos, no dictó políticas educativas. Utilizar políticamente al Poder Judicial es una especialidad del macrismo, pero esta vez han ido demasiado lejos”. El jefe de gobierno de C.A.B.A., Horacio Rodríguez Larreta, anunció la continuidad de las clases presenciales en la ciudad de Buenos Aires, suspendidas por el decreto presidencial. Desde la Ciudad diagramaron un plan de acciones para minimizar riesgos, y de paso intentar acallar críticas. Larreta anunció la decisión de que la educación no obligatoria, es decir, las escuelas terciarias y los centros de formación profesional, funcionen de manera virtual. “Esto representa casi el 15% del total de la matrícula educativa de la ciudad: más de 110.000 alumnos de un total de 755.000 dejarán de ir y de usar el transporte público”. Se incorporarán “agentes de tránsito” y “concientizadores” del gobierno porteño para evitar aglomeraciones en los ingresos y egresos de los estudiantes. También pidió “no llegar en transporte público” a las escuelas y evitar “las reuniones de padres” en las puertas de los establecimientos educativos. Más allá de los anuncios, hay incertidumbre en los padres sobre las medidas de prevención -turnos, «burbujas»-, el paro anunciado por los gremios Ctera, UTE y Ademys, y, sobre todo, la inquietud ante el incremento de los casos de covid.

Las vacunas se producen en Argentina, se exportan, y no vienen de vuelta – 2da. parte

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El viernes pasado publicamos Las vacunas que se producen en Argentina y se envían al exterior. Pero no vienen de vuelta, que incorporaba, como señalamos, una nota de Diego Genoud. Ayer Genoud vuelve a escribir sobre el tema, con conceptos y planteos sobre la fabricación local de vacunas contra el covid, que hemos sostenido por largo tiempo en AgendAR. Ahora, para continuar con la endogamia, reproducimos íntegro ese artículo. Con la segunda parte, estamos completamente de acuerdo. Con la filosa primera parte… no la negamos, pero agregamos una nota precautoria y algunas sugerencias al final.

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«No hay que descartar que, en algún momento, AstraZeneca empiece a cumplir con el contrato que firmó y las vacunas que fabrica Hugo Sigman en su planta de Garín vuelvan, finalmente, a la Argentina. Pero, aún así, la salvación que el Presidente anunció el 12 de agosto del año pasado en la residencia de Olivos habrá llegado tarde para un país que cuenta más de 58 mil muertos, registra un nivel récord de contagios y ve crecer la amenaza de la falta de camas.

También para un gobierno que no pudo evitar que el anunciado arribo de la segunda ola lo encontrara inerme y lo obligara a ordenar nuevas restricciones para evitar el desborde sanitario y la falta de camas. Que las potencias globales ganaran la carrera por autoprotegerse y los grandes laboratorios encontraran en la pandemia una oportunidad formidable para maximizar sus ganancias era tristemente previsible.Pero que uno de los principales empresarios aliados del peronismo de gobierno sea el protagonista local de un operativo inexplicable daña la autoridad de Alberto Fernández y activa la indignación entre los contados detractores del dueño del Grupo Insud que habitan en la alianza oficialista. Ni en el Frente de Todos ni en el mundo de los especialistas sobran los que puedan informar sobre el paradero de las 22,4 millones de vacunas que el gobierno argentino ya pagó en un 60%.

Tal como contamos, la vacuna se está fabricando desde hace tiempo en la planta de Sigman y los envíos regulares a México se están cumpliendo, pero lo que falló -o sigue fallando- es el acceso al filtro de vidrio microparticulado para filtrar, fraccionar y envasar el principio activo que produce mAbxience. Por eso, los que tienen el privilegio de acceder al farmacéutico lo presentan casi como una víctima de un malentendido que lo supera. “Hugo no puede hacer nada porque no vende ni trae la vacuna. A él lo contrató a AstraZeneca y el gobierno contrató a los suecos”, dicen.

Sus detractores, en cambio, lo ven como el gestor de un acuerdo que lo tiene como beneficiario y reclaman que deje de exportar el principio activo que se podrá envasar en Argentina. ¿Dónde? Esa es una de las preguntas sin respuesta que parece jugar a favor de los argumentos del Grupo Insud. Algunos suponen que podría hacerse en Sinergium Biotech, la planta del Grupo Insud que también está en Garín. Pero los defensores de Sigman en el gobierno dicen que eso implicaría dejar de envasar otras vacunas como la que se aplican contra la gripe o el neumococo. La Agencia Nacional de Laboratorios Públicos (ANLAP), por su parte, no cuenta con presupuesto suficiente.

Habituado a actuar el rol de filántropo antes que el de acusado, Sigman aparece en una situación incómoda, pero no habla y descansa en la costumbre de que los demás no hablen de él. Su silencio esta vez hace ruido y provoca malestar en funcionarios de Fernández que lo defienden a grabador apagado y advierten que el hermetismo le está generando un daño inédito. Son costos insignificantes, si se comparan con el drama de las víctimas fatales que se cobra el virus en una sociedad extenuada y dividida, que busca en la polarización razones para purgar la culpa y deslindar responsabilidades.

Los cuestionamientos no parten solo de radicales como el tucumano José Cano, que se declaran víctimas de Sigman y lo responsabilizan por sus males en la política, o de la militancia del Frente de Izquierda, que pide declarar a mAbxience de utilidad pública y ordenar su expropiación, sino también de especialistas que llevan toda una vida trabajando en el tema. El  investigador del CONICET y especialista en inmunología Jorge Geffner está entre los que sostienen que hay que dejar de exportar cuanto antes el principio activo que fabrica Sigman. Argumenta que lo mismo hicieron gigantes como Pfizer, Moderna y el propio AstraZeneca ante la demanda de otros países de Europa. “Frente al pico de casos que está enfrentando, India, principal productor de vacunas del mundo, dejó de exportar. Está incumpliendo sus contratos y hace bien porque primero está la vida de la gente que se está muriendo”, dice Geffner.

El especialista considera que el viaje a México -sin fecha de regreso- de los lotes con seis millones de dosis que corresponden a la Argentina es incomprensible y genera costos tan innecesarios como irremediables. Son más de 15 mil kilómetros que podrían evitarse si primara tanto la lógica como la urgencia. Por eso, afirma que el Estado debe arbitrar los mecanismos para que la distribución y fraccionamiento se haga en Argentina. Haría falta, claro, una decisión política que trascienda al mismo tiempo el gobierno de facto del mercado, el manejo de AstraZeneca y los intereses de Sigman. 

