Los plásticos tardan 500 años en degradarse. Científicos argentinos trabajan en su reemplazo

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  • Investigadores del CONICET y de la UBA trabajan en el desarrollo de films biodegradables a partir de almidón de mandioca.

  • El objetivo es elaborar materiales amigables con el ambiente que puedan fabricarse a escala industrial y ser una alternativa a los plásticos de un solo uso.

Los plásticos, en particular los desechables, representan un problema de contaminación muy difícil de resolver por la gran magnitud de residuos que se generan en la actualidad. Según un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, son la basura más voluminosa, dañina y persistente, y representan al menos el 85% de todos los desechos marinos. Se estima que, para el año 2040, esos volúmenes podrían triplicarse, alcanzando una cantidad anual de entre 23 y 37 millones de toneladas, lo que equivale a unos 50 kilos de plástico por metro de costa en todo el mundo. Las consecuencias negativas alcanzan a todas las especies marinas, que quedan expuestas cada vez más a riesgos de intoxicación, trastornos del comportamiento y asfixia. Además, al romperse en pequeños pedazos se generan microplásticos que llegan a los seres humanos a través de la ingesta de agua y productos del mar, aunque también pueden ser inhalados cuando están suspendidos en el aire. De esta forma, estudios recientes estiman que ingerimos cinco gramos de plástico por semana, equivalente a una tarjeta de crédito. En busca de generar materiales que puedan reemplazar el uso de plástico, en el Laboratorio de Polímeros y Materiales Compuestos del Departamento de Física de la Universidad de Buenos Aires, trabajan en el desarrollo de films biodegradables a partir de almidón de mandioca. Buscan elaborar algo que sea sencillo de producir a escala industrial, de forma que la conversión no sea un factor problemático. Además, apuntan a darle un valor agregado a los excedentes de producción y exploran la posibilidad de que el material, además de conservar, tenga propiedades antioxidantes. “La idea es generar un material biodegradable que pueda reemplazar, al menos en parte, a los plásticos de un solo uso, ya que no hay tanta capacidad de reciclaje para toda la cantidad que se genera. Si bien existen algunas bolsas en el mercado que son biodegradables, en general son importadas y caras. Nuestro objetivo también es poder reemplazarlas por productos nacionales para poder abaratar los costos”, nos dice la doctora en Ciencias Físicas Lucía Famá, investigadora del CONICET e integrante del equipo. Una de las premisas del proyecto es que el material desarrollado en el laboratorio se pueda adaptar de forma sencilla a escala industrial. Por eso, decidieron elaborar films con una extrusora, un equipo que se encuentra en cualquier fábrica de plásticos. La técnica de extrusión utiliza dos tipos de energía: mecánica y térmica. Primero, el material es calentado con cierta concentración de agua. Cuando empieza a fundirse, se aplica energía mecánica para romper el grano del polímero y acelerar el mecanismo de fundición del material base junto con los aditivos empleados. Tras el proceso de extrusión, el material sale en forma de cordón y pasa por un proceso de pelletizado en el que se corta el cordón en pequeños pellets. “Son como lentejitas, que luego se pueden procesar mediante termocompresión para fabricar los films. En general, las industrias compran los pellets ya armados y los pasan por una extrusora y por una máquina de soplado, para unir varias capas de plástico. Nuestra idea, entonces, es que se utilicen las mismas máquinas cambiando la materia prima”, explica Famá. El almidón de mandioca es uno de los polímeros base que están probando los investigadores como alternativa al plástico, ya que tiene la ventaja de que se degrada en menos de un mes. Otras opciones que están explorando son el almidón de papa y de maíz, y mezclas de almidón con otros polímeros, como el ácido poliláctico, que es un material biodegradable más resistente que el almidón. “Estamos tratando de enriquecer el material con aditivos que sean, por ejemplo, antioxidantes, de forma que puedan tener cierta actividad que evite que un alimento se oxide. También estamos probando con nanopartículas que le otorguen propiedades antimicrobianas y mayor resistencia”, indica la investigadora. Además de fabricar materiales de mejor calidad, el agregado de valor que buscan darle los investigadores a estos films tiene otro objetivo: tratar de conquistar al sector industrial para que concrete la transición del plástico a un material biodegradable. Esto no es sencillo ya que el uso del polietileno es algo muy práctico y barato. Además, para llegar a ser producidos a escala industrial, estos nuevos materiales tienen una desventaja a superar. “El polietileno, que es lo que se suele usar, es un material hidrofóbico, es decir, tiene baja permeabilidad al agua. En cambio, nuestros materiales tienden a ser hidrofílicos, por lo cual para poder usarlos en la conservación de alimentos todavía hay que realizar algunas mejoras. Nosotros apuntamos a ver si hay industrias que estén interesadas en poner parte de su presupuesto en desarrollar materiales biodegradables, teniendo ya una base del desarrollo hecho en el laboratorio”, dice Famá. “Nuestros materiales tienden a ser hidrofílicos -permeables al agua-, por lo cual para poder usarlos en la conservación de alimentos todavía hay que realizar algunas mejoras”, dice Famá.

Nadia Luna

La CONAE evaluará proyectos de desarrollo de satélites de estudiantes secundarios

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La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) evaluará los proyectos de desarrollo de satélites de estudiantes de escuelas secundarias, que serán lanzados en octubre.

Uno de ellos es el proyecto denominado “Roldán I” e integrado por alumnos y docentes de la Escuela Técnica Nº 643 de Roldán (Entre Ríos) ya se puso en funcionamiento y fue probado en la localidad, donde detectó el doble de humo en el aire -según los registros normales- debido a la quema en las islas del Delta del Paraná. En diálogo con Radio Nacional, Marcelo Aimetta, docente e integrante del proyecto quien comentó que serán evaluados mediante videoconferencia por el jurado de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales el sábado 24 de septiembre y ahí se definirán quienes son los cinco proyectos seleccionados, previo a ser lanzados en octubre del corriente año. En este sentido, Aimetta explicó que se trata de un prototipo didáctico pero que igual cumple con las características y los requerimientos técnicos solicitados. Este prototipo está compuesto por sensores de gases que emite una señal al satélite en caso de detectar gas y evalúa los componentes del mismo, así como también toma una serie de imágenes, con un alcance aproximado de 10 kilómetros. “Fue difícil conseguir los componentes electrónicos”, remarcó el docente, añadiendo que debieron ser comprados todos vía internet ya que en su localidad, ni en sectores cercanos pudieron ser conseguidos.

