Prolijamente ubicada en el cajón que exhibe la verdulería, como si fuera una gema envuelta en papel de seda, la manzana (grande, lustrosa, de un rojo restallante) promete una orgía de sabor. Imaginamos un interior fresco, jugoso, de un aroma que envuelve; en suma, una fruta del Paraíso. Pero basta una mordida para que nuestro epitelio olfatorio y nuestras papilas gustativas nos devuelvan a la realidad: la manzana que nos ilusionaba es pura fantasía. Y lo mismo ocurre con duraznos, uvas, sandías, melones…
La queja, entre los que conocieron otras épocas, ya es un clásico: la fruta y verdura ya no es como era.
Al parecer, ésta no es solo una «sensación» de los consumidores. Especialistas en tecnología alimentaria lo confirman: «En general, nos ofrecen fruta grande, colorida, pero sin sabor -afirma Gabriela Denoya, licenciada en ciencia y tecnología de los alimentos, y doctora en bioquímica del Instituto Nacional de Tecnología Agraria (INTA)-. Eso depende sobre todo de qué es lo que prioriza el productor cuando elige las variedades que cultivará, y en general son las que prometen más rendimiento y menor susceptibilidad a las enfermedades. Primero, se fijan en que tengan lindo color, aspecto atractivo, y dejan en un segundo plano el sabor».
Fernando Carduza, también investigador del INTA, agrega otro condimento: la prolongada refrigeración. «Las diferencias en el sabor se producen no porque hayan cambiado las frutas y verduras, sino porque cambió el consumidor -explica-. Antes comíamos naranjas en invierno y frutillas en verano; hoy queremos tenerlas disponibles todo el año. Y la única forma de lograrlo es depositar las cosechas en cámaras de frío a cuatro grados bajo cero. O utilizar híbridos que dan frutos muy lindos, muy ‘paquetes’, que no tienen semillas, son brillosos, no se pudren, no ocupan tanto lugar (como las sandías chiquitas para una sola persona)… Y eso es muy distinto de lo que comían nuestros abuelos».
Si se tiene en cuenta que en el país el consumo diario de estos alimentos ronda los 140 g por habitante, lejos de lo aconsejado por la Organización Mundial de la salud, que recomienda 400 g por persona y por día, el sabor de las hortalizas no es una cuestión menor. «Una manera de aumentar ese consumo es contar con hortalizas más apetecidas por los consumidores», apunta Claudio Galmarini, coordinador del Programa Nacional de Hortalizas, Flores y Aromáticas del INTA, e investigador principal del Conicet,
Según el científico, de las alrededor de 270 millones de hectáreas que tiene el país, cerca de 30 millones se dedican a la agricultura y de éstas sólo el 2% a la producción hortícola; sin embargo, por su mayor valor agregado, la producción de hortalizas representa alrededor del 11% del producto bruto agrícola local.
Pueden ser muy sabrosas, pero serán descartadas por su aspecto.
La horticultura nacional abarca alrededor de 600.000 hectáreas y ocupa alrededor de 10 millones de jornales por año, lo que la transforma en una de las actividades de mayor valor social. Alrededor del 93 % de la producción se destina al mercado interno. El 90% se consume fresco y se comercializa en mercados mayoristas, verdulerías e hipermercados, el restante 10% se industrializa.
Para Galmarini, la falta de sabor también se asocia con la exigencia de una larga vida de estantería. «Hace tiempo solo se comía cada variedad en la época normal de producción. Esto permitía que el fruto se cosechara en su estado de madurez adecuada -explica-. Al querer abastecer todo el año y a los principales centros de consumo, a grandes distancias, se debe cosechar antes de la madurez para soportar el transporte y eso hace que las hortalizas pierdan características de calidad. Por ejemplo, el tomate que se consume en esta época en Buenos Aires proviene, por lo general, de invernaderos situados en Salta, Jujuy o Corrientes».
El investigador también menciona los programas de mejoramiento genético, tanto públicos como privados, que privilegiaron el aspecto externo del fruto, el color y la forma, y también lo que se denomina «vida poscosecha». «En este último caso, hay una correlación negativa, en muchas de las especies, entre mayor vida poscosecha y características de sabor», subraya.
Sin embargo, no todo está perdido. Dado que en los últimos tiempos hay una demanda por rescatar el sabor de las hortalizas, vuelven a valorizarse las producciones de cercanía y las variedades que, a pesar de no ser tan «durables», recompensan a la hora de la degustación.
Por otro lado, según Galmarini, se está trabajando en obtener cultivares que tengan «mejores principios nutracéuticos. Zanahorias con mayor contenido de carotenos, tomates con mayor contenido de licopeno, remolachas con mayor cantidad de betalaína, ajos y cebollas con mejor balance de compuestos organoazufrados, compuestos que se vinculan con la prevención de la incidencia de enfermedades cardiovasculares». Lo ideal, claro, sería que se sumen todas estas propiedades, pero sin restar sabor.
Las altas tasas de interés para frenar la corrida cambiaria y contener la inflación ya comenzaron a provocar malestar no solo entre consumidores, productores y comerciantes que ven cómo se enfría la economía y no logran conseguir financiamiento atractivo, sino que además ya genera cortocircuitos entre los grandes actores del consumo masivo: los supermercados y los bancos, dueños de las tarjetas de crédito más populares en el país.