Llegaron este domingo vacunas del fondo Covax de Naciones Unidas, llegará pronto el nuevo cargamento de la Sputnik y, quizás, las dos millones de dosis de Sinopharm que espera el Presidente. Tal vez Vladimir Putin logre imponerse en la disputa doméstica con las fuerzas del Kremlin que lo presionan para abastecer primero la demanda rusa. Tal vez Sabino Vaca Narvaja haya aprovechado las cartas credenciales que le recibió Xi Jinping el último jueves para conseguir que China haga una excepción con Argentina y aparte millones de vacunas del gran operativo de inmunización que se prepara para julio, cuando el Partido Comunista Chino cumpla 100 años. Tal vez los dueños del poder global entiendan en algún momento que haya llegado el momento de liberar las patentes. Tal vez se cumplan los deseos del ala peronista que apuesta al vínculo con Joe Biden y se concrete la operación global que promete Estados Unidos: completar el proceso de vacunación local que ya llegó a más de 200 millones de personas y salir a partir de junio en auxilio de países aliados con un operativo vacunas para todos, made in Washington. Gran ganador de una disputa global en la que priorizó sus intereses, el país de Biden tiene, según un informe de expertos de la universidad de Duke, un excedente de 300 millones de vacunas.

La emergencia que provocó la peor pandemia del último siglo tras una década de bajo crecimiento y dos años de una crisis descomunal como la que incubó el gobierno de Mauricio Macri no debería evitar la autocrítica. El título viral de aquel 12 de agosto de 2020, “La Argentina fabricará una vacuna contra el coronavirus”, hoy delata una apuesta urgente que salió mal. No sólo por la demora y el manejo antojadizo de AstraZeneca en medio del drama de los muertos que provoca el COVID 19, sino además por la oportunidad perdida.

La doctora en Ciencias Biológicas e investigadora principal del CONICET, Juliana Cassataro dirige el equipo de ocho investigadores del Instituto de Investigaciones Biotecnológicas de la UNSAM/CONICET que se dedica, desde hace 10 meses, a desarrollar la primera vacuna argentina contra el coronavirus. Seleccionada entre 900 proyectos por la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación del Ministerio de Ciencia, recibió en su inicio 100 mil dólares para avanzar con el proyecto, una cifra que según el periodista científico Daniel Arias debe ser lo que gasta en café el “international team” de AstraZeneca.

Más allá de la difusión de la noticia, el proyecto no contó con el respaldo que necesitaba para prosperar, entre otras cosas por lo que consigna Arias: el ANMAT responde más rápido a las multinacionales que vienen con licenciamientos previos de las agencias regulatorias de Estados Unidos y la Unión Europea.

Con una fórmula basada en proteínas recombinantes, una tecnología similar a la usada en la vacuna del Hepatitis B o el VPH, el anuncio de que mAbxience fabricaría en Garín primero y el acuerdo con el Instituto Gamaleya después sugerían que la cruzada que llevaban adelante en soledad casi no hacía falta. Histórico interlocutor de Sigman y clave como autoridad de la ANMAT que facilita las regulaciones y las aprobaciones, González García jamás les ofreció su apoyo: al contrario. Sin embargo, Cassataro y el grupo de investigadores que la acompaña decidieron seguir adelante.

El jueves último, en medio del récord de casos y unas horas después del pedido dramático de Carla Vizzotti para que la gente se quede en su casa, la doctora Cassataro, la inmunóloga Karina Pasquevich y el bioquímico Diego Álvarez, tuvieron finalmente una reunión con la ministra de Salud en el Salón Eva Perón de la Casa Rosada. A Vizzotti la escoltaban, la vicejefa de Gabinete Cecilia Todesca, la asesora presidencial Cecilia Nicolini y la jefa de gabinete de Salud, Sonia Tarragona, ex titular de la Fundación Mundo Sano que pertenece a la familia Sigman.

Según informó el gobierno, Cassataro contó que la vacuna recombinante adyuvada podría ser utilizada en 2022 como un refuerzo de única dosis de las vacunas actuales o como inmunización primaria. Ya en 2023, se podría contar con una vacuna de inmunización primaria de dos dosis enteramente nacional. Lo más importante no trascendió y fue lo que dijo Todesca en algún momento de la reunión: “Esto es lo que tendríamos que haber hecho el primer día”.

De ser así, tal vez, la Argentina hubiera empezado, hace casi un año, a destinar fondos para el desarrollo de una vacuna local, hubiera avanzado en las fases clínicas y se podría haber ahorrado la competencia despiadada por la compra de vacunas en un mercado hiperconcentrado.

Argentina cuenta con capacidad técnica y recursos humanos para emular desarrollos similares a los que se iniciaron en países de la región como Brasil y Cuba. El de la UNSAM/CONICET es de hecho uno de los por lo menos cuatro proyectos que ya existen en el país. Según datos de diciembre de la empresa de análisis de datos científicos Airfinity, AstraZeneca recibió un financiamiento total de 2.220 millones de dólares, Novavax 1.570 millones, Curevac 1.140 millones, Johnson & Johnson 819 millones, Moderna 562 millones, Sanofi 576 millones y Pfizer 545 millones. Son cifras inalcanzables en medio de la emergencia pero no justifican la apuesta permanente por el corto plazo en un país que para los especialistas está entre 15 y 20 años atrasado con respecto a las potencias que dominan el mercado. Según investigadores que trabajan en el sector, 120 millones de dólares alcanzarían para hacer un ensayo en 30 mil personas.

Si algo obsesionó a Fernández desde que se desató la pandemia fue conseguir vacunas. Sin embargo, el aprendizaje sobre la marcha tuvo dificultades elocuentes y los primeros cortocircuitos con el ex ministro de Salud se dieron en noviembre pasado, cuando el Presidente notó que las dosis de Sigman no iban a llegar a tiempo. El amiguismo a la Ginés es bastante más que una lista de vacunados de privilegio.

Fernández salió urgido a sellar un acuerdo con Rusia, que le salió bien, pese a la campaña temeraria de la oposición que se nubló en su militancia por Pfizer. Ahora en su desesperación, Alberto mismo se despacha contra los que «no le cumplen» y genera malestar en los que hacen de nexo con Rusia y China.

Tal vez, el Plan B que muchos en el oficialismo admiten no haber tenido pasaba –y pasa– por el desarrollo local. El gobierno está preocupado por la situación sanitaria en un contexto en que, gracias a lo que ya se vacunó, baja la edad de los contagiados y los que se infectan son más jóvenes y con comorbilidades. Pero también, por su propio destino político en el año electoral.

Moraleja de un año de gobierno, en palabras de un funcionario de Fernández: el Estado no es sólo ni siempre el reverso del mercado; también es un escenario de disputa donde conviven facciones enfrentadas y está perforado, más de lo que se puede admitir, por la lógica y los intereses del sector privado.»