Gasoducto Néstor Kirchner: llegan los primeros caños a la zona de obra

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Tras el proceso de decisiones políticas y cuestiones administrativas, el gasoducto Néstor Kirchner, que aumentará considerablemente la capacidad de transporte de gas desde Vaca Muerta, empezará a materializarse en el territorio. Esta semana viajarán a la zona de obras los primeros caños transportados en camiones: son 80 kilómetros de ductos de 30 pulgadas que servirán para una obra complementaria muy importante. La referencia es para el gasoducto Mercedes-Cardales, que tiene 73 kilómetros. El titular de Energía Argentina (ex Enarsa), Agustín Geréz, viene siguiendo la evolución de los trabajos y el recorrido del material. Estos caños tienen una particularidad: estaban guardados en un depósito fiscal en Ensenada y Campana, lugar donde los dejó el gobierno de Mauricio Macri tras discontinuar obras de ampliaciones de tendido de gas. Para ver si el material servía, se le realizaron Estudios de Integridad Técnica y están en condiciones de ser puestos en la traza.
El Gasoducto Presidente tiene como meta ampliar la capacidad del actual sistema de transporte y llevar el fluido de Vaca Muerta a los grandes centros de consumo. El primer tramo de la obra conectará las ciudades de Tratayén (Neuquén) con Salliqueló (Buenos Aires) y atravesará las provincias de Rio Negro y La Pampa. En su Etapa II, el ducto cubrirá el tramo entre Salliqueló hasta San Jerónimo (Santa Fe) y permitirá aumentar en un 25% la capacidad de transporte de los gasoductos troncales de nuestro país. Según detalles que manejan en Energía Argentina, una vez que esté el zanjeo para poner los caños, se avanzará con 6 kilómetros diarios. De esta manera, según los tiempos que manejan en Energía Argentina, a fines de octubre empezará la obra gruesa y el 20 de junio del 2023 el ducto estará apto para funcionar, es decir, con capacidad de transportar gas. Luego se pulirán las cuestiones finales para dar finalización de obra en noviembre del año próximo. La activación en junio es central para Argentina porque ayudará a que el país reduzca el gasto en importación de gas, que fue el problema más duro que tuvieron las arcas del Banco Central este año. Se espera que el ahorro por sustitución de importaciones sea superior a los 2.000 millones de dólares. La obra tiene involucrados a 6.500 trabajadores de manera directa y más de 20 mil en forma indirecta. Se calcula además que en la etapa de la obra troncal que hará la firma Techint, saldrán de su planta de Valentín Alsina un camión cada siete minutos. Esos caños son de 12 metros y 36 pulgadas. Para el Gobierno la obra es central por diferentes razones. La primera es que la búsqueda de reducir el impacto de las importaciones de energía. En paralelo, el arranque de los trabajos está generando fuertes inversiones de empresas petroleras que ven en el transporte una posibilidad de mayores ventas. El tercer factor que leen desde Energía Argentina es que esta obra llega en un momento global complejo donde la guerra en Ucrania cambió las relaciones mundiales por el recurso energético. Hay una crisis de precios y abastecimiento que Argentina puede aprovechar explotando su potencial en el hidrocarburo no convencional. Al día de hoy, Argentina es la segunda reserva de shale gas el planeta, detrás de China. Estadoa Unidos, que en los 80 descubrió y empezó a explotar su no convencional, es hoy la quinta reserva. Pero el camino de ese país muestra que desde 2008 a 2016 no sólo logró el autobastecimiento sino además transformarse en un jugar fuerte de la exportación.

El equipo de la Agencia de Investigación, Desarrollo e Innovación visitó FAdeA

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Visitaron las instalaciones de #FAdeA, @ferpeirano, presidente de la  @agenciaidiar, su coordinadora de promoción institucional, Lucía Perl y Alejandro Primbas, director del FONTAR.   El equipo que viajó a Córdoba presentó los distintos instrumentos de apoyo al desarrollo científico tecnológico y productivo promovidos por la Agencia I+D+i, mientras se interiorizaron sobre los programas en curso de FAdeA La Fábrica Argentina de Aviones “Brig. San Martín” es una empresa aeronáutica que provee de los medios y servicios aeroespaciales a los organismos de Defensa y Seguridad, así como al sector Civil; gestionando, desarrollando tecnología, traccionando al sector industrial argentino, con inserción y vinculación nacional e internacional, y en los últimos años ha potenciado sus capacidades para el mercado civil y el militar. Allí, el presidente de la Agencia, Fernando Peirano y el director del FONTAR, Alejandro Primbas, se reunieron con su presidenta, Mirta Iriondo y recorrieron las instalaciones que ocupan más de 200 hectáreas y en las que trabajan más de mil personas.

INVAP y la CNEA construyen una Planta de de Radioisótopos en India. Explicamos qué significa

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El pasado 23 de agosto, INVAP, con participación de personal de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y del Board of Radiation & Isotope Technology (BRIT), Department of Atomic Energy, India, completó exitosamente la puesta en marcha de la Planta de Producción de Radioisótopos que la empresa argentina estaba construyendo para BRIT, en Mumbai, India. El proyecto denominado “LEU based Mo-99 Production Facility” (FMP), ganado por INVAP en una licitación internacional, tiene por objeto la producción de Molibdeno-99, una herramienta esencial para la atención médica que se utiliza con fines diagnósticos en medicina nuclear. Esta planta, diseñada y construida por la empresa rionegrina, es un ejemplo más del compromiso de nuestro país como referente mundial en el uso pacífico de la energía nuclear, ratificado en un acuerdo bilateral firmado entre la República Argentina con la República de la India. Una vez más, hemos cumplido el objetivo de contribuir al bienestar general compartiendo tecnología argentina en el mundo. INVAP felicita y agradece al personal que ha participado en las distintas etapas del proyecto.

Nota de AgendAR:

La planta vendida al BRIT en Mumbai no es un reactor nuclear, sino una instalación radioquímica ubicada «aguas abajo» del reactor, que en el caso de la India, es de diseño y construcción local. Nos encantaría poder venderle reactores argentinos a la India, pero tienen ingeniería propia en la materia desde los años ’50. Tal como nosotros. . De todos modos, esta instalación radioquímica le permite a la India avanzar en el autoabastecimiento de radioisótopos médicos. No es poca cosa: el mercado mundial de todos ellos en 2021 cerró en U$ 668,3 millones. En el reactor se producen neutrones con los que se bombardea un blanco de uranio de bajo enriquecimiento. Entre las muchas reacciones de fisión de núcleos atómicos y transmutación química por captura de neutrones en dichos núcleos, la que le interesa al BRIT es la que forma un radionucleído inestable sumamente caro, mundialmente necesario y de muy corta vida media: el molibdeno 99, o Mo99. . Justamente por su corta vida media el Mo99 es tan costoso, tan imposible de estoquear y tan necesario. Una vez formado, el Mo99 se va transformando solo en otro átomo químicamente distinto, el Tecnecio 99 metaestable, o Te99m, que es el clínicamente útil. . Lo que hace la planta de INVAP es disolver en ácidos esos blancos irradiados, y aislar de esa sopa química los átomos de molibdeno 99, para luego combinarlos con alguna molécula alimenticia de fácil captación para células y tejidos vivientes, como la deoxiglucosa. Todas estas manipulaciones radioquímicas se hacen a través de sistemas de telecomando dentro de gabinetes con paredes blindadas de plomo, llamados «celdas calientes», y bajo control visual a través de vidrios al alto plomo de medio metro de espesor. . Este tipo de azúcar «marcado» por un radioisótopo se encapsula en unidades estancas y radiológicamente blindadas, llamadas «fuentes de molibdeno» o -en la jerga internacional- «Moly Cows». Más allá del humor yanqui (remite a la exclamación «Holy cow!»), el nombre es adecuado: una vez que llegan a destino literalmente se las ordeña, inyectándoles agua para obtener una solución de deoxiglucosa marcada con Mo99, que se está transformando rápída e inexorablemente en Te99m. . Ésta se inyecta en un paciente al cual hay que hacerle algún estudio funcional, en general un diagnóstico por imagen nuclear cardiológico, oncológico, neurológico o inmunológico. La deoxiglucosa marcada se acumula brevemente en células y tejidos, y durante todo este proceso el núcleo atómico del Te99m se viene reconfigurando de metaestable a estable. Al hacerlo, pierde energía, que se libera en general en forma de rayos gamma de mediana potencia. . La imagen computada generada por estos rayos gamma da información valiosa acerca del estado metabólico de tejidos y órganos. Un corazón con una obstrucción parcial en alguna de las arterias coronarias, por ejemplo, va a aparecer brillantemente iluminado desde adentro por los rayos gamma en toda su estructura… salvo en el sector sujeto a una perfusión insuficiente de sangre, que aparecerá más oscuro, porque absorbió menos deoxiglucosa marcada. La imagen permite evaluar con exactitud la ubicación y el grado del bloqueo arterial, de un modo no invasivo, en tiempo real y sin mayor margen error interpretativo. . La vida media es el tiempo que toma un radionucleído en pasar de un estado de mayor energía a otro de menor energía y mayor estabilidad. En este caso, la transición de Te99m a Te99 estable es muy veloz: algo más de 6 horas. El Te99, en cambio, es tremendamente estable, con una vida media de 200.000 años antes de transformarse en platino. Esto lo hace inútil para todo diagnóstico. Peor aún, impone límites logísticos severos: en el curso de una semana los recipientes blindados con Molibdeno 99, o Moly Cows, ya agotaron su capacidad de generar Tecnecio 99m y no sirven para nada. . Como hay muy pocos países con reactores de irradiación y plantas de radioisótopos (somos el único de Sudamérica desde 1973), desde que se sella cada Moly Cow hasta que se entrega a un hospital o clínica el tiempo debe ser muy corto. No por nada, el reactor RA-3 de Argentina está en Ezeiza, para poder llegar al resto del territorio nacional y a otros países de la región por aire, y atravesando aduanas a toda velocidad por canales facilitados por convenio diplomático previo. . La generación de Te99m y su degradación a Te99 se da a un ritmo inexorable y veloz, regido por la mecánica cuántica. Toda demora logística significa centenares de pacientes en estudio que se quedan sin diagnóstico. Y contra las demoras no hay tu tía, porque por definición, el Te99m no es estoqueable por intermediarios o usuarios finales. Si alguien quiere «encanutar» Mo99 para que no le falte, desaparece solo: es peor que ahorrar en pesos. . La decomisión por envejecimiento de la flota mundial de reactores de irradiación terminó siendo una tragedia médica encubierta durante la década pasada. En el Hemisferio Norte estuvo faltando tecnecio durante años, y millones de pacientes en países avanzados y con prepagas «pipí-cucú» debieron hacerse estudios de una capacidad diagnóstica mucho menor. De lo cual, obviamente, ni se enteraron, porque los medios no hablaban del asunto, y tampoco las obras sociales, las prepagas o los ministerios de salud. . De hecho, en 2010 la OCDE, que es más bien un club de ricos, en este brete pidió la ayuda de la Argentina. Que obviamente no pudo hacer mucho más que dar asesoramiento y asegurar, dentro de su capacidad de producción, el abastecimiento del Cono Sur. . En ese sentido en 2010 éramos un país privilegiado, y seguimos siéndolo hoy. La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) jamás privatizó el RA-3, pese a que recibió presiones para hacerlo. Esto significa que desde 1973 le viene dando un mantenimiento decente a esta compleja unidad. Además en dos ocasiones le hizo reingeniería para hacerlo subir de potencia térmica: de 3 a 5 megavatios, y luego a 10. Gracias a ello, pese a que estamos cerca de el doble de habitantes que en 1970, el diagnóstico por imagen nuclear llega a toda la población al alcance de la medicina pública y privada en el territorio nacional. . Cuando por fin esté construido y operativo su reemplazo, el reactor RA-10, con 30 MW de potencia térmica, la Argentina podría ser proveedor de TODO el mercado sudamericano de Mo99. El gobierno de Mauricio Macri le bajó a la CNEA su presupuesto general de 2015 a la mitad, y desde 2016 la hizo funcionar con esa cifra invariable EN PESOS. Inevitable, le abrió la puerta de Sudamérica a la competencia rusa. Para conquistar la región siempre tendremos menos volumen de producción que los rusos, pero una ventaja irreductible en cercanía: una Moly Cow fabricada en Ezeiza llega antes a La Paz o a Rio de Janeiro que una fabricada en suelo ruso. . Si Brasil construye su reactor RBM de 30 MW térmicos, para lo cual le compró la ingeniería a INVAP, podría asociarse a la Argentina, y como tándem binacional podríamos dominar más de la mitad del mercado mundial de radioisótopos. . Sería un negocio de miles de millones de dólares/año para ambos países. Aún si Brasil sigue sin construir el RBM, el RA-10 argentino y su planta de radioisótopos darían para capturar el 20% de un mercado mundial que no para de crecer: son U$ 133, 6 millones/año, y contando. A precios de 2021, el RA-10, cuyo costo estimado anda en los U$ 500 millones, se pagaría en menos de 4 años, y le quedarían por delante 46 años de vida operativa de pura ganancia. . El uso de una fuente de rayos gamma tan poco duradera como el Te99m es deliberado: los rayos gamma atraviesan tejidos como la luz atraviesa el vidrio, pero son ionizantes, es decir pueden causar daños al ADN. Lo que se requiere es que la exposición interna a este tipo de radiación sea lo más corta que se pueda. El Te99 estable no irradia nada, y los riñones eliminan muy velozmente el tecnecio en cualquiera de sus dos formas. Pero durante unas horas el paciente en estudio es débilmente radioactivo: emite gamma. . El molibdeno 99 no es el único radioisótopo que se produce por irradiación. La familia radioquímica de utilidad médica va creciendo con el tiempo, tanto en el área de diagnóstico como en la de tratamiento: ya es una lista de decenas. Pero en términos económicos, el 80% de la torta de valor agregado de la medicina nuclear por ahora la da el molibdeno 99, y es exclusiva del diagnóstico. . INVAP y la CNEA, en suma, están bien posicionados en este mercado. Por una parte, Argentina es el mayor exportador mundial de reactores de baja potencia, como los usados en irradiación. De hecho, hoy INVAP está discutiendo con sus futuros dueños la ingeniería del segundo más poderoso del mundo, el reemplazo del viejo Pallas británico en la localidad costera de Petten, Países Bajos. Ésa operación cerrará arriba de U$ 600 millones. . Pero además la firma barilochense construyó y entregó las plantas de radiofarmacia de Argentina, Egipto, Cuba, Bolivia y ahora la India. . Hay una Argentina no extractiva, industrial y del conocimiento. Es apabullante.
 
Daniel E. Arias
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Imagen tomográfica poco definida de un tumor, a izquierda. A derecha, la misma zona en un diagnóstico por imagen nuclear con molibdeno 99. El tumor tiene una captación de fluor-dioxiglucosa mucho mayor que otros tejidos, y aparece brillantemente iluminado por su emisión de rayos gamma.
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Los posibles abastecedores del mercado mundial de radioisótopos en 2030, con sus reactores de producción. El infógrafista pone a Brasil y a la Argentina con signos de interrogación, poco merecidos en nuestro caso: ya somos proveedores internacionales con el reactor RA-3 de Ezeiza, y su reemplazante, el RA-10, tres veces más potente, tiene un grado de avance de obra del 70%. Brasil compró la ingeniería del RBM -muy parecido al RA-10- a INVAP, pero todavía no empezó su construcción.
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Los envases del molibdeno 99 tal como se produce en Argentina. El cubo plástico blindado en plomo por adentro es una «Moly Cow», o fuente de molibdeno 99.

Crece la participación china en la explotación del litio en Argentina

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De los nueve proyectos mineros de capitales chinos en el país, seis son de litio. Según la Secretaría de Minería, en un escenario de máxima, las exportaciones provenientes esas inversiones alcanzarían los 5.952 millones de dólares, que permitirían reducir el déficit comercial bilateral.