¿Los motivos? La alta rentabilidad en pesos un aliciente para postergar pagos y complicar la cadena.
Las quejas por este tema, entre otras tantas, las volcaron los representantes de los principales supermercados, que fueron recibidos en una «reunión protocolar» por el ministro de Producción, Dante Sica. Estuvieron Juan Vasco Martínez, presidente de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), y representantes de Walmart, Carrefour, La Anónima y Cencosud.
Según Vasco Martínez:»si comprás con tarjeta en cuotas, VISA te paga a los 18 días hábiles. Esa plata es por algo que yo vendí hoy, pero la recibo 18 días después y, en un marco inflacionario, es menos plata. Si tengo que salir al mercado a financiarme, es plata que no tengo. En el resto del mundo esta operación no tarda más de tres días«, sostuvo el presidente de ASU. No es algo que no ocurra en otros comercios.
Desde VISA prefirieron no hacer comentarios.
Un estudio científico de la Universidad de Harvard arrojó resultados novedosos para los usuarios argentinos hiperconectados y cada vez más dependientes de su teléfono inteligente. La inquietud surgió sobre una problemática habitual por estos tiempos: ¿qué ocurre si nuestra relación con los teléfonos móviles afecta nuestras relaciones personales?
Sobre este punto, aunque parezca descabellado, la industria fabricante de dispositivos móviles impulsó la iniciativa. Para conocer el impacto, la doctora Nancy Etcoff, especialista en comportamiento de la mente, el cerebro y la ciencia de la Felicidad de la Universidad de Harvard, realizó un estudio compuesto por diez preguntas que estaba enfocado en dos cuestiones: analizar los comportamientos y hábitos de uso del smartphone en diferentes generaciones para comprender el impacto que tienen en las relaciones con uno mismo, con los demás y con el entorno físico y social.
El test anónimo y online, logrado a través de un acuerdo entre la institución académica y la firma Motorola encuadró a los usuarios en cinco niveles:
Phone-Sapiens,
Phone-Consciente,
Phone-Enamorado,
Phone-Fanático,
Phone-Dependiente.
En total participaron 46 mil personas, de las cuales el 67,75% fueron hombres y 31,27% mujeres.
Según el test, el usuario promedio de Argentina tiene un equilibrio mayor a la hora de usar su Smartphone que el resto de los países de la región.
El 38% de los argentinos es phone-consciente, es decir, vive con su teléfono, “pero no en él”.
Lo utiliza para ahorrar tiempo y energía que podría invertir en cosas que realmente le importan. Sabe que el equilibrio entre el celular y su vida es algo que necesita cuidar y trabaja para mantenerlo.
El 13% de los argentinos bien puede clasificarse como phone-sapiens: son personas que lograron un gran equilibrio a la hora de usar sus teléfonos. Lo utilizan poco y nada.
El segundo grupo más numeroso, que enciende la luz de alerta, con un 34,6%, fue el nivel que se encuentra exactamente en el medio de la escala: el phone-enamorado. Son personas que sienten ansiedad cuando no tienen el teléfono cerca, y que lo usan en cualquier momento sólo porque está ahí.
Entre las personalidades que destaca Nancy Etcoff también están los phone-fanáticos, puntualmente, el 14% de los usuarios argentinos. Son aquellos usuarios propensos a la obsesión por su celular. De hecho nunca lo apagan, incluso, en las noches junto a su cama.
Finalmente los phone-dependientes, aquellos que nunca dejan de utilizar su teléfono. Si bien se encuentran por debajo del 1% de los argentinos, su relación con el celular lo lleva a revisarlo a toda hora.
Separarse de su teléfono, aún por solo algunos minutos, los hace sentir estresados. Esta categoría abarca a los usuarios cuya adicción está deteriorando la relación con sus familiares y amigos. Otro dato crucial para los argentinos: el 64% va con su teléfono al baño.
La cosecha argentina de soja del ciclo 2018/19, cuya siembra comienza en la primavera austral, sería de 57 millones de toneladas, por encima de los 56 millones estimados en junio, dijo el jueves el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés).
En su reporte mensual, el USDA dejó estable sus pronósticos para el ciclo 2018/19 de una cosecha de 41 millones de toneladas de maíz y de 19,5 millones de toneladas de trigo en Argentina, uno de los mayores proveedores globales de granos y derivados.
Hoy, domingo 15 de julio se juega en Moscú, Rusia, la final de la copa del mundo, y Argentina va estar presente. No con sus jugadores, sino representada en el arbitraje. Porque Néstor Pitana, el árbitro nacido en Misiones, fue el elegido para dirigir Francia-Croacia.
De esta forma, el arbitro. polémico en Argentina, pero amado en la FIFA, embolsará, gracias al mundial, unos US$ 82.000, aproximadamente $ 2,2 millones.
Esa cifra es el resultado de dos factores. Por un lado, por ser uno de los 36 árbitros seleccionados por la FIFA para el Mundial, recibirá la suma de US$ 70.000. A eso hay que sumarle los US$ 3.000 que gana por partido. Al dirigir cuatro partidos, incluido la final, suman US$ 12.000.