Observación de AgendAR:

El cuestionamiento que hace Genoud en la 1° parte de este artículo se enfrenta a la misma pregunta que nos hacíamos al final de nuestra nota anterior: ¿podemos filtrar lo que mAbxience produce a granel, para después formularlo (con un coadyuvante) y fraccionarlo? Creemos que sí, porque exportamos vacunas a virus, básicamente contra la aftosa bovina. Y uno de los grandes compradores es China. De modo que alguien en el INTA probablemente ya tenga la respuesta a la incógnita de si existe vidrio nanotexturado para filtros en el país. Ese material, según la información que obra en nuestro gobierno, México no lo tiene porque Trump embargó no sólo vacunas, con la ley de abastecimiento de guerra de Truman, de 1947. Embargó también tecnología de fabricación de vacunas, y entre ellas, los famosos filtros de vidrio sin los cuales el laboratorio mexicano Liomont dice no saber cómo cumplir su parte de este acuerdo. Por suerte, somos Argentina y sin salir siquiera del partido de San Martín, en el Gran Buenos Aires, tenemos, casi en vecindad de puerta, al Instituto de Investigaciones Biotecnológicas de la UNSAM (que diseñó nuevas vacunas para la aftosa), al elenco de Juliana Cassattaro, (cuya vacuna anticovid terminó su fase preclínica), al Instituto Jorge Sabato de Ciencia de Materiales, a la Fundación Argentina de Nanotecnología y al Centro Atómico Constituyentes, sede de expertos en materiales. Todos ellos en un mismo lugar. Se nos ocurre que con semejantes equipos se puede fabricar localmente vidrio nanotexturado. Hasta podemos exportarlo a México, para que envase las cantidades del principio activo de la vacuna que no utilicemos aquí.

China estudia combinar vacunas contra el coronavirus para aumentar su efectividad

Entre las opciones en estudio están la de ajustar el intervalo entre la aplicación de las dosis, aumentar el número de dosis e incluso mezclar el uso de vacunas que utilizan diferentes tecnologías.

La máxima autoridad del organismo de control de enfermedades de China dijo que el país está estudiando opciones para mejorar la eficacia de sus vacunas contra el coronavirus, incluyendo aplicar dos vacunas con diferentes tecnologías a una misma persona. En una conferencia, el director del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de China, Gao Fu, dijo ayer que la idea busca «resolver el problema de la baja eficacia de algunas vacunas» chinas contra el coronavirus. Entre las opciones en estudio están la de ajustar el intervalo entre la aplicación de las dosis, aumentar el número de dosis e incluso mezclar el uso de vacunas que utilizan diferentes tecnologías, dijo en la conferencia en la ciudad de Chengdu. «Está bajo consideración formal si deberíamos usar diferentes vacunas de diferentes tecnologías para el proceso de inmunización«, dijo Gao, según el diario hongkonés South China Morning Post. Expertos de varios países han dicho que aplicar dos vacunas distintas contra el coronavirus, como se hace con otros microorganismos patógenos en un proceso llamado inmunización secuencial, puede incrementar la eficacia de las vacunas.

China ha exportado a 22 países, entre ellos Argentina, millones de dosis de vacunas elaboradas por dos laboratorios estatales

En el Reino Unido, investigadores están estudiando una posible aplicación combinada de las vacunas contra el coronavirus de los laboratorios estadounidense y alemán Pfizer-BioNTech con la de la farmacéutica anglosueca AstraZeneca. La vacuna de Sinopharm, que se aplica en Argentina, tiene una efectividad alta, de casi el 79%, y previene en un 100% los casos moderados y graves de la enfermedad. La vacuna de Sinovac, que se aplica en Chile y Brasil -en esté último país también se produce- tiene una efectividad baja, del 50,4%, según los estudios hechos en San Pablo. Gao dijo que, hasta el 2 de abril, unos 34 millones de personas recibieron las dos dosis requeridas de vacunas contra el coronavirus en China y unos 65 millones recibieron la primera.

Anthony Fauci: «La vacunación con la Johnson & Johnson debe retomarse»

El virólogo Anthony Fauci, principal consultor médico del presidente Joe Biden y de varios presidentes anteriores -incluso de Trump, aunque cuestionó publicamente su negacionismo-  afirmó que la vacuna contra el coronavirus de Johnson & Johnson debería volver a administrarse en los EE.UU.

El martes pasado Washington suspendió el uso de la vacuna de ese laboratorio para investigar los seis casos de mujeres -una de ellas fallecida- que desarrollaron coágulos sanguíneos graves asociados con bajos niveles de plaquetas tras haber recibido su inyección en Estados Unidos. El experto, de prestigio internacional, afirmó que la vacuna debería volver a administrarse próximamente, quizás con alguna restricción. «Creo que no iremos más allá del viernes con la extensión de esta pausa», dijo Fauci en alusión al grupo de expertos que debe reunirse para evaluar la posible conexión entre el inmunizante del laboratorio estadounidense Johnson & Johnson y la formación de graves coágulos sanguíneos. «Creo que (la vacunación) se retomará, puede que con restricciones; no estoy seguro de cuáles serán, si estarán ligadas a la edad o al sexo, o si estará simplemente acompañada de una advertencia». Fauci recordó que los casos graves de coágulos sanguíneos eran «extraordinariamente raros» y que la pausa en la administración de la vacuna se decidió para «examinar la situación y asegurarse que disponemos de todas las informaciones posibles». Las autoridades estadounidenses aseguraron que esta pausa no tendría un impacto importante en la inmensa campaña de vacunación nacional, ya que sus dosis representan menos del 5% de las aplicadas en el país. Hasta el momento, en Estados Unidos se administraron 264 millones de dosis de la vacuna contra el coronavirus. El 50,4% de los ciudadanos mayores de 18 años están parcialmente inmunizados, mientras que el 32,5% ya se encuentran totalmente vacunados, cifra que se eleva hasta el 65,9% para los mayores de 65 años.

55 años de la APCNEAN, la asociación nuclear

Recibimos este comunicado del Secretariado Nacional de la Asociación de Profesionales de la CNEA y la Actividad Nuclear:

18 de abril de 2021 – 55º Aniversario de la APCNEAN

Se cumplen 55 años de aquel día en que científicxs, tecnólogxs y profesionales en general con una clara visión de futuro para el área nuclear se reunieron para fundar esta Asociación. Queremos saludar a todxs lxs integrantes de esta gran comunidad y renovar nuestro compromiso con su crecimiento en beneficio de lxs trabajadores y del país. Desde su fundación, el objetivo de la APCNEAN ha sido atender todo lo concerniente a los asuntos laborales y profesionales de la comunidad nuclear del país, y apoyar a todas aquellas actividades relacionadas con los usos pacíficos de la energía nuclear. La historia de nuestra Asociación está fuertemente ligada a darle impulso a las políticas de desarrollo tecnológico autónomo, que se han manifestado durante más de 50 años, apoyando la decisión de establecer el desarrollo de reactores de potencia de uranio natural y agua pesada, habiéndose logrado en el sector nuclear la independencia en todo el ciclo relacionado con la producción de energía nuclear. Esta historia del sector ha permitido formar capacidades de trabajadores altamente calificados e infraestructura con enormes inversiones en CNEA, NA-SA (quién provee de energía “carbón free” a millones de argentinxs), PIAP-ENSI (quién provee el agua pesada imprescindible para nuestras centrales), Dioxitek (quién provee el elemento esencial para los combustibles nucleares), y las demás empresas asociadas al sector. Estas capacidades han sido ampliamente confirmadas en las últimas décadas con la exitosa concreción y puesta en marcha de Atucha II, la extensión de vida de Embalse, la operación de la PIAP, el desarrollo de proyectos de producción de radioisótopos para aplicaciones médicas y el proyecto RA-10. Además en la CNEA se ha desarrollado una gran variedad de investigaciones básicas, aplicadas, desarrollos tecnológicos y producción que cubren temas tan diversos como ciencia y tecnología de materiales, radiobiología, radioterapias de avanzada, tecnología y aplicacionesde aceleradores, energía solar, incluyendo el desarrollo de paneles solares de uso espacial, antenas satelitales, múltiples ramas de la física y la química, nanociencia y nanotecnología, robótica, geología y minería, ingeniería nuclear, combustibles nucleares, enriquecimiento de uranio, astropartículas, ensayos no destructivos, celdas de combustible e hidrógeno, solo para nombrar algunas y sin olvidar la formación de técnicxs y profesionales al mejor nivel en sus tres institutos universitarios. También queremos mencionar a nuestra Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN) que vela por la seguridad y protección radiológica de nuestras instalaciones nucleares y de medicina que involucran radiaciones ionizantes. Consideramos relevante preservar y extender estas capacidades científico-tecnológicas para mantener a la Argentina entre los países con un alto grado de autonomía en materia nuclear y con capacidades no solo para el desarrollo propio sino también como exportadores de tecnología con alto valor agregado. No creemos contradictorio el sostenimiento de la tecnología de uranio natural y agua pesada para los reactores de potencia con el desarrollo paralelo de reactores de uranio enriquecido y el impulso entre otros de la concreción del proyecto CAREM. La incorporación de nuevas tecnologías es bienvenida en la medida en que se maximice la participación de la industria nacional y vaya aparejada de la correspondiente transferencia de tecnología. Argentina debe   consolidarse como “país nuclear” y mantenerse todas las opciones abiertas, entendiendo que la energía nuclear va a jugar necesariamente un rol determinante en la transición energética y en la solución del crucial problema del cambio climático. Por todo lo explicitado, es que bregamos por que la política nuclear sea una Política de Estado que se sostenga en el tiempo y no esté supeditada a los vaivenes de los gobiernos de turno ni a las presiones y condicionamientos de los países dominantes o de los organismos internacionales de crédito. Nuestra Asociación es sensible a las problemáticas de nuestra sociedad, por lo que no solo se ha focalizado en los temas científico-tecnológicos del sector, sino también ha impulsado acciones en la defensa de lxs trabajadores, la defensa de los Derechos Humanos y la perspectiva de género. En este aspecto, vemos con mucha preocupación la gran caída de los salarios y la falta de carrera laboral, que han llevado a parte de nuestrxs trabajadores a vivir con sueldos que no alcanzan a cubrir la canasta básica, y que está generando una enorme sangría de trabajadores altamente capacitadxs en busca de mejores oportunidades. Por la soberanía tecnológica y por condiciones dignas de trabajo, saludamos en este aniversario a todxs lxs trabajadores del sector.

Secretariado Nacional APCNEAN

El «hidrógeno verde» ¿un desarrollo posible para Argentina y para la región?

Hace más de 30 años que científicos, y empresarios con visión, apuestan a la «economía del hidrógeno», es decir, el empleo de H2 como almacenador de energía, limpia y no contaminante. Pero ese escenario no se ha realizado todavía. Hacen falta aún algunos avances técnicos en almacenamiento, de la electricidad y del hidrógeno, para que sea competitivo con los combustibles fósiles. Pero la amenaza del calentamiento global, y de la contaminación, son motivaciones muy fuertes.

Fermín Koop, de Periodistas por el Planeta, ha preparado un informe exhaustivo sobre las posibilidades y los proyectos en este tema en toda América Latina. Y, en particular, lo que está impulsando Y-Tec, el brazo tecnológico de YPF, a la cabeza de un consorcio de empresas.

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«El hidrógeno es el elemento más abundante en el universo. Se usa como insumo en la refinación de petróleo, la producción de amoníaco y metanol, y la fabricación de acero, con una demanda de 70 millones de toneladas por año. Pero es casi en su totalidad generado a partir de combustibles fósiles, liberando emisiones contaminantes. 

Existe una alternativa. El hidrógeno verde o renovable es la gran apuesta de muchos países para aprovechar el potencial de las energías renovables, y al mismo tiempo generar un combustible limpio, que permita reemplazar a los millones de autos y camiones que hoy funcionan a nafta y gasoil.

El hidrógeno verde se obtiene a partir de la electrólisis del agua, un proceso que utiliza la electricidad para separar el hidrógeno del oxígeno que hay en el agua. Es por eso que si la energía utilizada se obtiene de fuentes renovables no se generarán emisiones contaminantes, que agravan el cambio climático.

Se estima que, para 2030, Europa, los Estados Unidos, China, Japón y Corea van a contar con 2,7 millones de autos particulares eléctricos a hidrógeno, que demandarán un consumo de 710.000 toneladas anuales de hidrógeno.

El 40% de esa demanda sería producida por esos países, en tanto que al 60% restante tendrían que importarlo 

Es acá donde entra América Latina. La región tiene la producción de electricidad más limpia del mundo, y un enorme potencial de mantener esta posición gracias a su enorme potencial solar y eólico. Es por eso que muchos países desde Chile a Costa Rica ya están dando los primeros pasos para producir y exportar hidrógeno verde en el futuro cercano. 

Esto permitiría a la región no solo acelerar su propia transición energética, sino también generar divisas para la economía, severamente afectada por la pandemia de Covid-19. Además, se podrían aprovechar los picos de alta generación de electricidad de las fuentes renovables al usar el excedente para producir hidrógeno.

“América Latina cuenta con algunos de los recursos de energía renovable más abundantes y competitivos del mundo, incluyendo hidroeléctrica, solar y eólica. Los elementos que hacen de la región un líder mundial en energías renovables pueden facilitar un ascenso similar para la producción de hidrógeno limpio en esta década”, sostiene Cecilia Aguillon, directora de la Energy Transition Initiative del Instituto de las Américas.

El proyecto de Chile

Chile cuenta con una estrategia nacional para el hidrógeno verde que apunta a convertir al país en un productor y exportador de clase mundial en menos de 20 años. El Gobierno proporcionará financiamiento, actualizará las regulaciones, estimulará la inversión y el desarrollo, y alentará a los actores públicos y privados a integrar el hidrógeno verde.