Argentina suele tener superávit comercial, un balance positivo en divisas. Lo necesita por su constante demanda de dólares para el aparato productivo, su deuda externa y eterna, los viajes turísticos al exterior, la costumbre de ahorrar y negociar sus inmuebles y otros activos en dólares. Nunca le alcanza para todo, pero ese es otro tema. En cuanto al superávit comercial, lo consigue en buena hora con casi todos los países, menos con sus más fuertes socios, entre ellos China, con la que tiene un déficit anual que ronda entre 5 y 7 mil millones de dólares cada año, según el período. No es algo fatal que los países latinoamericanos tengan un balance deficitario con China, de hecho varios tienen superávit, entre ellos Chile y Brasil. Y mucho. ¿Por qué? Sobre todo por el peso de sus minerías, cobre y mineral de hierro, respectivamente, en esos dos casos. Argentina posee un potencial minero verificado desde hace años pero subexplotado, incluso por los casos de provincias que lo vedan por leyes ambientalistas. Y dentro de las novedades de esta década asomó el litio, mineral central para la economía digital y las nuevas energías limpias. Argentina ocupa el cuarto puesto mundial en producción y tiene las terceras reservas, en el norte que forman Catamarca, Salta y Jujuy, provincias que, junto a la riqueza vecina en Chile y Bolivia, conforman el llamado “triángulo del litio. Argentina no se conforma con proveer solo la materia prima, también quiere escalar en la cadena de valor hacia baterías para electromovilidad, telecomunicaciones o almacenamiento de energía solar o eólica. Recientemente hubo un auspicioso anuncio de Y-Tec (de YPF), que creó su primera planta piloto de celdas para baterías de litio, que arrancará a producir, según se anunció, a fin de año y para la cual se esperan equipos que vendrán de Xiamen, sur de China, provistos por la empresa Tmax. Trabajaron en el desarrollo de Y-Tec el Conicet, la Universidad Nacional de La Plata y otros organismos.

Participación

China es, justamente, uno de los países que más invierte en litio y en minería en general en Argentina, además de Estados Unidos, Canadá, Corea, Japón y mineras europeas y de Australia. Un informe de la Secretaría de Minería de la Nación al que accedió Cash sobre ese sector argentino vinculado a China y al litio arroja estos datos: *Compañías líderes como Jiangxi Ganfeng Lithium Co., Hanaq Group, Tsingshan Holding Group, Zangge Mining Group Ltd. y Tibet Summit Resources son controlantes o tienen participación accionaria en numerosos proyectos en estados avanzados de desarrollo. Sus directivos han visitado el Norte argentino y la Casa Rosada varias veces. Y el presidente Alberto Fernández ha supervisado algunos de los yacimientos y proyectos. *De los 9 proyectos que hoy cuentan con capitales chinos en el país, 6 son de litio. *Las inversiones mineras chinas comenzaron en 2017 con el oro, cuando Shandong Gold entró a la mina Veladero, asociándose 50/50 con la canadiense Barrick Gold. *Desde enero de 2020 hasta hoy, los anuncios en materia de inversión de capital chino han sido por 2618 millones de dólares. *Son varias las empresas chinas que han venido por el litio. Ganfeng está en Cauchari, Jujuy; Tsingshan en el yacimiento Centenario Ratones, en Salta; Zangge en Laguna Verde, Catamarca; Jiangxi Ganfeng en el de Mariana, Salta; Tibet Summit Resources en Sal de los Ángeles, Salta, y Zijin en Tres Quebradas, de Catamarca. Hay también otros inversores en oro, plata y otros minerales. *En exportaciones a China, hubo dos picos, en 2005 y 2018, el primero mayormente explicado por cobre y el segundo por litio, un cambio que viene ocurriendo desde 2010. En 2021 se observó el predominio total de exportaciones de carbonato de litio, con el 98,2 por ciento del total de las exportaciones mineras al país asiático. El 42,3 por ciento del total de exportaciones de este commodity fueron destino a China, por 88 millones de dólares. Esto contrasta con las exportaciones mineras totales, en las cuales China se ubica en octavo lugar, con 2,8 por ciento del total.

Perspectiva

Según la Secretaría de Minería, “con las perspectivas de crecimiento del litio en términos de demanda para la transición energética este sector presenta una gran potencialidad para incrementar el superávit minero”. El informe agrega que “en un escenario de máxima, las exportaciones totales provenientes de proyectos de capitales chinos alcanzarían los 5952 millones de dólares”, impulsados por el litio. Por otro lado, en cuanto a exportaciones de oro y plata, el único proyecto con participación china que produce y exporta es Veladero, con año estipulado de cierre en 2028. Sin embargo, en factibilidad se encuentra Suyai, en Chubut, que tiene como fecha de inicio en 2030 y por razones de legislación sólo es considerado en el escenario de máxima, explica el informe. Más arriba en la cadena de valor, y volviendo al litio, otras posibles inversiones chinas tienen que ver con las perspectivas en baterías y electromovilidad. Además del mencionado caso de Y-Tec y su planta piloto en La Plata, la Contemporary Amperex Technology Co Ltd (CATL), una de las líderes en fabricar baterías a escala global y la fábrica de Chery (cuyos autos hasta ahora Argentina solo importa, como varias otras marcas chinas) son parte de ese nuevo escenario. En algunas provincias como Mendoza, Salta o en la localidad bonaerense de José C. Paz ya se avanzó con anuncios o la llegada de autobuses eléctricos como BYD y Dongfeng, entre otras iniciativas. El ministro de Economía, Sergio Massa, habla seguido con el embajador argentino en China, Sabino Vaca Narvaja, para acelerar todo lo posible estas posibilidades en inversiones mineras y del sector automotriz, en la misma línea que el tigrense utilizó en su gira por Estados Unidos. Es posible, de paso, que en octubre viaje a Beijing.

Néstor Restivo

Comentario de AgendAR:

Esta nota de Néstor Restivo es impecable, además de ser una buena noticia. Pero, frente a algunas noticias aparecidas en los medios en las últimas semanas, que hablan de proyectos de industrializacion de algunas empresas extranjeras, tenemos que señalar que de acuerdo a los valores por tonelada exportable que se mencionan, no se trata de baterías o de ánodos de baterías, sino del carbonato de litio, sin otro valor agregado que la extracción y purificación «in situ». Claro que es valioso que Argentina aumente sus exportaciones mineras. Pero la industrialización nadie la hará por nosotros.