Los líneas reciben u$s 25.000 cada uno más u$s 2.000 por partido. Por lo que los asistentes Juan Pablo Belatti y Hernán Maidana percibirán un total de u$s 33.000 cada uno (aproximadamente unos $ 924.000). Esta información fue dada por el sitio brasileño UOL Esporte unos días antes del inicio del mundial.
El Ministerio de Hacienda anunció que el lunes reabrirá la licitación de Bonos del Tesoro en pesos a tasa fija con vencimiento en 2020 (BOTE) para cerrar lo más posible el cerco al sistema financiero para que no se pase a dólares luego de otro mega vencimiento de Lebac.
La licitación de los BOTE, con los cuales buscará rescatar anticipadamente parte de los 530.000 millones de pesos que vencen el martes en Lebac, se realizará entre las 10 y las 15 del lunes.
Los BOTE 2020 fueron ofrecidos a mediados de junio con una tasa del 26 % nominal anual (27,7 por ciento efectiva) y se colocaron entonces 55.700 millones de pesos, tras lo cual se aplicó una suba de encajes bancarios (garantía de depósitos) de 3 puntos que significaba una absorción monetaria de unos 60.000 millones de pesos.
El miércoles, luego del vencimiento de las Lebac, entrará en vigencia una nueva suba de encajes, para evitar que el exceso de liquidez se transforme en una mayor demanda de dólares.
Finalmente, se publicó el «Staff Report» del Fondo Monetario Internacional, y comenzaron a trascender algunos detalles del acuerdo firmado entre el organismo y la Argentina.
Entre ellas llaman la atención las siguientes:
Se mantienen las retenciones a las exportaciones (se suspende la baja).
Hay un tope al aumento salarial de empleados públicos del 8% (junio 2018- junio 2019)
Se posterga la reforma fiscal aprobada hace pocos meses.
Las provincias tiene que recortar el gasto salarial y en bienes y servicios en un 1,2% del PBI (aunque no tengan déficit, es para ayudar a la reducción del déficit del Estado Nacional).
Mayor reducción de subsidios ineficientes en energía y transporte.
Racionalización de los gastos en otros bienes y servicios, con un recorte de 15% en 2018 que continúe en 2019.
Reducción del empleo público y congelamiento de contrataciones en la administración federal.
Recortar las transferencias a empresas estatales un 15% en 2019, en combinación con los esfuerzos de fortalecer su posición financiera.
Reducir gasto de capital un 0,6% del PBI con la expectativa de que los proyectos con Asociaciones Público-Privadas protejan los planes de infraestructura pública previstos.
En el documento los expertos estiman un menor crecimiento del PBI y señalaron que el programa tiene «riesgos evidentes», aunque estimaron que «la firme y rápida implementación de las políticas permitirán que el país capitalice plenamente su potencial económico y asegure que todos los argentinos estén incluidos en la futura prosperidad del país.
El informe señala que las “recientes turbulencias del mercado y la contracción fiscal llevarán a un retroceso del crecimiento en 2018”. Se estima que el país crecerá sólo un 0,4% este año; un 1,5% en 2019 y un 2,5% en 2020.
En Washington estiman que esto no significa que necesariamente estas medidas tengan que implementarse todas, sino que irán cobrando mayores posibilidades a medida que se vayan cumpliendo o no los objetivos.
El gobierno de Mauricio Macri calcula que la reducción del déficit para que el presupuesto 2019 sea compatible con el acuerdo con el FMI, implicará un recorte total de $300.000 millones. Esta cifra es mayor a la prevista originalmente, de 200 mil millones.
Y, según Mauricio Macri, debería ser compartida por mitades entre Nación y provincias.
Así las cosas, la Nación reduciría $150.000 millones en sus gastos, y los 24 estados provinciales, otros $150.000 millones. El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne , comunicó esta última estimación en la reunión de gabinete en Casa Rosada.
Y ya lo saben los cinco ministros de economía de las jurisdicciones controladas por Cambiemos : Buenos Aires, CABA, Mendoza, Jujuy y Corrientes.
El ajuste superará en $100.000 millones el previsto originalmente. Pero podría reducirse en algo si aumentaran los ingresos, ya sea a través de una suba de impuestos o de una mayor recaudación por actividad o por inflación.
Tal como anticipó ayer el portal Infobae, el aumento de la reducción del déficit fiscal obedece a que la fórmula del incremento de jubilaciones y de gastos sociales, incluida la Asignación Universal por Hijo (AUH), dará una suba superior a 2018 y al aumento previsto en la inflación para el año próximo.
El acuerdo del Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI) fijó que el déficit se reducirá del 3,8% del PBI con que cerró en 2017 a la meta de 2,7% para 2018, es decir, que deberá alcanzar un desequilibrio de $365.000 millones. Y el año próximo se reducirá a 1,3% del PBI, unos $175.000 millones. Según los cálculos de Hacienda, cada punto del PBI equivale a US$5000 millones o $135.000 millones.
En teoría, según esos números, la reducción entre este año y el próximo sería de $190.000 millones. Pero, como las jubilaciones aumentarán más que la inflación, habrá que aumentar el recorte de gastos y la cifra se estiraría a $300.000 millones.