El plan del presidente Piñera tiene tres objetivos principales: producir el hidrógeno verde más barato del planeta para 2030, estar entre los tres principales exportadores para 2040 y contar con 5GW de capacidad de electrólisis en desarrollo al 2025. El primer paso será una ronda de financiamiento de US$ 50 millones.

“El hidrógeno verde puede representar para Chile una industria tan importante como lo es el cobre actualmente”, afirma Juan Carlos Jobet, ministro de Energía de dicho país. “Tenemos tremendas ventajas competitivas para ser líderes mundiales en producción y exportación de hidrógeno verde gracias a nuestras energías renovables.”

Según la estrategia, Chile podría producir hasta 160 megatones anuales de hidrógeno verde. En sus planes de crecimiento, el Gobierno prevé que la industria local comenzaría con un mercado de US$1000 millones para aplicaciones locales en 2025 y crecería 15% al año hasta US$9000 millones en 2050, más US$24.000 millones en exportaciones

El desarrollo de la tecnología vendría en tres etapas. Primero, enfocado en el consumo interno a través de la demanda existente, por ejemplo, de refinerías. Luego, se promovería el uso del hidrógeno en el sector transporte a nivel local. Finalmente, llegaría el despliegue a gran escala de infraestructura de exportación.

Chile pasó de tener un 3% de capacidad instalada de energía renovable no convencional en 2014 a tener actualmente un 25%, aprovechando la radiación solar en el norte del país y los fuertes vientos de la Patagonia. Esto significa que ya ha cumplido su objetivo de tener el 20% de las energías renovables para 2025.

El año pasado anunció su compromiso de ser neutral en cuanto a emisiones de carbono para 2050 y prometió eliminar progresivamente todas las centrales eléctricas de carbón para 2040. Para ello espera expandir todavía más la energía solar y eólica, alineado con la estrategia de producir hidrógeno verde.

“Tenemos 70 veces más capacidad de generación de energía renovable que la que consumimos actualmente, por lo que tenemos que encontrar formas de aprovechar ese potencial, no sólo para mejorar nuestra calidad de vida, sino también para exportarlo al mundo y para generar ingresos”, advierte Jobet.

Planes piloto en América Latina

Paraguay también se ha unido al grupo de interesados en el hidrógeno al prometer una hoja de ruta con la ayuda del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). La estrategia determinará el uso del combustible para el transporte de carga y pasajeros de larga distancia, planificando una primera planta piloto de hidrógeno.

En Colombia, el ministro de Minas y Energía, Diego Mesa, sostuvo en noviembre que el Gobierno también está trabajando en una hoja de ruta para incentivar el hidrógeno verde. A partir de allí se avanzará en un marco regulatorio para incentivar la investigación en la temática e inversiones privadas, detalló.

“El hidrógeno verde juega una perspectiva preponderante a nivel global. Promueve seguridad energética, sostenibilidad y equidad, al tiempo que se enmarca en los cuatro ejes de la transición energética: descarbonización, descentralización, digitalización y demanda”, señala José Antonio Vargas, director de la empresa energética ENEL en Colombia.

Costa Rica dio sus primeros pasos en 2011, cuando la empresa Ad Astra Rocket y la estatal Refinadora Costarricense de Petróleo crearon un centro experimental de hidrógeno. El país presentó en 2019 su estrategia de descarbonización a largo plazo, en el que propone desarrollar el hidrógeno verde para ser carbono neutral en 2050.

La Alianza Costarricense de Hidrógeno, un grupo de compañías en su mayoría privadas que representan a todos los actores presentes en la cadena de valor del hidrógeno verde (energía renovable, infraestructura de hidrógeno, distribuidores de gas, compañías de vehículos, etc.), lideran el impulso para su desarrollo.

“América Latina se beneficia de amplios recursos de energía renovable y agua, ambos ingredientes clave en la producción de hidrógeno verde. Si podemos aprovechar este potencial, podría dirigir a la región hacia la independencia energética”, concluye José Antonio Castro Nieto, científico jefe de Ad Astra Rocket en Costa Rica.

Los proyectos en marcha en Argentina y Uruguay

Uruguay también planea incentivar en los próximos años el desarrollo de la producción de hidrógeno verde con el objetivo de exportarlo. El país es líder en energías renovables en América Latina, con una matriz basada en un 98% en fuentes limpias gracias a décadas de políticas gubernamentales en esa dirección.

Para el desarrollo de la industria, el gobierno de Luis Lacalle Pou planea incentivar la llegada de empresas privadas extranjeras que inviertan en producción a cambio de la firma de contratos de provisión con el Estado. El primer paso será construir una planta piloto en Montevideo, capital del país, con capacidad para producir 900 kilos de hidrógeno por día.

El proyecto Verne, como se lo conoce internamente, requerirá de una inversión estimada de US$20 millones durante el año que llevarán los trabajos. Para esto, la petrolera nacional Ancap convocará a una licitación para adjudicar un contrato de construcción, operación y mantenimiento.

“Vemos con buenas perspectivas la posibilidad de exportar hidrógeno a empresas que están necesitando descarbonizar su matriz. Uruguay puede tener hidrógeno generado a partir de esta electricidad certificada verde y eso tiene valor para países centrales que están buscando descarbonizarse”, sostiene Omar Paganin, ministro de Energía nacional.

A pesar de sólo contar con un 8% de energías renovables, la Argentina también tiene un potencial de energía solar y eólica destacado que le permitiría proyectar la producción del hidrógeno verde. Sin embargo, todavía no se han desarrollado políticas públicas que impulsen su desarrollo.

El país cuenta con una Ley de Promoción del Hidrógeno, sancionada en 2006 pero todavía no reglamentada. La norma establece la creación del Fondo Nacional de Fomento del Hidrógeno (Fonhidro), el cual sería financiado por el Estado, y los proyectos de hidrógeno contarían con numerosos beneficios impositivos.

Ahora bien, la ley corre riesgo de caducar a fin de 2021 de no ser reglamentada. Es por eso que el diputado Gustavo Menna presentó, en 2019, un proyecto de ley para postergar su fecha de vencimiento por 20 años y actualizar el texto, poniendo el foco en la producción de hidrógeno verde.

“El Poder Ejecutivo no la ha puesto en marcha ni le dio presupuesto. Hay una clase dirigente que no tiene una mirada estratégica y que pierde el tiempo con cuestiones menores. Hemos perdido como país la mirada de mediano y largo plazo”, detalla Menna, quien aguarda el tratamiento en comisión del proyecto.

Según el diputado, la actual capacidad de generación eléctrica verde que tiene la Argentina es suficiente para poder impulsar la industria local del hidrógeno en una primera etapa, focalizada en el transporte público. Pero, advierte que sería necesario mejorar la infraestructura para su distribución por el país.