Daniel E. Arias

Residuos nucleares: la CNEA y el OIEA organizaron un taller sobre su disposición

El Organismo Internacional de Energía Atómica y el Programa Nacional de Gestión de Residuos Radiactivos de la Comisión Nacional de Energía Atómica organizaron en forma conjunta un «workshop» internacional sobre repositorios geológicos profundos. Con la presencia de especialistas de todo el mundo, se llevó a cabo en la Sede Central de la CNEA el workshop “Site Investigation for Deep Geological Disposal”, para contribuir en la definición de estrategias para el proceso de selección e investigación de sitios aptos para el emplazamiento de un repositorio geológico profundo. Este evento internacional fue organizado por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y el Programa Nacional de Gestión de Residuos Radiactivos (PNGRR) de la CNEA en el marco del Proyecto Nacional de Cooperación Técnica ARG9016 “Building Capacities for Selecting and Characterizing Potentially Suitable Sites for the Geological Disposal of Radioactive Waste and Spent Nuclear Fuel”. La apertura del encuentro fue encabezada por la presidenta de la CNEA Adriana Serquis, quien estuvo acompañada por el gerente de Área Seguridad Nuclear y Ambiente Eduardo Quintana, el gerente del Programa Nacional de Gestión de Residuos Radiactivos Rodolfo Kempf, y la responsable del Proyecto Nacional de Cooperación Técnica ARG9016 del PNGRR María Victoria Altinier.  
. Durante las jornadas de trabajo, expertos internacionales pudieron compartir las experiencias desplegadas en sus países con relación a la selección e investigación de sitios para el emplazamiento de un repositorio geológico profundo. Asimismo, se destacó la relevancia de la investigación para buscar las mejores alternativas tecnológicas a esta temática fundamental para la actividad nuclear. Tras el cierre del evento, Rodolfo Kempf explicó que “este workshop sobre la elección de sitios para repositorios geológicos profundos nos permitió conocer experiencias avanzadas tanto de Finlandia, Alemania y Francia como de otros países del globo, sobre esta iniciativa tecnológica que implica una responsabilidad ética indeclinable para la Comisión Nacional de Energía Atómica, bajo la Ley 25.018 sobre la gestión de residuos, concomitante con la Ley de la actividad nuclear (Ley 24.804)”. El gerente PNGRR destacó, además, que este workshop fue muy valioso en cuanto a sus aportes y es “el corolario de un trabajo intenso” que “nos posicionó como un grupo de trabajo con varios acuerdos con distintas áreas de trabajo de la CNEA que exceden al propio Programa Nacional de Gestión de Residuos Radiactivos”. Por su parte, el representante de la Section of Waste Technology – Division of Nuclear Fuel Cycle and Waste Technology del OIEA Stefan Mayer, resaltó la importancia de realizar este tipo de encuentros en Argentina “donde –al igual que otros países del mundo- este tema se trabajó mucho en los años 80 y 90. Pero luego, por razones políticas, nacionales, locales o regionales, el proyecto fue relegado. Afortunadamente, otros países desarrollaron de manera sistemática proyectos de repositorios, considerando los aspectos de seguridad, geológicos y de ingeniería nuclear que permiten garantizar la gestión a largo plazo de los residuos. Definitivamente, esta temática es de interés de todas las naciones que producen energía nuclear, por ello se necesita del involucramiento de especialistas diversos y de personas con un alto nivel de expertise sobre varios aspectos de la actividad nuclear y de la disposición de residuos”, concluyó el experto del OIEA.

Ciencia ciudadana: desde todo el país se aportan fotos y observaciones sobre los animales

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Con el uso del celular y la capacidad de observación, la ciencia ciudadana ofrece a los investigadores la posibilidad de contar con mucha información a bajo costo. Gracias a estos apasionados, en el país ya se sabe más sobre la ballena franca austral, la gaviota cangrejera, el tucán y la vaquita de San Antonio.

Cuando Graciela Lizalde se jubiló como docente en Mar del Plata asegura que “se le abrió un mundo nuevo”. Lejos de las clases y de los chicos, empezó a sacar fotos de sus recorridos diarios por la ciudad para subirlas a una red social, hasta que en una playa céntrica encontró a un grupo de gaviotas. “Me llamaba la atención una anillada que todavía está, es la más viejita de todas”, cuenta. Su curiosidad tuvo respuesta, cuando Jorge Iriberri (uno de los integrantes de la Expedición Atlantis que cruzó el Atlántico en una balsa construida con troncos) vio la foto y la contactó con el biólogo Germán García. Así, Lizalde comenzó a colaborar con el monitoreo de la gaviota cangrejera, un proyecto de ciencia ciudadana activo desde 2019 y que impulsa el equipo de investigación del Grupo de Vertebrados del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (IIMyC) de la Universidad de Mar del Plata y del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).
Foto Gentileza de Graciela Elizalde
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“El objetivo del proyecto es hacer un monitoreo de la costa argentina, a través del seguimiento de una especie clave que regionalmente está amenazada”, explica García, investigador del Conicet en el IIMyC. Otro de los propósitos es determinar los movimientos migratorios de estas aves mediante el registro ciudadano de ejemplares anillados en Mar del Plata y Mar Chiquita, a donde suelen ir a invernar. Los registros de los ciudadanos, con la información con el código y color del anillo, fecha, lugar y una foto, suelen llegar al correo [email protected], o vía teléfono celular (más información en el usuario de Instagram del proyecto: avesmarinas.iimyc). “Porque hay registros sabemos que llegan hasta el norte de Uruguay y se reproducen en Bahía Blanca y en las colonias de Bahía San Blas, a partir de esto empezamos a entender de manera más integrada todo el movimiento de la especie”, afirma el biólogo. Ya cuentan con más de 200 reportes correspondientes a 91 ejemplares y la colaboración de cerca de 40 personas. Sin la ayuda de los ciudadanos hubiera sido necesario recurrir a instrumentos muy costosos o el traslado permanente de los investigadores en distintas localidades costeras. “Todos los días vamos a la playa a verlas en los meses en los que están, excepto los domingos que nos tomamos franco”, dice entre risas Graciela Lizalde, y luego agrega que junto a su compañero José: “Vamos llueva o truene, es una pasión que tenemos”. El vínculo que logró Graciela a través de la comida que les lleva y del contacto frecuente, facilitó a los investigadores lograr ubicar a las gaviotas en Mar del Plata y anillarlas. Durante ese procedimiento, también se toman muestras de sangre y de materia fecal, se caracteriza su plumaje y se realizan pruebas de comportamiento para determinar la personalidad y flexibilidad de los individuos. “Desde hace muy pocos años la especie empezó a colonizar grandes ciudades de la costa. Antes era muy difícil ver estos animales en Mar del Plata, por lo que estos reportes son muy importantes”, asegura García.
Foto Gentileza de Hugo Gribman
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El biólogo considera que la participación de las personas en el proyecto es clave, no sólo por los registros sino para comunicar sobre la situación de las especies y los ambientes costeros, ante el aumento de la población y las urbanizaciones: “Una de las grandes amenazas que tiene esta especie es la interacción con las actividades humanas, como la pesquería recreacional, y la degradación del ambiente”, dice. Al antropólogo Stephen Johnson, oriundo de la localidad estadounidense de San Francisco, su amor por el mar lo llevó a Puerto Pirámides, en Chubut, a trabajar en una operadora de avistaje y a colaborar en el catálogo de fotoidentificación de ballenas francas australes del Instituto de Conservación de Ballenas (ICB). “El catálogo arrancó a principios de los 70 y lo inició la organización de Estados Unidos Ocean Alliance y en los 90, cuando se fundó el ICB, tomamos la posta y lideramos localmente los relevamientos aéreos que hacemos en Península Valdés para mantener al día este catálogo desde hace 50 años”, relata la bióloga que coordina el área de fotoidentificación del ICB, Florencia Vilches. Luego, en 2015, se aprovechó el vínculo cercano con la comunidad de Puerto Pirámides y surgió la posibilidad de cooperación con las operadoras de avistaje de ballenas por todas las fotos que reúnen.
Foto Gentileza de Stephen Johnson
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“Nosotros por una cuestión de costos solamente podemos afrontar un vuelo anual en un día en particular, por lo que nos perdemos muchas ballenas”. Durante esa jornada se toman fotos de los animales identificados por el patrón único de callosidades que tienen en la cabeza, que se trata de colonias de ciámidos, pequeños crustáceos que solo viven sobre las ballenas. Ese patrón se mantiene a lo largo de toda la vida del animal. “Si al momento de sobrevolar un área en particular justo una ballena está panza arriba, saltando o sumergida, la perdimos, para nosotros ese año no estuvo ahí”, aclara Vilches y ahí es donde empieza a ser clave el aporte de los guías y fotógrafos de avistaje como Johnson. “Estamos en las lanchas todos los días, tenemos acceso a más ballenas que ellos”, explica el antropólogo que decidió tomar un nuevo rumbo hasta llegar al sur del país “hace tiempo estaba alejándome de la búsqueda de entender al ser humano, prefiero estar en el mar con las ballenas toda la vida, me resulta más fácil de comprender”, dice Johnson y acompaña con risas su reflexión. La colaboración significó que el equipo de investigación recibiera literalmente medio millón de fotos sacadas entre 2003 hasta el 2016, que aún están procesando. Con las que ya analizaron pudieron encontrar individuos que no habían visto en el relevamiento aéreo desde hace 16 años, además de poder calcular la edad de otros a través de las fotos de cuando eran crías. En el catálogo hay alrededor de 4.000 individuos identificados a través de los vuelos y el avistaje. El proyecto de largo plazo permitió conocer más sobre la biología de la ballena franca austral como, por ejemplo, a qué edad son reproductivamente maduras las hembras y cuánto tiempo están asociadas a los ballenatos. “Tienen cría cada tres años y hemos visto que las variaciones de ese intervalo son indicadores de fracasos reproductivos porque la cría se murió en alguna instancia”, indica Vilches. Cada año, científicos y colaboradores se reúnen para compartir la información lograda gracias al trabajo de todos. El ICB también cuenta con el Programa de Adopción Ballena Franca Austral para apoyar su protección y la continuidad de los estudios a través de una contribución monetaria.
Foto Gentileza de Marisel Morales
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En San Salvador de Jujuy existe el proyecto de ciencia ciudadana para el monitoreo de la presencia y uso del hábitat del Tucán Grande en un ambiente urbano. La iniciativa está activa desde mediados del año pasado y ya cuenta con 450 reportes y la participación de alrededor de 200 personas. Los participantes envían una foto de las aves acompañada de día, hora, y lugar en la que fue tomada y alguna descripción de lo que estaban haciendo los animales. “Hay una altísima estacionalidad en los reportes porque en otoño y en invierno es más frecuente que se vea a los tucanes en la ciudad”, señala el biólogo e investigador del Conicet y de la Universidad Nacional de Jujuy, Román Ruggera. Su colega e integrante del proyecto, Alejandro Schaaf, especula que una de las razones es que el monte nativo de los alrededores de la ciudad se encuentra seco durante las estaciones en las que la temperatura es más baja. Por el contrario, en las ciudades hay plantas exóticas con frutos, alimento de los tucanes, lo cual puede explicar la presencia de estas aves especialmente en otoño e invierno.
Foto Gentileza de Daniela Gomez
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Sin embargo, la colaboración de los ciudadanos da sorpresas, a tal punto que uno de ellos envió la foto de un nido en noviembre pasado, en pleno centro de la ciudad. Para los investigadores es una rareza “porque es la época en que no suelen estar, debe ser el primer registro”, asegura Schaaf. A pesar de ser un ave muy característica no se tiene mucho conocimiento sobre ella y menos de su desenvolvimiento en áreas urbanas. Además, por el peligro de comercialización ilegal del tucán es necesario su monitoreo que se facilita con los ciudadanos. “También es una manera de involucrarlos en la concientización del cuidado de la fauna en ambientes urbanos. El tucán funciona como una especie paraguas a través de la cual podemos estar indirectamente beneficiando a muchas otras en riesgo de extinción”, concluye Ruggera.
Cecilia Farré – Red Argentina de Periodismo Científico