Las variantes
Según se sabe hay diversas alternativas de recortes. Los gobernadores del PJ reclaman, a cambio de los recortes, que la ciudad y la provincia de Buenos Aires tomen a su cargo gastos de subsidios para energía, transportes y obras de cloacas y agua de la empresa Aysa. En total, son $110.000 millones. El Gobierno quiere endosarles al resto de las provincias los gastos de salud y educación que la Nación hace vía transferencias que van por fuera de la coparticipación federal, que son unos $140.000 millones.
Si bien la disparidad de género es un problema global, Argentina no se queda atrás. Según datos revelados en el «Seminario Varón + Mujer: el poder compartido como eje de transformación», durante el último trimestre la brecha de ingresos entre varones y mujeres fue del 28%.
«Ante esta realidad es evidente que algo hay que cambiar y cuanto antes porque se perdería un potencial enorme si no se aprovecha lo que la mujer puede aportar a la economía y, por ende, al desarrollo del país», dijo Patricia Debeljuh, directora del Centro Walmart Conciliación Familia y Empresa (CONFyE) del IAE Business School, que este año celebra 10 años de trayectoria.
La actividad convocó a más de 80 ejecutivos y ejecutivas de las empresas más importantes del país y puso sobre la mesa los tres ejes del empoderamiento económico:
Aumentar la cantidad de mujeres en posiciones de liderazgo;
Subsanar la brecha salarial entre ambos sexos,
Provocar una mayor inclusión de mujeres en el mercado laboral.
Respecto al ámbito empresarial, solo el 34% son mujeres; en Jefaturas de Producción, el 23% son mujeres; y en Jefaturas Administrativas el 39% lo ocupan las mujeres. En el ámbito sindical la situación es aún peor: solo el 18% de las secretarías, subsecretarías o prosecretarías son ocupadas por mujeres.
El mercado argentino de producción de instrumentos y accesorios musicales está conformado por más de un centenar de Pymes y microemprendimientos relacionados al diseño y la fabricación de una amplia variedad de productos como guitarras, charangos, contrabajos, arpas, violoncellos, flautas, bombos, redoblantes, baterías, teclados, bandoneones, cuerdas, amplificadores, pedales, micrófonos, cables, geles para baterías acústicas, correas, fundas, clavijas y un largo etcétera.
Según CAFIM -la Cámara Argentina de Fabricantes de Instrumentos Musicales– que nuclea a pequeñas y medianas empresas de un segmento que consolidó exportaciones -en promedio- por US$ 6.100.000 durante el período 2016-2017, según las cifras que manejan en la institución.
«El segmento exportador abarca de un 25 a un 30% de empresas que vienen creciendo sostenidamente desde hace más de 10 años», destacan en Cafim. Los motivos de ese crecimiento se encuentran en:
Alta calidad de los productos,
Buena reputación del diseño argentino
Capacitación e inventiva de los recursos humanos del sector para ofrecer novedosas propuestas musicales.
Este combo hace que los instrumentos y accesorios argentinos lleguen a más de 55 países.
Sin embargo, aunque el grado de inserción internacional es amplio, necesitan expandirlo. «Cuando vamos a comercializar productos al exterior, la competencia es global y para eso necesitamos contar con las mejores y más inteligentes políticas de Estado, sobre todo para la adecuada relación precio-calidad de nuestros productos, porque se nos hace inviable competir, por ejemplo, con el sudeste asiático», explican. Y la solución sería «una política por diferenciación y mejor calidad de los productos».
Para los representantes de la cámara, «la realidad política y económica del país incita a nuevos desafíos de apertura comercial por las dificultades para colocar nuestros productos en el mercado local. De ahí la necesidad de buscar y consolidar destinos de exportación para promover el crecimiento del sector y generar mayor reconocimiento internamente». Para eso, consideran, «se obtendrían mejores y más rápidos resultados con una política integral desde el Estado para la colocación de las exportaciones, y así aumentar la competitividad de las empresas».
No obstante, reconoce que todas las pymes atraviesan ahora una etapa compleja que repercute tanto a nivel interno como global. «Localmente, estamos afectados por la situación inflacionaria, la gran caída en el consumo y el incremento de las importaciones de productos de bajo costo. Y nuestra competitividad externa se ve tocada por el aumento de las tarifas e impuestos que influyen en el costo de producción», asegura.
«Hoy más que nunca requerimos del ingenio y la creatividad para sobrellevar el momento, a la vez que exportar se vuelve vital para seguir creciendo», dice Darío Soich, CEO en DS Pickups, creada en 2001 para diseño y fabricación de micrófonos electromagnéticos para instrumentos eléctricos.
En 2013 comenzaron a exportar hacia Brasil, Venezuela, México y Estados Unidos, pese a que -según Soich- «siempre es más difícil exportar para una empresa pequeña por una cuestión de escala productiva, precios relativos, capacidad de negociación y recursos disponibles».
«La situación actual de las importaciones nos perjudica por completo, ya que la mayoría de los productos son de muy bajo precio», alerta Walter Núñez, director de Solidrums Argentina
Un camino diferente
Las políticas globales tendientes al proteccionismo dificultan aún más la colocación de productos en el exterior. Al respecto, la Argentina optó por un camino distinto y desde la cámara consideran que «sería necesario tomar medidas de protección y promoción de las exportaciones e importaciones, especialmente al tratarse de sectores de alto valor agregado como el nuestro». Para mencionar solo un aspecto que mejoraría la competitividad, Cafim viene trabajando desde hace tiempo en el pedido de reducción de aranceles aduaneros para los insumos básicos que requieren para la producción. «La disminución de las alícuotas de importación en concepto de materias primas y componentes electrónicos que no se fabrican en la Argentina sería de gran ayuda para el crecimiento interno y externo», señalan.