Empresas locales han dado los primeros pasos para movilizar a la industria. Y-TEC, empresa de investigaciones tecnológicas de YPF, lanzó el consorcio H2AR junto con el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (Conicet). El mismo trabajará en los próximos dos años en el estudio de escenarios para la producción, transporte y exportación de hidrógeno.

“El objetivo inicial será consolidar una visión común y delinear hojas de ruta en distintos campos de aplicación, que permitan identificar desafíos, impulsar iniciativas piloto conjuntas y conformar un entorno normativo y de negocios”, explica el Gerente General de Y-TEC, Santiago Sacerdote

Distinguieron en EE.UU. a una científica argentina por el desarrollo de un nuevo test para Covid-19

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Carla Finkielstein recibió el máximo honor que otorga el prestigioso Virginia Tech, por haber desarrollado el año pasado un kit de detección «robusto, sensible y especifico» para detectar el nuevo coronavirus, autorizado por la FDA.

La científica argentina Carla Finkielstein, radicada en Estados Unidos desde 1998, fue reconocida con el Premio Ut Prosim Scholar, el mayor honor que se otorga a un Profesor Universitario en el Instituto Politécnico y Universidad Estatal de Virginia (más conocido como Virginia Tech) y que tiene el aval de las autoridades del Estado. Fue distinguida por su trabajo para la identificación de SARS-CoV-2 con apoyo de Virginia Tech y los distritos del Departamento de Salud durante la pandemia y por el servicio brindado a la humanidad. Finkielstein ayudó a controlar la transmisión de COVID-19 en un distrito de Virginia de 280.000 habitantes, mediante el desarrollo de un kit robusto, sensible y especifico autorizado por la FDA de Estados Unidos, con el cual se hicieron desde entonces más de 120.000 determinaciones. “A fines de marzo de 2020 supimos por las noticias que no habría suficientes kits y el virus comenzaba a propagarse rápidamente. Era claro que en cuestión de tiempo aparecería en nuestro distrito, una zona rural con poco acceso a cuidados médicos intensivos, un escenario sociogeográfico que en ausencia de capacidad de testeo se convertiría en una ‘tormenta perfecta’”, recuerda en diálogo con la Agencia CyTA-Leloir Finkielstein, bióloga molecular porteña egresada de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA y jefa de un laboratorio especializado en el estudio del cáncer en Virginia Tech, y del Laboratorio de Diagnóstico Molecular en el Instituto de Investigación Biomédica Fralin. “Así que, si bien no soy viróloga, pensé que estudiando cómo funcionaban los kits de PCR en tiempo real (RT-PCR) comerciales, podía desarrollar uno e incluso mejorar su sensibilidad y especificidad. Y, en una carrera contra el tiempo, lo logramos”, afirmó. -¿Podría contar cómo era el escenario que la impulsó a desarrollar el test para COVID-19? -Al poco tiempo de declarada la pandemia por la OMS, en Estados Unidos estaba disponible de manera limitada un kit de RT-PCR para detectar SARS-CoV-2, el virus responsable del COVID-19, desarrollado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), que dependen de los Institutos Nacionales de Salud (NIH). Al poco tiempo de la distribución de esta primera versión del kit, se descubrió que tenía un problema de diseño y que los resultados eran sesgados. Mientras tanto, las dos compañías más importantes en Estados Unidos que centralizaban la realización de test clínicos privados en el país, se vieron saturadas por la demanda de test para COVID-19. Cuando el Departamento de Salud de nuestro distrito enviaba les enviaba las muestras para análisis, los resultados se reportaban con al menos 10 días de demora. Desde el punto de vista de salud pública, donde el objetivo es identificar a la persona infectada y aislarla lo antes posible para contener la propagación del virus, la falta de resultados rápidos y de confianza limitaba cualquier acción que el Departamento de Salud pudiera tomar para contener la pandemia en nuestra región. -¿Cómo es la composición demográfica del distrito? -Somos 280.000 personas, de las cuales 80.000 integramos el campus universitario, profesores, estudiantes y personal de apoyo. La mayoría del resto es población rural. Es una zona pobre del país, en su mayoría con gente mayor porque los jóvenes van a las ciudades a buscar mejores oportunidades. Digamos que, por razones políticas, socioeconómicas y geográficas, no éramos una región prioritaria para la realización de los testeos orientados al control de la transmisión del virus. Además, teníamos el problema de que nuestro distrito tiene solo 30 camas de cuidado intensivo. Un solo brote de la enfermedad en geriátricos, centros de rehabilitación o prisiones de las zona y nos quedábamos sin capacidad hospitalaria. -¿Podría describir el test que desarrolló? -Es un test RT-PCR, es decir, de amplificación del material genético del virus que se diferencia de otros en su versatilidad y especificidad ya que detecta varios genes del virus simultáneamente. La nueva versión del test informa la variante del virus que infecta al paciente. Arroja resultados en tres horas y no solo se emplea para controlar la transmisión de SARS-CoV-2 en nuestro distrito sino que su uso se ha expandido a 7 distritos del Estado de Virginia que en conjunto representan 1 millón de personas. -¿Cómo fue el camino desde su diseño hasta la autorización por la FDA? -Estudié cómo funcionaban los test comerciales de RT-PCR, elegí lo que me gustaba de cada uno y le adicioné algunas cosas que me parecía serían importantes para poder facilitar su implementación sin comprometer la sensibilidad y especificidad del ensayo. Algo que siempre tuve claro es que el desarrollo debería poder hacerse con herramientas básicas de laboratorio así no dependíamos de ningún tipo de material o químico que estuviera en falta. Suena un poco raro esto ahora pero cualquier persona que estuvo en un laboratorio durante la pandemia puede garantizar que las cosas más básicas estaban en falta. El objetivo era poder darle al Departamento de Salud resultados confiables de las muestras que nos traían a las pocas horas. Ese trabajo de cooperación permitió refinar el desarrollo de nuestro kit hasta que vimos que su desempeño era excelente. -¿Qué tipo de dificultades enfrentaron? -Como pasa en todos los casos, por supuesto encontramos problemas cada vez que comenzábamos algo, pero creo que ninguno de los voluntarios que se sumaron a esta idea estaba dispuesto a dejar las cosas por la mitad. Un día teníamos que empezar a probar si el test funcionaba con muestras obtenidas de pacientes con hisopos. Algo realmente trivial hasta que descubrimos que no había ni un solo hisopo (literalmente) en más de 100 millas a la redonda!!! No solo eso, del día a la noche, Estados Unidos pasó a tener falta de hisopos para colectar muestras, algo absolutamente inconcebible en condiciones normales. -¿Cómo superaron ese problema? -Nuestra Universidad es muy fuerte en el área de Ingeniería y desde el comienzo nuestros colegas pusieron todo a nuestra disposición. Así que pedimos que nos prestaran unas impresoras para hacer esterolitografía en 3D e imprimimos los hisopos que se necesitaban para colectar las muestras. A eso le sumamos el desarrollo de un líquido para transportar la muestra que era estable a temperatura ambiente por días a altas temperaturas y, de esa manera, el Departamento de Salud podía ir a áreas rurales en la montaña, colectar el material, y traerlo para el análisis. -¿Qué sistema desarrollaron para la identificación de tantas muestras? -La gente de ciencias de la computación creó varios programas que nos permitían leer códigos en los tubos que mandábamos, incorporarlos en una planilla, adicionar los resultados y combinarlo con el sistema que usaba el departamento de salud donde estaba toda la información del paciente. Así, unas pocas horas después que la muestra llegaba al laboratorio, los epidemiólogos sabían el resultado y el estado del paciente y quedaba en ellos seguir con la tarea. -¿Cómo fue el proceso de autorización del test? -Creo que si hubiéramos sabido de antemano todos los papeles que íbamos a tener que llenar, nadie empezaba, así que la ingenuidad fue la llave del éxito. La universidad nos ayudó muchísimo desde el comienzo. Nos solo nos dio recursos económicos y humanos para poder desarrollar el test sino que nos dio todo el apoyo legal que necesitábamos para navegar la burocracia científica que implica aplicar para la autorización de uso de nuestro test en la FDA. -¿Qué hicieron para lograr ese objetivo? -El proceso de aplicación requiere, como debe ser, una serie de estudios que cubren un espectro muy amplio. Desde la identificación de la cantidad mínima de partículas que pueden ser detectadas por nuestro ensayo (10 en nuestro caso) a verificar que no reacciona con otras enfermedades virales y bacterianas que producen los mismos síntomas (más de 30 enfermedades listadas). Después teníamos que probar que puede detectar todas las variantes de coronavirus que estaban circulando en el mundo, un ensayo que nos pedían que repitiésemos cada 2-3 meses. Para poder hacer todos los estudios solicitados por ese organismo, tuve ayuda de estudiantes de posdoctorado de mi laboratorio y de otros grupos. Trabajábamos toda la noche, los 7 días de la semana, cada subgrupo de nuestro equipo se encargaba de los experimentos de una parte de la aplicación. Cuando mandamos todo y pasamos a los revisores de la FDA, la celebración duró 10 minutos. Enseguida nos dijeron que antes de poder usarlo masivamente teníamos que pasar un test adicional en el cual nos mandarían muestras ciegas de todo tipo y que teníamos que reportar los resultados que obteníamos con nuestro test. Pasamos con el 100% de aciertos y por lo tanto fue autorizado. -¿Dónde se usa su test? -El ensayo se usa por ahora solo en Virginia simplemente porque no pedimos autorización para expandirlo a otros estados. Estábamos totalmente enfocados en tener algo funcional que nos sirviera para resolver el problema que se nos venía encima. Pedir autorización para aplicarlo en otros Estados hubiera causado un retraso en nuestra autorización. -Además de crear el kit, pusieron en marcha un laboratorio de análisis de muestras. -Sí. Hacia fines del verano era claro que el número de infectados crecía en nuestro estado y que el Ministerio de Salud de Virginia no tendría capacidad para hacer el test a todos sus ciudadanos. Fue entonces cuando este organismo llamó a un concurso para establecer una red de laboratorios de análisis, nos presentamos y fuimos uno de los 3 laboratorios seleccionados. Nuestro laboratorio cubre ahora un tercio de todo el territorio estatal. Analizamos cerca de 2000 muestras por día. No solo ayudamos a controlar la transmisión del coronavirus en nuestro campus y en nuestro distrito, sino también en otros distritos. Por esta razón, el Estado de Virginia puso a nuestra disposición un sistema de transporte (combis) con refrigeradores para traer las muestras desde lugares que están a varias horas de distancia de nuestro laboratorio. A las 6 AM comenzamos a analizar las muestras y para las 5 PM están reportados todos los resultados. Ahora nuestros kits se emplean para controlar la propagación en una población de un millón de personas distribuidas en varios distritos del sudoeste de Virginia. -¿Qué peso tuvo su formación en Argentina en el desarrollo del kit? -Creo que cada una de las etapas científicas que experimenté en mi carrera ha contribuido en diferente forma. Claramente, la excelente formación que otorgan las universidades públicas de nuestro país, en particular la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, y mi experiencia doctoral en la Facultad de Medicina de la UBA se ven reflejadas en cada paso del proceso que he desarrollado. También mucho del trabajo de investigación que hacemos en nuestro laboratorio tuvo un impacto importante en ciertos aspectos del desarrollo. Creo que es posible desarrollar este tipo de tecnologías que se necesitan en situaciones extremas cuando alguien tiene una experiencia profesional multidisciplinaria como es mi caso. Pero hay algo más importante, realmente creo que solamente una persona latinoamericana puede ingeniárselas para hacer mucho, para resolver con poco. Los latinos somos gente muy especial, lástima que no nos damos cuenta.