Suecia construye un repositorio para todos sus desechos nucleares

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«Décadas de desechos nucleares de alto nivel se encuentran en estanques asombrosamente claros e iluminados con luz azul, a unos 40 metros de profundidad bajo la superficie terrestre. Es una vista extrañamente hermosa e inquietante. Largas filas de contenedores de metal, llenos de combustible nuclear usado en los reactores del país, yacen debajo de la superficie cerca de Oskarshamn, en la costa báltica de Suecia. Es letal y completamente seguro. Letal porque este material es intensamente radiactivo. Seguro porque se asienta 8 metros por debajo del agua, una barrera muy eficaz contra la radiación. Los residuos se pueden conservar así durante décadas. De hecho, así tiene que ser.»
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. Los cargos electos del municipio también están detrás de este proyecto, como su alcalde Jacob Spangenberg: “Una gran mayoría está a favor de la construcción de este sitio. En el ayuntamiento, donde somos 49, estaban a favor 39 concejales y ocho en contra, algo así”, dijo, refiriéndose a una votación final que tuvo lugar en octubre de 2020. . Este entusiasmo es tanto más asombroso cuanto que en Suecia los municipios que albergan instalaciones nucleares no se benefician de ninguna ventaja financiera. “Los impuestos (…) se pagan directamente al gobierno. Esta industria no brinda ninguna ayuda a los municipios, pero tiene un impacto positivo en el mercado laboral. Hay más de 20.000 habitantes en la región, incluidos 5.000 en el pueblo , y es el pleno empleo”, se regocija Jacob Spangenberg. Los habitantes ya tienen la cultura nuclear La decisión de almacenar 12.000 barriles de combustible irradiado durante 100.000 años no es baladí, pero los habitantes de Östhammar, donde ya está instalada la central atómica de Forsmark, la mayor de Suecia, tienen cultura nuclear. Allí trabajan unos 1000 habitantes del pueblo, un punto esencial para la especialista ambiental del municipio Marie Berggren. “Esta es una de las explicaciones de esta aceptación: ya sea usted, personalmente, o en su familia, o entre sus amigos, siempre hay alguien que ha trabajado en la industria nuclear y que conoce sus reglas de seguridad. Y luego los pocos problemas que puede haber habido todo se resolvió de manera segura. La gente cuenta con la energía nuclear”, dice. El otro factor es la información. Encargada por los operadores nucleares suecos de gestionar sus residuos, la empresa SKB se ha establecido durante 15 años en el mismo centro de Östhammar. Los residentes y otros visitantes pueden ver y tocar los contenedores de cobre donde se sellarán los combustibles gastados, con su contenido de uranio sin quemar, productos de fisión y transuránidos, antes de ser bajados a galerías excavadas en el granito a medio kilómetro de profundidad, muy cerca de la central eléctrica de Forsmark.
tiene Más del 80% de opiniones favorables
El repositorio, un conjunto de túneles que suman 60 kilómetros lineales, será excavado en granito. El cobre encapsulará el combustible y evitará el escape de la radiación. Alrededor de los contenedores se construirá una tercera barrera, con bentonita, una especie de arcilla, que actuará como amortiguador para absorber movimientos tectónicos en el interior del sótano y evitar el contacto con las aguas subterráneas, explica el portavoz de SKB Martin Hoff, para quien la transparencia en este área es crucial.
El espectro de la corrosión
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En Östhammar, los oponentes luchan por hacerse oír. Porque al igual que en Suiza, existen. Señalan la opinión de ciertos expertos que piensan que estos famosos recipientes de cobre, a lo largo de los siglos, podrían ceder ante la corrosión. “Nuestro tribunal ambiental hizo cinco preguntas sobre estos contenedores de cobre que no fueron respondidas. Las encuestas son para nuclear, no hubo ningún accidente importante en Forsmark, pero eso no tiene nada que ver con un depósito que debe ser seguro durante 100.000 años”. ”, advierte Bertil Amn, histórico opositor de la industria nuclear.
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Si nada perturba el cronograma de SKB, el combustible gastado comenzará a almacenarse a partir de la década de 2030, durante setenta años. Nota de AgendAR: Suecia no es el primer país del mundo en tener liquidada la cuestión de su repositorio nuclear. Con una tecnología parecida (galerías profundas en formaciones graníticas estables), Finlandia empezará el llenado de su repositorio el año que viene, siete antes que Suecia.