Desde Cafim son optimistas y creen que las exportaciones del sector seguirán en aumento, aunque no al ritmo que desean y por la capacidad productiva instalada. «Estamos convencidos de que se deben articular políticas estatales de promoción de las exportaciones y ciertas medidas de protección frente a las importaciones, como está ocurriendo en los países desarrollados. Si acompañamos esa tendencia, seguramente obtendremos mejores resultados y mayor dinamismo en el sector», concluyen.
En lo que se ve como un empujón para la innovación en el sector financiero y para las fintech en particular, el Gobierno presentó el Sistema de Identidad Digital (SID), una plataforma que permitirá validar la identidad de personas a través del reconocimiento facial.
Mediante este sistema el usuario podrá realizar trámites online sacándose una foto de su rostro y/o de su Documento Nacional de Identidad para que la información sea comparada con la base del Registro Nacional de las Personas (Renaper).
Las fintech serán las primeras en implementar esta plataforma ya que finalizaron con la etapa de pruebas impulsada por el Banco Central de la República Argentina (BCRA). El sistema estará integrada a la web o aplicación de la entidad donde las personas accederán para obtener alguno de sus servicios.
Esta nueva herramienta se suma a otros dos servicios que Renaper ya tiene en funcionamiento, uno de validación de datos personales y vigencia de DNI y otro de verificación por huella digital que actualmente tienen un tráfico de más 700 mil transacciones por día.
En ese sentido, la cartera que conduce Ibarra anticipó que la implementación de este sistema «se trabajó de manera conjunta» con la Agencia de Acceso a la Información Pública con el objetivo de asegurar los datos de los usuarios.
Por lo pronto, desde Modernización señalaron que con esta herramienta «se busca evitar el fraude» al tiempo que «se garantiza a los clientes la seguridad de que sus datos son validados por el Estado en tiempo real». En ese sentido, a través del aplicativo se podrá abrir una caja de ahorros y solicitar préstamos de modo completamente virtual. Asimismo, la plataforma también podrá ser utilizada para la generación de clave fiscal, sistemas de billeteras electrónicas y cualquier trámite que requiera una validación de identidad.
El sistema también se instrumentará dentro del sector público. El Ministerio de Salud será el primero en utilizarlo para el empadronamiento de pacientes. Luego, la cartera de Desarrollo Social lo comenzará a utilizar para el cobro de programas sociales, mientras que en Seguridad se usará para el control de fronteras, migraciones y espectáculos.
El mes pasado, la venta de autos usados cayó 4,1% según informó la Cámara del Comercio Automotor (CCA). En junio se vendieron 131.185 vehículos, mientras que en el mismo mes del año anterior se habían comercializado 136.787 unidades.
En la comparación contra los números de mayo, la caída fue mucho más fuerte: llegó a 15,43%.
De este modo, el impacto de la crisis empieza a hacerse sentir en un sector que aún tenía esperanzas de salvarse. Ante la suba de precios de los OK por el efecto de la devaluación se esperaba que los compradores se volcarán más hacia los vehículos usados. El año pasado, por las agresivas ofertas de las automotrices, la diferencia de precios entre nuevos y usados se había achicado, lo que terminaba beneficiando a la venta de 0K.
En el acumulado de los 6 primeros meses del año, se vendieron 874.325 usados, un crecimiento interanual de 7,72%. Pero la merma en el poder adquisitivo parece haber cortado esa racha.
Esta semana se presentó la lista “Compromiso Federal”, con lo cual se confirma lo que se venía anticipando informalmente: en septiembre habrá elecciones por primera vez en 28 años.
Por un lado, competirá para seguir en el cargo el actual presidente, Daniel Pelegrina, que asumió la conducción en diciembre cuando el anterior titular, Luis Miguel Etchevehere, pasó a ser ministro de Agroindustria. Y ahora es oficial que Alberto Ruete Güemes y Marcos Pereda, como presidente y vice, respectivamente, encabezarán otro grupo, que ofrece «una alternativa bien diferenciada de la actual gestión».
Bajo el slogan “Más cerca tuyo”, la lista «está integrada por 48 productores de todos los distritos del país que, bajo esa consigna, se han propuesto llevar adelante una gestión más abierta, moderna y sobre todo, descentralizada y al lado de cada hombre y mujer del campo».
Destacan que «Ruete Güemes y Pereda son productores genuinos, con una fuerte inserción en sus comunidades y con todo el conocimiento de las principales tareas que cada día llevan a cabo quienes trabajan en el campo. Conocen su país y el mundo, saben administrar y producir de manera eficiente y sustentable. Desde un comienzo se plantearon la importancia en el armado del equipo y trabajaron varios meses pensando en la importancia de la representación y la capacidad de las personas».
Elaboraron una plataforma que contempla 10 puntos, «consecuencia de consultas y reuniones con una enorme cantidad de socios que se acercaron a brindar su apoyo y sus ideas».