Brasil: advierten sobre los casos de niños que mueren por coronavirus

(En AgendAR vacilamos antes de reproducir esta nota de la BBC. El riesgo de que un niño se enferme de gravedad por covid es pequeño, y la posibilidad es aterradora. Pero los datos no han sido desmentidos. Y cuantos más médicos y personal de salud sepan que es posible, se evitará que diagnósticos equivocados retrasen el tratamiento).

Un año después de la declaratoria de la pandemia del coronavirus, las muertes en Brasil se encuentran en su punto máximo. Y a pesar de la abundante evidencia de que la covid-19 rara vez mata a niños pequeños, en la nación sudamericana han fallecido más de 800 menores por esa enfermedad, según cifras oficiales. Y esas cifras pueden ser mayores, de acuerdo a estudios.

Existe la idea errónea de que los niños corren cero riesgo de un contagio de coronavirus, según Fatima Marinho, quien es asesora principal de la ONG de salud Vital Strategies.

La investigación de la doctora sostiene que un número sorprendentemente alto de niños y bebés fueron afectados por la enfermedad.

Entre febrero de 2020 y el 15 de marzo de 2021, la covid-19 mató al menos a 852 niños de Brasil, incluidos 518 bebés menores de un año, según cifras del Ministerio de Salud de ese país.

Pero la experta estima que más del doble de esta cantidad de niños murieron a causa de esa enfermedad dado que, señala, existe un problema grave de bajo registro debido a la falta de pruebas que reduce las cifras.

Marinho revisó el exceso de muertes por síndrome respiratorio agudo durante la pandemia y encontró que hubo al menos 10 veces más muertes que en años anteriores.

Considerando esas estimaciones sostiene que el virus mató a un aproximado de 2.060 niños menores de nueve años, incluidos 1.302 bebés.

¿Qué está pasando?