El origen de todas las cosas. El Big Bang y los multiversos

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El prestigioso cosmólogo argentino Matías Zaldarriaga, reconocido mundialmente por sus aportes al conocimiento sobre los inicios del universo, recibió el título de Doctor Honoris Causa de la Universidad de Buenos Aires. Es el primer físico graduado en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales en obtener esta distinción. Concluida la ceremonia, Zaldarriaga, mantuvo una entrevista en la que repasó qué se sabe de ese cosmos primitivo, los misterios que aún quedan por revelar y las herramientas que utilizan los investigadores para descifrarlos. “Desde mi punto de vista, el desarrollo exitoso de una carrera científica depende en buena medida de estar en el lugar correcto en el momento indicado. Porque siempre hay algunos temas que por diversos motivos explotan, logran grandes avances, y si uno se está dedicando a eso, entonces llegan las becas, los premios, los reconocimientos. En cambio, si uno se pone a trabajar en áreas que están estancadas todo se hace más difícil”. “Yo tuve la suerte de estar en el lugar indicado en el momento correcto, en gran medida gracias a Diego Harari (su director de tesis) que me apuntó hacia un tema, el fondo cósmico de microondas, que provocó una revolución en la cosmología. Los papers que publiqué en esa etapa fueron determinantes para toda mi carrera”. Zaldarriaga es porteño, nació en el barrio de Coghlan. Estudió física en Exactas UBA, donde también comenzó su doctorado, que finalmente completó en el Massachusetts Institute of Technology (MIT). Fue profesor en Harvard, New York University y actualmente trabaja en el Instituto de Estudios Avanzados de Princeton, lugar en el que enseñó Albert Einstein hasta su muerte. A lo largo de su carrera recibió numerosos premios. Entre otros, en 1996, el Barrett Prize por la originalidad en la investigación en astrofísica; en 1998, la beca Hubble; en 2003, el Helen Warner otorgado por la Sociedad Norteamericana de Astronomía; en 2004, la Beca Sloan; en 2005, la Medalla Gribov, otorgada por la Sociedad Europea de Física; en 2006, la beca MacArthur (conocida como “la beca de los genios”) y en 2019 fue incorporado como miembro de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos. Es reconocido internacionalmente por sus valiosas contribuciones para la comprensión del universo primitivo, la astrofísica de partículas y la cosmología. Gran parte de su trabajo se centra en comprender las pistas sobre los primeros momentos de nuestro universo codificadas en el fondo cósmico de microondas -ese débil resplandor de la radiación generada por el Big Bang-, en las ondas gravitacionales y en la distribución de la materia en el universo. En esta entrevista el astrofísico se refiere al estado actual de la cosmología, a los principales misterios que quedan por resolver, y a la revolución que actualmente se está desarrollando en la disciplina.
La cosmología y la arqueología son ciencias similares en el sentido de que en ambas encontrás cosas y tratás de armar una historia a partir de pedacitos que no tienen toda la información”.
 