Según Pereda, “los objetivos están claros; federalismo, participación y gestión por las economías regionales“, en referencia al trabajo a realizar.
El dólar quedó por debajo de los $ 28, tras dos semanas de cotizar por encima de ese nivel. Al mismo tiempo, torniquete monetario ajustado por el Banco Central llevó a las tasas de interés cortas a afirmarse por encima del 60% anual.
Esto permitió al peso recuperar un 0,6% promedio frente a esa divisa (y acumular un repunte del 5,6% respecto del máximo de devaluación que tocó el 29 de junio).
En AgendAR entendemos la necesidad del gobierno de mantener a toda costa controlado el dólar, en un país donde el valor de esta divisa funciona como «alerta de incendio» para la población. Pero este nivel de tasas es insostenible en el plazo mediano y largo. Si no se toman otras medidas, menos coyunturales, se está cebando la próxima bomba.
El ajuste está generando daños colaterales: se decidió postergar la construcción de la represa Chihuidos, en Neuquén , y esto desencadenó perplejidad y malestar en el gobierno de Alemania , que apadrina a Voith Hydro, una de las empresas que integran el consorcio que pretende hacer la obra.
Hace un año, durante una visita a Buenos Aires , la canciller Angela Merkel había conversado con Macri sobre el proyecto.
La iniciativa era ambiciosa y, desde la óptica macroeconómica, podría ser considerada un anticipo de lo que está por venir en materia de obras públicas. Con un diseño original que data de 1970 y nunca siquiera empezó a concretarse, Chihuidos es una represa hidroeléctrica que requiere de una inversión de 2200 millones de dólares, de los cuales el 85% debería ser aportado por proveedores alemanes e italianos y garantizado por Euler Hermes, la agencia de exportaciones de la administración Merkel, y el gobierno de Italia.
Era también una ilusión de la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA): se suponía que la obra iba a incorporar a 3000 trabajadores directos y a 7000 indirectos.
Pero hace unos días Gustavo Lopetegui , vicejefe de Gabinete, comunicó: «No podemos empezar ni una sola obra nueva». Y se explayó en las razones: como los préstamos para la central serán pagados finalmente por el Estado argentino, el país no está en condiciones de sumar gasto público a su compleja situación fiscal.
El origen del enredo es el acuerdo con el FMI. En un principio, algunos funcionarios involucrados en el proyecto habían pensado que tal vez se pudiera incluir la deuda contraída por la represa en lo que en la administración pública se conoce como pasivo «por debajo de la línea». Es decir, no contabilizarlo como gasto ordinario en las cuentas nacionales.
Hasta anteayer, antes de que Lopetegui aguara el entusiasmo emprendedor, el consorcio contaba con unos 1600 millones de dólares garantizados por Alemania y estaba a punto de sumar otros 400 millones que tramitaba con la garantía de Italia. El Estado argentino debía además aportar un 15% del paquete total.
Al llegar al poder, Macri la incluyó entre sus «proyectos de inversión prioritaria», y al caerse la opción rusa se buscó el apoyo de China, que finalmente tampoco prosperó. Pareció estar muy cerca de concretarse el año pasado, durante la visita de Merkel. Pero la corrida cambiaria, la devaluación y el ajuste fiscal de este año volvieron a postergarla. Pocas veces una central eléctrica resulta tan elocuente de un momento económico.
Según algunos comentaristas, el factor de carga del río Neuquén ronda el 31 al 33%, de modo que esos 600 megavatios instalados iban a suministrar la energía anual que te darían entre 220 y 250 térmicos o nucleares. Y es una decisión que empuja a la Argentina a una petrodependencia cada vez mayor.
Eso si, créditos alemán e italiano venían con el compromiso de turbinas europeas. Chihuidos iba a ser una represa «llave en mano», tecnológicamente hablando. Como ha sido denunciado en AgendAR, el Estado argentino no tiene entre sus prioridades asegurar la participación de la industria nacional. Ni siquiera de la emblemática INVAP.
Sin embargo, incluso una compra de este tipo genera, además de un pico transitorio de trabajo y una fuente de potencia confiable, una capacitación tecnológica importante entre los ingenieros, técnicos y obreros que se califican en obra. No sólo se pierden megavatios/hora, se pierden recursos humanos.
Mucho más grave aún, por lo antedicho, resulta la suspensión «sine die» de Atucha III, una central nuclear de 700 MW en Lima, provincia de Buenos Aires, con un factor de carga inicial de entre 95 y 97%. Su construcción debió iniciarse en 2016, es decir antes del ajuste decidido por el FMI. Atucha III costaba U$ 7000 millones, tenía un 75% de financiación china, 8 años de gracia para empezar a pagarla desde su puesta en marcha, una primera vida util estimada de 60 años y el 70% de la central, incluidos los componentes más críticos, era argentino. Desde 1984, la Argentina puede hacer hasta el 100% de este tipo de centrales de tubos de presión, las CANDU.
Entre firmas grandes como Impsa, Pérez Companc, Dycasa, Techint, y otras medianas y chicas, el total de empresas de distintas ramas de la ingeniería asignadas a esta obra sumaba 129, y entre los 5000 puestos de trabajo directo generados, al menos 400 correspondían a ingenieros nucleares que alcanzaron su especialidad en la terminación de Atucha II, en 2014.