Los expertos señalan que la gran cantidad de casos de coronavirus en Brasil, el segundo en cantidad de contagios más alto del mundo, elevó la probabilidad de que bebés y niños se vean afectados.

«Por supuesto, cuantos más casos tengamos y, por ende, más hospitalizaciones, mayor será el número de muertes en todos los grupos de edad, incluidos los niños. Pero si se controlara la pandemia, este escenario evidentemente podría minimizarse«, explica Renato. Kfouri, presidente del Departamento Científico de Inmunizaciones de la Sociedad Brasileña de Pediatría.

Una tasa de infección tan alta sobrepasó el sistema de salud de Brasil. En todo el país, el suministro de oxígeno está disminuyendo, hay escasez de medicamentos básicos y en muchas unidades de cuidados intensivos de todo el país simplemente no hay más camas.

El presidente Jair Bolsonaro todavía se opone a los encierros estrictos y se estima que la tasa de infección está siendo impulsada por la variante llamada P.1, considerada más contagiosa y posiblemente surgida en el norte de Brasil.

En marzo murió el doble de personas que en cualquier otro mes de la pandemia y la tendencia al alza continúa.

Otro problema que impulsa las altas tasas de contagios en los niños es la falta de exámenes.

Marinho dice que para los menores es usual que el diagnóstico llegue demasiado tarde, cuando ya están gravemente enfermos.

«Tenemos un grave problema en la detección de casos. No tenemos suficientes pruebas para la población en general, menos aún para los niños. Debido a que hay un retraso en el diagnóstico, hay un retraso en la atención del menor», explica.

Esto no se debe solo a que exista poca capacidad de prueba, sino también a que es más fácil pasar por alto, o diagnosticar erróneamente, los síntomas de los niños que padecen covid-19, ya que la enfermedad tiende a presentarse de manera diferente en las personas más jóvenes.

«Un niño tiene mucha más diarrea, mucho más dolor abdominal y dolor en el pecho que el visto en un cuadro clásico de covid-19. Debido a que hay un retraso en el diagnóstico, cuando el menor llega al hospital está en una condición grave y puede complicarse y morir», señala Marinho.

Problemas sociales

Aunque todo esto también se trata de pobreza y acceso a la atención médica.

Un estudio de 5.857 pacientes con covid-19 menores de 20 años, realizado por pediatras brasileños dirigido por la Facultad de Medicina de Sao Paulo identificó tanto las enfermedades de base como las vulnerabilidades socioeconómicas como factores de riesgo para el peor resultado en menores.

Marinho está de acuerdo en que este es un factor importante.

«Los más vulnerables son los niños afrodescendientes y los menores de familias muy pobres, ya que tienen más dificultades para acceder al auxilio. Estos son los niños con mayor riesgo de muerte», indica.

Ella dice que esto se debe a que las condiciones de vivienda hacinadas hacen que sea imposible distanciarse socialmente cuando se infectan, y porque las comunidades más pobres no tienen acceso a una unidad de cuidados intensivos local.

Estos niños también corren riesgo de desnutrición, lo que es «terrible para la respuesta inmunológica», afirma Marinho.

Cuando se detuvieron las subvenciones en medio de la pandemia, millones volvieron a entrar en graves problemas de subsistencia.

«Pasamos de 7 millones a 21 millones de personas por debajo del umbral de la pobreza en un año. Así que la gente también pasa hambre. Todo esto tiene un impacto en la mortalidad», afirma la experta.

Braian Sousa, líder de la investigación de la Universidad de Sao Paulo, dice que su estudio identifica ciertos grupos de riesgo entre los niños a los que se debe dar prioridad para la vacunación. Aunque actualmente, no hay vacunas disponibles para menores de 16 años.

La Justicia porteña rechazó un amparo que pedía que no se suspendan las clases presenciales

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La titular del juzgado N 1 en lo Contencioso Administrativo de la ciudad de Buenos Aires, Romina Tesone, rechazó in limine un amparo presentado por un grupo de padres para mantener las clases presenciales, en contra de las restricciones anunciadas por el gobierno nacional ante el aumento de los contagios de coronavirus. Según detalló en su fallo la jueza Tesone, “el propio Poder Ejecutivo” porteño recurrió a la Corte Suprema porque entendió que la jurisdicción de los tribunales de la Ciudad “no es competente” para resolver la cuestión de fondo. También señaló que la Procuradora Fiscal ante la Corte, Laura Monti, dictaminó ayer que el máximo tribunal es competente para resolver la disputa entre el gobierno porteño y el gobierno nacional. “Rechazar in limine el amparo incoado con relación a la pretensión consistente en que ordene al Gobierno local defender la Autonomía de la Ciudad”, dice la resolución firmada por Tesone. El recurso presentado por los padres había sido patrocinado por la Defensoría Oficial y Asesoría Tutelar. Además del amparo y la denuncia por inconstitucionalidad presentados por el gobierno porteño, actualmente tramitan en la Justicia otros dos recursos presentado por la ONG Abramos las Escuelas y por el Centro de Estudios de Políticas Públicas.

La NASA elige a la Starship de SpaceX para el regreso a la Luna

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SpaceX, propiedad de Elon Musk, es la empresa seleccionada por la NASA para construir un “sistema de aterrizaje humano” (HLS) que transportará astronautas desde la órbita lunar hasta la superficie de la Luna por primera vez desde la última misión Apolo en 1972. Este sistema no es otro que la nave espacial Starship.

La NASA anunció el viernes que la empresa aeroespacial del CEO de Tesla, había vencido a Blue Origin, de Jeff Bezos, y Dynetics, un contratista de defensa propiedad de Leidos, tras aproximadamente un año de estudios y desarrollos preliminares. SpaceX había recibido 135 millones de dólares para demostrar la viabilidad de la Starship como aterrizador lunar. Blue Origin, parte del “equipo nacional” junto a los fabricantes tradicionales Lockheed Martin, Northrop Grumman y Draper, había recibido 579 millones de dólares para desarrollar el módulo de aterrizaje de dos etapas Blue Moon, basado en las cápsulas Orion y Cygnus. Dynetics había recibido 253 millones de dólares para desarrollar el DHLS, un módulo de aterrizaje de una sola etapa con un diseño horizontal. La Starship es la única de las tres propuestas de la que existen prototipos funcionales que han sido probados (con mayor o menor éxito) en las instalaciones de SpaceX al sur de Texas. La propia SpaceX financia el desarrollo de la Starship con la ambición de convertirla en una nave espacial reutilizable para vuelos dentro de la Tierra y (con una etapa Super Heavy para el lanzamiento) al espacio profundo, en particular a la Luna y a Marte. De todos modos, como informamos aquí, Jeff Bezos, el CEO de Amazon, tiene un premio consuelo: un contrato del gobierno para una misión lunar con energía nuclear. Robert Heinlein, quien escribió El hombre que vendió la Luna en 1949, debe estar sonriendo desde el más allá.