Matías Zaldarriaga.
– ¿Cómo definirías la cosmología? – La cosmología busca contestar preguntas sobre el origen del universo, de qué están hechas las cosas que encontramos en el universo cuando lo observamos con telescopios, de dónde salieron, cuándo se formaron, por qué funcionan así. Esa es una parte grande. Otra parte es tratar de ver si alguna de las observaciones que obtenemos son o no son consistentes con las leyes de la física como las conocemos en el laboratorio, porque tal vez haya que modificarlas de alguna manera. Por ejemplo, la presencia de materia oscura en el universo no está dentro del modelo estándar de partículas, es un fenómeno que excede lo que entendemos desde el laboratorio. – Vos solés hacer una analogía de tu trabajo como cosmólogo con la labor que realizan los arqueólogos. – Claro, para mí la cosmología y la arqueología o la paleontología son ciencias similares en el sentido de que en ambas encontrás cosas y tratás de armar una historia a partir de pedacitos que no tienen toda la información. Nosotros, en vez de cavar un pozo, sacamos una foto y hacemos cálculos. Sacar fotos de momentos cada vez más lejanos es como mirar a través de una máquina del tiempo. La foto de lo más lejano que podemos ver es la radiación cósmica de fondo, que es luz que nos llega de cuando el universo tenía unos 380 mil años. Hoy tiene 14 mil millones de años. O sea, no existían ni las galaxias ni las estrellas. Lo que estaba pasando entonces no tiene nada que ver con lo que está pasando ahora. – ¿En qué punto se encuentra hoy la imagen que se tiene sobre el Big Bang? – En las últimas décadas tuvimos un montón de observaciones que nos permitieron saber muchos detalles sobre el Big Bang. Sobre los momentos iniciales tuvimos ciertas evidencias con las mediciones de la radiación cósmica de fondo, pero esas mediciones se han saturado un poco. Al principio se avanzó un montón con los satélites y demás, y ahora es como que se ha llegado a un cierto límite. Actualmente, estamos esperando resultados de las observaciones de algo que se llama “polarización de la radiación cósmica de fondo” que es algo en lo que yo trabajé hace muchos años, inclusive acá en la Facultad cuando hice la tesis de licenciatura. La parte de la teoría, que es la que hago yo, diría que ya tiene todo bastante cocinado desde hace tiempo. Estamos esperando los resultados experimentales que tardan un montón. – ¿Qué información se puede esperar de la polarización de la radiación cósmica de fondo? – Si yo quiero saber qué pasó en los primeros instantes del universo tengo que encontrar algo que se haya producido en ese momento, que haya quedado y que afecte algo que yo pueda entender. Y resulta que una cosa que se podría haber producido en ese momento inicial son ondas gravitacionales. No es seguro, pero para muchas teorías eso podría haber pasado. Y resulta que esas ondas gravitacionales quedan, viajan por todo el universo y afectaron el movimiento de la materia en esa época que podemos ver con la radiación cósmica de fondo. Entonces, si estudiamos con detalle esta propiedad de la polarización de la radiación cósmica de fondo podremos ver si había ondas gravitacionales dando vueltas en ese momento. Eso significaría encontrar un fósil del momento inicial. Sería muy interesante porque no tenemos muchos fósiles y este sería de momentos sobre los cuales casi no tenemos ninguna información.
“Así como la radiación cósmica de fondo fue un boom hace 20 o 30 años, ahora es el turno de las ondas gravitacionales”.
– Si la radiación cósmica de fondo te da información hasta unos 380.000 años después del Big Bang, ¿las ondas gravitacionales serían el mensajero que te permitiría atravesar esa barrera? – Exacto. Para las ondas gravitacionales el universo es siempre transparente y viajan y afectan las cosas de manera muy, muy sutil y muy difícil de medir. En principio, las ondas gravitacionales están dando vueltas acá en la Tierra, pero no tenemos manera de detectarlas, ni sabemos cómo hacerlo. El único lugar donde encontramos que esas ondas gravitacionales pueden generar un efecto lo suficientemente grande como para que nosotros lo podamos observar es en las cosas que le pasan a la radiación cósmica de fondo 380 mil años después del Big Bang. Así que mucha gente está trabajando sobre este tema. Pero bueno, dado que se trata de experimentos muy caros, tardan un montón. – La detección de las ondas gravitacionales que concretó el proyecto LIGO ¿marca una nueva etapa para la cosmología? – Primero habría que aclarar que las ondas gravitacionales que descubrió LIGO no son las mismas que podrían haber llegado desde el principio del universo. Así como distintos telescopios ven luz de distinta clase -visible, rayos X, ultravioleta-, LIGO ve una cierta frecuencia de las ondas gravitacionales que son las que se producen cuando colisionan agujeros negros o estrellas de neutrones. Pero, sin lugar a dudas, la detección de LIGO abre una ventana que, con el tiempo, estoy seguro de que va a dar inicio a un nueva etapa de la astronomía y la cosmología. Eso ya está empezando. ¿Hasta dónde va a llegar? No sabemos. Pero así como la radiación cósmica de fondo fue un boom hace 20 o 30 años, ahora es el turno de las ondas gravitacionales. – ¿La posibilidad de avanzar en el conocimiento acerca del Big Bang se enfrenta hoy, principalmente, a limitaciones de tipo teóricas o tecnológicas? – Yo creo que se trata sobre todo de limitaciones técnicas. Porque para la mayoría de las preguntas que tenemos en cosmología ya hay muchas respuestas teóricas posibles, distintos modelos. Tal vez ninguna sea la correcta, pero ahora falta que vengan los datos para poder elegir una de esas posibilidades o concluir que están todas mal, pero sin más datos no creo que se pueda resolver el problema. No es que tenemos datos que no entendemos sino que, en muchos casos, nos faltan datos. – El desarrollo de telescopios más avanzados ¿puede aportar todavía novedades importantes a la cosmología tradicional? – Para algunas preguntas yo creo que sí. Hay una parte de la cosmología que busca entender, por ejemplo, cómo y cuándo se formaron las primeras galaxias, cuáles eran sus propiedades, esas son cuestiones muy difíciles de explicar con certeza antes de tener las observaciones. Así que, en la medida en que vos tenés un telescopio nuevo como el James Webb que va a permitir ver mucho más lejos, vas a tener un montón de cosas nuevas. Para toda la parte histórica, esas observaciones van a ser muy útiles. Y, por otro lado, probablemente vamos a tener más información sobre las propiedades de la materia oscura que, según creemos, es súper importante para diversos procesos. – ¿Cuáles serían, desde tu punto de vista, la incógnitas más trascendentales que hoy quedan por responder? – Para lo que es la cosmología usual, las preguntas más estándar pasan por tratar de entender más sobre la materia oscura, ver si la podemos detectar en el laboratorio, ver si encontramos que se comporta de alguna manera que no esperábamos, tratar de reunir más pistas para entender qué es. Lo mismo para lo que llamamos la energía oscura que es lo que hace que la expansión del universo se siga acelerando. Después, están las preguntas sobre el principio del universo, qué vino antes de la parte estándar del Big Bang, si quedaron estas ondas gravitacionales, y otros interrogantes sobre el principio de todo. Por otro lado, para buena parte de la comunidad astronómica, están las preguntas sobre cómo se formaron los distintos objetos que vemos en el universo. Probablemente se hayan formado siguiendo las leyes de la física que conocemos, pero son procesos tan complicados que todavía no los entendemos. Queremos tener una historia lo más detallada posible de cómo llegó el universo a estar lleno de planetas, de estrellas, de galaxias y cúmulos de galaxias, de quásares, que había un montón y ahora ya no hay tantos. El universo es, en cierto sentido, un poco ridículo para nuestra escala, es una cosa descomunalmente grande y viejísima. Queremos mapearlo lo mejor posible y entender todas sus distintas partes. «Sabemos que hay neutrinos que quedaron del Big Bang y que nunca hemos podido hallar». – En las últimas décadas el mensajero estrella del universo fue la radiación cósmica de fondo, ahora están las ondas gravitacionales, ¿puede surgir otro mensajero? ¿Sería una sorpresa encontrarlo o hay alguno predicho que todavía no se detectó? – Predicho que no haya aparecido me parece que no. Para que venga de tan lejos tiene que ser algo que pueda viajar en el vacío, dado que el universo esta básicamente vacío, y las cosas que por ahora sabemos que pueden hacerlo son las ondas de luz y las ondas gravitacionales. Ahora bien, sabemos que hay neutrinos que quedaron del Big Bang y que nunca hemos podido hallar. Sabemos que están, tenemos evidencias indirectas en las observaciones de la radiación cósmica de fondo pero no los pudimos encontrar en el laboratorio. Hay gente que está pensando en maneras de encontrarlos, es posible que eventualmente lo hagamos. Eso podría ser otro mensajero. Por otro lado, lo bueno es que tanto en el caso de las ondas gravitacionales como de las ondas de luz, los telescopios te dejan ver de dónde vienen, encontrás su fuente, tienen una fenomenología mucho más rica. Con los neutrinos no estoy seguro de que se eso se pueda hacer. Pero bueno, tal vez. Y tal vez haya alguna otra cosa que nos estamos perdiendo, ¿no?
Entrega de Honoris causa. Hernán Grecco, Matías Zaldarriaga, Guillermo Durán y Fernando Lombardo
– ¿Por dónde creés que se lograrán los principales avances de la cosmología en las próximas décadas? – Yo creo que las ondas gravitacionales son el tema que ahora está viviendo un boom. Sin embargo, en la parte de la cosmología más tradicional hay programados experimentos sobre la radiación cósmica de fondo que van a ser bastante mejores que los que tuvimos y que pueden arrojar novedades. La otra cosa que siempre hacemos, es tratar de ver cómo está distribuida la materia alrededor de nosotros mirando la posición de un montón de galaxias y haciendo mapas, eso también está mejorando muchísimo. Pero la mayor cantidad de cosas nuevas que van a venir seguramente surgirán de las ondas gravitacionales. Me parece que esa va a ser la línea dominante en los próximos años porque recién está empezando. Y siempre es así. – ¿Soñás con que se concrete algún hallazgo en particular? – Me gustaría que los experimentos de la polarización de la radiación cósmica de fondo encuentren esas ondas gravitacionales. Me encantaría que eso pasara. Me parece que serían fósiles nuevos de un momento del que no sabemos demasiado. Sería genial tratar de entenderlas, podríamos hacer un montón de experimentos nuevos. Ojalá que eso pase. – Desde hace algunos años hay una moda de introducir los multiversos en los argumentos de muchas películas de ciencia ficción. ¿Cuánto hay de ciencia y cuánto de ficción en la utilización de ese concepto? – Bueno, hay una parte de verdad, de ciencia, pero de ciencia especulativa, en el sentido de que el modelo del Big Bang deja muchas preguntas sin responder porque no tuvimos suficientes observaciones para entenderlo. Sobre todo en el principio del universo. Y si uno agarra las ecuaciones de Einstein y la mecánica cuántica, encuentra soluciones donde este multiverso existe. En ese sentido, es una posibilidad. Ahora, una cosa es que un cierto fenómeno sea admisible por las leyes de la física y otra es que ese fenómeno efectivamente haya pasado. Y no tenemos ninguna evidencia de que eso haya pasado. En el pizarrón puede pasar, en la computadora puede pasar y en Marvel puede pasar. Ahora bien, nosotros vemos solo una parte de un universo que es gigantesco, viejísimo, que se rige por ciertas leyes. Si nos vamos muchísimo, pero muchísimo más lejos, por qué no puede ser todo totalmente diferente, por qué no pueden regir otras leyes de la física. Es posible. Y también está muy bueno porque argumentalmente da para muchas tramas y para que no se mueran los superhéroes.

Gabriel Rocca/NEXCiencia