El fuerte impacto de los combustibles en el bolsillo de los consumidores tuvo su consecuencia en el mundo automotriz: la opción GNC volvió a ser popular. Tanto es así que desde la Cámara que nuclea a los expendedores aseguran que en el último año crecieron casi 70% las conversiones de autos que se pasaron de nafta a gas.
«Hace meses que está pasando. Los picos mínimos de conversión a nivel país fueron a mediados del año pasado. Después empezó a subir desde unos 6.000 por mes promedio, a 8.500 a fin de año. En 2018 ya estamos en 10.000 conversiones por mes«, cuenta el vicepresidente de la Cámara de Expendedores de GNC, Pedro González.
El GNC empezó en épocas del presidente Raúl Alfonsín, fue impuesto pero también adoptado inmediatamente por taxistas, por el ahorro significativo de consumo, pero resistido por las empresas de colectivos. Desde entonces, creció sostenidamente entre los usuarios particulares de clase media a medida que se habilitaban estaciones y desaparecían las colas para cargar. Sin embargo, las 10.000 conversiones mensuales de hoy siguen lejos de las 17.000 que se volvieron frecuentes tras la devaluación de 2002, cuando el precio de las naftas se duplicó de un día para el otro. Algunas marcas, tentativamente, empezaron a ofrecer sedanes 4 puertas a GNC «de fábrica». Las estaciones a GNC empezaron a aparecer en las rutas más transitadas del país, lo que lo sacó de ser un combustible exclusivamente intraurbano y lo fue volviendo más interurbano.
Datos oficiales indican que en el país hay 1,7 millón de autos con GNC. Y, para González, ese número está subestimado.
Mientras, en el mundo, el uso del GNC crece por cuestiones ecológicas: los efluentes gaseosos de su combustión son mayormente dióxido de carbono y vapor de agua, casi enteramente libres de hollines cancerígenos. El quemado es tan eficiente que el carbono total emitido por kilómetro rodado resulta incomparablemente menor que el de cualquier otro combustible fósil. Por eso, países como Alemania y España promueven su uso con beneficios impositivos y descuentos en peajes. Es normal y no una rareza que los autos alemanes y españoles salgan de fábrica diseñados para usar GNC como combustible principal, y nafta sólo si el gas se acaba antes de poder recargar. «Tienen claro que el híbrido es el futuro, pero no el presente, y por eso impulsan el uso de gas», cuenta González. En cambio, en la Argentina el único incentivo para la conversión es la ecuación pesos/kilómetros.
En un artículo publicado en Clarin por el periodista Ismael Bermúdez, se detalla como resultó esta triste competencia en la primera mitad del año: y el resultado no es bueno: en los primeros seis meses de este año, las jubilaciones, pensiones y demás prestaciones de la Seguridad Social acumulan una pérdida de 4,1 %.
Esto pasó porque los más de 17 millones de beneficiarios –jubilados, pensionados, asignaciones familiares, Asignación Universal por Hijo (AUH)- recibieron dos aumentos trimestrales que, acumulados, suman el 11,73%, mientras la inflación enero-junio sumaría el 15,8%, descontando que el mes pasado la suba del IPC rondaría el 3,5%, dato que se conocerá la próxima semana.
En el caso de las jubilaciones y pensiones, para un haber medio que arrancó a comienzos del año en $ 10.000, representa una pérdida de ingresos de $ 2.300 en el semestre. Para un sector de jubilados y pensionados con haberes en enero inferiores a los $ 9.460 -esa pérdida en términos reales del 3,5% es un poco menor por el bono por única vez –de 375 o 750 pesos- que percibieron en marzo.
Esa pérdida va a continuar en los próximos meses porque recién en septiembre se efectiviza el próximo aumento que será del 6,7%, un porcentaje también inferior a la inflación esperada para el trimestre.
Este incremento del 6,7% de setiembre es el tercero que se aplicará con la nueva fórmula de movilidad, lo que arrojará un acumulado en el año del 19,7%.
En consecuencia, ese 19,7% seguirá siendo menor a la inflación porque a la pérdida del primer semestre habrá que sumar el deterioro real de los haberes teniendo en cuenta la mayor inflación de estos meses y que los aumentos salariales son inferiores a la inflación.
La nueva fórmula de movilidad aprobada a fines de 2017 combina 70% del IPC del INDEC y 30% por la evolución de los salarios formales (índice Ripte) de dos trimestres anteriores. Por ejemplo, el aumento que regirá de septiembre a noviembre toma en cuenta IPC/Ripte de enero-marzo.
Desde que se inició la corrida cambiaria, el precio del acceso a Internet también fue subiendo porque el megabyte (mb) mayorista, el insumo básico para tener conectividad, se paga en dólares.
* De modo que si la divisa aumenta, también lo hace el costo del servicio al consumidor.
Pero el alza no es uniforme. Como hay varios proveedores de acceso (ISP, por su sigla en inglés) que brindan sus prestaciones en distintas zonas, las políticas de suba del abono varían según el área en que operan.
Así, mientras algunas empresas aplicaron, por ejemplo, el aumento de mayo de manera completa, otros ajustaron la mitad de lo que subió el dólar, mientras que hubo firmas que recién iniciaron los ajustes en julio.
La mayoría avanza con estos incrementos porque no tiene capacidad para absorber la totalidad de la suba del costo.
Como contrapartida, aunque haya crisis, se dispare el billete verde y suba el precio de la conexión a Internet, los usuarios parece que no se bajarse de este servicio.
Hoy los números indican que Argentina tiene 6,79 millones de usuarios hogareños y casi 568.000 de empresas, según el Indec.
En 2015, cuando se liberó el cepo y el dólar pasó de $9 a $15 sin escalas, las empresas de Internet debieron maniobrar la situación del mismo modo. Y no hubo una salida masiva de usuarios.
¿Qué está pasando ahora con las empresas que ofrecen banda ancha?
Algunas empresas facturaron sus servicios de banda ancha con un dólar a $23 en junio, lo llevaron hasta los $24 en julio y recién en agosto lo harán al valor real. Si a esta altura, la cotización roza los $29, queda claro que el mayor impacto en la boleta del servicio se producirá entre este mes y el próximo.
«Algunos hemos definido una rampa de precios para que no se traslade todo en un mes. Con eso, los ayudamos (a los ISP) a bancar y armar un plan para que lo trasladen a pesos. Nosotros a nuestros carriers del exterior les giramos dólares», detalló una fuente proveniente de uno de los mayoristas de este negocio.
Si en mayo los servicios se cotizaron con un dólar de $20,80 y por estos días el billete verde se mueve en los $28 y por momentos coquetea con los $29, ¿qué decisiones están tomando las empresas hacia adelante? Las posturas son diversas.
Para las principales prestadoras modificar los precios en el actual contexto del mercado de las telecomunicaciones no es sencillo. Por un lado, la competencia vía la convergencia se está abriendo de a poco.
Lo concreto es que, muchos proveedores están vendiendo a un precio a los consumidores finales pese a que pagan otro, más alto, a los mayoristas.
ARSAT, que es la proveedora mayorista de gran parte de los ISP que operan en distintos puntos del país, está manteniendo el precio del MB mayorista, que cotiza a US$ 14 desde marzo pasado cuando se anunció la reducción desde los US$ 18 que venía costando.
Vale recordar que el Estado está subsidiando a los ISPs (Internet Service Providers), a todos ellos, desde cableras y cooperativas chicas y medianas del interior a las grandes telcos.
Aun así, algunos proveedores están pidiéndole a la empresa estatal que vuelva a bajar ese costo. Desde ARSAT están atendiendo cada caso puntual para buscar soluciones concretas. Pero por ahora el precio se mantiene en el valor que rige desde hace cuatro meses.
Los consumidores argentinos, en tanto, resisten. Es posible que piensen en dar de baja el abono de TV paga (algo que está ocurriendo, aunque aún no de manera masiva) pero nunca en dejar de tener Internet.
El titular de la bancada peronista en el Senado, Miguel Ángel Pichetto planteó que el Gobierno debe “intentar construir un diálogo con los gobernadores” si quiere un presupuesto “con equidad y equilibrio” y anticipó que en la discusión el PJ propondría la reposición del denominado “impuesto al turismo” así como la suspensión de la baja de retenciones a las exportaciones agropecuarias y de la minería.
Pichetto dijo que «el Gobierno ha dicho que va a sostener el apoyo a los sectores más humildes. El 58% del gasto nacional es social y previsional, no se puede eludir. Entonces hay que analizar el otro 40 % que tiene que ver con la estructura pública y seguramente tendrá un recorte en la obra pública y eso, las provincias, determina pérdida de empleo».
Pichetto agregó que «habría que revisar, si es conveniente, seguir bajando las retenciones a la soja cuando ha habido un impacto devaluatorio y un tipo de cambio ultracompetitivo“.
Por otro lado, opinó que los impuestos a los viajes al exterior “no están mal”. “¿Por qué seguimos sosteniendo los beneficios de liberar las retenciones a las mineras?, cuando tienen una actividad con fuertes incentivos, dónde se llevan la plata y el oro literalmente, en barcos. Son los beneficios que instaló el gobierno de Menem, en la Argentina”, agregó Pichetto.
El Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) estableció que la emisión de un 30% de programación local e independiente en las televisoras abiertas nacionales deberá ser de estreno y distribuida en sus cuatro franjas.
Mediante la Resolución firmada por la titular del organismo, Silvana Giudici, se le dio a los licenciatarios de servicios de TV abierta un plazo de 60 días para cumplir con esta obligatoriedad, prevista en el artículo 65 inciso 2 de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual Nº 26.522.
Entre las previsiones contenidas en ese artículo, el apartado “c” del inciso 2 indica que es obligatoria la inclusión del 30% de programación local e independiente en las estaciones localizadas en ciudades de más de 1,5 millones de habitantes. Cuando estos canales se establezcan en áreas de más de 600.000 habitantes deberán emitir un mínimo del 15%, y en localidades de menor población, un 10%.
Esta resolución se emitió semanas antes de que el Senado de la Nación le diera media sanción la denominada “Ley Corta de Telecomunicaciones” que establece entre sus modificaciones más importantes el ingreso de las telefónicas al negocio de la TV de paga en Argentina desde enero 2021 (para centros urbanos de más de 100.000 habitantes) hasta enero 2022 (para localidades más pequeñas).